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Prevención y protección: bases

estadísticas aplicadas a la
prevención
© Cátedra IUTA
Indice
Prevención y protección: bases estadísticas aplicadas a la prevención 3
Texto claves 3
2.1. Introducción a la prevención y protección 3
2.2. La prevención de riesgos laborales 4
2.2.1. ¿Quién debe aplicar la prevención? 4
2.2.2. Empresarios y la prevención de riesgos 4
2.3. La protección de riesgos laborales 6
2.3.1. Equipos de protección 6
2.4. Introducción a la estadística 9
2.4.1. Índice de frecuencia 10
2.4.2. Índice de gravedad 10
2.4.3. Índice de incidencia 10
2.4.4. Índice de duración media de las bajas 11
Bibliografía 11
Texto Referencial 11
Audiovisual 11
Actividades prácticas 12
Recursos 15
Documentos 15

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Prevención y protección: bases estadísticas aplicadas a la prevención

Prevención y protección: bases estadísticas aplicadas


a la prevención

Texto claves

2.1. Introducción a la prevención y protección


La prevención de los riesgos laborales ha sido y es una preocupación para los poderes públicos a lo largo de la
historia. Como consecuencia de ello, se han acumulado una serie de normas, de muy diverso rango y
orientación, que han regido las diferentes acciones preventivas.

Además, la incorporación de España a la Unión Europea, los compromisos contraídos con la Organización
Internacional del Trabajo, así como el mandato constitucional recogido en el artículo 40.2 de la Constitución
Española, que encomienda a los poderes públicos a velar por la seguridad e higiene en el trabajo, exigen una
visión unitaria de la cuestión, actualizar regulaciones desfasadas y regular situaciones nuevas no contempladas
con anterioridad.

Esta situación quedó solventada con la publicación de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de
Riesgos Laborales (LPRL). Esta Ley, constituye el marco legal mínimo, a partir del cual, y en coherencia con las
Directivas comunitarias, las normas reglamentarias y otras disposiciones, Decretos y Normas Técnicas de
Prevención, se irán desarrollando y concretando los aspectos más técnicos de las medidas preventivas.

En cuanto a las diferencias más significativas entre prevención y protección es que, la primera, actúa sobre el
causante, evita o reduce el riesgo. Así, a través de distintas medidas, se elimina o reduce el riesgo en su punto
de origen y, si no es posible, se adoptan medidas en la vía de transmisión del peligro. La segunda, es decir, la
protección, difiere de la prevención en que no evita el riesgo, sino que trata de reducir sus consecuencias. Como
medidas de protección, se encuentra, por ejemplo, el Equipo de Protección Individual (EPI) que actúa sobre el
trabajador.

Para ejemplificar esto último señalado, podemos utilizar el siguiente enunciado y medidas a
aplicar desde ambos puntos de vista.

Una máquina sobre la que se sienta un trabajador para manejarla, produce un nivel de
vibración superior al máximo permitido:

Medida de prevención que consigue eliminar el riesgo por completo:


sustituir la máquina por otra que no produzca ninguna vibración. Se actúa
sobre el agente causante de las vibraciones, (la máquina), atacando el riesgo
en su origen.
Medida de prevención, que actúa sobre la vía de transmisión del riesgo:
aislar la máquina, colocando un revestimiento con elementos elásticos que
impidan la propagación de la onda vibratoria, a modo de filtro.
Medida de protección: proporcionar a los trabajadores EPI: muñequeras,
cinturones lumbares, ropa acolchada, calzado aislante o guantes
antivibraciones. No se elimina, ni se reduce el ruido, sino que se actúa sobre el
trabajador y las consecuencias que puede producir el ruido sobre él.

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2.2. La prevención de riesgos laborales


En el ámbito laboral, nos vemos expuestos a una serie de riesgos ante los cuales, se deben tomar medidas de
prevención.

Establecer una política de prevención que permita reducir al máximo las posibilidades de sufrir un accidente o de
contraer una enfermedad derivada del trabajo es uno de los pilares para garantizar un entorno laboral seguro.

El objeto de la LPRL es promover la seguridad y la salud de los trabajadores, mediante la


aplicación de medidas y desarrollo de actividades necesarias para la prevención de riesgos
derivados del trabajo.

2.2.1. ¿Quién debe aplicar la prevención?

