Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Programas de Ordenador:
Contratos sobre Software
Noviembre 2010
La versión inicial de este artículo fue redactada originariamente en 1995 y se encuentra publicada en la
“Revista Informática y Derecho, núms. 12, 13, 14 y 15, volumen II, Centro Regional de Extremadura,
Mérida, 1996 - II Congreso Internacional de Informática y Derecho - 1995”.
Este artículo ha sido actualizado en sucesivas ocasiones, por última vez en octubre de 2010, a fin de
cubrir nuevas controversias jurídicas sobre el software, propias del entorno económico, tecnológico y
jurídico actual y reflejar los cambios legislativos y jurisprudenciales ocurridos desde su redacción
originaria.
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
1.- INTRODUCCION
1 El software es susceptible de protección por diversos medios jurídicos: el régimen jurídico de los
derechos de autor (que es el sistema de protección utilizado en la Unión Europea y en los principales estados
socios comerciales de ésta), las relaciones contractuales (que son objeto de tratamiento en este trabajo), las
patentes (que quedan limitadas en España a la protección del software en tanto que forma parte de una invención
susceptible de ser patentada), las normas sobre competencia desleal (actos de imitación y actos objetivamente
contrarios a la buena fe, signos distintivos, utilización de secretos y denominaciones comerciales), la legislación
penal (principalmente por medio del secreto de empresa y los delitos contra la propiedad intelectual e industrial)
y la normativa laboral (en particular en lo relativo al deber de buena fe y de secreto por parte del trabajador).
Además de estos medios jurídicos, existen otras alternativas de protección del software: los medios físicos y
técnicos, tales como la introducción de claves de entrada con el número de usuario, sistemas anti-copia del
software con destrucción del programa al realizarse determinado número de copias, etc.
2 Entre estas disposiciones se encontraban principalmente la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de
Propiedad Intelectual, y la Ley 16/1993, de 23 de diciembre, de incorporación al Derecho español de la Directiva
91/250/CEE, de 14 de mayo de 1991, sobre la protección jurídica de programas de ordenador, que han quedado
sustituidas por las disposiciones contenidas en dicho Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual,
aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 2
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
mismos, etc. Todas estas disposiciones constituyen el régimen jurídico del software en
España, y contienen normas que en algunos casos tienen el carácter de derecho necesario,
inderogable por la autonomía de la voluntad de las partes contratantes.
Así, podemos decir que la contratación sobre software tiene una peculiaridad3 sobre otros
contratos: la autonomía de la voluntad está a priori limitada en algunos aspectos, ya que
las partes, en su actuación negocial, deberán respetar los derechos que esta normativa
sobre programas de ordenador concede, bien a terceros, bien a las propias partes; de este
modo, por ejemplo, no sería válida la cláusula contractual que atribuyera la condición de
autor de un programa de ordenador a persona distinta de aquella a quien se la atribuye la
Ley.
En otros casos, las normas relativas al software tienen carácter supletorio, a falta de la
voluntad de las partes, por lo que éstas, en la fase negociadora del contrato, han de tener
en cuenta la posibilidad de modificar aquellas disposiciones que la Ley contiene con
carácter dispositivo, de modo que adecuen su relación negocial a la situación particular
de los sujetos contratantes (ver por ejemplo art. 100.1 TRLPI).
• En segundo lugar hemos de advertir que los contratos informáticos, por la materia sobre
la que recaen, resultan en ocasiones de gran complejidad para todo aquel que carezca de
cierta formación técnica sobre la materia. Por ello, consideramos conveniente exponer en
este trabajo algunos de los aspectos técnicos del software.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 3
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
- El hardware incluye todos los componentes físicos y dispositivos de estado sólido del
sistema informático, el procesador, los circuitos, la unidad de disco, el monitor, el teclado, el
armazón, etc.). Este hardware, por sí solo, no puede hacer nada, sino que necesita de unos
programas que le hagan funcionar; esos programas están formados por una serie de
instrucciones, que tienen por objeto dirigir al ordenador para que realice determinada tarea.
- El software, desde un punto de vista estricto, se correspondería con esos programas que,
cuando se conjugan con la "máquina", son capaces de procesar información al objeto de
ejecutar o alcanzar una determinada función, tarea o resultado.
Nuestro Derecho define los programas de ordenador en el artículo 96.1 del Texto Refundido
de la LPI, entendiendo como tales "toda secuencia de instrucciones o indicaciones destinadas
a ser utilizadas, directa o indirectamente, en un sistema informático para realizar una función
o tarea o para obtener un resultado determinado, cualquiera que fuere su forma de expresión
y fijación"4.
Desde un punto de vista amplio, se utiliza el término software para referirse también a los
materiales preparatorios y de apoyo que permiten la creación del programa. En términos
jurídicos, a partir de la Ley 16/1993, de 23 de diciembre, de incorporación al Derecho español
de la Directiva 91/250/CEE, de 14 de mayo de 1991,5 sobre la protección jurídica de
programas de ordenador, dentro de la expresión "programa de ordenador" hay que entender
también comprendida "su documentación preparatoria", esto es, los diagramas de flujo, la
documentación relativa a especificaciones del sistema y otros materiales de diseño, a
condición de que se trate de documentación que presente unos caracteres tales que permita
la creación del programa informático6.
4 El software está protegido por los derechos de autor "cualquiera que fuere su forma de expresión y
fijación", por lo que el software que los ordenadores tienen almacenado permanente en memorias de solo lectura
(ROM - Read Only Memory), conocido como firmware, también estará protegido (ver Considerando séptimo de
la Directiva 91/250/ CEE, de 14 de mayo de 1991, sobre la protección jurídica de programas de ordenador.
5 La Directiva 91/250/CEE, de 14 de mayo de 1991, sobre la protección jurídica de programas de
ordenador ha quedado derogada en virtud de la versión codificada contenida en la Directiva 2009/24/CE, de 23
de abril de 2009, que no contiene ningún cambio sustancial al régimen vigente desde 1991 más allá del plazo de
protección de los derechos de propiedad intelectual.
En este trabajo, cuando se hable de software, se hará en sentido estricto, esto es, como
programa de ordenador o secuencia de instrucciones o indicaciones expresada en un lenguaje
de programación, excluyendo del mismo el material preparatorio determinante de la creación
del programa; es éste precisamente el sentido que normalmente se atribuye al término
software dentro del ambiente informático.
Para impedir esta diseminación, es preciso establecer unos esquemas de protección, ya sea a
través del derecho necesario o por medio de la autonomía de la voluntad, que protejan al
creador del software, evitando que la inversión en que haya incurrido el creador para la
obtención del software se menoscabe por la reproducción o el uso no autorizado del
producto.
En este sentido, el software se parecería más a un libro o a un video, que puede reproducirse
y transmitirse fácilmente a las audiencias interesadas7.
Antes de pasar a analizar cada uno de los negocios jurídicos sobre el software, vamos a
aclarar algunos conceptos, tales como sistema operativo, software de aplicación, código
fuente, código objeto y otros conceptos necesarios para facilitar la exposición de los contratos
sobre software.
Dentro del software, hay que distinguir entre software de base o de sistema (system
software) y software de aplicaciones (application software).
El software de sistema, o sistema operativo, constituye la capa básica del software del
ordenador; es el primero en cargarse en el sistema informático, y actúa directamente sobre el
hardware, controlando conjuntamente los dispositivos y recursos del sistema informático
(memoria, teclado, monitor, ratón, etc.) y los procesos que utilizan dichos dispositivos y
si cumple los requisitos correspondientes (conforme al artículo 10.1. del Texto Refundido de la LPI).
7 La Ley 16/1993, disponía en su artículo 1.1 que "los programas de ordenador serán protegidos mediante
los derechos de autor como obras literarias, tal y como se definen en el Convenio de Berna para la protección de
obras literarias y artísticas".
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 5
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Existe una relación muy estrecha entre el software de aplicaciones y el sistema operativo, ya
que aquél se desarrolla para un determinado sistema operativo, y normalmente no podría
trabajar en un sistema operativo diferente8; algunos ejemplos de sistema operativo son el MS
DOS, Microsoft Windows9, Linux, BeOS, Solaris y FreeBSD.
Como antes hemos mencionado, el software está constituido por una serie de instrucciones
dirigidas a un sistema informático, al objeto de realizar una función o tarea u obtener un
resultado.
Lógicamente, para que el ordenador pueda ejecutar las instrucciones que se le transmitan, es
necesario que las entienda, es decir, que estén en su "lenguaje". Los lenguajes de
programación permiten expresar las instrucciones10 de forma que puedan ser leídas,
9 En sus primeras versiones, MS Windows no era un sistema operativo propiamente dicho, pues requería
de la presencia de MS-DOS. Actualmente existen varias líneas de producto Windows. Una de ellas está constituída
por Windows 95, Windows 98 y Windows ME, que utilizan una versión de MS-DOS para iniciarse; otra linea de
producto la forman las diferentes versiones de Windows NT, cuyo núcleo fue desarrollado desde cero
independientemente de MS-DOS. Lo mismo ocurre con Windows XP y Vista. Pese a esta diversidad, ambas gamas
de productos contienen un conjunto de interfaces de programación comunes (llamado Win32), que permite que la
práctica totalidad del software de aplicación para Windows sea compatible con todos los sistemas.
10 En lugar de hablar de instrucciones sería preferible hablar de algoritmos, que es un conjunto de reglas o
instrucciones bien definidas que han de seguirse para resolver un problema (por ejemplo el cálculo de una raíz
cuadrada) en un número finito de pasos.
