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En la práctica cotidiana de creación de canciones hay artistas que piensan muy bien en
la acentuación de las palabras y su correlación o convergencia con los acentos
musicales. Esto ayuda a la comprensión del texto. Los compositores clásicos siempre
respetaron esa correlación.
Pero muchos otros creadores descuidan esta relación y muchas veces las palabras
quedan muy mal acentuadas: nadie muere por esto, pero se podría mejorar.
5. Contamos las sílabas que nos quedan en cada compás. Ojo con las
sinalefas (Unión de la vocal o vocales finales de una palabra con la vocal
o vocales iniciales de la siguiente, de modo que forman una única sílaba
tanto a efectos fonéticos como métricos) por ejemplo: “dijo el”
Podríamos contar dos sílabas si pensamos en la sinalefa: DI – JOEL
O podríamos contar tres sílabas si no unimos las vocales: DI-JO-EL
Otra posibilidad:
11. Si no nos gusta el resultado podemos probar con otro compás, en este
caso podríamos ver qué sucede en 2/4:
TAREA
1- Elegir una cifra de compás y escribir el ritmo del siguiente texto. Seguir los pasos
detallados en el texto anterior:
2- Elegir un texto y dos cifras de compás (un compás simple y un compás compuesto) y
hacer exactamente lo mismo que lo expuesto en el punto anterior. (usar el mismo
texto para hacer los dos ejercicios)