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Director:
Doctor. Luis Aníbal Vélez Restrepo
Codirector:
Doctor. José Fernando Jiménez Mejía
Esta tesis fue posible gracias al apoyo incondicional de mi familia y amigos, que, desde
Manizales me enviaban sus más calurosas energías para continuar con el cumplimiento de esta
meta. Agradezco también a la Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín y a todo su
personal tanto administrativo y docente, como al operativo y de servicios, que con su fraternal
acogida me hicieron sentir como en casa.
A mi director Luis Aníbal Vélez y a mi codirector José Fernando Jiménez, quienes con su
personalidad, conocimiento y paciencia me brindaron la motivación necesaria para culminar
esta investigación.
Gracias infinitas a los docentes Carlos Mauricio Bedoya y Clara Inés Villegas, que, con sus
consejos, apoyo y amistad a lo largo de esta maravillosa experiencia fueron un pilar para no
desfallecer. Asimismo, agradezco al docente Jorge Hernán Salazar Trujillo, quien además de
una inspiración se ha convertido en un modelo académico a seguir; adicionalmente, le doy
gracias al docente Andrés Ochoa, que por medio de su sabiduría mejoró este resultado.
A mis compañeros de maestría: Melissa Patiño, Paula Villada, Diana Arboleda, Judith Santos, y
Óscar Tabares, porque nos hicimos fuertes juntos.
Al barrio Carlos E.
A mi ventana.
A ti.
Resumen y Abstract VIII
Resumen
Este estudio tiene como objetivo proponer alternativas de diseño urbano a partir de la relación
entre morfología urbana y clima local, considerando el potencial que tiene la infraestructura
verde para mitigar el calentamiento en los espacios exteriores y haciendo especial referencia
a la ciudad de Medellín, Colombia. Para el desarrollo de esta investigación se analizaron y
modelaron tres casos de estudio de la ciudad (Barrio Fátima, Conjunto Siempre Verde y Barrio
Santa Inés), con el fin de verificar si la presencia de vegetación efectivamente modifica el
microclima. Se llevaron a cabo tres pasos metodológicos principales: (1) levantamiento del
área de estudio, en donde se caracterizó la infraestructura verde y gris, a su vez se
seleccionaron los datos de entrada meteorológica y el período de modelación; (2) se
establecieron tres variaciones de diseño urbano (escenario actual, escenario impermeable, y
escenario potencial); (3) se modeló el microclima con el software ENVI-met. Finalmente, se
obtienen dos tipos de resultados: Temperatura Media Radiante (TMR) y comportamiento
higrotérmico; los resultados de TMR fueron los más significativos, puesto que se vieron
positivamente alterados por la evapotranspiración y sombra de la vegetación seleccionada.
Esta investigación además de crear alternativas a un diseño urbano, demuestra que hay
oportunidades para que los planificadores y tomadores de decisiones dirijan sus esfuerzos a
las formas de crecimiento futuras de la ciudad de Medellín.
Abstract
This research aims to propose urban design alternatives based on relationship between urban
morphology and local climate, considering the potential that green infrastructure has to
mitigate warming in outdoor spaces with particular reference to Medellín city, Colombia. For
this research development, three Medellin city case studies (Fátima Neighborhood, Siempre
Verde Residential and Santa Inés Neighborhood) were analyzed and modeled; in order to
verify if the vegetation actually modifies the microclimate. Three main methodological steps
were carried out: (1) study area survey, where green and gray infrastructure were
characterized, at the same time, meteorological input data and modeling periods were
selected; (2) three urban design variations were established (current scenario, impermeable
scenario, and potential scenario); (3) microclimate was modeled with ENVI-met software.
Finally, two types of results are obtained: Radiant Mean Temperature (Tmrt) and
hygrothermal behavior; Tmrt results were the most significant, since they were positively
altered by evapotranspiration and shade of selected vegetation. In addition to creating
alternatives to an urban design, this study show opportunities exist for planners and decision
makers to direct efforts to Medellín’s future growth forms.
