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Personajes

Parcas, Saturno, Ganimedes, Juno, júpiter, Eolo, Bóreas, Euro, Noto, Céfiro, Neptuno,
Ceres Escila, Anteo, Deyopea, Capis, Caico, Acate, Escila, Caribdis, Venus, Ascanio,
Rómulo, Remo, Fe, Vesta, Quirino, Furor, Maya, Dido Harpalice de Tracia Pigmalión
Siqueo Véspero Memnon Pentesilea Diana Latona Orión Cupido Lieo Baco Atlante
Minerva Lacoonte Calcas Apolo Sinón Casandra Deifobo Apolo Ayax Aquiles Príamo
Hécuba Pirro Polites Creusa Ascanio Minerva.
Imaginería
Allí el rey Eolo en su espaciosa cueva rige los revoltosos vientos y las sonoras tempestades,
y los subyuga con cárcel y cadenas; ellos, indignados, braman con gran murmullo del
monte, alrededor de su prisión.
Truenan los polos y resplandece el éter con frecuentes relámpagos; todo amenaza a los
navegantes con una muerte segura.
Las terribles puertas del templo de la guerra se cerraran con hierro y apretadas trabes;
dentro el impío Furor, sentado sobre sus crueles armas, y atadas las manos detrás de la
espalda con cien cadenas, bramará, espantoso con sangrienta boca.
Dijo, y volviendo el rosado cuello, resplandeció como una estrella, y sus cabellos
esparcieron un divino olor de ambrosía; soltó los ropajes hasta los pies, y se reveló en su
porte que era verdaderamente una diosa (p.20).
Tiende el mensajero su vuelo por el inmenso éter, batiendo las alas, y pronto se paró en las
playas de la Libia (p.17).
Óyense los clamores de los guerreros y el sonido de las trompetas (p.39).
Sobre la cabeza de Lulo, entre los brazos y a la vista de sus afligidos padres, alzóse una
leve llama, que, sin lastimarle con su contacto, blandamente acariciaba sus cabellos y
parecía como que tomaba cuerpo alrededor de sus sienes (p.49).
Y ya la húmeda noche se precipita del cielo, y las estrellas que van declinando convidan al
sueño (p.30).
Acciones narrativas
Canto I
1 Invocación de las musas.
2 Juno estaba resentida con los troyanos a causa del juicio de Paris y el desprecio hecho a
su hermosura.
3 Juno partió a Eolia, patria de las tempestades para pedirle a Eolo que liberara los vientos
y así hundir las naves de Eneas.
4 Eolo libera los vientos del antro donde los tiene encerrados para que arrecien contra las
naves de Eneas.
5 Algunas de las naves de Eneas naufragan y Neptuno saca la cabeza por cima de las olas y
les habla a los vientos calmando así la tormenta causada por el Noto, el Céfiro y el Euro.
6 La tripulación desembarca en las playas de Libia.
7 Venus habla con Júpiter en el olimpo sobre el destino de su hijo Eneas y el pueblo
troyano.
8 Júpiter tranquiliza a Venus diciéndole que Eneas llegará a Italia para continuar el linaje
del pueblo troyano.
9 Eneas sale acompañado de Acates a explorar el bosque y se encuentra con su madre
Venus disfrazada de espartana.
10 Venus cuenta la historia de Dido y su esposo Siqueo quien fue asesinado por Pigmalión
hermano de Dido y el más perverso de los hombres.
11Venus reveló en su porte que verdaderamente era una diosa y Eneas le reclama a su
madre por engañarlo.
12Venus envuelve a Eneas y a Acates en una densa capa de niebla para que nadie los vea
mientras recorren la ciudad.
13Eneas observa en un templo unas pinturas que representan las batallas troyanas y toda
aquella gran guerra.
14Eneas se encuentra con Dido y ella lo invita a su palacio, ordena que se hagan sacrificios
y dispone todo para realizar un festín.
15Eneas envía a Acates a las naves, a fin de que refiera a su hijo Ascanio aquellos sucesos
y lo conduzca al palacio.
16Citerea invoca a Cupido y le ordena que tome la apariencia de Ascanio para que infunda
amor por Eneas en el corazón de Dido temiendo una mala jugada de la vengativa Juno.
17 Durante el festín Dido le pide a Eneas que refiera las aventuras que ha tenido que
afrontar durante siete años de andar errante por todas las tierras y todos los mares.
Canto II
1 Eneas comienza su relato refiriendo como los griegos los engañaron construyendo un
caballo de madera para ocultar guerreros armados en su interior y así poder entrar a la
ciudad troyana.
2El adivino Lacoonte les advierte que el caballo es una trampa.
3 Un guerrero griego se entrega a los troyanos como parte del fraude trazado para entrar a
la ciudad.
4 Sinón les dice que escapó de las tropas griegas porque iba a ser ofrecido en sacrificio a
los dioses para que fueran favorecidos en su viaje de regreso.
5 Príamo le perdona la vida al guerrero y le pregunta ¿con qué objeto construyeron los
griegos la enorme mole de ese caballo?
6 Sidón dijo que al adivino Calcas les había advertido que tenían que construir un caballo
para reemplazar el Paladión que fue sustraído por Diomedes y Ulises del templo de Atenea
y así calmar la ira de la diosa y luego regresar a Argos para renovar votos. También les dijo
que el caballo debía ser más alto que las puertas de Troya porque de penetrar en la ciudad
los troyanos ganarían la guerra y dominarían el Peloponeso.
7 Lacoonte es arrastrado al mar por dos enormes serpientes mientras se encontraba
inmolando un corpulento toro a Neptuno.
8 Los troyanos creen que Lacoonte fue castigado por haber ultrajado la sacra imagen del
caballo.
9 Los troyanos ingresan el caballo en la ciudad y los griegos la invaden durante la noche
con la ayuda de Sinón.
10 Héctor se le presenta en un sueño a Eneas y le advierte que la ciudad está haciendo
atacada y debe huir para fundar nuevamente las murallas de Troya.
11Eneas despierta y sale inmediatamente hacia el centro de la ciudad acompañado de otros
guerreros.
12Eneas y sus compañeros se encuentras con las tropas griegas y comienzan un combate
para liberar a Casandra, luego se dirigen al palacio de Príamo: “Allí ven un combate tan
porfiado y terrible, cual si solo allí se pelease y no hubiese víctimas en ningún otro punto de
la ciudad”.
13Eneas entra en el palacio de Príamo por un pasaje secreto y ve a Pirro destruyendo todo a
su paso.
14 Eneas observa cuando Príamo intenta unirse al combate pero es asesinado por Pirro
mientras sus pies resbalan en la sangre de su hijo Polites.
15 Eneas vea a Helena y siente deseos de castigarla por haber provocado la ruina de Troya
pero su madre Venus lo persuade recordándole que su familia se encuentra en peligro y le
muestra como los dioses están ayudando a los griegos a destruir la ciudad para que huya.
16 Eneas se dirige a la casa de su padre Anquises y este se niega a huir de la ciudad
mientras que Creusa y Ascanio intentan persuadirlo.
17 Aparece una llama en la cabeza de Ascanio como señal de fortuna de los dioses y
Anquises cambia de parecer y decide escapar con su familia.
18 Eneas y su familia se dirigen al templo de Ceres y mientras huyen, su esposa Creusa se
queda atrás y nunca más la vuelve a ver.
19 Cuando llegan al templo de Ceres y Eneas nota su ausencia, decide regresar a buscarla y
mientras ve la ciudad incendiada se le aparece la sombra de su esposa para despedirse de él.
20 Eneas volvió a reunirse con sus compañeros en el templo de Ceres y allí vio que habían
llegado muchos otros dispuestos a acompañarlo a cualquier lugar.

