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Fotos

Bordadas
La verdadera
y triste historia de
la caída y ascensión
de la simpar
Lucecita Rodríguez

Lorenzo Caprile
Pasquale Caprile

www.fotosbordadas.com
Diseño gráfico : jorgebenitoh@yahoo.es
Fotos
Bordadas
La verdadera
y triste historia de
la caída y ascensión
de la simpar
Lucecita Rodríguez

Retablo barroco en once


jornadas, algunas imágenes y
un glorioso tríptico final.

Lorenzo Caprile
Pasquale Caprile
Historias Tristes
aburre más de exceso, como la prota-

(y tal vez verdaderas)


gonista de esta historia, y como ella se
compra y se vende, cae y asciende, sin

A
dejar caer el telón antes de dar paso a
un nuevo sainete. También secuestran
continente y contenido de aquellos
modernos tapices de hace siglos que,
la vista de este último proyec- antes de pasar a convertirse en kitsch
to de Lorenzo y Pasquale en las paredes de nuestros salones, nos
Caprile: Fotos Bordadas, uno no puede hablan de que no es la nuestra la única
por menos que pensar cómo las apro- época en que la Historia puede contar-
piaciones, citas y reconstrucciones, se – e incluso inventarse- por medio de
han venido a convertirse en lugar las imágenes.
común del arte contemporáneo.
Desde que allá por aquellos míticos Disfraces, historias contadas y tra-
años setenta los artistas, y muy espe- vestismos; máscaras, en definitiva, que
cialmente los fotógrafos -por no olvi- nos hacen pensar si esta muestra de los
dar el origen de esta exposición- aque- hermanos Caprile no será una historia
llos que se agrupó precisamente bajo el inventada entre bambalinas. Si La
logotipo de apropiacionistas, englo- Verdadera y Triste Historia de la Caída y
bando tan dispares muestras como las Ascensión de la sin par Lucecita Rodríguez
de Cindy Sherman, Barbara Kruger o no será un relato ya contado, reinven-
Robert Mapplethorpe, revisaran por tado y rescatado de entre aquellos que
medio de la práctica los discursos de se contaban- en la época de aquellos
“autoría”, “genio” y otros vicios del tapices, galanes y celestinas- con media
relato de la Historia (del Arte, que pícara sonrisa. Una historia desempol-
para eso es lo que nos ocupa), son vada e hilvanada con estas otras de
muchas las alternativas que hemos nuestro tiempo, cuyo destino es posi-
podido encontrar en torno a esta prác- ble que no vaya mucho más allá del de
tica que hoy ya ha quedado convertida cualquier entremés como el que nos
en fórmula mágica de la alquimia de la cuentan: intentar que nuestras mira-
creación. Dado el marco en que pode- das queden prendidas, bordadas en
mos encontrar esta exposición, en estas imágenes: telones que no ponen
Galería Sen, y el juego que da la costu- fin a la función. Tal vez es que todavía
ra, podría no estar de más recordar los quedan historias por contar, aunque
trabajos que en la década siguiente rea- sean inventadas. Es posible que noso-
lizaron en nuestro país artistas utili- tros mismos tengamos que travestir-
zando esta ya por entonces fórmula de nos ante ellas, con nuestras mejores
la apropiación de la que son buena galas, eso sí, para no desentonar, y pen-
muestra los trabajos, entre otros, de sar, tal vez tararear entre dientes: me
Pablo Pérez-Mínguez, Ouka Leele o parece que es teatro.
Costus. Pero esta nueva exposición de
la galería – no podía ser en otra- no Julio Pérez Manzanares
sólo se apropia de los rostros disfraza-
dos de aquellos personajes que, cual-
quier noche de estas, podemos cruzar-
nos en un Madrid que cada vez se
Fotos bordadas
C on el epígrafe Fotos
Bordadas la galería Sen de
Madrid expone trece cuadros que
El mundo del teatro se percibe
en estas Fotos bordadas no sólo
por la composición escénica sino
también por la historia que nos
nos ofrecen el arte fotográfico de relatan. Una historia de amor en
Pasquale Caprile, y el arte del vesti- la que están presentes los celos y
do de su hermano Lorenzo. Ambos el honor, honor caballeresco,
autores, nos muestran en esta obra especialmente en lo conyugal, que
una faceta más de su carrera profe- nos traen a la memoria las come-
sional en la que la creatividad y la dias que escribieron los mejores
experimentación están continua- autores del siglo de Oro Español.
mente activas.
La perfecta fusión de técnicas
Modernidad y antigüedad se artísticas y la personal interpreta-
reconcilian en esta obra en la que ción de mezclar conceptos estéti-
las fotografías han sido transferi- cos han permitido a Pasquale y
das y aumentadas en un lienzo Lorenzo Caprile recrear una expe-
como si de pinturas se tratase. riencia vital y atraparla en un lien-
Inspirándose en la técnica del zo. Felicidades.
tapiz, pinturas tejidas, los autores
han revestido con tejidos a modo
de collage, totalmente la policro- Amalia Descalzo
mía de la fotografía.
Dentro de una escenografía
barroca, espacialmente dinámica,
sorpresiva y con elementos ambien-
tales que nos transportan a la más
rabiosa actualidad, se desarrolla “la
verdadera historia de la caída y
ascensión de la sin par Lucecita
Rodriguez”. Con la misma finali-
dad, decorativa e ilustrativa, que la
series de tapices historiados del
Renacimiento, los trece cuadros se
enlazan para relatarnos una histo-
ria. Una historia en la que cada cua-
dro es también concebido como
una de las partes principales en que
se dividen las obras escénicas.
Una Hermandad sobre su profesión. Y no es difícil ima-

