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“Características generales del niño y la niña hasta los seis años. Principales factores que
intervienen en su desarrollo. Etapas y momentos más significativos. El desarrollo infantil
en el primer año de vida. El papel de los adultos”.
Índice
1.-INTRODUCCIÓN.
2.1.-DESARROLLO COGNITIVO.
2.2.3.-DESARROLLO PSICOMOTOR.
2.2.4.-DESARROLLO AFECTIVO.
2.2.5.-DESARROLLO SOCIAL.
3.2.-FACTORES ENDÓGENOS.
3.3.-FACTORES EXÓGENOS.
4.2.-SEGUNDA INFANCIA.
7. -CONCLUSIÓN
8. -BIBLIOGRAFÍA Y LEGISLACIÓN.
Un sabio griego dijo una vez que “el niño es el padre del hombre” , queriendo
decir con esto que lo que una persona es no se forma sólo de adulto, sino que se
conformó desde que era un niño. Esto hace que los primeros seis años de vida
adquieran una tremenda significación, siendo básicos en el desarrollo de todas
las esferas de la personalidad, ya que es en la etapa infantil donde se dan los
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mayores cambios. Esta importancia queda reflejada en la propia legislación
cuando la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de Mayo de Educación (LOE), señala como
una de las finalidades primordiales de la E.I. la de: tanto en la Ley Orgánica 2/2006 de 3
de Mayo de (LOE), en su art. 2, como en la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa
(LOMCE), -que no modifica este aspecto-, cuando establecen como uno de los fines
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En cuanto al DESARROLLO COGNITIVO, Piaget describe y secuencia el desarrollo
intelectual de los niños/as, partiendo de éste como sujeto activo constructor de
su propia inteligencia, que a través de la interacción con el medio, va elaborando
estructuras cognitivas (esquemas) cada vez más complejas, como resultado de un
proceso en el que se dan dos funciones: la organización y la adaptación, que se
producen cuando hay un equilibrio entre la asimilación y la acomodación. Para
Piaget el desarrollo se produce en etapas y estadios, pero puesto que son las dos
primeras etapas las que engloban la E.I., son las que paso a detallar a
continuación:
En la etapa sensoriomotora, desde el nacimiento hasta los 2 años , se da un
desarrollo por medio de “reacciones circulares”, primarias, secundarias y
terciarias, que son esquemas de conducta que se van repitiendo hasta
dominarlas conscientemente y que suceden de forma casual. Le producen placer
al niño/a y por eso las repite. Las principales características de esta etapa son
el egocentrismo ontológico, es decir la incapacidad de distinguirse a sí mismos del
resto del mundo, lo que superará al final de este período, la adquisición
progresiva de ir realizando conductas intencionales y dirigidas a un fin, y los
avances en la permanencia de los objetos.
En un principio de la etapa preoperacional, que abarca de los 2 hasta los 7 años ,
el pensamiento del niño y la niña se sostiene en esquemas representativos
concretos, basados en imágenes ligadas a un objeto o una situación
particular (PRECONCEPTOS); poco a poco desarrollarán un pensamiento más
flexible, pero sin tener aún la madurez de un adulto, puesto que no poseen
todavía pensamiento abstracto, e irán interpretando y explicando la realidad
que les rodea con afirmaciones que no pueden demostrar, basadas en la
intuición. En esta etapa se desarrolla la función simbólica, que le permite al niño/a
representar lugares y hechos de su mundo interior, de su propio mundo. Esta
función simbólica se manifiesta en el lenguaje, la imitación diferida y el
juego. Sin embargo, el niño/a todavía encuentra limitaciones en el pensamiento,
entre las que cabe destacar:
Egocentrismo._ No son conscientes de otras perspectivas y creen
que todo el mundo piensa, siente y percibe de la misma manera que ellos.
