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CAPITULO 6

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. PROVERBIOS 4:23

Impedimentos para recibir su sanidad


En el ámbito natural, algunas medicinas no funcionan eficientemente si no se toman de manera
adecuada, o son combinadas con ciertos alimentos u otras medicinas. Lo mismo es cierto acerca
de la medicina de Dios. Si su fe no está funcionando y no se están viendo los resultados, estas son
algunas de las áreas que pueden necesitar un ajuste.

1. Ignorancia acerca de la voluntad de Dios


El primer impedimento para recibir la sanidad es ignorar la voluntad de Dios. Su palabra es Su
voluntad, y a medida que usted medite en estas escrituras, podrá llegar a convencerse de que es
Su voluntad sanarlo.

Algunas iglesias enseñan que la época de los milagros ya pasó. Ellos dicen que Dios intenta
enseñarle algo a través de su enfermedad. Es verdad, puede que aprenda más acerca de la
bondad, la paciencia y dependencia en Dios, pero un estudio a fondo de la obra redentora de
Jesús, revela claramente, que la enfermedad y la dolencia vinieron después de que Adán pecara y
entrara en la muerte espiritual.

Dios no solo se ocupa de la condición espiritual del hombre, sino también de su condición física.
Jesús nunca le dio la espalda a alguien enfermo, o le dijo que esperara hasta "aprender la lección"
antes de ser sano, Si Jesús es la expresión de Dios y El nunca cambia (Hebreos 13:8), entonces
podemos convencernos sobre la voluntad de Dios acerca de la sanidad.

En Mateo capítulo 8, un leproso se le acercó a Jesús y le preguntó si era Su voluntad sanarlo. Jesús
respondió con tanta claridad. Me gusta la traducción básica en inglés que dice: "Es un placer, sé
limpio". La traducción Knox dice simplemente, "Es mi voluntad". (Vea la sección La sanidad es la
voluntad de Dios.)

2. Falta de persuasión para actuar


Otro impedimento para recibir el poder de Dios en su vida, es ser terco o no estar persuadido de
actuar conforme a la Palabra de Dios.

Marcos 6:5,6 nos dice que Jesús no pudo hacer milagros en Su ciudad natal, debido a la
incredulidad de la gente. Puesto que la fe y la sanidad están íntimamente relacionadas con su
corazón, y se liberan al actuar sobre lo que usted conoce, es vital tomar el paso de actuar en lo
que ve en la Palabra de Dios, es decir, considerarla como la autoridad final. Dios siempre ha
requerido y siempre requerirá, que actuemos en fe para recibir la sanidad divina.

El acto inicial de fe es hablar la Palabra de Dios.


3. Falta de perdón, amargura, contienda y un espíritu herido.
Uno de los obstáculos más grandes para que su fe obre es la falta de perdón. La falta de perdón y
la amargura son tóxicas, y pueden acarrear enfermedades del corazón, artritis, cáncer, úlceras,
etc. Algunos estudios del campo médico asocian ciertas enfermedades a las emociones negativas.
La causa de algunos problemas físicos, puede rastrearse hasta algún evento en el cual se le abrió
una puerta al temor, la contienda, la ansiedad, el enojo, o la autocompasión.

Es imposible recibir el Poder Celestial o que una persona pueda usar su fe, si no se ha liberado de
una ofensa. ¡A veces se trata de algo muy pequeño, pero mortal, que detiene el flujo de la
sanidad!

Esto es lo que Jesús nos pide hacer:


Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre
que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.

Marcos 11:25

Una vez John Osteen le dijo al Señor en oración, "Señor, me gustaría haber podido oír uno de los
sermones de sanidad". El Espíritu del Señor le respondió, "Puedes hacerlo. Mis sermones de
sanidad están escritos en Mateo 5-7". Si estudia esos capítulos encontrará las claves para la salud
del espíritu, el alma, y el cuerpo.

Así es como quiero que se conduzcan en estos asuntos. Si ustedes entran en algún lugar de
adoración y están a punto de hacer una ofrenda, y de repente recuerdan de algún rencor que un
amigo tiene en contra de ustedes, abandonen su ofrenda, déjenla inmediatamente, vayan con
su amigo y arreglen las cosas. Ahí y sólo ahí, podrán volver y arreglar las cosas con Dios.

