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ROMAN JAKOBSON

Irle

ENSAYOS DE POÉTICA

Traducción de
J UAN ALME_A

FONDO DE CULTURA ECON Ó MICA


mÉxico
Primera edición en francés, 1973
Primera edición en es.pañol, 1977
Primera reimpresión, 1986

El folklore como forma específica


de creación'

Las NUEVAS direcciones del pensamiento científico ya han


permitido superar los desvaríos ingenuo-realistas especial-
mente característicos del pensamiento teórico durante la
segunda mitad del siglo xix. Con todo, el realismo ingenuo
siguió expandiéndose, y aun se fortificó todavía a principios
de nuestro siglo en un terreno, el de las disciplinas humanísti-
cas, cuyos representantes tienen tanto que hacer acopiando
materiales y realizando otras tareas concretas, que no se incli-
nan a la revisión de los supuestos filosóficos, con lo cual, por
supuesto, quedan atrasados en lo que toca a principios teóri-
cos.
Por mucho que la visión del mundo propia del realismo
ingenuo resulte del todo ajena a los investigadores modernos
(a l menos, donde no ha llegado a ser un catecismo, un dogma
intocable), en múltiples terrenos de la ciencia de la cultura
sobrevive una serie de formulaciones derivadas directamente
de los supuestos filosóficos de la ciencia de la segunda mitad
Titulo original: del siglo pasado —lastre heredado de contrabando y residuo
Quenions de Poir4ue que estorba su desenvolvimiento.
o 1973, Editions du Seuil, Paris.
Un producto típico del realismo ingenuo fue la tesis tan
difundida de los neogramáticos, según la cual única y exclusi-
vamente el lenguaje individual es el lenguaje real. Llevada
a R. 0 1977, Forceo or. Cuunnu, ECONÓMICA hasta el epigrama, esta tesis sostiene que en última instancia
D. R. 0 19/56, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA. 5. A. DE C. Y.
Av. de la Universidad, 975: 03100 M&ico, D. F. sólo la lengua de una persona determinada, en un momento

ISBN-968-16-2416.5 ' - Die Folklore als eine besondere Forrn des Schafiens- . Donum Nata-
licium Schrijnen, INimega-Utrecht. 19291. pp. 900-913. Escrito en cola-
Impreso cn
boración con Petr Bogatyrev.
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9
EL FOLKLORE
8 ENSAYOS DE PCETICA

determinado, representa una realidad auténtica, en tanto que da por determinada comunidad, y sólo existe de ella aquello
todo lo demás no pasa de ser una abstracción teórico- de lo que dicha comunidad se haya apropiado.
científica. Nada más ajeno a los modernos empeños de la lin- Supongamos que un miembro de una comunidad compu-
güística que semejante tesis, que fue uno de los pilares funda- siera algo propio en verso. Si por una u otra razón aqueila
mentales de la escuela neogramática. obra oral, creada por el individuo, resultara inaceptable para la
Al lado del acto individual, particuiar, del habla —la parole, comunidad, los demás miembros de ésta no se la apropiarían
según la terminología de F. de Saussure—, la lingüística y estaría condenada a desaparecer. Sólo su transcripción
moderna conoce también la langue (lengua), esto es: "un con- casual por un compilador podría salvarla, pasándola de la
junto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo esfera de la poesía oral a la de la literatura escrita.
social para permitir el ejercicio de la facultad del lenguaje en El poeta francés de la séptima década del pasado siglo
los individuos". Uno u otro hablante puede introducir altera- conocido por el conde de Lautréamont es un ejemplo típico
ciones personales en este sistema tradicional, interpersonal, de los llamados poétes maudits, es decir, rechazado, no men-
pero podrán ser interpretadas como meras desviaciones indi- cionado, no reconocido por sus contemporáneos. Publicó un
viduales y sólo con respecto a la langue. Pasan a ser hechos librito al que no se prestó la menor atención y que no fue
de langue. de lengua, cuando la comunidad portadora de la difundido en lo más mínimo, al igual que pasó con sus demás
lengua en cuestión las sanciona y les concede validez univer- obras, que permanecieron inéditas. Murió a los veinticuatro
sal. Aquí reside la diferencia entre los cambios del lenguaje, años. Pasaron los decenios. Surgió en literatura el llamado
por una parte, y los errores individuales en el hablar (lapsus), movimiento surrealista, concordante en más de un aspecto
producto de humores individuales, de afectos intensos o de con la poesia de Lautréamont. Este es rehabilitado: sus obras
afanes estéticos del hablante. se editan, se le celebra como maestro y adquiere influencia.
Pero, ¿qué habría sido de Lautréamont si no hubiese sido sino
Pasemos a la cuestión de la "concepción" de tal o cual autor de creaciones poéticas orales? Sus obras habrían desa-
innovación lingüística. Podemos aceptar casos en que el cam- parecido con su muerte. sin dejar rastro.
bio lingüístico se deba a una especie de socialización, de
generalización de los yerros individuales (lapsus). de los afec- Hemos traído a colación el caso extremo, en el que obras
tos o deformaciones estéticas individuales. También pueden enteras son rechazadas. Sin embargo, los contemporáneos
producirse de otro moco alteraciones lingüísticas, a saber, si pueden rechazar, o no ace ptar, sólo algunos rasgos, peculiari-
se presentan como consecuencia inevitable y regular de dades formales, determinados motivos. El medio, en tales
modificaciones previas del lenguaje y se realizan inmediata- casos. conforma la obra y, una vez más, lo que él rechaza sen-
mente en la lengua (la nomogénesis de los biólogos). Pero cillamente no existe como hecho folklórico, queda fuera de
sean las que fueren las condiciones de una alteración lingüís- uso y se extingue.
tica, sólo podemos hablar del "nacimiento" de la innovación Una heroína de Goncarov, antes de leer una novela, trata
a partir del momento en que se presenta como hecho social, o de conocer el desenlace. Supongamos que en un momento
sea, cuando la comunidad lingüística se la ha apropiado. determinado el lector anónimo proceda así. Al leer una obra
puede, por ejemplo, saltarse todas las descripciones de la
Si ahora pasamos del dominio de la lingüística al del folklo-
naturaleza, que le parecen un lastre fastidioso y aburrido.
re, tropezamos con fenómenos paralelos. La existencia de una
obra folklórica como tal sólo empieza cuando ha sido acepta- Haga lo que haga el lector con una novela, por mucho que su
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literatura renacen manifestaciones de hace un siglo, o varios,


