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Expediente 194-98 1

INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL

EXPEDIENTE No. 194-98


CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS RUBEN
HOMERO LOPEZ MIJANGOS, QUIEN LA PRESIDE, JOSE ARTURO SIERRA
GONZALEZ, CONCHITA MAZARIEGOS TOBIAS, LUIS FELIPE SAENZ JUAREZ,
ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE, JOSE ROLANDO QUESADA FERNANDEZ Y
FERNANDO JOSE QUEZADA TORUÑO. Guatemala, veintiuno de octubre de mil
novecientos noventa y ocho.
Se tiene a la vista para dictar sentencia, el planteamiento de inconstitucionalidad
parcial de los artículos 9o. inciso f); 13, inciso c); 14, inciso f) y último párrafo; 22, 24, 26,
27, 29, 30, 31, 32, 35, 131, 161, 167, 168, 184, 193, 195, 199, 217, 228 inciso 10; 233
numerales 2 y 3; 235 y 239 numeral 5o. del Decreto 90-97 del Congreso de la República,
Código de Salud, promovido por la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales,
con el auxilio de los abogados Gabriel Orellana Rojas, Irving Estuardo Aguilar Mendizábal y
Alfonso Rafael Orellana Stormont.
ANTECEDENTES
I. FUNDAMENTOS JURIDICOS DE LA IMPUGNACION
Lo expuesto por el accionante se resume: a) el artículo 9o. inciso f) del Código de Salud
establece que "Los Colegios Profesionales relacionados con la salud en lo que respecta a la
regulación del ejercicio profesional" forman parte del "Sector Salud", lo cual analizado a la
luz de los artículos 4o., 5o., 6o. y 9o. inciso a) del mismo cuerpo legal, es inconstitucional,
pues de esa manera los Colegios Profesionales pierden su independencia, dejan de
funcionar de conformidad con la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria y sus propios
estatutos para convertirse en subordinados del Ministerio de Salud, ello en flagrante
violación al artículo 90 segundo párrafo de la Constitución que establece que "los colegios
profesionales... funcionarán de conformidad con la Ley de Colegiación Profesional
Obligatoria y los estatutos de cada colegio"; b) el artículo 12 del código impugnado
constituye al Consejo Nacional de Salud como "órgano asesor del Sector -salud- adscrito al
Ministerio de Salud", y de conformidad con el artículo 13 inciso c) del mismo cuerpo legal,
dicho consejo tendrá, entre otras, aquellas funciones que le asigne el Ministerio de Salud;
el inciso f) del artículo 14 de la norma impugnada dispone que a la conformación del
Consejo Nacional concurre la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales con
un representante titular y un suplente; y, de acuerdo al último párrafo del artículo en
mención, "el nivel y tipo de representación deberá quedar establecido en el reglamento
para el funcionamiento del Consejo de Salud y actuarán en forma ad honorem", lo cual
viola el segundo párrafo del artículo 90 de la Constitución, pues fija a una entidad de
rango constitucional, como lo son los Colegios Profesionales, por vía de reglamento su
"nivel y tipo de representación" ante un órgano colegiado distinto de rango legal inferior y
somete a la Asamblea de los Presidentes de los Colegios Profesionales a la "rectoría" del
Ministerio de Salud, permitiendo, además, que este último por medio de disposiciones
unilaterales, le dicte "otras funciones" distintas de las que le fija su ley especial, violando
el principio constitucional contenido en el párrafo segundo del artículo 90 de la
Constitución; asimismo, al disponer que los representantes que se llegaren a designar por
parte de la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales para el funcionamiento
del Consejo de Salud "actuarán en forma ad-honorem" viola la disposición contenida en el
artículo 102 inciso b) de la Constitución, que dispone que "todo trabajo será
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equitativamente remunerado, salvo lo que al respecto determine la ley"; y el principio


constitucional que dice que "el trabajo es un derecho de la persona" y que ésta tiene
derecho a "condiciones económicas satisfactorias" contenidos en los artículos 101 y 102
inciso a) de la Constitución; c) el artículo 22 del Código de Salud dispone que "los fondos
provenientes de la prestación de servicios de cualquier tipo por parte de las instituciones
del servicio público de salud -entre las cuales se incluye a los Colegios Profesionales, como
se desprende del artículo 9o. inciso f) del mismo cuerpo legal- así como los legados y
donaciones que se les hagan se constituirán como fondos privativos que serán destinados
a financiar los servicios que brindan, norma al tenor de la cual quedarían sin ningún efecto
las disposiciones que establecen los impuestos correspondientes al Timbre Farmacéutico
Químico, Timbre Médico, Timbre Veterinario y Zootecnia, Timbre Odontológico y Timbre
Químico Biológico (Decretos 1751, 3-73, 95-74, 58-78 del Congreso de la República y
Decreto Ley 131-85); el artículo 24 del código impugnado en su parte conducente dice
que "las instituciones públicas del sector -salud- pueden, mediante convenios u otros
instrumentos legales, celebrar acuerdos de prestación de servicios entre sí y con entidades
privadas. Estos actos se ejecutarán bajo las condiciones y requisitos que se establezcan
por la vía reglamentaria". Ambos artículos constituyen una injerencia inconstitucional en lo
atinente al régimen constitucional y legal propio de su funcionamiento ya que violan la
norma contenida en el artículo 90 segundo párrafo de la Constitución que establece que
"los colegios profesionales... funcionarán de conformidad con la Ley de Colegiación
Profesional Obligatoria y los estatutos de cada colegio..." en armonía con el artículo 2o. de
la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria que dice en su parte conducente: "los
Colegios Profesionales son asociaciones gremiales no lucrativas, esencialmente apolíticas,
con personalidad jurídica y patrimonio propio, y funcionarán de conformidad con las
normas de esta Ley, sus propios estatutos y reglamentos..."; d) el artículo 26 del Código
de Salud responsabiliza al Ministerio de Salud de formular "las políticas del Sector -salud-
en aspectos de recursos humanos, debiendo implementar en la institución las políticas que
le correspondan"; el 27 dispone que "el Ministerio de Salud participará de manera
conjunta con las universidades... en la formulación de planes y programas para la
capacitación y gestión de recursos humanos en salud sobre la base de los modelos de
atención que se establezcan"; el 29 agrega que "las Universidades... tienen la
responsabilidad de formar a los profesionales y el personal técnico y auxiliares de salud y
ciencias conexas, de acuerdo a las normas y requerimientos académicos establecidos para
cada nivel educativo en el sistema"; el 30 responsabiliza al Ministerio de Salud
"conjuntamente con el resto de instituciones del Sector -entre las que se incluyen a la
Universidad de San Carlos de Guatemala, las universidades privadas y a los Colegios
Profesionales- de orientar y asegurar la actualización del personal en aspectos vinculados
a la prestación de servicios, a través de modalidades diversas de educación del adulto -
entre las que incluye la educación universitaria- relacionadas al mejoramiento del
desempeño y al desarrollo de las instituciones y los recursos humanos de salud"; el 35,
referente a políticas de investigación, dispone que "las instituciones que conforman el
sector, en coordinación con otras instituciones que el Estado haya creado para tales fines,
formularán políticas nacionales de investigación de salud"; dichas disposiciones violan los
preceptos constitucionales que regulan la autonomía de la Universidad de San Carlos de
Guatemala, la independencia de las universidades privadas y el régimen jurídico especial
de los Colegios Profesionales, plasmados en los artículos 82, 85 y 90 de la Constitución; e)
el artículo 131 del Código de Salud en su última oración dice "los requisitos para el registro
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sanitario de referencia estarán basados en los criterios de riesgo, establecidos en el


