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MANUAL MÓDULO 2

Promoción y Prevención de la Salud en Atención


Primaria

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ÍNDICE p.p

Apunte A: I. Estrategias para la promoción y prevención de la salud…………… 3


1. Generalidades……………………………………………………………………………………………. 3
2. Promoción de la salud………………………………………………………………………………… 3
3. Estrategias fundamentales para la promoción en salud……………………………… 5
3.1 Educación en salud………………………………………………………………………. 5
3.2 Participación social………………………………………………………………………. 6
3.3 Abogacia………………………………………………………………………………………. 6
3.4 Intersectorialidad…………………………………………………………………………. 7
3.5 Comunicación social……………………………………………………………………. 7

Apunte B: II. Metodología para la educación en adultos……………………………… 9


1. Introducción………………………………………………………………………………………………. 9
2. Principios básicos de la educación en adultos……………………………………………. 9
3. Siete pasos para la planificación o diseño de una sesión educativa……………. 10

Apunte C: III. Aspectos conceptuales y estrategias de participación en atención 13


primaria de salud
1. Introducción……………………………………………………………………………………………… 13
2. Estrategias de participación en la APS………………………………………………………. 14
2.1 Concejos consultivos…………………………………………………………………. 14
2.2 Diagnósticos participativos…………………………………………………………. 14
2.3 Oficina de información, reclamos y sugerencias (OIRS) y satisfacción 15
usuaria………………………………………………………………………………………………
2.4 Mapas epidemiológicos y recursos comunitarios 15

Referencias…………………………………………………………………………………………………… 16

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Apunte A:
I. ESTRATEGIAS PARA LA PROMOCION Y
PREVENCION DE LA SALUD

1. Generalidades.

En Chile, a través de la historia del sistema de salud, se ha utilizado un modelo de atención


con enfoque biomédico, el que por muchos años pudo dar respuesta a las necesidades
de salud, siendo exitoso en términos de los resultados obtenidos. Estos son respaldados por
la baja sistemática de la mortalidad infantil y materna, y el aumento sostenido de la
esperanza de vida.

Los cambios epidemiológicos y demográficos de la población chilena hacen necesario


cambiar el modelo de atención en salud complementando el actual con uno más
integral, que considere a la persona como el centro del quehacer en salud, visualizando
todos los aspectos del desarrollo humano inserto en la sociedad. Un modelo más
resolutivo, integral, humanizado, que considere la participación social y el desarrollo
comunitario, el trabajo intersectorial y un fuerte componente de promoción de la salud en
el marco de los determinantes sociales.

Es así, como el sector de salud en chile ha definido incorporar elementos estratégicos de


la promoción para el logro de los objetivos incluidos en la reforma, de los cuales un
número importante tienen relación con los estilos de vida. Por su parte, los estilos de vida
(EV) son determinados por la interacción de factores de riesgo y/o protectores, por lo cual
deben ser vistos como un proceso dinámico que no solo se compone de acciones o
comportamientos individuales, sino también vinculados a la naturaleza social y cultural de
las familias y comunidades. Es por esto, que se establece una relación entre el individuo, la
familia y la comunidad y los EV con lo cual nos enmarcamos en la conceptualización de
la salud como bienestar biopsicosocial y como componente de la calidad de vida.

De esta manera, podemos definir los Estilos de Vida Saludables (EVS) como los procesos
sociales, las tradiciones, los hábitos, conductas y comportamientos individuales, familiares
y comunidades que conlleva a las satisfacciones de las necesidades humanas para
alcanzar el bienestar y la vida. Si logramos visualizarlos de esta manera, serían
comportamientos saludables o protectores de la calidad de vida, que al asumirlos ayudan
a prevenir problemas biopsicosociales y mantener la satisfacción y desarrollo humano.

2. Promoción de la salud.

La promoción de la salud se describe como un proceso, cuyo objeto consiste en


fortalecer las habilidades y capacidades de las personas para emprender una acción, y
la capacidad de los grupos o las comunidades para actuar colectivamente con el fin de
ejercer control sobre los determinantes de la salud.