composición contradiga las exigencias de la escuela literaria
del momento, por fragmentario que sea el modo como ésta le y se tornan de nuevo productivas.'
De lo anterior se desprende con claridad que la existencia
capte, conserva, con todo, su existencia intacta; eventual-
de una obra folklórica presupone un grupo que la acoja y san-
mente llegará el momento en que otra época rehabilite las
cione. En el estudio del folklore hay que tener siempre presen-
características que en principio fueron rechazadas. Pero tras-
te, como concepto fundamental, la censura preventiva de la
pongamos estos hechos al dominio del folklore: aceptemos
comunidad. Usamos a propósito la expresión "preventiva",
que la comunidad pide por adelantado el desenlace, y vere-
pues la consideración de un hecho folklórico no se ocupa de
mos que todo relato folklórico adoptará inevitablemente el
los momentos anteriores a su nacimiento, ni de su "concep-
tipo de composición que hallamos en La muerte de Ivan ll'ic,
ción", ni de su vida embrionaria, sino del "nacimiento" del
de Tolstoj, donde el desenlace precede al relato. Si a la comu-
hecho folklórico como tal y de su destino ulterior.
nidad le fastidian las descripciones naturales, las borrará del
Los folkloristas, en especial los eslavos —que quizá dispon-
repertorio folklórico, y así sucesivamente. En una palabra, en
gan del material más vivo y rico de Europa—, suelen sustentar
el folklore perduran sólo aquellas formas que tienen carácter
la tesis de que entre poesía oral y literatura no hay diferencia
funcional para la comunidad dada. Por supuesto, una de las
de principio, y de que en un caso como en el otro estamos
funciones de la forma puede ser remplazada por otra. Mas
ante productos indudables de la creación individual. Semejan-
apenas una forma queda sin función, se extingue del folklore,
te tesis procede justamente del realismo ingenuo: la creación
en tanto que una obra literaria preserva su existencia poten-
colectiva no nos es dada en ninguna experiencia concreta; de
cial.
ahí que haya que aceptar un creador individual, un iniciador.
Un ejemplo más de la historia literaria: los llamados "com- Un neogramático típico, tanto en lingüística como en folklo-
pañeros eternos", esos escritores que a lo largo de los siglos rística, Vsevolod Miller, se expresa así a propósito del folklore:
fueron interpretados por diferentes lados de diferentes "¿Quién ha inventado los temas folklóricos? ¿La creación
modos, por cada quién a su manera y siempre de un modo colectiva de la masa? Mas esto es otra ficción, pues la expe-
nuevo. Muchas particularidades de tales escritores, que para riencia humana jamás ha asistido a semejante crear." Aquí se
sus contemporáneos eran ajenas, incomprensibles, innecesa- manifiesta sin duda la influencia de nuestro medio cotidiano.
rias, indeseables, adquieren posteriormente alto valor, se La forma de creación que nos es más habitual y conocida no
vuelven actuales de repente: pasan a ser factores productivos OS la creación oral, sino la escritura, y así, nuestras represen-
de la literatura. Tampoco esto es posible sino en el ámbito de taciones habituales se proyectan egocéntricamente al domi-
la literatura. Por ejemplo, en la poesía oral, ¿qué habría sido nio del folklore. La hora del nacimiento de una obra literaria es
de las agudas e "intempestivas" creaciones de Leskov, que el momento en que el autor la puso en el papel, y, por analo-
necesitaron décadas para llegar a ser factor productivo en gía, el momento en que la obra oral es objetivada por vez pri-
Remizov y los prosistas rusos siguientes? El medio en el que mera —enunciada por su autor— se interpreta como el de su
vivía Leskov habría limpiado sus obras de estilística extrava-
gante. O sea, que el concepto mismo de tradición literaria
difiere hondamente del de la folklórica. En el dominio del fol- 2 Observemos de pasada que no solamente la tradición, sino también
la existencia simultánea de estilos como distintas tendencias en el mismo
klore es mucho menor la posibilidad de reactualización de los medio, está mucho más restringida en la esfera del folklore; es decir, la
hechos poéticos. Muertos los portadores de determinada tra- multiplicidad de estilos suele corresponder en el folklore a le multiplicidad
de los géneros.
dición poética. ya no puede ser reanimada, en tanto que en
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nacimiento, mientras que en realidad, la obra no pasa a ser
lo existencia potencial. No es sino un complejo de normas e
hecho del folklore sino al ser aceptada por la comunidad.
impulsos determinados, un cañamazo de tradición actual que
Los sustentadores de la tesis del carácter individual de la los intérpretes animan con los adornos de su creación indivi-
creación folklórica se inclinan a poner en lugar del concepto dual, como lo hacen los generadores de! habla con respecto a
de "colectividad - el de "anonimato". Así, en un conocido la lengua.' En la medida en que estas innovaciones indivi-
manual de poesía orai rusa se afirma lo siguiente: "Está claro duales en el lenguaje (o en el folklore) corresponden a requeri-
que, si en el caso de un canto ritual desconocemos quién fue mientos de la colectividad y anticipan la evolución regular de
el creador del rito, quién compuso el primer canto, esto no la lengua (o del folklore), en esa medida se socializan y pasan
contradice la creación individual, sino que muestra sólo que el a ser hechos de la lengua (o elementos de la obra folklórica).
rito es tan viejo aue no podernos determinar ni el autor ni las La obra literaria está objetivada, existe concretamente,
circunstancias en las que aparece el canto más antiguo y más independientemente del lector, y cada lector se dirige inme-
estrechamente vinculado a aquél, y, además, que surgió en un diatamente a la obra. No es éste el camino de la obra folklóri-
medio en el que la personalidad del autor no despertó el ca, de intérprete a intérprete. sino un camino de obra a intér-
menor interés, ya que no perdura su recuerdo. De esta suene, prete. La actuación de los intérpretes previos puede influir, sin
la idea de creación 'colectiva' no tiene nada que hacer aquí.- duda, pero no es sino uno de los ingredientes de la recepción
IM. Speranskij.) En este caso no se ha tenido en cuenta que de la vara, y en modo alguno la única fuente. como en el fol-
no puede haber un rito sin sanción de la comunidad, que sería klore. El papel del intérprete de obras folklóricas no se puede
una contradictio in adiecto y que, aun cuando en el germen de identificar de ninguna manera ni con el del lector ni con el del
tal o cual rito hubiera una expresión individual. el camino des- recitador de obras literarias, ni tampoco con el del autor de
de ésta hasta el rito es tan largo como el que va de !a modifi- ellas. Desde el punto de vista del intérprete de la obra folklóri-
cación individual del lenguaje a su mutación gramatical. ca, tales obras son hechos de lengua, y, por tanto, extraperso-
Lo que hemos dicho acerca del origen del rito (o de una r.ales, independientes ya del intérprete dado, aunque permi-
obra de poesía oral) puede trasladarse asimismo a la evolu- tan la deformación y la introducción de nuevo material poéti-
ción del rito (o a la evolución folklórica en general). La diferen- co y cotidiano. Para el autor de una obra literaria, ésta se le
ciación, usual en lingüística, entre la modificación de la norma aparece como un hecho del habla; no se le da a priori, sino
lingüistica y el apartamiento individual con respecto a ésta que hay de por medio una realización individual. Sólo está
—distinción que no sólo tiene significación cuantitativa, sino dado un complejo de obras de arte eficaces por el momento.
de principio, cualitativa— sigue siendo casi totalmente ajena a sobre ese fondo, sobre el fondo de sus requisitos formales. se
la folklorística. va a crear y captar la nueva obra de arte !apropiándose de
Una de las características distintivas esenciales entre el algunas formas, modificando otras y rechazando las más).
folklore y la literatura es, sin ir más lejos, la que atañe a su Una diferencia esencial entre el folklore y la literatura resi-
concepto del ser de una obra de arte. de en que el primero corresponde a la lengua, y la otra, al
En el folklore, la relación entre la obra de arte, por una par- habla. Remitiéndonos a la atinada caracterización que de la
te, y, por otra, su objetivación —lo que se llaman variantes de esfera del folklore hace Potebnja, aquí ni el poeta tiene funda-
la obra interpretada por distintas personas—, es del todo aná-
loga a la relación entre langue y paro/e —lengua y habla. 3 Hay que tener presente —observa Murko— que los cantores de obras
folklóricas no declaman a nuestro modo un texto tilo, sino que, en cierta
Como la lengua, la obra folklórica es extrapersonal y tiene s6- medida, crean siempre.