reglamento respectivo" lo cual es inconstitucional, ya que sujeta el ejercicio del derecho de
petición al cumplimiento de requisitos que no han sido establecidos en ley sino -como se
establece en el artículo 239 de la Constitución- en disposiciones jerárquicamente inferiores
a ella, violando las normas contenidas en el párrafo primero del artículo 28 constitucional
que establece que "los habitantes de la República... tienen derecho a dirigir... peticiones a
la autoridad, la que está obligada a tramitarlas y deberá resolverlas conforme a la ley",
principio constitucional contenido también en la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad que establece en su artículo 10o. literal e) que uno de los casos de
procedencia del amparo lo constituye "cuando en actuaciones administrativas se exijan al
afectado el cumplimiento de requisitos... ilegales", es decir, que no estén fundados en ley;
f) el artículo 161 de la norma impugnada dispone que "el Estado a través del Sector
Salud, incorporará, regulará y fortalecerá los sistemas alternativos, como la homeopatía, la
medicina natural, la medicina tradicional, medidas terapéuticas y otras para la atención de
la salud, estableciendo mecanismos para su autorización, evaluación y control"
refiriéndose a sistemas alternativos de medicina, sin establecer quiénes son las personas
que lo aplicarán e indicando que esos sistemas serán autorizados, evaluados y controlados
por el Estado a través del Sector Salud, o sea, el Ministerio de Salud y en última instancia
una entidad ajena y distinta a los Colegios de Profesionales de Médicos y Cirujanos, de
Farmacéuticos y Químicos y Estomatológicos, lo cual viola el artículo 90 de la Constitución
que preceptúa que la colegiación profesional obligatoria tiene -entre otras finalidades- el
control del ejercicio de las profesiones universitarias, sin perjuicio de la "superación moral,
científica, técnica y material... Los Colegios Profesionales... funcionarán de conformidad
con la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria y los estatutos de cada colegio...", y el
artículo 81 de la Constitución, que establece que "los derechos adquiridos por el ejercicio
de las profesiones acreditadas por dichos títulos, deben ser respetados y no podrán
emitirse disposiciones de cualquier clase que los limiten o restrinjan", ya que en el caso
concreto los Colegios Profesionales tienen un derecho adquirido por delegación
constitucional para controlar el ejercicio de las profesiones Médica, Farmacéutica,
Estomatológica y/o Estomatología; g) el artículo 167 del Código de Salud en su parte
conducente dispone que el registro sanitario de productos "deberá realizarse bajo la
responsabilidad de un profesional universitario del ramo, de conformidad con lo que
establezca el reglamento correspondiente"; en consecuencia de lo anterior, el artículo 168
del mismo cuerpo legal señala que mediante su inscripción o registro, la institución
designada por el Ministerio de Salud como responsable de estos menesteres dejará
"constancia de la empresa y del profesional responsable"; según el artículo 184 del código
impugnado, "los establecimientos farmacéuticos estarán bajo la dirección técnica de un
profesional universitario del ramo, quedando las excepciones contempladas en el
reglamento respectivo; dicho profesional deberá asegurar los mecanismos de supervisión
de los establecimientos a su cargo, y responderá conjuntamente con el dueño,
representante o fabricante, de la identidad, pureza y buen estado de los productos que se
fabriquen, preparen, importen, exporten, analicen, almacenen, distribuyen o dispensen
según corresponda a la naturaleza del establecimiento"; finalmente, el artículo 228 inciso
10o. de ese código estipula como uno de los "casos especiales de infracciones contra la
recuperación y rehabilitación de la salud" que "el profesional universitario del ramo... la
supervisión de un establecimiento farmacéutico mientras esté abierto al público o realice
sus operaciones"; dichas disposiciones comparten como denominador común el uso del
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concepto indeterminado de "profesional universitario del ramo", "profesional responsable"


