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QUESO
7.1. Introducción
La elaboración del queso se mantuvo como una actividad artesanal hasta la aplicación de
las bases científicas desarrolladas a principios del siglo XX, permitiendo la fabricación a
gran escala. A lo largo de los años, se ha desarrollado una gran variedad de quesos, una
distinta de la otra. No obstante, todas comparten una tecnología básica común, en la que
generalmente los cultivos fermentadores compuestos por bacterias lácticas desempeñan
un papel fundamental. (Amiot, 1991)
7.2. Queso
Se conocen en todo el mundo más de dos mil nombres de quesos; sin embargo, en
realidad, hay menos de cincuenta tipos diferentes. Los distintos nombres que se les
asigna dependen del lugar de fabricación, de ligeras modificaciones en el proceso de
elaboración o, incluso, de la presentación (tamaño y forma) y del método de
conservación.
Una clasificación muy general se fundamenta en si los quesos han sido sometidos o
no a un proceso de fermentación (maduración) con microorganismos. En esta
clasificación se distinguen: quesos madurados y quesos frescos.
Otra clasificación general se realiza de acuerdo con la textura de los quesos y se los
agrupa en: duros o pasta dura, semiduro y suave o pasta blanda. La dureza del
queso depende principalmente del contenido de agua (o lactosuero) que contenga.
En los diferentes quesos duros, el contenido de agua oscila entre un 13 y 34%,
mientras que, en los quesos suaves, el contenido de agua puede ser hasta un 60%.
(Hernández, 2003)
La fabricación del queso implica un cierto número de etapas fundamentales que son
comunes en la mayoría de los tipos de queso. Existen también otros modos de
tratamiento específicos de ciertas variedades. Las etapas principales de producción de
queso duro y semiduro se ilustran en el diagrama siguiente:
Leche cruda Termización
Enfriamiento
Almacenamiento
Coagulación de la
caseína
Corte de la masa
Pre-prensado
Moldeado
Prensado final
Salado en
salmuera
Maduración
Fuente:
La leche para la fabricación del queso es pretratada, en ciertos casos premadurada tras la
adición de un cultivo bacteriano apropiado al tipo de queso, y mezclada con el cuajo. La
actividad enzimática del cuajo provoca que la leche coagule y pasa a formar un gel sólido
conocido como cuajada o coágulo. Éste se corta con utensilios especiales de corte en
cubos al tamaño adecuado, para facilitar la expulsión del lactosuero.
Durante el resto del proceso de elaboración de la cuajada las bacterias crecen y forman
ácido láctico, y los granos de cuajada se someten a un tratamiento mecánico con
utensilios de agitación, al mismo tiempo que la cuajada se calienta según un programa de
temperaturas preestablecido. El efecto de estas tres acciones: crecimiento de bacterias,
tratamiento mecánico y tratamiento térmico, da lugar a la sinéresis, es decir, a la
separación del lactosuero de los granos de cuajada. La cuajada terminada, se coloca en
moldes (metálicos, de madera o de plástico), que determinan la forma del queso
terminado. El queso se prensa, aprovechando su propio peso o aplicando presión sobre
los moldes, que es lo más común. El tratamiento durante la elaboración de la cuajada y el
prensado determinan las características del queso.
La leche debe ser de buena calidad, con bajo contenido de microorganismos u otras
sustancias contaminantes, su porcentaje de grasa debe estar entre 2,5 y 4%, y debe
mantenerse a una temperatura inferior a 15°C, lo ideal es 4°C hasta su pasteurización.
Si la leche está ligeramente afectada y/o deteriorada por malos olores, debe ser
rechazada. La mastitis es una enfermedad común que causa sufrimiento al animal y
afecta drásticamente en la composición de la leche. Los granjeros deben descartar esta
leche, o al menos no enviarla a la fábrica de procesamiento.
Pasteurización
Antes de que comience la fabricación de queso, la leche normalmente sufre un
pretratamiento pensado para conseguir las condiciones óptimas de fabricación.
La leche destinada a la fabricación de quesos que necesitan más de un mes de
maduración no tiene por qué pasteurizarse, pero usualmente se pasteuriza.
La leche destinada a la fabricación de los quesos Emmenthal, Parmesano y
Grana, que son tipos de queso extra duro, no se debe calentar a más de 40°C,
para evitar que se vea afectado el aroma, sabor y la expulsión del lactosuero. La
leche de estos tipos de queso normalmente procede de granjas seleccionadas con
una inspección veterinaria frecuente.
