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Prescripción de los títulos valores y de los títulos ejecutivos

¿Qué son los títulos valores?


En el artículo 619 del Código de Comercio nos encontramos con la siguiente
definición:

“Definición y clasificación de los títulos valores. Los títulos-valores son


documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo
que en ellos se incorpora. Pueden ser de contenido crediticio, corporativos o de
participación y de tradición o representativos de mercancías.”

“no se trata de un documento cualquiera, pues es formal y está sujeto a una serie
de requisitos obligatorios (sustanciales)”

Al hablar de un título valor, podemos agregar que no se trata de un documento


cualquiera, pues es formal y está sujeto a una serie de requisitos obligatorios
(sustanciales) que de no cumplirse impedirán que este alcance el carácter de título
valor. Además, contiene declaraciones de voluntad, es decir, manifestaciones
hechas de manera irrevocable y unilateral por parte de cada una de las personas
que lo suscriben; en otras palabras, son actos jurídicos.

Títulos ejecutivos

La definición del título ejecutivo se encuentra claramente en el artículo 422 del


Código General del Proceso, del siguiente modo:

“Títulos ejecutivos. Pueden demandarse ejecutivamente las obligaciones


expresas, claras y exigibles que consten en documentos que provengan del
deudor o de su causante, y constituyan plena prueba contra él, o las que emanen
de una sentencia de condena proferida por juez o tribunal de cualquier jurisdicción,
o de otra providencia judicial, o de las providencias que en procesos de policía
aprueben liquidación de costas o señalen honorarios de auxiliares de la justicia, y
los demás documentos que señale la ley. La confesión hecha en el curso de un
proceso no constituye título ejecutivo, pero sí la que conste en el interrogatorio
previsto en el artículo 184”.

Clases de títulos valores y su prescripción

A continuación, citaremos algunos artículos del Código de Comercio en los que se


especifican los diferentes términos de prescripción de estos títulos:

Letras de cambio (artículo 671): la acción cambiaria directa prescribe en tres (3)
años a partir del día del vencimiento como lo indica el artículo 789.

Pagaré (artículo 709): la acción cambiaria directa prescribe en tres (3) años a
partir del día del vencimiento como lo ha establecido el artículo 789.
Cheque (artículo 712): las acciones cambiarias derivadas del cheque prescriben,
las del último tenedor, en seis (6) meses, contados desde la presentación; las de
los endosantes y avalistas, en el mismo término, contado desde el día siguiente a
aquel en que paguen el cheque; esta indicación fue establecida en el artículo 730.
Bonos (artículo 752): las acciones para el cobro de los intereses y del capital de
los bonos prescribirán en cuatro (4) años, contados desde la fecha de su
expedición, como bien lo indica el artículo 756.

Certificado de depósito y bono de prenda (artículo 757): se aplicarán en lo


conducente las disposiciones relativas a la letra de cambio o al pagaré negociable.
La solicitud sobre este menester fue incluida en el artículo 766.
Carta de porte y conocimiento de embarque (artículo 767): se aplicarán, en lo
pertinente, las normas relativas a la letra de cambio y al pagaré; es decir, tiene
una prescripción de la acción directa de tres (3) años en concordancia con el
artículo 771.

Factura cambiaria de compra venta (artículo. 772): se aplicarán a las facturas de


que trata la presente ley, en lo pertinente, las normas relativas a la letra de
cambio; tres (3) años para la acción directa como lo indica el artículo 779.

Títulos ejecutivos y su prescripción

Algunos académicos han clasificado los títulos ejecutivos en dos categorías:


públicos y privados, según quien haya intervenido en su otorgamiento.

Los Títulos ejecutivos públicos son aquellos en cuyo otorgamiento interviene una
autoridad pública, por mandato de la ley y en cumplimiento de sus funciones, por
ejemplo, una sentencia judicial.

Los Títulos ejecutivos privados son aquellos que se extienden por los particulares
sin las formalidades legales y que adquieren carácter ejecutivo por reconocimiento
expreso de la ley, por ejemplo, un contrato de arrendamiento, un acta de
conciliación o la certificación de deuda del administrador de una propiedad
horizontal de un propietario. Veamos lo que dice la Ley 675 de 200 1 en su artículo
48 al respecto:

“Procedimiento Ejecutivo. En los procesos ejecutivos entablados por el


representante legal de la persona jurídica a que se refiere esta ley para el cobro
de multas u obligaciones pecuniarias derivadas de expensas ordinarias y
extraordinarias, con sus correspondientes intereses, sólo podrán exigirse por el
Juez competente como anexos a la respectiva demanda el poder debidamente
otorgado, el certificado sobre existencia y representación de la persona jurídica
demandante y demandada en caso de que el deudor ostente esta calidad, el título
ejecutivo contentivo de la obligación que será solamente el certificado expedido
por el administrador sin ningún requisito ni procedimiento adicional y copia del
certificado de intereses expedido por la Superintendencia Bancaria o por el
organismo que haga sus veces o de la parte pertinente del reglamento que
autorice un interés inferior.”

Se encuentra entonces:

“Artículo 2536. Prescripción de la acción ejecutiva y ordinaria. Artículo modificado


por el artículo 8 de la Ley 791 de 2002. El nuevo texto es el siguiente: La acción
ejecutiva se prescribe por cinco (5) años. Y la ordinaria por diez (10).