y "profesional", lo cual, interpretado a la luz del contexto del Código de Salud, pone de
manifiesto la intención del legislador en privar a los profesionales químicos farmacéuticos
del campo de acción que por ley les corresponde para abrirlo indiscriminadamente a favor
de los profesionales del sector salud, violando varias normas constitucionales, como la
disposición que protege derechos adquiridos por el ejercicio de títulos reconocidos por el
Estado, contenida en el artículo 81 de la Constitución; y el principio que indica que "son
nulas ipso jure las disposiciones jerárquicamente inferiores a la ley, que contradigan o
tergiversen las normas legales", que se desprende de los artículos 152, 183 inciso e) y 239
de la Constitución; además, la reglamentación a que se refieren los artículos 167, 168 y
184 del Código de Salud resultarían contradictorias con la Ley de Colegiación Profesional
Obligatoria y la Ley de Creación del Timbre Farmacéutico Químico, cuyo artículo 3o.
modificado por el Decreto Ley 23-86 acota el campo de acción reservado a los
profesionales universitarios del Colegio de Farmacéuticos y Químicos de Guatemala; así
mismo, las disposiciones relacionadas violan el artículo 90 constitucional; h) el artículo 193
del código impugnado dice: "solo podrán ejercer las profesiones relacionadas con la salud
quienes posean el título correspondiente o la incorporación respectiva de la Universidad de
San Carlos de Guatemala, y sean colegiados activos para el caso de las profesiones
universitarias. El Ministerio de Salud llevará un registro de dichos profesionales"; sin
embargo, tratándose de los profesionales universitarios ese registro es inconstitucional,
por violar el artículo 90 de la Constitución que, en armonía con los artículos 1o., 2o., 4o.,
5o. y 38 de la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, establece que esa es una función
encomendada exclusivamente a los Colegios Profesionales; i) el artículo 195 del decreto
impugnado dispone que el Ministerio de Salud regulará expresamente, entre otras
profesiones y oficios, "el desempeño de... acupunturistas... naturistas, homeópatas y otros
que efectúen actividades de atención directa a las personas" lo que es inconstitucional, ya
que la acupuntura, la medicina naturista y la medicina homeopática son formas de ejercer
la medicina y, como tales, el ámbito de su ejercicio corresponde al Colegio de Médicos y
Cirujanos, en consonancia con el marco jurídico que para el caso determina el artículo 90
de la Constitución en armonía con la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria y con los
artículos 1o. y 4o. de los Estatutos de dicho colegio; j) el artículo 199 de la norma
impugnada al disponer que "la dirección de todo laboratorio de salud deberá estar a cargo
de un profesional especialista en la materia, colegiado activo, según lo establecido en el
reglamento respectivo", es inconstitucional ya que por la vía del reglamento se perjudica
la condición jurídica de ciertas profesiones universitarias relacionadas con la salud violando
el artículo 90 de la Constitución que establece que "los colegios profesionales...
funcionarán de conformidad con la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria y los
estatutos de cada colegio..." y la normativa contenida en el Decreto Ley 130-95, "Ley para
el ejercicio de la Profesión Químico Biólogo"; k) el artículo 217 del Código de Salud
preceptúa que "si existiere conflicto de leyes en materia de infracciones y sanciones contra
la salud, prevalecerán las normas de este Código sobre las de cualquier otra índole"; de
aceptarse como válida la anterior disposición la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria
y los Estatutos de los respectivos Colegios Profesionales ceden ante el Código de Salud;
además, debido a que éste hace innumerables remisiones a disposiciones reglamentarias,
los Colegios Profesionales, no obstante tratarse de entidades de origen constitucional y
hallarse regulados por una ley específica, resultarán gobernados indirectamente por medio
de reglamentos, violándose los artículos constitucionales 85, en lo que respecta a los
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derechos adquiridos por parte de los Colegios Profesionales; 90, en lo que se refiere al
marco jurídico de dichos colegios; 183 inciso e) y 239, en lo referente a que la potestad
reglamentaria no puede contravenir las disposiciones legales de rango jerárquico superior;
k) el artículo 233 numerales 2o. y 3o. del código impugnado establece: "Será sancionado
con la prohibición de ejercer alguna actividad, profesión u oficio, durante el plazo de uno a
seis meses, quien cometa alguna de las infracciones siguientes... 2o. Laborar en centros
hospitalarios sin acreditar periódicamente su actualización profesional o técnica, que
garantice la idoneidad de sus servicios. 3o. Contratar o permitir que labore en centros
hospitalarios, personal que no acredite su actualización profesional o técnica en la
especialidad de que se trate"; el 235 del mismo código dice: "la aplicación de sanciones
establecidas en el presente código, sus reglamentos, demás leyes de salud, normas y
disposiciones aplicables, corresponde al Ministerio de Salud, de conformidad con la
competencia asignada en el reglamento respectivo a los órganos que lo integran, salvo los
casos que constituyan delito. En el trámite administrativo que se siga para determinar la
comisión de una infracción sanitaria, la autoridad competente debe observar los principios
de oficiosidad, celeridad, imparcialidad y especialidad de las actuaciones"; el artículo 239
numeral 5o. del código en mención establece: "Al estar firme la resolución sancionatoria,
se procederá de la forma siguiente... 5o. Si la sanción consiste en la prohibición de ejercer
temporalmente alguna actividad, profesión u oficio, se oficiará a la entidad que ha
otorgado la habilitación para que controle su cumplimiento"; dichas disposiciones violan la
garantía de libertad de acción reconocida por el artículo 5o; el derecho de defensa y el
principio del debido proceso plasmado en el artículo 12; el régimen jurídico institucional de
los Colegios Profesionales establecido en su artículo 90; la competencia legislativa del
Congreso, consagrada en su artículo 171, inciso a); el principio de supremacía
constitucional, establecido en el artículo 175 y el derecho al juez natural, reconocido en el
párrafo primero del artículo 203 y en el 204, todos de la Constitución. Solicita se declare
con lugar la inconstitucionalidad planteada.
II. TRAMITE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD
No se decretó la suspensión provisional de los artículos impugnados. Se dio audiencia por
quince días al Congreso de la República y al Ministerio Público.
III. RESUMEN DE LAS ALEGACIONES DE LAS PARTES
A) El Congreso de la República alegó: a) las normas contenidas en los artículos 13
inciso c) y 14 inciso f) y último párrafo no contravienen lo dispuesto en el artículo 90 de la
Constitución, ya que el mismo artículo 2o. inciso f) de la Ley de Colegiación Profesional
Obligatoria establece que "son fines principales de los colegios profesionales... f) auxiliar a
la administración pública en el cumplimiento de las disposiciones legales que se relacionen
con las respectivas profesiones universitarias, resolver consultas y rendir los informes que
soliciten entidades o funcionarios oficiales en materia de su competencia..." y el inciso i)
"participar en el estudio y solución de problemas nacionales y propiciar el mejoramiento
integral de los guatemaltecos"; asimismo, no se encuentra contradicción alguna con el
artículo 102 inciso b) de la Constitución, ya que si bien todo trabajador debe ser
equitativamente remunerado, ese mismo artículo establece la limitación: "salvo lo que al
respecto determine la ley"; b) respecto a los artículos 22 y 24 del código impugnado, no
se evidencia contradicción con el artículo 90 de la Constitución, ya que ésta define a los
Colegios Profesionales como asociaciones gremiales con personalidad jurídica y en su
artículo 135 estipula que "son deberes y derechos cívicos de los guatemaltecos además de
los consignados en otras normas de la Constitución y leyes de la República... d) contribuir
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a los gastos públicos en la forma prescrita por la ley" norma que por su jerarquía
constitucional prevalece sobre cualquier otra; c) los artículos 26, 27, 29, 30, 31, 32 y 35
del Código de Salud no son inconstitucionales, puesto que no contradicen los artículos 82,
85 y 90 de la Constitución, y ello porque el concepto "autonomía" ha sido interpretado
erróneamente, pues, cuando se habla de ella y de la independencia de los Colegios
Profesionales, el artículo 134 inciso a) de la Constitución establece que "el municipio y las
entidades autónomas y descentralizadas actúan por delegación del Estado, y estas tienen
como obligación mínima... a) Coordinar su política con la política general del Estado y, en
su caso, con la especial del ramo a que corresponda; d) el artículo 131 del Código
impugnado no está en contradicción con el precepto constitucional contenido en el artículo
28 de la Constitución, ya que la misma legislación permite a algunos entes la elaboración
de su propia normativa, en una simple delegación de funciones, tal como se desprende del
artículo 2 de la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria que estipula que los Colegios
Profesionales "...funcionarán de conformidad con las normas de esta ley, sus propios
estatutos y reglamentos" y el artículo 11 numeral b) del mismo cuerpo legal dice: "aprobar
los reglamentos del colegio"; e) en lo que se refiere al artículo 161 de la norma
impugnada, no es inconstitucional, ya que las autoridades que menciona la interponente
no están reguladas por la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, razón por la cual el
Ministerio de Salud debe controlarlas, en cumplimiento de lo preceptuado en el artículo 94
constitucional que dice que "el Estado velará por la salud y la asistencia social de todos los
habitantes. Desarrollará a través de sus instituciones, acciones de prevención, promoción,
recuperación, rehabilitación, coordinación y las complementarias pertinentes a fin de
procurarles el más completo bienestar físico, mental y social"; f) los artículos 167, 168,
184 y 228 inciso 10 del Código de Salud no contradicen lo preceptuado en el artículo 90
de la Constitución, puesto que al hablar del "profesional del ramo" se hace referencia al
profesional universitario que corresponda conocer de la materia que se trate, haciendo
congruente la legislación con la necesidad de incrementar y respetar las especialidades; g)
en cuanto al artículo 193 del código impugnado, no se incurre en violación al artículo 90
de la Constitución, ya que lo único que aquel artículo establece es que el Ministerio de
Salud, como cualquier otro ministerio, podrá llevar un banco de datos de los profesionales
existentes con el objeto de ofrecerles actualización especializada o trabajo si fuere el caso;
h) respecto al artículo 195 de la norma impugnada tampoco se evidencia violación al
artículo 90 constitucional, porque los acupunturistas, la medicina natural, etcétera, no
están contemplados en la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, razón por la cual el
Ministerio de Salud regula dichas prácticas con el objeto de mantenerlos actualizados en
su conocimiento de manera que presten un mejor servicio a la población; además,
respecto al Decreto 130-85 citado por el actor, cabe mencionar que el mismo se encuentra
derogado; i) en cuanto al artículo 217 del Código de Salud, no se pretende reglamentar
las profesiones universitarias, sino las acciones en las cuales ellas se ven involucradas
como parte de la nueva estructura de la salud pública, por lo cual con dicha norma no se
contravienen los artículos 85, 90 y 239 de la Constitución; j) finalmente, respecto a los
artículos 233, numerales 2 y 3, 235 y 239 numeral 5o. del código impugnado, no
contravienen los artículos 5o., 12, 90, 171 inciso a), 175, 203 y 204 de la Constitución,
pues es un deber del Estado velar por el goce de la salud y para ello desarrolla, a través
de sus instituciones, acciones de prevención como la de prohibir el ejercicio temporal de
actividades u oficios que atenten contra la salud. Solicita se declare sin lugar la
inconstitucionalidad planteada. B) El Ministerio Público manifestó: a) el artículo 9o.,
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inciso f) del Código de Salud le da injerencia al Ministerio de Salud sobre los Colegios
Profesionales, violando el artículo 90 segundo párrafo de la Constitución que establece que
dichos colegios funcionarán conforme a su propia ley; asimismo, el artículo 13 inciso c) y
el artículo 14 inciso f) y último párrafo, violan dicha norma constitucional, ya que obligan a
los colegios profesionales a realizar otras funciones que le asignará el Ministerio de Salud,
obviando que dichos colegios cuentan con su propio régimen legal, concretamente, lo
regulado por la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria; b) los artículos 22 y 24 del
código impugnado al disponer que los fondos que provengan de los servicios a prestarse
por quienes conforman el sector salud formarán fondos privativos para financiar los
servicios que brinden, atentan contra el artículo 90 de la Constitución y contradicen la Ley
de Colegiación Profesional Obligatoria, pues otorgan injerencia al Ministerio de Salud en
cuestiones financieras que por su naturaleza y esencia corresponden decidir únicamente a
los Colegios Profesionales; c) el artículo 161 del Decreto impugnado al regular lo relativo a
los sistemas alternativos que se incorporarán al sector salud, vulneran los artículos 81 y 90
de la Constitución, pues se disminuyen los derechos adquiridos de los profesionales y se
atenta contra la disposición que establece que los Colegios Profesionales se regirán por
leyes y estatutos propios; d) los artículos 167, 168, 184 y 228 inciso 10 de la norma
impugnada, al responsabilizar a los profesionales universitarios del ramo de salud en
cuanto al registro sanitario de productos como lo establezca un reglamento; disponer que
la inscripción de la institución designada por el Ministerio de Salud, como responsable del
registro de productos, dejará constancia de la empresa y profesional responsable sobre
ello; establecer excepciones en cuanto a que los establecimientos farmacéuticos estarán
bajo la dirección técnica de un profesional universitario, obligando al profesional a
responder, conjuntamente con el dueño, representante o fabricante, de la identidad,
pureza y buen estado de los productos fabricados, entran en franca contraposición con el
artículo 81 de la Constitución que establece que "los títulos y diplomas cuya expedición
corresponda al Estado, tienen plena validez legal. Los derechos adquiridos por el ejercicio
de las profesiones acreditadas por dichos títulos, deben ser respetados y no podrán
emitirse disposiciones de cualquier clase que los limiten o restrinjan" ya que mediante
disposiciones reglamentarias, y por ello jerárquicamente inferiores a la ley, se vulneran
derechos adquiridos por los profesionales universitarios y garantizados
constitucionalmente en el artículo antes señalado, violando los artículos 152, 183 inciso e)
y 239 de la Constitución, que norman el ejercicio limitado del poder público; e) los
artículos 193, 195 y 199 de la norma impugnada violan el artículo 90 constitucional, por
cuanto que los primeros dos establecen una limitación al ejercicio profesional en el campo
de salubridad y el último neutraliza la actividad y autonomía funcional de los Colegios
Profesionales; f) el artículo 217 del código impugnado conculca, tergiversa y disminuye los
derechos adquiridos por los profesionales, el marco legal y jurídico de los colegios
profesionales y contraviene el mandato constitucional de que las disposiciones
reglamentarias de menor rango no pueden oponerse a las de rango jerárquico superior,
como lo son la Constitución y la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, principios
consagrados en los artículos 85, 90, 183 inciso e) y 239 de la Constitución; g) los artículos
233 numerales 2o. y 3o.; 235 y 239 numeral 5o. del Código impugnado son
inconstitucionales por contener prohibiciones temporales para el ejercicio de una actividad
profesional y regular la aplicación de sanciones violan los artículos constitucionales
relativos al debido proceso, derecho de defensa, derecho individual de presunción de
inocencia, la normativa legal que rige a los Colegios Profesionales, la función jurisdiccional
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que con exclusividad corresponde a los tribunales legalmente establecidos y la obligatoria


