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KARL BRUNNER Y EL PLAN REGULADOR

URBANO DE PASTO. 1941

María Teresa Álvarez Hoyos*

INTRODUCCIÓN
A una ciudad no se la puede calificar ni por el número de años que
ostente ni por la cantidad de personas que moren en su territorio, sino por
criterios como la cultura urbana que hayan desarrollado sus habitantes,
medida a través de condiciones tales como el equilibrio entre la adopción
de aspectos modernizadores y la adecuada valoración de su patrimonio
histórico, la adopción de soluciones urbanísticas que permita que todos los
ciudadanos accedan en las mejores condiciones a los servicios públicos,
la recreación y los espacios de uso colectivo como plazas o parques, y la
posibilidad de hacer visible, ante propios y extraños, sus obras artísticas
y manifestaciones culturales, de tal modo que puedan dar a conocer las
especificidades que los caracterizan.
Pasto, ciudad enclavada en los Andes colombianos, recibió el legado
colonial en el campo de la arquitectura y el diseño urbano y al llegar el
siglo XX se vio confrontada con las tendencias modernizadoras que lle-
gaban, tanto desde el interior como del exterior del país. En 1935, uno de
los miembros de la Comisión de Cultura Aldeana, el industrial antioqueño
Ricardo Olano, perito en urbanismo, promovió en la dirigencia regional la
necesaria preocupación por el desarrollo urbano y la creación de institucio-

* La autora agradece a los doctores Ernesto Eraso Navarrete y Benhur Cerón el aporte de do-
cumentos para esta investigación.
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nes como la Sociedad de Mejoras Públicas, que se encargaran de mantener


vivo el interés por la ciudad. Con este empeño, la Sociedad posibilitó
la visita del arquitecto austriaco Karl Brunner, con el fin de elaborar el
Plan Regulador Urbano, hecho que colocó a Pasto al nivel de ciudades
como Bogotá, Medellín y Cali, donde se estaban adelantando planes de
desarrollo urbanístico.
El presente trabajo expone las razones para la implantación de un
modelo de estructura colonial reticular en el diseño de las ciudades hispa-
noamericanas y cómo se trata de transformar este modelo, en la transición
hacia la modernidad, mediante la adopción de las nuevas concepciones
urbanísticas presentadas por arquitectos europeos, a comienzos del siglo
XX, así como también, las diferentes dinámicas que se pusieron en juego
en la región para tratar de introducir los equipamientos necesarios para
acoplar la ciudad con los requerimientos modernos.

LA ESTRUCTURA COLONIAL RETICULAR


La conformación de las ciudades en la América Hispánica respondió
a la oportunidad histórica que tuvo la metrópoli de imponer un modelo de
concepción organizativa sistemática, en torno a una razón ordenadora, a
un orden, que permitiera que se leyera la sociedad al leer el plano de una
ciudad1. La palabra clave de este sistema es la palabra orden, tal como
lo evidencian las instrucciones del Rey, impartidas a Pedrarias Dávila en
1513 para la conquista de Tierra Firme, a las que deberían ajustarse las
ciudades que vayan a ser fundadas en el continente:
"Vistas las cosas que para los asientos de los lugares son necesa-
rias, y escogido el sitio más provechoso y en que incurren más de
las cosas que para el pueblo son menester, habréis de repartir los
solares del lugar para hacer las casas, y estos han de ser reparti-
dos según las calidades de las personas y sean de comienzo dados
por orden; por manera que hechos los solares, el pueblo parezca
ordenado, así en el lugar que se dejare para plaza, como el lugar
en que hubiere la iglesia, como en el orden que tuvieren las calles;
porque en los lugares que de nuevo se hacen dando la orden en el
comienzo sin ningún trabajo ni costo quedan ordenados e los otros
jamás se ordenan"2 .

A partir de entonces, en la fundación de las ciudades se traslada el


orden social a una realidad física, mediante el uso del lenguaje simbólico

1. RAMA, Ángel. La ciudad letrada. Santiago de Chile: Tajamar Editores, 2004. p. 39.
2. Colección de documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y colonización.
Madrid, 1864-1884, t. XXXIX, p. 280, citado por RAMA, Op. cit., p. 40.
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Croquis del Plano de Pasto, elaborado por Higinio Muñoz. 1864


Fuente: Museo Juan Lorenzo Lucero. Casa Mariana Pasto

de las matemáticas aplicado a la geometría. El resultado fue el diseño en


damero* o reticular, con el que se trazaron todas las ciudades latinoame-
ricanas reproduciendo la ciudad barroca, diseño que se prolonga hasta,
prácticamente, la actualidad3. Para Ángel Rama, más importante que la
forma de damero es el principio rector que funciona tras esta distribución
y que asegura un régimen de transmisiones: “de lo alto a lo bajo, de España
a América, de la cabeza del poder –a través de la estructura social que él

* Damero: tablero de damas, planta de una zona urbanizada constituida por cuadros o
rectángulos. En la aplicación de la cuadrícula o modelo reticular se encuentra una estruc-
tura en forma de malla, cuyo centro está constituido por la plaza, de forma generalmente
cuadrada o rectangular, con dimensiones que van desde 80 x 80 hasta 120 x 120 metros,
aproximadamente. Alrededor de la plaza se ubicaban los recintos más importantes, co-
rrespondientes al Estado, el clero y el ejército. Las manzanas contiguas se dividían cada
una en cuatro solares y se adjudicaban a los conquistadores y fundadores de rangos más
altos. Más alejadas de la plaza, estaban las residencias de los comerciantes y los artesanos;
en la periferia se encontraban las viviendas de las capas más bajas: mestizos e indígenas.
3. RAMA, Op. cit., p. 41.
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impone– a la conformación física de la ciudad, para que la distribución


del espacio urbano asegure y conserve la forma social”4.
El modelo reticular marcó el desarrollo de la ciudad colonial en la
América Española hasta finales del siglo XIX, modelo que no fue cues-
tionado dado que las transformaciones demográficas entre los siglos
XVI y XIX permanecieron relativamente constantes. A diferencia de las
ciudades fundadas por los españoles, las que fueron fundadas por los
portugueses en la costa brasilera, estuvieron más determinadas por las
condiciones topográficas, y en ellas se dejaron de lado las aplicaciones
de la cuadricula. Andreas Hofer anota que,
“Esto se debió, principalmente, a las distintas motivaciones que
guiaron a los portugueses y españoles en la fundación de ciudades.
Los portugueses concibieron sus primeras factorías como estaciones
intermedias en el paso marítimo a Oriente y como puntos de apoyo
comerciales para el intercambio de bienes con el interior de Brasil;
de aquí que no vieran al principio ninguna urgencia en desarrollar
un ordenamiento urbano sistemático. Los españoles, al contrario,
llegaron como conquistadores y fueron comisionados en su calidad
de invasores para organizar estructuras estatales e imponer su
dominación, de donde viene una intención urbanística originaria
mucho más fuerte”5.

La pirámide social resultante se mantuvo durante el período colonial


y su estructura le permitió a la Corona conservar la unidad, la planificación
y el control moral, así como también proteger las distancias necesarias
entre los pobladores. Este sistema de ordenamiento urbano indicaba la
posición que ocupaba cada habitante en la pirámide, de acuerdo con la
distancia a la que estuviera el lugar de residencia con relación a la Plaza
Mayor6. El mismo patrón se reprodujo en la fundación de las ciudades
en todo el subcontinente y abarcó a localidades tan diversas como Bogo-
tá, Lima y Santiago de Chile, con trazados casi idénticos en la zona del
casco principal. En la segunda mitad del siglo XIX se hicieron evidentes
las limitaciones del modelo, al recibir la influencia de otros patrones
europeos y al tener que enfrentar el crecimiento demográfico.
Silvia Narváez, al referirse a la evolución urbana de Pasto en el siglo
XIX menciona que, en la primera década, Pasto presentaba aun la estruc-
tura urbana con que se levantara la Villa. El plano había sido trazado a
damero, cuadricular u ortogonal, “con manzanas o cuadras iguales cuyas
dimensiones de 80 metros por lado, se separaron entre sí por calles de 8

4. Ibíd., p. 42.
5. HOFER, Andreas. Karl Brunner y el urbanismo europeo en América Latina. Prólogo de
Rogelio Salmona. Bogotá: El Áncora Editores, Corporación La Candelaria, 2003. p. 19.
6. Ibíd.
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metros de ancho según los parámetros del diseño español”7. Y añade que
Pablo Morillo en el año de 1816, en el período de la Pacificación, ordenó
se diseñara el plano de Pasto, que además de exponer la modalidad del
trazado urbano a damero o cuadricular, señalara los aspectos importantes
del lugar8.

Mapa de la ciudad de San Juan de Pasto elaborado por Alejandro Vélez en 1816.
Fuente: Carlos Benavides, Archivo Histórico Fotográfico de la Universidad de Nariño.