r.
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mento para considerar propia su obra, o ajena la de otros poe- tesis ha de ser sometida a una revisión a fondo. ¿Significará
tas del mismo círculo. El papel de la censura realizada por la esto una rehabilitación de la concepción romántica. tan dura-
comunidad difiere, según ya fue señalado, entre la literatura y mente atacada por los representantes de la mencionada doc-
el folklore. Aquí la censura es imperativa y constituye una trina? No hay duda. En la caracterización que daban los teóri-
condición indispensable para que surjan obras de arte. El cos románticos de la diferencia entre la poesía oral y la litera-
escritor, sin embargo, toma más o menos en cuenta las exi- tura ya habla una serie de observaciones oportunas, y los
gencias del medio, pero, de cualquier manera que se adapte a románticos tenían razón al subrayar el carácter colectivo de la
ellas, falta aquí la fusión indisoluble de la censura con la obra, creación poética oral y compararlo con el lenguaje. Pero al
característica del folklore. Una obra literaria no está predeter- lado de estas tesis legítimas, en la concepción romántica
minada por la censura, no puede resultar totalmente de ésta. había una serie de afirmaciones que ya no resisten a la crítica
entrevé aproximadamente —en parte con tino, en parte no— científica contemporánea.
sus exigencias: numerosas necesidades de la comunidad no Ante todo, los románticos sobreestimaban la autonomía
se tienen para nada en cuenta. genética y la espontaneidad del folklore; sólo los trabajos de
En el terreno de la economía política hay una estrecha ana- la siguiente generación de sabios mostraron qué enorme
logía en la relación entre literatura y consumidor y lo que se papel tiene en el folklore lo que la etnografía alemana moder-
llama "producción según los mercados", en tanto que el fol- na designa como "valor cultural decaído". Acaso dé la impre-
klore anda más cerca de la "producción sobre pedido". sión de que el reconocimiento del lugar importante, y hasta
El desacuerdo entre los requerimientos del medio y una exclusivo, de estos "valores decaídos" en el repertorio popu-
obra literaria puede deberse a un error, pero también ser lar restringe grandemente el papel de la creación colectiva en
intención deliberada del autor, que se propuso modificar las el folklore. No es así, sin embargo. Las obras de arte tomadas
exigencias del medio y reeducarlo literariamente. Semejante por la poesía popular de las capas sociales superiores pueden
intento del autor de influir sobre la demanda puede no fructifi- ser productos típicos de una iniciativa personal y de una crea-
car. La censura no cede, y entre sus normas y la obra surge ción individual. Pero la interrogación acerca de las fuentes de
una antinomia. Se inclina uno a representarse al "autor del la obra folklórica cae, por esencia, más allá de las fronteras
folklore" de acuerdo con el prototipo del "poeta literario" y a de la folklorística. Todo preguntar por fuentes heterogéneas
semejanza suya, pero semejante trasposición no es válida. sólo llega a ser problema accesible a la interpretación científi-
Opuestamente al "poeta literario", el "poeta folklórico" —co- ca si se considera desde el punto de vista del sistema al que
mo bien observó Aniókov— no crea "ningún medio nuevo", se incorpora —el folklore, en este caso. Para la ciencia del fol-
no tiene la menor intención de transformar el medio: el poder klore no es esencial el origen ni la naturaleza de las fuentes
absoluto de la censura preventiva, que hace estéril todo con- —que son extrafolklóricas—, sino el hecho del préstamo, la
flicto de la obra con ella, crea un tipo particular de participan- selección y la transformación del material tomado. Vistas así
tes en la creación poética y constriñe a la personalidad a las cosas. la conocida tesis de que "el pueblo no produce,
desechar toda pretensión de vencer a la censura. reproduce", pierde valor, ya que no estamos en condiciones
de trazar una frontera infranqueable entre producción y repro-
En la interpretación del folklore como exteriorización de la
ducción, ni de tener en menos, en cierto modo, a la segunda.
creación individual alcanzó su punto culminante la tendencia
La reproducción no significa recepción pasiva, y en este senti-
a eliminar la frontera entre la historia de la literatura y el fol-
do no hay diferencia de principio entre Moliere, que adaptaba
klore. Pero, como se desprende de lo dicho, creemos que tal
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miliano". Junto a otros préstamos tomados de la literatura
piezas antiguas, y el pueblo que, en palabras de Naumann. sirve para dar cuerpo al episodio intercalado, y forma parte de
"destripa un canto - . La transformación de una obra pertene- los números del divertimiento abigarrado que interpreta el hú-
ciente al llamado arte monumental en aquel al que llamarnos sar, héroe de este episodio. La jactancia fanfarrona del húsar
primitivo es asimismo un acto creador. La creación se mani- corresponde al espíritu de la estética del juglar tanto como la
fiesta aquí tanto en la elección de la obra tomada como en su
representación humorística del diablo. Pero es evidente que el
disposición ante otros hábitos y exigencias. Las formas litera-
humor de Pulkin, inclinado hacia la ironía romántica, poco
rias fijas, pasadas al folklore, se convierten en material some-
tiene en común con la farsa del "Zar Maximiliano", que ha
tido a modificación. Sobre el fondo de otro medio poético, de
asimilado el poema en cuestión. Incluso en las variantes en
otra tradición y de otra relación con los valores artísticos, la
que el poema de Pulkin ha sido relativamente poco modifica-
obra se interpreta de un modo nuevo, y aun el detalle formal
do, el público, formado en el folklore, lo toma de modo muy
que a primera vista se diría saivaguardado del préstamo, no
peculiar, sobre todo si lo representan actores populares mez
se debe considerar idéntico a su prototipo: en esta forma
ciado con el resto de la representación. En las demas varian-
artística, en palabras del investigador ruso Tynjanov. se opera
tes, este trueque funcional recae en la forma misma: el estilo
una conmutación de las funciones. Desde el punto de vista
dialogado propio de este poema de Pu s- kin es fácil de trans-
funcional, sin el cual es imposible comprender los hechos
formar en un verso folklórico, y del poema sólo queda el terna,
artísticos, la obra de arte fuera del folklore y la misma adopta-
despojado de motivaciones, en el que se intercalan una serie
da por éste constituyen dos hechos fundamentalmente distin-
de gracias juglarescas y juegos de palabras típicos.
tos.
El poema de Pulkin "El húsar" es un ejemplo característico Si bien literatura y tradición oral pueden mezclar íntima-
de cómo cambian de función las formas artísticas que pasan mente sus destinos, aunque su influencia mutua pueda haber
del folklore a la literatura y viceversa.' El relato, típicamente sido cotidiana e intensa, por mucho que el folklore haya teni-
folklórico, del encuentro del hombre sencillo con el mundo del do que ver con materia literaria, y también a la inversa, nada
más allá Ila descripción de la maldad diabólica es el centro del de esto justifica que confundamos la frontera de principio que
relato) ha sido convertido por PuSkin en una serie de cuadros separa la poesía oral de la literatura/ y ello en nombre de la
de carácter mediante la motivación psicológica de los perso- genealogía.
najes y sus conductas. El héroe principal —el húsar— y la Otro error serio de la caracterización romántica del folklore
superstición po p ular los representa Pulkin con matiz humo- era, aparte de suponer su espontaneidad, la tesis de que sólo
rístico. El cuento utilizado por Puákin es popular; en la refun- podía ser su autor, como sujeto de la creación colectiva, un
dición debida al poeta, en cambio, el carácter popular es un pueblo sin división en clases, una especie de personalidad
procedimiento artístico: está señalado, por así decirlo. La colectiva con un alma, una visión del mundo, comunidad des-
expresión ingenua del narrador popular es para Puskin un conocedora de la expresión individual de la actividad humana.
ingrediente sabroso para una forma versificada. El poema de Esta conexión indisoluble entre la creación colectiva y una
Pulkin retornó al folklore, y, con algunas variantes, llegó a ser "comunidad cultural primitiva" la hallamos en nuestros días
de las obras más conocidas del teatro popular ruso "Zar Maxi- en Naumann y su escuela, que en muchos puntos se acerca a
los románticos. - Aquí no existe aún el individualismo. No hay
Cf. P. Bogatyre y . "Pu§kIns Gedicnt ter Husar'. seine Quellen und por qué avergonzarse de buscar comparaciones en el reino
sein Einfluss auf die Volkspoesie - . Ocerki po poti tike Puskina (Berlín. animal: allí están los paralelismos más próximos... El auténti-
19231.