observancia para los tribunales de justicia en cuanto de aplicar el principio de prevalencia
constitucional sobre cualquier ley inferior, consagrado en los artículos 12, 14, 90 primer
párrafo, 203 primer párrafo y 204 de la Constitución, por lo que cualquier autoridad
administrativa distinta a los Colegios carece de facultades para inhabilitar a sus
agremiados; h) en relación a los artículos 26, 27, 29, 30, 31, 32 y 35 del Código de Salud,
no se evidencia inconstitucionalidad alguna, ya que una de las funciones obligatorias del
Estado es velar por la salud y asistencia social de los habitantes, la cual materializa a
través del Ministerio de Salud, conforme sus propias atribuciones y lo dispuesto en los
artículos del 93 al 100 de la Constitución; asimismo, el artículo 131 del Código impugnado
no adolece de inconstitucionalidad, porque al estipular que los requisitos para el registro
sanitario se calificarán conforme al reglamento respectivo, no viola el artículo 28 de la
Constitución. Solicita se declare con lugar parcialmente la inconstitucionalidad planteada
en cuanto a los artículos 9o. inciso f); 13 inciso c); 14 inciso f) y último párrafo; 161, 167,
168, 184, 193, 195, 199, 217, 228, 233 numerales 2o. y 3o., 235 y 239 numeral 5o; y sin
lugar la inconstitucionalidad parcial de los artículos 26, 27, 29, 30, 31, 32, 35 y 131, del
Código de Salud.
IV. ALEGATOS EN EL DIA DE LA VISTA
A) El accionante manifestó: a) con respecto a los artículos 26, 27, 29, 30, 31, 32 y 35
del Código de Salud, el Ministerio Público considera que el planteamiento de
inconstitucionalidad es improcedente porque, a su juicio, "...una de las funciones
obligatorias del Estado es velar por la salud y asistencia social de los habitantes, la cual
materializa a través del Ministerio de Salud conforme sus propias atribuciones y lo
dispuesto en los artículos 93 al 100 de la Constitución...; sin embargo, si bien el Estado
debe velar por la salud y la asistencia social de todos los habitantes, tal como lo preceptúa
el artículo 94 de la Constitución, el concepto de Estado no es sinónimo de Organismo
Ejecutivo, como lo insinúa el Ministerio Público, lo cual se demuestra claramente en los
artículos constitucionales 94, que alude a sus instituciones; 95, que se refiere a que todas
las personas e instituciones tienen la obligación de velar por la conservación y
restablecimiento de la salud; 97, que se refiere a las obligaciones del Estado, las
municipalidades y los habitantes del territorio nacional en materia de salud; el 98, que
dispone que las comunidades tienen el derecho y el deber de participar activamente en la
planificación, ejecución y evaluación de los programas de salud y el 99, que dispone que
las "instituciones especializadas del Estado deberán coordinar sus acciones entre sí o con
organismos internacionales dedicados a la salud..."; asimismo, el Ministerio Público
manifestó que las universidades, por disponerlo la Constitución, deben prestar su concurso
en la solución de los problemas nacionales, desde luego sin que se vulnere su propio
régimen jurídico regulado por el artículo 90 de la Constitución, con lo que confunde el
régimen jurídico propio de las Universidades, rige los Colegios Profesionales y omite
considerar que aquellas y los Colegios Profesionales son distintos; b) respecto al artículo
131, el Ministerio Público alegó que no adolece de inconstitucionalidad porque estima que
mediante la emisión de un futuro reglamento el vicio de inconstitucionalidad que afecta
una ley puede ser subsanado; sin embargo, omitió considerar que dicho artículo establece
en su última oración que los requisitos para el registro sanitario de referencia estarán
basados en los criterios de riesgo, establecidos en el reglamento respectivo, lo que resulta
inconstitucional al violar el artículo 28 de la Constitución que reconoce que el derecho de
petición únicamente queda sujeto a lo que expresamente disponga la ley, no a lo que
Expediente 194-98 9

