FUNDACION UNIVERSITARIA SAN ALFONSO

ESTUDIANTE: Edithson Andrés Gaviria Ramírez

DOCENTE: Ángela Patricia Rincón Murcia
TEMA: En las cimas de la desesperación (Emile Cioran)

El presentimiento de la locura

“El presentimiento de la locura se produce únicamente tras experiencias capitales”

esta es una de las afirmaciones utilizadas por Emil Cioran en la cual relaciona la locura
con una serie de sensaciones a las cuales algunos hombres se encuentran destinados , y
que provocan situaciones incomprensibles, en donde lo ilusorio resulta tener gran
importancia. La locura genera la perdida de lo real y es la manifestación más
apropiada de sentimientos como el miedo; miedo que se instala en lo más
profundo del ser, eliminando toda clase de equilibrio.
Es el miedo, el que genera una sensación de locura, la cual se va haciendo mayor
cada vez. En este contexto el presentimiento de la locura al cual alude Cioran es la
visión de una tendencia a perder el control total, en donde se acude al suicidio, al sin
sentido, a la locura casi intensional para salir de la realidad y no estar apegado a lo
complejo de vivir en ella.

El sentido del suicidio

En un primer lugar el suicidio según Cioran no tiene como ser justificado pues no
depende de lo racional o de la voluntad, sino de una condición interior más profunda,
que la sobrepasa, que sale del interior y que predestina a realizar dicha acción. El
suicidio no es cometido por causas exteriores sino por el derribamiento de las fuerzas
internas del individuo, que se destruye por buscar de la vida o esperar de la existencia
cosas inciertas.
En segundo lugar, la intención del autor es tratar de afirmar la vida a pesar de su falta
de sentido; lo paradójico es que se siente admirado por las personas que pueden
volverse locas o simplemente por quienes deciden suicidarse, porque son ellos los que
aun en medio de su inestabilidad pueden generar transformaciones y experimentar una
profunda relación con su realidad individual.
Es interesante que a pesar de su pesimismo se puede notar algo de esperanza en su
mensaje, no como una situación motivadora, sino como un profundo deseo de realidad
humana; un deseo que se debe llevar hasta los extremos para tratar de arañar algo bueno
de nuestra existencia.
 El entusiasmo como forma de amor

“El entusiasmo hace descubrir una forma particular del amor, y revela una manera
nueva de entregarse al mundo”, cada vez que hablamos de amor creemos saberlo todo y
lo relacionamos con todo, pero en realidad el amor tiene varias caras, tiene varias
formas y es allí donde nace las distintas formas de manifestar el amor.
Cioran menciona el amor entre los sexos, el amor a Dios, el amor al arte y a las cosas
que deseemos, pero cabe preguntarnos ¿Qué amor es el mas perfecto? ¿Cuál tiene mas
sentido?; para el autor la forma esencial es entre el hombre y la mujer, porque es un
amor capaz de apasionar, de entristecer, de dar luz y de quitarla. Ahora bien, llega el
entusiasmo como una forma de amor, un entusiasmo que va siempre hasta al fin que no
conoce los obstáculos y las derrotas.
El entusiasmo se convierte en una píldora que da vida o que ayuda a vivir la vida con
más fuerza olvidándose de las desgracias como la muerte, la nada, la tristeza y la
desesperación. “El entusiasmo, por su parte, supera ese combate para elevarse por
encima de lo trágico, para realizar un amor exento de sexualidad” ese nuevo amor se
separa de un objeto concreto y trata de estar siempre presente en todo entusiasta, ese
amor es capaz de ver la realidad y al mundo como algo comprensible y más sencillo.

La transustanciación del amor

El amor vuelve a ser el tema central; el amor es el sujeto individual y colectivo digno
de resaltar. Es un amor que logra trascender, que logra captar la atención y convertirse
en algo superior. La irracionalidad de ese amor tiene fenómenos carnales y espirituales
capaces de crear multitud de formas y sensaciones.
Este aforismo es bastante complejo pues la intención del autor se centra en describir
el amor en sus más íntimas sensaciones, donde el cambio tiene sentido, en donde la
trascendencia es posible; lo real y lo intimo se encuentran para generar un todo que esta
y no esta en un mismo lugar.

El principio satánico del sufrimiento

Si existen seres felices sobre la tierra ¿por qué no expresan su felicidad como lo
hacen en relación al sufrimiento y al dolor?, es una pregunta bastante inquietante, tanto
así que la vida pareciera darle mas importancia al dolor que a la felicidad. Sé muy bien
que el dolor y la felicidad son subjetivos no por ser solo míos, sino por la forma en que
pueden afectar o contribuir en la vida de cada hombre.
La felicidad parece la mayor utopía, se define, se opina, pero nadie sabe en que
consiste y que es lo que nos hace realmente felices. A veces siento que estamos tan
metidos en las cosas ya definidas y dadas que nos cuesta interrogarnos y reflexionar
sobre todo de aquello que sale de nuestro interior, tanto así que vivimos de ilusiones y
preferimos acostumbrarnos al dolor porque la sociedad nos dice que eso hace parte de la
vida.
 Que interesante relación hace Cioran sobre el placer y el dolor; recuerdo que para los
epicúreos el placer y la felicidad era lo mismo, es decir, el placer debía evitar el dolor y
buscar la ataraxia como equilibrio y armonía. Actualmente el termino placer lo ligamos
a algo malo y dañino que debe ser evitado porque no nos ayuda a cultivar nuestras
virtudes o que se yo; tiene más aceptación el dolor, el desastre y cosas que realmente
dañan no solo el cuerpo sino el alma; nace entonces el principio satánico del sufrimiento
cuando se piensa que para llegar al amor hay que sufrir, como si fuera una escala de lo
peor a lo mejor o viceversa.

Que impresionante seria reflexionar sobre todo aquello que nos parece inútil y que no
tiene cabida en nuestro entorno actual, que diferencia habría entre pensar el dolor y
sentir el dolor, cuando ya el pensar no vale porque ha sido remplazado por el hacer. Son
muchas las sensaciones que produce el acercarse al mundo con nociones y visiones
distintas, creo que de esa manera podríamos dejar de acostúmbranos y buscar realmente
el sentido de nuestra vida.