Contenido
Pág.
Resumen..................................................................................................................................................................................VIII
Introducción ............................................................................................................................................................................ 17
2. Metodología ................................................................................................................................................................... 47
2.1 Investigación sobre el diseño........................................................................................................................................48
2.1.1 Situación actual del área de estudio ..........................................................................................................48
2.1.2 Casos de estudio ...............................................................................................................................................64
2.2 Investigación para el diseño ..........................................................................................................................................69
2.2.1 El uso de ENVI-met ..........................................................................................................................................71
2.2.2 Insumos para cada caso de estudio ...........................................................................................................72
2.2.3 Periodo de modelación seleccionado........................................................................................................75
2.2.4 Descripción de escenarios a simular con ENVI-met ............................................................................80
2.2.5 Vegetación seleccionada ................................................................................................................................81
2.2.6 Diseño urbano potencial (Ver anexo A) ...................................................................................................85
2.2.7 Procedimiento para estimar la relación entre morfología urbana, vegetación y microclima ...
.................................................................................................................................................................................88
Bibliografía............................................................................................................................................................................ 111
Lista de figuras, tablas y fotografías XII
Lista de figuras
Pág.
Figura 1. Representación esquemática de la atmósfera urbana que ilustra una clasificación de dos capas
de modificación urbana. Modificado a partir de T. R. Oke (1987) ....................................................................... 22
Figura 2. Secciones transversales de cañones de calles. ......................................................................................... 32
Figura 3. Identificación de las principales tipologías de IG como una combinación de diferentes capas de
vegetación, superficies de suelo y estructuras del edificio. Modificado a partir de Bartesaghi Koc et al.
(2016). ..................................................................................................................................................................................... 38
Figura 4. Beneficios de la Infraestructura Verde. Fuente: Biosolar Roofs: A Symbiosis between
Biodiverse Green Roofs and Renewable Energy. Catalano & Baumann (2017) ............................................. 42
Figura 5. Fenómenos de intercambio de calor (absorción, reflexión y emisión de la radiación solar
entrante) y fluidos (movimiento turbulento entre aire y superficies) que se producen en el entorno
urbano en el UCL. How Researchers Measure Urban HeatIslands. Extraído de a partir de Tumini &
Higueras Garcia (2014). ..................................................................................................................................................... 43
Figura 6. Modelo urbano usado por ENVI-met. Elaborado a partir de Bruse M. 2010. Extraído de a partir
de Tumini & Higueras Garcia (2014). ............................................................................................................................ 44
Figura 7. Fases que se tendrán en cuenta en la presente investigación. Modificado a partir de Sanda
Lenzholzer (2010) ............................................................................................................................................................... 47
Figura 8. Localización general del área de estudio. Colombia, Antioquia - Valle de Aburrá (10 municipios
-línea punteada). A partir de Google Imágenes y Modelo de Elevación Digital (DEM) - misión STRM
Shuttle Radar Topography Mission. Disponible en: https://vertex.daac.asf.alaska.edu/ ........................... 48
Figura 9. Promedio mensual de temperatura máxima (línea roja) y temperatura mínima (línea azul).