establezca un reglamento, una ordenanza o cualquier otra disposición jerárquicamente


inferior a ella; c) con respecto a los artículos 22 y 24 de la norma impugnada, el Congreso
de la República pretende justificar la constitucionalidad de tales normas invocando el
artículo 135 inciso d) de la Constitución, pero olvida que la normativa constitucional se
aplica exclusivamente a los ciudadanos y no a las instituciones, concepto dentro del cual
se incluyen a los Colegios Profesionales; d) asimismo, el Congreso justifica la
constitucionalidad de los artículos 26, 27, 29, 30, 31, 32 y 35 del Código de Salud, con
base al artículo 134, inciso a) de la Constitución; sin embargo, según la concordancia que
existe entre el artículo precitado y el 94 de la Constitución, entre las instituciones del
Estado debe existir coordinación, no "subordinación", evitándose así doblegar a los
Colegios Profesionales ante el Ministerio de Salud; e) en cuanto al artículo 131 de la ley
impugnada, el Congreso de la República interpreta antojadizamente el artículo 90 de la
Constitución, al afirmar que autoridades distintas de su Asamblea General pueden dictar
reglamentos que afecten el funcionamiento de los Colegios Profesionales; no obstante, de
la simple lectura de dicho artículo se desprende que los requisitos para registrar un
producto sanitario serán fijados por una disposición reglamentaria, de jerarquía inferior a
la ley; f) con respecto al artículo 161 del Código de Salud, el Congreso omite analizar que
tal precepto se refiere a "sistemas alternativos, como la homeopatía, la medicina natural,
la medicina tradicional, medidas terapéuticas y otras para la atención de la salud..." cuyo
ejercicio incontrolado por los Colegios Profesionales conduce necesariamente a la práctica
empírica de la medicina; g) respecto a los artículos 167, 168, 184 y 228 inciso 10 del
Código de Salud, el Congreso defiende la constitucionalidad de los mismos argumentando
que en todos ellos "no se da un concepto indeterminado"; sin embargo, la existencia de
dicho concepto se desprende de las frases "profesional universitario del ramo",
"profesional responsable" y "profesional", para designar un mismo sujeto de la relación
jurídica; en cuanto al artículo 193 ibid, el Congreso de la República omitió considerar que
dicha función la tienen asignada los Colegios Profesionales, tal y como se desprende del
artículo 38 de la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, que dice que "Anualmente los
Colegios Profesionales deben publicar en el Diario Oficial las listas de altas y bajas de sus
colegiados. Publicarán también directorios de sus agremiados, en la forma que resulte más
conveniente a sus intereses", razón por la cual no existe motivo para duplicar dicha
función; además del riesgo que conlleva el abuso político que se puede hacer en perjuicio
de los profesionales universitarios con el registro a cargo de un Ministerio de Estado; h)
en cuanto al artículo 195 del Código de Salud, la acupuntura, la medicina naturista y la
medicina homeopática son formas de ejercer la medicina, y, como tales la regulación de
su ejercicio corresponde al Colegio de Médicos y Cirujanos en consonancia con el marco
jurídico que para el caso determinan el artículo 90 de la Constitución, en armonía con la
Ley de Colegiación Profesional Obligatoria; i) asimismo, el Congreso manifiesta que con el
artículo 217 del Código impugnado lo que se pretende no es reglamentar las profesiones,
sino las acciones en las cuales éstas se vean involucradas como parte de la nueva
estructura de la Salud Pública; de aceptarse como válido dicho argumento, la Ley de
Colegiación Profesional Obligatoria y los estatutos de los respectivos colegios profesionales
cederían ante el Código de Salud, resultando indirectamente gobernados por los
reglamentos dictados por una autoridad distinta a su asamblea general, violando los
artículos constitucionales 85, en lo que respecta a los derechos adquiridos; 90, en lo que
se refiere al marco jurídico de los Colegios Profesionales; 183 inciso e) y 239, en lo
relativo a que la potestad reglamentaria no puede contravenir las disposiciones legales de
Expediente 194-98 10

