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Flashback
A principios de la década de 1960, se sabía que la composición musical
basada en cintas magnéticas ofrecía posibilidades de control preciso del
tiempo y el sonido, pero también se la criticaba por ser insensible a los
matices en tiempo real de la expresividad humana. Para muchos, hacer
música electrónica en vivo, en tiempo real y frente al público, revitalizaría
el paradigma del compositor e intérprete, largamente abandonado en
Occidente. Sin embargo, la improvisación, una práctica primaria del
compositor europeo desde la antigüedad, había sido eliminada sin
ceremonias del arsenal de práctica de la música occidental a finales del
siglo XIX.
Para informar este trabajo, así como la orientación del LAM en general, es
crucial la importante cepa británica en la música improvisada posterior a
1965. Uno de los exponentes más influyentes de esta práctica musical
experimental, el difunto guitarrista británico Derek Bailey, produjo el libro
más citado sobre improvisación (independientemente del campo),
Improvisación: Su Naturaleza y Práctica en la Música. Publicado por
primera vez en 1978, el libro de Bailey presentaba un argumento
contundente, histórica y etnográficamente respaldado a favor de la
centralidad de la improvisación en la práctica musical. Para Bailey, y para
muchos otros, la improvisación persiste como medio principal para la
articulación de la creación artística y, desde este punto de vista, el estudio
de la improvisación se vuelve crucial para la comprensión de la cultura
expresiva de nuestro tiempo.15
A este respecto, los participantes del MELA podrían hacer causa común
con la observación de Schutz de que "un estudio de las relaciones sociales
relacionadas con el proceso musical puede conducir a algunas percepciones
válidas para muchas otras formas de relaciones sociales". Aquí, la
combinación de la tecnología con las artes y las humanidades puede
convertirse en un sitio incisivo para la exploración de estos temas de
importancia crítica. Al mismo tiempo, la creación de música
tecnológicamente imbuida se convierte en una herramienta crítica con la
que analizar cuestiones críticas, culturales, históricas y sociales
contemporáneas cuya importancia trasciende los campos. Así, la
centralidad del estudio de la música en el discurso intelectual del público
contemporáneo se reafirma con fuerza.
Avanzando
Desafortunadamente, todavía no existen definiciones fáciles o estables para
la dinámica de la interacción humana que los investigadores del MELA
están explorando. Por lo tanto, sería difícil negociar un significado único y
global para la improvisación a partir de la amplia gama de definiciones
posibles. Más bien, la totalidad del compendio de conocimientos
desarrollado mediante el diálogo virtual entre estudiosos e investigadores
acabaría por inscribir los contornos de una definición articulada y
emergente de la improvisación, extraída de múltiples campos y que, por lo
tanto, iría más allá de las preocupaciones de cualquiera de ellos. Lo que
podemos decir por ahora es que la improvisación debe ser abierta, es decir,
abierta a los insumos, abierta a la contingencia; un modo de producción en
tiempo real y en el mundo real. Así, en el siglo XXI, el trabajo erudito
sobre la improvisación, como la improvisación misma, es internacional y
multicultural, partiendo de una panoplia de posiciones teóricas que revisan
las historias existentes y construyen nuevas historiografías.
Mi conclusión aquí es que el estudio directo de la improvisación será vital
para la producción de nuevas formas de utilizar la tecnología de la
información, no sólo en las artes, sino también en todos los ámbitos. La
identidad humana, especialmente en la negociación con las nuevas
tecnologías, se reinscribe continuamente a través de procesos de
interactividad e improvisación, demostrando así su centralidad en nuestro
derecho de nacimiento como seres humanos. Así, el estudio
interdisciplinario de cómo se intercambia el significado en la interacción en
tiempo real será crucial para el desarrollo de nuevas interfaces de usuario,
nuevas formas de arte, aplicaciones informáticas interactivas más
sofisticadas, y mucho más - simplemente porque la improvisación no es
sólo lo que la gente hace cuando toca jazz o bluegrass, sino también lo que
hace cuando juega a videojuegos, navega por la red, o decide cómo cruzar
la calle principal.