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Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha entregado diferentes
recomendaciones señalando la importancia de la participación social en la toma de
decisiones, sumado a la necesidad que el estado desarrolle políticas integradas para
abordar los problemas de los grupos con mayor desventaja. La Promoción de salud, es
una piedra angular de la atención primaria y una función esencial de salud pública; el
fundamento de su desarrollo se materializa en la eficiencia con que reduce la carga de
morbilidad y mitiga el impacto social y económico de las enfermedades, dándose un
amplio consenso en cuanto a la relación existente entre promoción de la salud, desarrollo
humano y económico. Por lo tanto, es una estrategia vital para el mejoramiento de los
factores determinantes de la salud y la equidad, considerando aspectos sociales,
culturales, ambientales, etc., tanto para el individuo, como para toda la sociedad.

En la última década, el reconocimiento de la naturaleza social de la salud ha incluido


fuertemente la mirada de los determinantes sociales de la salud para el desarrollo de
políticas públicas, en este contexto la OMS ha impulsado el enfoque de Salud en Todas las
Políticas. Desde esta mirada, los desafíos estratégicos de la promoción de salud se
asocian a la creación e impulso de políticas públicas saludables, intersectoriales, cuya
finalidad sea crear entornos de apoyo que permitan a las personas y comunidades
desarrollar una vida saludable.

La orientación hacia la promoción de la salud y la atención integral e integrada


planteada por los organismos internacionales recomienda que los sistemas de salud
centrados en la atención individual, los enfoques curativos y el tratamiento de la
enfermedad, deben avanzar hacia el desarrollo de acciones dirigidas hacia la promoción
de la salud, lo que demanda el desarrollo de nuevas funciones y competencias en los
integrantes del equipo de salud. Esto implica que la promoción de la salud debe
considerarse parte consustancial del trabajo de cada uno de los actores de la red, con
énfasis en atención primaria.

La Promoción de Salud, apunta a la generación de entornos saludables, considerados


como los escenarios comunitarios o locales donde deben existir oportunidades y
condiciones para el desarrollo tanto individual como colectivo, mejorar la calidad de vida
y estado de salud, fortaleciendo la capacidad de las personas para adquirir hábitos
saludables que les permitan, afrontar los problemas relacionados con los estilos de vida.
Uno de los desafíos apunta a fortalecer el enfoque colectivo/social de la Promoción de la
salud, evitando sobredimensionar lo referente a los “estilos de vida” individuales, cada vez
se hace más evidente actuar a nivel de los determinantes sociales de la salud, para
alcanzar mejores resultados en salud, calidad de vida y equidad.

Según lo planteado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la promoción


de la salud se consigue a través de tres mecanismos intrínsecos o internos de las personas,
estos son:

1. El autocuidado, es decir, las decisiones y acciones que la persona lleva a cabo


en beneficio de su propia salud.
2. La ayuda mutua o acciones que las personas realizan para ayudarse unas a
otras de acuerdo a la situación que estén viviendo.
3. Los entornos sanos o creación de las condiciones ambientales que favorecen la
salud, son opciones pedagógicas para el desarrollo humano y la formación en
valores en la niñez.

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Además de lo personal y lo conductual, tiene en cuenta como estrategia más global para
su aplicación y difusión cinco componentes básicos interrelacionados entre sí, tales como:

• La construcción de políticas públicas saludables.


• La creación de entornos o ambientes favorables.
• El fortalecimiento de la acción comunitaria y la participación social.
• El desarrollo de habilidades personales para el fomento de la salud y la
reorientación de los servicios de salud.

3. Estrategias fundamentales para la promoción en salud.

Las estrategias más utilizadas para la promoción de la salud, debido a su impacto y


acciones son las siguientes:

• Educación en Salud.
• Participación social.
• Abogacía.
• Intersectorialidad.
• Consulta Social.