José Luis Romero, en su obra Latinoamérica: las ciudades y las ideas,


al tratar el tema de las funciones de las ciudades, expresa que, aunque
todas ellas compartían la función básica que les había fijado la política
colonial, cual era “asegurar el dominio de la zona, ser baluarte de la pu-
reza racial y cultural del grupo colonizador y promover el desarrollo de
la región en que estaban insertas”9, cada una había recibido una función

7. NARVÁEZ PORTILLA, Silvia. Evolución urbana de San Juan de Pasto Siglo XIX. Pasto:
Fondo Mixto de Cultura, 1997. p. 27.
8. Ibíd., pp. 37-38.
9. ROMERO, José Luis. Latinoamérica: las ciudades y las ideas. México: Siglo XXI Editores,
1976, p. 17.
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específica, ya fuera como puerto, reducto militar, centro minero o empo-


rio mercantil. A fines del siglo XVIII, cuando el mundo latinoamericano
recibió la ofensiva mercantilista, las ciudades hidalgas de Indias, que se
habían constituido a partir de las fundaciones, se diversificaron según
las posibilidades que les ofrecía su situación y su estructura social: unas
–perpetuando la ideología de la ciudad hidalga– se mantuvieron dentro
del sistema tradicional e iniciaron la marcha hacia el destino de ciudades
estancadas, y otras –aceptando la ideología burguesa– dieron el salto hacia
ciudades mercantiles10.
Desde el siglo XIX, Pasto compartía muchas de las características
de las ciudades que quedaban fuera de los circuitos económicos, por
contraste con las ciudades “donde se pudo advertir la prosperidad y
la transformación, tanto de la ciudad y de sus costumbres como de la
fisonomía edilicia”11, capitales que al mismo tiempo eran puertos: Río
de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Panamá, La Habana, San Juan de
Puerto Rico. José Luis Romero denominó a aquéllas “ciudades estanca-
das”, no tanto por la permanencia de su trazado urbano y arquitectura,
sino por “la perduración de sus sociedades”; en ellas se conservaban los
viejos linajes y los grupos populares tal como se habían constituido desde
los tiempos coloniales.
“En las áreas rurales y en las ciudades pequeñas o medianas el
viejo patriciado había arraigado más profundamente y constituía
una vigorosa y homogénea aristocracia. Constituía esa “democracia
de hidalgos” de que se hablaba en Arequipa, como podía hablarse
en Tunja, en Trujillo, en Salta o en Popayán. Ni había en su seno
grupos que insinuaran tendencias diversificadoras ni los grupos
humildes y medianos le negaban consentimiento a su autoridad”12.

Aunque Pasto había vivido en la primera década del siglo XX un


importante impulso modernizador, gracias al esfuerzo de la generación
que creó el Departamento de Nariño, las tendencias conservatizantes de
la población y el papel del clero habían sofocado varias de las empresas
iniciadas por aquel grupo generacional. A partir de 1930, la ciudad ex-
perimentó importantes cambios que afectaron la vida cotidiana de los
habitantes, y las palabras “progreso”, “civilización”, “ornato urbano”,
“higienización”, entre otras, se convirtieron en términos comunes en las
crónicas periodísticas.

10. Ibíd.
11. Ibíd., p. 250.
12. Ibíd., p. 260.
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Plano de la ciudad de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín y sus alrededores.


Fuente: Francisco José Ramos. Archivo Nacional, Bogotá.

LA TRANSICIÓN HACIA LA MODERNIDAD


Los años treinta fueron especialmente ricos en eventos que favorecie-
ron los procesos de inclusión de aquellos grupos que no habían gozado de
participación en distintas esferas de la cultura y los derechos ciudadanos.
El nuevo orden que introdujo la República Liberal desde 1930, después
de cincuenta años de hegemonía conservadora, fue calando en el tejido
social de la ciudad y la región y contribuyó a construir imaginarios rela-
cionados con el progreso, el acceso a la ciudadanía y las transformaciones
urbanas de una ciudad propiamente moderna.
La preocupación por el mejoramiento de la vida en las ciudades y en
las aldeas, presente en el programa de Luis López de Mesa como ministro
de Educación, propició la visita de la Comisión de Cultura Aldeana al
Departamento de Nariño*. Uno de los miembros de esta Comisión fue el
industrial antioqueño y perito en urbanismo, Ricardo Olano, quien era
el primer vocero de la modernización urbana en el país, que adelantaba
campañas alrededor del problema de la ciudad, desde las entidades de

* El 11 de abril de 1935, después de visitar el Departamento del Huila, la Comisión de Cultura


Aldeana recibió la orden del ministro López de Mesa de dirigirse hacia el Departamento
de Nariño. Esta Comisión estuvo integrada por los señores Tulio Gaviria, perito en peda-
gogía, el médico Alonso Restrepo, el perito en agronomía Antonio Miranda, el perito en
urbanismo Ricardo Olano y el redactor literario perito en sociología Jorge Zalamea Borda.
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mejoras urbanas que había contribuido a formar, como también a través


de su periódico La ciudad futura13.
“Olano es, un pujante hombre de negocios de Medellín, que frecuenta
Europa y Norteamérica, se apasiona con el tema de las ciudades
modernas e inicia en el país una intensa labor individual, tratando
de llamar la atención sobre “el arte que rige y reglamenta la crea-
ción, crecimiento y conservación de las agrupaciones urbanas”,
surgido en los últimos años, según su propia expresión. Concentra
su actividad en varios frentes. De una parte, se convierte en un
propagandista de las teorías del city planning, indicando con ello
su ferviente admiración por el urbanismo inglés y específicamente
por la escuela del city planning de Liverpool.
En segundo término, es uno de los organizadores más destacados de
los “congresos de mejoras nacionales”, eventos que pretendían reunir
a altos funcionarios del Estado y a la dirigencia del sector público,
profesional y regional para debatir los problemas de la moderniza-
ción del país y en los cuales Olano esperaba encontrar una tribuna
de dimensión nacional para difundir sus ideas sobre la ciudad. Una
tercera idea que se debe a Ricardo Olano y que levanta como una
bandera con mucha insistencia, es la necesidad del “Plano futuro”
para las ciudades colombianas. Como se sabe, en la década de 1920
se registran los proyectos de “Medellín futuro” y “Bogotá futura”, lo
mismo que intentos similares en algunas ciudades menores para
proyectar su desarrollo”14 .

Ricardo Olano hacía parte de la Sociedad de Mejoras Públicas de


Medellín, primera ciudad que abordó el debate sobre las ideas científi-
cas del urbanismo. Consideraba que no había que esperar pasivamente
a ver qué nos trae el futuro, “pues el futuro no es cosa del azar sino del
diseño”15. Castro-Gómez describe los elementos que contenía el plan de
desarrollo urbano propuesto por Olano:
a) “Sanidad, que incluye el diseño de redes de alcantarillado, dre-
najes, mataderos públicos, aseo de las calles y “casas higiénicas
para los obreros”;
b) Transportes, que comprende el trazado de vías públicas, cons-
trucción de muelles y bodegas, así como la implementación de
un sistema de transporte masivo como el tranvía eléctrico;

13. DEL CASTILLO DAZA, Juan Carlos. Bogotá el tránsito a la ciudad moderna 1920-1950.
Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2003. p. 75.
14. Ibíd.
15. CASTRO-GÓMEZ, Santiago. Tejidos oníricos. Movilidad, capitalismo y biopolítica en
Bogotá (1910-1930). Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2009. p. 116.
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c) Organización urbana, que conlleva la construcción de plazas,


parques, edificios públicos, bosques, electrificación de calles y
escuelas, etc.;
d) Legislación, que abarca el desarrollo de proyectos de ley que
puedan ser discutidos y aprobados por las instancias públicas
competentes”16.

Al llegar a Pasto, Olano describió la ciudad con la que se encontró


la Comisión:
“La ciudad está bien trazada con calles rectas de 10 metros de ancho
que forman manzanas de 90 metros por lado. Sus casas son en la
mayoría de balcón con tiendas en la parte baja. Estas tiendas son
habitadas por familias enteras que viven en comunidad con algunos
animales, en las peores condiciones de higiene. Tiene Pasto luz eléc-
trica, servicio de teléfonos y un malísimo servicio de aguas que van
a fuentes públicas y a contados edificios cuyos excedentes corren en
zanjas por en medio de las calles recibiendo toda clase de basuras
y desperdicios. Ahora se estudia la construcción de un acueducto
moderno, según planos que levantó el Dr. Lobo Guerrero”17.

