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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Medicina
Escuela de Salud Pública
1er Año Lic. Inspección en Salud Pública
Cátedra: Ciencias Sociales y Salud

Tema III:
La Percepción Humana y los procesos
en la Salud y/o Enfermedad

Profesor: Gladys Azalea

Integrantes:
Chacón Beatriz
D´Urso Pascual
Sánchez Yosnelvis
Grupo 5

Caracas, Mayo del 2016


Índice

Introducción 3

La Percepción 4

La Percepción y la Salud
y/o Enfermedad 4

Diferencias Individuales y de
grupo 8

Percepciones Individuales y de
grupo 11

Percepción Individual 11

Percepción de grupo 11

Conclusiones 12

Bibliografía 14

Anexos 15
Introducción
La percepción es  es la manera en la que el cerebro de un organismo interpreta
los estímulos sensoriales que recibe a través de los sentidos para formar una
impresión consciente de la realidad física de su entorno. Además, también
podríamos decir que es el conjunto de procesos mentales mediante el cual una
persona selecciona, organiza e interpreta la información proveniente de
estímulos, pensamientos y sentimientos, a partir de su experiencia previa, de
manera lógica o significativa.

En el área de la Salud utilizamos la percepción de distintas formas, como


puede ser al momento de saber cómo percibir un problema de salud el cual
está condicionado por diversos factores como la responsabilidad o el rol
familiar que la persona desempeñe, así como las prioridades cotidianas y las
actividades que realice harán que lo perciba de modo diferente la salud en
cada caso.

La percepción del dolor o de un malestar está atravesada por una serie de


factores que tienen que ver con condicionantes estructurales, pero también con
la propia experiencia de vida y se inscribe dentro del proceso general de
percepción.

En el siguiente trabajo estaremos dando a conocer mucho más a fondo acerca


del tema presentado y de igual forma, abordaremos las diferencias
individuales el cual está asociado a los conceptos de personalidad,
inteligencia, cognición, motivación, estilos de aprendizaje y otros términos de
psicología. Y por supuesto como se relacionan los procesos individuales y de
grupo.
La Percepción
Es el proceso cognoscitivo que permite interpretar y comprender el entorno. Es la
selección y organización de estímulos del ambiente para proporcionar
experiencias significativas a quien los experimenta. La percepción incluye la
búsqueda de la obtención y el procesamiento de información.

Las palabras clave para definir la percepción son selección y organización. Es


común que personas diferentes perciban en forma distinta una situación, tanto en
términos de lo que perciben en forma selectiva como en la manera en que
organizan e interpretan lo percibido.

Las personas reciben estímulos del ambiente a través de los cinco sentidos: tacto,
olfato, gusto, vista y oído. En algún momento específico todos presentan atención
en forma selectiva a ciertos aspectos del medio y pasan por alto de la misma
manera otros.

El proceso de selección de una persona comprende tanto factores internos como


externos, filtrando las percepciones sensoriales y determinando cuál recibirá la
mayor atención. Después, la persona organiza los estímulos seleccionados en
patrones significativos.

La forma en que las personas interpretan lo que perciben también varía en forma
notable. La interpretación de una persona de los estímulos sensoriales que recibe,
conducirá una respuesta, sea manifiesta (acciones) o encubierta (motivación,
actitudes y sentimientos) o ambas. Cada quien selecciona y organiza los estímulos
sensoriales de manera diferente y, por lo tanto, llega a interpretaciones y
respuestas diversas. La diferencia de percepción ayuda a explicar por qué las
personas se comportan en forma distinta en la misma situación. Con frecuencia se
perciben las mismas cosas de manera divergente y las respuestas de
comportamiento dependen, en parte, de ésas.

La Percepción y sus implicaciones en el proceso de Salud


y/o Enfermedad
La percepción del dolor o de un malestar está atravesada por una serie de factores
que tienen que ver con condicionantes estructurales, pero también con la propia
experiencia de vida y se inscribe dentro del proceso general de percepción. Este
proceso es necesariamente selectivo y puede compararse a la mirada en un espejo
en el cual se refleja una imagen que no es la realidad misma. En ese "espejo" la
imagen se agranda, se achica, se ilumina u obscurece, de acuerdo a cómo nos
situemos para observarla. De la misma manera, la percepción que cada uno tiene
de la realidad, se produce de acuerdo al modo y al lugar/situación desde donde se
mire.

