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El vaquero del otro mundo

Según la tradición oral y la cultura popular de la mágica, sorprendente y


calurosa región Caribe de Colombia, en las planicies, haciendas y hatos
anegados por manadas de ganado cebú, romosinuano y criollo, las noches
alegradas por la luna llena.

Cuando los jinetes, capataces y administradores vigilan sus rebaños y cuando


los enamorados se embriagan con mares de pasiones, repentinamente son
interrumpidos por los relinchos estrepitosos, el resoplo escandaloso, el
galope veloz y el sonido inconfundible de las herraduras del corcel del
"Vaquero del otro mundo" que anuncia para unos felicidades, fortunas,
bienaventuranzas y para otros desventuras, llanto, sufrimiento, dolor y
muerte, mientras canta vallenatos, silba y carcajea, como si participara de
una parranda de velorio animada por un acordeón invisible.
Cuentan que cuando el "Vaquero del otro mundo" hace su escalofriante
aparición, al ganado "no le cabe el corazón en el pecho", brama y se
producen estampidas más peligrosas que las fugas en piara de búfalos.
Narran que el "Vaquero del otro mundo" vuela escoltado por un torbellino
fosforescente en el que danzan legiones de almas en pena, "almas alegres"
atormentadas por Lucifer.

Dicen que donde pasa el "Vaquero del otro mundo" todo queda encantado,
hechizado, que se escuchan gritos larguísimos clamando auxilio quejidos
lastimeros de ultratumba, que se siente el rugido bravo del viento gélido, que
los perros aúllan a la luna, que se ven fantasmas policromados y regimientos
de esqueletos danzando en torno a la muerte ataviada con su túnica y
capuchón distintivo, mientras eleva la guadaña para segar la vida a los
espíritus inculpados.

También afirman que después de las visiones del "Vaquero del otro mundo"
los predestinados cosechan buena suerte, amores, fortuna, salud y
esparcimiento y que disfrutan de las paradisiacas planicies, recorriendo
pueblos para beber, jugar, comer, conquistar y enamorar.

Otros relatan que después de las apariciones del "Vaquero del otro mundo"
viene una "racha de mala suerte", desamores, traiciones y separaciones; que
sobrevienen plagas, inundaciones, sequías, pérdida de cosechas, hecatombe
de animales y muertes violentas de lugareños.
La leyenda de Furatena

Hace mucho tiempo en el fantástico reino de los indios Muzos ubicado en los lares en donde hoy
se halla Pauna, Otanche, Borbur, Muzo, Quipama, Coscuez y otros municipios del departamento
de Boyacá.

Un día inmemorial del inmenso río Magdalena, se encumbró y endiosó una gigantesca sombra en
la cual las nubes, las estrellas y el sol parecían lunares, oscuridad que se suspendió levitando sobre
el río Carare "el río de dios".

De la penumbra misteriosa descendieron dos gotas azules en forma de mariposas que al caer
formaron una mujer FURA y un hombre TINA, los primitivos habitantes del reino de los muzos,
pareja que engendró por instinto y amor y poblaron aquel Edén, con linaje de eterna juventud,
herederos que le rendían culto al "dios sol", a la "diosa luna", a los hados, al río Minero y a la
madre naturaleza.

Viendo los procreadores FURA Y TENA que sus legatarios idolatraban las maravillas de la creación,
decidieron transformarse en dos extraordinarias montañas en forma de pechos de mujer como los
de la madre que le dio la luz al mundo.

Y en los cerros míticos resaltaron esculpidos las figuras humanas de FURA y TENA para ser
veneradas por los aborígenes, entre los que se destacó el líder guerrero cacique ltoco quien
combatió a los asesinos invasores españoles sedientos de oro y esmeraldas.
Cuentan que desde entonces los mitológicos cerros se eternizan embrujados y que sus entrañas
albergan yacimientos fabulosos de gemas o piedras sagradas y que los dioses arroparon estas
cimas con árboles perfumados, |e< nubes de mariposas azules que se metamorfosean en piedras
preciosas, las cuales son custodiadas por huestes de serpientes venenosas que no hacen daño a
sus parientes animales: musarañas, salamandras, ranas, iguanas, babillas, tortugas, aves y otras
criaturas que moran en la cordillera oriental.

Dicen que en los alrededores de las prominencias sacrosantas de FURATENA brotan: yuca, maíz,
plátano, frutas con los cuales se nutren los nativos, quienes evocan a sus antepasados que se
ataviaban con penachos de plumas vistosas, con pectorales y brazales repujados y gravados,
ascendencia que usaba armas de oro, hachas de piedra verde, flechas doradas y lanzas áureas.

Relatan que los hijos de FURA y TENA se dedicaron a explotar las vetas fabulosas, en donde miles
de mineros desentierran las esmeraldas más preciosas del planeta, joyas que han sido fuente de
progreso y desarrollo de la provincia y a la vez, causantes de la ambición que enferma a miles de
buscadores de tesoros quienes suspirando por la pedrería quimérica han incurrido en olas de
violencia que le ha quitado la vida a miles de oriundos y guaqueros provenientes de todos los
rincones de la patria .en busca de fortuna.