Realismo._ Incapacidad para distinguir el mundo físico del
psicológico. (realidad de la fantasía)
Animismo._ Creen que los objetos inanimados tienen las mismas
capacidades que ellos (pensamientos, deseos, sentimientos e intenciones),
atribuyéndoles vida y conciencia. (ej.: nubes se enfadan y llueve)
Finalismo._ Lo que existe, existe para reportarnos algún beneficio o
fin último. (las nubes se mueven para que llueva aquí)
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Fenomenismo._ Establece lazos causales entre lo que ocurre y él. (es
de noche porque tengo sueño)
Razonamiento transductivo._ Vincular las relaciones causa-efecto a
eventos que ocurren con una proximidad espacio-temporal (de lo particular
a lo particular). (las nubes y el niño/a se mueven-las nubes se mueven porque se mueve
el niño/a)
Yuxtaposición._ El niño/a establece relaciones entre los elementos,
pero no los organiza a partir de una estructura lógica, une los elementos sin
una relación causal.
Sincretismo._ Percibe la realidad en sus aspectos parciales sin un
análisis de las relaciones que lo ligan al conjunto. Puede observar y percibir
los detalles de la realidad, pero sin relación lógica entre ellos.
Incapacidad para conservar._ Ciertas características de los objetos
siguen constantes aún modificando su apariencia externa. Se caracteriza
por una percepción limitada, la centración (sólo se fijan en un aspecto de la
realidad y obvian los demás) y el estatismo, sólo se fijan en los estados inicial
y final. (agua-hielo)
Irreversibilidad._ No son capaces de volver atrás en el proceso, es
decir, no tienen pensamiento reversible, capacidad lógica para dar
mentalmente unos pasos y después recorrerlos de forma inversa hasta
llegar al punto de partida.
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PRINCIPIO DE DESARROLLO DE FLEXORES Y EXTENSORES.
PRINCIPIO DE MOVIMIENTOS GLOBALES A MOVIMIENTOS ESPECÍFICOS.
Por otro lado, el DESARROLLO AFECTIVO, que podemos definir como “un proceso
interno, mediante el cual los diferentes estados o vivencias afectivas del
niño/a se manifiestan a través de conductas externas, con el fin de que los
adultos satisfagan sus carencias inmediatas”.
Así, el niño/a de 0 a 6 años se caracteriza por la INTENSIDAD y
PROFUNDIDAD de su estado emocional y el cambio y brevedad manifestados
de manera bipolar, lo cual hace que en un momento dado pueda sentirse alegre
y feliz y a los pocos minutos triste y lloroso.
Este desarrollo afectivo está muy ligado al DESARROLLO SOCIAL, pues el
reconocimiento de sí mismo se produce a través y de forma posterior al
reconocimiento de los otros. Éste se inicia en el 2º trimestre de vida, a través
de la interacción con los demás y sobre todo con las figuras de apego, y gracias
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a esta interacción adquirirá un conocimiento de sí mismo, de los demás y de
las relaciones y las instituciones sociales.
Además:
Su conocimiento es global y poco preciso y está muy basado aún en
características externas y aparentes (atributos corporales más que por
sus rasgos psicológicos) y en las actividades que realiza. Soy un niño/a
con coleta y que juega con las construcciones
Sus deducciones sobre los sentimientos, intenciones o rasgos personales
de los otros tienen también un carácter poco preciso. Así, son capaces de decir
que otro niño se sentirá “mal” tras ser castigado, pero no especificarán si
será tristeza o ira el contenido de su sentimiento.
Cuanto más familiares son las situaciones en las que se encuentran, más sencillo
les resulta comprender las características de otros y adaptar a ellas su
comportamiento. Por ejemplo, podrán comprender los sentimientos de un
hermano que ha sufrido una caída, pero difícilmente comprenderán los de
un adulto que es despedido de su trabajo.
Sin embargo, es muy importante prestar una especial atención a este
proceso de socialización del niño/a, pues de este dependerá en gran medida la
formación de su personalidad, adquiriendo este ámbito un aspecto fundamental
en el DESARROLLO DEL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN , que es un proceso de control
progresivo del lenguaje, pasando por la protoconversación hasta las
estructuración del pensamiento.