3.1 Educación en salud.

Durante muchos años, la educación para la salud consistía básicamente en distribuir


información y dirigir mensajes a la población con la esperanza de provocar cambios en
las costumbres de los individuos y sus familias. A medida que avanzan los años, se ha
hecho cada vez más evidente la necesidad de generar un proceso educativo más
efectivo, con estrategias que trasciendan la información, demostrando que la educación
no debe contener solamente concepciones teóricas, sino además tener en cuenta el
contexto, la cultura y los componentes humanos.

Un número importante de investigaciones especializadas en el área muestran que, tanto


en su construcción teórica como en sus resultados prácticos, la educación para la salud
ha sido y continúa siendo de interés permanente y, de hecho, cuando ha estado
rodeada de procederes científicamente argumentados y estructurados, ha demostrado
ser efectiva.

Cabe señalar, lo necesario de construir prácticas de promoción de la salud que


trasciendan la tecnología educativa y se preocupen por el acercamiento a la
cotidianidad y a la realidad social en la cual se desarrollan las personas y sus familias.
Entre los diversos espacios que posibilitan este proceso está la familia, la escuela, el lugar
de trabajo y la comunidad en general. En este sentido la familia presenta el rol de enseñar
y modelar en la construcción de estilos de vida saludable, enseñar a cuidarse y cuidar a
otros.

Algunos de los factores protectores o estilos de vida saludables en los que la educación
para la salud hace énfasis son:

• Sentido de vida, objetivo de vida y plan de acción.


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• Autoestima, el sentido de pertenencia y la identidad.
• Comunicación y participación a nivel familiar y social.
• Promoción de hábitos saludables.
• Control de factores de riesgo.

3.2 Participación social.

La participación social es considerada como una estrategia básica para consolidar los
sistemas democráticos, la construcción de la ciudadanía y capital social, entre otros,
mediante el ejercicio de los derechos de las personas y las comunidades, incluyendo su
opinión en la gestión de Salud.

Desde el sector salud, se considera un medio para:

• El desarrollo de las personas que asuman un compromiso con el cuidado de su


salud.
• Generar comunidades que tengan la capacidad de ser interlocutores y actúen de
forma solidaria.
• El ejercicio de un control social sobre el sistema de salud.
• Enfoque sobre la disminución de brechas relacionadas con la equidad en el
acceso: la oportunidad, protección financiera, entre otros.

Es importante de destacar, que se considera que la posibilidad de participación social es


en sí un determinante social de la salud y entre las principales estrategias que considera
son:

• Elaboración de la carta de derechos.


• Cuentas públicas.
• Presupuesto participativo.
• Consejos de desarrollo local de salud, consultivos y comités locales.
• OIRS (Oficina de informaciones, reclamos y sugerencias).

3.3 Abogacía.

La Abogacía es una estrategia incorporada en el modelo de abordaje de Promoción de


la Salud, que combina acciones individuales y sociales destinadas, por un lado, a superar
resistencias, prejuicios y controversias y, por otro lado, busca conseguir compromisos y
apoyo para las políticas de salud, aceptación social y apoyo de los sistemas para un
determinado objetivo o programa (que en este caso es la Promoción de la Salud).

De forma Global, es hacer política sobre una idea o propuesta, es llamar la atención de la
comunidad y de quienes toman decisiones sobre un problema o tema de importancia
para ponerlo en agenda y actuar sobre éste y sus soluciones. Dicha estrategia, referida al
conjunto de acciones que deben desarrollarse para promover la salud de la población,
requiere del desarrollo de competencias y habilidades en el personal de salud para
facilitar los procesos participativos para el cambio en las políticas públicas.

Los acuerdos, la mayoría verbales, que son expresión positiva de la abogacía producto
de la interacción entre salud y el actor social visitado, requieren de un seguimiento con
ayuda memoria formalizadas, documentando y enviando, a cada actor visitado, los
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acuerdos y compromisos que se concluyeron. Este paso es importante para generar
procesos pues la abogacía permite decisiones y éstas requieren, en el lapso más corto,
reuniones para operacionalizaras.