El objetivo que persigue la LPRL se logra a través del conjunto de actuaciones que deberán realizarse
basándose en los principios de eficacia, coordinación y participación de las diferentes partes implicadas en el
tema:

Empresarios.
Trabajadores.
Fabricantes, importadores, suministradores de maquinaria, equipos, productos y útiles de trabajo.
Administraciones Públicas (Estado, Comunidades Autónomas).

Además, esta ley no pretende establecer únicamente los derechos y obligaciones de las distintas partes que
intervienen en la relación laboral, sino que persigue fomentar una auténtica cultura preventiva a toda la
sociedad, a través de la promoción de la mejora de la educación en dicha materia en todos los niveles.

El cumplimiento de las obligaciones de cada uno de estos colectivos, así como el ejercicio de los derechos de
los mismos, que están establecidos por la Ley, supondrá elevar el nivel de protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores.

2.2.2. Empresarios y la prevención de riesgos

El empresario, en materia de prevención de riesgos, está obligado a realizar una serie de acciones para
garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores a su servicio, que se concretan en:

Evitar los riesgos


Evaluar los riesgos
Planificar y aplicar la prevención

2.2.2.1. Evitar los riesgos

Evitar los riesgos supone proceder a la eliminación de todos aquellos riesgos que sean eludibles. Esta
obligación legal va más allá de la simple actuación a posteriori de situaciones de riesgo ya manifestadas. El
empresario debe planificar la prevención desde el mismo momento del diseño del proyecto empresarial.

2.2.2.2. Evaluar los riesgos

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El segundo paso a realizar por el empresario en su actuación preventiva es evaluar los riesgos que no se
puedan evitar. Para ello, es necesario que responda a las siguientes cuestiones:

¿En qué consiste?

La evaluación de los riesgos laborales, consiste en el proceso dirigido a estimar la magnitud de los riesgos
que no hayan podido evitarse, obteniendo la información necesaria para poder tomar una decisión
apropiada sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas que
deben aplicarse.

En todo caso, estas medidas preventivas deberán establecer aquellas situaciones en que sea necesario:

Eliminar o reducir el riesgo.


Controlar periódicamente las condiciones, la organización y los métodos de trabajo y el estado de
salud de los trabajadores.

¿Qué se debe evaluar?

A la pregunta de qué se debe evaluar, la respuesta es sencilla: se deben evaluar el conjunto de las
condiciones de trabajo existentes o previstas en cada puesto de trabajo con riesgo, incluidos aquellos que
vayan a ser ocupados por trabajadores de Empresas de Trabajo Temporal, como:

Las características de los locales.


Las instalaciones.
Los equipos de trabajo existentes.
Los agentes químicos, físicos y biológicos presentes o utilizados en el trabajo.
La propia organización y ordenación del trabajo, en la medida que influyan en la magnitud de los
riesgos.
La posibilidad de que el trabajador que ocupe ese lugar de trabajo sea especialmente sensible a
alguna de dichas condiciones.

¿Cuándo se debe efectuar?

A continuación, en cuanto a la periodicidad de la evaluación de riesgos del puesto o puestos de trabajo,


resulta necesario señalar los siguientes puntos:

Al inicio de la actividad.
Cuando haya riesgos que no hayan podido evitarse.
Cuando se empleen nuevos equipos, tecnologías, preparados o sustancias químicas, o se
modifique el acondicionamiento de los puestos de trabajo.
Cuando varíen las condiciones de trabajo.
Cuando se incorpore un trabajador especialmente sensible.
Cuando se hayan detectado daños en la salud de los trabajadores.
Cuando se detecte que las actividades de prevención son inadecuadas o insuficientes.
Cuando se conozcan nuevas informaciones técnicas o epidemiológicas que afecten al puesto de
trabajo.

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¿Quién debe realizar la evaluación de riesgos?

¿Quién debe realizar la evaluación de riesgos?

Empresario
Trabajador
Servicio de prevención propio
Servicio de prevención ajeno

La evaluación de los riesgos deberá ser realizada, en función de la complejidad de la organización de los
recursos preventivos de la empresa, por: el propio empresario, el trabajador o trabajadores designados
por el propio empresario, el servicio de prevención propio o mancomunado o el servicio de prevención
ajeno.

En todo caso, quienes realicen la evaluación deberán tener una formación adecuada. Así, quienes
realicen evaluaciones elementales han de tener una formación básica, quienes realicen evaluaciones de
mayor entidad deberán tener una formación de nivel intermedio y para evaluaciones más complejas se
requiere una formación superior.