Un algoritmo, a su vez, se podría expresar de diversas formas:
a) En el lenguaje que utilizamos para comunicarnos normalmente, lo que sería útil únicamente para una
primera fase de análisis del problema planteado.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 6
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
El lenguaje que utiliza el ordenador, diferente para cada tipo de procesador, se denomina
"lenguaje máquina", y se caracteriza por ser un lenguaje numérico, compuesto por sucesiones
numéricas de dos valores (cero y uno)11. En el programa escrito en lenguaje máquina hay que
detallar necesariamente una sentencia por cada instrucción que vaya a ejecutar el hardware
del ordenador.
b) Por medio de diagramas de flujo u organigramas, que de forma gráfica representan los distintos pasos a
seguir para resolver el problema. El diagrama de flujo constituye la representación gráfica de bajo nivel de la
estructura de un programa, y resulta muy útil para obtener una visión global, lógica y estructurada del
algoritmo, pudiendo servir de guía para el siguiente paso de formulación del problema (la programación). A
este diagrama de flujo se refiere el artículo 96.1 del Texto Refundido de la LPI, cuando habla de
"documentación preparatoria".
c) Por medio de un lenguaje de programación, que expresa un algoritmo de forma tal que un ordenador pueda
llevarlo a cabo.
11 Todos los datos utilizados por un ordenador están representados por dígitos binarios (bits), ya que todos
los dispositivos del sistema y los medios de almacenamiento de datos disponen únicamente de dos estados
(llamados habitualmente 0 y 1); así por ejemplo, los interruptores están abiertos o cerrados, existe pulso de señal
o no existe, las cintas están magnetizadas para uno u otro sentido, etc.
12 Dentro de los lenguajes de programación hay que distinguir los lenguajes de bajo nivel y los lenguajes de
alto nivel:
a) Los lenguajes de bajo nivel se llaman así por estar "cerca" de la maquina, es decir, dependen directamente de
la estructura de la máquina en que se programa. Son lenguajes de bajo nivel los "lenguajes máquina" y los
"lenguajes ensambladores"; estos últimos, en lugar de utilizar lenguaje binario, emplean nombres
mnemotécnicos para el código de la operación (abreviaturas en inglés de las instrucciones en lenguaje
máquina).
b) Los lenguajes de alto nivel proporcionan grandes ventajas sobre los de bajo nivel: resultan más fáciles de
programar, ya que una instrucción de un lenguaje de alto nivel equivale a varias de un lenguaje de bajo nivel,
son transportables o portátiles, es decir, el mismo programa puede en teoría funcionar sobre otro tipo de
ordenador, si bien en la práctica no siempre se alcanza la característica de la independencia de un tipo de
máquina concreta. Ejemplos de lenguajes de alto nivel son el FORTRAN, ALGOL, BASIC, COBOL, PASCAL, C,
C++, MODULA-2, ADA y PROLOG.
13 La utilidad del traductor no se limita únicamente a la conversión del código fuente en su equivalente en
código objeto, sino que, además, permite detectar errores de programación. Los programas traductores son de
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 7
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
La distinción entre programa fuente y programa objeto tiene gran importancia para
comprender los contratos de software, ya que en algunos casos una de las partes entregará a
la otra el software en código objeto, mientras que en otros casos el usuario estará interesado
en poder realizar modificaciones al programa, para lo que en principio podría ser necesario
recibirlo en código fuente.14
Existen diferentes clasificaciones del software llevadas a cabo por diversas consultoras. Entre
ellas cabe destacar la clasificación de mercados funcionales de software que realiza IDC15, que
en 2010 se agrupan en 3 segmentos principales, que a su vez se subdividen en sub-segmentos
y éstos en mercados individuales hasta alcanzar un total de 80 mercados funcionales
individuales:
tres tipos:
a) Los ensambladores, que dan entrada a un programa escrito en lenguaje ensamblador (código fuente) y lo
reescribe en lenguaje máquina (código objeto);
b) Los compiladores, que convierten un programa o parte de un programa escrito en un lenguaje de alto nivel
(código fuente) en su equivalente en lenguaje máquina (código objeto), utilizando en ocasiones un lenguaje
intermedio; y,
c) Los intérpretes, que no producen un código objeto equivalente al fuente, sino que analizan y ejecutan cada una
de las sentencias del programa de alto nivel (código fuente).
Para ser más precisos, habría que mencionar que el traductor, en realidad, no genera muchas veces un programa
en código objeto, directamente ejecutable en el ordenador. Es frecuente que el resultado del compilador o
ensamblador sea un conjunto de módulos o subprogramas independientes, denominados segmentos, escritos en
lenguaje máquina y que están relacionados unos con otros mediante llamadas, y que a su vez tienen llamadas a
fragmentos del programa, conocidos con el nombre de "sub-rutinas", que por su uso frecuente (operaciones
aritméticas, tratamiento de ficheros y control gráfico) se codifican por separado y se almacenan en las
denominadas "bibliotecas". Así, el programa principal, por medio de una instrucción, los llama cuando los
necesita, con lo que se evita tener que reescribirlo continuamente. Por ello es preciso enlazar el programa en
código objeto, proporcionando las direcciones adecuadas para todas las llamadas, recuperando las subrutinas y
enlazándolas con el programa principal. Una vez enlazado el programa, se procede a la detección y corrección de
errores de programación, obteniéndose la versión definitiva o ejecutable del programa.
14 La Ley, no es ajena a esta diferenciación entre programa en código fuente y programa en código objeto;
así, el artículo 97.4 del Texto Refundido de la LPI, al tratar las creaciones laborales y atribuir al empresario la
titularidad de los derechos económicos sobre el programa, lo hace tanto respecto al programa fuente como al
programa objeto.
15 IDC’s Software Taxonomy 2010, Software Overview: Industry Developments and Models (February
2010), by Richard V. Heiman.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 8
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
La etapa de creación del software es clave al tratar la contratación sobre el software, ya que
en este momento nacen los derechos de propiedad intelectual que serán posteriormente
objeto de tráfico negocial; en esta etapa, por tanto, el elemento contractual más importante es
quién será el titular de los derechos que surgen sobre el programa de software.
A continuación se expone el régimen legal y contractual de dicha titularidad, así como otros
aspectos que consideramos pueden ser de interés para las partes contratantes.
De conformidad con el artículo 97.4 del Texto Refundido de la LPI, "cuando un trabajador
asalariado cree un programa de ordenador, en el ejercicio de las funciones que le han sido
confiadas o siguiendo las instrucciones de su empresario, la titularidad de los derechos de
explotación correspondientes al programa de ordenador así creado, tanto el programa fuente
como el programa objeto, corresponderán, exclusivamente, al empresario, salvo pacto en
contrario."
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 9
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Por el contrario, parece que el empresario no tiene nada que ganar en principio con la
negociación, ya que por operación de la Ley los derechos que el trabajador retendrá serán los
derechos morales, y sobre éstos no se puede negociar, ya que corresponden al autor y tienen
el carácter de irrenunciables e inalienables (cfr. artículo 14 del Texto Refundido de la LPI).17
Sin embargo, hay que observar que dada la formulación del artículo 97.4 del Texto Refundido
de la LPI, parece ser que cabría interpretar que el empresario tiene aún un ámbito de
negociación en el contrato de trabajo, de modo que el empresario devenga titular de los
derechos económicos relativos no sólo a los programas creados por el trabajador "en el
ejercicio de las funciones que le han sido conferidas o siguiendo las instrucciones de su
empresario", sino también de cualesquiera otros programas de ordenador que pueda crear el
trabajador durante la vigencia de su contrato laboral (por ejemplo, aquellos programas que
cree dentro de la jornada laboral, o fuera de la misma pero empleando fundamentalmente los
conocimientos que ha adquirido en virtud de su trabajo en la empresa)18.
16 En el caso particular de los programas informáticos, a partir de la Ley 16/1993, se establece una
atribución legal a favor del empresario de la titularidad de los derechos patrimoniales sobre el software, salvo que
expresamente se pacte otra cosa. Esta situación se aparta del régimen general de otras creaciones objeto de
propiedad intelectual (régimen que se aplicaba también a los programas de ordenador hasta la Ley 16/1993),
respecto a las cuales, de conformidad con el artículo 51 del Texto Refundido de la LPI:
a) Existe una transmisión de los derechos de explotación a favor de la empresa conforme a lo pactado en el
contrato escrito entre trabajador y empresario (en el caso del software no hay transmisión, sino atribución de
titularidad desde el principio a favor del empresario);
b) En defecto de pacto escrito, los derechos de explotación se presumen transmitidos al empresario en exclusiva
y con el alcance necesario para el ejercicio de la actividad habitual del empresario en el momento de la
entrega de la obra realizada en virtud de dicha relación laboral; y
c) El empresario no puede utilizar la obra o disponer de ella para un sentido o fines diferentes de los que se
deriven de lo establecido en los apartados anteriores.
El hecho de que el empresario sea titular de los derechos económicos de modo originario (como en el caso del
software) o de modo derivado, por medio de la cesión, tiene cierta trascendencia práctica:
a) En el caso de la adquisición derivativa existe una presunción de transmisión en exclusiva, pero cabe prueba
en contrario;
b) La transmisión de los derechos, salvo que conste otra cosa, se entenderá realizada con los límites que prevé el
propio artículo 51 del Texto Refundido de la LPI.
17 Los derechos morales sobre la obra serán en principio los recogidos en el artículo 14 TRLPI, si bien con
ciertas peculiaridades: derecho de divulgación, derecho de paternidad, derecho de retirada y derecho de
integridad (con los límites previstos en los artículos 99 y 100 del TRLPI), etc. Dentro de los derechos morales
previstos en el artículo 14 TRLPI, habría algunos, como el derecho de acceso al ejemplar raro, que carecen de
sentido en el mundo digital.
18 No obstante, también cabría una interpretación contraria, ya que, por un lado, el artículo 51 del Texto
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 10
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Finalmente, hay que destacar que los tribunales vienen aplicando también el art. 97.4 del
Texto Refundido de la LPI a los programas desarrollados por el personal al servicio de la
Administración pública.19
No obstante todo lo anterior, no es habitual que el creador del programa sea una única
persona, sino que lo normal es que el programa sea el resultado del trabajo en equipo de
varios analistas y programadores.
a) Los programas de software colectivos, que son aquellos programas creados por la
iniciativa y bajo la coordinación de una persona física o jurídica que lo edita y publica
bajo su nombre, estando constituido por la reunión de las aportaciones de diferentes
autores, cuya contribución personal se funde en un programa de software único y
autónomo, respecto al que no es posible atribuir separadamente a cualquiera de los
autores un derecho sobre el conjunto del programa informático (cfr. artículo 8 del Texto
Refundido de la LPI).20
Sin perjuicio de ello, en el caso de un programa colectivo, también cabría el pacto entre
trabajador y empresario respecto a los derechos económicos sobre el software.
