REPORTE DE LECTURA

QUE MI PUEBLO ADORE: CAPITULO 8

Por

Jaime Alejandro Rojas Hernández

Entregado para cumplir parcialmente con los requisitos de la materia:

Teología de la Adoración

Que imparte Joel Sierra

SEMINARIO TEOLÓGICO BAUTISTA MEXICANO

19 de Agosto 2020
Que mi pueblo adore
Nelson G. Eduardo
Capítulo 8. La Influencia de la Cultura sobre la Adoración
Resumen

La iglesia no puede escapar de la influencia de la cultura, por ende la adoración que

se realiza en el culto esta también impregnada de la misma, esto nos dice que
mucho de lo que forma parte de la esencia de una Iglesia en gran parte es
determinado por la cultura y las costumbres del lugar en el que se encuentra. Esto
no quiere decir que lo que debe gobernar y definir a una iglesia sea la propia cultura
sino que cada una de las actividades que se realizan deben ir enfocadas para
satisfacer la necesidad de los congregantes pero también estas deben dar
respuesta a las situaciones que la misma cultura produce en las personas y en la
manera que tienen de relacionarse entre ellas.

La adoración debe proporcionar canales que permitan que las personas sin
excepción puedan demostrar la manera y el concepto que tienen de adorar, pero
sin descuidar o dar apertura a realizar acciones que contradigan la palabra y
distorsionen el mensaje. La cultura la vemos reflejada tanto en el lugar refiriéndonos
al diseño de construcción, como en las actividades sobre todo resaltando las
actividades especiales, en la gente, en las relaciones que hay entre ellos, en la
manera de llevar el programa del culto, en la forma en que se predica la palabra, en
la respuesta que evidencia nuestra obediencia hacia Dios, en el liderazgo que se
ejerce. La cultura aporta muchas características que contribuyen de manera positiva
pero de igual modo en forma negativa.

Reacción Personal

Este tema llama mucho mi atención por la manera en la que muchas veces hemos
dejado que dentro de la Iglesia la costumbre se haga una cultura que puede ser que
sirvió y en algunos casos siga sirviendo pero esto no quiere decir que no podamos
implementar algunas actividades nuevas con el fin de conseguir mejores resultados.
Uno de los mayores obstáculos que he encontrado dentro del ministerio que
desarrollo es precisamente la poca apertura que se tiene para modificar las
estructuras de los cultos, ya que muchos están arraigados a lo que se ha hecho por
años y no permiten darle entrada a lo que hoy es culturalmente relevante para la
nueva generación porque piensan que no tiene bases Bíblicas, pero siendo
objetivos muchas de las acciones que ya se realizan tampoco lo están pero sin
embargo se siguen desarrollando puesto que son esenciales para cumplir la Gran
Comisión que Jesús nos dio.

La iglesia debe aprovechar al máximo lo mejor que le ofrece la cultura del lugar
donde se encuentra y usarlo para darle a Dios la gloria, afianzándonos en nuestra
relación con Dios realmente podemos hacer uso de la cultura de manera positiva y
generar un impacto positivo para la sociedad a través de mensajes relevantes que
logren conducir a cada persona a tener una relación con Dios y arrepentirse
genuinamente.

Cita Textual

Las verdades cristianas han estado estrechamente vinculadas con las fuerzas
culturales a través de la historia.

El movimiento total de las iglesias ha estado intrínsecamente ligado a la cultura

secular. Esto significa que la forma en que tanto los individuos como la congregación
adoran está fuertemente influida por su trasfondo cultural.

La cultura es otra forma de ver a la sociedad. Mientras la cultura identifica patrones

de conducta, la sociedad designa los agregados particulares de los participantes en
la cultura.

En un sentido, la cultura es comportamiento socialmente adquirido. Por lo cual, las

iglesia de hoy están fuertemente influidas por las características materiales o no
materiales de las generaciones pasadas. El deseo de la iglesia de adaptación al
cambio o el de aceptar nuevas ideas está, a menudo restringido por el pensamiento
coloreado por la cultura.

La iglesia no puede cumplir la Comisión de nuestro Señor a menos que ministre a

la gente donde está, sin tener en cuenta su orientación cultural o su condición
espiritual. La adoración debe ser redentora, proveyendo la ambientación espiritual
por la cual el pecador encuentra al Salvador y halla perdón mediante la confesión
de pecados y el arrepentimiento.

Ciertamente que la ubicación o el lugar condiciona la manera en que el pueblo

piensa y actúa. Esta situación crea problema a líderes de iglesias y a pastores que
crecieron en una cultura diferente, para ajustarse y ministrar efectivamente a
aquellos de cultura diferente. Aun cuando ellos hablan el mismo idioma, hay ocultas
diferencias y significados en la forma como la gente piensa y reacciona, a las que
los líderes de la iglesia deben poner cuidado y ser sensibles.

Especialmente la juventud necesita del apoyo de la congregación en proveerles

actividades positivas para neutralizar esas influencias culturales mundanas.