desbordada
ginar lo mucho que se habrán reído
juntos poniendo en escena, con la

L
mirada comprensiva del objetivo de
Pasquale, un artista visionario curtido
en la publicidad y en el fotoperiodis-
mo, este enorme retablo en Once
os hermanos Caprile han Jornadas, más el glorioso tríptico final
unido sus talentos en este donde La Terremoto de Alcorcón, una
proyecto común lleno de gracia, y lo famosa pecadora contemporánea,
primero que debo decir es que literal- asume el poder celestial de la Virgen
mente lo bordan. Pasquale aporta su María para salvar in extremis el alma de
veteranía fotográfica y Lorenzo sus tra- la simpar protagonista, cuyo único
jes para cumplir un sueño de colabora- pecado verdadero, fuente de todos sus
ción que al parecer viene de lejos. Ellos males, fue el aburrimiento.
mismos aclaran que estas Fotos
Bordadas son el tributo que rinden a En estos tiempos, nosotros tam-
sus pasiones artísticas y estéticas de la bién, como ella, somos víctimas del
infancia, donde lo viejo y lo nuevo se aburrimiento vital, social y artístico.
hermanan (nunca mejor dicho) en un Por eso es tan de agradecer este desbor-
estallido creativo que sólo podía ser damiento. Lorenzo y Pasquale se han
posmoderno y muy pop, un auténtico puesto manos a la obra para divertirse
delirio narrativo inspirado principal- y divertirnos, brindándonos además
mente en dos grandes mitos literarios una ocasión inmejorable para el
españoles: la Celestina y Don Juan. encuentro. Tenía que ser, claro está, en
Porque efectivamente hay una la Galería Sen, templo y reducto del
alcahueta y hay un amante. Y la carne arte moderno. Es una manera de
tiene un precio. Y hay pasión y celos, recordarnos que el beneficio del artis-
amor y muerte, pecado y redención. ta está en el hecho mismo de crear. Se
Pasquale y Lorenzo han vuelto a jugar trata, como la vida, de un juego que
juntos, como seguramente harían en proclama los valores de la moderni-
su adolescencia, para bordar esta des- dad. Y con ellos, por si fuera poco, este
bordada fotonovela. retablo es una celebración del traves-
tismo, la expresión más perfecta de la
No han escatimado medios. Es una otredad y de la pluralidad formal.
auténtica superproducción con un Personajes femeninos como Lucecita,
reparto de lujo, fotografiada en el anti- La Muerte, La Sucia Maritornes y
guo Cine Bogart, que antes de servir- otros que aparecen en la taberna y en
les como plató fue un edificio ocupa- la fiesta han sido interpretados por
do. El testimonio de esa ocupación hombres, lo cual pone un broche de
son las pintadas reales en la pared que oro libertario a este suntuoso happe-
pueden apreciarse, al fondo, en la ning, urdido, vestido, fotografiado,
Cuarta Jornada, donde Lucecita bordado y firmado por los hermanos
Rodríguez, como una cliente más de Caprile. Y para que no caiga en el olvi-
Lorenzo -sólo que a la fuerza-, es vesti- do, lo han inmortalizado. A lo grande.
da para la boda con el Señor Duque.
El menor de los Caprile ironiza así Leopoldo Alas
Y en esta historia aparecen... Esta es la triste y verdadera Historia de la Simpar
Lucecita Rodríguez, una lozana y virgen huerfanita,
indefensa ante su desgarrador destino, sin otras
armas ante las adversidades de la vida que su belleza
y su encanto, ambos sin parangón…
Y aquí aparece, resplandeciente en toda su hermosu-
ra, en el inicio de esta su ejemplar historia…