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18 ENSAYOS DE POETICA EL FOLKLORE

19
co arte popular es arte colectivo, pero del mismo modo en Aceptar la tesis del folklore como exteriorización de la
que lo son los nidos de golondrina, las celdas de las abejas, creación colectiva es plantearle a la folklorística una serie de
las conchas de caracol" (H. Naumann, Pdrnitive Gemein- tareas concretas. Es indudable que el traslado al territorio de
schahskultur, p. 190). 'Todos son presas del mismo movi- la folklorística de los métodos y conceptos alcanzados en el
miento". añade Naumann acerca de los portadores de la cul- estudio de materiales histórico-literarios ha perjudicado a
tura comunitaria, "a todos les animan iguales intenciones y menudo el análisis de las formas artísticas folklóricas. En par-
pensamientos" (ibid., p. 151). En esta concepción se oculta ticular, se ha subestimado la significativa diferencia que hay
un peligro, como en cualquier deducción rectilínea de una entre un texto literario y la transcripción de una obra folklórica
mentalidad a panir de una manifestación socia!; por ejemplo, que, sin más, la deforma irremediablemente y la traspone a
en el paso desde las características de la forma lingüística a otra categoría.
las del pensamiento (donde el peligro de semejante identifica- Sería ambiguo hablar de formas idénticas a propósito de
ción fue atinadamente señalado por Anton Marty). Lo mismo folklore y de literatura. Así, pongamos por caso, el verso, con-
pasa en etnografía: el imperio ilimitado de la mentalidad cepto que a primera vista parece significar lo mismo, tanto en
colectiva no es en modo alguno requisito previo indispensable literatura como en folklore, cubre aspectos en realidad muy
a la creación colectiva, aunque tal mentalidad proporcione un diferentes en el plano funcional. Marcel Jousse, el sutil inves-
terreno particularmente favorable para la realización consu- tigador del style oral rythmique, considera tan importante
mada de esa creación. Esta no es ajena ni siquiera a una cul- esta distinción, que reserva para la literatura los conceptos
tura penetrada de individualismo. Basta con pensar en las "verso" y "poesía", en tanto que para la creación oral emplea
anécdotas que corren por los medios cultivados actuales. en las designaciones "esquema rítmico" y "estilo oral", a fin de
los rumores y chismes, en las supersticiones y la formación de evitar que se introduzca en estos conceptos el contenido lite-
mitos, en los usos sociales y en la moda. Por lo demás, los rario habitual, con lo que revela magistralmente la función
etnógrafos rusos que han indagado en los pueblos de los alre- mnemotécnica de semejantes "esquemas rítmicos". Así inter-
dedores de Moscú también podrían decir mucho sobre el preta Jousse el estilo rítmico oral en un mi/ieu de récitateurs
nexo entre un repertorio folklórico rico y vivo y !a múltiple encore spontanés: "Puede imaginarse una lengua cuyas dos-
diferenciación social, económica, ideológica y hasta moral de cientas o trescientas frases rimadas, cuyos cuatrocientos o
los campesinos. quinientos esquemas rítmicos tipo estuvieran fijados para
La existencia de una poesía oral (o de una literatura) no só- siempre y los transmitiera sin modificación la tradición oral:
lo se puede explicar psicológicamente, sino también, en alto entonces, la invención personal consistiría, tomando por
grado, funcionalmente. Comparemos, por ejemplo, la existen- modelo estos esquemas rítmicos, en crear a su imagen, con
cia simultánea de la poesía oral y la literatura en los mismos los estereotipos proposicionales corno contrapeso, otros
círculos rusos cultivados de los siglos xvi y xvii: la literatura esquemas rítmicos de forma parecida, con igual ritmo, igual
desempeñaba unas funciones culturales; la poesía oral, otras. estructura... y, dentro de lo posible, igual sentido.""- Aquí está
Por supuesto, en las ciudades prepondera la literatura sobre el definida claramente la relación entre tradición e improvisa-
folklore, la "producción según los mercados" sobre la "pro- ción, entre langue y parola en la poesía oral. El verso, la estro-
ducción sobre pedido". Pero a un poblado conservador la
poesía individual, como hecho social, le resulta tan ajena 5 Études de psycho/ogie linguistique (París, 1925) [ en realidad se tra-
ta de una cita de los Nein teny merinas, de Jean Paulhan (París, 1913). pp.
como la producción "según los mercados". 52.53.