Refieren que los túneles y socavones de innumerables filones se han convertido en cementerios
de mineros codiciosos quienes han quedado atrapados y sepultados por montículos de piedras
verdes.

Narran que en su memoria los chamanes de las venas y los paisanos celebran la "danza del
guaquero". "rituales indios muzos", y que añoran el "paso de las ánimas", el "gallino colorado", las
expediciones mineras origen de padecimientos, trabajos pesados, dolor, traición, venganzas, llanto
y sufrimiento.

Se sabe que las minas del País de los Muzos, han sido escenarios de desquites, desagravios y
reparaciones entre productores mineros, guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes
enceguecidos por la avaricia fatal.

Mientras tanto las montañas FURATENA perseveran impávidas, como espectadores silentes,
insondables e inconmovibles ante la pérdida de razón de sus beneficiarios e intrusos que
profanan, mancillan y deshonran las profundidades sagradas del reino de los Muzos.
La bola de fuego

Según la tradición oral y la cultura popular de los Llanos Orientales, Arauca y Vichada en las noches
luctuosas huérfanas de luceros y de estrellas, los centauros llaneros han visto caer del cielo negro
una "Bola de fuego", más grande y luminosa que la luna llena,esfera brillantísima que al hacer
contacto con la llanura se reduce a una altura de cien metros y dentro de la bola se ve a una mujer
hermosa de cuerpo fluorescente , montada en un corcel que caracolea, mientras ve bailar a un
hombre decapitado por el cual lloran dos esqueletos.

Los llaneros dicen que la "Bola de fuego" es un espectáculo impresionante, un enigma que han
tratado de explicar reproduciendo la leyenda de una mujer que asesinó a su esposo llanero por
frecuentar los "Festivales de la Canción Llanera", el "Torneo Internacional del Joropo", el
"Encuentro Mundial de Coleo", el "Festival de la Cachama", la "Feria del Cebú", el "Torneo
Internacional del Contrapunteo" y la "Voz recia de Yopal", sin llevarla a divertirse y a desvestirse.

Los llaneros creen que los esqueletos son los hijos del matrimonio y explican que la viuda sedujo a
uno de sus retoños y que cometió incesto y que al otro sucesor lo despachó para el otro mundo
por rechazar sus placeres eróticos, por juzgarlos inmorales y pecaminosos.

Los llaneros cuentan que al morir la lujuriosa matrona, el diablo la elevó hasta la bóveda celeste
para que implorara perdón a San Pedro y a Cristo y para que la dejaran entrar al "reino de los
cielos".

Dicen que el portero del País Celestial se negó a permitirle integrar al paraíso ya que el "Sumo
Hacedor" omnisapiente se dio cuenta de las pérfidas intenciones de Lucifer quien pretendía que la
posesa lo sedujera.

Y que por ese motivo la regresó a los llanos en forma de meteorito luminoso para que rodara por
el purgatorio de las planicies.
Expresan que desde entonces va "Bola de fuego" a las puertas del edén etéreo a implorar la
indulgencia sin conseguirla y que baja, sube y baja como un yoyó envuelta en una bola de fuego a
las explanadas a espantar a los jinetes y a las rejoneadoras presentándose como una esfera
luminosa, como una hoguera viviente que emite ondas caloríferos que paralizan e imantan a
quienes la ven y/ que después de aterrorizarlos.

La "Bola de fuego" explota en miles de colores como un arco iris, emanando rayos ultravioleta,
tormentas eléctricas y ocasionado sonidos de juegos pirotécnicos y alaridos estridentes.

Los llaneros relatan que lo insólito de la "Bola de fuego" es que al rodar no quema la vegetación,
no seca los ríos, no daña a los animales, ni mata a los humanos.

Lo que si sucede es que los perros aúllan aterrados, que los alazanes relinchan incansablemente,
que el ganado vacuno muge horripilado, que los búhos y las lechuzas alzan vuelo, que los cuervos
traen mensajes tristes, que las luciérnagas y los cocuyos se funden y pierden su chispa; que las
dantas, chigüiros, caimanes, osos hormigueros y felinos al verla se ocultan y que el viento se torna
como el vaho de un horno crematorio.

Los llaneros que afirman haber presenciado a la "Bola de fuego" dicen que posteriormente a la
aparición fabulosa, los nativos de la comarca sufren fiebre, pesadillas, alucinaciones, delirios,
convulsiones, que caminan como sonámbulos, y que luego se vuelven supersticiosos, fanáticos
religiosos y que se transfiguran en místicos que predican que la "Bola de fuego" es un mensaje
divino, para que la humanidad se arrepienta de sus pecados antes de ser llamados a rendir
cuentas ante el tribunal divino, o que de no arrepentirse el omnipotente "juez de vivos y de
muertos" los condenará al infierno de los vivos y a existir hasta que fallezcan aquejados por la
penuria, el enfermedad, la contaminación, la guerra, la hambruna e infelicidad.

