Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Esta nueva serie de contenidos está siendo creada, acorde al ritmo pretendido que difiere del de un libro tradicional,
en forma dinámica. Mientras que el libro en papel se escribe, se publica y luego permanece inalterable hasta una
futura -y no siempre segura- reedición, estos textos estarán en permanente reelaboración. Y justamente en eso
radica su principal diferencial. Continuamente se estarán nutriendo de la sinergia que ellos mismos generen, y dado
lo conflictivo de las temáticas abordadas, no caben dudas de que ello sucederá.
Son la respuesta a la lectura de necesidades concretas que realizamos desde redargenta, porque los diseñadores
estamos urgidos de dar solución a conflictos que nos acompañan desde hace ya muchos años.
En redargenta asumimos el compromiso de abordar los conflictos, y confiamos en ustedes (profesionales, docentes
y estudiantes de diseño) que son la otra pata con la que enfrentamos este camino. De allí la sinergia esperada.
No somos dueños de la verdad, simplemente investigaremos, analizaremos, daremos opinión y esperaremos
el ida y vuelta constructivo. Convencidos de que éste es uno de los muchos posibles caminos para construir,
sin que deje de tener un objetivo comercial (¡somos una editorial!), tomamos la decisión
de que participar sea lo más accesible posible.
Somos conscientes de que el formato tienta a la copia y a la reproducción
sin autorización. Es un riesgo que corremos. La consecuencia final
-si esta copia se produjera- sería no poder recorrer el camino.
Ese riesgo lo corremos todos juntos. Confiamos en ustedes. Jorge y Mario [los redargenta]
Los Episodios de Diseño y Negocios redargenta tienen como objetivo primario ahondar sobre una faceta
extrañamente desatendida en la enseñanza del diseño que es justamente su negocio.
Llama poderosamente la atención cuan ignorada es, desde la educación, la realidad contundente que indica que la
gran mayoría de los estudiantes de diseño se proyectan profesionalmente como titulares del estudio propio.
Si las facultades de medicina notasen que sus futuros cirujanos -por lo contrario de lo esperado- sueñan con la clínica propia,
indudablemente llegarían a la conclusión de que los planes de estudios deberían ser modificados, o que esos alumnos no
están en la carrera apropiada; sería más productivo que estudiasen administración de empresas. Y el motivo es claro, no se
puede tener una empresa y estar a la vez ocupado en una tarea específica de esa empresa. Se pierde la visión global que ese
profesional reconvertido a empresario debe tener.
Y definitivamente, teniendo en cuenta esta tendencia por parte del estudiantado de diseño, debemos entender que se debe
capacitar a empresarios del diseño y no simplemente a diseñadores.
Estas falencias deberían ser resueltas en la etapa de educación formal, en vez de provocar diez años o más de duros golpes
para, luego quizás, haber aprendido. ¿Pero quién está en condiciones de brindar estos conocimientos? A nuestro entender, son
saberes que surgen de la práctica profesional, y quienes viven ese día a día del diseño están muy ocupados resolviendo los
muchos conflictos propios de llevar adelante su empresa. No disponen de tiempo para la enseñanza.
Al margen de nuestros quince años de experiencia profesional, sumados a los ya muchos otros años de investigar y relevar el
mercado desde este atípico lugar que ocupamos hoy, consideramos que estos conocimientos deben ir adaptándose en forma
continua a las realidades. Merecen ser estudiados y medidos constantemente, ya que no disponemos de antecedentes sobre
los que sustentar conceptos. Es por ello que elegimos este formato de contenidos dinámicos. Volcaremos en él todo lo
aprendido, pero seremos todo lo abiertos que se debe ser para
poder llegar a resolver conflictos que nos atañen a todos.
El 95% de los estudiantes se proyectan en su vida laboral futura como profesionales independientes.
(Dato obtenido en el Primer Censo de Aproximación a la Realidad del Mercado del Diseño Argentino, realizado por redargenta,
año 2004 1)
1 La investigación mencionada se llevó a cabo a través de encuestas a estudiantes, profesionales y docentes, habiendo abarcado a nueve mil
personas, y obteniendo respuestas de todas las provincias argentinas donde se estudia la profesión.
1) Existen muy pocos puestos laborales en relación de dependencia ocupados por diseñadores que superen los diez
años de vida profesional. Cumplida esa etapa o incluso antes, el profesional-empleado suele aventurarse con el
emprendimiento propio.
2) La salida laboral en relación de dependencia para profesionales jóvenes no parece convocar diseñadores sino a
operadores. Sólo basta leer los anuncios que se publican en los diversos medios: “Se busca diseñador con
manejo en entorno Mac/PC, con conocimiento de programas: Photoshop, Illustrator…”
La independencia
En estudios realizados acerca del emprendedorismo en América Latina se menciona que la escuela donde se forjan la
vocación y la competencia para crear y manejar un emprendimiento son las empresas donde el emprendedor trabajó
previamente2.
