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De acuerdo con la Constitución Nacional (Art. 39) cualquier trabajador-a tiene el derecho a
Asociarse o Agremiarse, de la forma o manera más conveniente a sus intereses, sin
permiso de patronos o de gobiernos, quienes por ley están obligados a respetarlos y
aceptarlos.
Por su carácter y desde sus inicios, el sindicalismo ha desarrollo practicas y conceptos que
lo acerca o lo contrapone a patronos y gobiernos. Acá se destacan las prácticas del
sindicalismo clasista, plasmadas en los siguientes principios:
Tipos de sindicatos.
De acuerdo a la normatividad laboral, los sindicatos se clasifican en tres tipos o grados:
Para el caso de la Central Unitaria de Trabajadores - CUT, agrupa tanto a sindicatos como a
federaciones, y su estructura la constituyen Subdirectivas en cada uno de los
departamentos, regidas por Estatutos únicos.
Toda organización está regida por sus propios estatutos, que son su normatividad y dentro
de ellos se define cómo debe funcionar, se establecen las reglas de juego que deben
cumplir y hacer cumplir sus afiliados-as, y se determina como deben funcionar, o mejor
cómo se organizan para hacer mejor su trabajo. Por eso, los Estatutos son la columna
vertebral de una organización; de su complejidad o flexibilidad depende su carácter, su
accionar y eficacia.
De ahí que, en los Estatutos se determina: quiénes la integran, a quiénes cobija o agrupa,
cómo se afilian, la cuota sindical, la estructura jerárquica, la toma de decisiones, formas
democráticas de participación, deberes y obligaciones, régimen disciplinario, entre otros.
Los sindicatos a nivel mundial están vinculados a las grandes centrales mundiales, pero
algunos son completamente autónomos y eligen sus autoridades por decisión de los
sindicatos nacionales que las integran. Los sindicatos tienden a organizarse
internacionalmente por sector de actividad económica se afilian en sindicatos mundiales.
Pero la integración de dichas organizaciones tiene un tinte o interés político, así como lo
han sido cada uno de los sindicatos y de las centrales en cada país. En la actualidad hay
dos grandes centrales mundiales: la Federación Sindical Mundial-FSM- fundada en 1945 y
la Central Sindical Internacional-CSI-, que resulta de la fusión en Noviembre de 2006 de la
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres-CIOSL- y la Central
Mundial de Trabajadores-CMT-.
Federación Sindical Mundial – FSM. Surge en 1945, con tendencia comunista del bloque
soviético, agrupa a los sindicatos según su sector en Uniones Internacionales de Sindicatos
(UIS) de:
UNI (Servicios)
ICM (Construcción y Madera), recientemente unificada con la Federación de la
Construcción y la Madera de la CMT
FITIM (Metalúrgicos)
IE IE-América Latina (Educación)
UITA (Agricultura, Alimentación)
ITF (Transporte)
ISP (Servicios Públicos)
FITTVC (Textiles e indumentaria)
FIP (Periodistas)
ICEM (Químicos).
Participan:
Perú: Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Central Unitaria de Trabajadores del
Perú (CUT) y la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP);
Venezuela: Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV);
Colombia: Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) y la Confederación de Trabajadores de
Colombia (CTC)
Ecuador: Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (CEOSL), Confederación de
Trabajadores de Ecuador (CTE) y la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias
de Trabajadores (CEDOCUT)
Las nuevas formas de contratación laboral niegan la posibilidad de afiliación, pues los
trabajadores-as dependen de su propio sustento, son sus propios patronos, o el contrato en
sí niega el derecho de asociación por su temporalidad. Los capitalistas cambiaron la forma
de las relaciones laborales, las flexibilizaron, las desregularizaron al tercerizar el contrato,
afectando a las organizaciones sindicales y su papel.
Las nuevas relaciones laborales exigen cambios en las formas de asociación, pues no se
puede continuar limitando la afiliación a trabajadores-as con contrato directo, se hace
necesario organizar a los temporales, a los términos fijo, a los profesionales de servicios, a
los contratistas, pero a la vez es fundamental rechazar las Cooperativas de Trabajo
Asociado-CTA- y los Contratos Sindicales.
Pero los problemas no solo son desde afuera. Un hecho clave hoy, que exige del
sindicalismo una posición de clase, tiene que ver con las intensiones del actual gobierno de
cooptar a los dirigentes sindicales para comprometerlos en su política de ‘acuerdo nacional’,
en el cual han caído algunos, llevados más por sus apetitos personales que por representar
los intereses de la clase trabajadora.
De los retos fundamentales que hoy tiene el sindicalismo es el de perfilarse como opción
organizativa de los trabajadores-as, pero para ello requiere ganar una identidad de clase
que lo proyecte en lo social y lo político ante la sociedad en general, generando propuestas
alternativas no solo en lo laboral, sino en lo social, en lo económico y en lo político,
integrando en su plataforma de lucha a la comunidad afectada por las políticas de los
capitalistas, patronos y gobierno.
Sindicato de Industria
Por ello, la tarea a desarrollar dentro de las organizaciones sindicales es el adecuar los
Estatutos a las nuevas necesidades y potenciarlos para que estén al servicio de la clase
trabajadora, sus afiliados-as y garanticen la mayor participación democrática. La mayor
garantía para ser una organización de clase es la aplicación correcta de sus Métodos y
Estilos de Trabajo.