LA SIMPAR LUCECITA
RODRÍGUEZ, virginal
y bella huerfanita,
heroína ejemplar
de esta historia…

EL SEÑOR DUQUE,
egoísta y lascivo
caballero de
riqueza sin igual…

Y aquí aparece el Señor Duque, vestido con absoluta


pompa y gala, dispuesto como todas las noches a
recorrer la ciudad entera a la caza y captura de la
carne más fresca y sabrosa, la única capaz de saciar
sus más inconfesables apetencias…

LA ALCAHUETA,
mujerzuela
mezquina y sin
escrúpulos…

EL AMANTE,
atractivo y
sensual galán…

Y OTROS INTERESANTES PERSONAJES QUE SE IRÁN DESCUBRIENDO...


La busca
I. Jornada Y aquí aparece la inmunda y vieja Alcahueta, de
negro vestida, con su parche que oculta los estragos
del mal francés, pues años ha buena puta, y de las bue-
nas, lo fue y muy justificadamente, abriendo con una
de sus roñosas llaves el encierro donde guarda la más
preciada de sus joyas y la mejor de sus inversiones, que
no es otra que la Simpar Lucecita Rodríguez…
Donde se ve y se cuenta la visita que hizo el Señor
Duque a La Taberna de la sucia Maritornes, donde
se citan las gentes de la peor calaña y especie, y a la
que la pobre Lucecita Rodríguez ha sido arrastrada
mediante engaños y a la fuerza por la inmunda
Alcahueta que con ella quiere hacer lucrativos nego-
cios, y allí el Señor Duque, a La Busca del objeto de
sus lascivos deseos, descubre a Lucecita y por ella
queda deslumbrado…

La Entrega
III. Jornada

La Compra
II. Jornada Donde se ve y se muestra el acto de La Entrega de
la Simpar Lucecita Rodríguez, virgen e ingenua, que
pasa de las corroídas manos de la inmunda y vieja
Alcahueta a las lascivas del Señor Duque, quien alta-
nero observa su nueva posesión y ya se relame del
Donde se ve y se cuenta la cita que el Señor gusto en sólo pensar de gozarla…
Duque concierta con la inmunda Alcahueta para
negociar el precio de La Compra de los favores car-
nales de la simpar Lucecita Rodríguez, en el tugurio
de la mal nacida vieja, y su posterior parlamento por
esta citada causa, y donde se muestra el alto precio
pagado por dicha transacción todo ello sin saber la
pobre huerfanita ni media palabra…
Atrapada
Y es tal el deseo por hacerla suya que allí mismo
se cobra su presa , y la desvirga sin apenas miramien- IV. Jornada
tos, y queda el Señor Duque satisfecho y saciado y la
Simpar Lucecita Rodríguez, por los suelos y con los
refajos al aire, se lamenta de su triste y desgraciado
destino, según aquello del romance que dice:

