CAPÍTULO III

El domicilio
Autora: Yudelka Padilla
 Objetivos

1. Definir el domicilio.
2. Conocer la importancia del domicilio.
3. Identificar las diferencias entre domicilio, residencia y morada.
4. Verificar la naturaleza y los caracteres del domicilio.
5. Identificar los diferentes tipos de domicilio.

Esquema del contenido del capítulo III

3.1 El domicilio.
3.2 Naturaleza del domicilio.
3.3 Importancia del domicilio.
3.4 Protección del domicilio.
3.5 Caracteres del domicilio.
3.6 Tipos de domicilio.
3.6.1 Domicilio legal en razón del estado de dependencia.
3.6.2 Domicilio legal en razón de las funciones desempeñadas.
3.6.3 Domicilio por adquisición.
3.7 Domicilio aparente.
3.8 Domicilios especiales.
3.9 Cambio de domicilio.
3.10 La residencia.

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 Orientaciones para el estudio del capítulo iii

El contenido del presente capítulo abarca el domicilio; naturaleza; impor-

tancia; protección del domicilio, caracteres del domicilio; tipos de domicilio;
domicilio legal en razón del estado de dependencia; domicilio legal en razón
de las funciones desempeñadas; domicilio por adquisición; caracteres del do-
micilio por adquisición; domicilio aparente; domicilios especiales; cambio de
domicilio y la residencia. A partir de estos subtemas se ha definido algunos
objetivos que se pueden lograr a través del estudio de los contenidos.
Al final del capítulo el lector cuenta con un resumen en el que se tocan los
aspectos más relevantes del tema; así como la bibliografía específica relacio-
nada con el contenido tratado, textos éstos recomendados para que el lector
profundice más su estudio.
Luego están las actividades y ejercicios de autoevaluación diseñados y ela-
borados en base a los objetivos perseguidos, los cuales deben ser desarrollados
de manera autónoma, y posteriormente cotejar con las respuestas a los ejerci-
cios del capítulo que se encuentran al final de esta obra, para fines de realizar
una autoevaluación y de esta forma medir los resultados alcanzados; además
retroalimentar los conocimientos.

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3.1 El domicilio
Un derecho de la personalidad que es importante resaltar es el domicilio;
éste tiende a confundirse con la residencia, los cuales aunque a veces coinci-
den, hay que diferenciar. La residencia es el lugar en donde reside o habita una
persona; sin embargo, el domicilio es el lugar del establecimiento principal de
la persona, es decir, donde realiza sus actividades principales, que es donde es
más fácil su localización.
El Código Civil Dominicano, en su artículo 102, establece que: “El domicilio
de todo dominicano, en cuanto al ejercicio de sus derechos civiles, es el del lugar de su
principal establecimiento“
Generalmente, el domicilio se encuentra en el lugar en que laboran las per-
sonas físicas; en cuanto a las personas morales, su domicilio se encuentra en
el lugar en el que realiza sus operaciones; en caso de que existan sucursales,
se considera como el domicilio el lugar en que se encuentra la sede principal o
donde se realizan las actividades administrativas.
Mazeaud, et al., (1960, p.160) corroboran lo establecido en el artículo 102
del Código Civil, cuando indican que: “el domicilio es el asiento legal de una perso-
na, el lugar donde está situada en derecho. La residencia es el lugar donde vive de ma-
nera normal. La morada, el sitio donde uno se encuentra incluso momentáneamente.”
Capitant, H. (1930, p. 234) define el domicilio como “el lugar donde una per-
sona tiene su principal establecimiento, o sea, el centro de sus intereses.”
Josserand, L. (1938, p. 207) considera: “El domicilio completa la identificación
de la persona que el apellido había contribuido a asegurar; lo mismo que todo indivi-
duo tiene un nombre y un apellido, tiene que tener una sede legal en la cual se le ha de
considerar siempre como presente, aun cuando de hecho momentáneamente se encuentre
alejado de ella.”
Es decir, el domicilio es el establecimiento jurídico de una persona, donde es
más fácil de localizar; la residencia es el lugar donde está su casa, donde vive;
mientras que la morada es donde uno habita de manera accidental o de paso.
Para Mazeaud, et al. (1960, p.165) el lugar del establecimiento principal es “el
centro de los negocios, de las actividades, de los intereses de la persona.”
El legislador fija el domicilio de las personas con la finalidad de que sea fácil
su ubicación, y es lógico que donde está la mayor parte del tiempo es donde
realiza su trabajo o actividades.