Refundido de la LPI constituye una excepción al régimen general de la cesión de derechos de autor y debe
interpretarse restrictivamente, y por otro lado, el artículo 43.3. del Texto Refundido de la LPI declara la nulidad
de la cesión de los derechos de explotación respecto del conjunto de las obras que pueda crear el autor en el
futuro.
19 Ver por ejemplo la sentencia de la Audiencia Provincial de Gerona (Sección 1ª), de 3 de marzo de 2010
y la sentencia de la Audiencia Provincial de Ciudad Real (Sección 1ª) de 10 de febrero de 2000, objeto de
casación resuelta por el Tribunal Supremo (sala de lo civil, sección 1ª) en sentencia de 21 de junio de 2007.
programas que son el resultado unitario de la colaboración entre varios autores; en estos
casos, los derechos de autor serán propiedad común y corresponderán a todos éstos en la
propiedad que determinen (artículo 97.3 del Texto Refundido de la LPI).21
Para terminar con la contratación laboral, hay que mencionar que, salvo las estipulaciones
antes mencionadas en relación a los derechos de autor, los contratos de trabajo con analistas
y programadores no suelen contener estipulaciones relativas a los programas de software.
a) Empresa que contrata con un programador o analista autónomo o con una empresa de
software la creación de determinado programa informático
21 En el marco de una relación laboral con la empresa, en nuestra opinión, sólo cabe hablar de programas
en colaboración en aquellos supuestos en que se crea un programa unitario respecto al que se puede determinar
qué partes del programa han sido desarrolladas por cada uno de los trabajadores. En caso de que no se pueda
realizar esa determinación, dicha obra tendría el carácter de un programa colectivo, al surgir, en todo caso, en el
marco del ámbito de organización y dirección de la empresa, quien lo divulgará con su nombre. Piénsese, por
ejemplo, en un programa de gestión hotelera, integrado por diferentes módulos (gestión de reservas, gestión de
almacén del restaurante, contabilidad, etc.) perfectamente diferenciables, cada uno de los cuales ha sido
desarrollado por una persona.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 12
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
artículos 1588 y siguientes del Código Civil, en el que una de las partes (el programador o
analista autónomo o la empresa de software) se obliga a entregar a la otra parte determinado
programa de software a cambio de un precio.
Se trata pues de un contrato de los calificados como "de resultado", en el que el autor del
software se obliga a un resultado concreto, en contraposición a los denominados contratos
"de medios" (arrendamiento de servicios), en el que una de las partes se compromete, a
cambio de un precio, a realizar determinada actividad considerada en sí misma y no por su
resultado concreto.22
En estos contratos habrá de determinarse gran cantidad de elementos, comunes con otros
contratos sobre software (precio, condiciones de garantía y mantenimiento, cláusulas de
confidencialidad, etc.), pero surgen cuatro elementos que destacan entre todos, y que
necesariamente deben quedar reflejados en el documento contractual, al objeto de evitar
desavenencias futuras entre las partes:
22
La calificación del contrato como “arrendamiento de servicios” o como “arrendamiento de obra” tiene
una gran importancia práctica en caso de disputa sobre el cumplimiento del contrato. Esta disyuntiva en la
calificación del contrato se analiza en diversas sentencias en relación con contratos que incluyen el desarrollo,
transformación o implantación de programas, tales como en la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid
(Sección 13ª) de 6 febrero 2001 (contrato de transformación como arrendamiento de obra, si bien con cierta
naturaleza mixta de obra y servicios), la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia (Sección 6ª), de 2
noviembre 2008 (desarrollo de página web como arrendamiento de obra), o la sentencia del Juzgado de Primera
Instancia nº 5 de Vitoria-Gasteiz de 20 de enero de 2009 (contrato de implantación del programa SAP como
contrato de arrendamiento de obra).
23 No hay problema por lo que respecta a los derechos morales, que corresponderá, según se trate, bien al
trabajador autónomo, bien a la empresa de software si se trata de una obra colectiva, bien al trabajador de la
empresa de software que haya desarrollado el programa por sí solo o bien a los trabajadores que han desarrollado
un programa en colaboración, todo ello según ha quedado expuesto al tratar los contratos laborales de analistas y
programadores.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 13
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
3) Derecho a la distribución pública del software, esto es, derecho a poner a disposición del
público el programa original o copias del mismo (en un soporte tangible), mediante su
venta, alquiler, préstamo o de cualquier otra forma.
El titular del derecho de distribución debe tener presente que la primera venta (¿y la
licencia?) de una copia del software, lleva consigo el agotamiento del derecho de
distribución de dicha copia, salvo el derecho de controlar el subsiguiente alquiler de la
misma (art. 99.c del TR de la LPI).24
A este respecto, hay que tener presente que la Ley 23/2006, de 7 de julio, por la que se
modifica el TRLPI para transponer la Directiva 29/2001, incluye la “puesta a disposición
de prestaciones protegidas” (la descarga en Internet) como una modalidad del derecho
de comunicación pública en el artículo 20.2.i del TRLPI, delimitándose el derecho de
distribución como la puesta a disposición de obras en soporte tangible (ver nuevo artículo
19.1 TRLPI, modificado por Ley 23/2006), y considerando la distribución por medios
24 Merece la pena destacar que la regulación establecida para los programas de ordenador respecto al
agotamiento del derecho de controlar la distribución de las copias comercializadas en la Unión Europea es más
específica que la establecida para otras obras objeto de propiedad intelectual. Así, el artículo 99.c del TR de la LPI
establece el derecho a controlar el alquiler del programa o de copias del mismo tras producirse dicha primera
“venta”, mientras que el art. 19 del mismo texto legal, aplicable en general a las restantes obras, no menciona
específicamente esta excepción (lo cual no significa que no haya derecho a controlar los sucesivos alquileres).
Sería conveniente preguntarse si la mención hecha por la LPI a la primera “venta de una copia de un programa” es
correcta o no, ya que en el caso de programas de ordenador la relación jurídica con el distribuidor y el usuario
final se suele configurar legalmente como una venta del soporte material que contiene dicha copia (el CD-ROM)
conjuntamente con una licencia de la copia del programa, y si dicho agotamiento del derecho de controlar la
distribución se produce también en estos casos o no.
En nuestra opinión, existen argumentos a favor y en contra de ambas posturas, pero parecería más correcto
mantener que dicho agotamiento se produce en relación con programas estándar que son objeto de
comercialización masiva en tiendas de informática (no obstante lo que diga la licencia “shrink-wrap” que se
adjunte con el programa), pero no se produciría en el caso de productos de software que son adaptados conforme
a las necesidades de cada cliente o que han sido objeto de desarrollo para cubrir un nicho de mercado o
aplicaciones muy especificas, ni tampoco en aquellos casos en que el usuario compra un producto de hardware
(por ejemplo un ordenador) que incluye algunos programas de software con carácter accesorio, respecto a los
que entendemos el fabricante mantiene el derecho de controlar la distribucion de los mismos, de modo que el
distribuidor que compra dichos productos no estaría autorizado a abrir el embalaje de los productos de hardware
y distribuir por separado los programas de ordenador adjuntos y los productos de hardware (ver párrafos 40-42
de la Comunicación de la Comisión Europea 2010/C 2365, relativa a Restricciones Verticales).
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 14
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
5) Derecho de uso (cfr. párrafo segundo del art. 99 del TRLPI), que si bien no se menciona
como derecho de explotación en los artículos que el TRLPI dedica a los mismos (cfr. art.
25 El derecho de comunicación pública no se incluye expresamente dentro del Título VII del Texto Refundido
de la LPI, dedicado a la regulación específica de los programas de ordenador. A la vista de esta ausencia, parece
conveniente preguntarse si es que no cabe este derecho de comunicación pública respecto a los programas de
software, o si por el contrario habría que aplicar subsidiariamente el régimen general contenido en el Titulo II del
TRLPI. En nuestra opinión, hay que aplicar subsidiariamente dicho régimen general, teniendo presente que las
nuevas tecnologías surgidas con posterioridad a la Directiva 250/91/CE y al propio TRLPI de 1996, nos ofrecen
ejemplos de situaciones en que se produce una comunicación pública de programas de ordenador, como serían
aquellos casos en que una empresa permite que diferentes usuarios accedan a la copia del programa que tiene
residente en su servidor y hagan uso de ella según sus necesidades y sin distribuir copias de dicho programa a los
usuarios, cargándoles luego una tarifa en función del uso que hayan hecho de dicha copia.
Por otro lado, tras la aprobación de la Directiva 2001/29/CE, de 22 de mayo de 2001, relativa a la armonización
de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en la sociedad de la
información, el legislador español deberá plantearse cómo quedan configurados los derechos de explotación del
software.
Si bien dicha Directiva en principio no afecta el régimen jurídico de los programas de ordenador (ver art. 1.2.
apartado), la configuración del derecho de distribución como derecho a controlar la distribución de una obra
incorporada en un soporte tangible (ver considerando 28 de la Directiva 2001/29/CE), el establecimiento de una
modalidad de comunicación pública denominada “puesta a disposición del público de prestaciones protegidas”
(ver art. 4 de la Directiva 2001/29/CE) y la nueva regulación de las obras literarias (entre las que se incluyen los
programas de ordenador) contenida en el Tratado de la OMPI sobre Derechos de Autor de 1996 (con entrada en
vigor el 6 de marzo de 2002), debería haber llevado a que al hacer la transposición de dicha Directiva por medio
de la Ley 23/2006, el legislador español armonizase los derechos de explotación correspondientes a los
programas de ordenador con los derechos de explotación que se conceden para otro tipo de obras protegidas
(fonogramas, etc.) en Internet y fuera de Internet, aunque no ha sido así, ya que dicha transposición se ha
limitado a incorporar las prescripciones que eran estrictamente necesarias en virtud de la Directiva, sin llevar a
cabo una armonización más sistemática.