Llovet JJ. (1984), nos señala: ¨ Las posibilidades de percibir un problema de salud
son diversas y están socioculturalmente condicionadas: factores como la
responsabilidad o el rol familiar que la persona desempeñe, así como las
prioridades cotidianas y las actividades que realice harán que lo perciba de modo
diferente en cada caso¨ (p.20)

Sin embargo, éstos son aspectos poco considerados al momento de intervenir


desde el sistema formal de salud, ya que representan un corte en un proceso que
no siempre es visualizado por el profesional. Antes de que la persona efectúe la
demanda y utilice el servicio sanitario, muy probablemente haya realizado algún
tipo de acción, que responde a lo que se denomina el autocuidado. Este
comportamiento responde a la propia percepción del problema, y tiene que ver
con su visión personal acerca de lo que es estar sano o enfermo. Esto desencadena
prácticas, de las cuales sólo una puede ser la utilización del sistema de salud. Este
recorrido previo a la demanda, no sólo no es tomado generalmente en cuenta por
el personal de salud, sino que en muchas ocasiones la "mirada" del paciente
acerca de su problema, se relativiza como dato a considerar. Sin embargo, a pesar
de la importancia que pueda significar para el paciente el diagnóstico y la
propuesta de tratamiento sobre su dolencia, ésta es también mediatizada por su
propia concepción y representación de lo que le puede estar pasando. Esa persona,
de vuelta en su casa y en su medio, tomará o dejará las prescripciones dadas por el
profesional, de acuerdo a sus posibilidades de cumplimiento, pero también según
su propia interpretación de lo que tiene que hacer.

Como señala Fitzpatrick, (1990):

¨La idea de enfermedad opera como símbolo que se relaciona con una variedad de
experiencias propias de una cultura. Esta significación simbólica no siempre
puede expresarse verbalmente, pero su registro es fundamental para comprender el
proceso salud-enfermedad. Aún en su expresión oral, requiere de la capacidad de
buscar sentido en las expresiones de los otros, elemento esencial de la
comunicación humana. La percepción de este complejo proceso es personal y
subjetiva y sólo puede comprenderse contextualizada en el universo de creencias,
valores y comportamientos del medio sociocultural de cada persona, atravesado
por las condiciones materiales de vida que reflejan de modo singular el espejo de
la realidad que cotidianamente vemos. Por lo tanto, es necesario considerar a la
salud o la enfermedad no solamente como hechos del mundo de la naturaleza sino
también como hechos del campo de las relaciones sociales que implican
valoraciones subjetivas y situaciones de poder¨ (7 p.34).
Así mismo, Menéndez E. (2004) , nos dice que: ¨ La cultura somática, es decir, la
capacidad de poder sentir, escuchar al cuerpo, es escasa, y la lucha por la
supervivencia "eclipsa" la propia percepción del proceso salud-enfermedad.¨
(p.124)

Este texto, nos hace una referencia a que la exigencia del día a día, impide a la
persona poder tener un poco de tiempo para sí misma, por lo que la atención de su
salud no la hace tan prioritaria, por ejemplo hoy en día el estrés de conseguir el
sustento diario hace que se retarde la concurrencia a la consulta médica, y a veces,
dificulta el darse cuenta de las molestias que se imponen cuando ya es imposible
no registrarlas.

A su vez Menéndez E. (2005), nos reafirma: ¨ Las posibilidades de percibir un


problema de salud son diversas y están socioculturalmente condicionadas, ya que
factores como la responsabilidad o el rol familiar que la persona desempeñe, así
como las prioridades cotidianas y las actividades que realice harán que perciba o
se vea en el espejo de modo diferente¨. (p.205)

La preocupación cotidiana por satisfacer necesidades primarias desplaza la


posibilidad de percepción de un problema de salud, ya que la lógica familiar es la
del "día a día", en un contexto donde no hay garantía de ingreso diario para cubrir
los gastos de alimentación o abrigo. Este hecho determina que lo económico sea el
problema prioritario a resolver.

La dinámica familiar pone en evidencia la permanencia de familias de perfil


patriarcal, donde la mujer es la responsable del trabajo doméstico y del cuidado de
la salud familiar. Existe una "naturalización" de este rol, en los mismos
testimonios de las mujeres, con una clara diferenciación de funciones de acuerdo
al género.