Los requisitos de estas calificaciones se contemplan en el Real Decreto 39/1997 (modificado por el), que
aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. Esta norma fue modificada por el Real Decreto
337/2010, con el fin de simplificar los requisitos exigibles a las empresas de hasta 50 trabajadores, que no
se dediquen a actividades de especial riesgo (contenidas en el Anexo I del RD 39/1997).

2.3. La protección de riesgos laborales


Según, el artículo 15 de la LPRL, una vez se ha realizado la evaluación de riesgos, si ésta pone de manifiesto
situaciones de riesgo, habrá que planificar la implantación de las medidas de protección que sean precisas para
eliminarlos o prevenirlos.

Estos métodos de protección o de control deberán seleccionarse teniendo en cuenta los siguientes
principios:

Eliminar los riesgos en su origen.


Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de
trabajo y a la elección de los métodos de trabajo y de producción, con miras a atenuar el trabajo
monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo sobre la salud.
Tener en cuenta la evolución de la técnica.
Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
Adoptar las medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
Dar las debidas instrucciones a los trabajadores

2.3.1. Equipos de protección

La implantación de un plan de control de riesgos incluye la adopción de medidas de protección para los
trabajadores. Esto supone que cada empresa deberá proporcionar a sus trabajadores una serie de equipos de
protección.

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Un equipo de protección se define como cualquier instrumento, instalación o


medida que sirva para proteger al trabajador o a la trabajadora de los riesgos
derivados de su trabajo. Estos equipos de seguridad pueden ser colectivos o
individuales.

A la hora de adoptar medidas de protección hay que tener en cuenta que, siempre que sea posible, se dará
prioridad a la protección colectiva respecto a la protección individual.

En efecto, merced al artículo 15 de la LPRL, se debe anteponer la protección colectiva frente a la individual.

2.3.1.1. Equipos de protección colectiva

Los equipos de protección colectiva deben actuar sobre las instalaciones, las máquinas y los equipos de
trabajo, para prevenir de forma global los riesgos que pueden afectar a un conjunto de personas.

Como protección de las instalaciones, cabe decir que, las medidas de protección sobre las instalaciones
actúan en los siguientes puntos:

Salidas de emergencia.
Iluminación de emergencia.
Barandillas de protección.
Espacios de trabajo adecuados.
Suelos.
Instalaciones eléctricas.
Conducciones de agua y gas.
Ventilación.
Equipos de extinción de incendios.
Detectores de humo.

Mientras que, como protección de máquinas y equipos de trabajo, señalar que, se entiende por equipo de
trabajo cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación utilizado en el trabajo.

Lectura: Protecciones colectivas

El Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y
salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, establece que es el empresario quien
debe adoptar las medidas necesarias para que los equipos de trabajo que se pongan a disposición de los
trabajadores, sean adecuados a la tarea que deba realizarse y garanticen la seguridad y la salud de los
trabajadores.

Es también obligación del empresario, realizar las tareas periódicas de mantenimiento de los equipos de
trabajo de manera que se conserven en las condiciones óptimas de utilización.

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Las máquinas tienen que contemplar elementos de seguridad para proteger a todas las personas que
pueden entrar en contacto con ellas, tanto en el punto dónde se realiza la operación, como en sus órganos de
transmisión (elementos móviles utilizados para la transmisión de energía o movimiento), y en los elementos
de trabajo y piezas móviles, que ejecutan el trabajo.

2.3.1.2. Equipos de protección individual

El Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, es el que fija las disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.

Al amparo de esta normativa, un equipo de protección individual es cualquier equipo destinado a ser llevado o
sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o
su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.

En congruencia con este punto, conviene señalar, igualmente, las características de los EPI’s.

Deben proporcionar una protección eficaz frente a los riesgos y no ocasionar, por sí mismos, riesgos
adicionales, ni molestias innecesarias.
Se revisarán sus características y su elección cuando se produzcan cambios o cuando evolucione la
técnica.
Deben estar homologados con la marca CE.
Solo podrán utilizarse para los usos previstos y durante el tiempo que indique el fabricante, salvo en
casos excepcionales.
Serán de uso personal.
La utilización, almacenamiento, mantenimiento, limpieza, desinfección y reparación de los EPI
deberán efectuarse según las instrucciones del fabricante.
En caso de riesgos múltiples que exijan la utilización simultánea de varios EPI, estos deberán ser
compatibles entre sí y mantener su eficacia.

