de amor y esperanza para la patria Qué difícil resulta en estos mo- todo lo que defendió tampo- mentos la página en blanco. co podemos olvidar su visión No hay palabras que puedan patriótica y martiana –«esa llenar el sentimiento de vacío, unión dulcísima y consoladora de tristeza, de conmoción que de amor y esperanza para la pa- produjo la noticia en el sentir tria» –, gracias a la cual realizó de los cubanos que lo quieren y transformaciones indiscutible- lo admiran. mente valiosas para el país. Fueron años de intensa la- En tal sentido, Eduardo To- bor, de rescate del patrimonio, rres-Cuevas, otro de nuestros de devolver a los que nacimos más profundos intelectuales, en la Isla parte de nuestra en cierta ocasión aseveró: «Yo identidad. Nunca imaginamos creo que Leal –repitiendo una cuánto esfuerzo hay detrás de frase también de Martí– fue cada empeño, cuántos años de realmente uno de los hombres sacrificio, de incesante bata- más reales y útiles de nuestra llar. A eso dedicó su vida Eu- época (…). Entender la realidad sebio Leal Spengler. y trabajar para cambiar lo que Su desaparición física nos tiene que ser cambiado de esa duele, nos ha consternado. realidad, y al mismo tiempo la Siempre pensamos que él sería utilidad de la obra, la utilidad un hombre inmortal, un hom- de la virtud. Y eso le exigió a bre que siempre estaría ahí no él –lo cual le era natural–, una solo para preservar La Habana ética profesional y humana que Vieja o todo el patrimonio cu- estuvo en toda su obra. Me sería bano, que él tanto amó. Pero difícil poder hablar fragmenta- una vez más la muerte nos ha damente de la obra de Leal. De jugado una mala pasada. un modo u otro, su obra abar- «Somos partícipes de los có un amplio campo, y yo di- grandes desafíos y de los gran- ría que esa amplitud responde des momentos», expresó en a una utilidad de visión de lo cierta ocasión este gran hom- que había que hacer y de cómo bre. Él no solo fue partícipe: él hacerlo, cómo producir trans- fue testigo, hacedor de ideas, formaciones realmente útiles y de sueños, de realidades, él esa utilidad no pragmática. Es- batalló contra molinos de tamos hablando de una utilidad viento, pero logrando hechos. que se remonta fundamental- Él simplemente fue un Quijo- mente a los valores». te de nuestro tiempo. En la Feria del Libro que se le En 1981, por decisión del dedicó a Leal, el Historiador de Gobierno, la Oficina del His- la Ciudad de La Habana afirmó toriador de la Ciudad de La que ojalá la vida fuera más lar- Habana asumió el gran desa- ga para darle la oportunidad de fío de llevar adelante el primer hacer más y más, porque lo que plan de obras de restauración. había hecho hasta el momento Detrás de ese gran empeño, le parecía poco. Pero a través luego de tantos años de puja, de una anécdota resumió que estuvo Leal. Y continuó du- todo no ha sido en vano. Así rante décadas alimentando un contó: «Hace algunos días, ca- sueño-realidad, devolviendo el minando por una plaza de La esplendor a la capital, nutrien- Habana Vieja, se me acercó un do la espiritualidad de cada ser padre con su pequeño hijo para humano poco a poco, transfor- FOTO: ROBERTO CHILE que este último me saludara. mando nuestra percepción de Le pregunté: ¿Y qué quieres ser una urbe que ya pasa los cinco cuando seas grande? Y el niño siglos de existencia. herederos y continuadores del Leuchsenring, primer historia- Sigamos citando a la Doc- respondió: Yo, historiador. Como él mismo dijo, una legado cultural, social y político dor de la Ciudad de La Habana. tora Ana Cairo, quien con su «Es por eso que Eusebio obra como esta, de proyección de una nación». De él bebió su savia, su amor habitual clarividencia expresó: Leal es una figura que he ani- internacional y reconocimiento Héroe del Trabajo de la Re- a la capital, hasta el punto de «Leal es un ejemplo de las me- mado y que resucita siempre. público, solo podía hacerse en pública de Cuba, un cubano haber expresado: «Sin Emilio jores virtudes, representante de Lo hicieron los historiadores una Revolución como la nues- que ha merecido innumera- Roig no existiría Eusebio Leal». una generación que se formó de precedentes, lo hizo el Doctor tra, con el apoyo de un líder bles premios, condecoraciones Amante de los libros, cris- manera autodidacta, pero cuyo Roig. Me tocó a mí, les toca- como Fidel. Y es que a nuestro y doctorados Honoris Causa, tiano, patriota militante, total origen humilde no propició rá a otros. Vendrán con otros Historiador le tocó vivir una Leal ha sido, gracias a su «ges- hijo de su tiempo, Leal es, como la marginalidad, dos aspectos nombres (…). Lo que hemos época intensa y fecunda que tión de gladiador», el descubri- afirmó en cierta ocasión la Doc- que en la actualidad se quieren sembrado y lo que hemos he- comenzó para él en 1959, cuan- dor y redescubridor, cada día tora Ana Cairo, gran ejemplo mostrar asociados, y que en su cho –concluyó– debemos es- do inició el proceso de cambios y durante años, de su Habana, del humanismo revolucionario caso evidencian que se puede perar con fe que fructifique en revolucionarios, renovador en nuestra Habana. Desde muy en Cuba, pues polemizó, acce- ser pobre y tener educación, ci- las nuevas generaciones». todos los ámbitos de la socie- joven soñaba ya con la restaura- dió a nuevos saberes, socializó vismo y cultura (…). Leal debe Fuente: Equipo de prensa de dad cubana. Esta idea reafirma ción, algo que logró con creces. sus conocimientos, escuchó a seguir siendo un paradigma de Habana Radio, emisora de la su profunda convicción revolu- Tuvo la fortuna de tener como las personas y se conmovió con la sociedad cubana». Oficina del Historiador de la cionaria: «Somos depositarios, maestro y guía a Emilio Roig de sus necesidades espirituales. En todo lo que hizo Leal, en Ciudad de La Habana.