20 ENSAYOS DE POETICA EL FOLKLORE 21
fa y las estructuras de composición más complicadas son en (folklore masculino y femenino), la edad (niños, jóvenes, vie-
el folklore, por un lado, un vigoroso soporte de la tradición, y jos), la ocupación (pastores, pescadores, soldados, bandidos.
por otro (estrechamente asociado al primero), un recurso efi- etc.). En la medida en que los grupos ocupacionales mencio-
caz de la técnica de la improvisación.6 nados producen folklore por sí mismos, tales ciclos folklóricos
La tipología de las formas folklóricas debe constituirse pueden compararse con las lenguas de los oficios. Sólo que
independientemente de la de las formas literarias. Uno de los hay repertorios folklóricos que pertenecen, en efecto, a un
problemas más actuales de la lingüística es la elaboración de grupo determinado, pero que están destinados a consumido-
la tipología fonológica y morfológica. Ya se ha podido advertir res exteriores al grupo. En tales casos, la producción ce poe-
que hay leyes estructurales generales que no tienen que ver sía oral es una de las marcas profesionales del grupo. Así, por
con los lenguajes: la diversidad de estructuras fonológicas y ejemplo, en gran parte de Rusia los poemas religiosos los
morfológicas es limitada y puede reducirse a un número com- interpretan casi exclusivamente los kaliki perekhotie, mendi-
parativamente reducido de tipos fundamentales, lo cual se gos errantes que suelen estar organizados en comunidades
debe a que la diversidad de las formas de la creación colectiva especiales. La recitación de los poemas religiosos es una de
es limitada. El hab l a tolera mayor multiplicidad de variaciones sus principales fuentes de ingresos. Entre semejante situación
que la lengua. Estas verificaciones de la lingüística compara- de separación absoluta de productor y consumidor, y el caso
da pueden confrontarse con la diversidad de temas caracterís- extremo inverso, en el que la comunidad entera es a la vez
tica de la literatura y, por otra parte, con la diversidad temáti- productora y consumidora (refranes, anécdotas, coplas, cier-
ca limitada de los cuentos en el folklore. Semejante limitación tos géneros de canciones. rituales o no), hay una serie de
no es explicable en virtud de comunidad de fuentes, ni de psi- tipos intermedios. En un medio determinado se destaca un
quismo o circunstancias exteriores. Surgen temas análogos grupo de individuos dotados. que convierten más o menos en
en virtud de las leyes generales de la composición poética. monopolio propio la producción de determinado género fol-
Tales leyes son. como las leyes estructurales del lenguaje, klórico (los cuentos, por ejemplo). No se trata de profesiona-
más uniformes y estrictas con respecto a la creación colectiva les, y la producción poética no es su principal ocupación: más
que con respecto a la individual. bien son aficionados que cultivan 12 poesía en horas de ocio.
La tarea más apremiante de la folklorística sincrónica es la No se aprecia aquí, en modo alguno, identidad cabal entre
caracterización del sistema de las formas artísticas que cons- productor y consumidor, pero tampoco hay ninguna separa-
tituyen el repertorio actual de una comunidad determinada ción completa. La frontera es flotante. Hay quienes son más o
—un pueblo, un distrito, una unidad étnica. Para ello hay que menos narradores, pero también oyentes; el productor-
tener en cuenta las relaciones mutuas entre las formas dentro aficionado se vuelve con facilitad un consumidor, y viceversa.
del sistema, su jerarquía, la diferencia entre formas producti- La creación poética oral sigue siendo colectiva, hasta en el
vas y las que han perdido productividad, etc. Gracias al reper- caso de separación de productor y consumidor, sólo que
torio folklórico se diferencian, no sólo grupos etnográficos y entonces lo colectivo adquiere rasgos específicos. Se trata de
geográficos. sino también grupos caracterizados por el sexo una comunidad de los productores y . la "censura preventiva"
está aquí más emancipada del consumidor que cuando hay
G. Gesema nn ofrece interesantes indicaciones acerca de las peculia- identidad de éste con el productor, caso en que la censura
ridades especificas de esta técnica de improvisación en su trabajo "Kom-
p ositions scherna und heroisch-epische Stillsierung" /Studien zur südsla-
considera en igual medida los intereses de la producción y del
wischen Vo/ksepik, Reichenberg, 1926). consumo.
22 ENSAYOS DE POETICA

