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Universidad de Córdoba. Facultad de Ingenierías.

Programa: Ingeniería
ambiental. Asignatura: Economía ambiental
Capítulo 1. Los recursos, la economía, los mercados y el Estado
Omar Castillo Nuñez, Econ. –Profesor, Universidad de Córdoba, Colombia,
Objetivos de enseñanza-aprendizaje

Introducción
Cualquier sociedad, en mayor o menor medida, enfrenta problemas económicos por la
escasez de bienes y recursos que limitan el bienestar de sus habitantes. Para enfrentarlos
ha de elegir una determinada manera de utilizar tales recursos en la actividad económica
dentro de un arreglo institucional determinado llamado sistema económico. Este capítulo
tiene los siguientes objetivos de enseñanza -aprendizaje:
 Definir qué es un problema económico y qué es la actividad económica.

 Identificar los factores o recursos productivos en una economía moderna

 Definir qué es Economía y Economía ambiental, y diferenciar los enfoques


macroeconómico y microeconómico; positivo y normativo.

 Explicar cómo resuelve una economía de mercado la asignación de los recursos.

 Distinguir los principales mercados en una economía moderna

 Señalar el papel del Estado en una economía moderna.

 Representar en un modelo gráfico las relaciones entre naturaleza, mercados y


Estado.

1. El problema económico
Una expresión que acostumbran a usar los economistas, atribuida al Premio Nobel de
Economía en 1976, M. Friedman, puede ayudar a ilustrar el problema económico: “no
hay almuerzo gratis”. Con ella se quiere significar que no se puede obtener alguna cosa
por nada, que toda acción hacia la obtención de algo implica sacrificar otro algo, es decir,
tiene un costo. Aunque una comida se proporcione a alguien sin cobrarle nada, la sociedad
habrá utilizado recursos (como fuerza de trabajo, materias primas, equipos, etc) en su
preparación, cocción y suministro, por lo tanto, un almuerzo gratis, en realidad, no es
gratuito.
Los recursos son todos aquellos medios usados para satisfacer necesidades humanas
directamente o para usarlos indirectamente y producir bienes y servicios que también las

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satisfagan. Si el individuo o la organización social que “regala” el almuerzo no tuvieran
limitaciones de dinero para comprar más insumos, o de tiempo para emprender otra
actividad, no deberían estar enfrentados a opciones ni a elecciones, que generen un costo.
Siempre que al usar un recurso implique sacrificar algo se plantea un problema
económico.
El aire no parecería ser un recurso escaso, por lo que no debería plantear un problema
económico respecto a su uso, es decir, no cuesta nada en términos de sacrificar algo para
gozar de su uso. Sin embargo, por los problemas de contaminación atmosférica la
posibilidad de respirar un aire más limpio implica que los contaminadores deban utilizar
métodos para reducirla, pero que suponen un costo adicional a sus empresas (Becker,
1997:11). Aquí se plantea un problema económico, ya que para respirar aire más puro
debe utilizarse recursos que podrían aprovecharse para satisfacer algún otro fin.
Cuando los fines a los que se enfrentan las personas y la sociedad están en competencia
y se pueden distinguir por orden de importancia, y cuando el tiempo y los medios o los
recursos para conseguir dichos objetivos son limitados y susceptibles de aplicación
alternativa, entonces la conducta humana adopta la forma de una elección (Robbins,
citado por Napoleoni, 1986: 654). Cuando no hay opción, no hay problema de elección
y, por lo tanto, no existe problema económico.
Los recursos a los que se refiere Robbins son el tiempo y el dinero, en el caso de las
personas; y los medios o recursos para producir y consumir más bienes, en el caso de la
sociedad en general.
El concepto y el campo de la elección es bastante amplio e incluye a nivel personal, entre
otras, decisiones que van desde cómo asignar el tiempo disponible entre diversas
actividades: entre estudiar y trabajar, entre trabajar y vacacionar, por ejemplo, hasta la
elección de pareja matrimonial y de cuántos hijos tener. En lo social, desde la decisión de
elegir entre el uso de los recursos naturales para la conservación del ambiente y recreación
espiritual, o para la producción de alimentos y materias primas, hasta decisiones políticas
sobre el monto de recursos que habrá de destinar un país en la educación, la salud, el
cambio climático, y los servicios públicos para sus ciudadanos, o en policías, armas y
jueces para combatir el crimen, etc.
En todos los casos anteriores, aunque parezca extraño, se trata de elegir el uso de los
recursos en el marco de situaciones de escasez para satisfacer fines en competencia. En
tal sentido se asocian a un problema económico, y se pueden analizar con un enfoque
económico. Tómese la cuestión, por ejemplo, del número de hijos a tener, que parece ser

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un asunto por fuera de consideraciones económicas: los hijos son un bien de consumo
que produce felicidad a los padres, sin embargo, desde el nacimiento hasta su educación
universitaria genera gastos, si tales gastos aumentan más comparado con los de otros
bienes de consumo, se plantea el problema de elegir tener más o menos hijos, y más
exactamente cuántos1.
En resumen, las personas y la sociedad en general enfrentan necesidades múltiples, que
pueden ordenarse, priorizarse, y para satisfacer tales necesidades se dispone de tiempo,
dinero, bienes y recursos que son limitados y susceptibles de usos alternativos. La
insatisfacción de necesidades ocasionadas por la escasez de cualquiera de tales recursos
determina la existencia de un problema económico.
1.1. Bienes y servicios, recursos escasos, y actividad económica
Los bienes son todas aquellas cosas físicas o materiales que por sus cualidades se les
atribuye la capacidad de satisfacer necesidades de forma directa o indirecta. Son, como
su nombre lo indica, un bien, algo que produce satisfacción, utilidad, bienestar. El pan,
para calmar el hambre; el agua, para saciar la sed y regar los cultivos; un paisaje para
sosegar el espíritu, etc.
Los servicios satisfacen también necesidades, pero una característica distintiva es que, a
diferencia de los bienes, los servicios son inmateriales. Pueden referirse a: i) la ayuda que
proporcionan los bienes a quienes los usan, por ejemplo, el servicio que presta el equipo
recogedor y procesador de basura para evitar contaminación; ii) el resultado de la
actividad productora del trabajo cuando no se manifiesta en la forma de un bien tangible,
como el servicio que presta un transportador al trasladar los productos agrarios del campo
hasta la ciudad (Zamora 1969:111). En todos los casos, no se producen artículos físicos,
materiales, como los bienes, sino que son inmateriales.
Un criterio amplio para clasificar los bienes que la sociedad utiliza es el de la función que
cumplen. Según su función, los bienes pueden ser:
(i) Bienes directos o de consumo. Son aquellos que se destinan al disfrute y sacian
directamente una necesidad. El aire, que satisface la necesidad de respirar oxigeno; un
paisaje natural, que satisface la necesidad de recreación del espíritu; una fruta comestible
que alimenta; un vestido, una vivienda, un vehículo, etc., independiente que su consumo
sea inmediato o duradero.

1
Esta incursión de la Economía para explicar fenómenos sociales que van más allá del campo de lo
mercantil ha motivado críticas a la Economía por convertirse en una ciencia imperial y es objeto de un
debate intenso sobre cuál es el verdadero campo de estudio de la Economía (Véase Chang, 2015).

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(ii) Bienes indirectos o medios de producción. Son aquellos que se emplean en preparar
la satisfacción de necesidades mediante la obtención, con ayuda de ellos, de otros que de
modo directo las satisfagan; por ejemplo, la energía solar, los minerales del suelo, la mano
de obra, las máquinas y equipos, las construcciones físicas, etc. Constituyen bienes que
ayudan a producir otros bienes. Se les denomina también recursos o medios de producción
o factores productivos.
Ya que la naturaleza no provee libremente la suficiente cantidad de bienes directos e
indirectos que desea la sociedad, se dice que son escasos. La escasez tiene dos
connotaciones:
(a) que existen en cantidades finitas, es decir, su disponibilidad es limitada
(b) que, aunque sean abundantes, una deficiente utilización de estos genera insatisfacción
de necesidades. Esta escasez de bienes y recursos restringe la capacidad de producción y
de consumo de los individuos y de la sociedad en general.
Los bienes obtenidos o elaborados con recursos escasos son bienes económicos. Los
obtenidos con recursos abundantes, sin esfuerzo alguno, son bienes no económicos, o
libres, o gratuitos; tienen precio cero.
La consecución de bienes económicos para satisfacer necesidades es lo que da origen a la
actividad económica. Esta se materializa en la sociedad con el adelantamiento de
procesos de producción, distribución, intercambio, y consumo de los bienes y servicios.
La producción. Es la actividad mediante la cual los seres humanos se procuran nuevos
bienes y servicios para satisfacer sus necesidades combinando de una determinada
manera los recursos de los que se dispone.
La distribución. Comprende el reparto tanto de los medios utilizados para producir como
de los bienes elaborados entre quienes concurren a producirlos.
El intercambio. Se refiere a la serie de actos por los cuales las personas obtienen los bienes
y recursos que no poseen mediante la cesión de los bienes que poseen.
El consumo. Se refiere tanto al acto de usar los bienes directamente aplicables a la
satisfacción de las necesidades: el consumo del pan, por ejemplo, así como al acto de
aplicarlos a otros fines indirectos, como el desgaste de los equipos y construcciones. El
consumo implica también al final la generación de residuos.
En resumen, los bienes y servicios satisfacen necesidades humanas; algunos de ellos lo
hacen de manera directa (bienes de consumo) y otras de manera indirecta (medios de
producción o factores productivos). Los bienes económicos están hechos de recursos

