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Pérez Matos, Nuria E. y María del Carmen Remegio Montero.

“Reflexión
epistemológica sobre La Archivística, la Bibliotecología, la bibliografía y la Ciencia
de la Información”. En: Cinco Palmas: Revista de las Oficinas de Historia del
Consejo de Estado. Año 2 / número 1. Mayo 2009.

El punto de partida de la presente reflexión constituye un artículo del Doctor Radamés


Linares titulado: Bibliotecología y Ciencias de la Información. ¿Subordinación,
exclusión o inclusión?

En su artículo, Linares muestra variantes con respecto a la relación que se establece


entre la Bibliotecología y la Ciencia de la Información. La Archivología
indiscutiblemente, asume un espacio propio sin mucha discusión no sucediendo así con
las otras disciplinas informativas.

Para el caso, Linares plantea que la subordinación concibe a la bibliotecología como


subordinada a la Ciencia de la Información, la exclusión plantea que “son ambos
saberes independientes y la inclusión propone una integración de ambos campos en un
espacio único”

Las bibliotecas, como instituciones milenarias, tuvieron en sus inicios funciones muy
parecidas a los archivos, donde prima la conservación a toda costa. No puede hablarse
de una ciencia bibliotecaria hasta el siglo XIX (…9 fue el estudio de Martin
Scherettinger titulado Ciencia de la Biblioteca lo que marca el despegue.

“La Archivística”

Indiscutiblemente, la primera actividad desde el punto de vista informativo que existió


en el mundo fue la Archivística. Es imposible hablar de la historia del hombre como
ente social sin tener en cuenta la historia de la creación de los archivos, la cual se
remonta a la creación del primer testimonio escrito.

Los archivos nacen como una necesidad de testimoniar la vida pública y privada y su
finalidad fue servir de garantía de derechos. Luego su finalidad se amplía hacia la
custodia de la información sobre los descubrimientos científicos y sobre los documentos
que puedan ser fuentes de historia.

Los documentos más antiguos de los que se tenga noticia se descubrieron en Uruk,
cerca del antiguo estuario del Éufrates, en Mesopotamia. Se trata de los libros de
cuentas y de inventarios redactados en escritura cuneiforme arcadiana, en tabletas de
1
arcillas ubicadas en el templo de Eanna. Estos documentos constituyen los primeros
archivos del mundo. Por investigaciones realizadas, se conoce que alrededor de los años
1400- 1200 a.n.e en algunos Estados del Mediterráneo Oriental poseen archivos
perfectamente organizados en algunas cancillerías, donde se conservaba la
correspondencia diplomática redactada en tabletas de arcilla. En Roma se construye el
Tabularium (Archivo central del imperio Romano), cuyas ruinas eran aún visibles en los
años 78-79 a.n.e. En nuestra era 753-755 las actas o cartas redactadas en pergamino y
cerradas con sellos de cera constituían los documentos más importantes en la Edad
Media Europea.1

Es muy probable que las instituciones archivísticas tuvieron sus orígenes durante la
antigua civilización griega, en los siglos V y IV a.n.e. En Egipto y Mesopotamia, los
archivos patrimoniales guardaban escritos sobre la contabilidad de sus cosechas y los
escribas eran sus custodios; el soporte de la escritura era el papiro o una materia dura
para escribir mediante punzones. Los griegos también guardaban documentos de los
actos públicos tanto de carácter político- administrativo como de carácter notarial.2

Durante la Edad media el archivo tuvo una gran importancia, pero siempre para
defender y exigir derechos. La existencia material de los archivos se veía limitada al
mueble que contenía los pergaminos. La aparición del papel trae un aumento de la
producción documental y de las entidades que depositan tal documentación. Por esa
razón, muchos archivos se encontraban en palacios y templos. En los siglos XII al XVI,
reyes, príncipes, señores feudales y jerarcas de la Iglesia guardaban, al lado de otros
tesoros, los títulos que legitimaban sus tierras y derechos.

Del siglo XVI al inicio del siglo XIX, resultado de las contingencias históricas
comienza el apogeo de los Archivos de Estado como instrumentos y muestras del poder
de los monarcas absolutos.

Todas estas etapas se consideran en la bibliografía como prearchivística o anteriores a la


propuesta de la archivística moderna, la cual se empeña en colocar los archivos a
disposición de la comunidad, como auténticos laboratorios de información.

1
Sol M. Mesa, Ma. Cabrera, J. Introducción a la Archivología: Selección de Lecturas. Facultad de Artes
y Letras, La Habana, 1987.
2
Heredia, A. Archivística general: teoría y práctica. Sevilla. Servicio de publicaciones de la Diputación
de Sevilla, 1993.