Este desarrollo evoluciona desde modalidades rudimentarias en los
primeros meses de vida con el balbuceo y el laleo a un gran aumento de
vocabulario y una mejora notable con los años en las construcciones de frases,
así como en el uso de gestos.
Pero la evolución en cada uno de estos ámbitos del desarrollo se produce de
manera singular en cada niño/a, pues esta va a depender de una serie de
FACTORES, que a continuación, y dando paso al siguiente epígrafe del tema, voy
a abordar.
Encontramos fundamentalmente dos tipos de factores:
Los FACTORES ENDÓGENOS, dentro de los cuales cabe señalar diferentes tipos:
Factores genéticos: determinados por la herencia.
Factores congénitos: referidos al desarrollo prenatal.
Funciones metabólicas: relacionadas con el funcionamiento de órganos y
sistemas como el hígado, el aparato respiratorio,…
Factores neurohormonales: condicionan el normal desarrollo en la infancia,
tales como las glándulas de secreción interna, paratiroides, páncreas y
tiroides,…
La maduración del sistema nervioso.
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Y los FACTORES EXÓGENOS, que son las influencias que actúan desde el
ambiente, dentro de las cuales cabe destacar:
El ambiente afectivo: como el tipo de estilo familiar (padres democráticos,
pasivos, autoritarios,…)
El nivel educativo: estímulos proporcionados al niño/a, la adquisición de
los primeros hábitos y normas de comportamiento.
La socialización: las oportunidades de relacionarse con los otros, las
habilidades sociales,…
La alimentación, nutrición y otras variables ambientales.
Sin embargo, a lo largo del tiempo han surgido diferentes teorías acerca de
cómo se producía este desarrollo infantil en función de a que aspecto
otorgaban más importancia. Así encontramos que:
Para Gessell, Freud o Mc Dougal el desarrollo se debe solo a la acción de los
factores internos, lo cual explican mediante los conceptos de maduración y la
teoría de los instintos, entre otros.
Una vez vistos los factores que condicionan el desarrollo de los niños/as,
resulta necesario hacer un especial hincapié en las ETAPAS Y MOMENTOS MÁS
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SIGNIFICATIVOS de este proceso, pues estos van a condicionar el avance de nuevos
logros, cada vez más complejos.
El primer momento más significativo en la vida del niño/a es el nacimiento. De
encontrarse en el útero materno con todas sus necesidades de alimentación,
abrigo y protección cubiertas, el niño/a pasa a convertirse en un ser que tiene
que empezar a actuar por sí mismo. Al principio depende del adulto casi por
completo para vivir. Sin embargo, a pesar de su indefensión el niño/a ve, oye,
distingue algunos colores y sabores y siente cambios del medio (frío, calor,
luces, movimientos, etc.). Sus sentidos se van desarrollando y va adquiriendo
día a día nuevos logros.
La primera adquisición importante es la aparición de los sentimientos y emociones .
En primer lugar el llanto y ya hacia los 3 meses la sonrisa, al principio como
resultado de la satisfacción de las necesidades orgánicas y luego ante la
estimulación verbal y a través de objetos que le proporcione el adulto (sonrisa
social), constituyendo así ya un elemento de comunicación social de alegría,
placer y gozo, que llevarán a emociones de sorpresa y asombro.
Pocos meses después surge la angustia del 8º mes, cuando el niño/a ya no
responde con una sonrisa a cualquiera, sino que comienza a distinguir entre
conocidos y extraños, y a reaccionar con miedo y recelo por la separación de la
figura de apego o reacción ante estos extraños. Aparecen también alrededor
del primer año sentimientos de orgullo, aprobación, timidez o vergüenza.
Ya entre los 12 y los 18 meses los niños/as consiguen otro logro
importantísimo: caminar. El que el bebé comience a dar sus primeros pasos, va a
repercutir de forma decisiva en su conocimiento de los objetos, en la
adquisición de la noción corporal y en la adquisición de nociones como el espacio
y el tiempo.