“La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de cinco (5) años, y
convertida en ordinaria durará solamente otros cinco (5)”

La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de cinco (5) años, y


convertida en ordinaria durará solamente otros cinco (5). Una vez interrumpida o
renunciada una prescripción, comenzará a contarse nuevamente el respectivo
término.”

El vencimiento de los títulos valores sin fecha de vencimiento.

Que la factura, la letra de cambio o el pagaré no tenga fecha de vencimiento no


significa que no tienen vencimiento, ni se puede interpretar que nunca vencerán,
pues si así fuera no sería posible que se presentar el fenómeno de la prescripción.
Si el título valor no tiene fecha de vencimiento significa que vence cualquier día, y
ese día será el que el acreedor o tenedor del título decida, y por ello se conoce
como vencimiento a la vista, vencimiento contemplado por el artículo 673 del
código de comercio.

En consecuencia, la factura, la letra de cambio y el pagaré sin fecha de


vencimiento, debe ser pagado cuando sea presentado para el pago.

Término para hacer la presentación para el pago.


Señalamos que los títulos valores sin fecha de vencimiento se consideran a la
vista, y vencen cuando sean presentados para el pago, y esa presentación sí que
tiene un término legal que encontramos en el artículo 692 del código de comercio:

«La presentación para el pago de la letra a la vista, deberá hacerse dentro del año
que siga a la fecha del título. Cualquiera de los obligados podrá reducir ese plazo,
si lo consigna así en la letra. El girador podrá, en la misma forma ampliarlo y
prohibir la presentación antes de determinada época.»

Es claro que el tenedor del título cuenta con un año para presentar la letra a la
vista para el pago, y si no lo hace, se presenta la caducidad del título valor.

Presentación para el pago como requisito de procedibilidad de la acción


cambiaria.
Algunos jueces han considerado que la acción cambiaria en un título valor girado a
la vista, sólo procede cuando previamente el título valor ha sido presentado para
su pago, en aplicación del artículo 692 del código de comercio.

Eso supone un problema cuando el título valor se creó sin protesto, pues no hay
forma de ir ante un notario para hacer el protesto ni para presentarlo para el pago.

Esto hace que en algunos casos sea imposible que el título valor se presente para
el pago, pues el deudor puede ocultarse hasta que transcurra el año y así
provocar la caducidad del título valor.

Pues bien, la sala civil de Corte suprema de justicia en sentencia 01736-00 del 23
de agosto de 2012 con ponencia del magistrado Jesús Vall de Rutén señaló:

«Delanteramente, se advierte la procedencia del amparo deprecado, como quiera


que ante la satisfacción de los presupuestos indicados en precedencia, se cumplió
con ello el propósito del artículo 692 de la ley mercantil, resaltado en líneas que
anteceden, por lo que desacertó el Tribunal de segundo grado al desconocer esa
situación y colegir que no concurría el requisito de la exigibilidad, sobre la base de
que el documento cambiario no había sido presentado para su pago, lo que a su
vez no fue afirmado en los hechos de la demanda (fl. 7, cdno. Corte).

En síntesis, y atendidas las particularidades del caso, no era necesario exigir al


acreedor, como requisito adicional, que acreditara que con anterioridad a la
introducción de la demanda había presentado al deudor el pagaré “a la vista”,
circunstancia que, se reitera, en el sub lite, no determinaba la exigibilidad de la
obligación, toda vez que el cobro compulsivo de la suma instrumentada  en el
título valor aportado, surte los efectos de la presentación, la cual además se
realizó dentro del año fijado por la ley comercial como término de la presentación
para el pago.»

Se trata de una acción de tutela interpuesta contra la sentencia de un tribunal que


revocó la sentencia de primera instancia, bajo el argumento de que no se había
surtido la presentación para el pago del pagaré previo a la presentación de la
demanda.

En consecuencia, y de acuerdo a la citada jurisprudencia, la falta de presentación


para el pago genera la caducidad del título valor, pero no impide demandar al
deudor.

Contabilización del término de prescripción del título valor sin fecha de


vencimiento.
Resumiendo se tiene que las facturas, letras y pagarés sin fecha de vencimiento
vencen a la vista, y que la presentación para el pago se debe hacer dentro del año
siguiente a la fecha de del título, y que la prescripción ocurre a los tres años de
vencido el título, estos, desde que se presente para el pago.
Supongamos que se firmó un pagaré el 10 de enero de 2019. El tenedor del
pagaré debió presentarlo para su pago como máximo el 10 de enero de 2020, y la
prescripción se cuenta desde la fecha en que se presentó para el pago.
Suponiendo que la presentación para el pago se hizo el 5 de enero de 2020, el
pagaré prescribirá el 5 de enero de 2023.

Si la presentación para el pago se hace luego del 10 de enero de 2020 se produce


la caducidad del pagaré.

Caducidad vs prescripción de la acción cambiaria en títulos sin fecha de


vencimiento.

Hemos hablado de caducidad y prescripción de las facturas, pagarés y letras sin


fecha de vencimiento, conceptos que son distintos pero que tienen la misma
consecuencia: hacer imposible que se pueda cobrar.
La caducidad se produce cuando no se hace algo que la ley exige hacer, que en
este caso es la presentación del título para su pago según el artículo 692 del
código de comercio.

La prescripción se presenta cuando vencido el plazo para pagar no se interpone la


acción cambiaria dentro del término que la ley ha dispuesto.

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