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Hoy en día, las responsabilidades que se tienen, son distintas a las de hace 20 o 30 años
atrás, algunas se han vuelto más difíciles que otras, por lo que estas generan estrés al no
poder lidiar del todo con ellas. Pero la gente tiende a ver el estrés como algo negativo, pero
no siempre es de esa forma. En el siguiente texto, explicaré tanto los aspectos positivos
como negativos del estrés y cómo poder afrontarlos de manera eficaz.
Selye (1974, 1980, 1982) define el estrés como “Una respuesta inespecífica del cuerpo a
cualquier demanda”. Y nuestro cuerpo responde de una manera muy similar a cualquier
acontecimiento que se considera estresante. En este caso, a dicha respuesta se le podría
denominar como inespecífica. El stress psicológico también se define como aquel estado
del organismo en cualquier situación en que perciba que se pone en peligro su bienestar, y
cuando debe dedicar todas las energías a su protección.
Hay que saber que existen estudios que demuestran que un buen número de
acontecimientos estimulantes, ya sean externos como internos, son capaces de provocarnos
estrés. Así que estímulos tanto como el calor, frío, heridas y entre otros. De hecho,
cualquier estímulo puede servir como provocador del estrés.
El estrés también depende de nuestra percepción, por ejemplo, el reprobar un curso va a ser
mucho más estresante para un joven que depende de ese curso para poder entrar a una
universidad, pero en cambio, va a ser mucho menor el nivel de estrés que se presente si un
joven usa de excusa el curso desaprobado para poder cambiarse de carrera universitaria.
Aquellas personas que suelen afrontar de manera efectiva al estrés, suelen emplean dos
tipos de técnicas: las que les ayudan a solucionar el problema y las que les ayudan a
sentirse mejor. Y aquellos que lo afrontan con menor efectividad suelen solventar el
problema inmediato, pero tiene un alto coste en términos de bienestar emocional y físico, o
también, en ciertas ocasiones, lo que hacen es huir hacia un modo de pensar que les hace
sentirse mejor pero que normalmente no sirve para cambiar la fuente de donde brota su
estrés.
Algo muy útil para poder afrontar el estrés, es el entrenamiento de inoculación. Este
Implica la adquisición de destrezas de afrontamiento contra el estrés, puede incluir la
práctica de meditación, ejercicios, entre otros. El fin de este entrenamiento es que todo lo
aprendido durante este, pueda ser aplicado satisfactoriamente en la situación estresante,
para poder llegar a una homeostasis.
En conclusión, el estrés no sólo es algo negativo, sino también puede llegar a salvarnos en
una situación de apuros. Normalmente cuando se les pregunta el estilo de vida que tuvieron
las personas que sobrepasan la edad de los 100 años, responden que durante su vida no se
vieron afectados de forma significativa por el estrés, sino que lo vieron como una
oportunidad para sobresalir.