Estos avances en el terreno motriz van a favorecer el salto a otro logro, la
construcción de la noción de objeto . Pues aunque ya en el 8º mes empieza a dar a las
cosas un comienzo de permanencia, será hacia los 18 meses cuando ya tenga en
cuenta los desplazamientos invisibles, buscando en los lugares donde el objeto
ha podido quedar oculto.
Además, todas estas manipulaciones, experiencias y el progreso en la
capacidad de representación, llevan al niño/a a acceder a la función simbólica. A
partir de los 2 años son ya capaces de crear en sus mentes réplicas internas de
esos objetos con los que exploran, llegando a adquirir progresivamente
instrumentos simbólicos para representar la realidad, tales como la imitación
diferida, el juego simbólico, el dibujo, las imágenes mentales,…
Esta mayor capacidad representacional le conducirá a la adquisición de otro
logro fundamental: una nueva forma de comunicación, pronunciando sus primeras
palabras, (constituyendo el lenguaje otro instrumento importantísimo para
acceder a la función simbólica y que le va a otorgar a su vez, más autonomía).
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Estas nuevas capacidades y elconocimientos de sus propias posibilidades le
van a llevar a una nueva forma de relación con los adultos, dando lugar a otro
momento fundamental, la denominada crisis de oposición, que aparece poco antes de
los 3 años. El niño/a quiere actuar por sí mismo, ser independiente, por ello este
momento va a venir caracterizado por la cabezonería y obstinación. Ha
descubierto su yo y quiere encontrar sus límites, aunque todavía necesita y
depende de los demás, pero este comienzo de “autosuficiencia” es necesario
para llegar a la autoconfianza y a la independencia.
Poco a poco el niño/a va avanzando hacia un pensamiento prelógico, (intuitivo,
egocéntrico e irreversible) al cual se va llegando a través de la formación de
categorías al explorar los objetos, al clasificarlos y ordenarlos en función de
sus semejanzas y diferencias; así como de experiencias con el concepto de
número, llegando a descubrir, por ejemplo, que el número de objetos de un
conjunto es independiente de sus características espaciales, de su disposición
o del espacio que ocupan.
Todo esto hace del final de esta etapa de la educación infantil, una etapa
de transición al pensamiento lógico, pues supone la construcción de un mundo
organizado como puente entre el pensamiento infantil intuitivo, egocéntrico y
prelógico y el razonamiento operacional, lógico y reversible. Pues ya en torno a
los 5 años el niño/a comienza a darse cuenta de la existencia de otros puntos de
vista diferentes del suyo, lo cual va a suponer un gran salto para el abandono del
egocentrismo, ya que este es un prerrequisito imprescindible para el desarrollo
social, moral e intelectual, que continuará desarrollándose de forma más
específica en etapas posteriores.
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movimiento. Además, los niños/a de pocos días se contagian de las expresiones
emocionales de los demás a través de la visión (la observación de un rostro
triste provoca en ellos una imitación de ese rostro) o de la audición (lloran más
cuando oyen llorar). En este sentido, el oído está prácticamente desarrollado al
nacer, aunque debe finalizarse todavía el proceso de mielinización del nervio
acústico. Al 3er mes, la respuesta frente a los estímulos auditivos ya es
selectiva. También cabe señalar que a partir del 1er mes de vida los bebés
empiezan a emitir sonidos de carácter vocálico que se producen con los órganos
de fonación relajados.
Todo esto lleva al pequeño a enfrentarse a un mundo lleno de estímulos que
van a propiciar su progresivo desarrollo. Al principio esta respuesta a estímulos
se realiza a través de los REFLEJOS, entre los cuales cabe señalar:
(se pueden solo nombrar)
Succión: Entra en funcionamiento cuando un objeto, como el pezón de la madre,
se pone en contacto con los labios del niño.
Grasping (aferramiento): Provoca que se cierre la mano del niño, cuando se
estimula táctilmente la palma.
Moro: abren los brazos y los vuelven a cerrar cuando la cabeza se echa hacia
atrás.