3.4 Intersectorialidad.

La intersectorialidad ha sido una posible vía para abordar los actuales y complejos
problemas de salud que rebasan el campo de un servicio de salud. En ella se incluyen
sectores como: educación, vivienda, instituciones legales, organizaciones políticas,
municipalidades y otras organizaciones tanto públicas como privadas que puedan
aportar al bienestar de las personas. Se basa en la aplicación del conocimiento científico
a la solución de problemas prácticos a través de una cultura que provee métodos o
medios para controlar el entorno y mejorar las condiciones de vida al tiempo que brinda
posibilidades para el mejoramiento de los procesos de gestión en los sistemas y servicios
de salud.

Forma parte de políticas y estrategias para el balance de un desarrollo sostenible de la


salud a nivel nacional o internacional. El enfoque tecnológico de la intersectorialidad y el
carácter extensivo del sector salud hacia otros sectores, a través de intervenciones
coordinadas de instituciones representativas de más de un sector social, en acciones
destinadas total o parcialmente a tratar los problemas vinculados con la salud, el
bienestar y la calidad de vida, ha de ser comprendido por lo que significa para el logro de
una importante y necesaria respuesta social organizada. Las propias características de la
salud, perteneciente a un sistema social altamente complejo, donde participan actores
de dentro y fuera del sector, determina una dinámica de actuación totalmente diferente,
que debe ser entendida por la totalidad de los integrantes de un sistema de salud.

El alcance de la intersectorialidad y la participación social no es consecuencia de la


espontaneidad, pues se requiere una concepción adaptada al sistema de salud local,
una voluntad política que la sustente y un diseño tecnológico que la inserte naturalmente
en la producción de salud.

3.5 Comunicación social.

La comunicación social se ha convertido en las últimas dos décadas una herramienta


importante para los profesionales de la salud, sobre todo, en las áreas de la promoción y
prevención de la salud y la prevención.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud


(OMS) han establecido a la comunicación social como estrategia básica de la promoción
de la salud, y proponen el uso y aplicación de las diferentes herramientas de la
comunicación en la promoción de la salud.

A su vez la comunicación integral comprende principalmente las siguientes áreas de


actividad:

• Publicidad.
• Imagen, Relaciones Públicas y campañas de comunicación.
• Patrocinio y mecenazgo.
• Marketing social corporativo.
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• Promoción.
• Merchandising.
• Marketing directo.
• Internet.

En todas las organizaciones, incluidas Salud, debe establecerse la Comunicación


Organizacional que incluye:

Comunicación Interna: Dirigida al cliente interno, es decir, al trabajador. Nace como


respuesta a las nuevas necesidades de las organizaciones de motivar a su equipo
humano y retener a los mejores en un entorno donde el cambio es cada vez más rápido.

Comunicación Externa: Es el conjunto de operaciones de comunicación destinadas a los


públicos externos de una empresa o institución, es decir, tanto al gran público,
directamente o a través de los periodistas, como a sus proveedores, accionistas, a los
poderes públicos y administraciones locales y regionales, a organizaciones
internacionales, etc.

Para concretizar la comunicación integral existen, entre otras, herramientas tales como:

• Díptico, Afiche, Volante.


• Diario Mural.
• Revista/Publicación Periódica.
• Mail promocional.
• Programa Radial.

Todas estas estrategias de la Promoción de la Salud, cada una y en conjunto al ser


implementadas de modo adecuado, según el contexto local, basadas en la evidencia y
la experiencia, respetando las características culturales y usando recursos y tecnologías
aceptadas y validadas por la comunidad, permitirán el logro de estilos de vida saludable.

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Apunte B:
II. METODOLOGÍA PARA LA EDUCACION EN
ADULTOS

1. Introducción.

La educación de adultos ha mostrado un desarrollo acelerado en las últimas décadas del


siglo XX. En muchos países y por distintas circunstancias renació el interés por
profesionalizar en mayor grado un área que hasta entonces había sido un campo
secundario en la educación. Diversas razones confluyeron en este acontecimiento: el
aumento de la expectativa de vida, el comprobar la alta tasa de abandono de los cursos
destinados a los adultos, la necesidad de utilizar bien los recursos en los programas para
mejorar las condiciones de vida de los adultos y el entusiasmo de los educadores que se
dieron cuenta de que lo que estaba en juego era también la esperanza de los adultos.