La pasteurización debe ser suficiente para matar las bacterias capaces de afectar
la calidad del queso, como las coliformes, que pueden causar el “hinchado” y un
sabor desagradable.
La pasteurización HTST a 72-73°C durante 15-20 segundos es el tratamiento
comúnmente aplicado.
Reducción mecánica del número de bacterias
En algunos países se han implementado medios mecánicos de reducción del
número de microorganismos con el objetivo de eliminar los microorganismos
formadores de esporas y en estado de esporas, los cuales sobreviven a la
pasteurización. Un ejemplo es el Clostridium tyrobutyricum, que forma ácido
butírico y grandes volúmenes de gas hidrógeno por fermentación del ácido láctico.
Este gas destruye la textura del queso, teniendo un olor desagradable a causa del
ácido butírico producido.
- Bactofugación
Es el proceso en el que se utiliza una centrífuga hermética especialmente
diseñada para separar de la leche las bacterias, y especialmente las esporas
formadas por cepas de bacterias específicas.
- Microfiltración
Un filtro de membrana con un tamaño de poro de aproximadamente 0,2 micras
puede separar las bacterias de una solución acuosa. En la microfiltración de la
leche, el problema es que la mayoría de los glóbulos de grasa y parte de las
proteínas son tan grandes o más que las bacterias. Esto da lugar a que el filtro
se colmate rápidamente cuando se utilizan membranas de poro tan pequeño.
Por eso se usa leche desnatada para que pase por este filtro, mientras que la
nata necesaria para la normalización de la grasa de la leche se esterilizará,
normalmente junto con el concentrado de bacterias obtenido por microfiltración
que se lleva a cabo simultáneamente.
7.4.3. Normalización
Fermentos
Los dos principales tipos de cultivo que se utilizan en la fabricación de queso son:
Cultivos mesófilos con una temperatura óptima comprendida entre 20 y 40°C y cultivos
termófilos que se desarrollan a temperaturas de hasta 45°C.
La producción de ácido láctico se detiene cuando toda la lactosa del queso ha sido
fermentada (excepto en quesos blandos). La fermentación del ácido láctico es un
proceso relativamente rápido. En algunos tipos de queso, como el Cheddar, se debe
completar antes de que el queso se prense, y en otros tipos dentro una semana.
Los cultivos son mezclas de cepas con habilidad de desarrollar CO2, siendo esenciales
para la producción de queso de textura con ojos o huecos redondeados, o con formas
irregulares. El gas implicado esta inicialmente disuelto en la fase húmeda del queso.
Cuando la solución llega a estar saturada el gas se desprende y forma los ojos.
Este gas se presenta de forma natural en la leche, pero la mayor parte se pierde
durante el procesado. La adición de dióxido de carbono por medios artificiales baja el
pH de la leche. El pH normal de la leche se reduce 0,1 a 0,3 unidades, dando lugar a
un tiempo de coagulación más corto. El efecto se puede utilizar para obtener el mismo
tiempo de coagulación con menor cantidad de cuajo. La adición se realiza en continuo
al mismo tiempo que se hace el llenado de las tinas de cuajado, el tiempo de contacto
debe ser calculado.
Agentes colorantes
El verde clorofila (tinte de contraste) se utiliza también, por ejemplo para los quesos
azules-veteados, para obtener un color pálido como contraste con el moho azul.