Mateo 5:23.24 (MSG)

En su tiempo de oración, escudriñe su corazón, y pídale al Espíritu Santo ayuda para descubrir
todo lo que pueda impedir al poder de sanidad de Dios, de trabajar en su cuerpo. A veces nos
habituamos a ciertas formas negativas de pensar, que en realidad le están impidiendo a nuestra fe
actuar efectivamente

Uno de los inhibidores de sanidad en mi vida fueron los celos, que le abrieron la puerta al enojo.
Santiago 5:16 dice que confesemos nuestras faltas unos a otros, y oremos los unos por los otros,
para ser sanos. Yo le confesé esta falla a mi esposo, ¡él oro por mí y la sanidad vino enseguida!

Hay momentos en los que deben hacerse confesiones al Señor, pero otros también en los que
pueden comunicársele a alguien espiritual, que pueda orar por su sanidad.

Los obstáculos de la amargura y la ofensa deben removerse, o continuarán propagando el veneno


no solo a través de su propia vida, sino de quienes lo rodean.

Jesús estaba dándole a los discípulos una lección de fe y perdón, al darles el ejemplo del árbol de
sicómoro que representa una ofensa (Lucas 17:1-6).
Son cinco las características de los árboles de sicómoro, de las que podemos extraer
valiosas lecciones.
1. Este árbol crece en los lugares secos

2. Sus raíces son profundas

3. Su fruto es muy amargo y consumido por los pobres

4. Su madera se usa para construir ataúdes

5. Es polinizado por la avispa

Si conoce el modo en que obra el enemigo, no caerá en la trampa de la falta de perdón. La falta de
perdón lo hará habitar en un lugar seco espiritualmente, y muy peligroso, pues Jesús dijo que
Satanás va por los lugares secos encontrando una entrada para nuestras vidas (Mateo 12:43).

la autoridad y el poder para removerlas.

El enojo y la falta de perdón pueden tener raíces muy profundas. Así como la maleza acaba con el
pasto, el enojo y la falta de perdón pueden acabar su vida. La raíz de amargura también puede
expandirse afectando a muchos otros (Hebreos 12:15).

Como el aguijón de la avispa, el veneno de la amargura es mortal. Es posible que haya raíces
profundas de amargura en su vida, que pueden causarle dolencia y dolor, pero a usted le han sido
dados la autoridad y el poder para removerlas.

Jesús dijo que podemos hablarle al árbol de sicómoro y echarlo al mar, y que él obedecería. Con fe
pueden superarse los obstáculos de la ofensa. El mar puede tragar completamente cualquier
amargura, ofensa o dolor, para que usted no los recuerde.

PERDÓNESE
Es posible, que a quien necesita perdonar, es a usted mismo. En vez de castigarse, solo
arrepiéntase y reciba perdón. "Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para
perdonarnos" (1 Juan 1:9).

Hebreos 10:17 Dice que Dios no recordará nuestros pecados gracias al poder de la Sangre de
Jesús. Él los arroja a las profundidades del mar de misericordia y serán perdonados. "Él volverá a
tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar
todos nuestros pecados"

Miqueas 7:19. Está hecho. ¡No se permite la pesca! Dios los ha olvidado y usted también debería
hacerlo. El diablo es llamado el acusador, y usted debe vencer su acusación mediante la sangre del
Cordero y la palabra de su testimonio (Apocalipsis 12:10,11). Mi esposo, Mark, dice: "Si la sangre
de Jesús tiene el poder de eliminar nuestros pecados de la memoria de Dios, también tiene el
poder de borrarlos de nuestra mente".
GUARDE SU CORAZÓN
Mantenga y guarde su corazón con toda vigilancia y sobre todo lo que usted guarde, porque de
él fluyen los ríos de vida. AMP

Mantenga una guardia vigilante sobre su corazón; ahí es donde empieza la vida. MSG.

Hay una promesa en el Antiguo Testamento dada a quienes observen todos los mandamientos y
las leyes. La promesa es que ninguna de las enfermedades que vinieron sobre otros, vendría sobre
ellos.

Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y
dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las
que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. Éxodo 15:26

En el Nuevo Pacto hay un nuevo mandamiento de amarnos los unos a los otros, y hay una
promesa para quienes caminen en el tipo de amor de Dios

"Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros Tal como yo los he amado,
ustedes deben amarse unos a otros", Juan 13:34, NTV.

Cuando amamos y perdonamos a otros como Él nos ama y nos perdona, estamos guardando el
nuevo mandamiento del Nuevo Pacto, y tenemos la misma promesa que Dios le dio a Moisés.
Ninguna de esas enfermedades vendrá sobre usted, pues Dios es el Señor que lo sana. Usted
puede reclamar esta promesa y resistir a Satanás y la enfermedad.