En relación con el derecho de comunicación pública de los programas de ordenador (así como respecto al ámbito
de protección del programa) será interesante conocer la respuesta que el Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas da a las cuestiones prejudiciales remitidas al mismo por parte de un órgano jurisdiccional de la
República Checa el 5 de octubre de 2009, en la que se pide al TJCE que dé respuesta a las siguientes cuestiones
prejudiciales:
2) En caso de respuesta afirmativa a la primera cuestión, ¿Puede considerarse que la transmisión por
televisión, que permite al público la percepción sensorial de la interfaz gráfica de usuario de un programa de
ordenador o de una parte de ésta, sin poder explotar activamente dicho programa constituye una comunicación al
público de una obra protegida por el derecho de autor en el sentido del artículo 3, apartado 1, de la Directiva
2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2001, de 22 de mayo de 2001, relativa a la
armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en la
sociedad de la información?.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 15
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
La intención de las partes contratantes, por lo que respecta a la atribución de los derechos de
explotación puede ser muy diferente; así puede ocurrir que la empresa cliente esté interesada
en comercializar el software desarrollado por la otra empresa o que pretenda asegurarse la
posibilidad de modificar el software en el futuro para su propio uso, o que la empresa de
software quiera utilizar el programa creado o parte del mismo en sus relaciones comerciales
con otros clientes, etc.
- La falta de mención del tiempo limita la transmisión a cinco años y la del ámbito
territorial al país en el que se realice la cesión.
Normalmente, se entenderá recibido por parte del Cliente, al menos, el derecho de uso del
programa y se entenderá, salvo prueba en contrario, que dicha cesión tiene carácter no
exclusivo e intransferible, presumiéndose, asimismo, que lo es para satisfacer únicamente las
necesidades del usuario (cfr. art. 99.c. párrafo 2º TRLPI).
Sin perjuicio de lo anterior, hay ciertos límites a los derechos exclusivos del titular, que si
bien no constituyen jurídicamente “derechos” del usuario legítimo, sí que se configuran en la
práctica como tales:
a) El usuario legítimo tiene la facultad, salvo que se limite expresamente por vía contractual,
de reproducir y transformar el programa, incluyendo la corrección de errores, cuando
estos actos sean necesarios para la utilización del programa por parte del usuario y
conforme a la utilización propuesta (cfr. artículo 100.1 TRLPI).
26
La cesión exclusiva no siempre será de interés del licenciatario, quien podría no estar interesado en asumir las
obligaciones que se derivan para el mismo de una licencia exclusiva, ya que conforme al art. 48 TRLPI “esta
cesión constituye al cesionario en la obligación de poner todos los medios necesarios para la efectividad de la
explotación concedida, según la naturaleza de la obra y los usos vigentes en la actividad profesional, industrial
o comercial de que se trate.”
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 16
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Sin perjuicio de esas facultades “mínimas” del usuario legítimo, hay que tener presente que lo
normal es suscribir el correspondiente contrato de desarrollo y que es típica la posición
negociadora de las partes que quieren atribuirse ambas la titularidad (o conceder una licencia
exclusiva) de los derechos de propiedad intelectual del programa resultante del desarrollo a
medida. Esta postura extrema de ambas partes normalmente se produce por una falta de
entendimiento sobre las necesidades y objetivos de cada una de las partes, que normalmente
se podrían satisfacer en ambos casos mediante soluciones intermedias.
La intención comercial de las partes contratantes (que debería tener su reflejo en la licencia
de los derechos de explotación) puede ser muy diferente. Así, puede ocurrir que la empresa
cliente esté interesada en comercializar el software desarrollado por la otra empresa o que
pretenda asegurarse la posibilidad de modificar el software en el futuro para su propio uso o
utilizarlo en todas sus subsidiarias, o que la empresa de software quiera utilizar el programa
creado o parte del mismo en sus relaciones comerciales con otros clientes, etc.
27
Por interoperabilidad se entiende la capacidad de los programas de ordenador para intercambiar información y
utilizar mutuamente la información así intercambiada (cfr. Exposición de Motivos de la Ley 16/1993).
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 17
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Finalmente, indicar que sería conveniente para la empresa cliente que la cláusula relativa a la
licencia de derechos de propiedad intelectual sobre el programa desarrollado incluya
también:
(1) una licencia de los derechos de autor preexistentes al desarrollo y que sean necesarias
para que la empresa cliente pueda hacer uso del software desarrollado; y
(2) una garantía por parte de la empresa que desarrolla el programa respecto a que está
autorizada para conceder dichas licencias (esto equivale a una garantía por parte de la
empresa de software de que cuenta con los correspondientes consentimientos, si fuera
necesario, de terceros subcontratistas y/o empleados de éstos, personal de empresas de
trabajo temporal que pudiera haber participado en el desarrollo, etc.).
28 La interfaz o interfase, en este caso, será la especificación de comunicación entre dos unidades del
programa de software. La definición cuidadosa de las interfaces hace posible la utilización de una unidad del
programa de software (módulo) sin tener conocimiento de su actuación interna, y es parte esencial del diseño de
un sistema. En general, un sistema informático está compuesto por módulos, que son unidades intercambiables
del sistema, que realizan una función concreta y que tienen unas conexiones específicas con su entorno; la interfaz
es un punto de contacto entre dos módulos del sistema informático o entre un módulo y su entorno. La Ley
16/1993 contemplaba también el concepto de interfaz, definiéndolo como "todo dispositivo, físico o lógico, que
permite la conexión facilitando el intercambio de información entre dos equipos o entre equipo y usuario".
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 18
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Habida cuenta que el contrato no recogerá este Documento en el momento de su firma, será
necesario que en el contrato se detalle cuál es el contenido mínimo de dicho documento,
cuáles serán las consecuencias de la no aceptación del mismo por parte del cliente, etc.
3º.- Entregas
El contrato habrá de recoger tanto las fechas programadas para que la empresa de software
vaya ejecutando sus obligaciones (hitos del proyecto, entregas parciales, etc), como el
contenido de la entrega correspondiente (módulos de software a entregar en cada momento),
mencionando, en especial, si el software se ha de entregar en código fuente, en código objeto,
o en ambas formas, y qué documentos se entregarán junto al software (manuales técnicos,
manuales de usuario, diagramas de flujo desarrollados en la fase de análisis, etc.).
Las pruebas de aceptación son un elemento clave para la determinación del cumplimiento del
objeto del contrato, ya que en ellas se determinará si el software y la documentación
correspondiente al mismo se ajusta al documento de especificaciones en condiciones de
funcionamiento real, etc. Además de las pruebas de aceptación final, se pueden establecer
pruebas de aceptación particulares para cada una de las entregas parciales que se vaya
produciendo.
El desarrollo conjunto de un programa por parte de varias empresas puede realizarse bajo el
liderazgo de una de ellas, que dirige y supervisa la creación del programa correspondiente, y
en la que la participación de las restantes empresas se acerca más a un arrendamiento de
servicios (contrato de medios) que a un arrendamiento de obra (contrato de resultado), en
cuyo caso podríamos hablar de desarrollo de un programa colectivo, con la correspondiente
atribución a la empresa directora, salvo pacto en contrario, de los derechos morales y de
explotación sobre el software (cfr. art. 8 y 97.2 del TRLPI) o puede acercarse más a un
programa en colaboración, en la que, aún cuando pudiera existir una empresa que ejerce la
función de director o líder del proyecto, esta función es menos relevante y es sustancial la
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 19
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Asimismo, es frecuente que en este tipo de acuerdos se acuda a otras empresas de software
porque éstas tienen ya desarrollado un programa que puede ser útil para el desarrollo del
nuevo software; este último será el resultado de conjugar diversos módulos del software
desarrollado previamente por cada una de las empresas, realizando las modificaciones que
corresponda y desarrollando partes nuevas del programa. En tal caso, habrá que determinar
las correspondientes estipulaciones sobre derechos de explotación de los programas
originales y del programa resultante, deber de confidencialidad sobre el código fuente de los
programas, etc. A ello habrá que añadir las restantes estipulaciones relativas a entregas,
especificaciones, pruebas de aceptación y similares.
En este tipo de acuerdos hay que tener presente, además, la normativa sobre defensa de la
competencia, especialmente en caso de que las dos empresas de software sean competidores
entre sí y en el contrato se contengan:
(2) restricciones, en su caso, sobre el software ya desarrollado que sirve de base al nuevo
programa; o,
(3) restricciones relativas a futuros desarrollos de algún programa software que realice las
mismas operaciones que el software objeto del contrato.
Finalmente, cabe preguntarse qué ocurrirá en caso de que el desarrollo del programa de
software se produzca con la participación de empleados de Empresas de Trabajo Temporal29.
En estos casos, desde el punto de vista jurídico, existirá un contrato laboral entre el
trabajador y la empresa de trabajo temporal y un contrato mercantil (el contrato de puesta a
disposición) entre la empresa de trabajo temporal y la denominada empresa usuaria, que a su
vez podría ser una empresa que quiere desarrollar el programa de software para su uso
29
Los supuestos legales en que se puede proceder a la contratación de personal a través de Empresas de
Trabajo Temporal se encuentran recogidos en la Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se regulan las Empresas de
Trabajo Temporal (modificada por Ley 29/1999, de 16 de julio).
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 20
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
interno o una empresa que está contratando dichos trabajadores para desarrollar un
programa para un tercero.
En ambos casos, haciendo una aplicación restrictiva del art. 97.4 parecería que los derechos
pasarían salvo pacto en contrario a la empresa de trabajo temporal que, en sentido estricto,
es el empresario del trabajador cedido. No obstante, también puede entenderse que los
derechos de explotación pasan a la empresa usuaria, que es a quien corresponde la dirección
y control de la actividad laboral del programador (cfr. artículo 15 de la Ley 14/1994).
