El diseño y el gasto ambiental

En la profesión del diseñador gráfico se nos enseña el valor de ser ambientalmente amigables y
generar una conciencia sobre ello, sin embargo en la realidad se denotan las carencias que tienen
los sistemas de diseño al no poder controlar todos los factores que se realizan en este para no
maltratar de una manera aguda el ambiente y el planeta.

Un ejemplo de esto son los procesos de impresión los cuales no usan tintas ecológicas con secado
UV y papeles libres de clorina, lógicamente estas son un poco más elevados en cuanto a su costo
se refiere, pero son costos los cuales se deberían asumir por un bien necesario. Un ejemplo de lo
anterior dicho es cuando una vez hubo una <<difusión de un congreso sobre el cuidado del agua se
decidió que se diseñara un cartel de 60 x 90 centímetros a color, el cual se imprimiría en offset. La
recomendación del diseñador fue que se utilizara un papel libre de clorina y con tintas ecológicas
de secado UV, material es que son más amables con el ambiente. La respuesta de los
organizadores fue: “Ese asunto no es nuestro, es del impresor”. >>

Se relataran los problemas que se pueden encontrar en esta disciplina así como una posible
solución, o no a esta problemática tratando de generar una ayuda muy necesaria para el medio
ambiente la cual debe estar al alcance de todo diseñador o persona relacionada con el campo de
la creación.

En este se muestra como hay en el mundo real una suerte de desinterés y necedad con el diseño,
ya que solo se busca que el diseño “sea bueno” comunicativamente pero no se busca que sea
excelente en todos los sentidos. Ese será nuestro eje central, también indagaremos un poco el
cómo dentro del mismo campo de acción del diseño o de las artes en general no se piensa mucho
el impacto que se genera con los procesos de algunas creaciones.

En todo diseño contemporáneo profesional debería de integrar un conjunto de conceptos basados

en la sociedad, la economía y el ambiente esto para generar un diseño sustentable en toda regla,
sin embargo muchas veces se prioriza la economía y la efectividad del mensaje por encima del
resto.

Sabiendo esto se debería pensar en un proceso adecuado en el cual el cliente y el diseño sean
amigables con el medio ambiente, pero en la práctica esto se ve muy seriamente comprometido,
ya que como fue anteriormente mencionado a los clientes solo les interesa que el diseño sea
“bonito” o que les ayude a vender sin importar más nada.

Esto es algo que se debe de inculcar desde los niveles más bajos de la educación superior en el
campo del diseño, que ya se hace en algunas entidades, pero no de una manera acertada y
consiente haciendo que el problema siga y siga sin un posible fin. ¿Entonces se puede decir que la
causa de diseños es solo culpa de las peticiones del cliente? No tanto así, ya que se debe de tener
una postura ética y critica con respecto a lo que el planeta puede o no necesitar y “educar” al
cliente de que esto es un tema muy serio y de bastante trascendencia en los tiempos que corren;
todo buscando el pro y el beneficio que le puede traer al planta en el cual vivimos.
Pero para que sea posible ayudar al mundo desde el diseño se debe generar a base de pequeños
esfuerzos por parte de cada diseñador, así logrando que las grandes agencias o los grandes
clientes se den cuenta de que esto es un problema que afecta muy seriamente a todos los que
vivimos en el planeta, sin distinciones. En conclusión un diseñador puede y debe ser amigable con
sus diseños, pero para lograr un cambio significativo en esta área no basta con solo los esfuerzos
individuales, solo con un cambio de paradigma total dentro de todos los actores del diseño, tanto
como consumidores y creadores lograra hacer la diferencia.

Jiménez, M (2015). El diseñador gráfico frente a la crisis ambiental que vive el planeta. (Tesis de
maestría). Universidad Nacional autónoma de México