Como todos los fenómenos sociales significativos, surgió como respuesta a una necesidad
sentida tanto por los profesionales y autoridades como por los mismos adultos interesados
en seguir aprendiendo. Muchos autores conocidos actualmente como los grandes
inspiradores de este movimiento partieron de su experiencia, probando diferentes
métodos y analizando las causas de éxitos y fracasos.

2. Principios básicos de la educación en adultos.

Frecuentemente se piensa que la educación de los adultos es similar a la educación que


se recibe en los colegios. Sin embargo, la experiencia en el trabajo con adultos y la
andragogía (disciplina educativa que conduce, guía a los adultos) plantean que no es
así. Y que es importante comprender que el adulto:

• No es un niño. Por lo que es necesario buscar nuevas y creativas formas de


interactuar con ellos.
• Es culto. A pesar de no tener mucha escolaridad, conoce su país, su estado, su
barrio o comunidad; sabe de sus tradiciones. Es una persona que tiene cultura.
• Tiene la experiencia que la vida le ha proporcionado. Tiene maneras de ser y de
actuar que le son características y que constituyen su personalidad. A mayor
edad, mayor experiencia y conocimientos.
• Es una persona. responsable Porque sabe responder a los compromisos que
contrae. Por ello, cuando se compromete a una acción con la que está
convencido, responde con entusiasmo. No se necesita moldear, regañar o
ridiculizar, requiere respeto y atención.
• Sabe comunicarse. Le gusta conversar, dialogar, intercambiar puntos de vista.
• Sabe resolver problemas. Sabe tomar las decisiones que resuelven los problemas y
asume las consecuencias de sus elecciones, sean buenas o malas.
• No dispone de tiempo completo para las actividades educativas, generalmente
tiene compromisos de trabajo o en la casa.
• Tiene una familia. Es el jefe o la jefa de familia.

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• Se sabe incompleto. Es consciente de que sabe muchas cosas, pero también tiene
conciencia de que ignora muchas otras.
• Aprende a partir de lo que ya sabe. Su escuela es enfrentar los retos que la vida le
presenta y las enseñanzas de sus mayores.
• Construye su aprendizaje a partir de su experiencia. La lucha por la subsistencia
diaria le ha enseñado mucho, por ello el aprendizaje de algo nuevo debe
construirse con base en lo que ya conoce, para de allí partir hacia nuevas cosas.
• Aprende de la práctica, hace reflexiones y con ellas vuelve a la práctica. Es capaz
de reflexionar sobre su realidad y volver a ella cambiando lo que deba ser
cambiado.
• Aprende de lo sencillo a lo complicado. Si se parte de lo concreto, de cosas
sencillas, es más fácil aprender.

3. Siete pasos para la planificación o diseño de una sesión educativa.

La palabra diseño implica un esfuerzo en la preparación de una sesión educativa y el


reconocimiento de muchos aspectos nuevos que normalmente no consideramos. La
forma de hacer el diseño nos hace tomar contacto y construir una relación diferente con
los futuros participantes del taller. Los principios, por lo tanto, se ponen en acción mucho
antes del inicio de la sesión educativa. Un diseño educativo es un conjunto de tareas o
ejercicios especialmente dispuestos para un grupo de participantes. Revisemos los
siguientes pasos:

1. Análisis de las características de los participantes

Preguntas claves a resolver en el primer punto: ¿A quiénes va dirigido? ¿Quiénes son los
participantes? El primer paso busca determinar quiénes son los participantes, cuáles son
sus expectativas, recursos y necesidades y cuáles son sus temas generativos. El análisis del
grupo y de la tarea idealmente debería conducirnos a realizar con ellos lo que se llama un
perfil de necesidades de aprendizaje, de tal forma que sea más fácil llegar a un acuerdo
de lo que se hará y evaluará.

2. Análisis por qué se necesita realizar el taller

En esta etapa se busca reconocer el origen que hace necesaria la intervención


educativa, de dónde surge la necesidad, cuál es el problema, qué se espera lograr, etc.