Asimismo, hay que tener presente que en la mayoría de los casos se estaría en presencia de
una obra colectiva (resultado del trabajo conjunto de empleados de la empresa cliente y
personal cedido por empresas de trabajo temporal), por lo que por aplicación del artículo
97.2 del TRLPI dichos derechos de explotación no pasarían a la empresa de trabajo temporal,
sino a la empresa que está coordinando el desarrollo del programa (la empresa usuaria).
Desde un punto de vista práctico, a fin de evitar posibles reclamaciones sobre la titularidad
del software (cuyo éxito como hemos indicado creemos dudoso), sería conveniente llevar a
cabo las siguientes actuaciones:
1) En caso de tratarse de una empresa que contrata el desarrollo del software para su uso
interno, se recomendaría incluir una cláusula en el contrato de puesta a disposición entre
la empresa usuaria y la empresa de trabajo temporal donde se establezca expresamente
(i) que la empresa usuaria devendrá titular exclusiva de los derechos de explotación sobre
los resultados del trabajo del personal puesto a disposición de la empresa usuaria y que
(ii) la empresa de trabajo temporal garantiza que se encuentra legitimada para realizar,
en su caso, dicha cesión (lo que a su vez implica que sus contratos de trabajo con su
personal le atribuyen a la empresa de trabajo temporal o a la empresa usuaria los
derechos correspondientes), manteniendo indemne a la empresa usuaria en caso de
incumplimiento de dicha garantía.
2) En caso de tratarse de una empresa que contrata el desarrollo de software a una tercera
empresa (que a su vez utiliza parcialmente personal de empresas de trabajo temporal)
sería conveniente incluir expresamente acuerdos similares a los detallados al final del
apartado a) anterior, conforme a los cuales la empresa encargada del desarrollo
garantizaría que cuenta con los derechos correspondientes para proceder a licenciar el
programa de software en los términos que corresponda.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 21
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Los hemos incluido dentro de la contratación en la etapa de creación del software porque
habitualmente se utilizan para la prestación de servicios correspondientes a esta etapa, bien
para un momento muy concreto del desarrollo, o para que se presten servicios durante todo
el desarrollo del software.
Así por ejemplo, es posible que la empresa cliente, antes de contratar con la empresa de
software el desarrollo del programa correspondiente, contrate como servicio de consultoría
la elaboración del documento de especificaciones (que luego formará parte del contrato de
desarrollo de software), formalizando el contrato de consultoría, bien con la misma empresa
de software que desarrollará luego el programa informático, bien con otra diferente.
Asimismo, también puede ocurrir que quien acude a los contratos de consultoría no es la
empresa cliente, sino la empresa de software, que requiere la asistencia de otra empresa para
llevar a efecto alguna de las fases del contrato de desarrollo de software. Su campo de
aplicación típico es el de desarrollo de programas colectivos, en el que la empresa directora
contrata con determinadas empresas consultoras para que intervengan en algunas fases del
proceso de desarrollo del software: realización de las pruebas de corrección del programa,
realización de tareas de análisis (demostración matemática formal de que la semántica del
programa es congruente con alguna especificación), elaboración de parte de la
documentación preparatoria del programa, realización de determinadas actividades de la fase
de programación o de análisis, etc.
El derecho de transformación del software ocupa un lugar destacado entre los derechos
exclusivos de la explotación del programa por parte de quien sea su titular. Este derecho
incluye la facultad de realizar o autorizar la traducción, adaptación, arreglo o cualquier otra
transformación del programa de ordenador y la reproducción de tales actos (cfr. art. 99.b
TRLPI).
De este modo, hay que tener muy en cuenta la necesaria autorización del titular
correspondiente para poder realizar actos tales como la conversión o traducción del
programa de ordenador a otro lenguaje de programación, la adaptación de un programa para
que sea compatible con un sistema operativo o un tipo de ordenadores diferentes de aquel
para el que se creó, o la ingeniería inversa de un programa, consistente en la descompilación
del código objeto del programa para obtener el código fuente (con las excepciones contenidas
para la descompilación en los apartados 5, 6 y 7 del artículo 100 del TRLPI).
Los contratos que tengan por objeto la transformación de un programa de ordenador pueden
celebrarse entre personas con diferente posición jurídica, ya que puede ser que en los mismos
intervenga el titular de los derechos de explotación sobre el software, o se suscriba entre
licenciatarios del software y un tercero.
Un supuesto contractual que se plantea en la práctica con frecuencia son los contratos de
transformación de software que se suscriben entre el usuario del mismo y un tercero, al
objeto de transformar un programa a fin de hacer mejoras, hacerlo compatible con otro,
adaptarlo a determinadas necesidades del usuario, etc.
Este tipo de contratos y los derechos del cliente (usuario) al suscribir el correspondiente
contrato con un tercero diferente de la empresa de software originaria, es tradicionalmente
fuente de conflicto a la vista de la normativa introducida en su día por la Ley 16/1993 (de
transposición de la Directiva 250/91/CE, sobre programas de ordenador) y las disposiciones
actuales del Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual.
1) Conforme al vigente artículo 100.1 del TRLPI, salvo pacto en contrario, el usuario está
autorizado a realizar modificaciones al programa en la medida en que dicha modificación
sea necesaria para la utilización del programa por parte del usuario legítimo y conforme a
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 23
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
la finalidad propuesta.
3) El antiguo artículo 99.4. de la LPI, anterior a la Ley 16/1993) establecía que "no
constituye transformación, ... la adaptación del programa realizada por el usuario para la
utilización exclusiva por el mismo"31, lo que a su vez había dividido a la doctrina hasta la
aprobación del nuevo Texto Refundido de la LPI (que elimina dicho precepto),
entendiendo algunos autores que no era precisa la autorización del titular licenciante
para modificar el software, siempre y cuando el programa resultante de la modificación
fuera utilizado exclusivamente por el usuario, mientras que otros autores defendían que
dicho artículo había sido tácitamente derogado por la Ley 16/1993, ya que su artículo 5.1
(como hace el actual TRLPI) limitaba la facultad de transformar el programa únicamente
a aquellos supuestos en que sea necesario para la utilización del programa por parte del
usuario legítimo, con arreglo a su finalidad propuesta.
Dado que el actual Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual no recoge dicho
derecho de modificación para la utilización exclusiva del usuario más que en los casos
previstos en el art. 100.1 (que admite pacto en contrario) y a la vista de lo dispuesto en los
artículos 99.b (y 100.4 TRLPI), entendemos que los derechos de transformación por parte
del usuario son ciertamente bastante limitados (salvo que otra cosa se pacte en el contrato).
30
Art. 100.4 TRLPI: “El autor, salvo pacto en contrario no podrá oponerse a que el cesionario titular de
derechos de explotación realice o autorice la realización de versiones sucesivas de su programa ni de
programas derivados del mismo.”
Caben diversas interpretaciones sobre el significado de este artículo 100.4 del TRLPI. Hay quien defiende, al
igual que entendemos nosotros, que este artículo se refiere a un derecho moral, no a un derecho de explotación y
que el mantenimiento de este artículo (que proviene del texto legal existente antes de la transposición de la
Directiva 250/91/CE) fue un olvido del legislador al realizar el texto refundido, y que debería entenderse como
no vigente al estar en contradicción con otras normas posteriores.
31
La doctrina se encontraba asimismo dividida al objeto de considerar esta norma bien como derecho
dispositivo, derogable por la voluntad de las partes recogida en la licencia de uso, o bien como derecho
necesario, en consecuencia no derogable.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 24
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
de tales modificaciones o si las mismas entran dentro de la excepción prevista en el art. 100.1
del TRLPI (que sean necesarias para su uso por el propio usuario legítimo, conforme a la
finalidad contenida en el contrato originario con la empresa de software, y no se establezca
una limitación a este derecho en dicho contrato).
No obstante lo anterior, hay que tener en cuenta la relevante sentencia del Tribunal Supremo
de 17 de mayo de 2003, que resuelve en casación un litigio relativo al incumplimiento de
contrato por parte de una empresa de software que desarrolló un programa a medida para un
cliente y se negó con posterioridad a entregarle los códigos fuente del programa, de modo que
le permitiera realizar a éste actualizaciones del programa, sin necesidad de depender del
programador inicial para su actualización o acomodación a las nuevas normativas o
necesidades del usuario del programa.
Esta sentencia se basa en el antiguo artículo 5.1 de la Ley 16/1993, antes mencionado, si bien
la misma ratio decidendis podría entenderse conforme al actual artículo 100.1, y en la misma
el Tribunal Supremo declara que, en base a dicho artículo 5.1 de la Ley 16/1993, se debía
haber entregado el código fuente del programa, al tratarse de un programa desarrollado a
medida, para cubrir las necesidades informáticas del cliente, que ejercía las actividades
propias de una oficina de agencia administrativa, y que por tratarse de un programa
personalizado y de haber corrido el cliente con todos los gastos de investigación y desarrollo
del programa, la proveedora del programa debió de entregar una copia de las fuentes del
programa, ya que sin ellas no se podía actualizar el programa hecho a medida, ni introducir
mejoras.
Si bien una lectura rápida de la sentencia podría hacer presumir grandes “oportunidades”
para los “usuarios legítimos” por lo que se refiere a la facultad de modificación del programa
y tener acceso incluso al código fuente, hay que tener presente que:
1) El Tribunal Supremo parece dejar claro que dicha entrega del código es únicamente a
efectos de actualización del programa, sin que en modo alguno implique que la titularidad
del programa se entienda transferida al usuario.
Por nuestra parte entendemos que conforme al artículo 100.1 del TRLPI es legalmente
posible que el desarrollador de un programa de software a medida incluya en el contrato que
no existe obligación de entregar el código fuente, o que detalle expresamente que el derecho
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 25
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Las tareas de conversión normalmente son por cuenta de la empresa de software, a cuyo fin
la empresa de hardware le proporciona información sobre la arquitectura concreta de sus
productos de hardware, en cuyo caso la empresa de software retendría la titularidad sobre el
programa originario y el programa derivado.