Pero si en el caso del diseño, ese trabajo implicó estar frente a una computadora bocetando o armando originales, esta
consigna no se va a estar cumpliendo. Y en efecto, quienes realizan esa función, que es la que abunda en el formato de
relación de dependencia, no adquieren ninguna de las competencias necesarias para posteriormente formar y llevar adelante el
estudio propio.
2 Empresarialidad en economías emergentes, Informe Argentina. Banco Interamericano de Desarrollo / Universidad Nac. General Sarmiento.
La consecuencia directa de la situación que estamos describiendo es la de transitar un arduo camino de aprendizaje que se
basa en el antimétodo de tropezón, caída y levantada, con la posibilidad no segura de sacar conclusiones que eviten próximas
caídas. Este proceso suele implicar alrededor de diez años de penurias, donde nada asegura llegar a buen puerto ni conservar
la autoestima necesaria para continuar.
A esto debemos agregarle que la puerta de entrada al diseño está plagada de futuros estudiantes con una fuerte inclinación
hacia aspectos artísticos, emparentados con cierta bohemia y totalmente alejados de conceptos empresariales y de negocios.
Demás está decir que los diseñadores sentimos mucho más cercano a un artista plástico que a un contador. ¡Lástima que uno
de los primeros pasos para armar nuestro estudio sea contactar justamente a un contador!
Al no tener una inclinación natural que nos predisponga para llevar adelante un negocio, con lo que ello implica, este tipo de
contenidos se deberían convertir en una prioridad de nuestra capacitación.
La palabra clave que encierra este conflicto es: Gestión.
Para el 65.5% de los profesionales y docentes las casas de estudio no contribuyen a la adquisición de
capacidades emprendedoras y de gestión.
Supongamos una estructura unipersonal, donde el diseñador debe hacer frente a todas las tareas a realizar.
No pasará mucho tiempo para que, frente al crecimiento en la demanda de trabajo, deba comenzar un proceso de delegación
a través de tercerizaciones y alianzas (en la medida que no desee que la estructura crezca contratando empleados).
¿Cuáles serán la tareas tercerizadas? O para simplificar, ¿cuál es la única tarea que no se puede delegar? La gestión.
¿Cómo puede ser que lo único indelegable sea aquel conocimiento que en definitiva no hemos adquirido?
La realidad marca que el diseñador novel tiende a vivir frustraciones profesionales, y no por falta de trabajo, sino por no saber
gestionar ese trabajo. El profesional con más años de trayectoria vive otro tipo de frustraciones, en este caso porque pese a
tener un alto ritmo laboral, no termina de convertirlo en negocio.
La incapacidad de gestionar un estudio, que conlleva el no trazar estrategias, desconocer como posicionarse
en el mercado, no tener una misión y visión claras, colabora muy estrechamente con el hecho de no
mostrarnos como corresponde al mercado.
Esto, a su vez, contribuye al desmerecimiento de la profesión, y está íntimamente relacionado con la imagen
del diseñador-hacedor de dibujos.
¿Por qué creímos que la palabra negocio ensuciaba al diseño?, ¿Cuándo decidimos tener comitentes y no
clientes? Suele suceder que muchos de los que defienden esta posición extremista de un diseño tan “noble”
que no debe codearse con el vil mundo comercial son los que justamente decidieron no vivir de la práctica
del diseño como profesión.
Los diseñadores gráficos forman parte de una actividad que constituye una porción ínfima de la economía y,
a pesar de esa realidad, viven con cierta ¡culpa! por tener “clientes” a quienes les “venden” un servicio.
En tanto los diseñadores no asuman su “responsabilidad consigo mismos” y sus familias (o futuras familias),
seguirán teniendo problemas económicos o, llegada cierta edad, se verán obligados a cambiar de actividad
por otra que les permita ganarse la vida.
Con una periodicidad de cuatro episodios por mes estaremos abordando la temática del negocio en el diseño donde
los siguientes ejes serán centrales: Gestión, estrategia, sistematización, especialización, presupuestado.
Y donde se profundizará en cuestiones vitales para la vida comercial de un estudio o profesional independiente.
Herramientas de gestión, plan de negocios, visión y misión, idea, oportunidad de negocio, delegación,
tercerización, medición del mercado, análisis del manejo de tiempos, costos fijos, variables, punto de equilibrio,
ganancia, asociatividad, diferenciación, tarifario, marcas, el diseñador-emprendedor, FODA, sociedades, impuestos,
modelo de negocios, equipo de trabajo, nichos de mercado, especialización, clientes, proceso productivo, recursos,
alianzas estratégicas, comunicación, direccionamiento, precio, valor, promesa de marca, presupuesto económico
y financiero, planificación, objetivos, tecnología (interna, externa), serán, entre muchos otros temas, los que
seguramente surgirán del ida y vuelta propuesto con los lectores.
Ya no hay excusas, no queda espacio para dudas, no hace falta preguntar a colegas “cuánto puedo
cobrar por una marca”. Todo lo que necesitás saber sobre la gestión de tu Estudio de diseño (tu negocio)
lo encontrarás en esta nueva propuesta de redargenta.