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Declaración pública de la Asociación de Funcionarias/os de la

INDDHH frente a la situación de emergencia sanitaria

La actual situación de emergencia sanitaria produce una serie de cambios a


nivel social con una rapidez, magnitud e intensidad sin antecedentes.
Esto exige la reorganización de la vida cotidiana, familiar, laboral, social, y
al mismo tiempo, como trabajadoras/es en el campo de los derechos
humanos, nos interpela en nuestro rol en estos procesos sociales.
Entendemos que es nuestro deber dar respuesta en un nuevo escenario en
el que se adoptan importantes decisiones por parte del Estado, a nivel social
y económico.
Algunos países ya se encuentran aplicando medidas de guerra para la
contención de la pandemia, las que ponen en cuestión el sistema
democrático de protección de derechos. Otros han priorizado implementar
un fortalecimiento del sistema de protección social.
Este escenario hace aún más necesarios los mecanismos de protección de
los derechos humanos desde su integralidad e indivisibilidad.
La constitución nacional, la legalidad y el sistema democrático de derechos
y garantías, deben estar en todo momento sosteniendo estos procesos de
toma de decisiones, incluso en condiciones de crisis sanitaria. Las medidas
de emergencia que se han dado, han sido realizadas a través de “informes”
y disposiciones del gobierno, considerando protocolos de la OMS y
experiencias de otros países, sin la participación del parlamento ni de la
sociedad civil organizada.
Esta situación de emergencia no debe extenderse más allá del tiempo
estrictamente necesario ni constituirse en antecedente que limite
indefinidamente la adopción democrática de las decisiones del Estado.
En orden de priorizar el derecho a la salud frente a la pandemia se están
realizando limitaciones al derecho a la educación, derecho al trabajo,
derecho a la libre circulación, derecho a la libre reunión y asociación, etc.
sin una normativa clara.
Se deben entender los derechos humanos desde su indivisibilidad, por tanto
no puede naturalizarse ni prolongarse una situación de excepción que
implique más daño que respuestas y soluciones.
La consigna “quedate en casa” lleva implícita una concepción estereotipada
de la familia nuclear (padre, madre, hijos) y autosuficiente, además de
individualista.
Las distintas lógicas de interacción, afecto y cuidados de las diferentes
conformaciones familiares deben atenderse con abordajes que contemplen y
legitimen las diferencias, en particular, en la consideración de los hogares
monoparentales, de las familias con necesidades básicas insatisfechas, de
personas en situación de discapacidad, personas mayores de 65 años,
particularmente aquellas aisladas de contacto familiar o no autoválidas,
etc.
Unido a esto es importante considerar las condiciones materiales de
existencia (vivienda, acceso a alimentos y agua potable, condiciones de
higiene, acceso a servicios de salud).
En particular es necesario tener en cuenta a los miles de personas que
viven institucionalizadas y privadas de libertad (en cárceles, hospitales
psiquiátricos, hogares de niñas, niños y adolescentes en custodia del
Estado, casas de salud, refugios para personas en situación de calle, etc.)
así como a las trabajadoras y trabajadores que sostienen cotidianamente el
contacto directo en esas instituciones.
Por otro lado, la cuarentena impone a las mujeres una sobrecarga, aún
mayor en las tareas domésticas de cuidados familiares, limpieza del hogar,
etc. La agudización de situaciones de violencia doméstica hacia mujeres y
niñas, niños y adolescentes es un factor que debe encontrar mejores formas
de abordaje y atención.
Cualquier medida que se proponga en este sentido debe privilegiar la
disponibilidad de los recursos económicos y sociales que sean necesarios
para su efectiva implementación.
Desde AFINDDHH impulsamos la utilización de otro tipo de
consignas, como ser “Cuidémonos”, “Cuidemos”, “Solidaridad
activa”.
Nos sumamos al reconocimiento a todas las trabajadoras y trabajadores de
primera línea de atención de salud (personal médico y de enfermería,
funcionarios de limpieza, choferes, administrativos, técnicos y profesionales
no médicos) así como a funcionarias y funcionarios de otros servicios
esenciales para los cuidados (limpieza y recolección de residuos municipales
y tercerizados, policías, bomberos, cuidadoras y cuidadores de refugios, de
albergues y hogares, productoras/es de alimentos, trabajadores
precarizados de los servicios de distribución de alimentos, así como
funcionarias y funcionarios de UTE, ANTEL, OSE, ANCAP, etc).
Las medidas de cuidados ante la pandemia debe visibilizar y fortalecer la
amplia red de solidaridades que surgen de forma creativa así como dar
cuenta de la amplitud de los colectivos de personas que todos los días
hacen posible el cuidado de la población.
Las políticas sanitarias no deben poner en riesgo el goce pleno de los
derechos sociales, económicos y culturales, ni de los civiles y políticos.
Como trabajadoras/es acompañamos la plataforma presentada el 23 de
marzo por PIT CNT - FUCVAM - FEUU - ONAJPU – Intersocial Feminista –
Colectivo Ovejas Negras

Defender todos los derechos de todas las personas, todos los días, es esa la
principal consigna para cuidarnos.

AFINDDHH
Contacto: afinddhh@gmail.com

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