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escasos y la actividad sistemática, continua, permanente de los seres humanos para
producir bienes económicos constituye la actividad económica.
1.1.1. Factores productivos
A los bienes indirectos, como ya se señaló antes, también se les conoce como factores
productivos. En el ámbito social, lo constituyen: i) los recursos naturales y biológicos;
iii) el capital; iii) la fuerza de trabajo; y, iv) la iniciativa empresarial.
Son bienes para producir más bienes en la sociedad. Comprende todos aquellos medios,
sean o no económicos, con los que cuenta una sociedad para producir los bienes y
servicios que necesita y desea. Es la fuente definitiva de lo que están hechos todo lo que
se produce en la sociedad. De acuerdo con su procedencia o no del esfuerzo humano, se
pueden clasificar en:
i) no procedentes del esfuerzo humano: los recursos naturales y biológicos;
ii) procedentes del esfuerzo humano: la fuerza de trabajo, el capital, y la capacidad
empresarial.
Recursos naturales y biológicos
Los recursos naturales son “regalos, dones de la naturaleza” Commom (1988, citado por
Reed, 1994:15). Son todos aquellos bienes de que disponen un país o una región,
procedentes de la naturaleza, que no han sido hechos por los seres humanos a través de
un proceso de fabricación iniciado por los mismos. Dichos recursos proporcionan utilidad
o bienestar cuando se utilizan para ofrecer servicios recreativos, o cuando son utilizados
como factor productivo para producir alimento, materia prima, o energía. Un bosque
natural, por ejemplo, es un recurso natural que puede ser utilizado para extraer madera, o
para actividades recreativas. Los suelos, y los minerales que yacen y actúan en su
superficie y los hacen cultivables - cuando no han sido intervenidos por el ser humano-,
son también recursos naturales a través de los cuales se pueden producir otros bienes.
Un criterio de clasificación de los recursos naturales relacionado con la actividad
económica toma en cuenta la velocidad con la que se recuperan una vez que ellos se
utilizan. De acuerdo con ese criterio se han clasificado en:
(i) Recursos naturales no renovables, son aquellos de los que se dispone en cantidades
fijas durante un período de tiempo suficientemente largo, sin posibilidad de reproducción
natural o humana significativa; ejemplo, las reservas de carbón, petróleo, gas natural, etc.

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(ii) Recursos naturales renovables, que tienen como característica el hecho que cuando el
uso del recurso produce su agotamiento seguidamente se produce su regeneración
automática en plazos más o menos cortos.
Los recursos renovables a su vez han sido clasificados en:
(a) recursos naturales renovables biológicos. Ejemplo: los bosques, las plantas silvestres,
los peces, la fauna y la flora. En general, lo que se denomina la biodiversidad, que lo seres
humanos aprovechan mediante la caza y la recolección, la obtención de sustancias
medicinales e industriales, etc.
(b) recursos renovables no biológicos o ambientales. Ejemplo: depósitos de agua
(océanos, ríos, lagos, pantanos, acuíferos), la luz del sol que llega a la tierra, el aire, los
suelos, la atmósfera, la capa de ozono, etc.
Debe anotarse que estos recursos, tanto biológicos como ambientales, pueden ser
destructibles y, tal vez, no recuperables, si por cualquier circunstancia son sometidos a
una explotación después de ciertos límites. Ejemplos en este sentido son la pérdida de
suelos por erosión, la destrucción de la capa de ozono, o de un bosque, la contaminación
de los mares, el agotamiento de un acuífero, etc.
Como se señaló antes, estos recursos no son producidos por el esfuerzo humano, pero en
la medida en que son bienes para producir más bienes, pueden valorarse o degradarse a
través de la acción, deliberada o accidental, de los seres humanos, y, sobre todo, en la
medida en que cumplen funciones económicas importantes a lo largo del tiempo en la
forma de un flujo de servicios, se le considera también una forma de capital: el capital
natural. Este capital se diferencia del capital construido por los seres humanos, que se
verá enseguida.
En resumen, los recursos naturales comprenden el capital natural: los suelos y su
fertilidad, el agua, y los yacimientos minerales que se extraen y son utilizados en la
producción, más “los regalos de la naturaleza” que no se pueden comprar y vender en un
mercado, como la luz del sol, el viento; o que no se pueden utilizar para fines productivos,
como la belleza de un paisaje natural y otros.
El factor o recurso capital
Los recursos de capital o manufacturados son producidos por la actividad humana. El
capital es algo producido, que es duradero y sirve para hacer otras cosas que se valoran,
que son útiles. La palabra duradero aquí significa que no se consume rápidamente en el

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proceso de producción. Una regla practica para diferenciar es que el capital debe durar
por lo menos un año (Hall y Lieberman, 2006:3).
Se distinguen varios tipos de capital:
a) El capital físico, que comprende las edificaciones donde funcionan las empresas, las
máquinas, los equipos, las herramientas, las construcciones, e infraestructuras en general,
y cuya característica es que al utilizarse no desaparecen en un solo ciclo productivo, sino
que duran varios. Otros medios que entran en el proceso productivo pero cuya duración
es menor, o que desaparecen o se gastan en un único período de producción, también son
capital; por ejemplo, las materias primas, los combustibles, etc.
b) El capital humano. Es el conjunto de conocimientos, destrezas, aptitudes y, en
general, todas las inversiones que se hacen en las personas a lo largo de la vida en
educación, nutrición y en salud, las cuales aumentan sus competencias y capacidades, e
influencian sus ingresos monetarios futuros (Becker, 1975:9). Se mide general/ por el
grado de escolaridad que posee una persona. El capital humano de un individuo
normalmente se suministra junto con su tiempo de mano de obra -otro factor que se aborda
más adelante. No obstante, es necesario diferenciar entre el tiempo que un trabajador
proporciona (su mano de obra) y las destrezas o conocimientos que posee (capital
humano), pues éste determina las diferencias salariales.
c) Más reciente se ha incorporado el concepto de capital social. Se refiere a las
características de la organización social como redes, normas y confianza social que
facilitan la coordinación y la cooperación para el beneficio mutuo (Putman, 1995: citado
por Solís y Limas, 2012:192). El capital social, es algo intangible que se ubica en la
estructura de las relaciones que forman los individuos como seres sociales. Es el sentido
de pertenencia a un grupo social, a un territorio, la confianza, la reciprocidad, la
asociatividad que permite a una persona, por ejemplo, obtener objetivos en pro de su
actividad o capacidad productiva; o a una empresa facilitar el intercambio de bienes
tangibles, como mercancías, o intangibles, como conocimiento, asesoría profesional,
información, intercambio de experiencias, etc.; o a una sociedad la obtención de
propósitos comunes mediante la acción colectiva.
La mano de obra o fuerza de trabajo
El tiempo, al menos su conteo, es una creación humana. La fuerza de trabajo es el
tiempo que las personas dedican a producir bienes y servicios. Los trabajadores proveen
servicios que combinados con recursos de capital en general, producen bienes

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económicos. El tiempo que los trabajadores utilizan en la producción de bienes y servicios
también se considera escaso socialmente. Convencionalmente, se asume que a ciertos
niveles de desempleo global voluntario (por debajo del 5% de las personas que buscan
trabajo) constituye una situación de escasez del servicio de trabajadores.
La iniciativa empresarial
La iniciativa empresarial es la capacidad de un individuo para emprender, dirigir, y la
disposición a usar esa capacidad para combinarla con los demás recursos mencionados
en una empresa productiva. Combinar con acierto el uso de los factores, liderar la
organización del proceso de producción y venta, invertir e innovar asumiendo los riesgos
que ello implica, son capacidades que desarrollan principalmente los empresarios. Tener
capacidad de emprendimiento puede dar origen a ideas innovadoras que ayuden a
establecer nuevas empresas, o a renovar y expandir las existentes; conducir a la conquista
de nuevos mercados de venta del producto, o de provisión de materias primas, etc. Sin
empresarios con virtudes de autoconfianza, las empresas a gran escala podrían dejar de
funcionar eficientemente.
En síntesis, los recursos naturales, el capital, en sus distintas manifestaciones, la mano de
obra, y la iniciativa empresarial, son los factores productivos con los que cuenta cualquier
sociedad para producir los bienes y servicios que necesita y desea. Tanto las naciones con
altos niveles de ingreso y riqueza, llamadas también naciones o países desarrollados, así
como las naciones de bajos ingresos y riqueza, enfrentan el problema de la escasez. La
diferencia está en el grado de escasez de los recursos y la forma que ello toma. Por
ejemplo, algunas naciones tienen una oferta absoluta más abundante de recursos
naturales, de capital humano, de empresarios innovadores, etc. que otras, lo cual
probablemente hace que las necesidades insatisfechas de una sean menores con respecto
a las de las otras. O aun teniendo dotación de recursos similares, algunas los usan de
manera más adecuada, más eficiente que otras. Es decir, una escasez absoluta mayor o
relativa de esos recursos puede provocar probablemente que se tenga menos de todos los
bienes y servicios que se producen con ellos.
1.2. La elección económica
La existencia de fines múltiples, la escasez de bienes y recursos y su aplicación a usos
alternativos, como ya se señaló, obliga inevitablemente a las personas y a la sociedad a
elegir, a tomar decisiones sobre el mejor uso de estos. A nivel individual, la asignación
de los recursos se refiere a la cantidad de estos, como el tiempo y/o el dinero, que se le