Diga: ¡diablo, quita tus manos de mi cuerpo! ¡Yo estoy caminando en amor!". La enfermedad y la
dolencia son una maldición de la ley. Proverbios 26:2 dice:
“la maldición nunca vendrá sin causa". Si no rompemos las leyes de Dios, la maldición no puede
venir y debe marcharse al obedecer la Palabra de Dios.

Uno de los mandamientos es honrar a padre y madre para llevar una vida larga (Efesios 6:1-3).
Tengo un amigo que fue diagnosticado con cáncer. Al abandonar la oficina del doctor, luego de
recibir este reporte, él oro: "Señor, no he vivido de forma perfecta, pero siempre he honrado a mis
padres. La promesa por hacer esto es una larga vida, así que en este momento reclamo esa
promesa". Él oro, reclamó esa promesa y maldijo el cáncer. Para el siguiente examen médico, el
cáncer se había ido y nunca volvió. Honrar a sus padres es una parte del nuevo mandamiento de
caminar en amor.

Muchos cargan desde su niñez con mucha amargura debido al abuso de sus padres u otras
personas, y esto se manifiesta en varias enfermedades.

Gracias a Dios, Él nos ha dado una vía para ser libres.

4. Vuelva su rostro hacia la pared


Hay momentos en los que necesita "volver su rostro hacia la pared", como lo hizo Ezequías en
Segunda de Reyes 20. Ni siquiera la palabra del profeta, que le dijo que estaba muriendo, lo
sacudió. La persistencia de este hombre alcanzó a Dios, y el profeta tuvo que volver con una nueva
palabra de sanidad para Ezequías.

¡Su fe puede cambiar la “profecía” del doctor respecto a su expectativa de vida!

Dodie Osteen, enviada a casa por los doctores para morir de cáncer de hígado, volvió su rostro
hacia la pared y tomó el poder de la Palabra de Dios.

En lugar de irse a la cama, ella siguió haciendo todo lo que una persona sana haría. En lugar de
esperar hasta estar sana para orar por otros que estuvieran enfermos, ella se obligaba a
levantarse, ir a la Iglesia e imponer manos sobre los enfermos que vinieran por sanidad.

Casi que debía arrastrarse a su silla en la iglesia, pero mantuvo su fe activa. Poco a poco, esa
enfermedad tuvo que ceder ante el poder de Dios. Un año después, estaba bien y vigorosa de
nuevo. Su espíritu fuerte y su fe en Dios cambiaron su cuerpo.

5. Cuatro amigos "locos"


Otra clave para obtener la victoria en el área de la sanidad, es tener relaciones con personas llenas
de fe, y asistir a una iglesia llena del Espíritu.

Una iglesia en la que pueda escuchar la Palabra de Dios siendo enseñada, y donde haya libertad
para alabar a Dios, es vital para su vida y salud. Yo he asistido a la Iglesia muchas veces con
síntomas físicos, y antes de que haya terminado el servicio he estado sana.

De acuerdo con Santiago 5:14-15, le corresponde a la persona que está enferma, llamar para
pedir oración. Su fe se desata al pedir una oración.

En lugar de quedarse en casa, vaya a donde encuentre las alabanzas de sanidad, la predicación, y
la familia de Dios.

Todos necesitan al menos cuatro amigos locos, que crean que con Dios, todo es posible.
En Lucas 5:17-26 leemos la historia de cuatro hombres que llevaron a su amigo paralítico a ver a
Jesús. Ellos se dirigieron a la casa en la que Jesús estaba enseñando y no pudieron entrar, así que,
subieron al techo, abrieron un orificio y descargaron a su amigo justo enfrente de Él.

Jesús vio su fe y le ordenó al paralitico levantarse y caminar.

Mi esposo Mark dice, "todos necesitan por lo menos cuatro amigos locos, que crean que con
Dios, todo es posible”.

6. Comprométase a servirle a Dios.


En Santiago 5:15 se sugiere que "la oración de fe salvará al enfermo". La palabra traducida
significa voto. Así que esa oración, en su forma más elevada de fe, es una oración que lleva al
hombre, como una ofrenda de sacrificio.

E.M. Bounds
Hay muchos ejemplos en la Biblia de gran sanidad y liberación, viniendo Juego de que alguien que
necesitara sanidad divina y liberación, orará una oración de compromiso o pagara sus votos a Dios.