Otros llaneros se han referido a la "Bola de fuego" en sus expresiones artísticas y canciones
utilizando instrumentos musicales de la región como el arpa, el cuatro, la bandola, las maracas, el
bandolín y el tiple.

Y ligan la "Bola de fuego" al mar verde, al embrujo llanero y al anochecer de la inmensa llanura
surcada por ríos de oro de múltiples colores.
La leyenda de Francisco el hombre

Cuenta la tradición oral y la cultura popular del Valle de Upar, que una noche sembrada de
estrellas, celosa, fresca y serena. Francisco regresaba montado en un manso burro, tocando su
acordeón cantando y bebiendo whisky, por un camino solitario y polvoriento delimitado por
palmeras soberbias y árboles frondosos a su pueblo.

Dicen que Francisco venía de una parranda vallenata, de un recorrido por pueblos vecinos en
donde anduvo por plazoletas, calles, bebederos, bailaderos y comederos en compañía de
lujuriosas reinas y de una cuadrilla de músicos que acariciaban acordeón, caja y guacharaca como
de costumbre y que en aquel pasaje repentinamente se le apareció el demonio sentado en la copa
de una palma, demonio que saltó y se acomodó en las raíces de un hermético árbol.

Relatan que Satán transportaba terciado un acordeón, otros dicen que se distinguía el dibujo de
Tutankhamen, otros que era marca Regal, "Tornillo de máquina", Guacamayo....
Expresan que el demonio desafió a Francisco el Hombre a una "piquería" a un duelo cantado.

Y que el diablo sin esperar la respuesta de Francisco comenzó a tocar magistralmente su acordeón
y que de un momento a otro le dijo a Francisco el Hombre que apagaría las estrellas, los luceros y
la luna porque así lo exigían las legiones infernales invisibles que le coreaban.

Enseguida reinó una oscuridad misteriosa, la cual pronto fue desgarrada por una figura del
demonio que arrancaba notas maravillosas al acordeón, cantaba magistralmente y bailaba
eufórico en medio de una hoguera.

Dicen que el demonio le desenterraba notas maravillosas al acordeón y que ante este reto
temerario y sui generis retador, Francisco sin bajarse del asno, principió a mimar su viejo acordeón
y que valiéndose de su ingenio, inteligencia, métrica y alma de poeta vocalizó el canto de "Amor
-Amor".

Y que luego escoltado por su fe en Dios, Francisco canturreó el credo al revés y que al diablo
escuchar las inesperadas notas del acordeón de su rival, el canto al amor- amor y el credo el revés
se asustó y que en esos instantes todo el Valle de Upar recobró el derecho a la luz astral del
satélite natural, los brillos y las suertes y que ante esto el demonio se sintió derrotado y voló entre
llamaradas, espectros y fantasmas hacia las montañas a refugiarse en las cuevas de la perdición.

Dicen que al vencer Francisco el hombre al demonio en aquella piquería, por arte de magia
brotaron al camino el Ecce homo, las ánimas, la Llorona y el jinete sin cabeza, quienes aplaudieron
al campeón del duelo de acordeón y de canto vallenato.

Dicen que Francisco el Hombre entró triunfal a su pueblo, tocando preciosas melodías y
entonando canciones poéticas y que de las cantinas salieron acordeoneros a recibirlo y que
cuando Francisco el hombre les narró el combate y piquería con el demonio, los amigos
encantados destaparon botellas de whisky y organizaron una parranda que duro varios días y que
en el itinerario los parranderos pidieron audiencia en las "casas de sexo remunerado " y que entre
la música y el canto vallenato consumían chivo asado, gallina criolla y queso salado.

Cuentan que en esas épocas lejanas las clases aristócratas del Valle de Upar consideraban el canto
vallenato y la música de acordeón como perniciosa, vulgar, inelegante y ramplona y que hubo que
esperar décadas tocando y cantando ininterrumpidamente para imponer por fuerza de costumbre,
la belleza del arte la música vallenata la cual está impregnada de historias, símbolos, códigos,
mensajes, anécdotas, historias de amor, alegría, llanto, y poesía.
La tarasca

Según la tradición oral de Antioquia, Quindío, Risaralda, Caldas Tolima y Huila, por esos territorios
paradisíacos deambula la Tarasca, un trasgo con figura antropomorfa que tiene extremidades de
lagarto, cola de saurio, cabeza de tortuga, boca de caimán en la cual hospeda a esqueletos
humanos. Refieren que han visto a la Tarasca hostigando animales silvestres y engullendo peces y
que su apetito es insaciable. Afirman que después de darse un banquete, el engendro eructa, que
su vaho es somnífero y que con su larguísima lengua es capaz de manear o ligar a varias personas
o ganado.