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3.2 Naturaleza del domicilio
El domicilio es un atributo de la personalidad jurídica.
El domicilio real y el legal son de orden público, por lo tanto no puede ser
modificado por convenciones particulares; en cambio el domicilio convencio-
nal, llamado también por adquisición o de elección es de carácter privado, en
consecuencia puede ser modificado por las partes e incluso se puede renunciar
a él. El domicilio convencional no modifica el domicilio real ni el legal.

3.3 Importancia del domicilio

Una vez conocida la definición del domicilio, es preciso considerar las razo-
nes por las cuales es importante identificarlo.
La identificación del domicilio es de suma importancia, ya que a través de
éste se determina el lugar de la competencia del tribunal, en algunos casos; o
para realizar algunas notificaciones o citaciones para conminar al requerido a
que cumpla con sus obligaciones en el ámbito que fuese, o a que se abstenga de
realizar algún hecho o actividad.
El artículo 59 del Código de Procedimiento Civil establece que el tribunal
competente para conocer un caso es el del lugar del domicilio del demandado.
A continuación se puede apreciar el contenido del referido artículo, el cual reza:
“En materia personal, el demandado será emplazado para ante el tribunal de su
domicilio: si no tuviere domicilio, para ante el tribunal de su residencia: si hubiere
muchos demandados, para ante el tribunal del domicilio de uno de ellos, a opción del
demandante.
En materia real, para ante el tribunal donde radique el objeto litigioso.
En materia mixta, para ante el tribunal donde radique el objeto litigioso, o para
ante el del domicilio del demandado.
En materia de sociedad, en tanto que exista, para ante el tribunal del lugar en que
se halle establecida.
En materia de sucesión, para ante el tribunal en donde se haya abierto ésta, en los
casos siguientes: 1o. en las demandas entre herederos, hasta la divisoria inclusive;
2o. en las demandas intentadas por los acreedores del difunto antes de la divisoria;
y 3o. en las relativas a la ejecución de las disposiciones testamentarias, hasta la
sentencia definitiva.

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 En materia de quiebra, para ante el tribunal del domicilio del quebrado.
En materia de garantía, para que el tribunal ante el cual se halle pendiente la de-
manda originaria.
Finalmente, en el caso de elección de domicilio, para la ejecución de un acto, para
ante el tribunal del domicilio designado, o el del domicilio real del demandado, de
conformidad al artículo 111 del Código Civil.”
A través del domicilio se determina en dónde se abre la sucesión de una per-
sona fallecida, lo cual es de suma importancia puesto que el último domicilio
del fallecido es donde se abre la sucesión, y en consecuencia, es el tribunal del
lugar de dicho domicilio el competente para conocer todo lo relacionado a los
derechos sucesorales.
El artículo 110 del Código Civil dispone que “la sucesión se abrirá precisa-
mente en el lugar del domicilio de la persona fallecida.”

3.4 Protección del domicilio

Si bien el domicilio es el lugar en donde se puede localizar más fácilmente
una persona, lo cual para fines de citación judicial es de suma importancia, no
se debe olvidar el principio de “la inviolabilidad del domicilio” que debe ser
respetado ante todo; la injerencia en el domicilio de las personas es permitida
de manera excepcional y a ciertas horas del día.
El artículo 44 de la Constitución dominicana expresa: Derecho a la intimi-
dad y el honor personal. Toda persona tiene derecho a la intimidad. Se garantiza el
respeto y la no injerencia en la vida privada, familiar, el domicilio y la correspon-
dencia del individuo. Se reconoce el derecho al honor, al buen nombre y a la propia
imagen. Toda autoridad o particular que los viole está obligado a resarcirlos o re-
pararlos conforme a la ley. Por tanto:1) El hogar, el domicilio y todo recinto privado
de la persona son inviolables, salvo en los casos que sean ordenados, de conformidad
con la ley, por autoridad judicial competente o en caso de flagrante delito…”
Asimismo, el artículo 121 de la ley 834 de 1978 establece al respecto:
“Ninguna ejecución puede ser hecha antes de la seis de la mañana ni después de
las seis de la tarde ni tampoco los días feriados o declarados no laborales a menos que
sea en virtud de permiso del juez en caso de necesidad.”

