Sunteți pe pagina 1din 11

Ezequiel 37:1 "La mano del Señor vino sobre mí, y su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un

valle que estaba lleno de huesos. Me hizo pasearme entre ellos, y pude observar que había
muchísimos huesos en el valle, huesos que estaban completamente secos. Y me dijo: 'Hijo de hombre,
¿podrán revivir estos huesos?' Y yo le contesté: 'Señor omnipotente, tú lo sabes' Entonces me dijo:
'profetiza sobre esto huesos, y diles '¡Huesos, secos, escuchen la Palabra del Señor!' Así dice el Señor
omnipotente a estos huesos: 'Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir. Les pondré
tendones, haré que les salga carne, y los cubriré de piel; les daré aliento de vida, y así revivirán.
Entonces sabrán que yo soy el Señor.'
Tal y como el Señor me lo había mandado, profeticé. Y mientras profetizaba, se escuchó un ruido que
sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. Yo me fijé, y vi que en ellos aparecían
tendones, y les salía carne y se recubrían de piel, ¡pero no tenían vida!Entonces el Señor me dijo:
'Profetiza hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: 'esto ordena el Señor omnipotente: Ven de
los cuatro vientos, y dales vida a estos huesos para que revivan' Yo profeticé tal como el Señor me lo
había ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie.
¡Era un ejército numeroso!"

Había un hombre que era contador y hacía 30 años que trabajaba en la misma empresa. Un día
viajando, el hombre que estaba con él, le dijo que debería amar mucho las matemáticas; y el
contador le dijo que odiaba su profesión.
Entonces el hombre le preguntó cómo era que trabajaba en la misma empresa hacía ya 30 años; a
lo que el contador respondió que era lo único que tenía seguro para su vida.

Todos somos como ese contador, tendemos a no correr riesgos.


Cuando éramos chiquitos nuestros papás nos decían 'tené cuidado' a nadie le decían, 'arriesgate'.
Nosotros tendemos a no correr riesgos porque tenemos miedo a lo desconocido; pero en realidad
el miedo a lo desconocido es miedo a perder lo conocido.
Cuando yo corro un riesgo, mi temor es a perder lo que tengo, entonces el miedo me hace no
correr riesgos.
El miedo a perder lo que tenemos se presenta porque tenemos la ilusión de que 'tenemos lo que
tenemos.'
Creemos que lo que tenemos lo controlamos y en esta vida, nadie tiene comprado nada.
Cuando nacemos, nacemos con las manos cerradas, porque no traemos nada y cuando nos
morimos lo hacemos con las manos abiertas porque no nos llevamos nada.

Tenemos la ilusión de que controlamos la vida, las circunstancias, el dinero, el trabajo, la salud; pero
nadie controla absolutamente nada.

No nos gusta correr riesgos porque conocemos a gente que corrió riesgos y le fue mal.

Cuando Dios viene a mi vida es para empujarme a correr riesgos.


Dios viene a que te arriesgues. La vida cristiana es de riesgos y Dios va a empujarte a que corras
riesgos, porque todo lo que arriesgues se te va a multiplicar. El riesgo es la manera de multiplicar
lo que Dios nos ha dado.

Dios te va a hacer arriesgar la imagen que has construido delante de los demás.
Eso mismo hizo con José que estaba de novio con María.
En la antigüedad, cuando se comprometían significaba que iban a casarse, pero no podía
tener sexo prematrimonial; y si la mujer tenía sexo prematrimonial o cometía adulterio la
mataban.

Un día María estando en su habitación se le aparece un ángel y le dijo que el Santo Ser iba
a nacer de ella, y queda embarazada del Espíritu Santo.
Cuando María se lo dice a José, él no entendía nada, pero Dios le dijo a José que era
verdad; pero a pesar que ellos lo habían entendido, la gente que los conocía no creía lo que
decían. La imagen de José estaba despedazada, Dios lo va a ministrar a José y va a decirle
que arriesgue su imagen.
Dios le dio cuatro sueños, y en los cuatro sueños, Dios le dijo a José dónde ir, cuándo ir,
cuándo salir y cuándo entrar.

