TRABAJO PRESENTADO POR:

DANIEL FELIPE RODRÍGUEZ CÓRDOBA

REFLEXIÓN ACERCA DE LOS TERMINOS:

ESCUELA, SUJETO Y POLÍTICA.

Gracias a un milagroso azar del Bing Bang, desde que la humanidad emergió como virus en medio
de la nada y se asentó en una mota de polvo azul colmada de puntos verdes, uno de sus mayores
objetivos, ha sido vivir en paz, en comunidad, pero sobre todo: en armonía y unión absoluta. O lo
que el poeta Oliverio Girondo llamaría: ‘’comunión plenaria’’. No obstante, el origen y la historia
del ser humano, nos han labrado un sendero más real y cruento, abarrotado de guerras y
exterminios, de creación y destrucción incesante, de auges y caídas, de soberbias de imperios, nos
han narrado el suplicio del pueblo, nos han dado a beber la sangre del olvido y han colgado
nuestras almas en el vaivén de un ‘Eterno Retorno’.

Así las cosas, y sin duda alguna, la tríada ‘’Escuela, Sujeto y Política’’ es sumamente fundamental
para la estructuración de una sociedad justa, equitativa y armoniosa. Para empezar, la ‘Política’,
partiendo desde Aristóteles, es la coordinación de acciones para velar por el espacio en el que se
desarrolla una sociedad, a través de instituciones y constituciones; ya que el instinto nato del ser
humano es buscar aliados para sobrevivir y perpetuar su existencia como si se tratara de una
cucaracha epidémica; así que: ¿Por qué no hacerlo a través de la política?

Desde Platón, un poco más idealista, la Política se entiende como la búsqueda de la definición de
“Justicia”, algo que a duras penas se conoce en Colombia y que desde luego, para poder obtenerla,
habría que acabar simplemente con generaciones enteras de familias mafiosas y desterrar a media
nación. Pero bueno, aquello hace parte de otro tema. Quizás el Marxismo nos ayuda a entender
un poco más al Capitalismo y a la clase obrera, mientras que Foucault, desde la crítica
sociopolítica, nos revela el fluir de un nuevo engranaje social que no se concentra únicamente en
el Estado y la división de clases antagónicas, sino también en los ‘Sujetos’.

De ahí a que Sujeto y Política sean conceptos inherentes, pero aún más esencial, se antojaría el de
‘Escuela’, dado que es la fábrica de obreros obedientes o genios transformadores. ¿Qué tanto
importa el concepto de ‘Escuela’ en Colombia? Nada. Pero en nuestra clase es primordial, y no
podemos olvidar a autores magistrales como Aracely de Tezanos, quién nos ha venido advirtiendo
de como la educación es un campo invadido por todas las disciplinas, menos, por la pedagogía. Y
aquello es risible, pero también un poco triste.

En todo caso, para concluir esta breve reflexión, valdría decir que Escuela, Sujeto y Política, son
conceptos que se interrelacionan de maneras muy profundas y que, no podrían existir,
evidentemente, el uno sin el otro. Así que es casi que nuestra misión empezar a teorizar
arduamente sobre las mejores formas para construir Escuelas, que formen sujeto capaces de
pensar críticamente y exigir el desarrollo de una política transparente. Porqué sin Escuela, el
analfabetismo político sería total. Y no hay nada peor que eso, y la realidad de Colombia es un vivo
ejemplo.