Figuras retóricas
Hipérbole:
Un escarpado monte de agua se desploma de pronto sobre el bajel
Llevará su imperio hasta el Océano y su fama hasta las estrellas
El firmamento estalló en estrepitosos aguaceros (Metáfora)
El crujido de las armas y los clamores se levantan hasta el cielo.
Resuenan las bóvedas con llorosos alaridos de mujeres, que llegan hasta las fúlgidas
estrellas.
Prosopopeya:
Aunque el ánimo se horroriza a su solo recuerdo y retrocede espantado, empezaré
Sinestesia
Metáfora:
Gira en tanto el cielo y la noche se precipita en el Océano
Invaden la ciudad sepultada en el sueño y en el vino
¡Oh luz de la ciudad dardania, oh firmísima esperanza de los teucros! (Eneas refiriéndose a
Héctor)
Analogía:
Despiértome sobresaltado, y subiendo al punto a la más alta azotea, me pongo a escuchar
con profunda atención, no de otra suerte cuando la llama, impelida por el furioso austro se
precipita sobre las mieses, o cuando un torrente acrecido con los raudales que bajan de los
montes arrasa los campos, arrasa los lozanos sembrados, y arrebata el trabajo de los bueyes
y las desgajadas selvas, aturdido el pastor escucha el impensado estrago desde la alta cima
de un peñasco (p.39).
Entonces, como rapaces lobos en la negra noche, a quienes hambre horrible arroja rabiosos
de sus guaridas, donde los aguardan, secas las fauces, sus abandonados cachorros, por
medio de los dardos y de los enemigos volando a una muerte segura, dirigiéndonos al
centro de la ciudad, rodeados por las tinieblas de la noche (p.40).
Delante del vestíbulo, y en el primer umbral, estaba pirro, lleno de júbilo, resplandeciente
con los fulgores metálicos de sus armas: tal se aparece a la luz del día la culebra que,
apacentada con yerbas ponzoñosas y entumecida, ocultaba el invierno bajo tierra... (p.43).
Los griegos invasores acuchillan a los primeros que se les ponen delante y ocupan con su
gente todo el palacio; no con tal violencia, cuando se desborda, rotos los diques, espumoso
río, y cubre con los raudales los opuestos collados, se derrama furioso (personificación) y
soberbio en su crecida por los campos, arrastrando en sus olas los ganados con sus rediles
(p.44).
Ciegos de dolor y rabia por verse arrebatar a Cansandra, acuden entonces y nos embisten
por todos lados los griegos, el intrépido Ayax, los dos Atridas y toda hueste de los dólopes;
no de otra suerte se estrellan en deshecho torbellino los encontrados vientos, el Céfiro, el
Noto y Euro, ufano de cabalgar en los caballos de la Aurora; rechinan las naves, el airado
Nereo hace saltar la espuma bajo su tridente y revuelve los mares en sus más profundos
abismos (p.41).

Paralelismo:
¡Llegado es ya nuestro último día, llegado es ya el inevitable término de la ciudad dardania!
(p.39)
Antítesis:
La única salvación para los vencidos es no esperar ninguna (p.40)

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