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1999
M a ria n a M asera
L a s a v e s y la lírica castellana
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A p e sa r d e la gran v a rie d a d d e aves q u e p u lu la b a n en la
p o e sía , é sta s p arecen h a b e r d e sap a re cid o ; en p a la b ras d e S a l
v a d o r N ovo: “h u id o d e la p o e sía m o d e rn a ” .2 E l p o e ta c o m e n
ta q u e, p o r el co n trario , s e han ido a refu g iar las p a rv a d a s a la
p o e sía popular.
L a g ra n v aried ad de aves q u e e x iste en el c a n c io n e ro p o
p u la r m ex ic an o h a sid o d e sta c ad a p o r M argit F re n k , quien
e n u m e ra alg u n a s d e la s e sp ec ies q u e a p a re c en en las coplas:
M outon, 1965); para aves en el cancionero popular m exicano veáse M argit Frenk.
Charla de pájaros o la s aves en la poesía fo lklórica m exicana (M éxico: U niversi
dad Nacional A utónom a de Móxico, 1994).
2 Salvador N ovo, Las aves en la poesía castellana, p. 11.
3 M argit Frenk, C harla de pájaros, pp. 3-4.
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xviii, o, si acaso, de la segunda mitad del xvn. Sería entonces
cuando comenzarían a penetrar en ese género popular hispáni
co los ecos de aquel exuberante pulular de aves de la cultura
indígena.4
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m edieval, donde los am antes son representados p o r el h alcó n y
la g arza resp e c tiv a m e n te. D e e s ta m an era la sed u cció n y c o n
quista se describe en térm inos de la caza:7
Si tantos monteros
la gar^a combaten
jpor Dios, que la maten! (C 516).
7 Todas las canciones antiguas han sido tom adas de M argit Frcnk. C orpus de
la antigua lírica popula hispánica (siglos xv a xvu) (M adrid: C astalia. 1987), al
que a partir de ahora me referiré com o C.
5 Los gritos tanto de las aves com o de las m ujeres en la im aginería erótica del
cancionero popular m edieval hispánico han sido interpretados com o m uestras
del deseo sexual (M argit Frcnk, Syin bolista in O íd Spanish F olksongs. The K atc
Eider Lecture, 4, Londres: D epartm ent o f H ispanic Studics. Q uccn M ary and
W cstfícld C ollcgc. 1993, p. 19).
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chaparrita de mi vida,
pareces una paloma (CFM 95).9
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A l b u sc ar la co m p aració n con un ave d e rap iñ a p arece d arle
al cread o r de esta co p la una m ay o r libertad p ara p o d e r e x p re
sar de m an e ra m ás d irecta su deseo sin necesid ad de ser p ro
saico.
L a m etáfo ra se co m p leta y el hom bre se transform a en el ave
d e rap iñ a en algunas coplas. E ste tipo de co m p aracio n es a b u n
d a so b re to d o en los can ta re s do n d e el h o m b re se ja c ta d e su
ho m b ría, alard ea de su v alen tía o alab a su p o d e r d e seducción,
g e n e ra lm e n te aparece sim b o lizad o p o r un g av ilán . D e n u ev o ,
en el p rim e r texto, se utiliza un verbo relacionado con la acción
de c o m e r con un sentido netam ente sexual com o es s a b o rea r:12
mentó de Filología H ispánica. 1985). Veásc tam bién mi estu d io “ Sym bolism and
Some O ther A spects o f Traditional Lyrics”, pp. 245-258.
12 Pienso que en estas coplas m uy sexuales el ave funciona com o m etáfora y
no habla por sí m ism a com o en otras ocasiones, siendo en este caso influida por
el doble sentido. El ave que habla es uno de los rasgos originales del cancione
ro m exicano frente al peninsular antiguo y al panhispánico (Frenk, C hurla de
p ájaros. p. 17).
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y también de las que me encuentro.
con dinero, no con señas,
amigo, por áhi va el cuento (CFM 2598).13
13 V éanse otros ejem plos donde e! hom bre aparece convertido en gavilán y se
jacta de su hom bría: 2725bis. 2726, 2727.
14 M ercedes de la G arza, Aves sagradas de los m ayas (M éxico: Facultad de F i
losofía y L etras, Instituto de Investigaciones Filológicas. 1995), pp. 81-89.
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d ism in u y e con el ú ltim o v erso d o n d e el d im in u tiv o “v ie jita s ”
da un tono alegre y c a riñ o so .15
C o m o hem os visto, el m otivo de la caza de am o r aparece con
p o c a fre c u e n cia y m o d ific a d o a las n uevas c irc u n sta n c ia s del
c a n c io n e ro m ex ican o co m o son las co p la s do n d e el h o m b re
alard ea d e su hom bría.
L a cárcel d e a m o r y la cadena de a m o r
Preso me lo llevan
a mi lindo amor,
por enamorado,
que no por traidor (C 491).