Frente a los problemas encontrados, planteó soluciones:


“El martes 23 de abril dicté mi conferencia en el salón del colegio
de los Jesuitas, que el rector R.P. Mejía me ofreció galantemente.
La concurrencia fue numerosísima. Hablé hora y media. Dije que
teniendo los planos levantados hace algunos años por el doctor Lobo
Guerrero, deberían comenzar los trabajos sin demora, para aprove-
char los cien mil pesos que en esta vigencia tiene apropiados para
ello el gobierno nacional. Que se podría construir con esa suma la
bocatoma y conducir el agua hasta los tanques de distribución frente
a la ciudad, y que teniendo el agua allí, la terminación del acueducto
era segura porque Pasto haría para ello un esfuerzo extraordinario.
Dije que había que terminar con las tiendas sucias, incomodas y
antihigiénicas que son vergüenza de la ciudad*. Recomendé el de-
sarrollo del plano futuro, obra también del doctor Lobo Guerrero,

16. Ibíd.
17. OLANO, Ricardo. Memorias. Tomo I. Medellín: Fondo Editorial Universidad EAFIT, 2004,
p. 402.
* “Tuve ocasión de conocer algunas de las numerosas y famosas “tiendas” de Pasto. Junto a
la puerta que da a la calle hay un estante con entrepaños donde se muestran gran variedad
de artículos: maíz, panela, cebada, arroz, anís, azufre, cigarrillos, fósforos, lazos, velas,
café, cohetes, hilos, loza, batería loceada, cinturones, cominos, confites, etc. Por un angosto
paso al lado del armario se entra a la “casa”. Y allí vive la familia en compañía de curíes
(cuyes) y hasta de cerdos. Allí está la cocina. No hay agua corriente. No hay sanitarios,
no hay luz, no hay aire. Tiran las basuras y los desperdicios y los excrementos humanos
a la acequia que pasa por en medio de la calle”. Ibíd., p. 429
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que las autoridades han descuidado. Indiqué ciertas reformas al


plano como la unión de las avenidas de Julio Arboleda y del Ejido,
la ampliación de la calle frente a la plaza de mercado, el hermo-
seamiento de las avenidas del río.
Recomendé la necesidad de fundar la Sociedad de Mejoras Públi-
cas y el cuadro de honor*. Hablé de la conveniencia de construir
las nuevas edificaciones con todos los requisitos de la arquitectura
moderna y de mejorar las existentes. Traté de levantar el espíritu
público, el amor a la ciudad y anatematicé a los hombres estorbo…
Hablé de la pavimentación y del alcantarillado. En fin, analicé todas
las mejoras que la ciudad necesita y los urgí para que las realiza-
ran sin demora para poder celebrar dignamente el próximo cuarto
centenario de la fundación de Pasto. (Como dije tan claramente los
defectos actuales de la ciudad para poder indicar los remedios, un
antioqueño amigo mío me dijo después que me había escapado de
una paliza porque los pastusos se indignan cuando se les habla
mal de su ciudad).
Quedé satisfecho con esa conferencia que fue muy aplaudida”18.

Imagen del Colegio Provincial (Montaje).


Fuente: Carlos Benavides. Archivo Histórico Fotográfico de la Universidad de Nariño.

* Denominaban Cuadro de honor a la participación de las damas de la sociedad.


18. Ibíd., p. 404.
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En esta visita a Pasto, Olano se relacionó con Rafael Eraso Navarrete,


quien acogió las recomendaciones para la modernización de la ciudad, en
especial, la fundación de la Sociedad de Mejoras Públicas, lo que dio como
resultado que en 1940 se estableciera en la ciudad esta entidad, siendo
el señor Eraso Navarrete su primer presidente. De este contacto surgió
una estrecha amistad entre ambos líderes cívicos, hecho que contribuyó
a que Rafael Eraso promoviera la elaboración del primer Plan Regulador
de Pasto, en 1941, por contrato con el urbanista austríaco Karl H. Brunner.
Más que una estrategia de embellecimiento de la ciudad, dice
Santiago Castro, el planeamiento urbano –City Planning– apuntaba a la
creación de un imaginario colectivo, de unos valores en los cuales debían
reconocerse todos los habitantes de la ciudad19. En efecto, no se trataba
de construir solo avenidas o edificios, sino de construir al ciudadano, tal
como lo presenta el columnista de la revista Letras, a propósito de los
cambios que se operaron en la ciudad con ocasión de la celebración del
centenario de la ciudad:
“Como un ejemplo de cuanto puédese hacer, sin la intervención del
egoísmo politiquero, voy a ocuparme de nuestra dinámica social
operada hace varios años, o sea la cooperación social al servicio del
progreso de nuestra capital, promovida por la Sociedad de Mejoras
Públicas. Esta actividad fue ensayada con magníficos resultados,
tal como se ha hecho en otras ciudades de alta categoría, dando
como resultado entre nosotros, un bienestar común y un sentido de
estética popular. Tal entidad de Mejoras logró movilizar en pocos
días todos los espíritus, alineándolos frente a un vasto programa de
realizaciones comunes.
Incorporáronse a la cruzada del civismo todos los ciudadanos de
todas las tendencias y denominaciones y cada uno de ellos se con-
virtió en abanderado del progreso local. En la conciencia ciudadana
logró penetrar aquella afirmación de Hartzembuch, cuando decía
que el grado de cultura o educación de un pueblo podía medirse por
el aspecto que representaban los monumentos públicos y los muros
de las viviendas, o aquella otra de que nada vale ofrecer plazas ni
sitios de recreo, ni viviendas baratas y hermosas si simultáneamente
no se ha preparado al pueblo para saber vivir y gozar, para poseerlas
cuidadosamente, respetarlas y mejorarlas”20.

PREPARÁNDOSE PARA CELEBRAR EL CENTENARIO


En 1935 se empieza a observar un gran interés por el aseo y la higie-
nización de la ciudad, lo que se reporta frecuentemente en las crónicas
periodísticas. Esta preocupación se ligará pronto a la preparación para

19. CASTRO-GÓMEZ, Op. cit., p. 121.


20. ROJAS, Néstor. Virtudes y miserias de nuestro pueblo. Letras. Pasto. No. 11 (enero, 1944).
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celebrar el IV Centenario de la ciudad, conmemoración que también ce-


lebrará la ciudad de Bogotá en el año de 1938. En el periódico El Radio se
encuentra una descripción reveladora de la situación en lo relativo al tema:
“Toca al señor de la Rosa [Alejandro de la Rosa, alcalde municipal]
revestirse de energía para no permitir que siga adelante el desgreño
y mala presentación de nuestra ciudad capital, pues como lo he-
mos manifestado varias veces desde estas columnas es lastimoso
el desaseo y abandono de Pasto en estos últimos tiempos. Interesa
que el Director de Obras Publicas se interese por el empedrado y
arreglo de las calles… sería conveniente que los señores agentes de
policía impidan de modo absoluto botar desechos e inmundicias a
la calle, debiendo penarse rigurosamente a los contraventores. Así
mismo debe impedirse el que se mantengan gallinas y cerdos en
las calles, pues esto a más de producir grande desaseo es causa de
infección. Hemos visto que algunas mujerzuelas de tiendas hasta
desenladrillan los andenes para hacer que se revuelquen allí las
aves de corral que crían en las habitaciones. Penoso es consignar
estos detalles que desdicen de una ciudad civilizada”21.

En el mes de abril de 1935, quedó conformada la Junta del Cente-


nario, la que designó una comisión que tendría como finalidad elaborar
un proyecto de plan de obras municipales que deban realizarse en el
próximo bienio para la celebración del centenario. “La votación nominal
dio el siguiente resultado: Dr. Mardoqueo Apraez, don Braulio de la Rosa,
Presbítero Mejía Mejía, Rafael Eraso Navarrete y Carlos César Puyana. El
informe lo debían rendir en cuatro días y la comisión tiene disponible
para este proyecto cuarenta mil pesos”22.
A la Junta del Centenario se le planteó la necesidad de la construc-
ción del acueducto y el alcantarillado como base principal del embelle-
cimiento de Pasto.
“Si Pasto puede ofrecer en el día clásico de la celebración de su
cuarto centenario la terminación de sus obras centenarias, habrá
logrado el mejor tiempo y habrá satisfecho un anhelo largamente
sentido... Por la higiene actual, por el mejoramiento futuro de la
raza, por el adelanto material y artístico de la vieja ciudad del Ga-
leras, hay que aunar esfuerzos, hay que acumular sacrificios pero
hay que hacer realidad sonora y tangible a una aspiración social
que no puede aplazarse por más tiempo. Debemos concretar las
energías y orientar el sentimiento público hacia este fin nobilísimo
de la cultura urbana: Acueducto”23.

21. Aseo e higiene. Periódico El Radio. Pasto. No. 170 (29, enero, 1935); p. 3.
22. La Junta del Centenario. Una comisión de su seno elaborará el plan de obras que han de
ejecutarse. El Radio. Pasto. No. 198, (3, abril, 1935); p. 3.
23. El Centenario. El Radio, Pasto. No. 204, (10, abril, 1935); p. 3.
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A fines de 1936, el Concejo Municipal decidió aplazar la celebración


del centenario a instancias del alcalde municipal, Carlos César Puyana,
hasta 1939, pues el funcionario consideraba que en esa fecha estarían
terminadas las obras “de grande aliento: acueducto, alcantarillado, barrios
obreros y pavimentación”24.

LA SOCIEDAD DE MEJORAS PÚBLICAS


La idea de la creación de la Sociedad de Mejoras Públicas de Pasto
se inspiró en la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, por sugeren-
cia de Ricardo Olano, en su visita a Pasto como parte de la Comisión de
Cultura Aldeana.
La Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín surgió en 1899, con
ocasión de un viaje a Bogotá que hicieron Carlos E. Restrepo y Gonzalo
Escobar, donde conocieron la Sociedad de Embellecimiento de la capital.
Consideraron que era una idea benéfica para las poblaciones y decidieron
organizar “una junta encargada de velar por el ornato y embellecimien-
to de la ciudad”25. Desde sus inicios, esta entidad se caracterizó por la
preocupación por lo público y “una visión negativa frente a la acción de
los políticos”26.
Fernando Botero, al tratar la historia urbana de Medellín, destaca la
concepción instrumentalista del estado y pragmática de la política que
tenían, tanto la Sociedad de Mejoras Públicas como la élite de Medellín.
“En realidad para la mentalidad de esta élite, la relación existente
entre la Sociedad de Mejoras Públicas y el concejo municipal cons-
tituía el ideal de lo político: un grupo de hombres, miembros de la
primera entidad “escogidos de entre lo mejor de la ciudad”, con
diferentes especialidades, se distribuía el trabajo de acuerdo con el
asunto que se iba a tratar, en comisiones conformadas por dos o tres
socios, seleccionados por el presidente de la entidad. El resultado
de sus estudios era luego sometido a la revisión de la Sociedad de
Mejoras Públicas en su sesión semanal. Una vez aprobados por ella,
se iniciaba el proceso de transformar las iniciativas en acuerdos
mediante el concejo de la ciudad”27.

