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SETENTA VECES SIETE

Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque
contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Mateo 18:21-22

INTRODUCCION

Como hijos de Dios hemos entendido y aceptado el significado de la palabra perdón, que sin
importar cuantas veces nos puedan ofender o quien lo haga, debemos perdonar, y si la falla es
cometida por parte nuestra, debemos ser quien pida perdón. Cultivar un espíritu perdonador es algo
tan importante que aun nuestras oraciones pueden ser estorbadas, y no ser respondidas, cuando no
perdonamos.

El perdón es un acto de valentía que no cualquier joven se atreve a aceptar, pues este no solo
depende de una decisión, sino que consiste en olvidar lo cometido y nunca más recordarlo. Si
entendemos que Dios es amor entonces entenderemos que como hijos de Dios no podemos tener
rencor en nuestro corazón para tener comunión con nuestro padre celestial.

1. ¿Qué significa el perdón?

Esta frase de Mirón Augsbugers, nos ilustra acerca del perdón:

“perdonar es costoso. Perdonar es llevar la ira que le causa el perdón de otros. El culpable
queda libre. El que Ha sido ofendido lo deja libre. Mediante el recurso de carga él mismo con
su propia indignación y siguiendo el camino del amor. Dios perdona, asumiendo él mismo su
propia ira. Por el pecado que hemos cometido contra él… absorbe nuestra culpa y nos deja
libres. El perdón pasa a través del pecado y llega hasta la libertad.”

La palabra griega que se traduce “perdonar” significa literalmente “dejar pasar”. Es decir,
olvidar la falta que otra persona ha cometido contra otra, perdonamos cuando no existe
resentimiento alguno en nuestro corazón, no insistimos en pedir una compensación por el daño
que nos hayan hecho o por la pérdida que hayamos podido sufrir. La Biblia enseña que el
perdón se basa en el amor sincero, ya que el amor “no lleva cuenta del daño” (1 Corintios 13:4,
5).

2. Consecuencias del no perdonar.


Las consecuencias del no perdonar se notan en las diferentes áreas de nuestra vida, impidiendo que
avancemos y no podamos alcanzar la perfección de ser como el señor Jesucristo. Cuando no
perdonamos, empezamos a tener un estorbo en nuestra vida para alcanzar la gracia de Dios.
Nuestras oraciones no son respondidas cuando no estamos en paz con la persona que ofendimos o
nos ofendió, Dios en Hebreos 12:15 nos lo recuerda: “Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos
sean contaminados”

El aborrecer o rechazar a una persona nos costara entender la voluntad de Dios, pues causa que
estemos cerrados a todo tipo de comentarios que puedan venir de parte de Dios, y nuestra felicidad
estará en riesgo. La biblia es muy clara cuando nos dice que debemos amar al prójimo como a
nosotros mismos, esto implica que debemos aceptarlo sin complicaciones, rechazo y sin excusas,
pues si aborrecemos al prójimo nos estaremos juzgando a nosotros mismos. Dios en su palabra
también nos menciona que si rechazamos a nuestro hermano y decimos que amamos a Dios somos
mentiroso (1 juan 4:20-21) y estaremos dejando que sea satanás quien controle nuestros actos y no
el poder del espíritu santo.

Cuando no perdonamos siempre estaremos viendo las faltas que la otra persona cometió, de manera
negativa, hasta el punto que nos cuesta concentras en lo realmente importante (Dios). El siguiente
es un ejemplo:

Ofensas Nuestras reacciones Nuestras heridas


Me critico injustamente 1.orgullo herido 1. No me entendió.
2.palabras fuertes 2. No me sentí amado
3.ira, rencor 3. No me ayudo
Me golpeo 1.ira 1. Sentí rechazo
2.grite más fuerte 2. Sentí soledad
3. odio 3. Sentí mucho miedo

3. Un modelo a seguir

Jesucristo es nuestro ejemplo por excelencia cuando hablamos del perdón. El señor Jesucristo se
despojó de todos sus derechos para poder ser el quien pasara todas las situaciones vergonzosas antes
de morir, a pesar de todo lo que vivió nunca puso resistencia por lo que le hicieron, sino que por el
contrario oro por ellos, para que nosotros recibiéramos el perdón de Dios. Jesucristo al hacer eso no
estaba pensando en sí mismo, sino que estaba pensando en cada uno de nosotros y no en nuestras
fallas. (Filipenses 2:5-8).

Cada vez que nos enojamos contra Dios o contra otra persona, es porque pensamos que alguno de
ellos han impuesto su voluntad por encima de nuestros derechos. Pero esto no debe pasar en los
hijos de Dios, pues si pensamos de la manera en que lo hacia el señor Jesucristo, la ira y el enojo no
tendrán lugar en nuestra vida y de esta forma podremos disfrutar de cada una de las situaciones que
se atraviesen en nuestras vidas sin pensar en que tan buena o no tan buena pueda ser esta.

4. ¿claves para perdonar?


Existen 5 principios básicos que nos permiten tener un espíritu perdonador.

 Tener una respuesta de gozo (Santiago 1: 1-2)


 Ver a través de la ofensa, la necesidad de la otra persona (proverbios 19:11)
 No admitir la venganza (romanos 12: 17-19)
 Cooperar con Dios en ayudar al ofensor (mateo 6: 14-15)
 Perdonar a los demás (efesios 4:32)

Aplicación Teoterápica

En el corazón de cada joven debe existir un espíritu perdonar, donde entendamos que un día
Jesucristo murió en una cruz para librarnos de todos nuestros pecados y fallas que cometimos o que
vayamos a cometer, así como él nos perdonó, nosotros también debemos perdonar a todos aquellos
que han afectado nuestro ser de alguna manera y así poder vivir cada día en paz y con regocijo en
nuestros corazones. Recordemos que como hijos de Dios estamos llamados a seguir el ejemplo de
aquellos grandes servidores que pidieron perdón y fueron perdonados por encima de sus derechos.

Cuestionario personal

1. ¿de qué manera dos personas que no se han perdonado pueden afectar el ambiente social en
el que ambas se mueven?
2. ¿Cuál es la manera más adecuada que debemos tener frente a una ofensa?
3. De ejemplos de los resultados negativos que trae el no perdonar.

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