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Universidad del Zulia.

Sistema Político y Económico Contemporáneo

Profesor Salvador Cazzato

Autor: Laura Nieto

RESUMEN DE TRANSFORMACIONES Y CRISIS DE LOS PARTIDOS


POLÍTICOS. LA NUEVA CONFIGURACIÓN DEL SISTEMA DE PARTIDOS EN
VENEZUELA POR RIVAS LEONI

La democracia en Latinoamérica ha experimentado, desde su retorno en la década de los


80-90, un profundo proceso de transformación producido por sus propios promotores. La
crisis económica, política y social sirve de contexto para evidenciar el declive que están
viviendo las instituciones políticas tradicionales y, en efecto, sus representantes y actores
públicos frente a la población.

La principal razón radica en la tergiversación de sus funciones que, más que ir


orientadas a cubrir las nuevas necesidades de los ciudadanos, benefician los intereses de
unos pocos líderes y figuras dentro de su seno, distorsionan las bases ideológicas que la
rigen, ponen en tela de juicio la cultura política, disminuyen la identificación partidista y,
finalmente, producen tal grado de deslegitimización que es posible vislumbrar un escenario
de ingobernabilidad que promueve, a su vez, el escenario ideal para el surgimiento de
líderes con propuestas antipartidistas.

Estas nuevas formas de hacer política responden a las ansias de esperanza y cambios de
los ciudadanos, ofreciéndose por los outsiders y nuevos caudillos de la política como
válvulas de escape mediante un discurso carismático, paternalista, fraternal y mesiánico que
promete una restauración del sistema en el que la acción colectiva adquiere mayor
protagonismo y nuevos ideales son adoptados.

En nuestro continente encontramos claros ejemplos que revelan la fuerte aceptación de


esta nueva tendencia, destacando esta suerte de “personalización de la política” que roba
protagonismo a las organizaciones y es concedida a los individuos en países como Bolivia,
Panamá, Perú, y por supuesto, Venezuela, donde el militar Hugo Chávez logra instaurar su
poder gracias al modelo revolucionario del Socialismo del siglo XXI y la brutal
descomposición del bipartidismo adeco-copeyano.

En efecto, surge una relación antagónica con los partidos tradicionales y, en su defecto,
nacen nuevas fuerzas que, si bien sirven como apoyo al comienzo de su candidatura, se
hacen poco funcionales ante la propia fuerza del nexo directo líder-pueblo. Así, indica
Rivas Leoni, las promesas electorales escapan del control institucional alguno que obligue a
los gobernantes a cumplir sus promesas. Sin embargo, en sistemas totalitarios como este,
los ciudadanos, que no poseen casi información ni posibilidad alguna de para evaluar el
desempeño, se mantendrán pasivos ante los nuevos fracasos del jefe de Estado, a quien
desvinculan de su carácter de observador y vigilante del bienestar nacional.

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