Como lo reconoció Carlos E. Restrepo, cofundador y primer presi-


dente de la Sociedad de Mejoras Públicas, la transformación de la ciudad,

24. Para el Centenario de la ciudad. El Radio. Pasto. No. 704, Año 4 (15, diciembre, 1936); p.
3.
25. Restrepo Uribe, Jorge. Medellín, su origen, progreso y desarrollo. Medellín: Servigráficas,
1981. p. 84. Citado en BOTERO HERRERA, Fernando. Medellín 1890-1950. Historia urbana
y juego de intereses. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 1996, p. 31.
26. Ibíd.
27. Ibíd., p. 33.
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en buena parte se debió a esta institución, de tal modo que “no hay obra
de nuestro progreso ciudadano en que ella no haya influido directa e
indirectamente”28. En cuanto a los concejos municipales, la concepción
política de la élite era considerarlos los gerentes del municipio, por lo
cual se requería que sus miembros fueran “hombres prácticos en todos
los ramos del saber, precisos para impulsar y cuidar el organismo de la
ciudad”29.
La influencia de Ricardo Olano fue decisiva en la gestación de un es-
píritu público, logrado a través de campañas que fomentaron la formación
del espíritu cívico, entre todos los grupos o clase sociales, expresado en el
orgullo que cada ciudadano sentía por las mejoras públicas logradas en la
ciudad. Este espíritu cívico también lo transmitían a los habitantes de los
barrios populares, para que ellos mismos realizaran obras que deberían
ser complementadas posteriormente por el Estado30.
En Pasto, también se sintió el empuje de Ricardo Olano, quien
aconsejó la importancia de fundar una entidad similar a la existente en
Medellín. El doctor Rafael Eraso Navarrete31 acogió con entusiasmo la

28. Ibíd., pp. 37-38.


29. OLANO, Ricardo. Memorias. Tomo II: 1923-1934. P. 185. Archivo Fundación Antioqueña
para los Estudios Sociales (FAES), Medellín. Citado en BOTERO, Op. cit., p. 35.
30. BOTERO, Op. cit., pp. 41-45.
31. Rafael Eraso Navarrete (1881-1967) nació en Pasto, realizó estudios con los jesuitas y obtuvo
el título de odontólogo en la Universidad Nacional en 1905. En 1907 viajó a Nueva York y
Madrid para adelantar estudios de postgrado en odontología, al tiempo que hacía estudios
de música en dichas ciudades y Viena. Durante su permanencia en los Estados Unidos
se preocupó por conocer el estado de tecnificación de la ganadería y los adelantos de la
experimentación agrícola con el fin de promover en el futuro la transferencia de técnicas
y métodos avanzados de producción agropecuaria en Nariño. En su afán por mejorar la
productividad de la actividad agropecuaria, en 1909, junto con su hermano Enrique, decidió
embarcarse en la primera estrategia por mejorar el hato lechero de la región, importando
los primeros ejemplares de ganado pura sangre con registro “The Holstein Friesian As-
sociation of America”. En 1920 estuvo dentro del grupo que promovió los estudios para
la construcción por concesión a 25 años del Ferrocarril Eléctrico de Nariño, que comple-
mentaría la línea troncal “Ferrocarril del Pacífico” y enlazaría el occidente colombiano
desde el golfo de Urabá hasta la frontera ecuatoriana y el puerto de Tumaco. Hizo parte
de quienes promovieron la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Nariño. En 1929
representó a Colombia (ad-honorem) como delegado por el departamento de Nariño a la
Exposición Iberoamericana de Sevilla. En 1934 se casó en Pasto con Rosa Elvira Navarrete
Paredes, de cuya unión nacieron tres hijos: Ernesto, Roberto y Alfredo. Entabló estrecha
amistad con Ricardo Olano, personaje cívico de Medellín, con una gran experiencia en
asuntos urbanos, quien sugirió una serie de recomendaciones para la modernización
de Pasto, y una de ellas fue la fundación de la Sociedad de Mejoras Públicas. Una vez
fundada esta Sociedad fue nombrado como su primer presidente, quien cedió un local
para el funcionamiento de la naciente institución hasta 1956 cuando se radicó en Bogotá.
Asistió como delegado a varios congresos de las sociedades de mejoras del país, entre ellos
los de Cúcuta, Bucaramanga, Santa Marta, Cali, Medellín y Barranquilla, con actuación
destacada en todos ellos. Recibió varios reconocimientos por su trabajo cívico. Escribió
la obra Europa antes y después de la Primera Guerra Mundial, en 1960. El doctor Ignacio
140 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

sugerencia y junto con miembros de la élite de la ciudad, fundaron la


Junta de Embellecimiento el 25 de enero de 1940. Según la descripción
que hace Rafael Eraso, esta Junta estuvo integrada, además de él, por los
señores: I.C. Fidencio Concha, el doctor Adolfo Guerrero, el doctor Igna-
cio Rodríguez Guerrero, el doctor Alberto Ricaurte, el doctor Guillermo
Moncayo, don Carlos Restrepo, don Pedro Vallejo, don Plinio Enríquez y
don Juan Álvarez Garzón32.
Después de ocho meses de labor, el 25 de septiembre del mismo
año, se constituyó la Sociedad de Mejoras Públicas de Pasto, cuya junta
directiva quedó integrada por Rafael Eraso Navarrete, como presidente,
Pedro Vallejo P., como vicepresidente, Plinio Enríquez, como tesorero y
Juan Álvarez Garzón, como secretario. El instrumento informativo de la
Sociedad lo constituyó la Revista Pasto, cedida por el Concejo Municipal,
la cual estaba a cargo de la dirección de Estadística Municipal, “como
órgano de propaganda para la celebración del Cuarto Centenario de la
fundación de la ciudad capital”.
En la Revista Pasto, don Rafael expuso el plan que se trazó la entidad,
el cual “ha sido realizado y constituye el ornato de la ciudad:
1. Avenida de San Sebastián (hoy Avenida Santander)
2. Parque de los Fundadores
3. Monumento de los Fundadores
4. Reloj público
5. Avenida del Ejido (Reformas ornamentales)
6. Plaza de Santiago
7. Plaza de Bomboná
8. Arborización de avenidas
9. Arborización de la Colina y ornato del Monumento a la Inma-
culada
10. Arborización de los contornos de las Piscinas Municipales

Rodríguez Guerrero dijo de él: “Lo único que no ha sido, ni ha querido ser, es político
profesional y ha rehuido, por lo mismo, con discreta elegancia, cuantas posiciones le han
ofrecido (en el ajetreo politiquero), a cambio de quedarse por voluntad propia en las acti-
vidades de servicio público onerosas, donde se da sin esperar recompensa, como lo hacen
hombres de verdadero mérito”. Citado en RODRÍGUEZ GUERRERO, Ignacio, El doctor
Rafael Eraso Navarrete, Cultura Nariñense, Pasto, s.d. Los datos biográficos son tomados
de: Archivo familia Eraso Navarrete; Rafael Eraso Navarrete, Apuntes biográficos, Pasto,
inédito, s.f.; ERASO NAVARRETE, Rafael, Ferrocarril de Nariño, Boletín Informativo del
Cincuentenario. Pasto. Año I, No. 4 (julio, 1954); pp. 127-129; ORTIZ, Sergio Elías, Dr.
Rafael Eraso Navarrete. El Tiempo. Bogotá (24, octubre, 1968); p. 14.
32. ERASO NAVARRETE, Rafael. La Sociedad de Mejoras Públicas. En: Revista Pasto. Pasto.
Vol. III, No. 10 (enero, 1951); p. 4.
MANUAL HISTORIA DE PASTO - TOMO XII 141

11. Avenida del IV Centenario que principiando en la Plazuela de


la Merced, seguirá en línea recta por el barrio “Alambra”
12. Avenida Ecuador que partirá desde la calle 17 en la calle Angosta
a encontrar la Carretera del Sur”33.