La referencia para el cuidado de la salud, generalmente está a cargo de mujeres,


portadoras naturales del saber, a las cuales se recurre ante alguna duda. Vecinas,
familiares, amigas son los sujetos a los cuales se recurre para buscar orientación
sobre la salud de algún miembro de la familia.

El concepto de salud al que refieren, como nos indica Samaja J. (2004): ¨Es el de
un medio para la vida y no como fin en sí mismo. La construcción del concepto de
salud, está muy relacionada con el hecho de "poder hacer", lo que implica trabajar
para los adultos, jugar o ir a la escuela en los niños¨. (p.18)
Esta percepción de lo que es estar sano o enfermo tiene una directa relación con
los comportamientos que se despliegan ante un padecimiento. Una molestia pasa a
ser una enfermedad solo cuando inhabilita para el trabajo o las actividades
cotidianas (juegos o estudio para los niños y jóvenes) trabajo intra y extra
doméstico para los adultos:

Este modo de percibir el proceso salud enfermedad condiciona los tipos de ayuda
buscados y las prácticas desarrolladas para el cuidado, donde en un juego
dialéctico tanto la representación del estar sano o enfermo como las experiencias
previas, configuran los procesos de toma de decisiones evaluando las ventajas de
las distintas alternativas. Este recorrido no es sólo racional sino que está mediado
por sentimientos, recuerdos, sensaciones, valoraciones, que no son factores
cognitivos sino actitudinales y emocionales.

LOS PRIVILEGIADOS SERÁN LOS NIÑOS

Se privilegia el cuidado y la atención de los niños/as, pero frecuentemente surge


la preocupación por los adolescentes, de los cuales se expresa que se drogan y
consumen mucho alcohol. La etapa del embarazo es una de las que más se toman
en cuenta para el control y el cuidado, pero percibido no como el cuidado de la
salud de la embarazada en sí sino del niño que está creciendo en su vientre

Las mujeres no embarazadas y los hombres en general retrasan la búsqueda de


ayuda ante un problema de salud y no realizan controles ni prácticas preventivas,
ya que priorizan el trabajo o el cuidado de los hijos, acudiendo únicamente en
casos considerados de emergencia o gravedad.

Gómez López LI, Rabanque Hernández M (2004), nos señalan:

¨La dimensión de género, es otro de los factores que permite comprender la


percepción de las sensaciones relativas a la salud y a la enfermedad. Son las
mujeres, en general, las que se muestran más perceptivas a las sensaciones del
cuerpo, para que así sea influyen la maternidad, la mayor responsabilidad en el
cuidado de la salud de su familia y el que se constituyan en interlocutoras
"naturales" del sistema médico. Aún con estos componentes, ellas relegan el
cuidado de su propia salud por la de sus hijos y por el cuidado del hogar¨ (p.105)

La decisión de cuándo recurrir a un centro asistencial está atravesada por


dimensiones que se vinculan y de modo creciente opacan la posibilidad de
registrar un problema de salud. Es así que sólo cuando el síntoma es muy
alarmante o el dolor muy intenso, se hace difícil negarlo y recién entonces se
busca algún tipo de ayuda
LOS RECURSO FAMILIARES PARA EL CUIDADO DE LA SALUD

Antes de que la persona efectúe la demanda y utilice el servicio sanitario, muy


probablemente haya realizado algún tipo de acción, que responde a lo que se
denomina autocuidado. Percibe la enfermedad y actúa frente a ella en forma
diferente. En todo momento coexiste "ese saber de la gente", mantenido a través
del tiempo por medio de la tradición y modificado mediante el contacto y la
mezcla con diferentes grupos sociales, entre éstos, los grupos de iguales y los
grupos de la salud institucionalizada con sus discursos y sus propias percepciones.
Esta construcción, va conformando sus propias concepciones, manifiestas en
relatos que dan cuenta de la automedicación como uno de los recursos utilizados

Las historias familiares producen un cúmulo de saberes, a veces contradictorios,


por haber atravesado situaciones similares. Tal aprendizaje tiene sus orígenes en
experiencias previas: con sus otros hijos, con familiares o referentes en sus vidas,
simultáneamente con saberes del sistema médico oficial

López E, Findling L, Abramzón M. (2006) nos hablan: ¨ Las características familiares y


demográficas, así como las actitudes y expectativas previas y la propia percepción
básica sobre el estado de salud influyen tanto en la accesibilidad, como en la
utilización y satisfacción alcanzadas¨. (p.58)

La búsqueda de ayuda en el sistema no oficial, resulta a veces una alternativa a la


que se acude cuando perciben que el sistema de salud no les soluciona el
problema que están sufriendo. Esto les acarrea conflictos no menores, con la carga
de responsabilidad que esto significa.