Narran que la Tarasca asalta en las noches los comederos ubicados a la orilla de los caminos,
especialmente en donde guisan gallina criolla, carne asada, bandeja paisa, tamal, lechona,
mazamorra y sancocho.

Dicen que el engendro persigue las colmenas para endulzar su paladar y que en ocasiones embiste
las fondas o cantinas rurales para beber los licores y que al embriagarse se pone a bailotear y a
cantar emitiendo sonidos guturales, desapacibles y destemplados.

Dicen que la Tarasca tiene recubierto su cuerpo con un caparazón blindado como el de un
armadillo o como el casco de una tortuga y que entre las articulaciones plegadizas esconde púas o
espinas de erizo, las cuales dispara como dardos o como flechas para defenderse de los ataques de
animales o de cazadores.

Hay quienes describen que el trasgo al verse perseguida y acorralada escarba romo un armadillo o
como un topo y que puede permanecer enterrada días sin ahogarse.

Cuentan que la Tarasca pernocta en cuevas lóbregas especialmente en las que hay murciélagos,
vampiros que degusta, también refieren que la Tarasca se refugia en los ríos, lagos, pantanos,
humedales y páramos de las cordilleras.

Dicen que la Tarasca es muy ágil, que vuela como las ardillas, que se transporta usando bejucos
como los micos, que es excelente nadadora, que se sumerge y menea como un animal acuático.
Relatan quienes han observado a la Tarasca que su apariencia es de monstruo feroz, pero que no
ataca a los humanos mientras estos no la hostiguen o traten de cazar.

Refieren que han visto a la Tarasca hostigando animales silvestres y engullendo peces y que su
apetito es insaciable. Afirman que después de darse un banquete, el engendro eructa, que su vaho
es somnífero y que con su larguísima lengua es capaz de manear o ligar a varias personas o
ganado.

Narran que la Tarasca asalta en las noches los comederos ubicados a la orilla de los caminos,
especialmente en donde guisan gallina criolla, carne azada, bandeja paisa, tamal, lechona,
mazamorra y sancocho.

Dicen que el engendro persigue las colmenas para endulzar su paladar y que en ocasiones embiste
las fondas o cantinas rurales para beber los licores y que al embriagarse se pone a bailotear y a
cantar emitiendo sonidos guturales, desapacibles y destemplados.

Muchos creen que la Tarasca tiene la capacidad para metamorfosearse en hombre o mujer y que
participa en los festivales y en las ferias para divertirse y para tratar de saciar su bulimia canina y
su apetito pantagruélico.

En algunas zonas describen a la Tarasca como a una horrible mujer vampiro caníbal la cual agrede
a sus víctimas como si fuese, un felino o una hiena carroñera.

Igualmente mencionan que el espectro aúlla como un lobo y que bufa, resopla y jadea como un
toro bravo.

Cuentan que han presenciado al fantasma de la Tarasca montado en caballos y en reses sin ensillar
y que lo hace como el mejor vaquero o amansador de bestias y que en los corceles deja sus huellas
pues rastrilla sus garras en sus cueros.
El patetarro

Según la tradición oral principalmente de las regiones de Antioquia, Santander, Choco, que tiene
dentro de su actividad económica la minería, y poseen recursos en su subsuelo como esmeraldas,
pedrería y carbón, se dice que han visto a un hombre que tiene su pie derecho podrido, y para
cubrirlo se puso un pedazo de guadua.

Se dice que el patetarro era un tipo belicoso y experimentado en la pelea a machete, bribón y
mujeriego. Y en una de sus andanzas con una mujer le fue entregada una venérea, la cual dio
origen a un deseo de venganza que lo llevo a una disputa a machete en la que fue herida su
pierna.
Tras todo lo sucedido y evitando a las autoridades se refugio en un socavón de una mina y al no
tener ningún tipo de atención su pie se le ha podrido y su pene desecho, entonces después de esta
desgracia se amputo su pierna lesionada y la cubrió con un tarro de guadua.

Este gigante, pues lo describen como un personaje bastante grande, rompió los canutillos de el
trozo de guadua para poderlo acomodar en el mocho de pierna que le quedaba y este a su vez le
sirvió de recipiente para tener todos sus deshechos orgánicos.

El patetarro vive en el monte y cuando se acerca, los perros se encargan de delatarlo, comienzan a
aullar y con ello el temor de los campesinos, pues este horrible individuo emite unos gritos que
retumban en los socavones y unas carcajadas satánicas que hacen eco en las montañas.

Este personaje deambula por el monte llenando su tarro de porquerías, fabricando una sustancia
tan hedionda que al llenarse, el la depositaba en las cementeras y en ese lugar todo tipo de vida
vegetal se secaba, se formaban nudos de gusanos y la plaga se apoderaba del lugar.

Se cree que el patetarro es el encargado de andar castigando a quienes llevan una vida de
libertinaje y sexo sin medida, con su llegada arriban la peste y las calamidades y el mensaje de que
una vida desordenada y lujuriosa no llega a buenos términos.

