San Cayetano de Thiene, presbítero y fundador

Introducción

Celebramos hoy la memoria de San Cayetano. Un santo muy popular en nuestro País.

La devoción a San Cayetano es una devoción que creció mucho en argentina gracias a mama
antula (María Antonia de Paz y Figueroa).

¿Quién era esta mujer? Una mujer nacida en 1730 en Santiago del estero, fue beatificada en el
2016. Siendo muy joven, comenzó a trabajar con los jesuitas, colaborando en particular en la
organización de ejercicios espirituales.

Cuando la Compañía de Jesús fue expulsada del Virreinato, ella inició un peregrinaje por varias
provincias promoviendo los ejercicios ignacianos y finalmente llegó a Buenos Aires. En 1795
fundó una Casa de Ejercicios en la ciudad de Buenos Aires. Y estuvo allí 20 años promoviendo
los ejercicios.

Al dejar Santiago del Estero, María Antonia nombró a San Cayetano como patrono protector
de su empresa evangelizadora por ser el Santo de la Providencia y le encomendó cuidar todas
sus tareas.

la primera imagen del Santo se veneró en la Santa Casa de Ejercicio casi desde su fundación en
1795.

La devoción fue creciendo porque la imagen fue trasladada a Liniers, las hermanas
llamadas “sociedad de las Hijas del Divino Salvador” fundada por mama antula, levantaron un
colegio y una capilla desde la que fomentaban la devoción al Santo de la Providencia. Lo que
después va a ser la iglesia de san cayetano

Algunos datos de su vida (relevantes para nosotros) no biografía, no me gustan las vidas de
santos donde sólo se cuentan milagros: peligro de buscar la santidad en lo extraordinario

- Bondad

Nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia.  

Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados. Si en algo sobresalía era en
su bondad. 

El saber no lo hincho, no lo hizo arrogante, sino bondadoso. El ser cristiano no nos autoriza a
criticar, a ponernos por encima, a juzgar, sino que el mas saber nos impone un compromiso
mayor de bondad.

- Ordenación

Algo común en los santos: A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la
Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres
meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración. san Ignacio
estuvo un año sin celebrar la misa.

hacer un paréntesis. Tomar esta cuarentena también como una preparación: puedo maldecir o
prepararme. Los santos eligieron prepararse (Maldecir la oscuridad o prender un fosforo)

- Comunión frecuente
Gran amor por la eucaristía: promovía la comunión frecuente. "No estaré satisfecho sino hasta
que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y
gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

Falsa vergüenza: muchas veces nos ponemos muchas reglas para comulgar. Estamos mas
pendientes de la forma, de a quien recibimos. Y a veces nos privamos de recibirlo por querer
guardar las formas que nosotros mismos nos imponemos.

- Reforma

Los santos con su vida, de alguna manera contradijeron los males de su época. Ante los males
de la época, y las críticas a la Iglesia San Cayetano les decía: «Lo primero que hay que hacer
para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo».

Es fácil criticar a los demás, pero es difícil juzgarse a uno mismo. A veces nos quedamos
esperando que los demás cambien, sin hacer nada, y una vez mas nos quejamos de lo mal que
anda el mundo, pero la pregunta seria ¿Cuál es mi grano de arena? ¿Qué estoy haciendo yo?

- Caridad

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los
hospitales, especialmente a los más abandonados. Aquellos que eran más despreciables.

Me venia a la memoria aquella frase de Jesús en donde dice: “si aman a aquellos que los aman
¿Qué merito tienen?” (Juan 6).

Los santos nos enseñan un amor que no busca recompensas, que no busca aplausos. Santa
teresa creo que decía: tenemos que buscar al Dios de los consuelos, y no tanto los consuelos
de Dios (aunque vengan).

- Muerte

Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto
trabajar por conseguir la santificación de las almas. Se lo declaró santo en 1671.

SVM

Por eso que si en algo se destacó San Cayetano es en aquello de San Pablo a los corintios: “Por
mi parte, muy gustosamente gastaré y me desgastaré totalmente por vuestras almas”. San
cayetano todo lo dejó por amor a Dios y al prójimo.

Que nuestra vida también sea un gastarse y desgastarse por los demás.