¿Qué son las diferencias individuales?


El concepto de diferencias individuales está asociado a los conceptos de
personalidad, inteligencia, cognición, motivación, estilos de aprendizaje y otros
términos de psicología.

La personalidad: En principio, las diferencias individuales se explican como parte


de la personalidad de cada individuo. La personalidad puede sintetizarse como el
conjunto de características o patrón de sentimientos y pensamientos asociados al
comportamiento. Es decir, los pensamientos, sentimientos, actitudes y hábitos y la
conducta de cada individuo que persisten a lo largo del tiempo frente a distintas
situaciones, distinguiendo a un individuo de cualquier otro.

La inteligencia: El concepto de inteligencia genera debates, a menudo en reacción


a la idea de que cada persona tiene una capacidad mental general que puede
medirse y cuantificarse por medio de un número, a esto Santrock, (2006) nos
aporta: ¨ La inteligencia es una de las posesiones más apreciadas aún cuando la
mayoría de la gente no ha podido coincidir en su definición.¨ (p.106)

A diferencia de otras características humanas como la estatura, el peso y la edad,


la inteligencia no puede medirse en forma directa. Sólo se puede evaluar la
inteligencia de un estudiante de manera indirecta al estudiar sus actos inteligentes.
En su mayoría, se ha basado en pruebas escritas de inteligencia para proporcionar
un estimado de la inteligencia de un estudiante.

Estilos cognitivos y estilos de aprendizaje:

Hay otras diferencias individuales, que si bien tienen poco que ver con la
inteligencia, sí influyen en el aprendizaje escolar. Se trata de los estilos cognitivos
y estilos de aprendizaje, términos que a menudo se usan indistintamente; en
general, los profesores prefieren hablar de estilos de aprendizaje y los psicólogos
de estilos cognitivos. De acuerdo a Fierro (1992), se entiende por “estilos
cognitivos” ciertos patrones, diferenciales e individuales, de reacción ante la
estimulación recibida, de procesamiento cognitivo de la información y, en
definitiva, de aprendizaje y de afrontamiento cognitivo de la realidad. Los estilos
se relacionan con la estructura del pensamiento, antes que con su contenido o con
su eficiencia; y refieren a cualidades o modos del conocimiento y no a algo así
como una “cantidad” de capacidad o aptitud, según, en cambio, parece referirse en
el concepto de inteligencia.

1. El profesor y las diferencias individuales

¿Por qué el profesor enseña en la forma que enseña? Seguramente hay muchas
razones por las que los profesores desarrollan las actividades de enseñanza, es
decir, actividades que tienen la intencionalidad de generar aprendizajes en los
alumnos, en determinadas formas o con determinados estilos. Una es que el
profesor reproduce inconscientemente prácticas de enseñanza a partir de la
práctica pedagógica a que estuvo sometido durante sus años de estudiante.
Otra es que genera esas actividades de enseñanza a partir de su forma
particular de ser y de aprender, lo que privilegia a aquellos estudiantes que
aprenden de la misma forma que él. Otros enseñan a partir de sus propias
concepciones de aprendizaje, educación y de lo que consideran valioso,
verdadero, importante o necesario. Otros profesores, más técnicos y con más
recursos didácticos, como resultado de su formación docente, usan actividades
más elaboradas y con mayor sentido pedagógico. Pero en la mayoría de los
casos, desarrollan actividades genéricas, sin atender ningún perfil específico
de estilo de aprendizaje, en donde el estudiante desde su propia forma de
aprender, aprende lo que puede.
Las diferencias individuales en términos de aprendizaje se plantean como un
reto docente. Las preguntas planteadas demandan respuestas con serios
análisis reflexivos sobre lo que significa aprender, qué hay que hacer para
aprender y sobre todo que hay qué hacer para ayudar a aprender. Desde esta
perspectiva el conocimiento de los estilos de aprendizaje adquiere un interés
legítimo ya que ayuda a comprender las diferentes formas de conocer,
conceptuar, sentir y actuar que individualizan el aprendizaje de los estudiantes
y que inciden en sus logros académicos.