Fuente: MERRA-2 Modern-Era Retrospective Analysis de NASA a partir de
https://es.weatherspark.com/y/22535/Clima-promedio-en-Medell%C3%ADn-Colombia-durante-
todo-el-a% .............................................................................................................................................................................. 49
Figura 10. Red de drenaje Valle de Aburrá. ................................................................................................................. 50
Figura 11. Microzonificación sísmica de Medellín. Fuente: Ramírez Upegui (2016) .................................... 50
Figura 12. Municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA). Comunas y corregimientos
de la ciudad de Medellín..................................................................................................................................................... 51
Figura 13. Usos Generales del Suelo Urbano POT 2014 - 2027 Municipio de Medellín (Acuerdo 48 de
2014). Fuente: https://www.datos.gov.co/Ordenamiento-Territorial/Usos-Generales-del-Suelo-
Urbano-POT-2014-2027-Muni/fzyj-2xtv/data .......................................................................................................... 52
Figura 14. Mapificación de las formas de crecimiento del Valle de Aburrá. ..................................................... 53
Figura 15. Clasificación de las formas de crecimiento compacto del Valle de Aburrá. Fuente: Área
Metropolitana del Valle de Aburrá (2007). ................................................................................................................. 54
Figura 16. Clasificación de las formas de crecimiento disperso del Valle de Aburrá. Fuente: Área
Metropolitana del Valle de Aburrá (2007). ................................................................................................................. 55
Lista de figuras, tablas y fotografías XIII
Figura 17. Clasificación de las formas de crecimiento disperso del Valle de Aburrá. Fuente: Área
Metropolitana del Valle de Aburrá (2007). ................................................................................................................. 56
Figura 18. Clasificación de las formas de crecimiento del Valle de Aburrá – Hilera suburbana. Fuente:
Área Metropolitana del Valle de Aburrá (2007). ....................................................................................................... 56
Figura 19. Espacio Público Verde Urbano. Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá, CONCOL, &
AIM, 2007, a partir de Restrepo Vélez & Helena Hoyos (2015, p.31). ................................................................ 58
Figura 20. Zonas Climáticas Locales de Medellín. A partir de Martínez Osorio, Ochoa, & Jiménez (2017)
.................................................................................................................................................................................................... 61
Figura 21. Porcentaje de Zonas Climáticas Locales de Medellín. A partir de Martínez Osorio, Ochoa, &
Jiménez (2017) ...................................................................................................................................................................... 62
Figura 22. Definición de categorías de celdas urbanas a partir del cálculo de Furb. Fuente: Flórez et al.
(2016)....................................................................................................................................................................................... 63
Figura 23. Localización de la comuna Belén en la ciudad de Medellín. .............................................................. 64
Figura 24. Localización del barrio Fátima en la comuna Belén. ........................................................................... 65
Figura 25. Tipología de perfil vial barrio Fátima. ...................................................................................................... 65
Figura 26. Localización del barrio Loma de los Bernal en la comuna Belén. ................................................... 66
Figura 27. Localización de la comuna Manrique en la ciudad de Medellín. ...................................................... 67
Figura 28. Localización del barrio Santa Inés en la comuna Manrique. ............................................................. 67
Figura 29. Tipología de perfil vial barrio Santa Inés. ............................................................................................... 68
Figura 30. Aplicaciones independientes ENVI-met................................................................................................... 71
Figura 31. Levantamiento Fátima en ENVI – met. ..................................................................................................... 72
Figura 32. Insumos barrio Fátima (DWG Y Shape). .................................................................................................. 72
Figura 33. Levantamiento Siempre Verde en ENVI – met. ..................................................................................... 73
Figura 34. Insumos Conjunto Siembre Verde (DWG Y Shape). ............................................................................. 73
Figura 35. Levantamiento Santa Inés en ENVI – met. .............................................................................................. 74
Figura 36. Insumos barrio Santa Inés (DWG Y Shape)............................................................................................. 74
Figura 37. Climograma de Medellín 1982 - 2012. Fuente: Extraído en junio de 2018 a partir de
https://es.climate-data.org/location/4088/ .............................................................................................................. 75
Figura 38. Totales de precipitación enero del 2017 estaciones IDEAM............................................................. 75
Figura 39. Localización de las estaciones meteorológicas y pluviométricas con respecto a las áreas de
estudio. ..................................................................................................................................................................................... 76
Figura 40. Registros de temperatura del 21 enero para el Barrio Fátima. ....................................................... 77
Figura 41. Registros de humedad relativa del 21 enero para el Barrio Fátima. ............................................. 77
Figura 42. Dirección y velocidad del viento en el Barrio Fátima para el 21 de enero del 2017. A partir de
los datos del SIATA y procesados en el software WRPLOT.................................................................................... 77
Figura 43. Registros de temperatura del 21 enero para el Barrio Loma de los Bernal. ............................... 78
Figura 44. Registros de humedad relativa del 21 enero para el Barrio Loma de los Bernal. ..................... 78
Figura 45. Dirección y velocidad del viento en el Barrio Loma de los Bernal para el 21 de enero del 2017.