rango jerárquico superior; j) con relación a los artículos 233, numerales 2o. Y 3o.; 235 y
239 numeral 5o., del Código de Salud, el Congreso de la República consideró situaciones
distintas a las contempladas en dichos artículos, los cuales son inconstitucionales por las
razones expuestas al inicio de la presente acción. Solicitó se declare con lugar la
inconstitucionalidad planteada. B) El Ministerio Público reiteró los argumentos vertidos
en la audiencia que le fuera conferida y solicitó se declare con lugar parcialmente la
inconstitucionalidad planteada en cuanto a los artículos 9o. inciso f); 13 inciso c); 14 inciso
f) y último párrafo; 161, 167, 168, 184, 193, 195, 199, 217, 228, 233 numerales 2o. y 3o.,
235 y 239 numeral 5o; y sin lugar la inconstitucionalidad parcial de los artículos 26, 27,
29, 30, 31, 32, 35 y 131, todos del Código de Salud.
CONSIDERANDO
-I-
La Corte de Constitucionalidad ejerce las funciones específicas que la Constitución
Política de la República le asigna, estando contemplada en éstas, según lo establecido en
el artículo 272 inciso a) de ese cuerpo de normas fundamentales, la de conocer en única
instancia de las impugnaciones que se interpongan contra leyes o disposiciones de
carácter general, objetadas parcial o totalmente de inconstitucionalidad.
-II-
Por medio de la presente acción se impugna de inconstitucionalidad los artículos 9,
inciso f); 13, inciso c), 14 inciso f) y último párrafo; 22, 24, 26, 27, 29, 30, 31, 32, 35,
131, 161, 167, 168, 184 y 228, inciso 10; 193, 195, 199, 217, 233, numerales 2 y 3; 235 y
239, numeral 5 del Código de Salud (Decreto 90-97 del Congreso de la República). Por
cuestión de método se harán las consideraciones a cada artículo o grupo de artículos
impugnados, tal como fueron planteados por el interponente.
A) Se objeta el inciso f) del artículo 9 que dispone: "Los Colegios Profesionales
relacionados con la salud en lo que respecta a la regulación del ejercicio profesional", por
vulnerar el artículo 90 constitucional, ya que los Colegios Profesionales dejan de funcionar
de acuerdo a la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria y sus Estatutos.
Esta Corte advierte que la colisión denunciada no se produce, ya que, el párrafo
cuestionado se concreta a designar a los Colegios Profesionales íntimamente relacionados
con la salud a formar parte del "sector salud" del Estado, pero no en todo, sino
únicamente en lo que respecta "a la regulación del ejercicio profesional". Instituir la
actuación de los colegios profesionales para tal efecto es congruente con el párrafo 1o. del
artículo 90 constitucional, que fija como uno de los fines de la colegiación, precisamente,
el control del ejercicio profesional; y el 95 del mismo cuerpo califica a la salud de los
habitantes como un bien público determinando, que las personas e instituciones están
obligadas a velar por su conservación y restablecimiento. B) Se impugnan el inciso c) del
artículo 13 que dice: " c) otras funciones que le asigne el Ministerio de Salud"; el inciso f)
del artículo 14 que dice: "Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales", y el
último párrafo de tal artículo que indica: "el nivel y tipo de representación deberá quedar
establecido en el reglamento para el funcionamiento del Consejo de Salud y actuarán en
forma ad honorem". Se señalan como violados el párrafo 2o. del artículo 90 y el inciso c)
del artículo 102 de la Constitución.
Hecho el estudio comparativo correspondiente se determina que, en la ley
cuestionada, se crea el Consejo Nacional de Salud con funciones de asesor del Sector
Salud y, dentro de las funciones de asesoría que especifica el artículo 13, agrega en el
inciso c) "otras funciones que le asigne el Ministerio de Salud". Debe entenderse que éstas
Expediente 194-98 11

no pueden sobrepasar a las de naturaleza de pura asesoría al Ministerio, vale decir,


aconsejar, orientar o proporcionar asistencia en cuestiones técnicas, especializadas o
científicas relativas a la salud, para lo que están capacitados los Colegios Profesionales
relacionados con tal ramo. Por tal razón, el inciso c) del artículo 13 y el f) del artículo 14,
que atribuyen a la Asamblea de Colegios Profesionales representación con un titular y un
suplente, no vulneran el artículo 90 de la Constitución; y, además, el cumplimiento de una
obligación que impone la Constitución a todos los ciudadanos para con el bien público de
la salud, no impide la actuación de los Colegios Profesionales en sus funciones propias, de
acuerdo a la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria y sus Estatutos.
De la misma manera, ninguna relevancia de inconstitucionalidad tiene normar que,
en su reglamento, se desarrolle lo precisado en la ley, máxime que es sabido que lo
establecido en la Constitución se desarrolla en leyes ordinarias, y lo regulado en estas, a
su vez, se hace explícito en reglamentos. El inciso b) del artículo 102 constitucional
también no se ve lesionado, porque la misma norma deja a "salvo lo que al respecto
determine la Ley", es decir, casos en los que, por tratarse del cumplimiento de una
obligación adicional por interés colectivo como en el presente caso, la actividad es ad
honorem. No se produce, en conclusión, la inconstitucionalidad señalada. C) Se cuestionan
los artículos 22 y 24 como vulnerantes del párrafo 2o. del artículo 90 de la Constitución. El
artículo 22 dispone: "Ingresos específicos. Los fondos provenientes de la prestación de
servicios de cualquier tipo por parte de las instituciones del servicio público de salud, así
como los legados y donaciones que se les hagan, se constituirán como fondos privativos
que serán destinados a financiar los servicios que brindan." Y el artículo 24 establece:
"Movilización de recursos. Para los efectos de la coordinación de prestación de servicios de
salud, el Ministerio de Salud podrá celebrar convenios y contratos con las instituciones que
integren el Sector y otras instituciones vinculadas a él. Asimismo, las instituciones públicas
del Sector pueden, mediante convenios u otros instrumentos legales celebrar acuerdos de
prestación de servicios entre sí y con entidades privadas. Estos actos se ejecutarán bajo
las condiciones y requisitos que se establezcan por la vía reglamentaria."
El artículo 22 impugnado debe leerse conforme su tenor literal y debidamente
contextualizado de acuerdo al contenido completo de la ley. De esta manera, tratándose
de un cuerpo legal específico del sector Salud, debe entenderse que los servicios a los que
la norma se refiere son precisamente los de este tipo, y, por el uso de los verbos que
utiliza la disposición, se interpreta que la constitución de fondos privativos y el destino de
legados y donación corresponderían a los distintos organismos e instituciones del sector
salud, según fuere el caso de quien haya prestado aquellos servicios, y no de manera
exclusiva al Ministerio de Salud, que aunque asuma una función importante en el sistema,
solamente es uno de sus elementos. Conforme a esta interpretación no podría producirse
la confrontación constitucional que el impugnante acusa.
Sin embargo la última parte que dice: "Estos actos se ejecutarán bajo las
condiciones y requisitos que se establezcan por la vía reglamentaria" lesiona las normas
constitucionales atinentes a la Universidad de San Carlos de Guatemala (artículo 82),
Colegios Profesionales (párrafo segundo del artículo 90), e Instituto Guatemalteco de
Seguridad Social (párrafo tercero del artículo 100), en la medida que estas entidades
conforman, en lo que corresponda, el sector salud, pero conservando su esencial
autonomía que les permita emitir sus propias regulaciones reglamentarias, las que, de
manera como lo prescribe la disposición citada, en conexión con el artículo 244 de la ley
que se analiza, quedarían sometidas a la regulación de la ley que emitiera el Ejecutivo,
Expediente 194-98 12