Cuajo
Durante los últimos años debido a la escasez de cuajo animal se han encontrado
sustitutos del mismo. Existen dos tipos principales de coagulantes sustitutos:
Una de las desventajas del uso de estos sustitutos es que el queso desarrolla un
gusto amargo durante su almacenamiento. (Gösta, 1996)
La adición de cultivos lácticos o iniciadores durante esta etapa tiene como finalidad
producir ácido láctico para acidificar la leche. El cultivo iniciador depende del tipo de
queso que se va a elaborar. Si el queso es de pasta blanda se usan cultivos de
acidificación rápida, como el compuesto por Lactococcus lactis, subespecie lactis y
Lactococcus lactis,DIFERENTES
subespecieTIPOS DE QUESO Y SUS CULTIVOS INICIADORES
cremoris. Para obtener quesos de pasta dura y firme, se
Tipocapacidad
utilizan cultivos con de queso proteolítica yCultivo
lenta iniciador
producción de ácido, por ejemplo, el
Streptococcus thermophilus,
formado por el Lactobacillus casei y Leuconostoc citrovorum. En el siguiente cuadro se
Emmental Lactobacillus helveticus, Lactobacillus
indican algunos tipos de queso y casei,
el cultivo iniciador que se
Propionibacterium añade para su fabricación:
freudenreichii
Streptococcus thermophilus,
Edam Lactobacillus helveticus, Lactobacillus
casei
Camembert Penicillium candidum, Lactococcus lactis
Roquefort Penicillium roqueforti, Lactococcus lactis
Cottage Lactococcus lactis
Cheddar Lactococcus cremoris
El fermento normalmente se añade entre 28 y 32°C, mientras se llena el tanque del
Tabla
cuajado, con la finalidad de22 Tipos de queso
conseguir y sus respectivos
una buena y uniformecultivos
distribución de las bacterias y
para darles tiempo a aclimatarse al nuevo medio. La concentración en la que se adicionan
los cultivos depende del tipo de queso por obtener y varía entre el 1 al 6% de la cantidad
de leche que se desea fermentar. El tiempo de incubación a estas temperaturas oscila
entre 15 a 60 minutos, y finaliza cuando se alcanza un pH entre 6,5 y 5,9. (Hernández,
2003)
7.4.6. Coagulación
Tras la dosificación del cuajo la leche debe agitarse cuidadosamente no más de 2-3
minutos. Es importante que la leche se mantenga en reposo en los siguientes 8-10
minutos para evitar afectar el proceso de coagulación y causar pérdidas de caseína en el
lactosuero.
7.4.7. Pre-agitación
Inmediatamente después del cortado, los granos de cuajada son muy sensibles al
tratamiento mecánico, por lo cual la agitación ha de ser suave. Debe ser, sin embargo,
suficientemente rápida para mantener los granos suspendidos en el suero. La cuajada de
quesos con bajo contenido en grasa tienen una fuerte tendencia a depositarse sobre el
fondo de la tina, lo que implica que la agitación tenga que ser más intensa que en el caso
de las cuajadas de quesos con altos contenidos de grasa.
Los grumos pueden influir sobre la textura del queso así como causar pérdidas de
caseína en el suero.
7.4.9. Moldeado
De acuerdo con los métodos antiguos, la cuajada se recoge con telas de queso
estando aún con suero y a continuación se pasa a un gran molde sobre una mesa
de drenaje y prensado combinados. Esto evita la exposición de la cuajada al aire
antes de la recogida y el prensado, lo cual es un factor importante para la
obtención de la textura en este tipo de queso.
Cuando se recogen los granos debajo de la superficie del suero, la cuajada
contiene cavidades microscópicas. El cultivo bacteriano se localiza en estas
pequeñas cavidades llenas de suero. El gas que se forma cuando comienzan a
crecer inicialmente se disuelve en el líquido, pero como el crecimiento bacteriano
continúa tiene lugar la sobresaturación local
que da lugar a la formación de pequeños
huecos. Más tarde, después de que se detiene
la producción de gas debido a la falta de
sustrato, como ácido cítrico, la difusión empieza
a ser el proceso más importante. Esto agranda
algo los huecos que son ya relativamente
grandes, mientras que las más pequeñas van
desapareciendo, el agrandamiento de los ojos
más grandes a expensas de los más pequeños
es una consecuencia de las leyes de la tensión
superficial, que establecen que se necesita una
presión de gas para agrandar una cavidad
Fuente: Gösta, 1996
grande que en una pequeña. El transcurso de
los distintos fenómenos se ilustra en la figura
70. Parte del CO2 se escapa del queso. (Gösta,
1996)
7.4.10. Prensado
7.4.11. Salado
En la mayoria de los quesos el contenido de sal es de 0,5-2%. Sin embargo, el queso azul
normalmente tiene un contenido de sal del 3-7%.
El intercambio que tiene lugar de calcio por sodio en el paracaseinato durante el salado
también tiene una influencia favorable sobre la consistencia del queso, que aparece más
tierno. En general, la cuajada se expone a la sal a un pH de 5,3-5,6, por ejemplo durante
5-6 horas pudiendo llegar a durar varios meses, tras la adición de un cultivo vital,
suponiendo que la leche no contienen sustancias que inhiben las bacterias.
Una parte del calcio esta más débilmente ligada a la caseína, y durante el salado el calcio
débilmente ligado es intercambiado por sodio en un intercambio iónico. La consistencia
del queso dependerá de la cantidad de calcio débilmente ligado.