Luego, en línea con la definición de EPI señalada en líneas anterior, conviene subrayar que, quedan
excluidas de la misma:

La ropa de trabajo corriente y los uniformes.


Los equipos de servicio de salvamento.
Los equipos de protección individual de los militares y policías.
Los equipos de protección individual de los medios de transporte por carretera.
El material de deporte.
El material de autodefensa.
Los aparatos portátiles para la detección y señalización de los riesgos y de los factores de molestia.

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http://raquelmartinquintial.blogspot.com/p/equipos-de-proteccion-individual.html

En todo caso, ha de recordarse que, los equipos de protección individual solo se utilizarán cuando existan
riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores, que no se hayan podido evitar o limitar mediante
equipos de protección colectiva.

En todo caso, estos EPI’s han de cumplir una serie de condiciones:

Proporcionar una protección eficaz. Para ello, deberán ser los adecuados para cada puesto de
trabajo, y tener en cuenta las condiciones anatómicas, fisiológicas y el estado de salud del trabajador,
para adaptarse a cada persona.
Si se ha de utilizar más de un equipo a la vez, estos deberán ser compatibles
Cumplir los requisitos de diseño y fabricación establecidos en las disposiciones legales.

2.4. Introducción a la estadística


Como técnicas de prevención de riesgos laborales, que se ocupa la especialidad o disciplina denominada como
seguridad en el trabajo, existen distintas técnicas de seguridad que se clasifican en analíticas y operativas. Las
primeras, que se centran en la detección, análisis y valoración de los riesgos pueden ser previas al accidente de
trabajo como posteriores al accidente.

Así, en este sentido, el análisis estadístico de la siniestralidad laboral en la empresa puede ser una técnica de
seguridad tanto previa como posterior al accidente de trabajo, ya que el análisis estadístico nos puede dar una
idea de sucesos para prever accidentes. Todos los datos derivados del estudio de riesgos pueden aprovecharse
a través de un método estadístico. Ello obliga a codificaciones, tabulaciones, tablas de frecuencias, índices y
tasas, líneas de tendencias, etc. Como muchas veces la experiencia de accidentes es imposible, la estadística
suple esta dificultad y permite conocimientos científicos aproximados.

A este respecto, a continuación, se va a analizar la utilización de distintos índices que, la empresa, puede
servirse para comparar accidentes de un año a otro.

Lectura: NTP 1: Estadísticas de accidentabilidad en la empresa

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Con carácter previo al estudio de los distintos índices estadísticos, cabe señalar que la estadística recoge,
organiza, resume y analiza datos, obteniendo conclusiones válidas. En prevención de riesgos laborales la
estadística tiene diversas y variadas aplicaciones. En el campo de la seguridad en el trabajo se utiliza para el
seguimiento de la accidentalidad. En los distintos campos de la higiene se utiliza para el establecimiento de
valores límites ambientales, para la determinación de la relación causa-efecto y para el muestreo ambiental. Por
último, en el campo de la medicina preventiva, se utiliza para la realización de estudios epidemiológicos.

2.4.1. Índice de frecuencia

Núm. total de accidentes

6
I.F.: ------------------------------------------- x 10

Núm. horas total-hombre

En este índice no debe incluirse los accidentes in itinere ya que se han producido fuera de las horas de trabajo.
Conviene señalar que, el accidente in itinere es el que sufre el trabajador al ir al trabajo o al volver de este. De
conformidad con la jurisprudencia, se considera accidente laboral cuando:

Ocurre en el camino de ida o vuelta del trabajo.


No se produzcan interrupciones.
Se realice por el itinerario habitual.

Las horas trabajadas deben ser las de realmente de exposición al riesgo, se excluyen bajas por enfermedad,
accidentes, vacaciones, permisos, etc.

Dado que el personal de administración, comercial, oficina técnica, etc., no está expuesto a los mismos riesgos
que el personal de producción, se recomienda calcular los índices para cada una de las distintas unidades de
trabajo

2.4.2. Índice de gravedad

I.G. = (Nº jornadas perdidas o no trabajadas / Nº horas trabajadas) x 103

Este índice representa el número de jornadas perdidas por cada mil horas trabajadas.