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3.5 Características del domicilio
El domicilio posee ciertas características:
a) Es fijo.
b) Es obligatorio.
c) Es único.

Los caracteres fijo y único del domicilio quedan derogados en algunas áreas
del derecho; por ejemplo, en los casos en que se permite a las partes contra-
tantes puedan hacer elección de domicilio. Esto porque en materia civil con-
tractual, las partes pueden establecer, en el contrato convenido, un domicilio
ad hoc, es decir, para el caso.

3.6 Tipos de domicilio

Capitant, H. (1960, p. 234 y 235) considera que el domicilio puede ser: con-
yugal, de derecho, de elección, de hecho, de socorro, electoral, fiscal y matri-
monial.
Sin embargo, Josserand, L. (1938, p. 212) expresa: “Todo domicilio, está, o bien
fijado por la ley en cuyo caso es un domicilio legal, de derecho, de dependencia; o bien
constituido por un acto de voluntad, en cuyo caso es un domicilio de adquisición…”
En el siguiente esquema se puede apreciar la clasificación de domicilio que
hace el referido autor:

Domicilio

Legal De adquisición

De derecho De dependencia

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3.6.1 Domicilio legal en razón del estado de dependencia
La ley le impone a ciertas personas un domicilio, es el caso de la mujer
casada, cuyo domicilio es el mismo de su marido, el domicilio de los menores
emancipados es el de sus padres, el de los menores en tutela y los alienados es
el de su tutor; el de los empleados domésticos es el de sus empleadores; y el
domicilio de los funcionarios es el lugar en que ejercen sus funciones.
El artículo 108 del Código Civil establece el domicilio de la mujer casada
y el del menor no emancipado al expresar: “El domicilio de la mujer casada es el
de su marido. El menor no emancipado tiene por domicilio el de sus padres o tutor; el
mayor privado de sus derechos civiles, el de su tutor.”
Es importante tomar en consideración que en el momento en que se elabo-
ró el Código Civil la mujer casada era dependiente del marido, ya que estaba
afectada de una incapacidad similar a la del menor de edad no emancipado; de
ahí que su domicilio era el de su esposo; en la actualidad dicha situación ha
cambiado completamente.
En cuanto al domicilio legal de los domésticos y trabajadores, el artículo
109 del referido código expresa: “Los mayores de edad que sirviendo o trabajando
habitualmente en casa de otro vivan en ésta, tendrá el mismo domicilio que la persona
a quien sirvan.”

3.6.2 Domicilio legal en razón de las funciones desempeñadas

Según expresa Josserand, L. (1938, p. 215), “… mientras que los funcionarios
investidos de funciones temporales o revocables adquieren su domicilio conforme al
derecho común, los que gozan del beneficio de la inamovilidad están domiciliados de
derecho en el lugar en que deben ejercer sus funciones, desde el momento en que les son
conferidas y aun cuando todavía no hayan tomado posesión de su cargo (magistrados,
notarios).
Es decir, la ley fija un domicilio legal a ciertas personas, en el caso de que
éstas desempeñen o hayan aceptado funciones permanentes.
El artículo 107 del Código Civil dispone, al respecto: “La aceptación de fun-
ciones públicas en propiedad, lleva consigo la traslación inmediata del domicilio del
funcionario al lugar donde deba ejercer sus funciones.”

