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LAS PERLAS DE LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA

La crisis de la administración de justicia tiene al borde de un infarto a miles de


abogados litigantes, dado que los procesos judiciales se encuentran igualmente en
cuarentena con ocasión al no ingreso del personal a las diferentes sedes judiciales que
no cuentan con la bioseguridad que se requiere para los funcionarios públicos, ya
muchos afectados por la pandemia que nos sigue azotando y del incremento
exponencial de contagiados que diariamente arrojan las estadísticas oficiales en los
medios de comunicación.

Voy a referirme a una anécdota de un colega profesional del derecho con experiencia
con más de 30 años del litigio en el área civil y comercial, donde claramente algunos
operadores judiciales no están cumpliendo con sus funciones legales, ni constitucionales
y que paso a sintetizar así:

“… el pasado 17 de septiembre de 2019 radique un proceso ejecutivo singular de


mínima cuantía, que por reparto le correspondió al Juzgado XX de Pequeñas Causas y
Competencia Múltiple de Bogotá, quien asumió la competencia e ingreso el expediente
al despacho el 24 de septiembre de 2019.

Mediante memorial que envié al buzón electrónico del Despacho el pasado 14 de julio
de este año de pandemia, en el cual le solicité al despacho se sirviera atender la solicitud
formulada en el mensaje de texto adjunto y en el cual le solicitaba al señor Juez, se
sirviera estudiar la demanda presentada la cual según la información que parecía en la
página web de la rama judicial, se encontraba al despacho desde e día 24 de septiembre
de 2019 y sin que a la fecha se hubiera resuelto nada sobre el auto de mandamiento de
pago solicitado.

Pacientemente día a día revisaba los estados físicos, hasta que sorpresivamente el 16 de
marzo de 2020 se ordenó el cierre físico de todas as sedes judiciales del país con
ocasión a la declaratoria de emergencia económica y del confinamiento obligatorio
decretado por el Gobierno nacional, al cual nos vimos sometidos con ocasión de la
importación de la pandemia originada por el virus mortal Covid-19 y que nos ha tenido
encerrados en nuestra casa sin poder trabajar normalmente como abogados litigantes,
pues únicamente dependemos de las resultas de los procesos judiciales, para el pago de
nuestros honorarios por parte de nuestros clientes

Por fin, el tan anhelado Estado aparece publicado el 5 de agosto de 2020, pero mi
sorpresa fue enorme al leer “Auto Inadmite demanda”, afanosamente busco e link del
micro sitio del Despacho y procedo a buscar el referido Auto hasta que lo ubico y lo
descargo para analizarlo.

La extraordinaria providencia del diligente Juez dice:



“16 de marzo de 2020”
El 17 de septiembre de 2019, XXXX, a través de apoderado judicial, radico demanda
ejecutiva promovida en contra de XXXX y XXXX.
El 18 de septiembre de 2019, la oficina judicial de Reparto, allego a esta Sede Judicial,
la demanda en comento. El 24 de septiembre siguiente, la secretaria, ingresó el proceso
para calificación.

CONSIDERACIONES DEL DESPACHO

Atendiendo los parámetros legales de la norma en cita supra, conviene precisar que el
escrito demandatorio que ocupa al Despacho, no cumple con los requisitos de que trata
el articulo 82 de la codificación procesal vigente. En consecuencia, el Juzgado señala
los defectos, para que dentro del termino legal de cinco (5) días sean subsanados por la
pare demandante, so pena de rechazo en virtud del articulo 90 del Código General del
Proceso, veamos,
1. Indicar el domicilio del representante legal del demandante XXX, en
consideración con el numeral 2 del articulo 82 del Código General del Proceso.
2. Indicar las direcciones físicas y electrónicas del ejecutante XXX, para efectos de
la notificación personal, en concordancia con el numeral 10 del artículo 82 del
Código General del Proceso.
3. La presente demanda deberá allegar, el certificado de intereses expedido por la
Superintendencia Bancaria o por el organismo que haga sus veces, en
concordancia con el artículo 48 de la Ley 675 de 2001.
4. Frente a la pretensión 1ª deberá discriminar el valor solicitado en cada una de las
cuotas por concepto de capital acelerado, dejando cada concepto por separado.
5. Allegar a la demanda como mensaje de datos para el archivo y el traslado de la
misma, teniendo en cuenta que el CD incorporado al plenario no contiene la
información completa de la demanda, en concordancia con el artículo 2 del
artículo 89 del Código General del Proceso.”

Esta absurda providencia de inadmisión de una demanda que fue proferida después de
diez meses y cinco días contiene garrafales errores como paso seguidamente a analizar.