Las jornadas perdidas o no trabajadas son las correspondientes a incapacidades temporales, más las que se
fijan en el baremo para la valoración del IG de los accidentes de trabajo según la pérdida de tiempo inherente a
la incapacidad causada.

En las jornadas de pérdida deben contabilizarse exclusivamente los días laborales.

2.4.3. Índice de incidencia

I.I. = (Nº accidentes en jornadas de trabajo con baja / Nº de trabajadores) x 103

En este caso representa el número de accidentes ocurridos por cada 1000 trabajadores.

Este índice es un parámetro claro e intuitivo para la dirección y trabajadores de una empresa, sin embargo, no
permite comparación directa con periodos diferentes (mes, trimestre, año).

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2.4.4. Índice de duración media de las bajas

IDM = Jornadas no trabajadas por accidentes en jornadas de trabajo / accidentes en jornadas de trabajo con
baja

Para finalizar, esté índice representa el promedio de duración de cada accidente. Para el cálculo de las jornadas
perdidas son válidas las mismas consideraciones que para el índice de gravedad.

Bibliografía

Cañada, J. et al. (2009). Manual para el profesor de seguridad y salud en el trabajo.


Formación para el profesional para el empleo. Madrid: Instituto Nacional de Seguridad
e Higiene en el Trabajo.
García Ninet, J. I. y Moreno Cáliz, S. (2012). Manual de prevención de riesgos
laborales: seguridad, higiene y salud en el trabajo. Barcelona: Atelier.
López Gandía, J. y Blasco Lahoz, J. F. (2008).Curso de prevención de riesgos
laborales. Tirant Lo Blanch.
Mateos Beato, A. (2001). Diccionario de seguridad y salud laboral: conceptos de la
Ley de Prevención de Riesgos Laborales . Valladolid: Lex Nova.
AA. VV. «Fundamentos de las técnicas de mejora de las condiciones de trabajo».
Universidad Politécnica de Cartagena.
Memento Práctico Francis Lefevbre (2016-2017). Prevención Riesgos Laborales.
Madrid: Lefevbre-El Derecho.
Cómo mejorar las condiciones de trabajo y la productividad en empresas agrícolas y
agroindustriales. Guía para la práctica. Recuperado de http://www.ilo.org/wcmsp5/gro
ups/public/---americas/---ro-lima/---ilo-buenos_aires/documents/publication/wcms_bai_
pub_14.pdf
INSHT: https://www.insst.es/el-instituto
OIT: http://www.ilo.org/global/lang--es/index.htm
Noticias Jurídicas: http://noticias.juridicas.com/

Texto Referencial
El estudio de esta unidad debe completarse con la lectura de la siguiente obra. Esta obra y las páginas
específicas está disponible en:

Páginas 33 a 48. Protectores auditivos, como equipos de protección individual.

"PRL avanzado. Equipos de protección individual” Editorial Vértice, 30 nov. 2010

Audiovisual

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Actividades prácticas
Caso práctico 3: cálculo de índices estadísticos

La muerte de 2 médicas y 2 enfermas en los últimos 4 años han producido alarma en el Hospital donde
trabajaban. La primera muerte hace 4 años y la causa fue un proceso gripal que se complicó hasta la muerte de
la médica. La segunda, al año siguiente, empezó con unos síntomas gripales similares y terminó con el
fallecimiento.

En un primer momento se estima que es una mera casualidad y no se prestó más importancia al no establecer
un nexo entre el trabajo y los fallecimientos. Con las dos muertes siguientes se ha pensado que se podría
establecer una causa debida al medio ambiente laboral ya que todos los fallecidos trabajan en la misma planta
hospitalaria y coincidieron durante numerosos años en el lugar de trabajo.

Por otra parte, partiendo de los accidentes ocurridos en el hospital durante el año anterior tenemos:

Número de trabajadores: 284


Nº de horas trabajadas: 505.520
Nº de accidentes: 25
Accidentes sin baja: 12 leves
Accidentes con baja: 11 leves, 1 in itinere y 1 mortal
Jornadas perdidas según baremo: 6.000
Jornadas perdidas: 240

Cálculo de índices estadísticos

1. ¿Qué entiendes por índice de frecuencia?, ¿sabrías calcularlo para el enunciado que se ha
expuesto teniendo los datos vertidos en él?

2. ¿Qué entiendes por índice de gravedad?, ¿sabrías calcularlo para el enunciado que se ha
expuesto teniendo los datos vertidos en él?