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dedica a una actividad. Tales elecciones y/o asignaciones tienen beneficios, costos, y
repercusiones futuras. Se tienen beneficios que generan utilidad, bienestar; se incurre en
un costo pues al elegir una opción se están sacrificando otras igualmente viables. En
cuanto a las consecuencias, la elección que una persona hace hoy acerca de en qué y
cuánto gastar y cuánto ahorrar hoy; o cuánto trabajar y/o descansar hoy, tendrán efectos
sobre cuánto bienestar tendrá en el futuro. Las elecciones que un empresario hace hoy
acerca de qué y cuánto producir, cuál tecnología utilizar, o cómo distribuir las ganancias
de la empresa, tendrán efectos sobre la rentabilidad futura de la misma.
En lo social, la elección está relacionada con la distribución de los bienes y factores
productivos en las distintas actividades de producción, intercambio y consumo, entre las
personas y las organizaciones de la sociedad. Las elecciones que un país haga acerca del
uso de los recursos naturales determinarán la afectación que se tenga en la producción de
bienes de mercado y de la calidad del medio ambiente. Por lo tanto, elegir óptimamente
es crucial en la economía de los individuos y de la sociedad pues ello afecta el bienestar
actual y futuro.
Se ilustra a continuación un problema de elección o de asignación de recursos en una
economía que produce dos bienes2. Suponemos: i) los individuos eligen de manera
racional, es decir, desean maximizar la utilidad del consumo; ii) los recursos están
plenamente utilizados.
Se utilizan conceptos teóricos y se trata de decidir cuánto consumir de cada bien.
El conjunto de oportunidades
Identificar el conjunto de oportunidades es el primer paso en un problema de elección. En
la teoría económica, el conjunto de oportunidades es un concepto teórico que indica las
posibilidades existentes; define el listado de opciones presentes y posibles de consumo o
de producción. Tales opciones están limitadas por las restricciones, las cuales limitan o
definen el conjunto de oportunidades. El conjunto de oportunidades cuyas restricciones
son impuestas por el dinero se les llaman restricciones presupuestarias; las que están
definidas por el tiempo, se les denomina restricciones de tiempo.
A la frontera o límite del conjunto de oportunidades, en el caso de un individuo o de la
sociedad, se le denomina curva de posibilidades de utilidad 𝐶𝑃𝑈. La 𝐶𝑃𝑈 es otro

2
Sigo en este punto a Stiglitz (1994:56-66)

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concepto teórico que indica la satisfacción o bienestar que reporta el consumo de
determinada combinación de bienes3.
En la gráfica 1 se ilustran estos conceptos. La 𝐶𝑃𝑈, simbolizada como 𝑀𝐴, describe la
relación entre la utilidad del consumo de bienes ambientales y el consumo de bienes
materiales. En el eje vertical se representa la utilidad reportada por el consumo de bienes
de mercado, expresado de manera global en el concepto de producto interno bruto, PIB.
El PIB es el valor monetario de todos los bienes y servicios que produce la sociedad en
un período de tiempo determinado.
En el eje horizontal, se representa la utilidad obtenida del consumo de un ambiente sano4.
Bajo el supuesto de utilización plena de los recursos, cada punto sobre la 𝐶𝑃𝑈 indica el
nivel máximo de utilidad obtenido por el consumo de bienes de mercado, dado el nivel
de utilidad de consumir un ambiente sano.
El punto 𝐺 representa un nivel de consumo más alto de bienes de mercado 𝑂𝐻, y uno de
consumo de calidad ambiental baja 𝑂𝐼 . El punto 𝐹 representa un nivel de utilidad en el
que se sacrifica bienestar material al reducir el consumo de bienes de mercado hasta 𝑂𝐵,
para consumir algo más de calidad ambiental 𝑂𝑁. El estar en uno cualquiera de estos
puntos de la 𝐶𝑃𝑈 forma parte del problema de la elección o asignación de los recursos de
una sociedad, y es una elección social, es decir, involucra a todas las personas de la
sociedad.

Intercambio entre las opciones

En la elección de consumir más bienes de mercado y/o calidad ambiental existen


intercambios de consumir más del primero y menos del segundo o viceversa. El definir
estos intercambios es el segundo aspecto en el problema de la elección.
Por el supuesto de plena utilización de los recursos, en la frontera de la 𝐶𝑃𝑈 no es posible
obtener mayores niveles de consumo de uno sin tener que renunciar a algo de consumo.

3
Como señala Stiglitz (2000:76): el concepto de utilidad no es más que un útil instrumento para analizar
los beneficios que reporta el consumo a una persona. No es posible medirlo (salvo indirectamente
observando lo que están dispuestos a pagar los individuos por obtenerlo), no existe ninguna máquina que
pueda averiguar el número de útiles (o como quiera que pudiera llamarse la unidad de medición de la
utilidad) que se obtiene comiendo una pizza, o disfrutando de un paisaje natural, o escuchando música de
un disco compacto.
4
Un ambiente sano podría estar representado en un índice de calidad ambiental, obtenido a partir de los
datos sobre las diversas dimensiones del ambiente circundante: concentraciones volátiles de 𝑆𝑂2 , niveles
de ruido urbano, material particulado del aire, calidad del agua, etc, En el caso de Colombia, véase el
índice de calidad ambiental urbana, ICAU.

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Utilidad
J
(PIB)
M G
H

Curva de posibilidades
de utilidad

B F

O Utilidad (calidad
I N A
ambiental)

Gráfica 1. Elección racional


La curva de posibilidades de utilidad muestra la máxima utilidad que
puede lograr la sociedad por el consumo de bienes de mercado, dado
el nivel de utilidad obtenido por el consumo de bienes ambientales.
En la frontera, la sociedad no puede consumir más de uno, a menos
que consuma menos del otro, y lo contrario.
Fuente: Elaboración propia

Tales intercambios pueden calcularse comparando las cantidades adicionales que se


consumen de un bien contra las que se dejan de consumir del otro. Supóngase que la
sociedad de consumo representado en la gráfica 1 quiere incrementar el consumo de un
ambiente más sano pasando del punto 𝐺 al punto 𝐹, es decir, si incrementa el consumo
de calidad ambiental en 𝛥𝐴, deberá renunciar al consumo de bienes de mercado en 𝛥𝑀.
El costo
Las elecciones que se hacen tienen un costo. Estimarlo es el tercer aspecto a tener en
cuenta en el problema de elegir. La teoría económica concibe el costo en función de los
intercambios dentro del conjunto de oportunidades. Optar por una opción u otra de
elección genera un costo: se denomina costo de oportunidad. El costo de oportunidad es
a lo que se renuncia para obtener algo. En este sentido, el costo de oportunidad de
consumir una cantidad adicional de calidad ambiental es a lo que renuncia la sociedad al
dejar de consumir una cantidad adicional de bienes de mercado. En el ejemplo de la
gráfica 1, el costo de oportunidad, 𝐶𝑜 , está dado por la pendiente de la curva de
posibilidades de utilidad cuando la sociedad se desplaza a lo largo de la 𝐶𝑃𝑈 de forma
descendente, esto es:
𝛥𝑀
𝐶𝑜 = − 𝛥𝐴 . En este caso 𝐶𝑜 está expresado en unidades físicas e indica a cuánta cantidad

adicional de consumo de bienes ambientales accede por cada unidad de bienes de mercado
al que renuncia.

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Decisiones de costo versus beneficio
Para evaluar si la elección de la sociedad de consumir más calidad ambiental y menos
bienes de mercado es provechosa, la sociedad representada en la gráfica 1 debe comparar
cuánto es el beneficio obtenido y cuánto el costo en que incurre. Si el precio de los bienes
de mercado es 𝑃𝑚, y la disposición a pagar por el consumo de un ambiente más sano es
𝑃𝑎, entonces debe compararse el beneficio que se obtiene del consumo de una cantidad
adicional de calidad ambiental, esto es 𝛥𝐴 × 𝑃𝑎, con el costo en el que se ha incurrido al
renunciar al consumo de bienes de mercado, esto es -𝛥𝑀 × 𝑃𝑚.
Si el beneficio de consumir una unidad adicional excede a la pérdida, es decir, si 𝛥𝐴 ×
𝑃𝑎 es mayor que −𝛥𝑀 × 𝑃𝑚, la sociedad encontrará el punto 𝐹 de la gráfica 1 más
provechoso y elegirá producir en ese punto en el que consume 𝑂𝑁 cantidad de calidad
ambiental y 𝐻𝐵 cantidad de bienes de mercado.
A esta manera de elegir y tomar decisiones se le conoce como modelo de elección
racional. Según este modelo, en la economía toda acción se emprende si los beneficios
son superiores a los costos.
Un aspecto importante en la toma de decisiones económicas es que las variables
analizadas se consideran en términos de cómo se comportan en el margen, o sea, en
términos de la última unidad consumida (o producida). Si la utilidad obtenida por la
última unidad de un producto (la utilidad marginal) es superior a lo que cuesta (el costo
marginal) se habrá tomado una decisión racional. A este tipo de análisis se le denomina
análisis marginal.
1.3. Economía: Definición, Metodología, Micro y Macroeconomía
Definición
Con los conceptos precedentes de fines múltiples, recursos, elección, y la idea de escasez,
se puede definir el objeto de estudio de la Economía.
La Economía es una ciencia social empírica que analiza cómo los individuos, las
empresas, el Estado y otras entidades de la sociedad toman decisiones de asignar recursos
en el proceso de la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes materiales
y servicios.
Como ciencia social empírica, la Economía estudia el problema social de la elección o la
asignación de recursos. Lo que significa que se basa en un análisis sistemático del mismo,
que implica:
(i) Plantear problemas extraídos de la realidad.