2
España reconoció el valor de los documentos para el caso de Cuba desde mediados deñl
siglo XVI. Joaquín Llaverías comenta que en las Ordenanzas del Rey Felipe III de 1602,
se recomienda el cuidado de los libros y los papeles de la Real Hacienda; este incipiente
trabajo de inicios de la colonia originó los archivos.3

El concepto de Archivo Público durante los siglos XVI y XVIII no era tal, ya que el
acceso de los usuarios no era directo, pues solo se utilizaban para y a través de la
administración. En esos momentos, la figura del archivero se va delimitando como
conservador de testimonios escritos y como persona de conocimientos, siendo muy
importante también la figura del notario público para el registro de los documentos
privados.

Carlos I crea, en 1545, el Archivo General de Simancas y lo pone a cargo de un


archivero. Este es el primer intento y puesta en práctica de un Archivo general que
reúne la documentación de la corona castellana.

En el siglo XVIII y siguiendo la tendencia de la concentración de documentos se funda


el archivo imperial de Viena. Con la finalidad de servir de fuente para la historia y en
especial para recopilar la documentación de las propiedades de ultramar y las relaciones
de las instituciones coloniales en América, se funda en 1785, el archivo de Indias de
Sevilla.

En Francia, a partir de 1789, se establece la institución archivística, no solo como


conservadora de documentos, sino como garante de su consulta; por ello se abren los
archivos a los ciudadanos y en 1790, esta institución se convierte en Archivos
nacionales de París.

En Cuba fue el gobernador Antonio maría de Bucarely quien diera los primeros pasos
para la organización de la documentación y promoviera la primera Secretaría de la
capitanía general, en la que se archivaban los documentos correspondientes a la
gobernación civil y militar. En estos tiempos se crean los archivos de la Intendencia de
Ejército y Real Hacienda de la Isla de Cuba y el Consulado de agricultura, Industria y
Comercio de La Habana.

El 28 de enero de 1840 se dictó la Real Orden 531, por la cual se crea un Archivo
Único: Archivo General de La Real hacienda. En 1857 se le cambió el nombre por

3
Llaverías, J. Biografía del Archivo Nacional de Cuba. La Habana, Imprenta del Archivo Nacional, 1954.

3
Archivo general de la Isla de Cuba y se le otorgó un carácter autónomo. La institución
llevó por primera vez su sello oficial. En 1904 se oficializó el nombre de Archivo
Nacional y se instaló en el Cuartel de Artillería, en la calle Compostela entre san isidro
y Desamparados. Habana Vieja. Al triunfo de la Revolución en 1959 se incorporó a la
Secretaría de Educación y después fue dependencia del Consejo nacional de Cultura. En
1963 pasó a formar parte de La Academia de Ciencias de Cuba. El archivo Nacional de
Cuba fue el quinto fundado en América latina, precedido por los de Argentina (1821),
México (1823), Bolivia (1825) y Brasil (1839).

Heredia señala que en esa época cuando se crean “ las escuelas que darán impulso a los
estudios documentales: l’ Ecole de Chartes en 1821, la de Viena en 1854, la Escuela de
diplomática en Madrid 1856 y la Escuela de paleografía y Diplomática en Florencia
1857.4

El Consejo Internacional de archivos (CIA) se constituye en 1948, debido a los


desastres causados en los archivos durante la Segunda Guerra Mundial. En 1968 la
Asociación Regional de archivos para Asia Suroriental confirma el interés de los países
del tercer mundo por los métodos archivísticos más modernos y ese año, en el Congreso
de Niamey, se decide establecer un Centro de Información General, cuyo resultado es
un modelo de cooperación reforzada entre los archivos, las bibliotecas y los centros de
documentación. En el Congreso Internacional de Archivos celebrado en Washington,
1976, se habla de una auténtica revolución archivística.

En la época actual, los archivos tienen, como principio fundamental la correspondencia


entre la organización de las colecciones y las demandas de datos e información sobre las
peculiaridades de los individuos y entidades que generan las colecciones.

Existen múltiples y muy variadas definiciones de Archivística, por ejemplo:

La Ciencia que trata de los Archivos, de su conservación, administración, clasificación,


ordenación, interpretación, etc., de las colecciones de documentos que en los archivos
se conservan como fuente para su conocimiento ulterior y servicio público.5

4
Heredia, A. Archivística general: teoría y práctica. Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Diputación
de Sevilla, 1993.
5
Schellemberg. T. Archivos Modernos, principios y técnicas. La Habana, Publicaciones del comité de
archivos de la Comisión de Historia, 1958.