El Señor Juez no dio aplicación estricta a lo consagrado en el artículo 1 del Decreto 806
del 4 de junio de 2020, que como norma procesal debe ser aplicada inmediatamente
entra en vigencia y que conforme al acuerdo que ordena el levantamiento de términos
judiciales, se empezó a aplicar desde el 1 de julio de 2020 por parte de los operadores
judiciales, quienes obligatoriamente deben:

“implementar el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones


en las actuaciones judiciales y agilizar el trámite de los procesos judiciales ante
la jurisdicción … civil, …, durante el término de vigencia del presente decreto.
Adicionalmente, este decreto pretende flexibilizar la atención a los usuarios del
servicio de justicia …. que dependen de este.”

Curiosamente, la citada providencia fechada el 16 de marzo de 2020 y notificada por


Estado del 5 de agosto de 2020 exige una serie de requisitos que no consagra
expresamente el artículo 90 del Código General del Proceso como causal de inadmisión
de la demanda y que se configura cuando se presentan los siguientes eventos:
1. Cuando no reúna los requisitos formales.
2. Cuando no se acompañen los anexos ordenados por la ley.
3. Cuando las pretensiones acumuladas no reúnan los requisitos legales.
4. Cuando el demandante sea incapaz y no actúe por conducto de su
representante.
5. Cuando quien formule la demanda carezca de derecho de postulación para
adelantar el respectivo proceso.
6. Cuando no contenga el juramento estimatorio, siendo necesario.
7. Cuando no se acredite que se agotó la conciliación prejudicial como
requisito de procedibilidad.

El señor Juez no tiene razón alguna de denegar el acceso a la administración de justicia


de manera ágil y pronta para los usuarios que acuden al proceso y mucho menos para
los abogados litigantes, pues invoca erradamente como casual de inadmisión de la
demanda la indicada en el numeral 1 del auto del 5 de agosto de 2020 al afirmar que el
libelo no indica el domicilio del representante legal, si de la lectura del texto de la
misma demanda que fue presentada por el togado dice:

“XXX, con domicilio en la ciudad de Bogotá D.C., con Nit. No. XXX, Institución
privada ….., con domicilio principal en la ciudad de Bogotá, representada
legalmente por el señor XXXX, también mayor de edad y domiciliado en esta
ciudad, identificado con la cédula de ciudadanía No. XXX de Usaquén, en su
calidad de …”

Así mismo el operador judicial comete un error significativo al olvidar leer


expresamente el acápite de notificaciones en donde expresamente se lee:

“Al señor XXXX , en su calidad de … y Representante Legal XXXX en la XXX


la ciudad de Bogotá. Teléfono: XXX. Dirección electrónica: www.xxxxx.xxx.co”

Con lo cual se encuentra demostrado que el profesional del derecho si cumplió con el
requisito consagrado en el numeral 10 del artículo 82 del Código General del Proceso.

Igualmente, el Señor Juez exige como causal de inadmisión de la demanda que “deberá
allegar, el certificado de intereses expedido por la Superintendencia Bancaria o por el
organismo que haga sus veces, en concordancia con el artículo 48 de la Ley 675 de
2001”. (subrayado es mío)”

O sea que para un proceso ejecutivo singular cuyo título ejecutivo es un pagare le
impone la carga de acreditar un requisito exigido en otra normatividad que es la Ley de
propiedad horizontal, apartándose sin justificación alguna de los requisitos formales
exigidos en los artículos 82, 84 del Código General del Proceso y mucho menos tal
exigencia estar consagrada en el artículo 90 de la codificación como causal de
inadmisión de la demanda, olvidando igualmente que la certificación de intereses
solamente se necesita al momento de la liquidación del crédito y que la misma es un
documento publico expedido por una Entidad del Estado la cual puede ser consultada
por el Despacho en cualquier tiempo.

Otro exabrupto del operador judicial es la de exigir que en la pretensión primera de la


demanda “se discrimine el valor solicitado en cada una de las cuotas por concepto de
capital acelerado, dejando cada concepto por separado”, en total contravía con el
texto literal que se lee en la pretensión primera del libelo, cuando el togado indica con
suficiente claridad que es lo que pide, en plena concordancia con el hecho primero de
escrito de demanda tal como se lee así:

“PRIMERA. - Sírvase señor Juez librar mandamiento de pago en contra de los


demandados XXXX, XXXX, y XXX y a favor de XXXX por concepto del valor
del capital del Pagaré número 510163, a la vista por la suma de
$2.221.000.oo.”

I.- HECHOS

1. Que los señores XXX, XXX y XXX suscribieron, en favor del XXXX el pagaré
No. 510163 a la vista, por valor de $2.221.000.oo valor de la deuda por capital.”

Olvido así mismo el operador judicial, que la demanda para la fecha en que fue
presentada, esto es el 14 de julio de 2019, no era necesario anexar como mensaje de
datos para el archivo, ni para el traslado la demandada, toda ves que tanto la demanda y
anexos se anexaban en medio magnético CD, para archivo del juzgado, traslado a los
demandados y que claramente no es causal de inadmisión de la demanda como lo
resuelve erradamente el operador judicial, puesto que para dicha fecha, el Despacho aún
no había implementado el plan de justicia digital, entonces, el auto en comento es
prueba de la denegación de justicia aplicada de manera caprichosa por el funcionario
judicial.