Otras actividades que menciona el informe son las siguientes: cons-


trucción y pavimentación de la terraza en el Parque Infantil, iluminación
de los Parques de Fundadores e Infantil, Santiago, Bomboná, Jardines del
Rosario y San Agustín, y de las Avenida de “El Ejido” y “Santander”; insta-
lación de la Oficina de Turismo, la que funcionó adscrita a la Sociedad de
Mejoras, reconocida por el Ministerio de la Economía Nacional en 194134.
Una gestión de gran importancia para la región fue la que realizó
Rafael Eraso al finalizar el Congreso de Cúcuta, en 1940, cuando decidió
viajar por Boyacá en compañía de Ricardo Olano. Al llegar a Duitama,
aguardaba al doctor Eraso el técnico ecuatoriano Jorge Ubidia Betancourt,
contratado por el gobierno nacional para poblar de truchas la laguna de
Tota; el doctor Eraso Navarrete visitó la estación piscícola para enterarse
de cómo se podría realizar ese cultivo de truchas en la laguna de la Co-
cha, en Pasto35. Este proyecto se concretó en 1948, cuando llegaron los
alevinos de trucha, procedentes del Lago de Tota, en un avión anfibio
Catalina para sembrarlos en la Laguna de la Cocha36.
Algunas de las iniciativas planteadas por la Sociedad de Mejoras
Públicas de Pasto y que se encontraban en proyecto, eran las siguientes:
1. Cooperación al plano regulador de la ciudad
2. Hotel de turismo
3. Palacio de Bellas Artes
4. Avenida Julián Bucheli37

En 1949, Pasto organizó el VII Congreso de Sociedades de Mejoras


Públicas y la Exposición de Arte e Industria, con la asistencia de delega-
ciones de Medellín, Cúcuta, Manizales, Cali, Bogotá, Bucaramanga, Santa
Marta, Tumaco, Pereira y Pasto38. Una comisión presentó los problemas

33. Ibíd., p. 5.
34. ERASO NAVARRETE, Ernesto. Palabras de agradecimiento. Placa conmemorativa Fundación
Sociedad de Mejoras Públicas. s.p., s.d.
35. OLANO, Ricardo, Memorias, Tomo II, Medellín, Fondo Editorial, Universidad EAFIT, 2004.
p. 600.
36. Archivo familia Eraso Navarrete, Op. cit.
37. ERASO (1951), Op. cit., p. 6.
38. “Seis Congresos ha habido con anterioridad y ellos han tenido como sedes a otras impor-
tantes Capitales: el Primero a Bogotá, en 1917; el Segundo a Bogotá, en 1920; el Tercero
a Medellín, en 1934; el Cuarto a Cúcuta, en 1940; el Quinto a Bucaramanga, en 1941; el
Sexto a Santa Marta, en 1946; y el Séptimo a Pasto en 1949; en éste se eligió como sede
142 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

más urgentes de Pasto: “se destaca un campo de aviación que propenda


por el turismo de esa ciudad […] también Pasto requiere una buena cen-
tral hidroeléctrica que sea capaz de prestar los servicios de fuerza y luz
eléctrica exigidos por su desarrollo comercial. Igualmente la comisión
y algunos miembros más del Congreso estudiaron otros problemas de
segunda categoría, como el del aseo urbano, la pavimentación, la organi-
zación de nuevos parques, etc.”39.
Una remembranza acerca de las fuerzas que movió la celebración del
Centenario demuestra lo que ocurría en Pasto alrededor de los años 40 y
el papel que jugaron instituciones como la Sociedad de Mejoras Públicas:
“Los urbanistas e ingenieros esbozaron en dicho tiempo un plan de
embellecimiento de la urbe, con el pretexto del cuarto centenario, y
su ejecución parcial tuvo asombroso cumplimiento. Para la erogación
de gastos buscaronse fuentes oficiales y recursos particulares. El
periódico, el micrófono, la cátedra, la tribuna y los mismos púlpitos
fueron factores rotundos que perfilaron el éxito de la campaña. El
esfuerzo común y el entusiasmo enarbolaron sus banderas en las
colinas de la ciudad procera.
El sol de cada día encontró a nuestras gentes dedicadas a labores
de estética, al arreglo de las calles, fachadas, avenidas y parques.
Todo lo que se levantaba como nuevo, era sagrado para el público…
Esto y más lo dirigió en forma sistematizada y con cariño ejemplar
la Sociedad de Mejoras. Su presidente, mereció por parte de un
centenar de socios, la condecoración justiciera de la medalla del
Civismo, como una demostración del reconocimiento público a sus
méritos de animador y sostenedor de tan magna campaña patriótica.
La dinámica social, pues, estaba en marcha…
Para cerrar este capítulo quiero expresar que así como se hacen
monumentales obras que son la expresión del espíritu hondamente
religioso de nuestro pueblo, puedese con inteligencia efectuar la obra
de la cooperación integral, a fin de llegar por ella a una saludable
etapa de progreso efectivo”40.

EL PLANO DE LA CIUDAD FUTURA


El trazado ortogonal de la ciudad permitía que las nuevas manzanas
se agregaran a las anteriores, siguiendo el esquema de calles rectilíneas.

para el Octavo a Manizales, como acto preparatorio para el Centenario de la gran ciudad”.
GOMEZ, Ligia. Ecos del Congreso de Mejoras. En: ERASO NAVARRETE, Rafael y ORTIZ,
Sergio Elías. VII Congreso Nacional de Sociedades de Mejoras Públicas. Pasto: Imprenta
del Departamento, 1950, p. 173.
39. “Admirable labor desarrolló el VII Congreso Nal. de Mejoras Públicas de Pasto”. El Tiempo.
Bogotá. (23, dic., 1949). En: ERASO y ORTIZ, VII Congreso Nacional, Op. cit., p. 165.
40. ROJAS, Néstor A. Rojas. Virtudes y miserias de nuestro pueblo, Op. cit.
MANUAL HISTORIA DE PASTO - TOMO XII 143

Este es el modelo de ciudad que encontró Karl Brunner41, cuando fue


invitado a elaborar el Plan Regulador de Pasto en julio de 1941.
Varios urbanistas europeos habían llegado a América Latina alrede-
dor de 1930, entre ellos Brunner, quien arribó a Chile en 1929 con una
novedosa noción de planeación urbana. “Las propuestas urbanísticas de
Brunner, comprendidas entre 1929 y 1948 en Chile, Colombia y Panamá,
se caracterizaron, principalmente, por proponer medidas funcionales
concernientes a las condiciones locales, que se realizarían a partir de
detallados análisis y estudios de viabilidad económica. Sus interven-
ciones en la ciudad latinoamericana se concentraron en el ensanche de
las ciudades, en el saneamiento local y en la apertura de vías puntuales,
sin intervenciones masivas en la estructura urbana existente. Es por
este motivo que ubicó en un primer plano los temas de la vivienda y el
espacio público”42.
Los estudios realizados por Brunner le permitieron entender la estre-
cha relación entre arte urbano, política y economía política, y cuestionar
el papel de la estética en el urbanismo del siglo XIX. Aconsejaba realizar
planeaciones generales en lugar de construcciones aisladas, consejo
que era un llamado de atención que se adelantaba al conflicto que se
presentaría más tarde en las ciudades latinoamericanas, entre adoptar
las medidas urbanas de soluciones locales y el urbanismo que seguía
el esquema de “la tabula rasa”43. “En el resumen de su tesis doctoral,
Brunner reconoció que, dentro del contexto de la ciudad, los conceptos
modernos y contemporáneos pueden establecer un dialogo interno con
las estructuras históricas”44.
Brunner prestaba especial atención a las condiciones locales y re-
chazaba la importación inmediata de patrones extranjeros. “Desarrolló

41. Karl Heinrich Brunner nació el 31 de octubre de 1887 en Perchtoldsdorf, Baja Austria. Fi-
nalizó los estudios de arquitectura en la Universidad Técnica de Viena en 1911, habilitado
como profesor de Urbanismo en la Facultad de arquitectura de la Universidad Nacional
de Viena en 1924 y nombrado profesor titular en la misma en 1932. Fue llamado por el
gobierno de Chile como Consejero Urbanista del Ministerio de Fomento, organizó el primer
Seminario de Urbanismo Latinoamericano en la Universidad Nacional de Santiago. Se
le encomendó la elaboración del plano regulador y de ensanche de Santiago; desde 1933
trabajó en el Plan de desarrollo urbano de Bogotá y en 1935, nombrado asesor urbanista
del gobierno colombiano dentro de los proyectos urbanísticos para la celebración del IV
Centenario de la Fundación de Bogotá en 1938. En Manizales, Medellín, Pasto y Barranquilla
elaboró análisis para desarrollos urbanísticos potenciales. En 1948 regresó a Viena, donde
falleció el 15 de junio de 1960. Entre sus obras está el Manual de Urbanismo, en dos tomos,
editado por el Consejo Municipal de Bogotá en 1940. En: HOFER, Andreas. Karl Brunner
y el urbanismo europeo en América Latina. Bogotá: El Áncora Editores, Corporación La
Candelaria, 2003. pp. 199-206.
42. Ibíd., p. 73.
43. Ibíd., p. 77.
44. Ibíd.
144 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

un urbanismo flexible que admitía modificaciones durante el proceso y


permitía responder a las demandas locales. La inclusión de elementos
tradicionales y de características locales de la vida pública ofrecería una
base firme para el desarrollo urbano, tal como lo enfatizó el austriaco tras
dos años de trabajo de planeación urbanística en Chile”45.
El alcalde de Bogotá, Alfonso Esguerra Gómez, contrató a Brunner en
diciembre de 1933, como primer director del Departamento Municipal de
Urbanismo de Bogotá. Posteriormente fue nombrado Consejero Urbanista
del gobierno nacional y entre 1936 y 1938 dirigió el Programa Centenario,
para celebrar los cuatrocientos años de la fundación de Bogotá (1938)46,
que involucraba grandes proyectos de reforma, ensanche y mejoramiento
de infraestructura. En 1938 fue nombrado profesor de urbanismo, pai-
sajismo y teoría e historia de la arquitectura en la Universidad Nacional,
y dictó el primer seminario de urbanismo (1941), que constituyó una
novedad pues allí no se había enseñado antes. Procuró siempre establecer
una estrecha relación entre la enseñanza y la práctica, y ejerció la docencia
en esta universidad hasta su regreso a Viena en 194847.
En la capital, antes de la llegada de Brunner, el tema del desarrollo
urbano raramente había sido tratado, dado que la ciudad no presentaba
mayores exigencias por el reducido número de habitantes, en comparación
con otras capitales de Latinoamérica. Los problemas de higiene, vivienda
y circulación no tenían las mismas dimensiones que en aquellas ciudades.
Por otra parte, desde fines del siglo XIX, Colombia no registró altas tasas
de inmigración europea, por lo cual el vínculo cultural con Europa en el
campo del urbanismo no tuvo mucha significación48.
A partir de 1935, Brunner trabajó en otras ciudades del país, en
calidad de asesor del gobierno: Barranquilla, Medellín, Manizales, Pas-
to, Santa Marta, Cali y Buenaventura. La visita de Karl Brunner a Pasto,
como a Medellín, estuvo mediada por la presencia de Ricardo Olano y
la Sociedad de Mejoras Públicas de cada ciudad. En diciembre de 1941,
la Revista Pasto registraba que Brunner había atendido el llamado de
Medellín, donde estudió el proyecto del plano regulador y elaboró el