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(ii) Formular hipótesis o teorías que expliquen el comportamiento de tales problemas.
(iii) Verificar o contrastar las teorías poniéndola a prueba con el examen de datos reales.
(iv) Predecir el probable comportamiento futuro del fenómeno analizado y proponer
políticas para transformar situaciones no deseadas.
La teoría económica es su principal herramienta de análisis. Como toda teoría, consiste
en un conjunto de hipótesis y de conclusiones deducidas o extraídas a partir de ciertos
supuestos.
La teoría económica, por lo general, hace supuestos referidos a:
(i) Cómo se comportan los agentes económicos, es decir, si productores y consumidores,
por ejemplo, eligen racionalmente, es decir, si actúan en beneficio propio o no.
(ii) Cómo funcionan los mercados en los que estos agentes actúan, por ejemplo, si el
precio se determina por el juego de la oferta y de la demanda o no; si existe movilidad de
los recursos o no; si existe información completa o no y si ésta se distribuye por igual o
no entre los agentes, etc.
(iii) Si existe un equilibrio, esto es, si la forma como finalmente los agentes toman sus
decisiones de asignación generan una situación en la que no hay incentivo alguno para
modificarla.
Metodología. El modelo económico y las pruebas empíricas
A la teoría económica también se le llama modelo, y la modelización es un método
mediante el cual intenta explicar los problemas de la actividad económica de la sociedad
moderna.
Los modelos económicos son una representación simplificada de la realidad, construidos
ya sea con palabras, o con gráficos, o con ecuaciones matemáticas para proporcionar una
explicación del fenómeno económico que se analiza y predecir su ocurrencia cuando se
presenten las condiciones bajo las que se formuló. En este orden de ideas, el modelo
económico puede describir (Stiglitz, 1994:38):
(i) Una relación general entre dos o más variables. Por ejemplo, la relación positiva
existente entre la cantidad de contaminación, y el nivel de emisiones, 𝐸, de un
determinado contaminante:
𝑊 = 𝑓 (𝐸) . Si 𝑊 es la cantidad de contaminación y 𝐸 es la cantidad de emisiones de
un contaminante, entonces se puede expresar que:
𝜕𝑊⁄ > 0 . Es decir, la cantidad de contaminación es una función positiva de la
𝜕𝐸
cantidad de emisiones.

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(ii) Una relación cuantitativa entre dos o más variables: lo demás constante, la demanda
de un lugar recreativo es:
𝑄𝑑𝑡 = 200 − 1,5𝑐𝑣𝑡 + 𝜀𝑡
𝑄𝑑= cantidad de visitantes a un sitio de recreación en el momento t. 𝑐𝑣= costos de viaje
al sitio. 𝜀 = término de error, 𝑡 𝑒𝑠 un índice de tiempo.
La ecuación indica que si los costos de viaje aumentan en $1.000 unidades monetarias,
la demanda al sitio de recreo disminuye en 1.500 personas.
(iii) Realizar una predicción general: por ejemplo: si el gobierno establece un impuesto
sobre las emisiones, bajo ciertas circunstancias, la empresa contaminará hasta el nivel en
el que el costo de reducir una unidad adicional d emisión se iguale a la tasa del impuesto
a pagar al gobierno.
La mayoría de las ciencias empíricas - y la Economía lo es -, acuden a ese recurso de la
modelación y de la abstracción, que, como se ha señalado, es una simplificación de la
realidad en la que se busca tomar lo esencial del fenómeno en estudio para comprenderlo,
dejando de lado los aspectos no esenciales para el objetivo inmediato que se persigue. El
modelo viene a ser como una especie de mapa de carretera que elimina una infinidad de
detalles particulares del camino, pero que permite llegar al sitio al que se quiere ir.
Para colocar un ejemplo de la Física, considerada ciencia empírica por antonomasia: la
velocidad de un cuerpo en caída depende no sólo de la gravedad, sino también de la
resistencia de ese cuerpo al aire, la cual a su vez está determinada por la forma y otras
características físicas del cuerpo. Para demostrar que la gravedad existe hay que aislar
estos factores usando una cámara de vacío. Nada de malo hay en este procedimiento,
siempre que no se pierda de vista el contexto. Y una vez establecido que la gravedad
influye por igual en todos los cuerpos, independiente de su peso, forma o tamaño, hay
que volver a recordar que no todos los cuerpos caen a la misma velocidad.
En las ciencias sociales, y en la Economía en particular, no existen experimentos tan
puros5, pero los científicos sociales sí tienen medios para crear sus propias “cámaras de
vacío” en las cuales se pueden observar la influencia de un factor o una variable sobre un
fenómeno económico de interés. Las variables como el precio de los productos y de los
factores, los ingresos económicos, las cantidades compradas y vendidas en un mercado,

5
Debe anotarse, sin embargo, que los economistas también realizan experimentos para analizar diversas
cuestiones económicas en campos diversos de la Economía, especialmente en el funcionamiento de
diferentes tipos de mercados. La concesión del premio Nobel de Economía en 2002 a Daniel Kahnemann
y Vernon Smith; a Richard Thaler, es un reconocimiento a esta otra forma de aproximarse al estudio de
los fenómenos económicos.

14
el ingreso total, la cantidad de emisiones contaminantes son magnitudes económicas que
se pueden observar y medir, y que varían con el paso del tiempo. En este sentido, la teoría
se puede contrastar con pruebas empíricas.
A la teoría económica, le interesa establecer las relaciones existentes entre las variables
y si hay correlación o causación entre ellas. Distinguir entre correlación y causación es
importante (Stiglitz, 1994:39). Existe correlación cuando el cambio de una variable en
el tiempo provoca un cambio simultáneo en la otra. Sin embargo, la mera existencia de
una correlación entre el costo de viaje y la demanda por recreación, para continuar con el
ejemplo, no implica que este sea causa a la cantidad demandada. Puede ser lo contrario
que la demanda cause al precio; o que otra variable diferente cause a ambas; o
definitivamente puede ser que la correlación sea causal.
La causalidad es más compleja y es motivo de intensa discusión en la disciplina. Existe
causación en un sentido, si el presente de una variable “𝑥" se puede explicar mediante
los valores pasados de la otra variable "𝑦" . En tal sentido esta última causa a la primera.
Si existen datos cuantitativos, la Economía puede establecer relaciones entre variables
usando la Econometría, una rama de la Estadística, que mezcla la teoría económica, con
la Estadística y la Matemática, para contrastar las predicciones teóricas. Esta estudia
cómo el cambio en unas variables explicativas afecta al fenómeno de interés expresado
en otras variables dependientes o explicadas, cuando se mantienen constantes otras
variables relevantes. Una vez se ha establecido la correlación causal entre una variable y
otra, no debe olvidarse la influencia conjunta que tienen otras variables sobre el fenómeno
estudiado.
Hay dos alternativas a la econometría clásica de uso más reciente: las pruebas empíricas
basadas los trabajos de campo y las basadas en los experimentos en laboratorio6
Microeconomía y Macroeconomía
El objeto de estudio de la Economía se ha abordado desde dos enfoques: el de la
Microeconomía y el de la Macroeconomía.
La Microeconomía, centra su estudio en el comportamiento de las unidades, esto es, las
empresas, los hogares y los individuos que integran la economía de un país. Se ocupa del
análisis del modo en que tales unidades toman decisiones de asignación de recursos y de
los factores que influyen en estas decisiones. ¿Por qué, por ejemplo, si se consideran los
demás factores constantes, un aumento del precio de un bien recreativo provoca que la

6
Véase Tirole 2017:102-104

15
demanda de los consumidores disminuya? Si aumentan las tasas de interés del dinero,
¿las personas elegirían ahorrar más o ahorrar menos? Si se disminuyen los salarios, ¿las
personas optarían por trabajar más o por trabajar menos? Estas son preguntas que aborda
la Microeconomía.
La Macroeconomía, se centra en el análisis del comportamiento de los grandes agregados
de la economía en su conjunto; en concreto, el comportamiento de problemas como el
desempleo de la mano de obra, la inflación de los precios, el crecimiento económico, la
balanza comercial, la productividad global, etc. La Macroeconomía indica lo que está
ocurriendo en el total o en promedio en toda la economía de un país. Así, por ejemplo,
aborda el estudio de los factores que determinan el desempleo de la fuerza de trabajo en
toda la economía; los determinantes del crecimiento económico; o el efecto que sobre la
balanza comercial tiene una variación en la tasa de cambio del dólar con el peso
colombiano, entre otros temas.
Estos dos enfoques o perspectivas de análisis no son más que dos maneras de examinar
lo mismo. El comportamiento agregado de la economía depende de las unidades que la
integran. Así, por ejemplo, el aumento del desempleo es la síntesis de millones de
decisiones tomadas por los individuos y las familias como oferentes de fuerza e trabajo y
de las empresas como demandantes de trabajo en el mercado; una reducción del producto
en toda la economía es el reflejo de millones de decisiones tomadas por las personas y
familias como consumidoras y por las empresas privadas y públicas oferentes e
inversionistas, etc.
Análisis positivo y normativo
Además de la diferenciación entre el enfoque micro y macroeconómico, los economistas
diferencian entre el análisis positivo y normativo, para separar el campo del ≪ 𝑠𝑒𝑟 ≫, es
decir, de lo que es, del campo de ≪ 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟 𝑠𝑒𝑟 ≫. Esta diferencia es equivalente a la
discusión de cómo son las cosas realmente, y cómo deberían ser.
El enfoque de la Economía positiva describe un fenómeno económico tal y como es en
la realidad; elabora teorías (modelos) que describen el fenómeno y su evolución
señalando cuáles son las variables que determinan sus cambios. La expresión “la
contaminación, desde el punto de vista económico, se genera porque la acción de los
agentes que la producen no toma en cuenta el costo social que generan sus acciones sobre
los demás”, es propio de un enfoque o análisis positivo.