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3.6.3 Domicilio por adquisición
Este es el llamado también domicilio convencional o de elección.
De conformidad con Capitant, H. (1930, p. 234) el domicilio de elección es
el lugar generalmente distinto del domicilio real, y fijado por la ley o la convención
de las partes para el cumplimiento de un acto o convención, especialmente la recepción
de los actos judiciales o extrajudiciales relativos a aquéllos; por lo común importa la
atribución de competencia al tribunal de ese lugar.”
Cuando las partes contratantes eligen un domicilio ad hoc, indican en el
acto en dónde éstas han acordado que se realicen las notificaciones en caso de
que se genere algún desacuerdo o controversia relacionada a la convención
realizada por dichas partes; éste domicilio se podría llamar convencional.
Se llama también domicilio ad hoc porque es elegido para un caso específico.
De igual manera, cuando se interpone una acción ante un tribunal el de-
mandante hace elección de domicilio en la oficina profesional del abogado, es
decir, en el domicilio del abogado; y cuando existe una demanda en una juris-
dicción diferente a la del domicilio del demandante, éste debe elegir un domi-
cilio dentro del Distrito Judicial del tribunal apoderado del caso, y es en dicho
domicilio ad hoc en donde se deben realizar todas las notificaciones relativas a
dicha acción judicial.
Respecto al domicilio de elección el artículo 111 del Código Civil dispone:
“Cuando un acta contenga por parte de algunos de los interesados elección de domicilio
para su ejecución en otro lugar que el del domicilio real, notificaciones, demandas y
demás diligencias, podrán hacerse en el domicilio convenido y ante el juez del mismo.”
Se puede concluir que, tomando en cuenta sus fuentes el domicilio puede
ser:
a) Real, es el lugar donde la persona tiene su establecimiento principal.
b) Legal, es el que la ley, de manera imperativa, les asigna a determinadas
personas.
c) Convencional, es el que la persona elige por su propia voluntad.

v Caracteres del domicilio por adquisición

a) Es voluntario;
b) No es obligatorio;
c) Es diferente al domicilio general;

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 d) No surte efectos sobre el domicilio real, no lo modifica;
e) Es temporal.
f) No es de orden público, se puede renunciar a él o modificar por acuerdo
entre las partes.

3.7 Domicilio aparente

A veces se hace difícil para los terceros identificar el domicilio de una per-
sona; es por ello que en caso de no conocerse el domicilio verdadero y cuando
los terceros actúan de buena fe se admite que se demande o se emplace ante el
domicilio aparente o la residencia.
El artículo 59 del Código de Procedimiento Civil permite que en caso de
no conocerse el domicilio de la parte demandante, la notificación se haga en la
residencia de éste.
El referido artículo expresa textualmente lo siguiente:
“En materia personal, el demandado será emplazado para ante el tribunal
de su domicilio: si no tuviere domicilio, para ante el tribunal de su residencia:
si hubiere muchos demandados, para ante el tribunal del domicilio de uno de
ellos, a opción del demandante…”

3.8 Domicilios especiales

Además de los tipos de domicilio tratados en los párrafos anteriores, exis-
ten domicilios especiales, al margen del derecho civil, como por ejemplo el
domicilio político. Otros corresponden al ámbito del derecho civil, entre estos
últimos están el domicilio matrimonial, el domicilio comercial y el domicilio
de elección.
El domicilio especial es un lugar señalado para la ejecución de ciertos actos
jurídicos.

3.9 Cambio de domicilio

Las condiciones para el cambio de domicilio se encuentran en los artículos
103 y 105 del Código Civil.

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 El artículo 103 dispone: “El cambio de domicilio se entenderá realizado por el
hecho de tener una habitación real en otro lugar, unido a la intención de fijar en ella
su principal establecimiento.
El artículo 105 establece: “En defecto de declaración expresa, la prueba de la
intención se deducirá de las circunstancias.”
Josserand, L. (1938, p. 216) deduce que, para considerar el cambio del domi-
cilio, según los citados artículos, se requiere de dos elementos: “1º. Un elemento
material, la transferencia de residencia;
2º. Un elemento intencional, la voluntad de fijar en el lugar recientemente elegido
el principal establecimiento.”

3.10 La residencia
Capitant, H. (1930, p. 487) define la residencia como el “lugar donde una
persona habita o tiene un asiento de sus negocios, si que éste sea necesariamente su
domicilio.”
La residencia según Josserand, L. (1938, p. 208), “es el lugar donde una per-
sona habita durante cierto tiempo…”
La residencia es donde vive la persona, donde se encuentra la casa que ha-
bita, no necesariamente por cierto tiempo.
La residencia puede coincidir con el domicilio; pero no siempre es así: el
domicilio es el lugar del principal establecimiento, por lo que puede ser el lugar
del trabajo.