Sin embargo, en otras ocasiones, son los fabricantes quienes suscriben con la creadora del
programa una "licencia de conversión y distribución de software", en virtud de la cual la
empresa de software le hace entrega del código fuente correspondiente, autorizándola a que
lo modifique y distribuya el programa derivativo resultante conjuntamente con sus productos
de hardware. En estos casos, la empresa de hardware será la titular de los derechos
correspondientes al programa derivado, sin perjuicio de los derechos de la empresa de
software sobre el programa base (cfr. art. 11 y 99.b del TRLPI).
32
Se corresponden con las denominaciones contractuales anglosajonas de “software conversion
agreement” o “porting agreement”.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 26
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Uno de los aspectos esenciales y elementales en relación con los contratos sobre software es
que la empresa productora del mismo debe tener siempre en cuenta su pretensión final: la
venta del software desarrollado o la licencia del mismo.
En primer lugar, en relación con este tipo de contratos, hay que mencionar que algunos
autores niegan la posibilidad de que el titular de los derechos de explotación sobre el
software o de cualquier otra creación objeto de propiedad intelectual pueda venderlos, en el
sentido de trasladar el dominio de tales derechos de explotación33, perdiendo incluso la nuda
propiedad de los mismos.
Son diversos los argumentos que se emplean, tanto a favor como en contra de la admisión de
dicha venta, y sobre ellos no vamos a entrar en este trabajo.
Consideramos que, aún cuando existen diferencias jurídicas entre la cesión exclusiva de todos
los derechos de explotación sobre el software y la venta de tales derechos, en nuestra
opinión, ya se califique el negocio como "venta" o se califique como "cesión exclusiva sin
limitaciones temporales, territoriales o de facultad de ceder a terceros esos derechos", los
efectos prácticos para la empresa vendedora/cedente o compradora/cesionaria34 serán
33 Hablamos únicamente de los derechos de explotación; los derechos morales son irrenunciables e
inalienables (cfr. artículo 14 del TRLPI).
34 Decimos que en la práctica es igual la venta y la cesión, siempre y cuando la cesión se produzca en
exclusiva, sin limites de tiempo o territorio, y con autorización para que el licenciatario pueda ceder a terceros,
libremente, los derechos de explotación correspondientes.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 27
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Partiendo de la posibilidad de una venta o cesión amplia de los derechos de explotación sobre
el software, habría que establecer en el contrato, entre otras, las siguientes estipulaciones:
(1) La obligación de que el comprador entregue el código objeto y el código fuente del
software. Aunque el código fuente es legible por el hombre, normalmente dicho código
por separado, es insuficiente para poder utilizarlo y entenderlo, por lo que será también
necesario que se entregue toda la documentación existente en relación al programa,
como son los manuales de desarrollo y las notas de los ingenieros, los diagramas de flujo,
la documentación técnica, los manuales de usuario, etc.
(2) El detalle de las especificaciones del propio programa de software y el listado de los
archivos que componen el programa.
No obstante lo anterior, existirían algunas diferencias desde el punto de vista jurídico por ejemplo al amparo del
art. 48 del TRLPI, ya que el cedente exclusivo mantiene la legitimación para perseguir las violaciones de los
derechos de propiedad intelectual y el cesionario exclusivo tiene la obligación de poner todos los medios
necesarios para la efectividad de la explotación de la obra, derechos y obligaciones éstos que parece carecerían de
sentido al hablar de una “venta”.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 28
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
(6) La cesión de las marcas con que, en su caso, se hubiera estado comercializando
previamente el software adquirido.
Según antecede, podemos decir que el término "licencia" es confuso, y conviene aclararlo a
grandes rasgos.
La forma en que el software se licencia al usuario final alcanza una gran variedad de formas;
así, aunque decimos que el licenciante es el titular de los derechos de explotación, hay que
Puede ocurrir también que el productor del software, reteniendo los derechos sobre el
mismo, lo licencie a otra empresa, al objeto de que ésta lo adapte a determinadas necesidades
para su posterior distribución; en estos casos se habla de "licencia de transformación y
distribución de software".
Finalmente mencionar con carácter general para todas las licencias de software, en el ámbito
de la normativa sobre defensa de la competencia, que el Reglamento (CE) nº 772/2004, de 27
de abril, relativo a la aplicación del apartado 3 del artículo 81 del Tratado a determinadas
categorías de acuerdos de transferencia de tecnología, en vigor desde el 1 de mayo de 2004,
resulta plenamente aplicable a las licencias de software, tal y como prevé su artículo 1(1)(b),
que extiende el tradicional concepto de transferencia de tecnología (normalmente limitado al
ámbito de las licencias de patentes y licencias de know-how), al ámbito de las licencias de
programas de ordenador. En consecuencia, las previsiones de dicho Reglamento, deberán
tenerse en cuenta al redactar la correspondiente licencia de software, de modo que, en
función de si el licenciante y el licenciatario son competidores o no y de cuales son las cuotas
de mercado respectivas, habrá determinadas cláusulas que no podrán ser parte de dicho
acuerdo de licencia al entenderse restrictivas de la competencia y no quedar excepcionadas
por dicho Reglamento de exención por categorías.
En la mayoría de las ocasiones, entre la empresa productora del software y el usuario final se
interponen otras empresas que participan de modo variado en la cadena de valor del
software.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 30
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
En el contrato de distribución habrá que contemplar muchas cuestiones, de las que nosotros
sólo vamos a apuntar algunas; así por ejemplo, habrá que tener presente, entre otros aspectos
los siguientes:
(1) Cuáles son los programas objeto del acuerdo y las especificaciones de los mismos (qué
productos de hardware son compatibles con éstos, versiones locales, …).
(5) Cuáles son los términos de la licencia de software que debe concertar el distribuidor
con los usuarios finales.
(6) Si se entrega al distribuidor una copia del programa en código fuente o no y, en caso
afirmativo, si el distribuidor tiene permiso o no para modificar el código fuente (en caso
de concederse dicho derecho de modificación, también sería preciso concretar si se
debe pagar algún royalty por cada copia de software modificado que venda o no).
(7) Si se le entregará o no al distribuidor una copia maestra de programa para que realice
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 31
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
copias y las distribuya37 o si por el contrario se le entregan ya las copias del programa.
(11) Cuál es el precio estipulado, la forma de pago del mismo y si existe o no algún
compromiso de compra mínimo.38
37 Este derecho influye bastante en la forma en que se vaya a realizar el pago de los royalties. A tal respecto,
puede ocurrir que el distribuidor adquiera las copias del programa directamente del productor, en cuyo caso lo
normal es que el devengo se produzca en el momento de la entrega de las copias al distribuidor y el pago una vez
transcurridos cierto número de días desde dicha entrega.
Por otro lado, puede ocurrir que sea el propio distribuidor quien genere las copias del programa a partir de una
copia master que le haya sido entregada, en cuyo caso lo normal es establecer como momento de devengo, el
momento en que el distribuidor entrega la copia realizada al cliente. Igualmente, caben fórmulas intermedias,
como por ejemplo, en caso de que el distribuidor adquiera las copias del programa directamente del productor,
pactar un pago en el momento de la entrega de las copias al distribuidor (correspondiente al valor del soporte
magnético, embalaje y similares correspondientes a la copia del programa) y otro pago en el momento de la
entrega de la copia por el distribuidor al cliente (correspondiente al pago del royalty por la cesión del derecho de
uso de dicha copia del programa).
38 Existe una gran variedad de fórmulas para determinar los pagos a realizar por los programas: pago
unitario escalonado decreciente en función del número de unidades distribuidas, compromisos mínimos anuales
de compra, límites máximos de facturación anual (a partir de cuyo límite no se abonaria importe alguno por las
copias sucesivas), etc.
A su vez es imprescindible determinar en qué momento surgirá la obligación de pago del royalty correspondiente
a cada copia del programa distribuido: devengo (y pago) antes de proceder a la distribución, devengo en el
momento de proceder a la distribución del programa y pago una vez transcurridos X días desde la terminación
del trimestre de devengo, etc.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 32
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Entre las cláusulas que, según las circunstancias (canal de distribución elegido, cuota de
mercado del producto de software, etc.) podrían entenderse restrictivas de la competencia, se
encuentran las siguientes:
Por otro lado, existirían una serie de cláusulas que estarían prohibidas al encontrarse dentro
de la denominada “lista negra” de cláusulas que se entienden restrictivas de la competencia
en todo caso, tales como la determinación de los precios a los que el distribuidor debe sub-
licenciar el software o la prohibición de realizar ventas pasivas fuera del territorio que se ha
asignado en exclusiva al distribuidor.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 33
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
2) Las ventas a través de Internet se consideran principalmente como ventas pasivas (ver
apartados 52-54 de dichas Directrices) en la medida en que el sitio web del distribuidor
no esté destinado específicamente a promover ventas fuera del territorio asignado.
En cualquier caso, a los efectos antes detallados, es conveniente recordar que, tal y como se
expone en otras partes de este trabajo, cabe diferenciar entre aquellas situaciones en que el
distribuidor está “revendiendo” la copia del programa informático de aquellas situaciones en
que está “licenciando” al usuario final dicha copia.
A título personal entendemos (lo cual parece estar en bastante armonía con la interpretación
realizada por la Comisión en el apartado 41 de la Comunicación sobre Directrices relativas a
Restricciones Verticales), que dicha “venta” de la copia del programa por parte del
distribuidor (y la consiguiente compra por parte del usuario final) sólo se podría entender
producida, eventualmente, en el caso de programas de software estándar comercializados en
masa a través de licencias de software tipo “shrink-wrap” que se exponen en el apartado 6.2
de este trabajo. Y decimos eventualmente, porque en estos casos cabe argumentar (como así
parece indicar la Comisión en dichas Directrices relativas a Restricciones Verticales), que en
estos casos jurídicamente se produce una reventa de la copia del programa entre la casa de
software y el distribuidor, pero una licencia del programa en sí (a través de la licencia
“shrink-wrap”) entre la casa de software y el cliente final que adquiere dicha copia.