Sólo en una circunstancia sale de su marco la poesía oral,


por su esencia misma, y deja de ser creación colectiva: cuan-
do un grupo muy acorde de profesionales, dueños de una tra-
dición sólida, recibe determinadas producciones poéticas con
tal devoción, que se afana por todos los medios en preservar-
las sin la menor modificación. Toda una serie de ejemplos his- Carta a Haroldo de Campos sobre
tóricos muestra que esto es más o menos posible. Así, a tra- la textura poética de Martin Codax'
vés de los siglos, los sacerdotes transmitieron himnos védicos
—de boca a boca, "a cestos - , según la terminología budista.
Todos los esfuerzos apuntaban a impedir la deformación de FUE Luciana Stegagno Picchio quien, con su infalible gusto

aquellos textos, y lo lograron, si dejamos aparte innovaciones literario, atrajo mi atención hacia las encantadoras Cantigas
ínfimas. Allí donde el papel de la comunidad se reduce a la del trovador galaico-portugués. La monografía fundamental
preservación de una obra poética elevada a la categoría de de Celso Ferreira da Cunha, O Cancioneiro de Martín Codax
canon intocable, se acabó la censura creadora, la improvisa- (Río de Janeiro, 1956), y una instructiva conversación con
ción y la creación colectiva. Francis Rogers me ayudaron a apreciar estas espléndidas
Acompañando a las formas límite de la poesía oral, puede creaciones de una época sorprendente en la historia del arte
mencionarse también la literatura. La actividad de los autores verbal europeo.
anónimos y de los copistas de la Edad Media, pongamos por Como admirador de la insuperable clarividencia de usted,
caso, exhibe, sin salir del terreno de la literatura, algunas tocante a los más íntimos nexos entre sonido y sentido,
características que la acercan en parte a la poesía oral: el agudeza que sustenta y nutre sus atrevidos experimentos
copista trataba a menudo la obra que copiaba a modo de poéticos y sugestivos descubrimientos, y que inspira las
material susceptible de transformación. Pero. haya tantos extraordinarias trasposiciones que hace usted de poemas en
fenómenos de transición como se quiera, en las lindes entre la apariencia intraducibles partiendo de lenguas bien distintas,
creación individual y la colectiva no seguiremos el ejemplo del desearía compartir con usted mis rápidas observaciones en
famoso sofista, que se quebraba la cabeza tratando de averi- torno a un exquisito espécimen de las joyas verbales galaico-
guar cuántos granos de arena habría que quitarle a un mon- portuguesas del siglo XIII, la quinta de las siete Cantigas
tón para que dejase de serlo. Entre dos ámbitos culturales d'amigo de Martin Codax.
vecinos cualesquiera hay siempre zonas fronterizas y de tran-
sición, lo cual no nos autoriza a negar la existencia de dos Quantas sabedes amar amigo
campos diferentes o la fecundidad de tal deslinde. treydes comig' a lo mar de Vigo
Si en su tiempo la aproximación entre folklorística e histo- e banhar nos emos nas ondas.
ria literaria permitió poner en claro una serie de cuestiones de
carácter genético, la separación de dichas disciplinas y el res- Quantas sabedes amar amado
tablecimiento de la autonomía de la folklorística seguramente treydes comig' a lo mar levado
facilitarán la explicación de las funciones del folklore y la reve- e banhar nos emos nas ondas.
lacion de sus principios estructurales y particularidades. "tener to Haroldo de Campos on Manin Codax's poetic textura",
Twenlieth Cemury Studies, diciembre de 1972 (Canterbury/.
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24 ENSAYOS DE POETICA CARTA A HAROLCO DE CAMPOS 25

Treydes comig' a lo mar de Vigo de Vig o— y 6 + 3 en el estribillo o bordón —E banhar nos


e veeremo' lo meu amigo emes / nas ondas.
e banhar nos emos nas ondas. El armazón de los componentes móviles y repetitivos pro-
porciona un criterio diferente para dividir los versos rimados:
Treydes comig' a lo mar levado cada uno consiste en dos segmentos, el primero de siete síla-
e veeremo' lo meu amado bas, que llamaremos - base - , y el segundo de tres sílabas, que
e banhar nos amos nas ondas. llamaremos ""ceda
Cada línea rimada contiene cuatro tiempos fuertes, que
Traducción literal: caen en las sílabas primera, cuarta, séptima y novena: Quan-
tas sabedes amar amado. De modo que la sílaba penúltima de
Cuantas sabéis amar al amigo la coda y la última de la base están siempre acentuadas. Los
venid conmigo al mar de Vigo tres tiempos fuertes de la base están separados por tiempos
y nos bañaremos en las ondas. débiles bisílabos. En las líneas pareadas, la invariante estruc-
tural de cada colon es su doble tiempo fuerte, en tanto que la
Cuantas sabéis amar al amado división de tales líneas en bases y codas va señalada por
venid conmigo al mar levantado la diferencia entre los dos tiempos débiles internos bisílabos
y nos bañaremos en las ondas. de la base y los dos monosílabos de la coda.
Por lo que toca al estribillo, la pauta de acentuación de su
Venid conmigo al mar de Vigo primer miembro, hexasílabo, repite el último miembro, tam-
y veremos a mi amigo bién hexasílabo, de la línea marina anterior: a lo mar de Vi-
y nos bañaremos en las ondas. go e banhar nos emos. Todo el verso del estribillo está
constituido según una alternación regular de cuatro tiempos
Venid conmigo al mar levantado débiles --dos bisílabos y dos monosílabos— separados por
y veremos a mi amado tres tiempos fuertes. •
y nos bañaremos en las ondas. La constitución de las codas aivide las estrofas de la Canti-
ga en dos imperes y dos pares. Dentro de cada una de estas
Cada una de las cuatro estrofas contiene: 1) un pareado parejas coinciden las codas, en tanto que las estrofas impares
y pares exhiben dos parejas diferentes de palabras rimadas.
de decas íl abos rimados, y 2) un estribillo no rimado de nueve
sílabas (o, siguiendo la nomenclatura tradicional portuguesa, En cada pareja, una de ellas es amorosa, y la otra atañe al
tema marino. Así, amigo rima con de Vigo en las estrofas
que descarta la sílaba final átona, dos eneasilabos graves y un
nones, y amado con levado en las pares. En el encadenamien-
octosilabo grave). La línea del estribillo y una línea de
cada pareado presentan imágenes marinas, en tanto que el to fonético terminal vcvcv de las codas, sólo la segunda pareja
otro verso de cada pareado trata de un terna amoroso. El cor-
de vlocal) y clonsonantei diferencia estas dos rimas, mientras
te divide los versos amorosos en dos, miembros (cólones) el resto de la serie se mantiene invariable: am..o - ev..o.
iguales, 5 - 5. por ejemplo: Quantas sabedes / amar amigo, Las dos estrofas anteriores (I y II) de la Cantiga difieren de
en tanto que los miembros de los versos marítimos son asi- las dos posteriores (III y IV) en la constitución de sus bases,
métricos: 4 6 en los pareados —Treydes comig' a lo mar así como en el orden de éstas y de las codas. La base porta-
26 ENSAYOS DE POETICA CARTA A HAROLDO DE CAMPOS 27