Dios les hablará a los que arriesguen su imagen por Él.


Dios te dará sueños personales, Dios hablará contigo sin intermediarios, te hablará
directamente a tu corazón.

A la gente que arriesga su imagen, Dios la va a recompensar.

José crió al Salvador, José crió a Dios hecho hombre.


Si Dios te dice que arriesgues tu imagen, arriesgate, porque lo que vas criar y lo que vas a ver
crecer será maravilloso.
Arriesgarte es morir a la opinión de la gente, es hacer las cosas sin depender de los demás.

Si quiero ser exitoso debo alejarme del 99% de la gente, porque la gente cuida la imagen, y está
bien cuidarla, pero hay un momento donde Dios te va a pedir que la ofrendes.

Dios te va a hacer arriesgar el éxito logrado.


Felipe estaba trayendo un avivamiento a una ciudad, y de pronto Dios le pidió que
abandonara el éxito de esa ciudad para que fuera a hablar con un eunuco que estaba en un
carro.  Ese hombre estaba leyendo Isaías cuando Felipe se le acerca para preguntarle si
entendía lo que leía, y empieza a hablarle del Señor. Ese mismo eunuco, llegó al África para
llevar la Palabra.
Dios te va a hacer arriesgar el éxito de una ciudad, para darte el premio de un
continente, va a hacerte arriesgar el éxito de lo que has logrado, para darte algo más
grande.

Dios te va a pedir que te arriesgues a hacer algo difícil.


Dios lo llamó a Jeremías para decirle que iba hacer su frente de acero e iba a hacerlo una
columna en el templo, porque iban a lastimarlo, e iba a tener que llevar el mensaje. Él
predicó toda la vida, pero nunca nadie se convirtió, todos le tiraban piedras, el rey lo tiró en
un pozo con agua, y Jeremías se puso a llorar y le dijo a Dios que lo había engañado, y que
no iba a hablar más, pero que aún que no quisiera iba a seguir hablando porque un fuego
dentro suyo lo empujaba a seguir.
Cuando Dios te llama a algo difícil y te va mal, querés largar todo, pero un fuego dentro
tuyo te va a empujar a que lo sigas haciendo.
Cuando vos arriesgás algo difícil, Dios te dará una generación bendecida.
Dios te va a pedir que arriesgues la preciosa semilla.
Un joven rico vio al Señor y corrió y le preguntó que debía hacer para tener vida eterna a lo
que el Señor le respondió con los mandamientos.
El muchacho le dijo que él guardaba desde los trece años los mandamientos, por lo que
Jesús lo miró y le dijo 'entonces te falta vender todo lo que tienes y entregarlo a los pobres'
y el joven se fue triste.

Jesús le pidió que soltara lo que todavía retenía porque es fácil darle a Dios el 95% de la
vida, pero es difícil darle a Dios el 5% que no le hemos dado. Todos le hemos dado el 95%
de nuestra vida a Dios, pero hay algo que no hemos soltado, y eso que nos posee a
nosotros se llama 'preciosa semilla'.

La preciosa semilla era la última bolsa de semillas. Dios va a pedirte que arriesgues eso que
no le entregaste, Él te lo va a pedir, porque cuando sueltes ese 5% que estás reteniendo,
Dios te dará todo multiplicado.

Un equilibrista se mató cuando cruzaba edificios sobre una soga, porque un viento lo tiró.
Lo primero que le enseñan a un equilibrista es que cuando pierden el equilibrio tienen que
soltar la vara para agarrarse del cable; pero este hombre estaba tan aferrado a la vara que
se cayó y se mató.
Va a haber un momento donde Dios te va a decir que sueltes la vara para tomar su
bendición.

¿Cómo Correr riesgos en Dios?

Riesgos en Dios son con plan A, plan B, plan C, pan D y plan E

Cuando corras riesgos tenés que tener planes, no seas impulsivo.  Cuando te metas en un negocio
tenés que tener planes,  eso es fe.

Antes de correr los riesgos, tengo que recuperar lo que me sacaron

Cuando José le dijo a Jacob el sueño que había tenido, los hermanos se enojaron, lo tiraron a un
pozo, le sacaron la túnica, la mancharon con sangre y se la llevaron al papá para decirle que José
murió.