Éste calcio débilmente ligado es también sensible a la presencia de iones hidronio (H+).
Cuanto más iones H+, más iones calcio (Ca++) dejarán el complejo caseína, y el H+ ocupará
el lugar del calcio. En el salado, los H+ no se intercambian por sodio (Na+) en la sal. Esto
significa que:
Por lo tanto, es importante que el queso tenga un pH de alrededor de 5,4 antes de sufrir el
salado en salmuera.
Otro factor que también influye sobre la velocidad de absorción de la sal y por lo tanto
sobre las pérdidas de humedad es la temperatura. Cuanto más elevada es la temperatura,
más elevada es la velocidad de absorción.
Métodos de salado:
- Salado en seco
1. Envase de disolución de la
salmuera
2. Envases de salado
3. Escurridor
4. Disolución de sal
5. Bomba de circulación de la
- Salado superficial o poco profundo
salmuera Figura 73 Sistema de baño de salmuera con envases y
Fuente: Gösta, 1996 equipo de circulación de la salmuera
En un sistema de salado poco profundo, el queso flota en compartimientos donde
tiene lugar el salado en una cara. Para mantener la superficie humeda, el queso se
sumerge por debajo de la superficie a intervalos mediante rodillos en el extremo de
cada compartimiento
- Salado profundo
7.4.12. Maduración
Una vez obtenida la cuajada todos los quesos, excepto los frescos, sufren toda una serie
de procesos de naturaleza microbiológica, bioquímica y física, adquiriendo el queso su
aspecto, textura y consistencia, así como su aroma y sabor característicos. Estos cambios
afectan tanto a la lactosa, como a las proteínas y la grasa, y constituye un ciclo de
maduración que varía ampliamiente entre los quesos, semiduros y blandos.
7.4.13. Almacenamiento
El objetivo del almacenamiento es crear las condiciones externas que son necesarias
para controlar el ciclo de maduración del queso. Según el tipo de queso, se debe
mantener una combinación específica de temperaturas y humedad relativa, en las
diferentes cámaras de almacenamiento durante las distintas etapas de maduración.
A los quesos con corteza, que en su mayoría son de tipo semiduro y duro, se les puede
aplicar un recubrimiento a base de una emulsión plástica, parafina o cera.
Los quesos sin corteza se cubren con un film plástico o una bolsa de plástico retráctil.
El suero dulce, tiene un pH entre 5,8 y 6,6, se obtiene por acción de enzimas coagulantes
sobre la caseína de la leche. El suero ácido resulta del proceso de fermentación con
agregado de ácidos orgánicos o minerales para coagular la caseína, disminuyendo el
valor del pH hasta 4,0.
Representa alrededor del 90% del peso de la leche utilizada para la elaboración del
queso. Contiene entre el 6 y el 6,4% de extracto seco, es decir la mitad de materia seca
de la leche. Por lo tanto, el lactosuero o suero de quesería, es un alimento importante que
durante mucho tiempo se ha considerado como un desecho sin utilidad.
De acuerdo con el Codex Alimentarium, los quesos de suero son productos sólidos,
semisólidos o blandos, obtenidos principalmente a partir de uno de los siguientes
procesos:
- Coagulación de las proteinas del suero por calentamiento con o sin agregado de
ácido.
- Concentración del suero y moldeado del producto concentrado.
El proceso puede también incluir la adición de leche, crema u otras materias primas de
origen lácteo, antes o después de la concentración o coagulación.
a) Ricota
El queso Ricota es de color blanco, sin olor, de sabor dulce y consistencia débil.
Generalmente posee una corta vida útil (hasta 7 días a 4ºC) aunque también puede
agregarse hasta un 3% de sal, según las preferencias o gustos de cada región, lo
que permite extender su vida útil considerablemente. La elaboración de ricota no
resulta una solución completa al uso del suero, ya que supone la generación de otro
subproducto, como es el suero de ricota, que aún contiene valores altos de materia
orgánica debido a la gran concentración de lactosa y ácido láctico remanente.
c) Quesos marrones
Este tipo de quesos tiene la ventaja de utilizar todos los sólidos del suero y requiere
pequeñas inversiones. Su tecnología de producción es principalmente un proceso
de concentración de sólidos, muy similar a la elaboración de dulce de leche. De
hecho, los productos tienen el color del dulce de leche, debido a las reacciones de
pardeamiento no enzimático (reacción de Maillard) y pueden ser formulados para
obtener una textura firme (> 85% de sólidos) o para untar (aproximadamente 70%
de sólidos).
