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DEL ALTIPLANO
FACULTAD DE MEDICINA
HUMANA
CATEDRA : FISIOPATOLOGIA
TRABAJO DE GABINETE Nº 1
PUNO – 2011
1.- SISTEMA DE DEFENSA CONTRA LOS RADICALES LIBRES
constituye la primera y mejor línea de defensa contra los radicales libres. Está integrado
por tres enzimas principales que trabajan en cadena para desactivar selectivamente
radicales libres: superóxido dismutasa, (SOD), catalasa (CAT) y glutatión peroxidasa
(GPx); otras tres enzimas, glutatión reductasa (GR), glutatión-S-transferasa (GST) y Γ-
glutamil cisteinil sintetasa (GCS), sin ser estrictamente enzimas antioxidantes,
colaboran indirectamente con la GPx ya que contribuyen a regular el pool intracelular
de glutatión reducido (GSH), uno de los principales antioxidantes celulares no
enzimáticos.
Está integrado por una serie de sustancias que, aun estando presentes a bajas
concentraciones, en presencia de compuestos oxidables (como ADN, proteínas o
lípidos), se oxidan antes que éstos, y retrasan, inhiben, amortiguan o previenen su
oxidación, la producción de radicales libres o los efectos deletéreos de éstos. El sistema
antioxidante no enzimático incluye una larga serie de compuestos de bajo peso
molecular, siendo los más importantes el glutatión reducido, la vitamina E (α-tocoferol),
la vitamina C (ácido ascórbico y la vitamina A (trans-retinol/ß-caroteno). Además, los
flavonoides, ácidos fenólicos, ácido α-lipóico, ácido úrico, bilirrubina, algunos azúcares
y aminoácidos, coenzima Q o ubiquinona y varios derivados de ésta y una hormona, la
melatonina, también forman parte de los antioxidantes no enzimáticos. El manganeso,
selenio, cobre, hierro y otros minerales, al ser parte del sitio activo de las enzimas
antioxidantes, juegan un papel importante en la defensa mediada por enzimas, sin ser
verdaderos antioxidantes.
En primer lugar tenemos una plaquetopenia, pero de más de 50.000/mm3 por frotis de
sangre periférica, que por sí misma no justifica los sangrados. En segundo lugar, el TP
es de 19” que tampoco los explica. La paciente ingirió aspirina e ibuprofeno, drogas con
efecto antiagregante plaquetario, justo antes de la aparición de las equimosis. Se
interpreta que la etiología del sangrado es multifactorial y que existiría un trastorno
preexistente que provoca plaquetopenia y TP prolongado que se encontraba
asintomático y que la ingesta de aspirina hizo evidente.
Los trastornos primarios del sistema fibrinolítico (ej. la hiperfibrinólisis primaria), por
definición, cursan con plaquetas y tiempos de coagulación normales, elementos que los
alejan del diagnóstico.
1) Púrpuras vasculares
2) Púrpuras trombopáticas
3) Púrpuras trobopénicas
Las púrpuras vasculares como por ejemplo las vasculitis como la púrpura de Schölein-
Henoch y las alteraciones por fragilidad capilar como el escorbuto, cursan con tiempos
de coagulación y plaquetas normales, motivo por el cual se alejan en esta paciente.
• Aloanticuerpos
– Púrpura postransfusional
Entre las trombocitopenias periférica inmunes tenemos las producidas por anticuerpos
antiplaquetarios. El trastorno primario es la púrpura trombocitopénica idiopática que
cursa con plaquetopenia y tiempos de coagulación normales. Esto último aleja a esta
entidad del diagnóstico. Los trastornos secundarios son los síndromes linfoproliferativos
(SLP) y el lupus eritematoso sistémico. En contra de SLP están el hecho de que no
existen células malignas en sangre periférica, no presenta esplenomegalia,
hepatomegalia y/o adenopatías. Para LES, no reúne criterios.
• Pérdidas:
– Diálisis
– Circulación extracorpórea
– Grandes hemorragias
• Por consumo:
– Hiperesplenismo
– Hemangioma cavernoso
– Microangiopatías trombóticas: púrpura trombótica trombocitopénica (PTT) y
síndrome urémico hemolítico (SUH)
– Sepsis
– Coagulación intravascular diseminada (CID)
Las trombocitopenias periféricas no inmunes pueden ser por pérdidas o por consumo (la
velocidad de utilización de las plaquetas es mayor a la tasa de formación en la médula
ósea). En cuanto a las primeras podemos señalar que en este caso no existe el
antecedente de tratamiento dialítico ni circulación extracorpórea y, la paciente no tuvo
sangrados mayores previos a la hemorragia digestiva que la justifiquen per se. En
cuanto a las segundas se pueden hacer algunas consideraciones: el hiperesplenismo se
descarta porque las imágenes muestran un bazo normal y no existen otros signos de
hipertensión portal, el hemangioma cavernoso queda de lado debido a que no fue
hallado en los estudios por imágenes. Las microangiopatías trombóticas se dividen en
púrpura trombótica trombocitopénica (PTT), síndrome urémico hemolítico (SUH),
anemia hemolítica inducida por quimioterapia, hipertensión arterial maligna, síndrome
HELLP (acrónimo del inglés: Hemolysis, Elevated Liver enzymes, and Low Platelets) .