A partir de los datos del SIATA y procesados en el software WRPLOT. ............................................................ 78
Figura 46. Registros de temperatura del 21 enero para el Barrio Santa Inés. ................................................. 79
Figura 47. Registros de humedad relativa del 21 enero para el Barrio Santa Inés. ....................................... 79
Figura 48. Dirección y velocidad del viento en el Barrio Santa Inés para el 21 de enero del 2017. A partir
de los datos del SIATA y procesados en el software WRPLOT. ............................................................................. 79
Figura 49. Especies seleccionadas .................................................................................................................................. 82
Figura 50. Especies seleccionadas en ENVI-met. ....................................................................................................... 82
Figura 51. Diagrama de sombras diseñado por Jorge Hernán Salazar Trujillo. .............................................. 83
Figura 52. Perfil vial propuesto para el barrio de Fátima....................................................................................... 85
Lista de figuras, tablas y fotografías XIV
Figura 53. Patrón de sombras de 12:00pm a 4:00pm para la morfología urbana del barrio Fátima. A
partir del software Sketchup. ........................................................................................................................................... 85
Figura 54. Escenario potencial para el barrio Fátima. A partir del software ENVI – met. ........................... 86
Figura 55. Propuesta de antejardines conjunto Siempre Verde. .......................................................................... 86
Figura 56. Patrón de sombras de 12:00pm a 4:00pm para la morfología urbana del conjunto Siempre
Verde. ....................................................................................................................................................................................... 86
Figura 57. Escenario potencial para el conjunto Siempre Verde. A partir del software ENVI – met. ...... 87
Figura 58. Perfil vial propuesto para el barrio de Santa Inés. ............................................................................... 87
Figura 59. Patrón de sombras de 12:00pm a 4:00pm para la morfología urbana del barrio Santa Inés. A
partir del software Sketchup. ........................................................................................................................................... 87
Figura 60. Escenario potencial para el barrio Santa Inés. A partir del software ENVI – met. .................... 88
Figura 61. Manage Workspaces and Projects ............................................................................................................. 88
Figura 62. Editor Monde .................................................................................................................................................... 88
Figura 63. Aplicación Albero ............................................................................................................................................ 89
Figura 64. ProjectWizard ................................................................................................................................................... 89
Figura 65. Configuración del ProjectWizard con las respectivas variables ...................................................... 89
Figura 66. LEONARDO ........................................................................................................................................................ 89
Figura 67. ENVI-met(core) ................................................................................................................................................ 89
Figura 68. Escenarios simulados con ENVI-met. A partir del software ENVI-met. ........................................ 90
Figura 69. Temperatura Media Radiante a los 1.8 m de altura a las 3:00 pm para todos los escenarios del
Barrio Fátima. ........................................................................................................................................................................ 92
Figura 70. Temperatura Media Radiante a los 1.8 m de altura a las 3:00 pm para todos los escenarios del
Conjunto Siempre Verde. ................................................................................................................................................... 93
Figura 71. Temperatura Media Radiante a los 1.8 m de altura a las 3:00 pm para todos los escenarios del
Barrio Santa Inés. ................................................................................................................................................................. 94
Figura 72. Comportamiento higrotérmico -a cada hora a diferentes alturas de modelado-para todos los
escenarios del Barrio Fátima. ........................................................................................................................................... 96
Figura 73. Comportamiento higrotérmico -a cada hora a diferentes alturas de modelado-para todos los
escenarios del Conjunto Siempre Verde. ...................................................................................................................... 97
Figura 74. Comportamiento higrotérmico -a cada hora a diferentes alturas de modelado-para todos los
escenarios del Barrio Santa Inés. .................................................................................................................................... 98
Figura 75. Anomalía entre los escenarios del Barrio Fátima. ................................................................................ 99
Figura 76. Anomalía entre los escenarios del Conjunto Siempre Verde. ......................................................... 100
Figura 77. Anomalía entre los escenarios del Barrio Santa Inés. ....................................................................... 101
Figura 78. Levantamiento en 3D en el software ArcGIS y obtención de sombras a partir del software
Sketchup. ............................................................................................................................................................................... 108
Figura 79. Sombras de cada morfología urbana para cada caso de estudio. .................................................. 109
Figura 80. Metodología para distribución de especies arbóreas - docente Jorge Hernán Salazar.......... 109
Figura 81. Vegetación seleccionada con su respectiva intersección de sombras. ........................................ 109
Figura 82. Distribución de especies en planta para el Barrio Fátima. .............................................................. 110
Figura 83. Distribución de especies en planta para el Conjunto Siempre Verde. ......................................... 110
Figura 84. Distribución de especies en planta para el Barrio Santa Inés. ....................................................... 110
Lista de figuras, tablas y fotografías XV
Lista de tablas
Pág.