Marcha: Sujetando al niño por debajo de las axilas, sobre un plano recto
empieza a flexionar y estirar las piernas alternativamente como si quisiera
caminar.
Babinski: si se le acaricia la planta del pie, los dedos se abren en forma de
abanico y se doblan hacia adentro.
Pero aunque la interacción con el medio sea en este momento a través de
estos reflejos, ya al mes de vida los músculos del cuerpo adquieren más
tonicidad y los movimientos pasan de ser involuntarios a voluntarios. Pueden
girar su cabeza hacia un lado y otro cuando están tumbados boca arriba. A los
3-4 meses ya pueden sostener la cabeza.
DEL TERCER AL SEXTO MES DE VIDA._ Sus movimientos son más activos, ya pueden
apoyarse en sus manos estando boca abajo, y hacen movimientos de reptación.
También pueden girarse y mantenerse sentados, aunque aún con apoyo. Toma
objetos que se le ponen a su alcance, los palpa, los toca y se los mete a la boca,
sencillamente para conocer como son.
Hay un perfeccionamiento y diferenciación visual y auditiva, que les
permite distinguir objetos aunque estén un poco distantes, seguir con la vista a
las personas que se mueven a su alrededor, así como buscar la fuente de un
sonido que esté cercano.
Ya balbucea, es decir, combina sonidos que repite con frecuencia utilizando
juegos articulatorios.
Reconoce a las personas que le rodean, particularmente a la madre.
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DEL SEXTO AL NOVENO MES DE VIDA._ Los movimientos alcanzan ya un buen nivel
de desarrollo, y ya se traslada de un lado a otro mediante el gateo. También es
capaz de sentarse por sí mismo y, ya al final del trimestre estará preparado
para dar algunos pasitos apoyándose en objetos o tomando las manos del
adulto.
Ya es capaz de manipular objetos, metiéndolos y sacándolos de un
recipiente, golpeándolos, lanzándolos e, incluso, es capaz de buscar aquellos que
se esconden a su vista. Ya comprende muchas cosas que le dice el adulto,
jugando con este a repetir acciones motoras. Además ya puede repetir sonidos
más o menos igual que el adulto, apareciendo las denominadas ecolalias y
responde a su nombre cuando le llamas.
Puede beber de un recipiente que le sostenga un adulto con su mano y
comer por sí solo una galleta o un pedacito de pan.
DEL NOVENO MES AL AÑO DE VIDA._ Empieza a dar pasitos aislados, y ya hacia el
final del trimestre puede decidirse a caminar, tratando de mantener el
equilibrio con los brazos extendidos. Puede bajar o subir algunos escalones con
ayuda.
Los movimientos de la mano se han perfeccionado, y ya puede coger objetos
diminutos, gracias al desarrollo de la pinza.
Puede cumplir órdenes sencillas, sobre todo si estas se acompañan de
gestos como “ven aquí” o “di adiós”, pero siempre de una en una. Imita gestos
del adulto. Ya expresa fácilmente reacciones de alegría o disgusto, y reconoce
estas acciones en las personas que le atienden. También repite bien los sonidos
que se le hacen y ya al final del periodo puede ser capaz de decir algunas
palabras.
De esta manera, al terminar el primer año de vida, se han alcanzado la
marcha independiente, la realización de las primeras acciones con los objetos
y la emisión de las primeras palabras, que en su conjunto constituyen los hitos
más importantes del desarrollo, y sobre los cuales, se han de basar los
siguientes años de vida y los fundamentos de su personalidad.
Como hemos visto, el niño cuando nace es un ser totalmente dependiente,
pero ya se enfrenta a un gran reto, ir logrando su independencia y autonomía,
aspecto en el cual adquiere una enorme relevancia EL PAPEL DE LOS ADULTOS, lo que
abordaré a continuación dando lugar al último epígrafe del tema.
Todas las personas que forman parte de la vida de un niño/a inciden de una
forma u otra en su desarrollo. Por ello, tanto familia como escuela, tenemos una
función importantísima al respecto.