45. Ibíd., p. 105.


46. “En 1935, bajo la administración del alcalde Julio Pardo Dávila y por decisión del concejo
municipal, se aprobó la adjudicación de $6.200.000 para el programa Centenario. La
magnitud de esta cifra se hace más clara con una comparación: en 1934 un trabajador del
sector publico ganaba entre 70 y 80 pesos al mes, un director de sección dentro del Depto.
Municipal de Urbanismo de Bogotá, 200 pesos, y un lote de doscientos metros cuadrados
en un barrio obrero de la periferia sur costaba unos 300 pesos. Los proyectos de construc-
ción para la celebración del centenario comprendían, entre otras cosas, la edificación de
doce urbanizaciones obreras, el levantamiento de un nuevo estadio y la ampliación de las
avenidas Jiménez y Caracas”. HOFER, Op. cit., p. 116.
47. Ibíd., pp. 89-90.
48. Ibíd., p. 91.
MANUAL HISTORIA DE PASTO - TOMO XII 145

de la Ciudad Universitaria Bolivariana y de su urbanización adyacente.


Elaboró el plano de Manizales futuro, el de Barranquilla y “últimamente,
acaba de practicar los estudios preliminares del de esta ciudad, capital
de Nariño”49.

PLANO REGULADOR DE LA CIUDAD DE PASTO


En comunicación dirigida al doctor Rafael Eraso Navarrete, presidente
de la Sociedad de Mejoras Públicas, Karl H. Brunner presentó el “Informe
elaborado sobre los estudios preliminares para el Plano Regulador de la
ciudad de Pasto que la Sociedad de Mejoras tuvo a bien encomendarme”50.
La propuesta presentada contenía los siguientes puntos:
“1º. El trazado de la ciudad: La estructura viaria de la ciudad de
Pasto puede considerarse como muy favorable si se toma en cuenta
que sus calles son más amplias que las de la mayoría de las demás
ciudades del país. El trazado es rectangular de acuerdo con el esque-
ma general de las fundaciones españolas; sin embargo, en algunas
direcciones se introdujeron en el sistema viario unas vías radiales
que facilitarán el ensanche urbano en varias direcciones (calle del
Ejido, Calle Angosta, Calle de San Andrés).
2º. El ancho de las vías urbanas: El constante aumento del tránsito
exigirá en el futuro un ensanche de algunas calles centrales, ante
todo de sectores de las calles 18 y 19 y de algunas otras, pero preci-
samente en dichas vías se construyeron edificios sólidos y altos que
dificultan tal reforma. Será una de las tareas más importantes del
planeamiento definitivo que se solucionen estos problemas antes
de que se adelanten más construcciones sólidas en la parte central
de la ciudad. En aquellos sectores de vías cuya edificación antigua
todavía no se ha renovado, habrá que prescribir un retroceso general
de los paramentos de futuras construcciones, procediendo a una
ampliación de las vías…
3º. Apertura de nuevas vías: En la parte central de la ciudad se
adelantan construcciones que consultan la apertura de pasajes a
través de las manzanas, así por ejemplo en el predio del Banco de
Colombia con dirección al Colegio Javeriano y en la manzana del
Palacio Municipal, donde se proyecta un hotel. Estas aperturas
ayudarán mucho al fácil desarrollo de la circulación de transeúntes
y aumentarán frentes disponibles para el comercio. Un poco más
difícil resulta una apertura de vía a través de manzanas edifica-
das, cuando su dirección no es paralela a las calles o carreras; sin

49. REN. Karl Brunner, Urbanista mundial en la ciudad de Pasto. Revista Pasto. Año II, No. 5
(diciembre, 1941); p. 5.
50. BRUNNER, K. H. Por el embellecimiento de la ciudad. Revista Pasto. Año II, No. 5 (di-
ciembre, 1941); p. 11.
146 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

embargo, ciertas circunstancias pueden aconsejar que se afronten


las posibles dificultades.
La apertura de una vía diagonal se recomienda por ejemplo en la
manzana contigua al Palacio Nacional, en construcción. Este gran
edificio tendrá un tramo de 5 pisos sobre la Carrera 23, vía ésta que
forzosamente tendrá que ser ensanchada. Además, la ubicación
del Palacio Nacional valorizará las propiedades en su alrededor y
motivará reconstrucciones de los edificios existentes y una moder-
nización de todo el sector. Esta circunstancia podrá aprovecharse
para abrir una nueva vía diagonal, según el bosquejo adjunto; este
proyecto tiende a mejorar la entrada al centro de la ciudad desde
las Carreteras del Norte y del Oriente. La avenida propuesta con-
duciría desde la “Panadería” en línea recta a la parte ensanchada
de la Calle 19 y así directamente a la Plaza de Nariño.
Por esta apertura se presentarían a la vista de los visitantes, desde
el lugar mencionado, la fachada alta del Palacio Nacional y las
torres de las Iglesias de San Juan y de San Francisco, y se evitarían
en este importante sector las vueltas por las calles de una sola vía.
En relación con este proyecto se elaboró también un bosquejo sobre
la posible reforma de las gradas y de la entrada al Palacio de la
Gobernación, reforma que permitirá ensanchar considerablemente
la calzada y disponer además de lugares para el estacionamiento
de vehículos, retirados del tránsito.

Plano de la zona centro de la ciudad de Pasto.


Apertura de una vía diagonal en la manzana contigua al Palacio Nacional.
Fuente: Revista Pasto. Año II, No. 1, diciembre de 1941
MANUAL HISTORIA DE PASTO - TOMO XII 147

4º. Plazas y Parques: Como se ve en el plano de la ciudad, la distri-


bución de las plazas públicas existentes es muy favorable, en vista de
que atienden a todos los sectores urbanos. En la parte baja, aparte
de los Jardines del Rosario, también la Avenida Santander lleva,
por su amplitud y plantaciones, la función de una plaza de recreo.
Merece todo elogio la obra de saneamiento y de embellecimiento
que la S. de M. Públicas realizó en estos distintos lugares.
Al acometer en el futuro el arreglo de las plazoletas (atrios) de las
grandes Basílicas de San Francisco y de Cristo Rey, se recomienda
darles un trazado arquitectónico, de acuerdo con la importancia de
los templos y el carácter de su arquitectura clásica. Otras plazuelas
cuyo arreglo embellecerá mucho la ciudad, son las de San Agustín,
San Andrés, San Felipe y frente al Hospital San Pedro. En la Plaza
de Santander se recomienda una subdivisión por sardineles y ace-
ras, con el fin de regularizar el estacionamiento de los autobuses y
facilitar la circulación de vehículos y peatones.
5º. Parques campestres y paseos: El Urbanismo moderno pretende
dotar a las ciudades, aparte de sus plazas y parques, de unos par-
ques campestres, alejados de la parte edificada y unidos al campo
libre, al paisaje; tales parques rústicos y bosques se prestan para
los paseos en días feriados (tan frecuentes entre los habitantes de
esta ciudad) y generalmente se ubican, dentro o junto a ellos, los
Clubes Deportivos, con sus canchas, en un ambiente ameno y sano.
Los bellos alrededores de Pasto ofrecen muchos sitios favorables
para tales obras y será necesario entablar las gestiones con los res-
pectivos propietarios de terrenos para poder escoger la ubicación
más favorable. Si fuera posible asegurar varias reservaciones, esto
facilitaría la ubicación de canchas de juego, especialmente de pe-
lota, distribuidas en las vecindades de los sectores más poblados.
El anteproyecto del Plano Regulador, elaborado en estos días, in-
dica varias regiones favorables para su transformación en parques
rústicos y bosques; entre los cerros que permiten el más amplio
panorama sobre la Capital y sus alrededores, se destacan dos: el
morro situado al Oeste de la nueva Avenida Ecuador (la cumbre y
la falda hacia el Sur) y otro que se encuentra encima del Hospital
San Pedro. Una plataforma de forma ovalada que se encuentra en
la primera meseta de esta loma, permite un fácil acceso hasta con
automóviles, si se desvía de la Carretera al Cementerio (situado
más atrás, no visible desde la plataforma), unos 300 metros antes
de llegar a éste, un ramal en dirección hacia el Centro de la ciudad.
El acceso para peatones puede arrancar – como sucede hoy de ma-
nera improvisada – desde el cruce de la Carrera 27 con la Calle 22.
Sirven para el recreo de la población también los paseos que con-
ducen fuera de la ciudad. Tanto la terraza del “Pedestal” como la
Carretera al Nuevo Acueducto ofrecen condiciones muy favorables
para transformarlas en promenadas; en el segundo caso, el ancho
de la faja adquirida y cercada permite disponer, al lado de la Ca-
148 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