16
El enfoque de Economía normativa estudia el deber ser de las cosas, introduce juicios y
valores, propone acciones para modificar la realidad sopesando los beneficios y costos de
las acciones de esa realidad indeseada. La expresión “para reducir la contaminación debe
colocarse un impuesto a los contaminadores”, es una expresión propia del análisis
normativo.
Igual que con el análisis micro y macroeconómico, no hay una separación radical entre
las dos perspectivas de análisis. Para formular una política económica- un campo de la
Economía normativa por excelencia- tendiente por ejemplo a reducir los niveles de
emisiones es necesario contar con un análisis de Economía positiva riguroso que
identifique el comportamiento y las causas del fenómeno para facilitar el éxito de la
política.
En síntesis, la Economía es una ciencia social empírica que estudia el problema de la
elección o la asignación de los recursos bajo condiciones de escasez. La teoría económica
constituye su principal herramienta de análisis de los problemas. Como toda teoría es un
conjunto de hipótesis, y de conclusiones deducidas a partir de los supuestos; las teorías
elaboradas son contrastadas con datos de la realidad para probar su realismo, a partir de
ellas se formulan recomendaciones de política económica a las autoridades públicas o
privadas.
Las relaciones establecidas entre las variables que constituyen un problema económico
se analizan con un enfoque microeconómico y/o con enfoque macroeconómico muy
relacionados. De igual manera, ante el análisis de los fenómenos se puede adoptar un
enfoque positivo para describirlo tal y como es; pero también un enfoque normativo
proponiendo medidas y acciones para transformar lo indeseado.
1.4. Economía Ambiental
Definición
La Economía ambiental trata del estudio de los problemas ambientales con la perspectiva
e ideas analíticas de la Economía (Field y Azqueta 1996:3).
La Economía ambiental es el análisis económico de los recursos ambientales (Romero,
1998: 20).
La Economía ambiental estudia la relación de las actividades económicas con el medio
ambiente (Riera et al: 16).
Trata del efecto que tiene la economía en el medio ambiente, la importancia del entorno
ambiental para la economía y la forma apropiada de regular la actividad económica, de

17
tal manera que se logre un equilibrio entre los objetivos ambientales, económicos y otros
de tipo social (Kolstad, 2000:1).
En general, en la base de todas esas definiciones hay en común el hecho que la actividad
económica utiliza los recursos naturales -y el ambiente es un recurso -, para obtener bienes
y servicios que son consumidos y proporcionan bienestar de forma directa e indirecta;
como resultado de tales procesos se generan residuos que son expulsados al medio
ambiente, algunos de los cuales se reciclan. En su función de depósito de residuos, el
medio ambiente posee una capacidad de asimilación de los residuos no reciclables; si la
cantidad de residuos supera la capacidad del medio ambiente para asimilarlos se produce
un problema ambiental, que causa daño a la naturaleza, a las personas y a la sociedad.
El análisis de estas relaciones, la dinámica de los ecosistemas, la preservación de las
especies, el crecimiento económico y la degradación ambiental, la política económica
para lograr un equilibrio entre los procesos económicos y el uso del medio ambiente, el
cambio tecnológico y la deterioro ambiental, la valoración de los bienes ambientales, la
de los derechos de propiedad para los bienes comunales, etc. son temas que entran en el
objeto de estudio de la Economía ambiental, como disciplina aplicada de la Economía.
Una característica para destacar es que algunos recursos naturales- y en especial los
ambientales-, en muchas ocasiones carecen de precio y los derechos de propiedad sobre
ellos tampoco están claramente definidos; la inexistencia de mercados de muchos de ellos
y la indefinición de derechos de propiedad es visto como factores que impiden un uso
adecuado, o racional, de los mismos.
La Economía ambiental es una disciplina aplicada dentro de la Economía general. Aborda
temas bajo un enfoque de carácter micro y macroeconómico. La contaminación, por
ejemplo, es un tema de microeconomía ambiental, ¿por qué los individuos y las empresas
contaminan? ¿Cuál es el nivel social óptimo, deseado, adecuado de contaminación? La
construcción de modelos de demanda recreacional; los métodos de valoración del medio
ambiente, tendientes a determinar indirectamente el valor y el precio de los bienes
ambientales, etc., también tienen un enfoque microeconómico.
Entre los temas de carácter macroeconómico se tienen: los métodos de depreciación
correcta del uso de los recursos naturales y del medio ambiente para incorporar su
desgaste a las cuentas nacionales de la economía; la población, la pobreza y el medio
ambiente; la relación entre el medio ambiente y el crecimiento económico: ¿mayores tasas
de crecimiento económico implican mayor degradación ambiental? O lo contrario,

18
¿mayores restricciones para proteger el medio ambiente restringen el crecimiento
económico?
Los enfoques positivo y normativo también se reflejan en la Economía ambiental. Cuánto
de dióxido de azufre 𝑆𝑂2, produce un grupo de plantas generadoras de energía, de qué
modo se relaciona ello con la selección de combustible hechas por las empresas de
servicio, es un análisis positivo.
La expresión, para reducir la cantidad de 𝑆𝑂2, debe colocarse un impuesto a las empresas
o conceder un subsidio para estimular la modernización tecnológica es propia de un
análisis normativo.
1.5. Sistemas económicos
Las decisiones que toman los agentes económicos, es decir, los productores y los
consumidores - ciudadanos en general- para organizar la producción, la distribución, el
intercambio y el consumo de bienes y servicios, se realizan en un marco económico y
social, llamado sistema económico. Un sistema económico se concibe como un arreglo
institucional, esto es, un orden, una coordinación entre organizaciones (privadas,
públicas, mixtas), normas jurídicas, y reglas de comportamiento que definen las
condiciones bajo las cuales las elecciones individuales y/o colectivas pueden o deben
efectuarse (Hall y Lieberman, 2006:44).
Dos cosas son claves en un sistema económico pues definen su naturaleza: i) la asignación
de los recursos; ii) la propiedad de estos.
La asignación de los recursos
Cualquiera sea el sistema económico que prevalezca en un país, su funcionamiento obliga
a tomar decisiones que determinan la asignación de los recursos existentes en la sociedad.
La asignación de los recursos se refiere a la manera cómo se organizan, cómo se
distribuyen los recursos escasos de la sociedad entre las diferentes actividades y
productos, entre las diferentes organizaciones que los producen, y entre los miembros de
la sociedad. Esta cuestión -que es el problema económico central de cualquier sociedad-,
es resumida por la Economía en cuatro grandes preguntas:
(i) Qué producir y cuánto. Se refiere a cuáles productos y servicios se deben dedicar
preferentemente los recursos de la sociedad. Para colocar un ejemplo, ¿deben utilizarse a
la producción de bienes alimenticios y materias primas, o a la producción de bienes
industriales, y servicios? Si a todos, ¿a cuál preferencialmente? En qué utilizar el recurso
agua: ¿producir energía eléctrica? ¿Utilizarla en consumo productivo en distritos de

19
riego? ¿En desarrollo pesquero? ¿En el desarrollo del transporte fluvial? Si todas son
compatibles, en qué orden de prioridades?
(ii) Cómo producirlos. Se refiere a cómo deben combinarse los recursos productivos para
producir los bienes y servicios. Los bienes y servicios pueden generalmente hacerse de
muchas maneras. Por ejemplo, el algodón puede cultivarse con tecnologías que utilicen
más el capital (maquinas, equipos, etc.), o puede también producirse usando tecnologías
que usen más intensamente mano de obra. Los productos ganaderos se pueden producir
manteniendo a los animales estabulados alimentándolos con alimentos concentrados, o
producirlos bajo pastoreo con alimentación de pastos naturales. La producción de energía
puede hacerse a partir de hidroeléctricas, plantas térmicas, o nucleares, etc, que implican
usos diferentes de los recursos.
(iii) Quién se queda con el producto. Una vez producidos los bienes y servicios con el
concurso del trabajo, del capital, y demás factores, surge el problema de la distribución,
es decir, quién se queda con el producto para su uso y disfrute. Para sólo colocar ejemplos,
¿el acceso a los bienes y servicios básicos para la población, se le deja a quién pueda
pagarlos, es decir al mercado? ¿Se subsidian sus precios a los más pobres con recursos
del Estado? ¿Se distribuyen con colas de espera? ¿Por sorteo? ¿ Por favoritismo y
corrupción?
(iv) Quién toma las decisiones económicas y por medio de qué procedimiento.
Básicamente, las sociedades conocen tres procedimientos o mecanismos de asignación de
los recursos (Heilbroner, 1984:26-52):
(a) El de la tradición. En este los recursos se asignan de acuerdo con las costumbres y
tradiciones heredadas de los antepasados de generación en generación.
(b) El de las economías de mando. En este la asignación de los recursos se hace
obedeciendo las instrucciones de una autoridad social superior, o de un comité de
planificación central recogidas en un plan económico.
(c) El sistema del mercado. En este la asignación de los recursos depende en lo esencial
de las decisiones de intercambio entre los consumidores, que constituyen la demanda, y
deciden libremente cómo gastar sus ingresos, y los productores, que constituyen la oferta;
la interacción de estos determina el precio de los productos y factores productivos los
cuales sirven de señal para orientar la asignación y obtener beneficios económicos.