dora de las imágenes marinas en cada pareado es invariable a cuatro palabras terminadas en /s/, confronta en una especie
través de las cuatro estrofas (treydes comig' a lo mar), en tan- de juego de palabras nos y nas. El ondas terminal del bordón
to que la otra base, temáticamente amorosa, permanece inal- responde a las palabras iniciales de las cuatro estrofas —I, II
terable dentro de cada par de pareados, pero distingue las Quantas y III, IV Treydes. La estructura interior de todos los
estrofas anteriores (I, II, Quantas sabedes amar) de las poste- versos de los cuatro pareados, con sus dieciocho nasales
riores (III, IV, e veeremo' lo meu). En las estrofas anteriores la labiales, presenta una repetición de /m/ y de la vocal prece-
base variable precede a la base marina invariante, y en las dente o de las dos vocales colindantes: en las cuatro bases
estrofas posteriores está invertido el orden de las bases y, invariantes —comig' a lo mar— y en la otra línea de los cuatro
correspondientemente, el orden de las dos codas rimadas. pareados, las estrofas anteriores lucen una figura etimológica
Así, la base invariante va seguida en las estrofas posteriores —I amar amigo, II amar amado— y las estrofas III, IV invierten
de las mismas codas que en las anteriores. En contraste con el orden de las vocales adyacentes —veeremo' lo meu. O
la prótasis amorosa subordinada (Quantas) y la apódosis sea, que la nasal grave enlaza la familia léxica amar (I, II). ami-
marina de los pareados anteriores, en los posteriores, la pró- go (I, III), amado (II, IV) con el mar (I-IV) metonímico, pero
tasis marina va seguida de una apódosis amorosa coordinada sobre todo metafórico, y con categorías gramaticales tan
(e) o, con respecto al estribillo constante, el motivo amoroso semánticamente subjetivas como la primera persona del plu-
aparece envuelto en la metáfora marina, de suerte que ambos ral de las formas de futuro en emos II, III bis, IV bis) y es p e-
cialmente la primera persona del singular de los pronombres
temas se funden.
comig' (1-1V) y meu (III, IV). Casi despojados de otras nasales,
El final de la base rima en los pareados anteriores (amar - a
los pareados difieren de manera notable del estribillo climácti-
lo mar) y comparte una sucesión de tres fonemas con los
co, con sus nasales sobre todo altas, las cuatro /n/ y la ks/.
pareados posteriores (a lo mar - /o meu). De este modo, las lí-
neas temáticamente diferentes (marinas y amorosas) están Si aceptamos la lectura de la base marina propuesta por J.
ligadas fónicamente no sólo en sus codas, sino también en J. Nunes en su Crestomatia arcaica (Lisboa, 1906), p. 343
sus bases. Por otro lado, las palabras iniciales de los dos —treydes vos mig', con una construcción verbal reflexiva para-
miembros hexasílabos invariantes; marinos, de las cuatro lela a la forma gramatical del estribillo (cf. Cunha, p. 691—, la
estrofas riman entre sí: a lo mar - e banhar. textura fónica de esta línea gana un nexo más entre la base y
Por otra parte, en las estrofas impares, la palabra antece- la coda: treydes vos - de Vigo / levado. La línea descuella en
dente de la base invariable (la segunda palabra acentuada cuanto a reduplicaciones de fonemas consonánticos. Hay seis
contando desde el final), comig' < comigo, forma una rima pares en la variante impar y seis en la par: Treydes vos mig a
lo mar de Vigo (2 /r/, 2 /d/, 2 /s/, 2 /v/, 2 /m/ y 2 /g/); Treydes
potencialmente completa con la coda de la línea adyacente,
vos mig a /o mar /evado (2 hl. 2 /d/, 2 /s/, 2 /v/. 2 /m/ y 2 N).
amigo, y por su parte, en las estrofas pares, el verbo corres-
pondiente en posición de la base invariable establece una En una palabra, tanto en la variante impar como en la par de
rima gramatical con el verbo del verso siguiente: II sabedes - este verso, doce de los trece fonemas consonánticos adya-
centes a vocal forman parte de pares reduplicativos.
treydes y IV veeremo' - emos. A través de todas las variacio-
nes de base y coda, pues, la textura sonora vincula íntima- En contraste con el tiempo fuerte final del estribillo, ondas,
mente la línea amorosa a los versos vecinos, de imágenes los tiempos fuertes de los pareados nunca caen sobre vocales
redondeadas y se restringen a sólo tres silábicas: doce /ál,
marinas.
El estribillo, con su rasgo nasal cinco veces reiterado y sus doce /é/ y ocho /1/, con una distribución pasmosamente simé-
ENSAYOS DE POETICA CARTA A HAROLDO DE CAMPOS 29
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trica de los contrastes vocálicos entre los cuatro pareados del dirección de la preponderancia numérica está invertida, en
poema y entre los cuatro tiempos fuertes de sus ocho decasí- comparación con la distribución de las mismas vocales entre
pareados anteriores y posteriores o impares y pares. Los
labos:
pareados anteriores comprenden ocho /á/ menos y ocho /é/
DISTrOOS Internos Externos Anteriores Posteriores Pares Impares
más que los tiempos fuertes posteriores, pero el número de ii/
6 6 8 4 8 4
a es idéntico, justamente lo mismo que observábamos en el
6 4 8 6 6
e 6 caso de los pareados anteriores y posteriores. Entre los tiem-
i 4 4 4 4 2 6
pos fuertes pares y nones, la relación entre frecuencias es la
TIEMPOS Internos Externos Anteriores Posteriores Pares Impares misma —cuatro a ocho— para /ál y /él, de modo que los tiem-
FUERTES
8 pos fuertes pares comprenden ocho /á/ y /é/ menos y ocho /i/
a 6 6 2 10 4
2 4 8 más que los tiempos fuertes nones. La ausencia total de/V en
e 6 6 10
4 8 — tiempos fuertes im p ares hace particularmente eficaz este
i 4 4 4
contraste, y, por su parte, la alternación de rimas finales pone
El par de pareados externos (1. IV) ofrece la misma distribu-
de realce la prevalecencia de los dos fonemas doblemente
ción de las tres vocales en tiempo fuerte que el de los parea-
opositivos, /ál en los pareados pares, /i/ en los pareados impa-
dos internos (II. III), es decir, exactamente la mitad del núme-
res.
ro tota l asignado a cada una de estas vocales en los cuatro
Asume un papel significativo la rigurosa selección y la dis-
pareados de la Cantiga. En cada uno de los dos pares se pre-
tribución simétrica de las clases gramaticales. No figuran
sentan se i s /ál y seis /é/. Observamos un equilibrio vocálico
sujetos nominales en la Cantiga. Se emplean nombres en los
sorprendentemente parecido entre los dos tiempos fuertes
externos y los dos internos de los ocho versos de pareados o, finales de los cuatro versos amorosos, como objetos directos
gobernados por verbos transitivos, mientras que en las ocho
en otras palabras, entre los comienzos y los finales de sus dos
líneas marítimas funcionan nombres comunes como modifi-
miembros.
Las otras dos oposicicnes entre pareados, su división en cadores locativos circunstanciales introducidos por una pre-
posición: en el estribillo cierran la línea (nes ondas), pero en
pares de pareados anteriores (I, II) y posteriores (III, IV), y en
pares de pareados impares II, III) y pares (II, IV), otorgan atas los pareados van seguidos de un modificador adnominal final,
dos parejas correlativas una diferencia contraria en la frecuen- el nombre propio (de Vigo) o el adjetivo (levado). Cada verso
contiene un verbo finito, siempre en plural. En los pareados,
cia de iá/ y de /é/ o Iil. Los pareados anteriores traen cuatro
el masculino singular de todos los nombres contrasta clara-
lál más y cuatro /é/ menos que los pareados posteriores, en
tanto que el número de II/ es idéntico en ambos pares de mente con el plural da las formas finitas y con el femenino de
pareados. De forma paralela, los pareados.pares incluyen cua- los interlocutores, aludidos por estas formas verbales y exore
tro /ál más y cuatro Il/ menos que los pareados nones, mien- sados por el pronombre relativo Quemas. Contrariamente a
tras que el número de /é/ se mantiene el mismo en las dos las iíneas rimadas, el bordón extiende el número enunciado y
. .. el género aludido por el verbo en la linea entera, con su plural
parejas de pareados.
femenino ondas.
Una oposición análoga de frecuencia entre /á/ y una de las
vocales delanteras, agudas, determina la relación entre los En el poema sólo aparecen dos formas verbales finitas: la
tiempos fuertes anteriores y posteriores, y pares y nones, pero segunda persona del plural en tiempo presente (sabedes y,
en estos casos la diferencia de frecuencia es de ocho y la quizá, con connotación imperativa, treydes) y la primera per-
30 ENSAYOS DE POÉTICA