rretera, hacia la ciudad, un camino o paseo, con plantaciones y


bancos, hasta llevarlo a un mirador especial cerca de la entrada a la
planta del Acueducto. Otra región, ya mas apartada, que merecería
un acceso en forma de paseo rústico (quizás con lugares para el pic-
nic popular) es la de Pandiaco; el anteproyecto del Plano Regulador
indica dos accesos favorables, desde la prolongación de la Calle 21
y desde el antiguo Cementerio.
6º. Áreas de ensanche urbano y vías troncales: Parte de las regio-
nes ya ocupadas por algunas nuevas urbanizaciones se prestan para
futuras subdivisiones, tanto los terrenos situados entre las avenidas
Boyacá y Ecuador, como aquellos al Oeste de San Felipe y Maridiaz
y al Norte del Puente Pueyo de Val. El segundo sector mencionado
podrá extenderse hasta la Aurora, el importante sector escolar y uni-
versitario formado por la agrupación de varios planteles educativos.
En estas áreas de ensanche se determinarán algunas arterias prin-
cipales que a la vez servirán de nuevas vías troncales hacia los
corregimientos vecinos y que, por su perfil más ancho, darán un
aspecto de amplitud a las urbanizaciones modernas. Consistirán
estas avenidas en dos calzadas, como la Avenida Santander, o de
una calzada central y paseos laterales, como la Calle del Ejido, y en
algunas de ellas se podrá prescribir el retroceso de las construcciones,
dejando en los lotes una de jardín hacia la vía pública, del mismo
modo como esto se efectuó con tan buenos resultados en la Avenida
Caracas, en el Nogal y en muchas otras vías modernas en Bogotá y
en las avenidas del Barrio El Prado en Barranquilla.
7º. Demarcaciones y control de la edificación: De acuerdo con
el Plano Regulador se fijarán las líneas de edificación a las cuales
deberán ajustarse en el futuro las construcciones y reconstrucciones.
Un ejemplo podrá ilustrar esta necesidad: el futuro sector educativo
alrededor de la Escuela Normal necesitará un acceso cómodo y am-
plio de poca pendiente, para lo cual se prestará de la manera más
satisfactoria una avenida construida a ambos lados del Rio Mijitayo,
desde la plazoleta de San Felipe hacia arriba; pero precisamente
en la esquina de la Carrera 26 con calle 10 se construyó una casa
nueva que obstaculizará esta obra. En otros sectores de la ciudad
hay casos semejantes.
El retroceso de los futuros frentes de edificios en ciertas calles cen-
trales y la consiguiente comodidad para el tráfico están en favor de
todos los propietarios; por lo tanto la cesión de la faja de ensanche
podrá pedirse sin indemnización, cuando el área por ceder no so-
brepasa el 10 por ciento del área del predio (en Bogotá este límite
se fijó en el 15 por ciento). Los dueños de predios que proyecten
alguna construcción o reforma sustancial de un edificio existente
pedirán, antes de acometer la obra, la demarcación oficial y después
presentarán el proyecto elaborado a base de esta delineación, a la
aprobación de la oficina técnica municipal.
MANUAL HISTORIA DE PASTO - TOMO XII 149

La revisión del proyecto por parte de la autoridad deberá extenderse


a: 1) Las condiciones de solidez (seguridad) de construcción. 2) La
higiene (iluminación, ventilación, instalaciones sanitarias, etc.). 3)
La estética (proporciones, estilo, conformación con la vecindad) y
4) La altura del edificio proyectado. Como base del control respecto
a los puntos 1) y 2) deberá servir un Reglamento de Construcciones
que podrá elaborarse a base de las disposiciones vigentes en otras
ciudades del país, ajustadas al clima y a las condiciones especiales
de la localidad.
La injerencia tomada por la autoridad pública respecto a la esté-
tica de los proyectos presupone que el Municipio disponga de un
arquitecto graduado que no sea al mismo tiempo empresario de
construcciones o interesado en tales como consultor particular. En
el caso de que la Municipalidad no disponga de dicho profesional,
la respectiva aprobación la podrá otorgar una junta debidamente
compuesta, por ejemplo la Junta Directiva de la misma Sociedad de
Mejoras Públicas. Para las nuevas urbanizaciones residenciales se
podrán elaborar reglamentaciones especiales, con el fin de asegurar
su desarrollo armonioso y económico y para evitar que la ubicación
de talleres, depósitos, tiendas, etc., perjudique su carácter y desti-
nación. Tales reglamentaciones se dictaron para todas las nuevas
urbanizaciones de Bogotá (cuyo número asciende a más de treinta)
que a base de sus disposiciones se desarrollan con resultados eco-
nómicos y estéticos muy satisfactorios.
8º. La altura de las construcciones: En cuanto a las disposiciones
sobre la altura admisible de los edificios ésta deberá fijarse, por
zonas o por determinadas vías urbanas, en una copia aparte del
Plano Regulador. Podrá establecerse que se concederán en casos
justificados excepciones de dichas disposiciones, siempre que tanto
la autoridad municipal como la Junta Directiva de la Sociedad de
Mejoras Públicas den su aprobación a tal excepción.
En vista de que gran número de edificios particulares de la ciu-
dad necesita reformas o reconstrucciones para armonizarlas con
las exigencias modernas de comodidad e higiene, se recomienda
una política tendiente a fomentar dichas reconstrucciones en el
mayor número posible. Esto implica que no se inviertan los fondos
disponibles, sea de los propietarios particulares, de corporaciones,
empresas o de institutos de crédito, en unos pocos edificios altos y
costosos, sino que se restrinja más bien la altura admisible de las
construcciones a 2 o 3 pisos, según las distintas zonas urbanas. Tal
procedimiento asegura a la vez que la ciudad conserve su silueta
de creación colonial que le presta un singular atractivo.
Los reglamentos de construcciones para ciudades de clima frío
establecen también una relación entre el ancho de la calle y la
altura máxima de la edificación, para asegurar a los frentes una
adecuada asoleación e impedir que éstos queden en una sombra
perenne por la construcción de un edificio excesivamente alto en el
costado opuesto de la calle.
150 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

9º. El Plano Regulador: Todas las reformas e innovaciones reco-


mendadas habrá que prever y determinar en el Plano Regulador de
la ciudad que deberá ser sometido para su aprobación a la consi-
deración de las autoridades. La elaboración de dicho plano parece
impostergable en vista del actual desarrollo de la ciudad que promete
incrementarse en el futuro.
Aun cuando el Plano Regulador referente al radio urbano actual
deberá coordinarse con los planos de la red de tubos y desagües,
el futuro ensanche de los servicios de Acueducto y Alcantarillado,
como también la nueva red distribuidora de energía eléctrica deberán
ajustarse al trazado del Plano Regulador y de Ampliación urbana,
para evitar que el ensanche de la ciudad tropiece con conducciones
colocadas en direcciones inconvenientes. Pero también la frecuente
subdivisión de terrenos (por ejemplo de herencias) se efectúa con
ventajas para todos los interesados de acuerdo con los trazados
proyectados, lo que facilita su futura urbanización y unión, con la
red viaria en condiciones económicas.
Es recomendable que se elabore el Plano Regulador general a escala
1:2000, y proyectos más detallados referentes a distintos sectores
de ciertas características o de importancia, a escala de 1:1000.
Del Plano Regulador general deberán sacarse varias copias para
indicar en ellas: 1) Las reformas del trazado (ensanche, regulación)
apertura de vías y urbanización; 2) La zonificación de alturas; 3) La
distribución de parques, canchas de juego y de deporte (estadios),
de parques campestres (bosques) y de paseos de recreo.
Pasto, agosto 5 de 1941
KARL H. BRUNNER”51

Los aspectos más destacados del informe preliminar de Brunner,


según lo planteado por el arquitecto Julián Bastidas Urresty, son los
siguientes:
“Ensanchar las pocas calles diagonales que tiene la ciudad: la que
va de la Panadería hasta el Ejido, la de San Andrés y la calle An-
gosta; son los antiguos caminos indígenas y coloniales convertidos
ahora en calles que comienzan donde termina la vieja cuadrícula
española y que se han integrado a la ciudad, al paso de los años.
Brunner busca adaptar estas calles como vías de tipo radial europeo
para dinamizar recorridos y crear perspectivas interesantes. Se des-
taca la vía que pretende romper diagonalmente una manzana para
conectar el corazón de la ciudad con la avenida de la Panadería y
la carretera a Popayán; esta entrada a la ciudad pasaría frente a

51. BRUNNER, Karl. Por el embellecimiento de la ciudad. Revista Pasto. Año II, No. 5 (diciem-
bre, 1941); pp. 11-15.
MANUAL HISTORIA DE PASTO - TOMO XII 151

la Gobernación y el fondo de la perspectiva remataria con la plaza


principal y la iglesia de San Juan”52 .

