Maestría de administración de empresas Curso: Economía aplicado a la Gerencia Docente: Mgrt. Luis Asturias Discente: Sindy Rodríguez de Bobadilla Carnet: 2080120 El Poder de la Economía Informal El periodista estadounidense Robert Neuwirth enmarca su charla en un hecho crucial e innegable: los países en desarrollo son los puntos de mayor crecimiento económico en el Mundo, y en ellos, la economía informal es la fuente de principal de satisfactores sociales y empleos. Explica que también suele ser llamada “mercado negro”, “economía sumergida”, “economía clandestina” o “economía paralela” y que con ello se sataniza al sector, cuestión que, en su opinión (con la que estoy muy de acuerdo), es injusta e hipócrita (no menciona el término pero sí la idea), puesto que la “economía formal” también es una “zona gris” donde se funden íntimamente actividades criminales y no-criminales, y en donde tipo de empresas incurren en actividades ilegales de todo tipo, todos los días (Siemens, v.g.). No lo menciona el disertante, pero denominación de “ilegal” (comportamiento violatorio de reglas estatales) que se atribuye a la economía informal, se origina de un conflicto esencial que no se origina de la pelea por los mismos clientes (de diferente poder adquisitivo) sino de la enemistad inevitable entre oligopolista y contrabandista, y la influencia que tiene el primero para que el Gobierno tome medidas siempre a su favor, cuestión que no sucede con los actores de la economía sumergida—cuestión más que clara en la actual crisis del COVID-19. En efecto, al señalar que los productos vendidos en los mercados informales provienen de entidades la economía formal, el disertante está de acuerdo con cierta postura actual sobre la necesidad de abandonar la hipótesis que las negociaciones de mercado se realizan principalmente dentro del marco de la ley, para reconocer que los mercados están cada vez más integrados y las economías paralelas representan un porcentaje cada vez más considerable de la actividad económica general. La economía informal es muy dinámica y de sus dinámicas pueden aprenderse lecciones muy importantes para las empresas de la economía formal, cuestión hecha ver también por la doctrina reciente de la Sociología económica. Al aludir brevemente a la violación de los derechos de propiedad intelectual (monopolio establecido por Ley), el disertante alude implícitamente a un fenómeno innegable en la economía informal que conviene referir brevemente aquí: la presencia ubicua del crimen organizado. Ello, por cuanto es clave establecer que, si bien es cierto que la economía informal es escenario de gran participación de tales grupos antisociales, la mayor parte de agentes en ella son personas decentes, no-criminales, que sólo buscan una forma de ganarse la vida y salir adelante honradamente, cuestión remarcada por el disertante del inicio. Cabe agregar, finalmente, que si bien es cierto que los gobiernos no gustan de estos mercados porque en ellos no se tributa, lo es también que los toleran porque constituye una válvula de escape a una presión que podría poner en riesgo la paz social y el orden público de no encontrar salida (búsqueda social de satisfactores). Esto no es explicado nítidamente por el disertante pese a ser el núcleo de su exposición: la economía informal puede y debe ser vista como solución en el denominado Nexo Seguridad-Desarrollo, al permitir a los ciudadanos pobres asegurarse satisfactores y crecer tranquilamente, promueve la seguridad humana, y al hacer esto, da a mayor desarrollo que a su vez da lugar a mayor seguridad y ella a mayor desarrollo, en un círculo virtuoso que no termina. Coincido totalmente con esta idea, razón por la cual creo, como el disertante, que la economía informal debe ser vista, no como un problema, sino un gran poder para transformar a los países en desarrollo (además de catalizador de crecimiento de la economía mundial).