a) Bebidas no fermentadas
Están compuestas principalmente por suero líquido, jugos o pulpa de frutas. El suero
puede ser concentrado o no, o bien, puede usarse el permeado de ultrafiltración. El
sabor del suero de quesería, especialmente el ácido, es más compatible con el jugo
de frutas cítricas, principalmente naranja, limón, pomelo, mango, maracuyá, pera,
ananá, durazno, manzana, frutilla o mezclas de estos. Adicionalmente, es posible
desarrollar bebidas que contengan cacao y cereales, así como jugos vegetales de
zanahoria, tomate y remolacha.
El suero es inicialmente filtrado con el fin de eliminar los finos de caseína remanentes
de la elaboración del queso. En caso de no ser utilizado inmediatamente, debe ser
termizado (61ºC entre 2 y 5 minutos), pasteurizado (72°C, 15 segundos, o bien, 63°C,
30 minutos), enfriado y almacenado a 4ºC hasta su posterior procesamiento (<48 h).
Cabe destacar que deben mantenerse muy buenas condiciones higiénico–sanitarias
durante el almacenamiento, previo a su procesamiento.
Filtrado
Precalentamiento
Agitación 30 minutos
Pasteurización
Enfriamiento 4 – 6 ˚C
Adición de jugo,
concentrado o pulpa
de frutas
La siguiente figura muestra el diagrama para la elaboracion de este tipo de bebidas:
Figura 75 Diagrama de elaboración de bebidas lácteas no fermentadas
b) Bebidas fermentadas
La etapa de pasteurización puede ser llevada a cabo por lotes a 85°C durante 30
minutos en un pasteurizador de placas de tipo HTST, a 90°C durante 5 minutos, o
bien, a 95°C durante 3 minutos. En esta etapa no sólo se busca disminuir la carga
bacteriana de la mezcla, sino también, producir cambios estructurales en las proteínas
del suero, en especial la de la β-lactoglobulina, con el fin de obtener una mejora en la
viscosidad de la bebida.
Posteriormente, la mezcla se enfría rápidamente a 42-43°C, temperatura a la cual se
agregan los fermentos (Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus) y se
realiza la incubación, permitiendo la acidificación del medio. En el caso de utilizar
bacterias mesófilas (Lactobacillus lactis y Streptococcus lactis) la mezcla debe
enfriarse a 25-30ºC, temperatura en la que se lleva a cabo la fermentación.
Al igual que la bebida no fermentada, la vida útil esperada del producto es de 30 días
aproximadamente, conservado en condiciones de refrigeración a 4-6°C.
Estas bebidas pueden ser adicionadas con microorganismos probióticos y/o con
ingredientes prebióticos (fibras), a fin de mejorar sus cualidades sensoriales y
funcionales, en particular la regulación de la actividad intestinal.
Filtrado
45 ˚C
Precalentamiento
Adición de
ingredientes en polvo
Azúcares 2-10%
Leche 10-35% Mezclado 30 minutos
Estabilizantes 0,1-1%
Citratos 0,05-0,2%
Pasteurización
Enfriamiento 42-43 ˚C
Adición de cultivos
Enfriamiento 42-43 ˚C
Adición de jugos,
concentrado o pulpa
de frutas y/o
saborizado
Envasado
4 – 6 ˚C
Almacenamiento
El suero dulce se filtra para separar las partículas de caseína remanentes del proceso de
elaboración del queso, utilizando filtros rotativos u oscilantes con una eficiencia del 40 al
50%, o por medio de centrífugas específicas de alta velocidad con una eficiencia cercana
al 100%. Esta etapa es fundamental para evitar que las descremadoras y membranas se
bloqueen con dichos finos durante el proceso.
El proceso siguiente es el descremado (separación de grasa) por medio de centrífugas de
alta velocidad. La separación centrífuga, si bien puede optimizarse con la temperatura del
proceso (la ideal es de 40 a 55°C), tiene un límite dado por el tamaño del glóbulo graso
(es muy difícil separar glóbulos menores a una micra de diámetro) debido al diseño del
equipo. La grasa obtenida puede luego ser comercializada por el propio quesero con
destino a manteca de suero, logrando una ganancia por este producto.