3. ¿Qué entiendes por índice de incidencia?, ¿sabrías calcularlo para el enunciado que se ha
expuesto teniendo los datos vertidos en él?

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Caso práctico 4: jóvenes emprendedores

Juan, Santi y Toñi son tres jóvenes emprendedores que están intentando levantar un antiguo negocio de
reparación de coches. Se conocieron el primer año que estudiaban.

Automoción en un centro de Formación Profesional y, desde entonces, han compartido estudios, aficiones y
trabajo. Cuando salió la oportunidad de establecerse por su cuenta, no lo dudaron. Los antiguos dueños de la
empresa les cedieron el viejo taller con todas sus pertenencias: material, herramientas, pequeñas máquinas e,
incluso, los equipos de protección individual que usaban. Ellos no dijeron que no a nada, porque cualquier cosa
era valiosa para empezar. Lo que sí hicieron fue cerciorarse de que tuvieran las garantías de seguridad y el
marcado CE. Comprobaron que no era así en varios casos, pero valoraron que los equipos estaban “pasables” y
que los utilizarían igual.

El local era pequeño y solo disponía de dos pequeñas ventanas por las que entraba un poco de luz natural. Le
limpiaron una poco “la cara” al taller, lo ordenaron y se pusieron a trabajar enseguida.

Hace poco, ficharon a Hans, un chico emigrante que provenía de Alemania del Este. El joven no se desenvolvía
bien con el idioma español, pero demostró ser muy “manitas” y para ellos esto era lo importante.

En estos momentos, Toñi se dispone a pintar la chapa de un coche ya reparado. Hace un gesto con la boca y
lanza un potente silbido. Inmediatamente, Juan y Santi, que están realizando otras tareas de reparación,
levantan la cabeza hacia ella y se echan a reír. Toñi les dice en voz alta, como si fuera una orden: ¡A cubrirse,
que voy a pintar! Juan y Santi se dirigen hacia un pequeño armario, cogen dos mascarillas, se las colocan en la
cara y continúan haciendo sus respectivos trabajos.

Hans observa sorprendido la escena y le pregunta a Santi que qué pasa. El chico le explica que el silbido de
Toñi es la señal de que va a empezar a pintar y entonces ellos se ponen la protección. Le recomienda a Hans
que haga lo mismo porque respirar aquel ambiente no es nada bueno. El chico va a buscar otra mascarilla al
armario que le ha indicado Santi, pero allí no la encuentra. Mientras tanto, Toñi ha empezado a pintar y el local
se inunda de un fuerte olor a pintura. Hans vuelve a preguntar por la mascarilla y sus compañeros le indican que
mire por el taller porque tiene que haber dos más. Por fin, Hans encuentra una dentro de un carro de
herramientas.

Intenta ponérsela, pero le queda grande y no sabe cómo sujetarla a la cara. Al chico le da un poco de apuro
preguntar más al respecto y regresa hacia el armario de los EPI para ojear el folleto informativo, pero no
consigue resolver el problema porque está escrito en español. Por no resultar pesado, decide continuar puliendo
la chapa del utilitario verde y tratar el tema más tarde con sus compañeros. Al cabo de un rato, Juan observa
que el joven alemán está trabajando sin la mascarilla y que está muy pálido. Otro vistazo rápido le indica que las
ventanas están cerradas y la puerta de entrada de los coches, también. De un salto se coloca al lado de Hans y,
sujetándole por un brazo, le acompaña hacia el exterior del local.

Jóvenes emprendedores

1. Según lo acontecido en el enunciado que acabas de leer, señala los factores de riesgo que
pueden afectar a la organización del trabajo.

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2. Según lo acontecido en el enunciado que acabas de leer, señala las medidas preventivas para
minimizar los riesgos laborales

3. A propósito de la mascarilla que se menciona en el caso práctico, se te pide que indagues por
Internet y encuentres la Nota Técnica Preventiva del Instituto Nacional de Seguridad, Salud y
Bienestar en el Trabajo, titulada “Equipos de protección respiratoria: identificación de los filtros
según sus tipos y clases”. Una vez encontrada, se te pide que analices los tipos y clases de
filtros que existen, con especial análisis contra gases y vapores, dado que en el caso práctico
son de los más comunes.

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Recursos

Documentos
Protecciones colectivas
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NTP 1: Estadísticas de accidentabilidad en la empresa


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