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 Resumen del capítulo III

El domicilio consiste en el lugar en el que una persona tiene su establecimiento

principal. La residencia es el lugar donde habita una persona.
El domicilio real de una persona, así como el que la ley señala de manera especial
a ciertas personas son de orden público. En Cambio, el domicilio convencional, llama-
do también por adquisición o de elección, es de carácter privado.
La determinación del domicilio es de gran importancia debido a que a través de
éste se determina el lugar de la competencia del tribunal, y se ubica la persona a la
que se pretende realizar ciertas notificaciones o citaciones.
El domicilio posee las siguientes características: es fijo, es obligatorio y es único.
Tomando en cuenta sus fuentes, el domicilio puede ser: real (lugar donde la perso-
na tiene su establecimiento principal), legal (el que la ley, de manera imperativa, les
asigna a determinadas personas) y convencional (el que la persona elige por su propia
voluntad).
El domicilio por adquisición consta de las siguientes cualidades: a) es voluntario;
b) no es obligatorio; c) es diferente al domicilio general; d) no surte efectos sobre el
domicilio real; e) es temporal; y f) no es de orden público.
Algunas veces resulta difícil para los terceros identificar el domicilio de una per-
sona; es por ello que en caso de no conocerse el domicilio verdadero se admite que
se emplace por ante el domicilio aparente o la residencia.
Además de los tipos de domicilio tratados en los párrafos anteriores, existen
domicilios especiales, al margen del derecho civil, como, por ejemplo, el domicilio
político. Otros especiales, dentro del derecho privado, son: el domicilio matrimo-
nial, el domicilio comercial y el domicilio de elección.
Existe una presunción de cambio de domicilio en el caso de tener una habita-
ción real en otro lugar, unido a la intención de fijar en ella su principal estableci-
miento; por lo tanto, esta presunción es tomada en cuenta en caso de no existir una
declaración expresa de que existe otro domicilio.
En cuanto a la residencia, puede coincidir con el domicilio; pero no siempre es
así: el domicilio es el lugar del principal establecimiento, por lo que puede ser el
lugar del trabajo.

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 Actividades

1. Explique cuál es la importancia del domicilio.

2. Elabore un cuadro comparativo identificando las diferencias entre do-
micilio, residencia y morada.
3. Diga cuál es la naturaleza y los caracteres del domicilio.

Ejercicios de autoevaluación

I. Coloca una V si el enunciado es verdadero y una F si es falso.

1. El domicilio es el lugar en el que vive una persona.
2. La residencia es el lugar del establecimiento jurídico de una persona.

3. El domicilio legal es el indicado por la ley a ciertas personas debido a su

estado de dependencia o a las funciones desempeñadas.
4. El domicilio por adquisición es el que las partes eligen para alguna si-
tuación determinada.
5. El domicilio convencional es de orden público.
6. El domicilio real y el legal puede ser modificado por las partes.
7. La determinación del domicilio sirve para identificar la competencia del
tribunal.
8. La ley permite la injerencia en el domicilio de las personas a cualquier
hora del día y en días feriados.
9. En caso de no conocerse el domicilio verdadero y cuando los terceros
actúan de buena fe se admite que se demande o se emplace ante el domi-
cilio aparente o la residencia.
10. La residencia y el domicilio coinciden con frecuencia.

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 Bibliografía

Capitant, H. (1930) Vocabulario Jurídico. Buenos Aires: Ediciones Palma.

Código Civil de la República Dominicana.
Código de Procedimiento Civil de la República Dominicana.
Constitución de la República Dominicana, del 26 de Enero del 2010.
Josserand, L. (1938) Teorías Generales del Derecho y de los Derechos de las Personas.
Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-América.
Ley 659 sobre actos del Estado Civil de Fecha 17 de Julio de 1944.
Ley 834 del 1978, de la República Dominicana.
Mazeaud, Henri; Mazeaud, León y Mazeaud, Jean (1960) Lecciones de Derecho Ci-
vil. Los sujetos de Derechos. Las Personas. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas
Europa-América.

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