inhibiéndolas de emitir las disposiciones propias. Debe advertirse, no obstante la


declaración que deba hacerse al respecto, que en cuanto al Ministerio de Salud y la
aplicación de la ley en general, existe facultad reglamentaria en el artículo 244 ibid, la que
podrá emitir sin menoscabo de la que los entes autónomos puedan realizar para sus fines
propios. D) Se denuncian los artículos 26, 27, 29, 30, 31, 32 y 35 como vulnerantes de las
disposiciones constitucionales referentes a la autonomía de la Universidad de San Carlos
de Guatemala, independencia de las universidades privadas y régimen de los Colegios
Profesionales (artículos 82, 85 y 90 de la Constitución).
Hecho el estudio comparativo respectivo, se determina que el artículo 26 se
concreta a designar al Ministerio de Salud como responsable de formular políticas en
aspectos de recursos humanos del Sector Público Salud; el 27 que tal Ministerio participará
con las universidades e instituciones del Sector para la formulación de planes y programas
de formación de recursos humanos propios del Sector Salud; el 29 responsabiliza a
universidades, Ministerio de Salud, Ministerio de la Educación y otras instituciones en la
formación de profesionales, personal técnico y auxiliares de salud dentro de sus
competencias y requerimientos académicos; el 30 hace responsable al Ministerio de Salud
y resto de instituciones del Sector Salud de orientar y actualizar al personal en la
prestación de servicios; el 32 instituye al Ministerio de Salud y demás instituciones del
Sector Salud como garantes de la aplicación de principios éticos y técnico-administrativos
en la labor de los recursos humanos; y el 35 determina a las instituciones del Sector Salud
como formuladoras de políticas nacionales de investigación en salud.
Obviamente tales normas repiten algunos postulados que forman parte de la
función y fines de muchas instituciones como las universidades, pero no confrontan en
ningún sentido con los artículos 82, 85 y 90, reguladores de su autonomía e
independencia, respectivamente, porque no interfieren en su funcionamiento propio.
Además es normal que siendo un estado unitario, se coordinen políticas de las entidades
autónomas con las del Estado, de conformidad con el artículo 134 letra a) de la
Constitución. E) Se cuestiona la última frase del artículo 131 que dice: "Los requisitos para
el registro sanitario de referencia estarán basados en los criterios de riesgo, establecidos
en el reglamento respectivo", porque se afirma, viola la norma 28 constitucional.
El primer párrafo del artículo 28 de la Constitución, en efecto, manda que la
autoridad tramite y resuelva las peticiones de acuerdo a la ley; sin embargo, ello no es
excluyente en el sentido que, en las resoluciones, no se tomen en cuenta los reglamentos
como desarrolladores de la ley ordinaria. Por tal razón es que se ha sostenido que "el
término ley" se usa en su acepción material de toda disposición genérica y obligatoria que
regule situaciones o aspectos determinados. La potestad reglamentaria está
constitucionalmente condicionada a desarrollar las leyes sin alterar su espíritu, por lo que
el ejercicio de esta facultad que siempre quedará sujeto a control que se determinaría
ante cada situación futura que no es dable prejuzgar antes de su emisión.
Consecuentemente, la frase impugnada por la circunstancia de delegar a los reglamentos
la determinación de los criterios de riesgo, no vulnera el artículo 28 constitucional. F) Se
impugna el artículo 161 que establece: "Sistemas alternativos. El Estado a través del
Sector, incorporará, regulará y fortalecerá los sistemas alternativos, como la homeopatía,
la medicina natural, la medicina tradicional, medidas terapéuticas y otras para la atención
de la salud, estableciendo mecanismos para su autorización, evaluación y control", por
violar los artículos 81 y 90 de la Constitución.
Expediente 194-98 13

Hecho el análisis correspondiente, se aprecia que la disposición citada otorga al