El patetarro es una forma de representación de la decadencia de la sociedad, la perdida de


valores, la corrupción, la gangrena social y la forma como la corrupción va desvaneciendo toda
iniciativa de una igualdad social.
La leyenda de Rompellanos

El mito del rompe llanos es una de las máximas expresiones de la tradición oral y la cultura popular
de los llanos orientales, de Arauca y Casanare y se originó a mediados del siglo XX.
A la par de la guerrilla de los llanos, en contra de la hegemonía conservadora, subversión
colombiana que agrupo a unos 300 trescientos mil hombres alzados en armas y que conto con el
apoyo de más de 15000 quince mil milicianos de soporte camuflados en la población civil.
La gente del llano se refiere a Eduardo Fernández- alias –“rompe llanos” como un guerrillero que
combatió en la época del legendario Guadalupe salcedo Unda (jefe de la guerrilla de los llanos de
1950), quien se hizo famoso al igual que Dumar Aljure, Eduardo Fonseca, Carlos Perdomo, Jorge
Gonzales y otros revolucionarios.
Dicen los llaneros añosos que las guerrillas del llano tenían ideología de avanzada que se
originaron en contra de la violencia oficial patrocinada por el gobierno de turno, por la clerecía
matrera que vilmente predicaba en los púlpitos que “los colombianos somos violentos por
naturaleza” y que “los colombianos tenemos herencia de los indeseables españoles y de los
indígenas violentos”, ¡curas bellacos! Que incendiaban el alma de los colombianos fomentando la
“violencia política” que dejo más de 300.000 trescientos mil campesinos asesinados por el
fanatismo fratricida entre conservadores y liberales.
Cuentan que rompe llanos estaba al igual que sus compañeros de lucha armada en contra del
estado dictatorial, de la representación militar y policial, de la concentración de capital, de los
abusos del ejercito privados de los terratenientes y grandes ganadores, continuo estado de sitios,
de las injusticias, del marginamiento, de la pobreza que tenía muerta en vida a la gente más débil
de la patria de los desplazamientos masivos forzados de los campesinos que emigraron del campo
hacia las ciudades para salvar sus vidas, desarraigo, de los exiliados y de la violación de los
derechos humanos.
Dicen que después del auto golpe de 1949 de mariano Ospina, del cierre del congreso de la
república, del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, la violencia se recrudeció en los llanos orientales,
del Tolima, en Antioquia y en otras regiones de Colombia y de la guerrilla del llano decretaron
leyes obligando a la población civil a formarse militarmente para defenderse, que dieron
proyectos de reforma agraria que promovieron las libertades demócratas del pueblo y que
presionaron para la nacionalización, empréstitos, tratados internacionales y sobre la explotación
de los recursos naturales de Colombia.
Cuentan que los llanos orientales y parte de Colombia se anegaron con la sangre de campesinos
inocentes enfrentados por el trapo rojo o el trapo azul.
Violencia impulsada por el jefe de los partidos liberal y conservador que n publico invitan a la
violencia contra el adversario y en privado se reúnen a reírse de “la plebe”, a beber alcohol, a
saciar su voracidad perruna, a repartirse los negocios del estado y a confabularse para despojar de
las tierras, cosechas y ganado a los labriegos que despojaban violentamente.
Y que rompellanos fue uno de los gestores del proceso de paz e ideólogo que clamaba por el
respeto a la vida, por el mejoramiento de las condiciones de vida de los proletarios, por la justicia
eficaz y las libertades democráticas, por la defensa de la soberanía nacional, por un ejército
nacional democrático, por una política internacional de independencia y paz, por la pacificación,
por la admitía e indulto para los delincuentes políticos y por el retorno de los exiliados, por la
transparencia en el manejo hacienda pública, por la necesidad de excluir en el presupuesto
nacional partidas económicas para la desmovilización, entrega de armas, rehabilitación y re
inserción de la vida civil y productiva de los ex guerrilleros.
Por reparación de las víctimas del desarme total, por la reducción de unidades de las fuerzas
militares y políticas, por la desmovilización de los llanos orientales, por la creación de escuelas,
por créditos agrícolas, por la legislación laboral y por la forma de una paz duradera.
Cuentan que después de rompe llanos desmovilizarse se dedicó a obras benéficas en los llanos
orientales y que los humildes lo apreciaban y querían mucho.
Relatan que en una oportunidad rompe llanos se embriago en una cantina para ahogar sus
recuerdos traumáticos de la violencia y que injustamente fue detenido y asesinado por unos
detectives policías y que después de levantar el cadáver no se presentó ningún familiar a amigo o
ex compañero de armas a reclamar sus restos mortales para darle sepultura digna, y que un cura
de mala gana de hecho la bendición a los restos irreparables, ya que nadie le pagaba por la “usura
espiritual”.
Los llaneros relatan que después del vil homicidio del que fue víctima, rompe llanos, su alma
comenzó a hacerle milagros a la gente buena de los llanos orientales, de Arauca y de Casanare y
que su “anima en pena” le advirtió al desmovilizado Guadalupe salcedo que iba a ser asesinado
por las mafias ocultas de poder en confabulación con la oligarquía colombiana.
Y de los partidos liberal y conservador firmarían un acuerdo para compartir y alternarlos periodos
presidenciales en Colombia y que le darían un nombre rimbombante y teatral “el frente nacional”
el cual se consagraría a empobrecer más y más a los desposeídos de la patria, “frente nacional”
que a espaldas del pueblo incrementaría las unidades militares y aria todos los esfuerzos por
eternizar a la violencia en Colombia, pues las élites y el establecimiento no estaban dispuestos a
abandonar sus mejores negocios “ la guerra”.
Infortunadamente la profecía del fantasma de rompe llanos se cumplió al pie de la letra y
Colombia continua bañada en un mar de sangre.

