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Revolución energética

El creciente interés por redescubrir los conocimientos de las medicinas


tradicionales es visto por diferentes sectores que tienen que ver con la prestación
del servicio de salud como una grave amenaza. Es bien conocido que la
aceptación de médicos y pacientes de las medicinas tradicionales y energéticas va
en contra de los intereses de las compañías farmacéuticas y de quienes se
usufructúan del sistema de salud convencional, pero en las próximas líneas quiero
señalar el peligro, no económico, si no intelectual y académico, que creen
enfrentar los grandes doctores de dicho sistema.
Al analizar la anatomía energética, y ver como tenemos centros de flujo de energía
que tienen relación con órganos, sentimientos y pensamiento, y ver como esos
llamados chakras se conectan entre si a través de nadis, y conocer la existencia
de cuerpos sutiles que interactúan de manera sincrónica para el buen
funcionamiento del organismo y la adecuada conexión con la red energética que
nos une a los demás seres energéticamente activos y al universo mismo, al
analizar esto, reitero, solo puede sacarse la conclusión de que es imposible
entender un síntoma o una reacción fisiológica sin ver al cuerpo como un todo. Es
aquí donde está la supuesta afrenta al orgullo y poderío de los grandes intelectos
del área, pues para ser un grande en la medicina de los tiempos actuales es
necesario estar superespecializado, conocer la parte desconectada del resto del
cuerpo, olvidando las conexiones descritas.
Afirmar que el cuerpo humano, desde la parte energética es un todo, hace que los
estudios de especialización en áreas específicas no signifiquen un crecimiento en
el conocimiento médico sino, por el contrario, una lejanía mas marcada con lo que
debería ser un verdadero sanador, llevando a quienes se creen dueños de la
verdad a sentirse menospreciados en su quehacer. Lo cierto es que ambos
enfoques son importantes, el desafío es que quien tiene orientación no
desconozca a quien tiene la otra, para así lograr un complemento, que, como
vemos en la anatomía energética, es la manera ideal para el funcionamiento
adecuado de todos los aspectos de la vida.
No creo pasarme de optimista al decir que cada vez mas nos estamos acercando
a este objetivo, puesto que gracias al perfecto funcionamiento y fluir de la energía,
los seres humanos estamos entrando en un “revolución energética”, consistente
en tomar conciencia desde todos los sectores de la importancia de las miradas
holísticas e integrativas, lo que hace que de manera creciente las personas,
pacientes y médicos, busquen de manera terapéutica y académica los
conocimientos que el consumismo se ha empeñado en borrar desde tiempos
inmemoriales.
Sergio León Londoño Vallejo (Ensayo acerca del ser humano energético)

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