20
La propiedad de los recursos
Los derechos de propiedad, o el régimen de derechos propiedad, se refiere a las normas
- ya sean ellas de tipo legal, o las que se originan por hábitos y costumbres informales de
los ciudadanos de una nación-, en las que se especifican qué está permitido realizar a los
individuos con los recursos y con la producción derivada de los mismos (Alchian, 1987,
citado por Birner, 1999:43-44).
La sociedad humana conoce varios regímenes de derechos de propiedad (Starrett,
2003:99):
(a) Derecho de propiedad colectivo. El derecho es ejercido por una colectividad (un
colectivo). Ejemplos de colectivos son las tradicionales cooperativas de pescadores y
pastores y las asociaciones de propietarios de vivienda.
Cuando el colectivo es una entidad política puede ser algo desde un país a una nación.
Los parques nacionales o regionales son un ejemplo. En este caso los recursos productivos
pertenecen al Estado.
Cuando el colectivo son “todos los vinientes” el derecho es un derecho abierto. Ejemplos
pueden ser las pesquerías no reguladas y de rango abierto. En éste los recursos están allí
para usarse sin que ninguna persona ni organización pueda imponer restricciones o
limitaciones en su uso.
(c) Derecho de propiedad privada. Un derecho de propiedad privada es uno que es
ejercido por un único individuo. En este régimen los individuos son los dueños de los
recursos y por ende se pueden quedar con la mayor parte de los ingresos económicos que
el uso de ellos proporciona y son libres de usarlos como mejor les parezca, bajo ciertas
obligaciones y restricciones del Estado para cumplir una función social.
Diferenciación de sistemas económicos
Apoyados en los conceptos anteriores, se pueden distinguir, de manera general, varios
sistemas económicos actuales: el capitalismo con sus variantes, y el socialismo.
El capitalismo, es un sistema económico en el que el mecanismo del mercado, mediante
señales de los precios, determina la asignación de los recursos, y en el que los individuos
tienen derechos de propiedad privada sobre los mismos y sobre la producción derivada
de esos recursos, por ende, tienen derecho a emplear éstos y su tiempo como ellos
decidan, y quedarse con gran parte de los beneficios que obtienen produciendo o
trabajando, con restricciones legales mínimas del Estado. El incentivo económico que
conduce a las personas a canalizar sus esfuerzos de producción y de consumo en

21
determinadas direcciones en este sistema son los derechos de propiedad y los beneficios
económicos.
Aparte de estas características del capitalismo en cuanto a la asignación de los recursos,
este sistema se distingue porque: i) predomina el intercambio ya que la producción se
destina principalmente al mercado no a satisfacer las necesidades de los productores
directos; ii) existe una amplia división del trabajo en la sociedad, la cual especializa a las
empresas y a las personas que en ellas trabajan en lo que mejor hacen; iii) en las relación
laboral entre empresarios y trabajadores predomina el trabajo asalariado.
El capitalismo difiere ampliamente de otro sistema económico: el socialismo planeado
centralmente. En este sistema los recursos son de propiedad del Estado, y el gobierno, a
través de un comité central de planificación, decide cómo deben utilizarse los recursos
productivos, humanos y no humanos, en los diferentes sectores de la economía. Los
precios son fijados por el gobierno y administrados a consumidores y productores. Tal
vez la versión más pura que queda actualmente de este sistema está en Corea del Norte y
Cuba.
Entre los dos sistemas anteriores, está el capitalismo de Estado, y el socialismo de
mercado. En el primero, existe derecho de propiedad privada sobre los recursos, pero en
la asignación de estos el Estado y el gobierno tiene un papel preponderante mediante
regulaciones y propiedad de empresas públicas en distintos sectores de la economía. En
el segundo, la propiedad de los recursos es del Estado, pero la asignación de los mismos
se hace permitiendo el concurso del sector privado en algunos sectores de la economía,
con un fuerte control político sobre la población a través de un partido político único.
1.6. El mercado como mecanismo de asignación
La era actual de la humanidad se caracteriza por el amplio predominio de la economía de
mercado. Se analiza en este acápite el papel del mercado como mecanismo de asignación
de los recursos, como un mecanismo de coordinación de los infinitos intercambios que se
dan entre consumidores y productores en estas economías.
Es relevante anotar que el mercado es una institución histórica para el intercambio, no ha
existido siempre. Surgió con la división social del trabajo. La división social del trabajo,
como su nombre lo indica, reparte la realización de las tareas en la sociedad de manera
separada entre los individuos, lo cual conduce a la especialización. De esta manera, no
hay hoy persona u organización autosuficiente económicamente en el sentido de producir
todo lo que desea consumir y debe obtenerlos de otras personas u organizaciones

22
especializadas. En consecuencia, con ella se generalizó el intercambio económico y este
se realiza en los mercados, en donde existen compradores y vendedores que determinan
un precio.
El Mercado
En un sentido físico el mercado es un lugar específico donde cierto tipo de mercancías se
intercambian, esto es, se compran y se venden. En un mercado de productos, por ejemplo,
se observan allí cantidades ofrecidas por los productores y las compradas por los
consumidores y se realiza la transacción de compra – venta bajo determinados acuerdos
entre los participantes; de la negociación de los oferentes y los demandantes se determina
un precio en dinero.
Pero el concepto de mercado es mucho más general: un mercado es una institución para
el intercambio que existe siempre que dos o más individuos estén preparados para
realizarlo basándose en acuerdos voluntarios, sin tener en cuenta el tiempo o el lugar.
Siempre que hay un intercambio económico se dice que hay una transacción económica.
Y, en últimas, tal transacción es una transferencia de derechos de propiedad: el vendedor
de un bien o servicio transfiere, cede al comprador el derecho a utilizarlo, y este último a
su vez transfiere al primero el derecho a usar libremente el dinero entregado por la
compra.
Cuando las decisiones de asignación de los recursos se hacen a través del mercado se
quiere decir que son hechas por el sector privado, esto es, por los productores (empresas)
y los consumidores (hogares). A los sistemas que como el capitalismo lo utilizan
preferentemente para coordinar el intercambio se les denomina economías de mercado7.
La economía de mercado, o economía capitalista, es un conjunto de instituciones, de
reglas de juego orientadas a definir las condiciones bajo las cuales las decisiones o
elecciones, individuales o colectivas, de asignación y utilización de los recursos se
efectúan para desarrollar la actividad económica. Dicho de otro modo, para que exista
una economía de mercado debe haber empresas, organizaciones gremiales, un gobierno,
leyes, tribunales de justicia, cuerpo policial, partidos políticos, medios de comunicación
libres, libertades políticas y debates públicos, derechos de propiedad claramente definidos
que garanticen libertad de elección y de asignación de los recursos.

7
En realidad, como lo planteó R. Coase desde 1937, y que dio origen a la corriente de la Nueva Economía
Institucional, en las economías de mercado existen dos mecanismos de asignación o de coordinación de
los recursos: el mercado a través del sistema de precio; y la autoridad o jerarquías dentro de las
organizaciones. Cuál de los dos mecanismos prevalece en un momento determinado depende de los
costos de transacción. Este texto centra la exposición en el mecanismo del sistema de precios.

23
En estas economías los demandantes de bienes y servicios pueden tomar decisiones que
reflejan sus propios deseos y gustos de consumo, tienen libertad de elección, esto es,
tienen la capacidad de elegir libremente entre distintas alternativas. La libertad de
elección por parte de los consumidores impone una disciplina de mercado a las empresas.
Esta disciplina de mercado obliga a los productores y sus empresas a producir los bienes
y servicios que desean los consumidores, y deben producirlos con un costo más bajo que
el de otras empresas con las que compiten con el fin de maximizar sus beneficios (Xala-
i-Martin, 2002:31). Cuando las empresas compiten entre sí en busca de beneficios
económicos, los consumidores también se benefician tanto por el tipo de bienes que se
producen, ya que resultan de mejor calidad, así como por los precios a los que se ofrecen,
que resultan más bajos.
¿Qué papel juegan los precios en la asignación de los recursos?
El papel de los precios
Lo esencial de la existencia de mercados es que conduce a la determinación del precio al
que se compra y se venden los productos y los factores productivos. El precio, es un
punto de equilibrio al que convergen vendedores y consumidores en el mercado cuando
hay una transacción económica. Está representado como la cantidad de dinero que paga
un consumidor por obtener un producto o servicio para el consumo final, o la que paga
un productor por un factor productivo para utilizarlo en la producción. Este precio en las
economías de mercado refleja el costo de los recursos en que se ha incurrido para producir
el bien o servicio más un excedente o beneficio económico.
𝑃 =𝐶+𝜋 (1)
𝑃= es precio de un producto en dinero por unidad física de este
𝐶= costo en dinero de producir una unidad de producto
𝜋 =es el excedente económico en dinero por unidad física de producto.
Los precios juegan un papel importante pues son las señales, el instrumento de
coordinación para organizar los múltiples intercambios entre productores y consumidores
para la asignación de los recursos. La influencia en las decisiones sobre qué producir y
cuánto la ejercen los individuos y las organizaciones por la forma en que gastan su ingreso
económico como demandantes al ofrecer intercambiarlo por bienes y servicios que
desean. Cuando sube el precio de un bien, por ejemplo, es una señal a los consumidores
de que el costo en recursos para suministrarlo ha aumentado; al mismo tiempo, es una
señal para los productores sobre la escasez de este y de la disposición de los consumidores

24
a pagar los costos en recursos para su producción. Se crea así un incentivo económico
para producirlo u ofrecer una mayor cantidad de ese bien. Si en tal propósito el costo de
producirlo es inferior al precio del producto en el mercado, el productor obtendrá un
excedente económico, o una pérdida en caso contrario.
Reordenando la expresión (1), 𝜋 = 𝑃 − 𝐶
Si se considera 𝑃 constante entre menor sea el costo de producir una unidad de producto
mayor será el excedente o la ganancia económica obtenida por unidad de producto.
La teoría económica predominante predice que productores y consumidores responden a
los precios relativos de los productos. Sea 𝑃𝑎 = precio del kilo de algodón y 𝑃𝑚 = precio
𝑃𝑚
del kilo de maíz. El precio relativo del kilo de maíz con respecto al del algodón es ⁄𝑃 .
𝑎