Estado la posibilidad de incorporar al servicio público de salud los denominados sistemas
alternativos, agotando los mecanismos de autorización, evaluación y control. Se entiende
que, en estos últimos mecanismos, es obligada la injerencia de instituciones como las
universidades y colegios profesionales relacionadas con la salud. No se vulnera el párrafo
primero del artículo 90 de la Constitución, porque la disposición cuestionada no se refiere
al ejercicio profesional ni a la colegiación y sus fines. Tampoco se transgrede el párrafo
segundo de la norma constitucional citada, porque no impide que los Colegios funcionen
de acuerdo a la ley de Colegiación Profesional Obligatoria y sus estatutos. De la misma
forma, al no regular la disposición atacada lo relacionado al ejercicio de profesiones y sus
derechos, no vulnera el artículo 81 de la Constitución. Además, tal artículo no excluye en
lo que les corresponde, la actuación de los colegios profesionales.
G) Se señalan como inconstitucionales los artículos 167, 168, 184 y 228 inciso 10,
porque todos se refieren a "un profesional universitario del ramo" y no a los "profesionales
químico - farmacéuticos". Se citan como violados los artículos 81 y 90 de la Constitución.
Se advierte que la no especificación de una profesión en particular y en cambio, el uso de
un término genérico de "profesionales del Sector Salud", no implica afectar derechos
adquiridos ni limitación o restricción de una profesión, por lo que no se produce la
contravención al artículo 81 de la Constitución en las disposiciones señaladas.
En cuanto al artículo 90 constitucional tampoco se estima que se ha infringido, por
cuanto este regula a los colegios profesionales cuyas funciones no son afectadas
negativamente, porque, dentro de sus facultades de control de ejercicio de sus
profesiones, la ley no le impide a cada colegio regularlas conforme la materia específica de
que se trate. H) Se ataca de inconstitucional el artículo 193 en lo que se refiere a que el
Ministerio de Salud lleve un registro de los profesionales universitarios. Se señala como
vulnerado el artículo 90 de la Constitución, pero tal artículo no prohíbe a ninguna
institución llevar un registro de profesionales, entendiéndose que corresponde a las
universidades el otorgamiento de títulos y a los Colegios Profesionales el control del
ejercicio profesional.
I) Se señala como inconstitucional el artículo 195, citándose como violado el
artículo 90 de la Constitución; sin embargo, se aprecia, que el artículo cuestionado se
refiere al ejercicio de oficios y profesiones de niveles intermedios y no de educación
superior, por lo que no puede confrontar el artículo 90 constitucional que regula la
colegiación de profesionales universitarios o de graduación en educación superior. J) Se
ataca el artículo 199, pero no se cumple con indicar normas constitucionales que estime
vulneradas ni se expone motivos jurídicos de la impugnación, por lo que no se hace
ningún examen. K) Se cita como inconstitucional el artículo 217 teniendo como vulnerados
los artículos 85, 90 y 183 inciso e) y 239 de la Constitución.
Además de no exponerse claramente los motivos jurídicos de confrontación con las
disposiciones constitucionales citadas, se advierte que lo regulado en la disposición
cuestionada no tiene ninguna relación directa con lo previsto en las constitucionales. Su
contenido se reduce a un problema de conflicto de leyes, superable de acuerdo a lo
regulado en la Ley del Organismo Judicial, en relación a conflicto de aplicación de normas
de igual jerarquía en cada caso concreto. L) Se estiman por el interponente
inconstitucionales los artículos 233 numerales 2 y 3, 235 y 239 numeral 5, vulnerantes de
los artículos 5, 12, 90, 171 inciso a), 175, 203 párrafo primero y 204.
Expediente 194-98 14

El 233 numerales 2 y 3 ordena: "Causas de prohibición de ejercer temporalmente


alguna actividad u oficio. Será sancionado con la prohibición de ejercer alguna actividad,
profesión u oficio, durante el plazo de uno a seis meses, quien cometa alguna de las
infracciones siguientes: 2. Laborar en centros hospitalarios sin acreditar periódicamente su
actualización profesional o técnica, que garantice la idoneidad de sus servicios. 3.
Contratar o permitir que labore en centros hospitalarios, personal que no acredite su
actualización profesional o técnica en la especialidad de que se trate". El artículo 235
indica: "La aplicación de las sanciones establecidas en el presente Código, sus
reglamentos, demás leyes de salud, normas y disposiciones aplicables, corresponde al
Ministerio de Salud, de conformidad con la competencia asignada en el reglamento
respectivo a los órganos que lo integran, salvo los casos que constituyan delito. En el
trámite administrativo que se siga para determinar la comisión de una infracción sanitaria,
la autoridad competente debe observar los principios de oficiosidad, celeridad,
imparcialidad y especialidad de las actuaciones." Y el artículo 239 numeral 5 prescribe:
"Aplicación. Al estar firme la resolución sancionatoria, se procederá de la forma
siguiente:... 5) Si la sanción consiste en la prohibición de ejercer temporalmente alguna
actividad, profesión u oficio, se oficiará a la entidad que ha otorgado la habilitación para
que controle su cumplimiento."
En relación al artículo 233 se advierte que, por incurrir en actos de laborar en
centros hospitalarios sin acreditar periódicamente su actualización o por contratar o
permitir que labore personal que no acredite tal extremo, se fija la sanción de prohibición
de ejercer la actividad u oficio de uno a seis meses. En otros términos, por hechos no
constitutivos de delito sino contravenciones puramente administrativas, se impone una
sanción que de conformidad al numeral 2o. del artículo 57 del Código penal es la pena
accesoria de inhabilitación especial, aplicable conjuntamente con una pena principal por la
comisión de delitos. De ahí, que vulnere el artículo 12 de la Constitución, pues, tal sanción
sólo podrá imponerse por medio de un proceso legal con sus formalidades; también
infringe el principio de legalidad del artículo 17 constitucional que determina que sólo las
acciones calificadas como delito o falta son penadas y el 90 del mismo cuerpo, porque lo
relativo al control del ejercicio profesional es competencia de los Colegios Profesionales de
acuerdo a la ley específica.
El artículo 235 que otorga al Ministerio de Salud competencia para la aplicación de
sanciones establecidas en el Código de Salud y otras normativas, al eliminarse, por
declaratoria de inconstitucionalidad, la potestad de imponer sanciones equivalentes a las
penas accesorias por delito, la competencia de tal ministerio quedaría circunscrita a las
puramente administrativas, con lo que tal artículo impugnado deja de confrontar con la
constitución en sus artículos 17 y 203.
El artículo 239 numeral 5) al imponer a los Colegios Profesionales la obligación de
controlar el cumplimiento de una sanción de inhabilitación en el ejercicio profesional,
vulnera los artículos 90 y 203 de la Constitución, porque el control del ejercicio profesional
es función de los respectivos colegios que deben cumplirla de acuerdo a la ley de
Colegiación Profesional Obligatoria, salvo ejecución de lo resuelto por los tribunales de la
República. Consecuentemente, deben hacerse las declaraciones respectivas en relación a
las inconstitucionalidades puntualizadas.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 267, 268 y 272 inciso a) de la Constitución Política de la
República; 114, 133, 137, 139, 140, 142, 143, 144, 149, 163 inciso a), 185 y 186 de la Ley
Expediente 194-98 15

de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad y 31 del Acuerdo 4-89 de la Corte


de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad con base en lo considerado y leyes citadas resuelve:
I) Con lugar la inconstitucionalidad de los artículos 22, 24 en el último párrafo que dice
"Estos actos se ejecutarán bajo las condiciones y requisitos que se establezcan por la vía
reglamentaria", 233 numerales 2 y 3 y 239 numeral 5, del Código de Salud, Decreto 90-97
del Congreso de la República. II) Sin lugar la inconstitucionalidad de las demás normas
planteadas. III) Publíquese en el Diario Oficial dentro del término de ley. IV) No se hace
condena en costas. V) Notifíquese.

RUBEN HOMERO LOPEZ MIJANGOS


PRESIDENTE

JOSE ARTURO SIERRA GONZALEZ


MAGISTRADO

CONCHITA MAZARIEGOS TOBIAS


MAGISTRADA

LUIS FELIPE SAENZ JUAREZ


MAGISTRADO

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE


MAGISTRADO

JOSE QUESADA FERNANDEZ


MAGISTRADO

FERNANDO JOSE QUEZADA TORUäO


MAGISTRADO

MANUEL ARTURO GARCIA GOMEZ


SECRETARIO GENERAL

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