Ignacio Valenta

Trabajo proyecto.

Ignacio Valenta.

El nacional socialismo o también llamado nazismo fue un movimiento político

generado en Alemania. Famoso por ser el protagonista de la Segunda Guerra Mundial y
llevar a cabo el genocidio de millones de personas. Pero, ¿Cómo se llegó a esto?

Cuando se derrotó Alemania en la Primera Guerra Mundial, se convirtió en una

república llamada Constitución de Weimar (1919), con características democráticas. Sin
embargo, Alemania sufría las consecuencias de la guerra: cuantiosas pérdidas materiales y
humanas, la miseria total y la vergüenza humillante de la derrota. Así que se originan
sangrientas revueltas, alzamientos militares y las huelgas. En Alemania se recurrió al temor
para imponerse el partido nacionalsocialista. Los llamados nacionalistas o nazis se
reunieron en el año de 1923 con algunos miembros del ejército republicano, con el objetivo
de derrocar la república, pero el intento fracasó estrepitosamente. Uno de estos dirigentes y
movilizadores del intento de derrocamiento fue Adolfo Hitler.

La mala situación económica del país permitió que el partido nazi, con sus promesas
de alimento y trabajo para toda la población, tuviera gran acogida. Para el año de 1932,
Paul Von Hindenburg era elegido presidente y a su lado Hitler quedaba como canciller,
cargo que le otorgaba todos los poderes.

El talento discursivo lo envió rápidamente a la victoria y a ganarse muchos

seguidores y aliados, lo empezaron a llamar el “Führer” (líder). De esta forma los alemanes
quedaron convencidos que este hombre sería su salvación.

Como dictador Hitler abolió la constitución, anuló el Parlamento y fue implantando

la ideología nazista. Estos actos, como cabía de esperar, acabaron de empeorar la situación
ya que el principio fundamental de esta corriente afirmaba la superioridad de la raza aria y
por ende la oposición a los judíos, imponía una dictadura, la economía bajo el control del
Estado y la aprobación del imperialismo y totalitarismo.

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Ignacio Valenta

Durante el gobierno de Hitler la policía eliminaba a quienes se oponían al régimen

nazi, los judíos, negros, gays y lesbianas se convirtieron en el objetivo de tortura de los
nazi, los persiguieron, cazaron como animales y los asesinaban en masas en los campos de
concentración creados para eliminarlos.

A pesar de todo, Hitler sacó a Alemania del estado de inferioridad en que se

encontraba. La crisis económica favoreció al nazismo en Alemania, pero el nivel de
víctimas psicológicas era incalculable. El gobierno era incapaz de mantener el respeto a los
ciudadanos, los partidos reaccionaron pero no estimularon los sentimientos nacionalistas de
los pueblos. El sentimiento de venganza alemán por la humillación recibida después de la
Primera guerra mundial era mucho mayor que la racionalidad de las políticas mundiales
para el daño tan grande e injusto que se estaba cometiendo en contra de la población judía.

Es muy interesante la representación cinematográfica de Charles Chaplin llamada

“El Gran Dictador” hecha en Estados Unidos (1940) haciendo sátira a las ambiciones
totalitarias de los fascismos europeos en medio de la Segunda Guerra Mundial. No es
sorpresa que en muchos países tales como Alemania, Italia e incluso España la película no
se estrenó hasta años más tarde por la fuerte censura que hubo.

Esta película fue famosa por el gran mensaje y discurso de casi cinco minutos que
da Chaplin al final de la película, mirando fijamente a la cámara y pronunciándose en
contra del fascismo y a favor de la democracia y libertad. A continuación, mi parte favorita:
“Hemos mejorado la velocidad pero somos esclavos de ella. La mecanización que trae
consigo la abundancia nos ha alejado del deseo. Nuestra ciencia nos ha vuelto cínicos.
Nuestra inteligencia dura y brutal. Pensamos en exceso y no sentimos bastante. Tenemos
más necesidad de espíritu humanitario que de mecanización.”

Pero en sí, el nazismo se concreta como una ideología totalitaria de tipo fascista en
la medida en que se caracteriza por dar una importancia central y absoluta al estado -a partir
del cual se debe organizar toda actividad nacional representado o encarnado y bajo la
dirección o liderazgo de un líder, en este caso Hitler, y por proponer un racismo,
nacionalismo e imperialismo intenso que debe llevar a conquistar los pueblos que se
consideren inferiores.