Cuando el Jacob vio la túnica y escuchó las palabras, sacó a José de su corazón.

Hay gente que te ha sacado los sueños por las palabras que te han dicho, hay gente que te ha
engañado.
Jacob no fue a investigar dónde estaba el cuerpo de José, vivió 20 años engañado.

Hay gente a la que le han sacado la casa, la prosperidad, los sueños, la libertad porque alguien les
dijo una palabra que les sacó todo, mas Dios va a darte lo que la gente te sacó.

Una persona con una palabra puede poner o sacar cosas de tu corazón.
Estuviste engañado 20 años, dejaste que con sus palabras te saquen a José de tu corazón, tu jefe te
sacó cosas de tu corazón, tu familia sacó sueños de tu corazón, la gente cristiana sacó sueños de tu
corazón, líderes religiosos sacaron sueños de tu corazón , los diste por muertos y estuviste haciendo
duelo. Por eso cuando Dios viene a la vida, viene con una palabra para agregarte algo.

'Abraham te bendeciré' 'Abraham te haré famoso' Toda la gente del Antiguo Testamento que se
acercaba a Dios, lo primero que Dios le prometía era darle tierra.
Quiero decirte que Dios no viene a sacarte nada, Dios viene a darte otra vez lo que te
pertenece. No sé quién te sacó a tu José, pero hay alguien más grande que aquellas personas para
decirte 'yo te devolveré otra vez los sueños grandes de tu corazón'.

Tenés que correr riesgos si amás lo que vas a hacer

No hay nada peor que tener a una persona haciendo algo que no ama.

Si vas a correr un riesgo más vale que corras un riesgo porque amás eso, sino no te metas. Si vas a
servir a Dios más vale que ames lo que vas a hacer, porque si amás lo que hacés dejaste de trabajar,
no tenés horario.

Cuando uno hace lo que ama, ya no trabaja. 


Si estás en un trabajo que no lo amás, pedile a Dios y profetizá para que Dios ponga un trabajo que
ames. La voluntad de Dios es que estés en algo que amás y que está en tu corazón.

Toda la gente exitosa es gente que hizo lo que amaba. Si vas a servir en un ministerio, tiene que ser
porque lo amás, si liderás es porque amás liderar, si vas a hablar del Señor, es porque amás hablar
del Señor, si vas a estar en un coro es porque amás adorar al Señor así, sino no lo hagas hermano,
porque no hay nada peor que poner la vida en hacer algo que uno no ama; porque la fuerza más
grande que hay sobre la tierra no es ni la fe ni la esperanza, es el amor.

Tenés que correr riesgos porque es la manera en que Dios revienta tu mente

Si yo voy a las Cataratas con un vaso, me puedo traer tanta agua como capacidad tenga el vaso. Si
yo voy con una botella de un litro, puedo traerme un litro. Si voy con dos botellas de un litro, puedo
traerme dos litros.

Si en tu mente entra un litro de bendición, siempre vas a irte con un litro, vos tenés que pedirle a
Dios que dinamite tu mente, para que sea más grande y para que pueda entrar más bendición. Si en
tu mente entran 100 litros, vas a tener 100 litros de bendición.

Me compré el último libro que escribió Donald Trump.

En la primera página hay un test para saber si querés ser millonario, comienza preguntando cuánto
querés ganar en los próximos 5 años y te da opciones, yo elegí la cifra más elevada, pero cuando
miré las correcciones de las preguntas decía que estaba mal lo que había respondido, porque
tendría que haber roto el límite poniendo una cifra más elevada.

