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Dios ha puesto en manos del monje un buen equipo de instru­

mentos, para que con ellos trabaje día y noche, sin parar. Si, al fi­
nal de la vida, puede presentarse ante el Señor y devolverle estos
instrumentos, gastados de tanto usarlos, el Señor le dará una re­
compensa tan grande, que ahora no puede ni imaginar.
Presentar la vida del monje, como lo hace aquí la Regla, como
una vida consagrada a realizar una obra de arte espiritual, es cier­
tamente un gran acierto. Hay optimismo. Hay futuro. Y hay tam­
bién realismo: el programa que se le ofrece al monje es concreto y
relativamente fácil. En los 74 instrumentos, tiene éste todo lo que
necesita para emprender, con total seguridad de éxito, la empresa
de su transformación en un hombre nuevo. Los instrumentos no
son verdades abstractas, ni consejos que dicen poco, porque dicen
demasiado. Son verdades prácticas, verdades, para ser utilizadas a
todas horas; y son consejos muy concretos, para caminar por la
vida pisando firme.
El monje, sólo será auténticamente.monje, si siente continua­
mente y con viveza que en sus manos Dios ha puesto un magnífico
equipo \de eficaces herramientas para que trabaje; si siente tam­
bién que le ha dotado de la ciencia práctica suficiente, para mane­
jarlas con seguridad y eficacia; y si no olvida que le ha dicho: tra­
baja para mí, trabaja en mi viña día y noche, sin parar..., te lo pa­
garé como sólo yo puedo hacerlo.
Y, por último, la Regla nos dice primero dónde hemos de tra­
bajar con esas herramientas y después durante cuánto tiempo:
«El taller donde hemos de trabajar diligentemente en todo esto,
es el recinto del monasterio y la estabilidad en la comunidad» (RB
4,78). • .
Para trabajar día y noche, sin cesar, con todos estos instru­
mentos, es necesario un taller. Lo tenemos, se apresura a decir el
autor de la Regla: es el recinto del monasterio —claustra mo­
nasterio. En él hemos de permanecer hasta el fin de nuestra vida
—et stabilitas in congregatione—.
En estas dos líneas se dice mucho más de lo que una lectura su­
perficial podría dar a entender.
Se habla, en primer lugar, del local en que se han de realizar
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