A consecuencia del conflicto armado, mientras los politicastro siguen emborrachándose, saciando
su paladar de Gourmet y patrocinados ejércitos privados y mafiosos, desde los clubes antisociales,
desde el congreso nacional y desde la presencia de la república, las gobernaciones, las alcaldías, lo
que se denuncia en los medios de comunicación cada día.

El Ayudao

Este mito tiene fama en los llanos orientales, en Casanare, Arauca y otras regiones de Colombia,
en donde narra que existen personas que celebran extraños ritos donde cocinan un gato negro
vivo en semana santa y que luego se consumen su carne y guardan sus huesos para incrustar uno
de ellos en un muñeco de madera arcilla u otro material.
Dicen que el monicongo debe ser alimentado con agujas y alfileres y que después quien perpetuo
el rito le pide al monicongo que le otorga dinero salid, amor, fama y poder. Afirman que
insólitamente así le concede; al beneficiario le llaman ayudao.

Cuentan que el ayudao es una persona fetichista, supersticiosa e idolatra quien deposita su fe en
un objeto como armas, colares, anillos, relojes, cinturones, botas, varitas, ropa, escapularios,
crucifijos, joyas o cualquier otro amuleto que le trasmite poder efímero o fugaz.

Relatan que el ayudao es inmune a las mordeduras de serpiente, que las balas no le entran que si
es agredido con arma blanca estas no lo hieren, que el licor no lo emborracha, su potencia sexual
es sobre natural, hechiza con su mirada, que en todos los negocios gana y cuando apuesta
siempre gana.

El ayudao le atribuye poderes de levitación, transformación, invisibilidad, ubicación y sapiencia.

La tradición oral y la cultura popular también llamaban ayudao las personas que se trazan metas y
que trabajan constantemente hasta conseguirlas, superando las dificultades.

El ayudao se caracteriza por obtener absoluta confianza en sí mismo, en blindarse contra la


adversidad, en acorazarse contra los vaivenes del destino belicoso en sobre ponerse a la traición,
al desamor y al desengaño.

El ayudao se caracteriza por volver a empezar hasta conquistar sus objetivos y esa actitud positiva
es lo que conduce a triunfo y que la deferencias de los pesimistas en la causante de envidia y
murmuración de quienes son espectadores y no autores de sus propios progresos y desarrollos.

Otra versión es que el ayudao se vale de los cascabeles, hiervas medicinales, frutas curativas,
olores que sanan fuentes energéticas pirámides, lecturas de cartas, interpretación de los sueños,
consulta a videntes e información para acerca a sus propósitos.

La gente dice que el ayudao tiene buena estrella, que igual a los gatos siempre cae de pie; que lo
escolta la suerte.

La tradición oral y la cultura popular no le reconocen al ayudao talento, en cambio atribuyen sus
logros al hado, a la protección de espíritus superiores, a pactos con el diablo, al tráfico de
influencias a las recomendaciones al soborno...

El mito del ayudao es confuso y contradictorio pues hace apología a la actitud positiva pero no
reconoce el talento humano que es especial para el crecimiento espiritual, materia, social,
económico de la personal.

Lo importante de este mito es que deja un mensaje que hay que tener fe en sí mismo, trabajar y
creer que algo o alguien ayudan para hacer realidad los sueños de izquierda, felicidad y
realizaciones.
El Árbol de la vida

Este mito hace parte de la tradición oral y la cultura popular de Norte de Santander, narra que
hace mucho tiempo existió un árbol tan alto, cuyos frutos eran estrellas, árbol aguado que creció y
se elevó más arriba del techo de la bóveda celeste.

Los indígenas de esta región lo llamaban el “árbol de la vida”, en razón a que daba cosechas de
frutos abundantes y semillas que germinaban en cualquier terreno asegurando alimento para
todos los raízales.

Además el “árbol de la vida” servía de morada a muchos animales silvestres como aves, mariposas,
insectos, ardillas, armadillos, serpientes, batracios, reptiles y gran parte de la fauna de esos lares.

