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SALA DE CASACIÓN SOCIAL

Ponencia del Magistrado OMAR ALFREDO MORA DÍAZ.

 
 
Visto el juicio que por cobro de prestaciones sociales sigue el

ciudadano DOMINGO ANTONIO SALCEDO SUÁREZ, representado

judicialmente por el abogado José Luis Vásquez, contra la empresa

PANAMCO DE VENEZUELA, S.A. , representada judicialmente por los

abogados Pedro Elías Ledezma, Leondina Della Figliuola, Alfredo

Rodríguez Infante, Eduardo Delsol, Nohelia A. Apitz Barbera, Jenny

Abraham Rodríguez, Enrique Graffe C., Paúl J. Abraham G., Hugo Díaz

Izquierdo, Lourdes Yajaira Yrureta, José Araujo Parra, Carlos Alberto

Acosta, Augusto A. Calzadilla, Pedro L. Pérez B., Pablo Álvarez Graells,

Milagros Principal Faria, Iris Carmona Castillo, Otto L. Pérez B., Roselys

Carreño Mata, Adriana Moncayo, Luis Troconis, Nelson Torres, Mariela

Yánez, Álvaro Sandia, Luisa Calles, Orlando Adrián, José Antonio Adrián,

Javier E. Adrián, Martha López, Luis A. Mata, Carlos Latuff, Carmen Elena

Díaz, Ailie Viloria, Carmen O. González, Rafael Marrón, José M. Bastidas,

Dalida Aguilar, Carmelita Bastidas Aguilar, Rhaiza Valle A., Elina Guerra,

Adelcris Aguilera, Miguel Azán, Wassin Miguel Azán, Rubén D. Lamar,

Dimas Salcedo, Carlos Manzanilla, Antonio R. Peñaloza, Hernán T. Zamora

Vera, María Carlota Pacheco, Luis Garcias, Mariela Urdaneta, Pablo

Bujanda Agudo, Reinaldo Rondón Haaz, Beatriz Rondón Arenas, Betsy

Salazar Moreno, Irene Hilewski K., Ángel Alí Aponte, Pablo Pérez Rojas,

José Luis Álvarez, Manuel Fernández y Jesús Joaquín Campos; el Juzgado


Primero de Primera Instancia del Trabajo y Agrario de la Circunscripción

Judicial del Estado Táchira, constituido con asociados, dictó fallo en fecha

6 de junio de 2002, mediante el que declaró ratificada en todas y cada una

de sus partes la sentencia de fecha 13 de julio de 2001, proferida por el

Juzgado del Municipio García de Hevia de la misma Circunscripción

Judicial, en la cual se declara con lugar la presente acción; por

consecuencia, declara sin lugar la apelación ejercida por la parte accionada

contra la precitada decisión.

Contra el fallo emitido por la Alzada anunció recurso de casación la parte

demandada, el cual, una vez admitido fue oportunamente formalizado. Hubo impugnación

y réplica. No se presentó contrarréplica.

Recibido el expediente en esta Sala de Casación Social, se dio cuenta en fecha

17 de octubre de 2002, asignando la ponencia al Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz.

Concluida la sustanciación del presente recurso de casación y cumplidas como

han sido las formalidades legales, pasa esta Sala de Casación Social a dictar sentencia, bajo

la ponencia del Magistrado que con tal carácter la suscribe, conforme las siguientes

consideraciones:

RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

 
- I -

Al amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se

acusa que la recurrida incurre en el vicio de inmotivación por silencio de prueba,

infringiendo así los artículos 12, 15, ordinal 4º del artículo 243 y 509 todos del Código de

Procedimiento Civil.

Afirma el formalizante:

“En efecto, Ciudadanos Magistrados, en el lapso de promoción de pruebas,


nuestra poderdante promovió las siguientes pruebas:
“PRUEBA DOCUMENTAL
(...)
(...)
(...)
(...)
(...)
(...)
PRUEBA DE INFORMACIÓN
(...)
(...)
(...)
(...)
PRUEBA TESTIMONIAL
(...)
(...)
Lo antes expuesto consta de los folios 83 al 90 del expediente, y
en relación a los testigos promovidos por nuestra mandante,
declararon los ciudadanos (...).
Ahora bien, Ciudadanos Magistrados, la sentencia de la cual se
recurre, no analizó las pruebas documentales consignadas por
nuestra representada, no analizó las pruebas testimoniales
promovidas y evacuadas en el presente proceso, no analizó la
prueba de informe, promovida y evacuada en el presente proceso,
incurriendo así, en el vicio de inmotivación por silencio de
prueba, y con este proceder ilegal, la sentencia de la cual se
recurre, infringió el artículo 12 del Código de Procedimiento
Civil, porque no decidió de acuerdo a lo alegado y probado en el
presente proceso, ya que omitió cualquier consideración sobre las
pruebas promovidas y evacuadas por nuestra poderdante; infringió
el ordinal 4° del artículo 243 ejusdem, porque no expresó ningún
razonamiento jurídico, en cuanto a las pruebas promovidas y
evacuadas por la empresa que representamos, por el contrario,
condenó a nuestra mandante, sin tomar en consideración todas las
pruebas que se indicaron ut supra, ya que no las valoró, ni expresó
alguna razón para desestimarla.”
 