4
Una disciplina auxiliar o funcional de la Administración y de la historia, que refiere a
la creación, historia, organización y funciones de los archivos y sus fundamentos
legales y jurídicos.6

La Ciencia que estudia la naturaleza de los Archivos los principios de su conservación


y organización, así como los medios para su utilización.7

Ciencia que estudia la actividad archivística específicamente los problemas teóricos,


históricos y metodológicos referentes a los documentos y fondos de archivo.
Comprende las especialidades de teoría y práctica de la actividad de los Archivos
(Archivonómica), estadísticas de los archivos, tecnología de los Archivos, etc.8

Ciencia que se ocupa de los Archivos en sus aspectos teóricos y prácticos,


estableciendo principios inalterables y estudiando técnicas adecuadas de gestión de
documentos, administración, y tratamiento técnico de los archivos. Así como la función
jurídica, administrativa y científica de los mismos, donde un punto de vista archivístico
o de ciencias y técnicas diversas y su relación con las entidades productoras de los
conjuntos orgánicos, a fin de manejar y hacer accesible la información de los fondos
documentales.9

La Archivística ha transcurrido por tres etapas:

1- La Archivística como una ciencia auxiliar de la Historia, un planteamiento


propio del siglo XIX que transcurre en forma paralela al desarrollo de las
ciencias históricas, cuando se erigen las primeras escuelas de archiveros..
2- La archivística como ciencia auxiliar de la administración, al iniciarse los
grandes cambios socioeconómicos y la aparición de la gestión de registros.
(records- management)
3- La archivística como una parte integrante de las Ciencias de la Información.10

6
Ibídem.
7
Ibídem.
8
Setién, E. Aportes metodológicos de la investigación sobre la actividad bibliotecaria en el Ministerio de
Cultura de Cuba. Bibliotecas. Serie Especial, 2,80-100, 1995.
9
Fuster. F. “Archivística, Archivo, documento de archivo: necesidad de clarificar los conceptos”. En:
Anales de la Documentación: Revista de Biblioteconomía y Documentación, 2. Consultado en:
http://eprints.relis.org/archive/00002448/A9-02. 10 de dic de 2006.
10
Rodríguez. M.d.C. “La delimitación de la Archivística como ciencia.” En:
http://historia.fcs.ver.ac.cr/articulos/2006/8archiv_perspectivas.html. Consultado el 16 de julio de 2006.

5
Esta última etapa no se encuentra totalmente definida y autores contemporáneos
argumentan que la Archivística es una disciplina dirigida a la práctica, mientras otros la
definen como ciencia.

El servicio y la difusión de los documentos a la sociedad es uno de los principios más


importantes de los archivos (…) los archivos adquieren una misión social
importantísima, que no es solo de tipo cultural, de investigación, sino de información,
de auxilio, de ayuda a los ciudadanos en todos los aspectos de la vida humana.
Por esta finalidad última informativa, es por lo que la archivística está considerada
como una más de las llamadas ciencias de la Información, adoptando algunas de las
herramientas y técnicas de trabajo de las mismas, en especial, la creación de las bases de
datos y la ampliación, de la Informática. El impacto de las nuevas tecnologías se ha
hecho aún más evidente con la aparición de los nuevos soportes documentales y medios
de almacenamiento.

La Archivología ya ha sido tratada por distintos autores como una ciencia porque reúne
diferentes condiciones que la hacen ver como tal. Según el Diccionario Enciclopédico
Larousse, una ciencia es “un conjunto coherente de conocimientos relativos a ciertas
categorías de hecho, de objetos o de fenómenos”. Apoyándonos en esta definición, esta
disciplina constituye una ciencia que reúne todo lo relacionado con el uso, historia,
utilización, funcionamiento, tecnología y organización de los archivos. No surge con la
aparición de los primeros archivos en las primeras civilizaciones, sino que se ha
desarrollado con el transcurso del tiempo y la Institución que le da nombre, así como los
documentos de carácter archivístico son; dentro del conjunto de ciencias informativas,
las más antiguas.

“La Bibliotecología”.

La palabra bibliotecología tiene su origen en el griego: biblion- libro, theke- caja; y


logos- discurso; o sea estudia el libro y la institución que a lo largo de los siglos ha
actuado como la atesoradora y difusora de los libros: la biblioteca.

6
En el surgimiento de la bibliotecología se debe destacar lo relacionado con la evolución
del libro, las bibliotecas y las técnicas y métodos utilizados para el estudio y
organización de la información, para su uso posterior. (…).

El factor que hace posible un mayor desarrollo del libro y las bibliotecas es el
descubrimiento de la imprenta por Johann Gutenberg, en el siglo XV. Pero no es hasta
el siglo XIX que comienza a pensarse en la organización de la biblioteca como una
necesidad; y en 1873 se edita la Clasificación Decimal de Dewey aplicada hasta
nuestros días. El siglo XX está cargado de hechos que provocan el empuje mayor para
esta rama del conocimiento llamada Bibliotecología.