39 Como ya hemos indicado anteriormente, se plantean dudas acerca de la naturaleza jurídica de la licencia
de uso de software (arrendamiento vs. compraventa), ya que normalmente, en especial en el caso de programas
informáticos estándar comercializados en masa, la cesión tiene duración indefinida, el licenciante no se
compromete frente al licenciatario (a diferencia de lo que ocurre en el contrato de arrendamiento) a mantener en
buen estado el producto de que se trate y no existe un pago periódico de la renta, sino una única contraprestación,
abonada normalmente al inicio de la licencia, lo que desde un punto de vista jurídico sitúa esta transacción
jurídica más cerca de la “venta” de una copia del programa que del “arrendamiento” de la misma.
El hecho de que se trate de una licencia de uso de la copia del programa o de una venta de la copia del programa
tiene una gran trascendencia práctica, ya que en caso de ser una venta, conforme establece el inciso final del
artículo 99 del TRLPI, el derecho de distribución del titular del programa, en relación con dicha copia, queda
agotado en el caso de la “venta”, si bien mantendrá el derecho de controlar el subsiguiente alquiler de la copia del
programa.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 34
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
No obstante, el derecho de uso tiene un contenido legal que puede ampliarse o restringirse,
según se determine en la licencia. Al objeto de que cualquier usuario pueda confrontar
rápidamente qué derechos tiene, a la vista de una licencia de uso, podemos decir que,
conforme a la normativa relativa al derecho de uso de los programas de ordenador, como ya
avanzamos, el usuario legítimo tiene determinadas “facultades”, la mayoría de ellas al
amparo de los denominados “límites a los derechos de explotación” previstas en el artículo
100 TRLPI:
d) Derecho al estudio del programa para determinar las ideas y principios implícitos en el
mismo, siempre y cuando ese estudio se haga durante las operaciones de carga y
ejecución del programa. En caso de estar autorizado el usuario a la realización de
operaciones de transmisión o almacenamiento, también podrá realizar dicho estudio
durante tales actos (cfr. artículo 100.3 TRLPI).
Asimismo, en relación con este debate, hay que tener presente el artículo 56 .1 del TRLPI, al establecer que “El
adquirente de la propiedad del soporte a que se haya incorporado la obra no tendrá, por este solo título, ningún
derecho de explotación sobre esta última”.
40
En el apartado 3.4.a) de este documento se puede encontrar mayor información sobre esta facultad de
transformación y sus implicaciones, en especial en base a lo dispuesto en la sentencia del Tribunal Supremo de 17
de mayo de 2003.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 35
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
La industria informática, tiene acuñadas una serie de denominaciones que se utilizan para
identificar el tipo de licencia de uso de que se trata en cada caso; estas licencias son las
siguientes:
1.- Licencia de Sistema.- El cliente puede hacer uso del software en cualquier momento:
2.- Licencia de Usuario Concurrente.- El cliente puede hacer uso del software en cualquier
momento, pero al mismo tiempo sólo podrán estar usándolo un número máximo de usuarios
identificados.
3.- Licencia Temporal.- El cliente puede hacer uso del software únicamente durante un
periodo determinado de tiempo.
4.- Licencia Runtime.- El cliente puede hacer uso del software únicamente en lo que respecta
a sus prestaciones de ejecución, pero no en lo relativo a las prestaciones de programación.
Hasta aquí hemos expuesto lo que constituye el derecho de uso del licenciatario, si bien,
puede ocurrir que el mismo tenga unas necesidades adicionales a las que se le conceden en
41
Por interoperabilidad se entiende la capacidad de los programas de ordenador para intercambiar
información y utilizar mutuamente la información así intercambiada (cfr. Exposición de Motivos de la Ley
16/1993).
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 36
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Así por ejemplo, es relativamente frecuente que el cliente pueda estar interesado en realizar
pequeñas modificaciones en el programa al objeto de adaptarlo a sus necesidades concretas.
No se plantearán problemas a tal respecto en caso de que la realización de dichas
modificaciones se contrate a la empresa de software que desarrolló el programa; sin embargo
la situación será diferente si dichas modificaciones se quieren llevar a cabo directamente o
contratando a una tercera empresa de software distinta de aquella que nos desarrolló y
licenció el programa.
Como ya hemos adelantado en el apartado 3.4 anterior, al hablar sobre los contratos de
transformación de software, conforme al artículo 100.1 TRLPI este derecho de modificación,
salvo que se pacte otra cosa, queda limitado a aquellos actos que sean necesarios para la
utilización del programa por parte del usuario “con arreglo a su finalidad propuesta”.
42 Es preciso recordar, asimismo, que existe una presunción de que la licencia se concede con carácter no
exclusivo (cfr. art. 99 párrafo segundo y 48 TRLPI)
43 Para mayor información sobre el derecho de transformación, se recomienda consultar el apartado 3.4 de
este artículo, relativo a los contratos de creación de versiones sucesivas de un programa de software.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 37
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
44 La nota de aviso suele ser parecida a la siguiente: "ATENCION: el uso del software está sujeto a los
términos de la licencia de uso que se detallan a continuación. La utilización del software se entenderá como una
aceptación tácita de dichos términos. En caso de que los términos de la licencia de software no sean de su
aceptación, le rogamos que devuelva el software para que se le reembolse su importe".
45 Por ejemplo, la decisión judicial de 6 de abril de 2006 del Juzgado de Distrito de Estados Unidos para el
Distrito Este de California (Meridian Project Sys. Inc. V. Hardin Construction Co., E.D. Cal., No, Civ. S-04-2728, 6
de abril de 2006).
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 38
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
en los artículos 1262 y siguientes del Código Civil, que para el perfeccionamiento del contrato
no exigen que el consentimiento sea expreso.
Sin perjuicio de la efectiva existencia del contrato, será preciso verificar adicionalmente si los
términos de la licencia cumplen las previsiones contenidas en la Ley 7/1998, de 13 de abril,
sobre Condiciones Generales de Contratación y, en especial, en su artículo 5, relativo a los
requisitos de incorporación de las condiciones generales de contratación46. En otras
palabras, puede que haya un contrato de licencia, pero se plantea el problema de si los
términos y limitaciones de la licencia facilitados por el titular del software son vinculantes
para el usuario de los mismos o no.
Asimilables a las licencias “shrink-wrap” son los avisos que aparecen al proceder a la
instalación o al iniciar la ejecución de algunos programas de software, en los que, igual que
ocurre con las películas en formato video o DVD, se comunican las condiciones en que se
puede utilizar el software. Estos avisos suelen aparecer en programas de software que vienen
ya cargados en la memoria del ordenador personal al comprar éste.
46 Entendemos que es aplicable el artículo 5.2 de dicha Ley 7/1998: “Cuando el contrato no deba
formalizarse por escrito y el predisponente entregue un resguardo justificativo de la contraprestación recibida,
bastará con que el predisponente anuncie las condiciones generales en un lugar visible dentro del lugar en que se
celebra el contrato, que las inserte en la documentación del contrato que acompaña a su celebración, o que, de
cualquier otra forma, garantice al adherente una posibilidad efectiva de conocer su existencia y contenido en el
momento de la celebración.”
Así por ejemplo, una cláusula que limite de forma absoluta la responsabilidad de la empresa de software (cfr.
artículo 86 apartado 2 del texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y
otras leyes complementarias). No obstante, también cabe plantearse si dicho limitación total de responsabilidad
también es abusiva en el caso de licencias de software “as is”, que se suelen conceder de forma gratuita al usuario
a condición de que el mismo acepte la exclusión de cualquier responsabilidad por parte de la empresa licenciante;
en nuestra opinión, en estos casos esta cláusula no sería abusiva, excepto en aquellos casos en que haya mediado
dolo o negligencia grave por parte de la empresa licenciante, en cuyo caso ésta debía asumir las responsabilidades
que le correspondan por dichos daños.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 39
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
En estos casos, al igual que ocurre con las licencias “shrink-wrap” en aquellos casos en que
las condiciones de la licencia de uso del software no están visibles para el usuario en el
momento de proceder a comprar el paquete de software, es especialmente relevante el
problema de la integración de las condiciones generales de contratación como parte del
contrato: ¿hasta qué punto son vinculantes las condiciones de dicha licencia, que el usuario
no había tenido la oportunidad de conocer en el momento de adquirir y pagar por el
producto?. En este sentido, el artículo 5.2 de la Ley 7/1998 dispone que “Cuando el
contrato no deba formalizarse por escrito y el predisponente entregue un resguardo
justificativo de la contraprestación recibida, bastará con que el predisponente (…) de
cualquier otra forma, garantice al adherente una posibilidad efectiva de conocer su
existencia y contenido en el momento de la celebración.”
En relación con estos supuestos, existen decisiones judiciales en derecho comparado que
aceptan la integración de las condiciones generales de contratación como parte del contrato
de licencia de software, manteniéndose que la celebración efectiva del contrato de licencia no
se produce en el momento en que se adquiere el programa, sino en el momento en que se
produce la apertura del paquete conteniendo las condiciones de la licencia, o en el momento
en que el usuario manifiesta su consentimiento mediante la instalación del programa de
software tras la visualización de las correspondientes condiciones. Esta posición parece
defendible en especial en aquellos supuestos en que como parte de las condiciones de la
licencia se ofrece al usuario la devolución del programa de software para que se reembolse su
importe en caso de que los términos de la licencia de software no sean de su aceptación.
Finalmente, se puede hablar de otra categoría de licencias de uso “en masa”, que se vienen
denominando licencias “click-wrap” y que son propias de la contratación a través de
Internet, en que el usuario manifiesta su voluntad apretando en el correspondiente botón de
aceptación o realizando un acto equivalente, como por ejemplo la descarga del programa.