Una buena comprensión de todo el fenómeno del las diferencias individuales


puede tener una serie de ventajas y beneficios en los contextos de enseñanza-
aprendizaje. La correspondencia entre enseñanza y el estilo individual del
alumno definitivamente tiene una incidencia positiva en el alumno ya que
cuando los estudiantes aprenden teniendo en cuenta su propio estilo de
aprendizaje, su rendimiento es más eficaz. Esos aprendizajes se traducen en
mejores logros académicos para el estudiante. Esos resultados redundan en la
eficacia de la tarea docente. Además, puede generar un clima de estudio más
agradable, manejar mejor la disciplina y la distracción de los estudiantes y
aumentar la motivación intrínseca por aprender. Se puede, así, diseñar
evaluaciones más acordes a las diferencias estilísticas de los estudiantes.

Conclusión: La efectividad de los procesos educativos y de aprendizaje está


tamizada por una diversidad de variables que inciden –positiva o
negativamente– en dichos procesos. El maestro, como mediador y gestor de
mejores experiencias de aprendizaje debe no sólo estar atento a esas variables,
sino también conocerlas y asumirlas en su práctica pedagógica. Una
preocupación permanente que tienen los docentes, mejor dicho, uno de los
retos que enfrentan los maestros en el día a día dentro de los salones de clases
es cómo generar una enseñanza más efectiva que se traduce en más y mejores
aprendizajes por parte de los estudiantes. Aunque esa preocupación se puede
abordar desde varios ángulos, dependiendo de las necesidades de los
estudiantes y del perfil profesional del docente, con seguridad un
conocimiento más sólido de las diferencias individuales, saber cómo atender
las diferencias individuales de los alumnos, ayuda a generar aprendizajes más
significativos y más efectivos. Por tanto, conocer, entender, comprender desde
la práctica pedagógica que cada estudiante es un conjunto único de talentos,
habilidades y limitaciones y que por tanto requieren de educación más acorde
a sus propias formas y estilos de aprender es necesario e importantísimo para
desplegar todas sus capacidades y desarrollar todas sus potencialidades.
Percepción individual y de grupo
Percepción individual.

Se basa en el enfoque del individuo exclusivamente en su ideal y como este


interpreta las cosas sin tener en cuenta un pensamiento colectivo. Esta perspectiva
define al grupo como la suma de sus miembros; rechaza la idea de una mente
grupal porque sólo los individuos son reales.

Los aspectos internos del individuo:

Entre los aspectos internos del individuo que afectan a la selección de los
estímulos existen dos aspectos: las expectativas y los motivos que éstos tienen en
ese momento (necesidades, deseos, intereses, etc.)

Expectativas:

Las personas tienden a percibir de acuerdo con sus Expectativas. Por ello, cuando
el contenido coincide con los Intereses o expectativas, es posible un mayor
acercamiento Entre éste y el mensaje. Los centros de interés del individuo revelan
una implicación más duradera y más fácil de identificar que las motivaciones;
entonces es posible aumentar el nivel de atención de un mensaje concentrando su
difusión sobre un segmento de Individuos preseleccionados.

Por otra parte, los estímulos que se hallan en conflicto con las expectativas,
generalmente reciben más atención que los que están de conformidad con ellas. Es
decir, las expectativas pueden incrementar el valor real, pero si dicho valor no
existe, no tendrán la fuerza para cambiarlo a menos que estimule La diferencia de
lo prometido con lo encontrado.

Motivos:

Las personas tienden a percibir con mayor facilidad lo que necesitan y lo que
desean. Cuanto más fuerte sea la necesidad, más fuerte será la tendencia a ignorar
los estímulos no relacionados con el ambiente y a destacar aquellos que se
necesitan. Las necesidades y valores individuales, son factores que pueden
determinar la atención involuntaria, que recurren a ciertos elementos habituales
para llamar la atención

Percepción grupal o colectivista.

Se basa en el enfoque colectivo compartiendo entre ellos ideales o pensamientos y


evitando una percepción individual e incentivando a la grupal,  constituye
cronológicamente la 1ª corriente dentro de la psicología social y surge como
consecuencia de ciertos cambios, está basada en dos fundamentos.

-Orientación Sociológica: Basada en el área del conocimiento que se fundamenta


entre lo lógico y lo social.

-Orientación Psicosocial: Es la el área de la psicología que se encarga del estudio


de las relaciones interpersonales que existen entre el ser humano y su medio.
Involucra todos los aspectos de la vida cotidiana y su relación directa sobre la
psique del individuo. El hombre no es un ser único, vive y coexiste con otros
hombres que al igual que el son activos y capaces de transformar la sociedad.

