Tributación en la época de la prehistoria

Las formas de conllevar el gasto público se remontan desde las primeras

civilizaciones desde hace mucho tiempo atrás en ocasiones injustas abusando del
poder mediante el despojo de bienes con argumentos incuestionables sometiendo
a los habitantes con la finalidad de quitarles sus bienes para enriquecerse no
había equidad ni proporcionalidad. Se conocieron las primeras expresiones de
tributación en México como los códices aztecas tienen denominados papeles o
registros de tributos. El verbo tributar cobra mucha importancia al grado en que los
aztecas se organizaron para facilitar la recaudación del pueblo nombraron
entonces a los cobradores de impuestos que se identificaban entre sí llevando un
abanico en una mano y una vara en la otra formalizando registros detallados de
los tributos de los pueblos y ciudades así como alimentario y evaluación de las
riquezas recibidas por el sistema implementado en el área andina dos tipos de
impuestos, en especie o mercancía y los tributos en servicio especiales que
debían prestar los vecinos de los pueblos sometidos. La nominación que tenía la
cultura azteca fue tan grande que fue acompañada de un gran prestigio político y
cultural de los estados poderosos como fue el caso de los olmecas teotihuacanos,
zapotecos, mayas toltecas y mexicas.

Los tributos eran pagados en su mayo parte por las clases inferiores o
macehuales que eran la clase productora formada por artesanos, labradores y
comerciantes, pues estos tenían que mantener a flote a las clases dirigentes
integradas por gobernantes, sacerdotes y guerreros, los cuales estaban exentos
de pago de impuesto alguno al igual que quienes recibían los tributos en donde se
encuentran los señores particulares, los nobles, magistrados, funcionarios y
templos.

Existieron dos tipos de tributo generales, el tributo interno y el tributo externo.

El tributo interno era el monto en bienes y servicios que pagaban las familias a los
líderes locales o jefes de barrio, y por medio de esos líderes, al rey. El tributo
externo poseía el mismo patrón jerárquico a mayor escala, pues fluía desde los
pueblos subordinados hasta las ciudades localmente. En esencia, el tributo
externo fue creado por las ciudades del imperio expandiéndose sobre el sistema
de tributo interno existente de otras ciudades a las que dominaban, voluntaria o
involuntariamente, y sumándose ellas mismas como un nuevo y más alto nivel.
Interno o externo, el tributo era la forma prehispánica de tasación de la que el
Estado y sus elites dirigentes dependían.

Tributación en la colonia

La eficacia de la recaudación estuvo muy ligada al control real que se estableció

sobre la población, al depender directamente de la numeración de los tributarios y
de la capacidad para exigir el pago correspondiente.

Las primeras disposiciones coloniales datan de las tasaciones del tributo

establecidas por la corona, después de 1550 cuando se estableció el primer
programa de reformas: a la política de recuperar paulatinamente la encomienda
entregada, la reducción de los diferentes pagos en especie a una tasa en dinero y
maíz, una diferenciación de entrega a las autoridades indígenas y a las españolas,
la igualación de tributos y tributarios, la creación de cajas de comunidad y registros
de finanzas de los pueblos.

En 1570 existían alcaldías Mayores en la Nueva España que enteraban los

tributos recibidos parte en dinero y parte en especie.