Puso la ocasión el fuego Donde se ve y se muestra cómo Lucecita


Y sacóla cuando quiso, Rodríguez, Atrapada por las circunstancias, es vesti-
da y peinada, contra su voluntad, por la Doncella y
Y amor, batiendo las alas, el Petimetre Peluquero, para el casamiento obligado
Abrasóle de improvisto. con el Señor Duque, bajo la atenta mirada de éste,
que quiere que esta su nueva posesión sea bendecida
y autorizada por la Santa Madre Iglesia para de ese
modo acallar los reproches de su mala conciencia…

La Boda
V. Jornada

Donde se ve y se muestra la ceremonia de La


Boda, entre el altanero Señor Duque y la asustada
Lucecita Rodríguez, ataviados para esa circunstan-
cia con suntuosas galas nupciales, bajo la dudosa
bendición del corrupto y lujurioso Sacerdote y la
atenta mirada de un tenebroso e imprevisto Testigo
con el que nadie contaba y que es una advertencia
de lo que está por suceder…
Aburrida
VI. Jornada Y es que el Amante es un apuesto torero y cómi-
co y cantante y culto poeta, y es tal su belleza y su
galanura que todas las damas de la Corte se disputan
su cortejo, su figura y sus viriles encantos…

En la que se ve y se admira a la simpar Lucecita


Rodriguez, ya convertida en La Señora Duquesa,
ataviada con sus mejores galas y joyas, sola, triste,
Aburrida, a pesar de su nueva y rica condición, que
solloza al leer una carta de sus antiguas amiguitas y
al añorar los tiempos pasados de lozanía, juventud, y
por encima de todo, libertad…

La Seducción
VIII. Jornada

La Fiesta
VII. Jornada
En la que se ve y se muestra La Seducción, lógica y
natural, que se apodera de Lucecita Rodríguez y su
engalanado amante, y el encantador cortejo que se
Donde se ve y se muestra La Fiesta y posterior inicia, con visitas ya a la ópera ya a los toros ya a la dis-
romería que, para aliviar el desconsuelo y aburrimien- tintas y diferentes corralas y teatros de la Corte y la
to de la simpar Lucecita Rodríguez, han organizado fatal atracción que la una empieza a sentir por el otro
sus queridas amiguitas, y en la que, en medio de tanto y viceversa y así sucesivamente…
colorido, belleza y brillantez, al son de flautas, pande-
retas y guitarras… Lucecita ve por primera vez al
apuesto Amante, y oye su voz acompañada del sonar
de la lira, que él mismo tañe, y queda prendada…
La Caída
IX. Jornada

Donde se ve y se muestra la consecuencia natural


de todo lo anterior, en la que Lucecita Rodríguez cede
a sus más bajas y depravadas pasiones y es seducida por
el viril ardor de su Amante, y La Caída es, ¡Oh cruel

La Venganza
desgracia! espiada por la inmunda y vieja Alcahueta,

XI. Jornada
con mucho deleite por su parte, que en ello ve negocio
y ventajosas oportunidades para su futuro medrar…

En la que se ve y se muestra el triste final de la


Simpar Lucecita Rodríguez, ya anunciado por el
misterioso y siniestro testigo de su Boda, que no era
otro que la muerte, pues el Señor Duque puesto a
salvar su honor mancillado por la traición de su
esposa no duda en ejecutar La Venganza correspon-
diente a dicha afrenta y pone entonces fin con sus
propias y cueles manos a la triste vida de la ingenua
Lucecita, precisamente en el momento en que ella
creía conocer el amor verdadero. Y con ello termina
esta ejemplar y desgarradora historia.