Esta importancia ha quedado reflejada en la legislación cuando la LOE, en su
preámbulo y en sus artículos 1, 12.3 y 121.5 (no modificados en LOMCE) señala la necesidad
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de abordar la educación de los niños/as desde el principio del esfuerzo
compartido a través de la estrecha cooperación de familia y escuela.
D. 17/2008, de 6 de marzo, por el que se desarrollan para la C.M las enseñanzas mínimas de la
Educación Infantil, y en cuyo Anexo I viene detallado el Currículo del Segundo Ciclo de la EI,
cuando se afirma, en su art. 3.5. que los centros docentes cooperarán
estrechamente con las familias para conseguir la mayor cohesión y unidad de
criterio en la educación de los niños/as, así como en el propio anexo en el que
señala que debemos establecer unas pautas de actuación conjuntas y
coordinadas.
¿Pero cómo los adultos podemos contribuir a éste desarrollo?
En primer lugar debemos satisfacer sus necesidades básicas de salud, alimentación,
nutrición, sueño, higiene, etc., pues estas son básicas para un correcto
desarrollo.
Debemos proporcionarles aprendizajes significativos. Que para ello deben ser
aprendizajes útiles e individualizados, respondiendo a las características,
posibilidades, necesidades y motivaciones de los niños/as en cada momento de
su desarrollo. Así los aprendizajes irán de lo global a lo específico, de lo
concreto a lo abstracto y de lo simple a lo complejo.
Pero puesto que una forma de aprender de los niños/as es a través del
juego, favoreceremos aprendizajes lúdicos, con todo tipo de juegos (juego motor,
simbólico, cooperativos, de reglas, de construcción, etc.).
Por otro lado, el ambiente es un factor clave en este proceso de desarrollo,
que tendremos muy presente a lo hora de planificar nuestra intervención
cuidando la organización de los espacios. Todo ello en un clima cálido y
cómodo, que potencie la autonomía y la creatividad y en el que el niño/a se
sienta seguro y querido (Pº de actividad). Un espacio motivador y seguro, que
estimule la curiosidad del niño/a y satisfaga su necesidad de experimentar y
explorar, seleccionando y organizando los materiales y actividades de manera
que potencien todo tipo de capacidades (tanto físicas como afectivas,
cognitivas y sociales).
Pero toda esta actuación no estaría completa si no fomentamos situaciones
de aprendizaje en las que los niños/as puedan agruparse con sus iguales (Pº de
socialización), fomentando la interacción entre compañeros/as como fórmula para
enriquecerse, así como con los adultos, para así alcanzar aprendizajes que por
sí solos no habrían podido. (ZDP, Vigostky).
Para que esto se pueda llevar a cabo satisfactoriamente, es necesaria una
buena comunicación y coordinación entre educadores y familia , y tal como citan Costa y
Torrubia “la familia y los docentes deben compartir una serie de criterios
educativos con unos objetivos, valores y procedimientos comunes” . Pues como
dice Marina, “para educar a los niños/as hace falta la tribu entera”.
Todo ello con una planificación de forma globalizada, donde se propicien
situaciones de aprendizaje que interrelacionen las distintas áreas y desarrollen
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todo tipo de aspectos en el niño/a, y donde todos los momentos del proceso se
evalúen, de forma continua e individualizada, es decir, a través de diferentes
instrumentos como las hojas de registro, los anecdotarios, la triangulación o la
observación directa, de manera que conozcamos la evolución de cada niño/a, para
así poder detectar precozmente los posibles trastornos o disfunciones en el
desarrollo, y para adaptar el proceso educativo a las necesidades en cada
momento.
Pero para lograr esto y como bien señala la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de
diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), en el Apartado IV del Preámbulo, “las
habilidades cognitivas, siendo imprescindibles, no son suficientes; es necesario
adquirir desde edades tempranas competencias transversales, como el
pensamiento crítico, la gestión de la diversidad, la creatividad o la capacidad
de comunicar, y actitudes clave como la confianza individual, el entusiasmo, la
constancia y la aceptación del cambio”.