Si este hombre que no tiene a Dios logró lo que quería, cuánto más nosotros que tenemos a Dios.
El libro empieza contando que un señor lo llama para contratarlo para charlas de motivación por 10
mil dólares, y la secretaria le dijo que no estaba interesado y le cortó. Pasan unas semanas y vuelve
a llamar, ofreciéndole 100mil dólares, la secretaria le dijo que no le interesaba y le cortó. Esa
compañía de charlas de motivación ganaba 5 millones de dólares por año, y querían contratarlo a
Donald Trump, entonces lo llamaron ofreciéndole 1 millón de dólares; y la secretaria le consultó; y al
otro día lo llamó y le dijo que si no juntaban 10.000 personas no iba.
Hicieron la charla y fueron 37.000 personas, cuando terminó la charla lo contrataron por 20
conferencias anuales y Donald Trump pidió aumento. La empresa que ganaba 5 millones por año,
ahora gana 100 millones de dólares por año dando charlas de motivación; y Trump dona esa plata.

Ese hombre tenía la mente grande, para ir por más. Dios va a ensanchar el sitio de tu tienda.

Dios llevó a Ezequiel a un cementerio lleno de huesos, y le preguntó si esos huesos cobrarían vida,
porque Dios quería saber si Ezequiel sabía a dónde iba.

Ya que no importa a dónde estás, importa a dónde vas. Dejá de hablar en donde estás, para
empezar a hablar del lugar al que vas a ir.

Dios quería mostrarle que estaba vivo, que tenía que celebrar la vida, ¡celebrá tu vida! Somos hijos
del Rey, y Él es dueño de todo.

Cuando Ezequiel miró los huesos Dios le dijo que profetizara a los huesos muertos. Tenés que
empezar a profetizar sobre tu vida, hablale a tus hijos que están secos, hablale a la prosperidad que
se ha secado, profetizá sobre tu trabajo, profetizá sobre tu presente: 'vienen millones en el nombre
del Señor.'
 
Vos profetizá, porque cuando Ezquiel profetizó, los huesos se empezaron a unir, Dios te va a
hacer que vuelvas a unir, lo que el diablo separó, por el poder de tu palabra, volverá todo a tu
vida.

Cuando Ezequiel vio que todo se había juntado, pero no había cobrado vida, le preguntó a Dios qué
debía hacer, a lo que Dios le respondió que profetizara: 'Espíritu Ven de los cuatro vientos, y dales
vida a estos huesos para que reviva' Y recuperaron la vida y se levantaron.

Traerás la vida a todo lo que se había muerto, profetizá.


Nos acostumbramos que para que nos presten atención tenemos que hacer lío, pero en el reino de
Dios no es así.

 
Tema: “Dios tiene el control de TODO”
Texto: Romanos 8: 28

“Y sabemos que a los que aman a Dios,


todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.”

Hay momentos en la vida en donde quieres salir corriendo, todo esta en contra y no vez
una. En esos momentos te sientes agobiado, cargado, turbado o cualquier palabra que
quieras usar para describir lo mal que la estas pasando. Somos humanos y como tal es
normal sentir eso y hasta sentirse desesperado.

Todos hemos pasado por momentos como esos y muchos no quisiéramos volverlos a vivir,
pero tarde o temprano se dará lugar nuevamente para que eso ocurra, y es porque Dios
quiere mostrarse a nuestra vida como un Dios Poderoso para cambiar cualquier situación a
favor nuestro.

Lo que ocurre en estos casos es que a primera viste lo vemos con nuestros ojos humanos y
no con ojos espirituales, muy dentro de nosotros sabemos que debemos esperar en Dios,
que debemos confiar en El, pero nuestra naturaleza humana nos gana muchas veces la
convicción y es ahí en donde entramos en momentos de crisis anímicamente hablando.

Lo lindo de todo esto es que sabemos la respuesta, sabemos que debemos depositar nuestra
confianza en el Señor, sabemos que debemos tranquilizarnos porque Dios tiene el control
de todo, eso y mucho mas es lo que sabemos, pero ¿Por qué aun sabiendo esto me siento
mal?

Tan sencillo como decirte que el blanco es claro y el negro es oscuro, también el humano es
vulnerable y somos incrédulos por naturaleza.

Es por esa razón que en momentos como estos es donde debemos de demostrar nuestra Fe,
es decir nuestra convicción y certeza, la FE puesta en practica da unos resultados mas que
excelentes, si bien es cierto que humanamente somos sensibles a las circunstancias malas
que nos suceden, también es bueno recordarte que en Cristo TODO lo puedes y que junto a
El eres mas que Vencedor.