La PTT y el SUH son consideradas por algunos autores como diferentes espectros de
una misma enfermedad y se caracterizan por fiebre, anemia hemolítica
microangiopática, trombocitopenia, manifestaciones neurológicas (en especial la PTT) y
falla renal (por lo general en SUH). En el caso presentado sólo tenemos a favor la
plaquetopenia sin presentar ninguna de las otras alteraciones. Además, estas entidades
cursan con tiempos de coagulación normales. La sepsis ya fue dejada a un lado por la
ausencia de SRIS y un foco infeccioso. La coagulación intravascular diseminada (CID)
es una entidad compleja que cursa con plaquetopenia y prolongación de los tiempos de
coagulación. Nos referiremos a ella cuando desarrollemos las coagulopatías adquiridas.
1) Déficit de vitamina K
2) Anticoagulantes orales
3) Insuficiencia hepática
4) Coagulopatías por consumo
Las isoenzimas de la FAL se emplean para diferenciar las enfermedades hepáticas de las
óseas. Esas isoenzimas se identifican mediante la prueba de termoestabilidad. La
isoenzima de origen hepático es termoestable, mientras que la de origen óseo es
inactivada por el calor.
Por último se describen las coagulopatías por consumo. Estas entidades tienen por
característica principal una disociación entre la utilización de los factores de
coagulación y su síntesis con la consiguiente prolongación de los tiempos de
coagulación; y de la utilización de las plaquetas con la concomitante plaquetopenia.
Las coagulopatías por consumo pueden ser localizadas, siendo las entidades que la
pueden provocar el aneurisma aórtico, los hemangiomas y las nefropatías. Las imágenes
descartan las dos primeras. La tercera tiene en contra la ausencia de falla renal. Cuando
la coagulopatía es generalizada recibe la denominación de coagulación intravascular
diseminada (CID)
En la revisión bibliográfica encontramos que cuando una CID crónica se presenta con
causa no filiada deben investigarse tumores sólidos, cirrosis hepática y aneurismas de
aorta abdominal. Las dos últimas ya fueron es su momento desestimadas como posibles
etiologías. Es así que nos quedamos con los tumores sólidos, en particular con los
adenocarcinomas, que son por lejos, la causa más frecuente de CID crónica.
En este punto parece necesario detenerse y hacer algunas consideraciones adicionales:
En el laboratorio la FAL está francamente elevada con GGT normal. Este hecho indica
que esta fostatasa alcalina no es hepática orientándonos hacia un origen óseo de la
misma. Además la LDH también se encuentra elevada. Esta enzima es inespecífica,
siendo en general, un indicador de “carga tumoral”. En numerosas publicaciones sobre
adenocarcinomas metastásicos con compromiso de médula ósea se encuentran tanto la
FAL como la LDH aumentadas.
En cuanto a los hematomas subdurales, se reportan casos de hematomas subdurales
crónicos asociados a CID crónica en los que se han encontrado metástasis de
adenocarcinomas en la médula ósea.
La paciente al ingreso no tiene anemia, dato que podría hacernos suponer que no
existiría infiltración tumoral de la médula ósea. Sin embargo, el 52% de los pacientes
que tienen metástasis de adenocarcinomas en médula ósea no tienen anemia. Por ende la
ausencia de anemia no descarta en absoluto invasión medular.
Plan de estudio
Para confirmar la presencia de la CID crónica serían de utilidad los PDF que esperamos
estén aumentados.
La punción aspirativa y biópsica de médula ósea es mandataria. Es el gold standard para
dividir las plaquetopenias en centrales y periféricas. Además creemos que podríamos
encontrar las metástasis buscadas. En el caso de no encontrar la infiltración tumoral allí,
continuaríamos el estudio con un centellograma óseo buscando focos de hipercaptación
que nos guíen hacia una nueva biopsia.
Diagnóstico presuntivo:
En conclusión, con los datos que tenemos, suponemos que estamos en presencia de una
CID crónica, cuyo desencadenante sería un adenocarcimoma metastático con
compromiso de médula ósea. Los probables primarios son colon, estómago, mama,
páncreas, ovario, etc. y como ya se ha mencionado puede permanecer desconocido. En
cuanto a esta última posibilidad es necesario remarcar que este hecho no invalida
comenzar el tratamiento oncológico, pudiendo incluso no ser beneficioso para el
paciente realizar estudios invasivos en la búsqueda de un diagnóstico de certeza que no
modificaría una conducta ulterior.
Diagnóstico anatomopatológico:
Anatomía Patológica: Dr. Mario Gorosito (Cátedra Anatomía Patológica UNR)
Procedimiento diagnóstico:
• Punción biopsia de médula ósea: metástasis multifocal de médula ósea por neoplasia
maligna de estirpe epitelial de patrones sólido, trabecular y acinar (adenocarcinoma
pobremente diferenciado). Impresión diagnóstica más probable: colon o pulmón.
Evolución:
Inicia tratamiento quimioterápico para adenocarcinoma metastásico de primario
desconocido, con ciclofosfamida, doxorrubicina y 5-fluoruracilo.