Estos dos primeros pasos buscan que el facilitador, en conjunto con los participantes,
realicen un Diagnóstico de Necesidades de Aprendizaje, lo que permite acordar qué y
cómo se abordarán los temas y cómo se evaluarán los logros.

3. Definir el tiempo (¿cuándo?)

Las personas no disponen de tiempo completo para las actividades educativas, sino que
éstas se insertan junto a una serie de otros compromisos adquiridos en las distintas áreas
que forman parte de sus vidas. Por esta razón, parte de la planificación de la intervención
educativa es la consideración del tiempo requerido para su implementación y en función
de ese tiempo disponible, ajustar los objetivos que son posibles de alcanzar.

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4. Decidir el lugar (¿dónde?)

Los lugares y salas donde se realizan los talleres condicionan de forma importantísima lo
que ocurre en ellos. Si el lugar es cálido y adecuado para adultos facilitará que se
dispongan a trabajar y a entregar lo mejor de sí. La luz, plantas, objetos o cuadros que
transmiten belleza son facilitadores importantes de la comunicación. La posibilidad de
espacios para distenderse, pasear y poder tomar café o bebidas fuera de horario es otra
característica positiva.

5. Establecer los objetivos (¿para qué?)

El éxito de la intervención depende en gran parte de la capacidad de establecer los


objetivos basados en los logros de los participantes, es decir, deben ser objetivos que los
educandos puedan comprobar, cuantificar y verificar.

6. Seleccionar los contenidos (¿qué?)

Este paso se refiere a la definición de contenidos que deben abordarse para responder a
los objetivos propuestos. La coherencia entre el objetivo y el contenido que se abordará
para su logro es clave para el éxito de la intervención.

7. Establecer el conjunto de tareas y materiales (¿cómo?)

En esta etapa se busca definir las mejores metodologías para abordar los contenidos y así
responder a los objetivos definidos. Dentro de las actividades educativas, Vella (2000)
sugiere el desarrollo en cada sesión de distintos tipos de tareas que permitan lograr mayor
efectividad en el diseño educativo. Específicamente, plantea el desarrollo de los
siguientes tipos de tareas:

1. Tarea inductiva: Es aquella que busca conectar a los educandos con un


contenido específico. Son tareas del tipo motivacional que estimulan la
percepción en un tema específico. Por ejemplo, leer la descripción de un caso,
actuar una viñeta sobre una situación clínica, observar un video de corta
duración.

2. Tareas de input: Estas buscan conectar al educando con un conocimiento nuevo.


Son tareas que entregan conocimientos, entrenan habilidades, estimulan y
modelan actitudes. El desafío del facilitador es presentar ese conocimiento de
manera atractiva. Por ejemplo, los participantes comparan dos situaciones, hacen
una reflexión sobre una situación usando un contenido enseñado.

3. Tareas de implementación: Permiten revisar e integrar los conceptos, practicar


habilidades y examinar las actitudes en el curso de la o las sesiones educativas.
Este tipo de tareas permite al facilitador y al educando darse cuenta del grado e
intensidad en que el conocimiento está siendo adquirido. Por ejemplo, diseñar un
plan de acción para bajar de peso y monitorear la implementación de distintas
actividades para lograrlo.

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Para el logro de cada una de ellas, se recomiendan distintas estrategias metodológicas
tales como:

• Clases expositivas breves y lectura de textos (conocimientos).


• Análisis de casos (comprensión) y Ejercicios prácticos (habilidades).
• Compartir experiencias propias o conocer la experiencia de otros (actitudes).
• Grupos de encuentro (valores).

Por último, es recomendable antes de ejecutar la intervención diseñada revisar cada una
de las etapas previas y responder las siguientes preguntas:

• ¿Los objetivos responden a los resultados que se desea obtener?


• ¿Las actividades son claras y medibles?
• ¿Los recursos son los adecuados?
• ¿Existe clara relación entre Objetivos, Estrategias y Actividades?
• ¿Hay dificultades que se anticipen que pueden limitar el programa?