Es por esa razón que en esta hora quiero recordar algo muy importante:

No importa lo difícil que parezca la situación que estas viviendo, no importa que todo
mundo este en tu contra, no importa que te sientas débil y vulnerable, no importa si los
vientos son fuertes y la barca pareciera que se hunde solo quiero decirte que si tu AMAS A
DIOS entonces no hay de que preocuparse, pero si lo amas de verdad, con todo tu corazón,
con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Pues si en realidad AMAS a DIOS TODO, te lo repito TODO, y nuevamente te lo repito


por si aun no queda claro TODO te ayudara para bien, es decir:

Dios tiene escrito un Final Feliz para tu vida.


Tema: “Aviva el fuego del don de Dios”
Texto: 2 Timoteo 1: 6

“Por lo cual te aconsejo que avives el


fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”

¿Qué pasa contigo?, hace días que vienes con un animo distinto al que sueles tener, el ir a la
Iglesia ya no te es motivo de alegría, ¿Por qué? las alabanzas ya no son tan gozadas como
antes, la adoración no es la misma y se a perdido el gusto de las predicaciones.

¿Cuántas excusas pondrás?, ¿Quién tiene la culpa hoy?, Si, yo se que reconoces quien
realmente tiene la culpa, se muy bien que sabes lo que esta pasando, aun cuando lo quieras
disimular tu ritmo espiritual ha bajado, ¿Qué pasa?, no me digas que oras como antes, no te
engañes pensando que leer la Biblia el poco tiempo que lo haces es suficiente, cuando antes
pasabas horas completas leyéndola, no me vengas con que en la oración lo que ahora
importa es la calidad y no la cantidad de tiempo, ¿A quien pretendes engañar con tanta
excusa?

¿Qué pasa ahora con el servicio que realizas?, no que antes te preparabas lo mas que podías
para ir y desarrollar tu servicio lo mejor que podías, antes orabas mucho para que Dios te
respaldara, no soportabas a que llegara la hora para ir a servir, hacías todo por amor.

Te recuerdas el día que estabas en tu casa preguntándote: ¿Por qué hago esto? Y Dios vino
y te dijo, “Hijo lo haces por amor a mi” tu lloraste en la presencia del Señor porque sabias
que lo hacías para El, cada día te levantas con las ganas de servir a Dios, de hacer algo para
El, venias a las personas en la calle sin Cristo y querías detenerte a hablarle de Cristo, ¿Qué
pasa ahora contigo?
Tu primer privilegio fue el que mas amaste, no lo podías creer por primera vez ibas a hacer
algo para Dios, era lo mejor que te podía pasar en la vida cristiana, te sentías tan feliz que
querías contárselo a todos, no te importaba que en el privilegio tu labor era de lo mas
sencillo posible, tu tenias un corazón tan agradecido que te sentías como que era el
privilegio mas grande sobre la faz de la tierra, ¿Qué pasa ahora?

¿Cuánto tiempo esperaras para mejorar tu relación personal con el Señor?, ¿Qué estas
esperando que pase en tu vida para cambiar tu ritmo?, ¿Por qué permites que el fuego de
Dios se apague en tu vida?

Reconócelo, ya no puedes mas, estas cansando, sientes que no tienes fuerza, no quieres
reconocerlo porque siempre tuviste una imagen excelente delante de todos, pero se sincero
contigo mismo, necesitas de Dios, necesitas encontrarte con El, necesitas alimentarte, estas
vacío, no hay agua en el pozo de tu vida, necesitas un respiro, necesitas a Cristo en tu vida.

No me digas que eres cristiano, yo lo se y tu también, pero mas allá de eso es hora de
volver a la senda antigua, a gozar de lo que antes te gozabas, de volver a orar con las ganas
que antes lo hacías, de volver a leer la Palabra como antes lo hacías, Dios quiere de ti eso y
mucho mas, El anhela estar contigo, El te quiere usar, tienes planes muy hermosos para tu
vida, pero necesita de ti que avives el fuego en tu vida.