Indica cuántos kilos de maíz se puede obtener intercambiándolo con un kilo de algodón
en el mercado de productos. Si durante un período de tiempo 𝑃𝑚 aumenta más rápido que
𝑃𝑎 , el precio relativo del maíz es creciente, es decir, un kilo de maíz compra más cantidad
de algodón; o lo contrario, un kilo de algodón compra menos cantidad de maíz en el
mercado. Si los productores son racionales, esto es, buscan minimizar costos o maximizar
ganancia, y el costo relativo de producción del maíz y del algodón no varían, es de esperar
que los productores asignarán los recursos productivos predominantemente hacia la
producción de maíz.
El cómo producir está afectado por el precio de los factores de producción y la dotación
que tenga de ellos un país o una región. Los factores escasos son caros y son sustituidos
por los más abundantes, que son baratos relativamente. Por ejemplo, es de esperar que si
existe abundancia de fuerza de trabajo en las regiones agrarias, el precio de la fuerza de
trabajo - es decir, el salario-, sea más barato relativamente que el precio del capital,
medido por un precio de alquiler del equipo. Por lo tanto, bajo el supuesto de racionalidad
de los productores, estos elegirían predominantemente las tecnologías intensivas en
fuerza de trabajo que aquellas basadas en tecnología mecánicas para la producción de
maíz y algodón.
Es de esperar también que el precio de los factores de producción, junto con la
distribución personal de la oferta de estos, determine la distribución personal del ingreso
económico y esto último afecta la asignación sobre qué producir y para quién.
En el problema para quién producir, los precios también juegan un papel importante. Las
economías de mercado asignan los bienes a quienes quieren y pueden pagar el precio de
ellos. Las personas que tienen ingresos económicos más altos tienen mayor capacidad de

25
acceder a los bienes y servicios producidos; en consecuencia, consumen más que quienes
tienen ingresos económicos bajos. Como se puede deducir, la capacidad adquisitiva de
las personas determina el acceso al consumo de lo producido. Si, para continuar con el
ejemplo, la oferta de maíz o de algodón se encarece de manera que aumenta el precio de
consumo, la población de más bajos ingresos tendría menos acceso, afectando su
bienestar negativamente.
Para resumir, la economía de mercado da respuesta a tres de los cuatro interrogantes del
problema de la asignación de los recursos: qué y cuánto, cómo, y quién toma las
decisiones, a través del mecanismo del mercado o sistema de precios. El discurso de la
corriente principal de la Economía considera que mediante este, en el que los individuos
buscan el beneficio individual conduce a la sociedad en conjunto una asignación
eficiente de los recursos. Una asignación eficiente u óptima o adecuada de los recursos
significa que no existe otra asignación distinta que proporcione mayor bienestar social.
No hay desperdicio ni derroche de estos. En consecuencia, oferentes y demandantes
actuando libremente en el mercado los bienes y servicios en la cantidad que la sociedad
necesita y requiere8.
En la cuestión de para quién, la economía de mercado fracasa, distribuye desigualmente
y requiere las acciones del Estado tendiente a mejorar la distribución del ingreso
económico y garantizar el acceso de los más pobres al bienestar social. Esta intervención
busca crear equidad social, que es una función del Estado, como se verá más adelante
Mercados de productos y de factores
No existe un solo mercado, sino múltiples mercados. Es posible, sin embargo, agruparlos
de acuerdo con el tipo de bienes y servicios que se transan, ya sea intercambio de
productos finales, o intermedios, o de factores productivos.
(i) El mercado de productos. En este mercado se transan bienes y servicios entre las
empresas, que actúan como oferentes, o sea vendedores; y los consumidores, sean
individuos, familias, empresas, que actúan como demandantes de bienes y servicios, es
decir, compradores. Las empresas también pueden ser demandantes de bienes de otras
empresas que las primeras utilizan como materias primas o insumos para producir bienes

8
Esta es la metáfora de la mano invisible, tal vez la más conocida en la Economía, derivada de un pasaje
del libro de A. Smith “La riqueza de las naciones”. “No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o
del panadero la que nos procura el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus
sentimientos humanitarios sino su egoísmo..”. El individuo es llevado por una mano invisible a promover
un fin que no estaba en sus intenciones.

26
más elaborados. En las economías de mercado competitivas, la interacción de oferentes
y demandantes en el mercado de productos determina el precio de los mismos.
(ii) El mercado de factores. En este las empresas obtienen de las familias fuerza de
trabajo, bienes de capital, y/o los fondos para adquirirlos y producir bienes y servicios.
Tres mercados de factores son importantes: el mercado de trabajo, de tierras, y de crédito.
(a) El mercado de trabajo. En este mercado se transan los servicios de los trabajadores o
de la mano de obra. Los individuos y las familias actúan como oferentes o vendedores de
fuerza de trabajo; las empresas como demandantes o compradoras. Estas contratan la
mano de obra de quienes no poseen otro recurso que la venta de su fuerza de trabajo a
cambio de un salario. El salario es el precio en dinero de la fuerza de trabajo.
(b) El mercado de tierras. En el mercado de tierras se arrienda, se compra o se vende
tierras. Los oferentes son los propietarios de esta que la venden a otros productores, o la
arriendan. Los demandantes son agricultores y/o empresarios quienes no la tienen o la
poseen en cantidades insuficientes y la compran o la arriendan. El precio al cual se vende
o se arrienda la tierra se llama renta. La renta es el precio de la tierra.
(c) El mercado de crédito. En éste se transa dinero prestable para comprar bienes de
capital, ya sea materia prima o capital fijo. Los oferentes son los ahorradores que llevan
sus excedentes de dinero a entidades financieras como los bancos; los demandantes son
los empresarios o inversores que requieren dinero para financiar sus iniciativas y
proyectos de inversión en las empresas. La interacción de los oferentes y demandantes en
este mercado determina un interés. El interés es el precio del dinero. Se medido por la
tasa de interés, esto es, una cantidad de dinero a recibir o a pagar por cada cien entregados
o recibidos de la entidad financiera. El mercado del crédito, por lo tanto, pone a
disposición de los demandantes de factores productivos los fondos necesarios para
utilizarlos.
En síntesis, dependiendo del tipo de bienes y servicios que transan, los mercados se
agrupan en: el mercado de productos, y el mercado de factores. En el primero se determina
el precio del producto por el juego de intereses de productores y consumidores. El
segundo comprende el mercado de trabajo, en el que se determina el precio de la fuerza
de trabajo, que es el salario; el mercado del crédito, en el que se determina el precio del
dinero, que es la tasa de interés; el mercado de tierra, en el que se determina la renta, que
es el precio de la tierra.
1.7. El Estado y sus funciones

27
El Estado es lo que se denomina el sector público y desempeña un conjunto de funciones
sociales en la economía de mercado a través de sus órganos ejecutivo, legislativo y
judicial, al igual que de su aparato militar: las fuerzas armadas. Si no las cumple, el
mercado no podría desempeñarse con normalidad.
Es posible, además, que por sí solas las fuerzas de oferta y la demanda no produzcan la
eficiencia máxima en el uso de los recursos. Cuando ello sucede, se dice que existen fallas
del mercado y estas exigen la intervención del Estado. Antes de abordar este tema y las
funciones del Estado, es preciso distinguir entre las organizaciones públicas, relacionadas
con el Estado y el interés general de la sociedad, y las organizaciones privadas,
conformadas por personas y entidades con intereses particulares.
Las organizaciones públicas o gubernamentales constituyen el Estado. Tienen dos
grandes diferencias con las privadas o de los particulares (Stiglitz, 1994:193): primera,
las personas que dirigen las instituciones públicas son elegidas o nombradas por otra
persona elegida (o nombrada por otra elegida que es nombrada por otra elegida …);
segunda, están dotadas de ciertos derechos de compulsión, es decir, tienen el poder de
obligar a las personas a hacer determinadas acciones (a pagar impuestos, a prestar el
servicio militar, a pagar peajes, en general a cumplir las leyes y reglamentos) y tienen el
derecho de dominio eminente, que es el derecho a expropiar propiedades privadas para
uso público, siempre y cuando indemnice justamente a sus propietarios.
Entre otros, el papel del Estado en la economía se relaciona con el cumplimiento de las
siguientes funciones: i) defender y garantizar los derechos de propiedad; ii) promover la
competencia; iii) reasignar recursos y iv) promover la equidad social.
Defender y garantizar los derechos de propiedad
Esta función la cumple a través de la conformación de un marco jurídico, unas
instituciones, como el ejército, la policía, y el sistema judicial, para que el mercado
funcione y los ciudadanos puedan estudiar, trabajar, e invertir en libertad y sin miedos
bajo el imperio de la ley. Todo esto lo hace legislando, ejecutando las leyes, penalizando,
mediando en los conflictos entre particulares, e impartiendo justicia, lo cual incluye la
lucha contra la corrupción, el favoritismo y el abuso de poder de los agentes del gobierno.
Como ya se dijo antes, es claro que la garantía del derecho de propiedad - que es el
derecho del propietario a utilizar la propiedad como le parezca conveniente- es un claro
incentivo a los empresarios y consumidores a utilizar de manera eficiente la propiedad