Por ejemplo, Ana hizo el voto de darle a Dios su hijo para que le sirviera. Allí fue cuando su
petición de un hijo fue concedida. Jonás fue liberado del pez al pagar sus votos de obedecer a
Dios, y hacer lo que Él le había pedido hacer.

El doctor A.B. Simpson resaltó cómo él se comprometió a Dios y le hizo un voto de servirle con su
nueva fuerza. La sanidad le trae gloria a Dios para que podamos continuar sometiendo nuestros
cuerpos para servirle.

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la Fornicación. Cualquier otro pecado
que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1 Corintios 6:17-20.

AHORA ES EL TIEMPO DE ACTUAR


Al meditar en la Palabra de Dios para sanidad, recibiremos sanidad sobrenatural. ¡Gócese, alabe,
cante y ríe! Así es como usted libera su fe. Dígase estas escrituras. Piense en lo que está diciendo
en su corazón. Úselas para alabar al Padre.

Su Palabra es medicina para su cuerpo. Permítale al Espíritu Santo dibujar una imagen en el lienzo
de su mente y corazón, con células nuevas, órganos sanos y sangre saludable, mientras medita
sobre la redención de la maldición de la ley, que Jesús llevó consigo al colgar de la cruz.

No importa cuál sea el problema, la Palabra de Dios es la medicina que usted necesita.
Actúe conforme a la Palabra haciendo algo que no podía hacer antes.

Háblele a su cuerpo y a los síntomas con la autoridad dada por Dios. Sin importar cuál sea el
problema, la Palabra de Dios es justo la medicina que usted necesita. Y al recibir la sanidad, no
olvide darle gracias mediante una vida que glorifique a Jesús.

Dodie Osteen, aquella que fue sanada de un cáncer de hígado a través de su fe en la Palabra de
Dios, lo primero que hace en la mañana, es meditar en las escrituras de sanidad y adorar a Jehová
Rafa, El que la sanó. ¡Cada día es un regalo y una oportunidad para glorificar a Dios con nuestro
espíritu, alma y cuerpo!

Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas
tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona
de favores y misericordias; El que sacia de bien u boca de modo que te rejuvenezcas como el
águila

Salmos 103:2-5
Ore una oración como esta: "Padre, en el nombre de Jesús, yo libero toda ofensa que haya
retenido en mi corazón (usted puede ser especifico aquí).

Yo confieso mi pecado y perdono a cualquier persona que me haya lastimado, o haya hecho algo
malo en contra de mí.

Yo lo libero y lo dejo ir. Le ordeno a la amargura que salga de mis emociones y de mi corazón, y
la echo en medio del mar, como Jesús dijo que debemos hacerlo en Lucas 17:6.

Ahora recibo gracia, misericordia, vida y sanidad. Están fluyendo como ríos de agua viva de mi
espíritu, trayéndole sanidad a mi alma, que son mi mente, mi voluntad y mis emociones.

El poder de Dios está sanando mi cuerpo. Yo te pido Padre, en el nombre de Jesús, que bendigas
a cualquier persona que me haya hecho daño o me haya ofendido en el Nombre de Jesús. Tu
dijiste que me sanarías de todas mis heridas. Yo creo y recibo la sanidad ahora.

Satanás, yo soy libre de toda ofensa. ¡Quita ahora mismo tus manos de mí! (Nombre su
enfermedad o condición), te resisto y debes irte.

Gracias Padre, por sanarme ahora. Sé y creo que es Tu voluntad que sea sano.

Gracias Jesús, por llevarte la enfermedad de mí.

Gracias Espíritu Santo, por Tu poder de resurrección obrando en mi cuerpo ahora. Soy sano. ¡Ja,
ja, ja! ¡Me regocijo! Con gozo extraigo las aguas de sanidad de los pozos de salvación. Un
corazón alegre es como una buena medicina.

Oh, la gloria está aquí,

Sí, la gloria está aquí.

Puedo sentir Su poderosa presencia

En la atmósfera.

Para cualquier cosa que necesite

Entiéndase, reciba y diga, “¡es mío!,

Lo tomo ahora" Keith Moore

PUNTO DE MEDITACIÓN:
Mantenga y guarde su corazón con toda vigilancia y sobre todo lo que guarde, porque de él
mana la vida. Proverbios 4:23 (AMP)

PUNTO DE ACCIÓN:

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