Por último, el polvo se separa del aire por medio de ciclones que actúan por fuerza
centrífuga o por filtros de bolsa. El aire de trasporte es enfriado previa condensación del
agua. (Juliano, Muset, Castells (Eds.), 2017)
El gusto, es junto con el olor un sentido químico, puesto que reacciona frente a estímulos
de la misma naturaleza. Se produce en la boca, principalmente en las papilas gustativas
de la lengua. La boca es muy importante desde el punto de vista del análisis sensorial
pues es donde se llevan a cabo las funciones de masticación, insalivación y deglución del
alimento; en ella se localiza el sentido del gusto y el tacto bucal.
El sabor, son las sensaciones percibidas por el órgano del gusto, la lengua. Se aprecia
cuando es estimulado por ciertas sustancias solubles. Tradicionalmente se definen cuatro
sabores elementales: salado, dulce, ácido y amargo; aunque actualmente se incluye
también un quinto sabor: umami (glutamato monosódico que es un potenciador del sabor,
asociado a la comida oriental). La teoría clásica sitúa estos sabores en las papilas
gustativas, en función de su ubicación en la lengua; de esta forma, el sabor amargo se
detecta en la parte posterior, el salado en la intermedia, el dulce en la punta, mientras que
el ácido se detecta en los bordes. Modernos estudios acerca de la percepción del gusto
señalan que las papilas gustativas responden a alguno de los cuatro sabores elementales,
con intensidad y sensibilidad diversa, estando desigualmente repartidos por toda la boca,
por lo que es importante introducir un trozo de queso lo suficientemente grande para que
se pueda pasar por toda la lengua.
El gusto residual o regusto, es otra sensación que aparece en la cavidad bucal después
de la eliminación del producto: es diferente de las percibidas cuando el queso estaba en la
boca. Pueden aparecer aromas, sabores elementales y sensaciones trigeminales. Se ha
de apreciar también la persistencia global correspondiendo ésta al tiempo que permanece
en boca la sensación olfato-gustativa; duraciones menores de tres segundos indican una
persistencia breve, mientras más de 30 segundos son elevadas. Por último, la sensación
final que queda en boca, después de que el queso haya sido tragado y no es nueva, se
podría llamar descriptores finales; es una nota de cata interesante ya que coincide con el
buen o mal recuerdo del queso y está relacionada con la apetencia para continuar con su
consumo.
El tacto, se localiza en las terminaciones nerviosas debajo de la piel (menos en las uñas,
pelo y córnea del ojo). Además de percibir la temperatura del alimento, en la cata, el
sentido del tacto se utiliza de otras dos formas:
a) Con los receptores cutáneos de los dedos: Normalmente se realiza pasando los
dedos por la superficie del queso, aunque a veces se comprime o desmigaja el
producto con la mano. Determinan la rugosidad, grado de aspereza que presenta
la superficie; la humedad superficial, que indica el carácter mojado de este
contacto; y la elasticidad, capacidad de recuperar la forma inicial una vez que ha
sido sometido a una presión.
b) En los receptores cutáneos de la cavidad bucal: Se realiza cuando el queso está
en la boca. Se suele efectuar en dos fases:
Antes de masticarlo se determina: la firmeza, resistencia que opone a ser mordido;
la friabilidad, capacidad de generar trozos en la boca cuando es mordido dos o
tres veces. Cuando el queso ha sido masticado e insalivado se obtiene: la
humedad, cantidad de agua absorbida o liberada; la solubilidad que se refiere a la
facilidad para disolverse en la saliva; la adherencia, dificultad para separar el
queso de los dientes y el paladar; y la microestructura o granulosidad que se
analiza, justo antes de tragarlo, cuando se observa si la sensación que produce el
queso es fina, es decir, no tiene ninguna partícula, o bien si es harinosa o incluso
granulosa o grosera, como algunos quesos curados.
El oído, no se utiliza tanto como los otros sentidos que intervienen en la cata de quesos,
pero sí es muy útil en algunos casos para determinar, sin cortar el producto, la presencia
o ausencia de ojos, grietas o aberturas. Algunos quesos, cuando están en boca y son
masticados, presentan señales auditivas que los hacen ser rechinantes o “rillones”; otros,
al masticarlos, se detecta la presencia de sales cristalizadas (cristales) que los hace
crujientes. (Fresno & Álvarez, 2008).
Verticales
1. Producto resultado de la concentración selectiva de la leche.
3. Proceso por el que se regula el contenido de grasa.
5. Tras su adición produce la coagulación de la caseína.
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