De esta forma se reduce el riesgo de encontrarse con dificultades que pudieron ser
previstas, sin embargo, se debe recordar que el proceso educativo es sistémico y cambia
constantemente por lo que siempre es susceptible de corregir en función de las
necesidades de los participantes.

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Apunte C:
III. ASPECTOS CONCEPTUALES Y ESTRATEGIAS
DE PARTICIPACIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
DE SALUD
1. Introducción.

El desarrollo de la participación ciudadana en la salud de nuestro país ha estado


asociado a la necesidad de impulsar nuevas formas de diseñar e implementar las políticas
públicas con pertinencia, e incidencia en la toma de decisiones. La incorporación del
enfoque de derechos en las políticas públicas ha ampliado el concepto de participación
al ejercicio del control sobre la gestión pública, tanto desde el punto de vista de la
calidad en la provisión de servicios como en el uso de los recursos públicos en relación
con necesidades y expectativas de la población.

Por lo tanto, aporta de esta manera, a la identificación de áreas críticas, a la mejoría de


la calidad de los servicios y programas sociales, a la mayor pertinencia de las acciones en
relación con necesidades y expectativas de la población, y, por consiguiente, al aumento
de la satisfacción usuaria.

“La participación puede entenderse como la capacidad de distintos actores sociales de


organizarse, movilizar recursos y desarrollar acciones con el fin de incidir en las decisiones
que les afectan”. Esta puede ser un proceso individual o colectivo e involucrar al conjunto
de la ciudadanía o a grupos organizados de la comunidad.

La participación de los ciudadanos y ciudadanas contribuye a:

1. El desarrollo de personas como sujetos activos en el manejo de las condiciones


que favorecen el desarrollo integral, el bienestar y la calidad de vida.
2. A la creación de comunidades con capacidad de interlocución con el sector de
la política pública en sus distintos niveles de actuación.
3. A la construcción de ciudadanía con capacidad de expresar demandas sentidas
como pleno ejercicio democrático.
4. A la construcción de ciudadanía que actúa de manera solidaria frente a
problemas comunes.
5. El ejercicio del control social sobre la gestión pública y la administración de los
recursos fiscales.

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2. Estrategias de participación en la APS.

Los mecanismos de participación en salud deben diseñarse teniendo en cuenta entre


otras dimensiones el contexto en el que se va a actuar, las características de la población
cuya participación se desea obtener, sus contextos culturales, las experiencias
previamente realizadas con ellas, experiencias que resultaron ser exitosas y las que
fracasaron.

2.1 Consejos consultivos.

Son organismos asesores del establecimiento de salud, funcionan regular y


permanentemente y están constituidos por representantes de los usuarios, comunidad
local y el establecimiento de salud. El consejo consultivo de salud será una instancia
asesora a la dirección del establecimiento y podrá realizar funciones de carácter
informativo, propositito, evaluativo, promotor y/o consultivo, en relación a acciones en
distintas materias vinculadas con la salud.

• Funciones de los consejos consultivos de salud:

o Informativo: Comunica, recibe opiniones, difunde o da noticias de algo


(sistema de atención, disposiciones, programas, beneficios, recurso, acuerdo u
otros).
o Propósito: Propone ideas o proyectos para obtener un fin, delibera, manifiesta
propósito de ejecutar acciones en torno a este fin.
o Evaluativo: Controla, valora y evalúa procesos realizados y resultados (rinde,
aprueba o sanciona informes o cuentas).
o Promotor: Da impulso a alguna iniciativa o acción procurando su logro
(discute, negocia, establece alianza de cooperación y propone cursos de
acción).
o Consultivo: Entrega parecer o consejo, recomendación o propuesta respecto a
una materia que es consultada.

• Quiénes Participan:

o Representantes de organizaciones sociales como juntas de vecinos, grupos de


salud, agrupaciones de mujeres, grupos juveniles, grupos de adultos mayores,
ONG etc.
o Representantes de los funcionarios de los establecimientos de salud.
o Equipo directivo de establecimiento.