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que controlan, pues las decisiones equivocadas sobre el uso de esta repercuten
directamente sobre la obtención de ingresos y beneficios económicos.
Promover la competencia económica.
Mediante esta función el Estado debe garantizar que las empresas trabajen en mercados
donde haya competencia, vale decir, que haya libertad de elección e información
suficiente para que los agentes económicos decidan entre diversas alternativas. Esto
también implica combatir los monopolios, introduciendo un marco de leyes
antimonopolios que impida que las empresas de una industria cualesquiera operen
mediante acuerdos (carteles) para imponer el precio.
Promover la competencia no significa necesariamente privatizar las empresas- que es la
venta de una empresa de propiedad pública a inversores privados. Lo importante es la
liberalización de los mercados, esto es, reducir las restricciones, los obstáculos y trabas
que impide el funcionamiento de estos.
Reasignar recursos ante fallas del mercado
Esta función se relaciona con el hecho de que existen cierta clase de bienes que los
mercados no los producen de manera eficiente; algunas veces en demasía, como la
contaminación, por ejemplo; y otras veces en cantidades insuficientes, como es el caso de
la calidad del aire, por ejemplo. La existencia de esta clase de bienes es condición
necesaria para la intervención del Estado con el fin de corregir estas fallas del mercado
asociadas a las llamadas externalidades.
Las externalidades, o bienes sujetos a externalidades, existen siempre que una persona
o una empresa pueden realizar una actividad que afecte directamente a otras y por la que
no paga ni recibe una compensación. Por lo tanto, no soporta todas las consecuencias de
su actividad (son “externas” al individuo o a la empresa). En todos los casos, el agente
que produce no es el único que sufre las consecuencias de sus actos, también las sufren
otros, la sociedad en general. Las personas que consumen y arrojan los residuos a la calle;
las empresas que contaminan el medio ambiente crean externalidades negativas. El
individuo no paga por la cantidad de basura que genera, ni las empresas pagan por el daño
de contaminación.
La existencia de una externalidad negativa exige: primero, que un agente cause daño a
otro; segundo, que este último no sea compensado por el daño sufrido.
Estas externalidades negativas son concebidas como casos en los que el mercado no
funciona correctamente (falla del mercado) pues quienes las producen sólo tienen en

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cuenta el costo privado e ignoran el costo externo que imponen a los demás. Al no tomar
en cuenta todos los costos, el precio del producto no refleja el verdadero valor de los
recursos consumidos y se tiende a producir más cantidad de bienes que los que la sociedad
necesita. En este caso, es necesaria la intervención pública o del Estado reasignando
recursos para reducir los males que generan las externalidades negativas.
Las externalidades también pueden ser positivas, esto es, acciones de otras personas que
causan beneficios a las demás y por las que no reciben compensación. Los bienes públicos
pueden considerarse como un caso extremo de una externalidad positiva. Los bienes
públicos, a diferencia de los bienes privados, poseen dos atributos desde el lado del
consumo:
Primero, no existe rivalidad en su consumo, es decir, el consumo de una cantidad del bien
no disminuye la cantidad disponible para el consumo de los demás. Segundo, no
exclusión: su provisión para un individuo implica su provisión para todos, lo quieran o
no; en otras palabras, cuesta mucho excluir a una persona de disfrutar del beneficio de
ese bien mediante el cobro de un precio.
El primer atributo implica que el bien está igualmente disponible para todos. El segundo
implica que los productores privados no pueden apropiarse de los beneficios sociales
plenos derivados directamente de la producción y del consumo del bien mediante su
precio de mercado.
La descontaminación ambiental, por ejemplo, es un caso de bien público: el que una
persona consuma aire limpio no disminuye la cantidad disponible para otra persona que
lo haga, por lo tanto, es un bien no rival. No es excluible, pues no es posible elegir de
manera selectiva quien va a consumirla (a respirar el aire limpio) mediante el cobro de un
precio.
El problema con los bienes públicos radica en que el mercado, la empresa privada, al no
poder recuperar la inversión realizada en este tipo de bienes mediante el cobro de un
precio, no funciona muy bien y tiende a producir menos bienes públicos de los que sería
deseable, por mucho que la gente quiera disfrutar de ellos. En este caso es necesaria la
intervención pública reasignando recursos con el fin de proveerlos.
Otro tipo de bienes problemáticos para el libre mercado son los denominados bienes
comunales, cuyo origen se remonta a las tierras de pastoreo que rodeaban a las ciudades
medievales y que eran de propiedad comunal. Todos los habitantes de la ciudad podían
utilizar esas tierras para llevar a pastar el ganado, lo cual generaba sobreexplotación de
dichas tierras, a tal punto que Hardin (1968) lo denominó “la tragedia de los bienes

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comunales”. La característica económica que genera esta sobreexplotación es que, aunque
existe rivalidad en el consumo (la hierba que se come mi vaca no puede ser comida por
ninguna otra), resulta difícil o imposible evitar que la gente tenga acceso a este tipo de
bienes. Ejemplos de ellos son los peces del mar, los animales salvajes o los bosques de la
selva tropical, y las carreteras.
De esta manera, si se deja al mercado que defina cuál es el grado de explotación de los
bienes comunales, las empresas y los usuarios de esos bienes tenderán a abusar de ellos
y a sobreexplotarlos, por lo cual es deseable que el Estado intervenga para evitarla.
Impartir equidad social
Como se anotó antes, la economía de mercado capitalista resuelve el problema de para
quién producir de forma que genera injusticia social pues las personas de menores
ingresos económicos no pueden acceder a los bienes y al bienestar que produce el sistema
sin una ayuda externa. Justamente, otra tarea del Estado en las economías de mercado es
la equidad social. La equidad social implica: la protección a los sectores sociales más
vulnerables, especialmente los niños, las personas en condición de discapacidad; la
redistribución del ingreso entre pobres y ricos, por la vía de un sistema fiscal progresivo
que obligue a los que más tienen a que tributen más, y asegurar que todos los ciudadanos
disfruten de igualdad de derechos y oportunidades en la vida para acceder a la educación,
la salud, la vivienda y a la recreación.
1.8. Relaciones entre la economía y la naturaleza.
Ya se dijo antes que la Economía utiliza modelos para representar la realidad. Un modelo
gráfico para representar parcialmente las relaciones entre la naturaleza, los mercados y el
Estado se muestra en la figura 1.
En este modelo el planeta tierra está abierto a la entrada de energía solar. Los elementos
del modelo son: la naturaleza; dos mercados: el mercado de productos y el mercado de
factores; hay tres agentes de la economía: familias, empresas, y gobierno.
Las flechas de la figura muestran los flujos de bienes físicos, materias primas, energía,
servicios, y factores. La naturaleza juega el doble papel de suministradora de recursos
(materias primas y energía). Algunos de estos factores se compran y se venden en
mercados de factores y tienen un precio. La naturaleza es también receptora de residuos,
algunos de los cuales se reciclan en los mercados para entrar de nuevo al proceso
económico; otros vuelven al medio natural, y no tienen un mercado.

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Las familias ofrecen factores productivos, como fuerza de trabajo, capital, dinero,
recursos naturales que venden en el mercado de factores. Las empresas y el gobierno
demandan estos factores para la producción de bienes y servicios. El gobierno es oferente
tanto de bienes y servicios como de factores: las familias, por ejemplo, reciben protección
policial, educación, viviendas, etc.; las empresas, reciben factores como carreteras y otros
bienes públicos.
En resumen, por el lado de los flujos físicos en el mercado de factores las familias
suministran factores productivos que demandan las empresas y el gobierno; en el mercado
de productos, las empresas y el gobierno ofrecen bienes y servicios que demandan las
familias. Además, el gobierno influye en las transacciones del mercado de factores y de
productos en los que está directamente inmiscuido mediante las reglamentaciones
sanitarias en el mercado de productos, las reglamentaciones en el mercado laboral, en las
tasas de interés, en la legislación ambiental, etc.

Energía
solar

Reciclaje
Materias
primas Residuos y
Mercado de materiales
bienes y
servicios
y servicio

Empresas Gobierno Familias

Mercado de
factores

Energía
Energía útil
degradada

Figura 1. Modelo gráfico de relaciones entre naturaleza y economía.

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Como todo modelo, éste constituye una simplificación de la realidad, pero puede hacerse
más completo y complejo introduciendo las relaciones de la economía con el resto del
mundo.
Actividades
-Actividad de formación investigativa.
Problematizar el uso de algunos factores productivos ligados al medio ambiente como el
agua, suelos y aire en el país y en la región.
-Preguntas y ejercicios
1] Identifique 10 factores productivos de la economía ligados a la actividad del ingeniero
ambiental.
2] Defina situaciones o problemas en los que utilice el enfoque macro y microeconómico,
positivo y normativo en la Economía ambiental.
3] ¿Qué papel puede desempeñar un ingeniero ambiental en el mercado de productos, en
el mercado laboral y en el mercado de crédito financiero?
4] Qué es la asignación de recursos a nivel personal y social? ¿Qué significa una
asignación óptima de los recursos en la sociedad?
5] ¿Por qué se dice en Economía que si se deja al mercado, es decir, al sector privado, la
asignación de los recursos la sociedad logra el máximo beneficio social?
6] Qué funciones cumple el Estado en la economía de mercado?

7] ¿Qué es una externalidad negativa? ¿Por qué es la contaminación una externalidad


negativa? ¿Por qué el mercado tiende a producir contaminación en exceso para la
sociedad?
8] ¿Qué es un bien público? ¿Por qué el mercado tiende a producir menos bienes públicos
que los que la sociedad requiere?
9] ¿Qué son bienes comunales? ¿Por qué los bienes comunales tienden a ser
sobreexplotados?

10] Qué mercado agregaría al modelo gráfico de la figura 1 para hacerlo más completo?

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