 
 
Advierte el formalizante, que la recurrida incumple con el deber

que impone el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, sobre la

valoración de las pruebas, y el artículo 15 del mismo Código, puesto que se

viola el derecho a la defensa de la accionada.

Para decidir, la Sala observa:

El ordinal 4º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, establece para

el sentenciador una obligación que se circunscribe al deber de expresar en el fallo las

razones de hecho y de derecho que sustentan el dispositivo de la sentencia, en razón de que

sin éstas, se hace imposible el establecimiento de los hechos y el control de la correcta

aplicación de la ley.

En torno a lo que se denomina vicio por inmotivación del fallo, esta Sala de

Casación Social, en sentencia de fecha 15 de marzo de 2000, señaló:

"En criterio de esta Sala y siguiendo la doctrina de los tratadistas y de casación,


el vicio de inmotivación sólo se materializa cuando la sentencia carece en
absoluto de fundamentos, pues no debe confundirse la escasez o exigüidad de la
motivación con la falta de motivos. La motivación exigua o errónea no
constituye inmotivación.
En este sentido, la sentencia está inmotivada cuando el sentenciador incurre en
alguna de las siguientes hipótesis: a) Si no contiene materialmente ningún
razonamiento de hecho o de derecho en que pueda sustentarse el
dispositivo, lo cual es de improbable ocurrencia; b) cuando las razones
expresadas por el sentenciador no tienen relación alguna con la pretensión
deducida o con las excepciones o defensas opuestas, en virtud de lo cual, los
motivos razonados, a causa de su manifiesta incongruencia con los términos en
que quedó establecida la litis, deben ser tenidos como jurídicamente
inexistentes; c) los motivos se destruyen los unos a los otros por
contradicciones graves e inconciliables, situación comparable a la falta absoluta
de fundamentos; d) los motivos son tan vagos, generales, inocuos, ilógicos o
absurdos que impiden conocer el criterio jurídico que siguió el juez para dictar
su decisión, y e) cuando el juez incurre en el denominado vicio de silencio
de prueba." (Negrillas de la Sala)
 
 
 
En el caso sub iudice, el formalizante ha denunciado la inmotivación en que

incurre el juez de la recurrida, al silenciar todas las pruebas que han sido promovidas y

evacuadas por la representación judicial de la empresa que se demanda.

Pues bien, luego de un minucioso examen al contenido íntegro del fallo dictado

en Alzada por los jueces asociados, se comprueba que ciertamente no se ha efectuado

valoración alguna de los elementos probatorios que la parte accionada promovió y evacuó

en el proceso, mas aun no se verifica valoración de prueba alguna, lo cual determina un

absoluto silencio de pruebas en la recurrida.


En adición a lo anterior, en el precitado fallo tampoco se

evidencia fundamento alguno bien sea de hecho o derecho, que conlleve a

declarar con lugar el fondo de la presente acción, todo lo cual obliga a

determinar que la recurrida infringe el contenido del ordinal 4º del artículo

243 del Código de Procedimiento Civil, por incurrir en el vicio de

inmotivación del fallo, así como el artículo 509 eiusdem al no valorar las

pruebas documentales, de información y testimonial que promoviera y

evacuara la parte accionada, y el artículo 15 del mismo Código por no

atenerse a lo alegado y probado en autos. Así se establece.

De conformidad con lo establecido en el artículo 320 del Código de

Procedimiento Civil, la Sala se abstiene de conocer de las otras denuncias formuladas, en

razón de haber declarado con lugar una delación de las descritas en el ordinal 1º del artículo

313 del mismo eiusdem. Así se establece.

D E C I S I Ó N

En virtud de las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en

Sala de Casación Social, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad

de la Ley, declara CON LUGAR el recurso de casación formalizado por el abogado

Alfredo Rodríguez Infante, en su carácter de co-apoderado judicial de la empresa

PANAMCO DE VENEZUELA, S.A., en contra de la sentencia dictada en fecha 6 de

junio de 2002, por el Juzgado Primero de Primera Instancia del Trabajo y Agrario de la

Circunscripción Judicial del Estado Táchira, constituido con asociados; en consecuencia, se


anula la recurrida y se repone la causa al estado en que el Tribunal competente dicte nueva

decisión, corrigiendo el vicio que anula el precitado fallo.

Publíquese, regístrese. Remítase el expediente al Tribunal de origen, de

conformidad con lo establecido en el artículo 326 del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social,

del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los veintisiete (27) días del mes de

febrero de dos mil tres. Años: 192º de la Independencia y 144º de la Federación.

 
 
El Presidente de la Sala y Ponente,
 
 
______________________________
OMAR ALFREDO MORA DÍAZ
 
 
El Vicepresidente,
 
 
___________________________
JUAN RAFAEL PERDOMO

 
Magistrado,
 
 
_____________________________
ALFONSO VALBUENA CORDERO
 

La Secretaria,
 
 
_____________________________
BIRMA I. TREJO DE ROMERO
 
 

R.C. Nº AA60-S-2002-000544

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