2.2 Diagnósticos participativos.

El diagnóstico constituye la primera etapa dentro de un proceso de planificación. Es la


actividad a través de la cual se interpreta la realidad que interesa transformar.
Generalmente, el proceso de diagnóstico empieza cuando se necesita enfrentar
problemas que ya comienzan a manifestarse en la comunidad, que están siendo
detectados por las organizaciones sociales o por las instituciones y que necesitan
resolverse mediante acciones prácticas.

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En síntesis, el diagnóstico permite comprender los problemas que plantea la realidad, de
tal manera de obtener los conocimientos necesarios para planificar acciones y soluciones
viables. Por lo anterior, podemos decir que diagnosticar es investigar, porque no se puede
actuar sobre algo que se desconoce.

• Objetivos Específicos:

o Recoger, organizar y analizar la información que existe a nivel local acerca de


la situación de salud de la población, así como la descripción y análisis de los
actores sociales y sus redes.
o Conocer la situación de las prácticas familiares y comunitarias a nivel local.
o Analizar los problemas de salud detectados, en conjunto con la población y los
actores sociales.
o Revisar sus causas y consecuencias.
o Proponer acciones para hacer frente a los mismos.

• Pasos para seguir en la construcción de un diagnóstico participativo:

1. Identificar el problema central.


2. Plan de trabajo del Diagnóstico.
3. Realizar el diagnóstico.
4. Comunicar los resultados a la comunidad.
5. Conclusiones.

2.3 Oficina de información, reclamos y sugerencias (OIRS) y satisfacción usuaria.

La OIRS, se encuentra presente en todos los servicios públicos, reciben y canalizan las
solicitudes, reclamos y sugerencias de todos los usuarios y usuarias. Su propósito es
contribuir al mejoramiento de la atención de los usuarios y las usuarias en los
establecimientos de salud, facilitando el acceso a la información sobre el funcionamiento
y los servicios otorgados por el sistema de salud y otros órganos, servicios o empresas del
Estado, resguardando los derechos en salud de los ciudadanos y ciudadanas.

2.4 Mapas epidemiológicos y recursos comunitarios.

El mapa epidemiológico, también llamado croquis del área de influencia es una


representación gráfica de las principales características del territorio y población bajo la
responsabilidad de un centro de salud o sector del mismo.

• Propósito:

o Identificar gráficamente el territorio, las viviendas, familias e instituciones


relevantes de la comunidad y la forma de acceso hacia ellas.
o Constituir un instrumento de vigilancia epidemiológica de riesgo y/o daños en
salud identificados por la comunidad y el equipo de salud.
o Programar el trabajo de terreno del equipo de salud, aplicando enfoque de
riesgo.

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REFERENCIA.

▪ Kickbusch I. Promoción de la salud: una perspectiva mundial. En: Promoción de la Salud:


una antología. Publicación Científica No. 557. Washington, D.C.: OPS; 1996. p. 15:9.

▪ Villalbí J. R. Promoción de la salud basada en la evidencia. Rev. Esp. Salud Pública. Chile
2009

▪ Fernández Fernández-Arroyo M. Promoción y prevención en salud en el siglo XXI. Revista


Matronas Prof. 2015; 16(1):3-3.

▪ Orientaciones para la implementación del modelo de atención integral de salud.


Subsecretaría de redes asistenciales. División de Atención Primaria. Santiago de Chile,
2012.

▪ SERRANO G., M. Isabel (1997). Educación para la salud en el siglo XXI. España.

▪ Walker R, Montero L. PRINCIPIOS GENERALES DE LA EDUCACION DE ADULTOS. Revista


Chilena de Medicina Familiar. Diciembre 2004.

▪ Manual Diagnóstico Participativo de Comunicación Rural”, Organización de las Naciones


Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Roma, 2008.

▪ Manual de Participación en Salud - “Reflexiones y herramientas para la acción social en


Chile” diciembre 2009.

▪ Guía Práctica para la Implementación de la Participación Ciudadana en los Gobiernos


Locales de Andalucía: Estrategias para la Acción- Federación Andaluza de Municipios y
Provincias - 2010.

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