Las personas y los lugares que inspiraron a Gabo.

Alberto Medina recorre los lugares, escucha historias de habitantes y familiares

quienes nos cuentan relatos de algunas personas las cuales sirvieron de inspiraron a
Gabriel García Márquez a escribir sus obras.

La mala hora inspirada en un trompetista llamado Joaquín Vega quien en la obra

tiene el nombre de Pastor, fue asesinado por un tal César Montero referido así en el
libro, por la aparición de su nombre en un panfleto en que lo describen como marido
cornudo.

En Crónica de una muerte anunciada Cayetano gentile quien en este caso era
Santiago Nasar el protagonista de este suceso pagó con su vida la virginidad perdida
de Ángela Vicario, hecho que nunca se esclareció si el fue el responsable de haber
desflorado a la muchacha.

La hora, el burdel del pueblo frecuentado por Gabo, lugar donde tuvo su primera
experiencia sexual, con Orferina Gutierrez Castro, Castorina en las Memorias de mis
putas tristes, fue la iniciadora de este, de su hermano y de muchos en el pueblo.

María Amalia Sampayo quien en la ficción es la Mamá Grande, la matrona de

Macondo, que al quedar viuda heredó una riqueza incontable, luego de haber vivido 92
años, con la fama que había logrado en todo ese tiempo hasta el Sumo Pontífice había
ido al pueblo a darle el ultimo adios, por lo que muchos lloraron su partida.

Gabo cursó sus primeros años de bachillerato en el colegio San José de la

compañía de Jesús en Barranquilla obteniendo buenas calificaciones, un profesor en el
libro de anotaciones escribió lo siguiente acerca del joven “memoria: visual y sensitiva;
atención: divagador, imaginación: vive exaltado, razonamiento: preciso, asociación:
fácil e imaginativo, laboriosidad: intermitente.”
 Gabriel llegó al Liceo Nacional de Zipaquirá para terminar su bachillerato y así
continuar con sus estudios de educación superior, donde los primeros años sufrió, pero
esto le abrió las puertas para iniciar su carrera de abogacía, la cual no quería estudiar
por el cual luchó para cumplir su sueño, su primer cuento lo público el espectador,
luego de que ciertos acontecimientos hicieron que Gabo saliera de la ciudad este llegó
a Barranquilla en donde trabajó como reportero en los periódicos regionales.

La cueva, bar donde se reunían cazadores intelectuales y donde quedan dos

grandes tesoros la escotilla del ahogado más hermosa del mundo y un baúl con el hielo
que conoció el coronel Aureliano Buendía. Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso
Fuenmayor, Germán Vargas y Ramon Vinyes formaban parte del famoso quinteto junto
a Gabriel García quienes compartieron grandes momentos e historias en este lugar.

Encontró la inspiración de su libro la Hojarasca en la casa de sus abuelos

fallecidos después de que su madre Luisa Santiaga le pidiera que la acompañara a
vender la casa de sus antepasados. Aida García conserva una maqueta de la casa que
con su dedo hace un recorrido por las diferentes habitaciones en donde Gabo pasó su
infancia. En Cien años de Soledad Aureliano Buendía quien en la realidad era Nicolás
Ricardo Márquez, ambos se dedicaban a la fabricación de pescaditos de oro junto a
sus esposas.

La historia de amor de sus padres parecida aquellas historias cliché donde las
familias no están de acuerdo con la relación, pero que el realismo mágico de Gabo lo
hace ver tan hermoso, siendo los personajes reales Luisa Santiaga como Fermina
Daza y Florentino su padre Gabriel Eligio García, ambas prometen casarse con su
amor platónico sin embargo la ficción no tuvo un final feliz como la realidad.

“La vida no es la que uno vivio, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para
contarla.” Gabriel García Márquez.

Luciana Restrepo, grupo: 10.