Las necesidades originan las siguientes distorsiones perceptivas:

Teniendo en cuenta que la percepción es un proceso a base de estímulos, cuando


nos referimos a los procesos individuales y de grupos es necesario profundizar en
la percepción de dichos estímulos de forma individual y colectiva.

• Exposición selectiva: Se basa en la idea de que los individuos sólo ven y


escuchan lo agradable o lo que necesitan. Buscan estímulos placenteros y evitan
los no placenteros.

• Atención selectiva: Se notarán más los estímulos que satisfacen sus necesidades
e intereses y no se percatarán de los estímulos irrelevantes a sus necesidades.

• Defensa perceptual: Las personas niegan lo que no les conviene, es decir, evitan
subconscientemente tener estímulos dañinos, aunque la exposición a éstos ya se
haya dado. Incluso, las personas pueden distorsionar la información no congruente
con sus necesidades, valores, creencias, entre otros contenidos.
Conclusión

Hemos estudiado que la percepción es el proceso cognoscitivo que permite


interpretar y comprender el entorno. Es la selección y organización de estímulos
del ambiente para proporcionar experiencias significativas a quien los
experimenta. La percepción incluye la búsqueda de la obtención y el
procesamiento de información. Las palabras clave para definir la percepción son
selección y organización.

A su vez Las personas reciben estímulos del ambiente a través de los cinco
sentidos: tacto, olfato, gusto, vista y oído. En algún momento específico todos
presentan atención en forma selectiva a ciertos aspectos del medio y pasan por
alto de la misma manera otros. La forma en que las personas interpretan lo que
perciben también varía en forma notable. La interpretación de una persona de los
estímulos sensoriales que recibe, conducirá una respuesta, sea manifiesta
(acciones) o encubierta (motivación, actitudes y sentimientos) o ambas. Por lo que
la percepción en el proceso de salud-enfermedad, varía en cada una de las
personas.

Así mismo, el concepto de diferencias individuales está asociado a los conceptos


de personalidad, inteligencia, cognición, motivación, estilos de aprendizaje y otros
términos de psicología. Hay otras diferencias individuales, que si bien tienen poco
que ver con la inteligencia, sí influyen en el aprendizaje escolar. Se trata de los
estilos cognitivos y estilos de aprendizaje, en dónde la efectividad de los procesos
educativos y de aprendizaje está tamizada por una diversidad de variables que
inciden –positiva o negativamente– en dichos procesos.

Y las percepciones de grupo se basan en el enfoque del individuo exclusivamente


en su ideal y como este interpreta las cosas sin tener en cuenta un pensamiento
colectivo. Mientras que las percepciones de grupo se basan en el enfoque
colectivo compartiendo entre ellos ideales o pensamientos y evitando una
percepción individual e incentivando a la grupal
Referencias Bibliográficas

Fierro, A. (1992). Personalidad y aprendizaje en el contexto escolar.


Desarrollo Psicológico y Educación, vol. II. Santrock, J. (2006). Psicología de
la educación. McGrawHill México, 2ed cap4, 104-13. Woolfolk, A. (1999).
Psicología educativa. Pearson México. 110-159.

Fitzpatrick R. La enfermedad como experiencia. México: Fondo de Cultura


Económica; 1990. p. 29-31.

Gómez López LI, Rabanque Hernández MJ. Concepto de salud. En: Colomer
Revuelta C, Alvarez Dardet C. Promoción de la salud y cambio social.
Barcelona: Masson; 2004.

Llovet JJ. Servicios de salud y sectores populares: los años del proceso.
Buenos Aires: CEDES; 1984

López E, Findling L, Abramzón M. Desigualdades en salud: ¿Es diferente la


percepción de morbilidad de varones y mujeres?. Salud Colectiva.
2006;2(1):61-74.

Menéndez E. Modelos de atención de los padecimientos: de exclusiones


teóricas y articulaciones prácticas. En: Spinelli H, compilador. Salud
Colectiva. Cultura, instituciones y subjetividad. Epidemiología, gestión y
políticas. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2004.

Menéndez E. El modelo médico y la salud de los trabajadores. Salud


Colectiva. 2005;1(1):9-32.

Samaja J. Epistemología de la salud. Reproducción social, subjetividad y


transdisciplina. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2004.
Anexos

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