Ya no puedes mas seguir así, es hora de levantarte, es hora de olvidar los errores del
pasado, es momento de no ver lo que el hombre ha hecho con tu vida, es momento de
perdonar a los que han interferido en tu caminar con Cristo y es hora de perdonarte a ti
mismo por todos los errores que has cometido, es momento de pararte firme y decir:
“Señor, aquí esto nuevamente”.

Se que será difícil, pero en este camino no estas solo, tienes a Jesús de tu lado, tienes al
TODOPODEROSO, nadie te podrá hacer frente, porque Dios estará contigo, el peleara las
batallas por ti e ira delante de ti como Poderoso Gigante, te pondrá como cabeza y no por
cola, hará de ti una nación grande y bendecirá a los que te bendigan.

Hermano no te des por vencido, no te quedes ahí sentado, no pienses que ya no puedes
volver al mismo nivel de antes, ¿Quién te dijo eso?, Dios puede hacer que vuelvas al mismo
nivel de antes y superarlo, lo único que necesita de ti es: DISPOSICION.

Te hago una pregunta:

¿Quieres seguir como estas? ó ¿Quieres avivar el fuego de Dios en tu vida?

La respuesta depende de tu DISPOSICION, Dios estará ahí SIEMPRE esperando tu


sabia decisión.
CARTA DEL CIELO
Querido Hijo Mío:

Puede que en estos días te sientas agobiado, mortificado por


tantas presiones y preocupaciones. Te sientes confundido y buscas respuestas a tus
preguntas. Nadie parece entender lo que te pasa y eso acrecienta más tu dolor y frustración.
Pero por si se te ha olvidado, tengo buenas noticias para ti. Y es que en el libro de los
Salmos 32: 8 te digo:

“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”.

No existe nada que puedas hacer para cambiar eso, mi mirada está totalmente puesta en ti.
Mi amor por ti es incondicional e ilimitado. Cuando los demás te abandonan yo sigo
estando ahí. Cuando afligido y cargado sientes que no puedes más con el peso de tus
culpas, cargas y angustias, soy yo quien tomo tu carga y te llevo en mis brazos. Soy yo
quien quito tu culpa y pongo paz en lugar de tormentas.

La pregunta que tengo para ti es: ¿por qué te agitas y te confundes? ¿Por qué permites que
pequeñeces o cosas, no importe su tamaño, logren apartarte de mí? ¿Acaso no dijiste que
me seguirías y me amarías? ¿Acaso no entregaste tu corazón para que yo lo cambie y ponga
cosas hermosas dentro de él? Si la respuesta es afirmativa, ¿por qué no me dejas hacer mi
trabajo? ¿Por qué cada vez que intento colocar en orden tu vida me culpas de las cosas que
te pasan? Soy Dios, ese que formó tus entrañas. En mí no hay mudanza alguna, no hay
sombra de variación. Si permaneces fiel a mí, verás mi gloria. Recuerda que tu tiempo no
es mi tiempo, por tanto confía en mí que tengo más experiencia, sé lo que hay en frente y te
amo más que a nadie en el mundo.

¡Dime! ¿Por qué te sientes insignificante? ¿Acaso te crees de tan poco valor? Si por ti yo di
mi sangre en la cruz, cada gota de sangre pronunciaba tu nombre, confesaba libertad y
redención.

Hoy te digo PAZ, aprende a descansar en mí. Tú crees que estás listo, pero cuando quiero
ver cuán listo estás para recibir lo que tengo para ti, retrocedes. Calla, enmudece, que a mi
presencia tiembla la tierra. No me retes como si yo fuera alguien a quien puedes manejar a
tus antojos. No actúes como el niño malcriado que monta pataletas y llora cuando no
consigue lo que quiere. Aprende y adquirirás sabiduría. Los siervos y siervas que en mi
esperaron obtuvieron respuestas. Si tú confías en mí y dejas que YO obre a mi tiempo,
sonreirás y cantarás. Todo esto te digo porque te amo y a quien amo, corrijo. A quien
corrijo, instruyo, y a quien instruyo, llamo. A quien yo llamó respaldo y si te llamo y te
respaldo debes saber que es porque te amo.

De tu Padre Celestial

S-ar putea să vă placă și