Cuentan que las hojas del ”árbol de la vida” eran la panacea que curaba todas las enfermedades
del cuerpo y del alma; que sus flores coloridas eran muy bellas y perfumadas, que sus productos
eran afrodisíacos y que la comunidad nativa acudía a él en busca de refugio para protegerse del sol
y de la lluvia.

Los oriundos dicen que todos los beneficios del “árbol de la vida” les causaba alegría, salud,
prosperidad, bendiciones, inteligencia, sabiduría, fuerza gracia, gloria, belleza, fundamento,
victoria y buen gobierno. Igualmente el “árbol de la vida” era fuente de vida eterna, espiritualidad,
fertilidad, integridad, amor, sueños de esperanza y fantasía.
Los naturales consideraban el “árbol de la vida” como el medio de unión entre la tierra y la
morada celestial. Dicen que entre sus ramas y copa se entremetían el sol, la luna, las estrellas, los
luceros y las nubes.

Los oriundos consideraban al “árbol de la vida” como la escalera que unía la tierra con el país
angelical, el símbolo de la espiritualidad, el emblema sagrado, la insignia de los valores humanos y
de las virtudes.

El mito dice que la genealogía, las familias, el linaje y descendencia provenían y estaban ligadas al
“árbol de la vida”, igual sucedía con el amor y la convivencia pacífica.

El mito narra que un funesto día, llegaron unos “hombres de piel gris” que al ver el árbol
maravilloso sintieron envidia y pérfidamente se idearon la forma de talarlo y lo derribaron; y en
consecuencia brotaron los ríos Catatumbo y Oro; y las inundaciones produjeron los océanos y la
mayoría de los hombres, mujeres, niños, niñas, ancianos, animales, se ahogaron.

Relatan que al tumbar el “árbol de la vida”, llegaron todos los males; enfermedades, plagas, odios,
conflictos, violencia, matanzas, desamores, escasez, hambruna, ignorancia, anti valores, vicios y la
pérdida del respeto por la vida y lo venerable.

Refieren que al ver los guerreros y supervivientes la estela de males, se arrepintieron y confesaron
sus malas acciones al indio Bari, quién les dijo: que para recobrar el estado de felicidad, salud y
prosperidad, tenían que: ”lavar sus corazones”, purificar sus espíritus y consagrarse a hacer obras
benéficas para la comunidad y que sólo así, renacería el “árbol de la vida”.

El mito del “árbol de la vida” nos deja muchas moralejas y metáforas que invitan a respetar la vida
como el bien supremo sagrado, a convivir en armonía y en paz con la naturaleza y con la
humanidad.
El Mito keralia o fuego fatuo
Según la tradición oral y la cultura popular de las comunidades próximas a las ciénagas, playas,
salinas y pantanos de la costa atlántica y de otras regiones de Colombia, a la media noche Keralia o
fuego fatuo hace su aparición en forma de animal o de persona lujuriosa que encanta, seduce, y
preña a las mujeres que se encuentran en su recorrido erótico fatírico.

Las embarazadas victimas de Keralia dan a luz serpientes, cangrejos, escorpiones, sapos, gusanos o
si tienen suerte malhadada sus criaturas nacen deformes o mueren en el vientre, por los "decretos
del destino" cruel, indolente y caprichoso.

El mito narra que la minoría de fecundadas por Keralia o fuego fatuo que sobreviven al
alumbramiento, afirman que fueron fertilizadas por una proscribe figura malvada con apariencia
humana, luminosa que las hipnotizó y descargo espermatozoides malditos sobre sus entrañas.

Las desdichadas describen a Keralia como una criatura asesina, como un insecto sexual y social,
como a un irresponsable y larva parasitaria, con forma de humanoide radiante, como si fuese un
espectro extraterrestre, un alienigena, un marciano de ficción, un gigante con falo que hace
erupción como un volcán.

Otras versiones comparan a Keralia o fuego fatuo con luces misteriosas que flotan en los
cementerios y en los pantanos, engendro que deslumbra y enceguece de codicia lasciva a las
mujeres que creen encontrar diamantes y lingotes y que por su apetencia caen en una trampa
sexual mortal.

Otras interpretaciones es que Keralia o fuego fatuo son las luces fantasmales de los niños que
mueren sin ser bautizados y que sus ánimas deambulan propagando la perdición, miedos, terror y
frustración valiéndose de la pasión.

Otras sobrevivientes comparan a Keralia con el ardor de la muerte, la desgracia, las almas en pena,
las serpientes refulgentes que encandilan, hacen perder la razón y que por necios, insensatos,
vanidades infundadas, fogosidad vacía, desenfrenada, disoluta y promiscuidad conducen a la ruina
y a la decadencia biológica y moral.

El mito de Keralia o fuego fatuo simboliza el suplicio, la podredumbre, la agonía interminable, la


hoguera de inquisidor Torquemada, el ímpetu que contamina y mata, el pájaro incomparable con
el Fénix, con el fuego olímpico o con las hoguera solsticios.