Bibliotecología: Rama del saber que estudia objetivos, principios, contenido, sistema y
formas de uso social de los libros. La principal tarea teórica de la bibliotecología es la
investigación de las leyes del desarrollo del proceso relacionado con las bibliotecas
como fenómeno social vinculado a la utilización de riquezas literarias en interés de la
sociedad.

Bibliografía o ciencias bibliográficas.


El vocablo bibliografía (del grupo biblion- libro, graphein- escribir) significaba en su
origen (S III d.n.e) el arte y oficio de los copistas. El repertorio en forma impresa
aparece hacia 1494. (…). El término bibliografía se adoptó en 1633 en Francia y el
primero en usarlo fue Gabriel Naudé, Bibliotecario de Mazorino, en su Bibliografhia
Política.

La bibliografía, entendida como registro de documentos, es una consecuencia del auge


alcanzado por los materiales impresos con la aparición de la Imprenta (…) solo la
imprenta y su consecuente impacto en la cultura generaron condiciones para la aparición
de instrumentos capaces de indicar, registrar y analizar la explosión informativa que
produjo la invención técnica aludida.

(…) En la actualidad, la bibliografía tiene la nueva función de informar día a día de los
progresos de las diferentes ramas del conocimiento.
Bibliografía:

7
Por su naturaleza: es la rama del conocimiento y actividad práctica; campo de saber;
publicación; conocimiento, lista de libros o artículos, documentos secundarios, rama del
conocimiento.
Por su finalidad: analizar obras impresas o manuscritos; confección de índices
bibliográficos, construir documentos destinados a facilitar el trabajo intelectual; elaborar
listas bibliográficas; materiales bibliográficos.

Por su objeto de estudio; registro, descripción, clasificación y análisis cualitativo de las


publicaciones; investigación, identificación, descripción y clasificación de los
documentos, métodos y medidas para el trabajo bibliográfico; la actividad bibliográfica,
sus leyes, principios y estructura.

Ciencia de la Información.
The Institute of Information Scientists de Londres, Inglaterra, establece que “la ciencia
de la Información que interesa por los principios y prácticas de producción,
organización y distribución de información, así como por el estudio de la información
desde su generación hasta su utilización y transmisión en una variedad de formas, a
través de una variedad de canales.

La Ciencia de la Información tiene como objetivo fundamental el estudio de la actividad


científico- informativa. El surgimiento de la Ciencia de la Información y su expansión
se atribuyen al período de la posguerra, fundamentalmente a partir de 1950.

Desarrollo de las disciplinas en Cuba.

El comportamiento de las disciplinas en Cuba se ha dado de forma distinta en cada una


de las ramas. Los archivos se remontan desde la fundación de la Villa de San Cristóbal
de La Habana, en 1519. La conservación de la documentación de la Isla, fue motivo de
preocupación de Felipe II desde fecha tan lejana como 1569, a través de ordenanzas al
efecto. En 1602 recomendó el cuidado de los libros de la Real hacienda y prohibió el
acceso a personas ajenas. Más de un siglo después, en 1762, los ingleses se llevaron
parte de la documentación, la cual se conserva en instituciones británicas.

8
Durante la primera mitad del siglo XIX diferentes instituciones gubernamentales
crearon sus propios archivos, como el Real Consulado, el cabildo, el tribunal de Cuentas
y otras. El 28 de enero de 1840 se acordó la creación de un archivo único: Archivo
General de la Real Hacienda. En 1857 se le cambió el nombre por Archivo General de
la Isla de Cuba y se le otorgó un carácter autónomo. La Institución llevó por primera
vez su sello oficial. En 1904 se oficializó el nombre de Archivo- nacional y se instaló
en el Cuartel de Artillería, en la calle Compostela, entre San Isidro y Desamparados
Habana Vieja. Al triunfo de la Revolución en 1959 se incorporó a la Secretaría de
Educación y después fue dependencia del Consejo nacional de Cultura. En 1963 pasó a
formar parte de la Academia de Ciencias de Cuba.

Leyes particulares.

Ley particular de la actividad archivística.


La concatenación general y regular entre los elementos de la actividad archivística y las
condiciones socio- económicos, así como su necesaria correspondencia con esas
condiciones. Tal concatenación está medida por las peculiaridades de los individuos y
entidades generadores de documentos de archivo y por el uso de las colecciones de
estos.

Principios particulares:
Principio particular de la actividad archivística.´
La correspondencia entre las colecciones de archivo y las demandas de datos e ideas
sobre las peculiaridades de los individuos y entidades que generan esas colecciones.

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