15 U na actitud com pletam ente diferente m uestra el locutor en las coplas aque
llas que sirven de piropo de la m ujer pretendida. A lgunas veces más que nom brar
un ave que se identifica directam ente con la belleza de la m ujer se trata de
enfatizarla con adjetivos rebuscados:
Preciosa ave lucida
tu m irada a m í me encanta;
si tú eres com padecida,
regálam e una flor santa
que en el pelo traes prendida (C FM 1259).
Si la palom a quisiera
haccr un trato conmigo,
ella fuera mi mujer
y yo fuera su m arido (C F M 2261).
C om o he m encionado antes, la palom a es una de las aves que predom inan
com o m etáfora de la mujer, im agen cuya tradición se rem onta a la lírica m edieval
tanto religiosa com o erótica (véase nota 5). Se puede añadir que en el léxico colo
quial se le llam a “buitre" al hom bre que coquetea y seduce m ujeres ajenas, signifi
cado m uy cercano al de la copla.
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las ad a p ta c io n e s q u e han ocurrido, com o en las co p la s del c a n
c io n e ro m exicano donde el en am o rad o ha sido tam b ién tra n s
fo rm a d o en ave. U n ejem p lo de ello se relacio n a c o n el m otivo
de la cá rc e l de a m o r:16
Al gorrión hermoso
del buche encamado
se lo llevan preso
por enamorado (CFM 5982).
Si acaso te preguntaren
quién escribió estos renglones,
les dirás que es un amor
que está metido en prisiones (CFM 2279b).
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Canta, calandria, y no llores,
no me estés atormentando
en el jardín de las flores
te vi una tarde cantando
esta cadena de amores (CFM 6094).
E l a v e m en sa jera
En e ste tem a existen can tares cuya sim ilitu d textual m u estra
cóm o tam bién a lo largo de las centurias algunas co p las se p re
servan casi sin m odificaciones:
pajarillo que recuerda al enam orado cuán grande es su pena ahora (Picro B oilani.
The Tragic a n d the Sublim e in M edieval Literature, Cam bridge: U nivcrsily Press.
1989). V éase, para la larga tradición de la calandria en la poesía hispánica. Daniel
Devoto, ‘'C alandrias y ruiseñores (sobre los versos siem pre nuevos del rom ancero
viejo)", B ulletin H ispa ñique, 92 (1990), núm. 1. pp. 259-307.
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Águila que vas bolando
lleva en el pico estas flores
dáselas a mis amores
dile cómo estoy penando (C 571).
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En otras coplas lo lúdico se im pone al m otivo del ave m en
sajera, donde el p ersonaje es una negrita:
Pajarito rojo,
pájaro mañanero,
si quieres que te cante,
abre tus alitas
para tender el vuelo:
ve a ver a mi novia,
dile lo que la quiero (CFM 2293).
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Pajarillo silguero,
presta tus alas,
para llevarle un recuerdo
a mi adorada (CFM 2286).
E l a ve c o m o sím b o lo se xu a l
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sexuales en las coplas y, sobre todo, en coplas b u rlescas y satí
ricas. L a a so cia ció n del av e con los g en itales o c u rre y a en los
c an ta re s m ed ie v ale s p o p u lare s donde se e n c u en tra el to rd o
com o sím bolo de los g en itales fem eninos:
Un pajarito voló
al interior de un convento
y las monjitas gozaban
con el pajarito adentro (CFM 5694).
C onclusión
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hem o s v isto que algunos m o tiv o s de larg a trad ició n — la c aza
d e am or, las av es m en sajeras y el ave co m o sím b o lo sex u al—
son ad o p tad o s por el c a n cio n e ro y ad ap tad o s a su s rasg o s p a r
ticulares co m o son: la variedad d e las aves, la estrech a relación
e n tre el h o m b re o la m u jer y el e n to rn o , la se n su a lid a d y una
frecu en te u tilización de d im in u tiv o s. A sim ism o h em o s n o tado
q u e otro s m o tiv o s, com o la c á rc e l o la c a d en a d e am or, son
escasos.
C abe agregar que la gran frecuencia del m otivo del ave com o
m en sa jera de a m o r en el c a n c io n e ro m ex ic an o p o d ría d e b e rse
tam bién a la ce rc a n ía con tra d icio n e s co m o la indígena, do n d e
las aves tienen una papel central.
E s te a rtícu lo n o p rete n d e a g o ta r los c o n ta c to s e n tre la tra d i
c ió n m e d ie v a l y la can ció n m e x ic a n a p o p u lar, sin o a p u n ta r
a lg u n o s d e los ra sg o s q u e p u e d e n re v e la r la p a rtic u la rid a d y
se m e ja n z a del c a n cio n ero m e x ic a n o actu al con las trad icio n es
q u e lo preced iero n .
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