La Calumnia
X. Jornada

En la que vemos, sin poder hacer nada para


remediarlo, cómo a la vieja y putrefacta Alcahueta le
falta tiempo para susurrar La Calumnia abominable
en los oídos del Señor Duque, sorprendido en un
momento de comprometedora intimidad y que para
nada oculta ni su cólera ni su furia, madres terribles
de todos los males posibles y venideros…
La Ascensión
Y aquí gozamos de La Ascensión a los cielos de la
Simpar Lucecita Rodríguez, donde es recibida por
las amorosos y abiertos brazos de Nuestra Señora
María Santísima y sus Santos Ángeles Justicieros, y
el uno le recuerda su pecaminosa caída, escrita en
los rollos sagrados donde se registran todos nues-
tros aconteceres, y el otro le indica con la Espada de
la Verdad que el camino hacia sus salvación será
harto duro y difícil pero no imposible, según aque-
llo del romance que dice:

Vuestra fue la culpa, amiga,


vuestra fue, que mía no.
Aquí está la flor de las flores,
por amores murió aquí;
cualquier que muere de amores
mándese enterrar aquí.
Que así hice yo, mezquina,
que por amar me perdí.
Epílogo
Fotos Bordadas es un proyecto que nació hace
muchos años, quizás los mismos de nuestra vida en
común como hermanos. Siempre hemos querido
colaborar en algo juntos y unir trajes con fotografí-
as, pero siempre faltaron o el tiempo o el coraje o
las ganas o todo a la vez para llevarlo a cabo…
Gracias a Eugenia Niño, de la Galería SEN y a
su estímulo y su apoyo, nos decidimos por fin a
dejarnos de excusas y a componer este Retablo
donde se mezclan los recuerdos de nuestra infancia
en común: las oraciones y catecismos de nuestro
colegio el ya desaparecido Santa Maria de las
Nieves, las Obras completas de Aguilar encuader-
nadas en piel marrón, los cuentos de nuestra abue-
la, romances de ciego, radionovelas, fotonovelas,
telenovelas, álbumes de cromos, tebeos, moralejas
infantiles, canciones del coro, villancicos, estribi-
llos, canciones de campamento y de la Pradera y de
Mari Trini y de Mocedades… todo ello con mucho,
mucho humor y mucha, mucha nostalgia…
Y… ¡por supuesto! Los trajes de Lorenzo y las foto-
grafías de Pasquale.

Hermanos Caprile, Mayo 2007

Lorenzo Caprile

Pasquale Caprile
Equipo artístico Equipo técnico
Lucecita Rodríguez Roberto G. Alonso Director de Fotografía Pasquale Caprile
La Alcahueta Maribel Luís
El Señor Duque Jorge Laguardia Ayudantes de Fernando Conejo
El Amante Asier Etxandia Fotografía Primoz Bizjak
El Sacerdote Jorge Calvo María Alonso Lamberti
El Petimetre Modista Paco Tomás
Nacho del Rio Mayoral
Stefano Caprile
La Doncella Yuba
La Muerte Jose Martret Tratamiento Textil Hugo di Perna
La Sucia Maritornes Alberto Puraenvidia Colaboran Juanjo De
En la Taberna Natalia Sánchez Joselin Maldonado
Abraham Pilar Cañada
Josehan María Calderón (tintes)
David Carmen Hernando (tejidos)
Kike Vilas
Vestuario Lorenzo Caprile
Carlos Villota Aytes. de Vestuario Alberto
Paco Tomás Cloti
En la Fiesta Dorian Yuba
Alberto Teresa
Josito
Jose Luís Huertas Maquillaje Macu Gómez
Jose Martret Peluquería Jose Zarco
Casting y Coordinación Jose Martret
Kike Vilas
Videoclip Jose Martret
Y con la colaboración especial de
La terremoto de Alcorcón como Santa María Diseño gráfico Jorge Benito
Santísima y las FeldeneFlesh como sus Santos Comunicación Prensa David Sánchez
Ángeles Justicieros. dypcomunicación

Agradecimientos:
Eugenia Niño; Álvaro de Suñer;
Antiguo Teatro Cine Bogart; Sastrería Cornejo;
Disfraces Izquierdo; Hotel Urban;
Transportes L.M.O.; Catering Tita Redón;
Familia Batuecas; Chaumen;
Antonio Bolós; Txomin Salazar.
Si quieres seguir disfrutando
de la verdadera y triste historia de la
Simpar Lucecita Rodríguez visita la web:
www.fotosbordadas.com

www.lorenzocaprile.es
www.pasqualecaprile.es

www.galeriasen.com

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