Brunner se enfrentó constantemente con la retícula, como eje esencial


del desarrollo urbano; esta era como un estrecho corsé que lo impulsaba
a buscar nuevas soluciones en la planeación urbana. Sin embargo, abogó
por un urbanismo que estuviese determinado por las condiciones locales
y por la inclusión de cualidades particulares, lo que estaba en evidente
contraste con los modelos importados tan propagados, tales como los de
la escuela de Paris a comienzos de siglo y el del urbanismo funcional de
Le Corbusier53.
El informe de Brunner insistía en la necesidad de embellecer los es-
pacios públicos, tales como las plazas, parques y plazoletas de las grandes
iglesias, así como la dotación de parques campestres en las afueras de la
ciudad, con espacios para canchas deportivas, que permitieran el recreo
dominical. Como lo afirma Adriana Suárez, el aporte más relevante de este
arquitecto fue subrayar la necesidad de diseñar espacios que le otorgaran
importancia a la calidad ambiental, término que se convirtió entonces en
la esencia de la urbanización54.
El Plan Regulador de Pasto fue aprobado por Acuerdo No. 08 de junio
de 1947, del Concejo Municipal, celebrado entre “los señores Personero,
Ingeniero Interventor Municipal, Presidente de la Sociedad de Mejoras
Públicas de Pasto y el representante del Dr. Carlos H. Brunner, sobre la
planificación de la ciudad de Pasto, …”55. En este acuerdo, la primera
clausula establecía: “Determinar de acuerdo con la junta fiscalizadora
[…], el perímetro urbanizable para un periodo de 20 a 25 años, o sea el
de la “Ciudad futura” de Pasto”56.
Desafortunadamente para la ciudad, el contrato se ignoró y se des-
aprovechó la oportunidad de planificar el desarrollo futuro, dejando en
manos del azar y de los intereses particulares el crecimiento urbano. La
idea de una ciudad armónica, favorable a todos en el largo plazo, no pudo
hacerse realidad.

52. BASTIDAS URRESTY, Julián. Historia urbana de Pasto. Bogotá: Ediciones Testimonio,
2000. pp. 270-272.
53. HOFER, Op. cit., p. 119.
54. SUÁREZ MAYORGA, Adriana María. La ciudad de los elegidos. Crecimiento urbano,
jerarquización social y poder político. Bogotá (1910-1950). Bogotá: Adriana María Suárez
Mayorga, 2006. p. 70.
55. CONCEJO MUNICIPAL DE PASTO. Proyecto de Acuerdo No. 8 (por el cual se aprueba un
contrato). Junio 27 de 1947.
56. Ibíd.
152 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

El aporte de Karl Brunner al planeamiento urbano en Colombia, lo


resume Juan Luis Isaza, director de la Corporacion La Candelaria, con
las siguientes palabras:
“Le Corbusier* buscaba un lugar en el mundo donde poder aplicar
los principios urbanísticos planteados en su Ville Contemporaine, y
la incipiente ciudad de Bogotá parecía ofrecer ese escenario. Como
producto del interés que encontró en la ciudad formuló el Plan
Piloto, que elaboró entre 1948 y 1949. Este plan nunca se llevó a
cabo en buena hora para el trabajo que adelanta la Corporación La
Candelaria puesto que del centro histórico solo se conservaban unos
pocos edificios con valor “arqueológico” y el resto era sometido a un
drástico plan de demolición sistemática, mal llamada renovación
urbana. En términos prácticos, de su proyecto para Bogotá solo que-
dan unos pocos planos que se conservan en el Museo de Desarrollo
Urbano y el recuerdo perdurable de la presencia de este coloso de
la arquitectura internacional que por décadas ha inspirado y obnu-
bilado a los historiadores y teóricos de la arquitectura en Colombia.

El viejo Brunner, por su parte, prestó especial atención a las condi-


ciones locales y rechazó la importación inmediata de patrones extranje-
ros. Durante los años en que permaneció en Bogotá, realizó un Plan de
Desarrollo Urbano y proyectó urbanizaciones como El Bosque Izquierdo,
los barrios Gaitán, Santa Lucía, Palermo, Centenario y El Campín, entre
otros, de una calidad asombrosa e innegable. Trabajó en un proyecto
integral de parques para la ciudad, en el saneamiento del Paseo Bolívar,
en la recuperación de los Cerros Orientales, en la primera etapa de la
Avenida Caracas y en las propuestas para las ciudades Futura y Satélite,
sin olvidar el emblemático Parkway. Sin embargo, y paradójicamente,
ha sido el menos estudiado y valorado de los dos. A Brunner le debemos

* Charles Édouard Jeanneret-Gris, nació en Suiza en 1887 y murió en Francia en 1965, cono-
cido como Le Corbusier ("El Cuervo"), fue un teórico de la arquitectura, diseñador y pintor
nacionalizado francés. Es considerado uno de los más claros exponentes del Movimiento
Moderno en la arquitectura y uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Uno de
sus grandes proyectos de los años veinte, como urbanista, es su diseño conceptual de una
ciudad de tres millones de habitantes, la Ville Contemporaine (Ciudad Contemporánea).
En octubre de 1929, Le Corbusier dictó en Buenos Aires un ciclo de diez conferencias,
invitado por la Asociación Amigos del Arte. En este viaje también visitó Río de Janeiro,
Asunción y Montevideo. Difundió también sus ideas urbanas a través del CIAM (Congreso
Internacional de Arquitectura Moderna) uno de cuyos documentos es la Carta de Atenas.
Sin embargo, fue únicamente en Chandigarh, India, donde pudo hacerlas realidad. En 1947,
se le encarga a Le Corbusier la elaboración del modelo de ciudad llamado Plan Director o
Plan Piloto para Bogotá, el cual sería implementado mediante la figura del Plan Regulador,
desarrollado después por Wiener y Sert. Le Corbusier llegó por primera vez a Bogotá el 16
de junio de 1947, proveniente de Nueva York. La simpatía por el arquitecto franco-suizo
fue expresada contundentemente por varios arquitectos y los casi 300 estudiantes que
lo recibieron en el aeropuerto: “Abajo la Academia, Viva Le Corbusier”. Tomado de: Las
huellas del plan para Bogotá de Le Corbusier, Sert y Wiener. En: Scripta Nova. Revista
Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. En http://www.
ub.edu/geocrit/sn/sn-218-86.htm Fecha de consulta:10/06/2011.
MANUAL HISTORIA DE PASTO - TOMO XII 153

varios rincones que con su talento, sensibilidad y responsabilidad le legó


a la ciudad, y en singulares ejemplos de una manera de hacer ciudad,
y de habitarla, que ya hemos olvidado. Con él tenemos una deuda de
reconocimiento y gratitud, que espero que este libro ayude a saldar, así
sea de manera parcial57.

CONSIDERACIONES FINALES
La fundación de las ciudades en la etapa colonial respondió a la ne-
cesidad de imponer un nuevo orden social, acorde con los intereses de la
Corona en ese entonces. Con el transcurso de los siglos y las transforma-
ciones civilizatorias que exigían las nuevas configuraciones sociales, se
hizo necesario introducir modificaciones en las condiciones de vida de
los habitantes; sin embargo, la introyección de imaginarios que respon-
dieran a modelos diferentes era una tarea difícil, en especial en aquellas
regiones donde no se experimentaron cambios drásticos en los procesos
de industrialización y desarrollo del capital, o, para tomar el término de
José Luis Romero, en las ciudades “estancadas”.
La revolución cultural que se efectuó en el campo de la cultura, en el
período de la República Liberal (1930-1946), llevaba aparejada la preocu-
pación por el mejoramiento de la vida en las ciudades y las aldeas, y se
propuso transformar la mentalidad popular mediante la introducción de
prácticas modernas. La ciudad de Pasto recibió influencias renovadoras
con la llegada de la Comisión de Cultura Aldeana y a través del contacto
con un visionario de la talla de Ricardo Olano, quien supo dinamizar la
actividad de la región a través de líderes de la élite, sensibles a las nuevas
ideas y que habían degustado la comodidad y el confort de países más de-
sarrollados. A pesar de ello, el problema de la ciudad y la cuestión urbana
no concentraba el interés de las clases dirigentes, pues la confrontación
en el campo cultural, ideológico y político estaba a la orden del día.
El intento modernizador de la ciudad en los años cuarenta, tuvo un
importante gestor en entidades como la Sociedad de Mejoras Públicas,
que comprendió la importancia de ligar la celebración del IV Centenario,
con la necesidad de dotar a la ciudad de los equipamentos básicos en el
campo del saneamiento –acueducto y alcantarillado–, de la educación
–construcción del edificio de la Normal–, construcción de barrios obreros,
vías y sitios de recreación.
Lo que la ciudad no pudo advertir, fue la importancia de remodelar
el espacio urbano para facilitar espacios más amables para el ciudadano,
evitando el crecimiento desordenado y sin una línea directriz. La opor-
tunidad que se tuvo de planificar el crecimiento futuro, con la presencia
de Brunner, no volverá a presentarse durante el siglo XX.

57. ISAZA, Juan Luis. Presentación al libro de Andreas Hofer: Karl Brunner y el urbanismo
europeo en América Latina. Op. cit.
154 ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

BIBLIOGRAFÍA

BASTIDAS URRESTY, Julián. Historia urbana de Pasto. Bogotá: Ediciones Testimonio,


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Bogotá (1910-1930). Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2009.
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Fuentes documentales

Archivo familia Eraso Navarrete.


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Periódico El Radio. Pasto. 1935, 1936.
Cultura Nariñense, Pasto.
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