Similares a éstas serían las denominadas licencias “browse-wrap”, que no requieren al
usuario para que forzosamente apriete un botón indicando su aceptación o lea las
condiciones, sino que se limitan a informar en la página web correspondiente que el uso del
software que se va a descargar está sometido a determinados términos y condiciones, sin que
se requiera forzosamente la lectura de las mismas ni apretar en determinado botón para que
se entienda otorgado el consentimiento.
electrónicos (por ejemplo una compra a través de Internet) que están plenamente admitidos
tanto en el derecho comunitario (artículo 9 de la Directiva 2000/31/CE, sobre Comercio
Electrónico), como en el derecho español (artículo 23 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de
Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico).
Sin perjuicio de lo anterior, también en este caso de las licencias “click-wrap” y “browse-
wrap” se plantea el problema de la integración de las condiciones generales de contratación,
así como el problema de la validez individual de cada uno de los términos de licencia en caso
de tratarse de cláusulas abusivas.48
Entendemos que las condiciones generales deberán entenderse parte integrante del contrato
en la medida en que se cumpla con la obligación establecida en el artículo 27.4 de la Ley de
Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSI), que establece
que “con carácter previo al inicio del procedimiento de contratación, el prestador de
servicios deberá poner a disposición del destinatario las condiciones generales que, en su
caso, deba sujetarse el contrato, de manera que estas puedan ser almacenadas y
reproducidas por el usuario.” 49
No obstante, existen opiniones discrepantes, que indican que dicho artículo no establece los
requisitos de integración de las condiciones generales de contratación en contratos
celebrados por vía electrónica – que se encuentran contenidos en el (¿aún vigente?) Real
Decreto 1906/1999, de 17 de diciembre, por el que se regula la contratación telefónica o
electrónica con condiciones generales, en desarrollo del artículo 5.3 de la Ley 7/1998, de 13
de abril, sobre Condiciones Generales de Contratación - sino una mera obligación de
información previa al inicio del proceso de contratación, sancionable en caso de
incumplimiento como infracción grave conforme a lo previsto en el art. 38.3.c) de la LSSI.
48
Un interesante caso recientemente analizado por los tribunales españoles en relación con el carácter abusivo de
determinadas condiciones generales de contratación en contratos celebrados por medios electrónicos es el
relativo a la cláusula de cargo de gastos de emisión en billetes aéreos, que ha sido considerada como abusiva por
el Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Málaga en sentencia nº 142/06 de 1 de septiembre, mientras que se considera
no abusiva por el Juzgado de lo Mercantil nº 7 de Madrid en sentencia nº 230/06, de 14 de noviembre.
49
Curiosamente, el apartado 1 del art. 27 de la LSSI ha sido modificado recientemente por la Ley 56/2007, de 28
de diciembre, de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información a fin de adaptar determinadas
obligaciones de información previa a la contratación respecto servicios de la sociedad de la información
diseñados para ser accedidos mediante aparatos con pantallas de formato reducido, sin que se haya modificado
el apartado relativo a las condiciones generales de contratación, que debería haber sido modificado de forma
similar.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 41
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Lo normal es que este contrato incluya acceso telefónico al centro de soporte de la empresa
que preste el soporte, para resolver las incidencias que se le presenten al cliente en relación
con el uso o funcionamiento del software. A tal fin, se suelen especificar los tiempos de
respuesta pactados entre las partes para la resolución del problema. También suelen incluir
estos contratos los servicios de formación a los operadores del software, en relación con el
manejo del mismo.
50
No obstante lo anterior, como hemos indicado en la nota a pie de página anterior, los Jueces y Tribunales
españoles continúan aplicando el Real Decreto 1906/1999 con posterioridad a la aprobación de la LSSI, aunque
cabe preguntarse si hay una derogación parcial de algunos de los preceptos de dicha norma reglamentaria en la
medida que no sea compatible con las previsiones de la LSSI (en especial por lo que respecto a los requisitos de
integración de las condiciones generales). A tal respecto, es especialmente interesante la sentencia de la
Audiencia Provincial de Madrid (sección 13) de 31 de mayo de 2006, que aplica el Real Decreto 1906/1999 a fin
de justificar el derecho de resolución de la contratación efectuada por Internet en el sitio web de la compañía
aérea Alitalia mediante la compra de determinados billetes de avión con un error en las fechas de los vuelos.
Otra decisión judicial interesante sobre la (no) integración de las condiciones generales de contratación en
Internet se recoge en la sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Barcelona, de 11 de febrero de 2009, que
niega la integración de las condiciones generales de Ryanair en relación con las prácticas de “screen-scraping”
realizadas por eDreams.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 42
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
Una vez que el licenciante he realizado un número significativo de parches, incorpora todos
los parches en el código fuente del programa, mediante una sola compilación, produciendo
una "actualización" del software, que comunicará a todos los licenciatarios con contrato de
soporte que incorpore este derecho; conjuntamente con esas actualizaciones se procederá, en
su caso, a la entrega de los correspondientes manuales.
Quizá uno de los contratos más complejos que existen en la contratación informática es el
denominado "contrato de integración de sistemas", "contrato de sistemas llave en mano" o
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 43
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
"contrato de proyecto", en virtud del cual, una empresa informática se obliga a suministrar e
instalar determinado sistema informático al cliente, de conformidad con las especificaciones
y programa de entregas que se pacte, así como a la prestación de determinados servicios
adicionales.
A ello hay que añadir que en estos contratos el software nunca es un software estándar, sino
que se compone de diversos programas de software, muchos de los cuales han sido objeto de
desarrollo específico para el cliente, otros han sido adaptados especialmente para el mismo y
otros (el sistema operativo y pocos más) son estándar, licenciados por la empresa informática
para posteriormente sublicenciarlos al usuario.
Con frecuencia, la empresa informática debe acudir a otras empresas subcontratistas para
que cooperen en la implantación del sistema, prestando determinados servicios de
consultoría o desarrollo, aunque la empresa informática será quien aparecerá frente al cliente
de que se trate como contratista único o principal (prime contractor).
En estos proyectos, la experiencia demuestra que es mejor, tanto para el cliente como para la
empresa informática, la división del proyecto en dos fases contractualmente independientes.
Esta separación garantiza un mejor control del futuro proyecto por parte del cliente y de la
empresa informática, y permite definir su coste con mayor exactitud, dado que hasta que no
se conoce en detalle las especificaciones que tendrá el sistema, no se podrá determinar con
exactitud un precio de proyecto que resulte equilibrado para las dos partes.
Hay que destacar aquí que este tipo de acuerdos se configura habitualmente como un
contrato de arrendamiento de obra, en el que la empresa informática se compromete a un
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 44
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
resultado (la entrega de un sistema informático conforme con las especificaciones aprobadas
por las partes), por lo que la concreción de las pruebas de aceptación del sistema tienen una
importancia fundamental, y han de estar concretadas en el contrato de la forma más objetiva
posible, al objeto de que se pueda determinar fiablemente si hay cumplimiento o
incumplimiento en la consecución de ese resultado.
En este tipo de contratos, se acuerda que la casa de software deposite en manos de un tercero
los códigos fuente y objeto del programa, así como toda la documentación necesaria para que
el distribuidor o el cliente puedan continuar soportando el software en caso de que la
empresa que lo desarrolló desaparezca o incumpla las obligaciones de soporte
(mantenimiento) que tiene contraídas con el licenciatario o el distribuidor del software.
Al objeto de que el contrato de escrow pueda resultar de utilidad práctica, es necesario que
entre el material depositado esté el programa en código fuente, los listados de software, las
especificaciones funcionales y cualesquiera otros materiales y documentación, en soporte
escrito o magnético, que sea necesaria y suficiente para que un programador independiente
pudiera entender, modificar, corregir, soportar y, en su caso, mejorar el software
correspondiente.
Además será necesario que esos materiales se vayan renovando conforme la casa de software
desarrolle nuevas actualizaciones o versiones del programa, para lo que a su vez se requiere
que el depositario sea una entidad que cuente con los recursos técnicos necesarios para
verificar la autenticidad y suficiencia de los materiales depositados en cada momento.
No obstante lo anterior, la práctica demuestra que este tipo de acuerdos la mayoría de las
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 45
El status negocial de los programas de ordenador: contratos sobre software
veces son poco útiles, bien por la inexistencia de depositarios técnicamente cualificados que
al mismo tiempo pueden ejercer funciones de arbitraje, o porque el software depositado
carece en ocasiones de valor práctico si no se tiene acceso a los ingenieros que escribieron y
comprenden su código, o por otros motivos diversos.
8. CONSIDERACIONES FINALES
A lo largo de las páginas anteriores hemos efectuado un pequeño recorrido por diversas
clases de contratos, que se emplean como instrumentos jurídicos reguladores del tráfico
mercantil del software.
Sin embargo hemos de advertir que la práctica negocial informática es mucho más rica,
existiendo gran variedad de modalidades contractuales que no hemos tratado en este trabajo:
se plantean así, licencias de software recíprocas, acuerdos de evaluación de software con
opción de licencia, etc.
Además, en la práctica, son escasas las ocasiones en que nos encontramos en estado puro uno
de los contratos antes expuestos: lo normal es que en un mismo contrato confluyan varios
tipos negociales y que, por ejemplo, aparezca en el mismo documento contractual la venta de
productos de hardware, la licencia de productos de software y la prestación de servicios de
mantenimiento de hardware y software.
Por ello queremos hacer constar que no ha estado en nuestro ánimo el ofrecer una exposición
exhaustiva de todos y cada uno de los contratos que se manejan en la industria del software.
Nuestra intención al realizar este trabajo era mucho más modesta, y no iba más allá de
facilitar al lector el conocimiento de los contratos que pueden plantearse sobre el software y
de las peculiaridades técnico-jurídicas que surgen de los mismos, con una orientación
eminentemente práctica, huyendo de la formulación de elegantes construcciones jurídicas
inéditas, tratando de facilitar ese conocimiento con ideas y conceptos claros y ofreciendo
consejos prácticos que puedan ayudar al lector a redactar y comprender estos contratos;
esperamos que este objetivo se haya logrado.
___________________________________________________________________________________
Revisión 111110 Página 46