Pero dada la curiosidad de ver esta clase de providencias proferida por un administrador
de justicia me llevo a ahondar mi curiosidad y procedí a revisar el micro sitio web de
tan eficiente Juzgado y ohhh sorpresa de la justicia digital que se está aplicando y me di
a la tarea de sacar esta pequeña encuesta que ustedes solamente deberán evaluar como
abogados litigantes, o usuarios de la administración de justicia y que son testigos
directos de la ineficiencia de muchos funcionarios públicos que la administran a su
antojo.

Según el Estado del 15 de julio de 2020 este eficiente Juzgado inadmite 30


demandadas; en el Estado del 17 de julio de 2020, procede a inadmitir 28 demandas y
rechaza 23; en el Estado del 29 de julio de 2020, inadmite 41 demandas y rechaza 1; en
el Estado del 3 de agosto de 2020, procede a inadmitir 72 demandas y rechazar 4; en el
Estado del 4 de agosto de 2020, inadmite 46 y rechaza 11; en el Estado del 5 de agosto
de 2020, se inadmiten 59 demandas y finalmente en el Estado del 6 de agosto de 2020,
resulta inadmitidas 35 demandas y rechaza 2.; para un total de 352 inadmitidas y 59
rechazadas.

La conclusión de esta pequeña encuesta es que 352 profesionales del derecho no saben
absolutamente nada de como elaborar, redactar y presentar una demanda.

Del análisis de todos los autos proferidos por este eficiente juez, se tiene que todas las
demandas son inadmitidas sin fundamento sustancial, ni legal alguno, puesto que las
exigencias no están consagradas como causales de inadmisión de la demanda y en
muchos otros casos inaplica las causales de inadmisión en listadas en los art 5, 6 y 8
del Decreto 806 de 2020, como son el (i) No indicar en el poder la dirección del correo
electrónico del apoderado, la cual debe coincidir con la inscrita en el registro nacional
de abogados (SIRNA), (ii) No acreditar que el poder ha sido otorgado mediante mensaje
de datos, en caso de los poderes otorgados por personas inscritas en el registro
mercantil, deberán ser remitidos desde la dirección de correo electrónico anotada para
recibir notificaciones judiciales. (iii) No acreditar que al momento de presentar la
demanda (ante la oficina judicial), se envió simultáneamente por medio electrónico
copia de ella y sus anexos a los demandados. (iv) No indicar en la demanda el canal
digital, donde deben ser notificadas las partes, sus representantes y apoderados, los
testigos y cualquier tercero que deba ser citado en el proceso. (v) No indicar la forma
como se obtuvo el canal digital suministrado para efectos de notificación del
demandado y no allegar en tal caso las evidencias correspondientes. Además teniendo
en cuenta que la mayoría de las demandas a que se refiere la citada encuesta fueron
radicadas con mucha antelación a la declaratoria de la emergencia sanitaría y de la fecha
del cierre obligatorio de los Despachos judiciales.

¿Entonces, cómo es posible que no exista un Ente que controle la calidad de las
providencias judiciales que profiera un Juez en el ejercicio de sus funciones y que con
ellas se esté denegando el acceso y prontitud a una recta y cumplida administración de
justicia, en grave perjuicio de los usuarios, abogados litigantes y beneficiando sin lugar
a dudas la mora judicial?

Este inaudito caso, es solo un ejemplo de un juez de pequeñas causas y competencia


múltiple de la ciudad de Bogotá, a quien con el análisis y resultado que se hace debería
ser calificado en su evaluación de servicios como “no satisfactoria” en los términos
que indica el numeral 19 del artículo 85 y 169 a 173 de la Ley estatutaria de la
Administración de Justicia, que señala que el Consejo superior de la Judicatura es el
encargado de “Establecer indicadores de gestión de los despachos judiciales e índices
de rendimiento, lo mismo que indicadores de desempeño para los funcionarios y
empleados judiciales con fundamento en los cuales se realice su control y evaluación
correspondientes” y en donde se califique el nivel de productividad e indicadores de
desempeño de quienes son los encargados de la administración de justicia en cada uno
de los despachos judiciales.

Estos breves comentarios de la ineficiente prestación del servicio público de justicia


aplicado por muchos operadores judiciales, hace que necesariamente el Ente
competente procesa a ejercer el control de evaluación del servicio a quienes administran
la justicia y se tomen inmediatamente los correctivos a fin de que cese la morosidad
judicial.

Por Lord Jurídico


Para Osadía Jurídica Revista Digital
Bogotá. DC., 11 de agosto de 2020

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