sone del plural en tiempo futuro (veeremo . y banhar nos


emes). Cada una de estas variedades temporales y personales
aparecen seis veces, pero la primera figura cuatro veces en
las estrofas anteriores y sólo dos en las posteriores, y la otra
manifiesta orden inverso: dos veces en las estrofas anteriores Vocabulorum constructio en el soneto
y cuatro en ias posteriores. La distribución de los pronombres
tocantes a la primera persona del singular (dos veces en las
de Dante "Se vedi li occhi miel" '.2
estrofas anteriores y cuatro en las posteriores) muestra la
misma tendencia hacia la inclusión y promoción graduales del
0.1. Dante tenía perfecta conciencia del sentido etimoló-
yo femenino que habla: e veererno' lo meu amigo amado. gico de la palabra versus, tal como se manifiesta, con toda
Esta línea amorosa de ambas estrofas posteriores, con sus
claridad, en su equivalente italiano volta, "vuelta", al cual
tiempos fuertes agudos, de tono alto, y su patente predominio
recurrimos, dice Dante, cum vulgus alloquimur, "cuando nos
de vocales y consonantes resonantes, frente a una sola obs-
dirigirnos al profano - (De vulgari eloquentia, II, x. 2).3
truyente —/g/ o /c1/— al final, representa una respuesta extáti-
ca a la abundancia de obstruyentes —siete— en el colon La recurrencia a una misma pauta formal sirve de guía a
Quantas sobados, principio mismo de la Cantiga. su descripción de las unidades métricas y estróficas en este
admirable tratado: Cantio est coniugatio stantiarum (II, 1;
cf. vlll. 6). La disposición de las partes (partium habitudo) se
considera corno tarea primordial del arte (II, 1), y esto
comprende fa articulación de los versos (contextum carmi-
num) y las relaciones entre las rimas (rithimorum relationem)•
Según la teoría de Dante (I, vi. 4), la forma del lenguaje (forma
Iocutionis) engloba el sentido léxico de las palabras (rerum
vocabula), su construcción (vocabulorum constructioneml 4 y,

' 'Vocabulorum constructio in Danto's sonnet 'Se vedi li occhi


Studi Danteschi, XLIII (1966). pp. 7-33. Escrito en colaboración con P.
Valesio.
2 Los autores agradecen a Gianfranco Contini, Maria Corti, R:ccardo
Picchio, Aurelio Roncaglia, Cesare Segre y Maria Simonelli sus inaprecia-
bles sugerencias.
Cf. A Marigo (ed.). De Vulgari Eloquentia (Florencia, 1957 3 ), nota 24
a II, x. 4.
En enim sciendum, quod constructionem vocamus regulatam com-
p aginen dictionum, ut 'Aristotiles phylosophatus est tempere Alexandri"•.
Sunt enirn quinque hic dictiones compacte regulariter, et unan (ocien:
c onstructionem • "Hay que saber, en efecto, que el nombre de construc-
ción se da a un conjunto de palabras regulado, por ejemplo: 'Aristóteles
fue filósofo en tiempo de Alejandro.' Hay aquí, en efecto. cinco palabras
en sambladas regularmente, y forman una sola construcción." (II, vi , 2.)

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