El mito de Keralia es comparado con el fruto de las malas acciones, de la perversión, de la


corrupción, de la ambición, de la guerra, de la guerrilla, del narcotráfico, del paramilitarismo, de
los abusos de autoridad, de los malos gobiernos, de la pérdida de valores, de la perdición de las
virtudes, del decaimiento de la sociedad que vulnera, intoxica y mata a gente inocente.
LA LEYENDA VALLENATA

La leyenda vallenata es un símbolo de folclore colombiano y en especial del Valle de Upar, paraíso
del cual destaca su suelo, hidrográfica flora, fauna, clima, gastronomía música cantos y danzas.

La Leyenda Vallenata exalta los cantos y la inspiración poética de los cantautores y acordeoneros
que van por las veredas y los pueblos celebrando las fiestas patronales, los festivales y carnavales
con las cumbiambas y los paseos, los merengues, las puyas y los sones.

La Leyenda Vallenata enaltece temas inmortales como "el pilón y "el amor amor" verdaderos
Himnos Vallenatos.

La Leyenda Vallenata es una expresión multietnica y multicultural que une la herencia española,
indígena y africana.

La Leyenda Vallenata es un rito a la amistad, manifestada en la Parranda Vallenata animada con


flautas de caña, la caja, el acordeón, la guaracha, los cantadores, mientras el pueblo disfruta un
sancocho, bebe, canta versos, cuenta chistes o narra anécdotas.

La leyenda vallenata se convirtió en la gran fiesta popular de los santos Reyes del Valle de Upar"
de Valledupar Cesar.

El festival de la Leyenda Vallenata data de 1576 época de la conversión a la religión católica de los
nativos Chimilas, Tupes y Carilaches, quienes hacían reuniones de canto y de baile para mantener
vivas sus tradiciones, ceremonias, rituales, y deidades, ridiculizando así a los ejércitos de
misioneros alienistas especializados en robar almas y corromper espíritus con credos foráneos
para hacer doblar las rodillas indígenas al imperio español.
El festival de La Leyenda Vallenata tiene escenarios sagrados como la plaza Alonso Lopez y el
Parque de la Leyenda Vallenata "Consuelo Araujonoguera" en cuyas áreas se siente la devoción
por la música Vallenata, por los cantos, las tradiciones, los mitos, las costumbres, las leyendas, el
folclore.

El parque de la Leyenda Vallenata "Consuelo Araujonoguera" posee espacios famosos como la


Puerta de la Tradición el camino de los Cañaguates, la plaza de los Chimilas, la tienda de la India
Francisca, el muse Vallenato, el teatro Coroponiamo, las Chozas de los Tupes, el Bosque del amor -
amor, la Laguna de Sicarate, la Isla del Milagro, la Capilla de la virgen, el puente de Antoñuelo, las
cuevas de Zatzare, el coliseo del Cacique Upar y el espacio de los juglares...

Hay que resaltar que el festival de la Leyenda Vallenata se beneficio de raises populares y el afecto
de personalidades como los ex presidentes Alonso Lopez Michelsen, Belisario Betancourt Cuartas,
del premio nobel de literatura Gabriel Garcia Márquez, del compositor Rafael Escalona Martinez,
de la ex ministra Consuelo Araujonoguera y de numerosos periodistas.

El festival de la Leyenda Vallenata ha sido avivado en diferentes épocas por juglares famosos como
Alejo Duran Diaz, Abel Antonio Villa, Calixto Ochoa, Guillermo Buitrago, Rafael Orozco, Egidio
Cuadrado, Nicolas "Colacho" Mendoza, Vicente "Chente" Munive, Anival Velasquez, Emiliano
Zuleta por nombrar unos...
El mito de la serpiente fueteadora

Muchos de los nativos de regiones selváticas como las del Putumayo, Caquetá y Amazonas, narran
que han visto una serpiente larga que acecha entre la espesa vegetación, los senderos, trochas y
caminos. Al toparse con cualquier caminante hombre, se abalanza contra él, lo amarra y les da
tremenda paliza con su cola. Lo deja con morados y golpes en todo su cuerpo.

Lo extraño de esta historia que cuentan es que la serpiente no muerde, no envenena, la


consecuencia de la fuetera es que después del castigo queda caminando como modelo en pasarela
y moviendo la cintura como un marchista.

La gente de estas regiones cree que la serpiente fueteadora es la correa de San Agustín que
espanta los demonios incorporados en las personas.

Otra versión que hay sobre este mito es que la serpiente es una advertencia para que los
caminantes se cuiden de los chismes, deudas, enredos, patrañas, que son muy comunes en estas
regiones del país, por ser fuentes, según cuentan, de discordias, violencia y enemistades.

Dicen además que cuando logran matar la culebra hay que mirar para todos los lados porque ellas
siempre andan de a dos. Matar las serpientes y quemarlas para que otras serpientes no se
acerquen por el olor a muerte.

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