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Los aspectos tratados en el tema expuesto son, como otros muchos,
nociones básicas a tener en cuenta en nuestra tarea de docentes. Debemos
tenerlos presentes persiguiendo así la finalidad de la Educación Infantil, es
decir, contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y
las niñas considerando a cada uno de ellos como personas únicas.
Es por ello que debemos reflexionar tal y como anunciaba Loris Malaguzzi
sobre la siguiente idea “el niño tiene cien lenguajes, cien manos, cien
pensamientos, cien formas de pensar, de jugar y de hablar, cien siempre cien
formas de escuchar, de sorprender, de amar, cien alegrías para cantar y
entender”.
BIBLIOGRAFÍA
En cuanto a la BIBLIOGRAFÍA Y LEGISLACIÓN utilizada para la composición del tema,
resaltamos la siguiente:
AUTORES:
COLL, C., PALACIOS, J. Y MARCHESI,A. (1992): “Desarrollo psicológico y
educación”. Madrid. Alianza.
En este libro los autores nos hablan acerca de la atención a la diversidad
de los alumnos es el eje principal para mejorar la calidad y la equidad del
sistema educativo. Para ello es preciso personalizar la enseñanza y adaptarla al
ritmo de aprendizaje de los alumnos.
GARCÍA SICILIA, J. Y OTROS (1989): “Psicología evolutiva y Educación
Infantil”. Santillana.
En este libro se pretende mostrar el estado de la cuestión en lo
referente al saber científico actual sobre el desarrollomsomático y psíquico
del niño preescolar.
GALLEGO ORTEGA, J.L. Y COLABORADORES (1994): “Educación Infantil”.
Ediciones Aljibe.
El autor presenta en su obra un panorama actual sobre los distintos
aspectos de la Educación Infantil. Cuenta con la participación de destacados
profesionales de la educación y de la psicología del desarrollo.
PIAGET, J. (1985): “Seis estudios de Psicología” Barcelona. Planeta-
Agostini.
Es una obra maestra de Piaget que trata sobre el pensamiento contemporáneo.
ORTEGA, R. (1999): “Crecer y aprender” Visor.
Este texto describe los procesos cognitivos, sociales y afectivos que
constituyen la evolución de la personalidad durante la infancia y la
adolescencia, y establece las bases para comprender el sentido que tienen los
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ámbitos de convivencia natural (familia, escuela y cultura) como contexto en los
cuales tiene lugar un permanente proceso de aprendizaje y educación.
VIGOTSKY, L. (1988): “ Desarrollo de los procesos psicológicos
superiores”. México. Grijalbo.
En este libro el autor estudia el desarrollo de la percepción, la atención,
la memoria, el lenguaje y el juego, y analiza su influencia en la educación de los
niños.
Webgrafía:
www.mec.es
www.cuadernospedagogia.com
www.padres.es
www.solohijos.com
Referencias legislativas:
LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de mayo, de educación. (LOE)
LEY ORGÁNICA 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa.
(LOMCE).
DECRETO 17/2008, de 6 de marzo, del consejo del gobierno, por el que se desarrollan
para la Comunidad de Madrid, las enseñanzas de la Educación Infantil.
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PIAGET, J. e INHELDER, B. (2007): Psicología del niño. Madrid:Morata.
Con la ayuda de su más estrecho colaborador, Inhelder, Piaget describe los
distintos estadios en los que divide el desarrollo cognitivo. Es un libro esencial
para conocer la teoría de Piaget.
ORTEGA, R. (1999): “Crecer y aprender” Visor.
RIGAL, R(2006): Educació motriz y educación psicomotriz en preescolar y
primaria. Barcelona:Inde.
Esta obra trata sobre la manera de entender el desarrollo y evolución de la
motricidad humana en la etapa de Infantil y de Primaria.
VIGOTSKY, L. (1988): Desarrollo de los procesos psicológicos superiores.
México. Grijalbo.
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