Tabla 1. Sistema de clasificación de las Zonas Climáticas Locales: Tipos de edificaciones y tipos de suelo.
Adaptado de Stewart y Oke (2012). Ilustraciones de J.A.Ruiz. Extraído de (Jiménez Mejía, 2016))........ 24
Tabla 2. Principales regiones climáticas, problemas principales, respuestas de diseño urbano básico y
forma urbana preferida. Modificado a partir de Golany (1996)........................................................................... 28
Tabla 3. Modos de refrigeración proporcionados por diferentes opciones de infraestructura verde
urbana (UGI) durante el verano y ubicaciones prioritarias para optimizar esos beneficios de
refrigeración. Modificado a partir de Norton et al. (2015)..................................................................................... 37
Tabla 4. Procedimiento metodológico para la selección de especies en las áreas verdes urbanas. ......... 60
Tabla 5. Direcciones y velocidades del viento seleccionadas para cada caso de estudio............................. 80
Tabla 6. Características de las especies seleccionadas para las simulaciones en ENVI-met....................... 81
Tabla 7. Implementación del Diagrama de sombras para extraer la huella de sombra por especie........ 83
Tabla 8. Huella de sombra 12:00 pm hasta las 4:00 pm y su intersección. ...................................................... 84
Tabla 9. Ocupación verde y gris de cada escenario para cada caso de estudio. .............................................. 91
Lista de figuras, tablas y fotografías XVI
Lista de fotografías
Pág.
Introducción
Las ciudades y los centros urbanos están creciendo a una escala sin precedentes; este aumento
desmesurado de población es una preocupante tendencia que se ha nombrado “La Nueva
Bomba Demográfica” (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), 2010). Según el Grupo Banco Mundial la población total para el año 2000
era de aproximadamente 6.000 millones de personas, y en 16 años, aumentó a 7.500 millones
de personas aproximadamente. El agravante de esta situación es que la población urbana
ascendió de un 46.5% a un 54.3% el 2016 (Grupo Banco Mundial. Población urbana (% del
total)), indicando que ahora más de la mitad de la población del mundo reside en las ciudades
y centros urbanos.
“No es la oportunidad económica lo que impulsa el crecimiento urbano, sino las altas tasas de
natalidad y la llegada de masas de personas del medio rural que huyen del hambre, la pobreza
y la inseguridad” (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO), 2010, p.1); es evidente que la situación de estos emigrantes no cambia en la ciudad,
influenciada además por la falta de educación o el desempleo, trae como consecuencia que la
mayoría de ellos generen asentamientos espontáneos e informales, estableciendo así una
ciudad difusa. “La metrópoli moderna, un foco gigante de nuestro mundo inestable, se extiende
sobre la tierra en amplios anillos de desorden visual” (Moholy-Nagy, 1959).
Hoy, se ha sobrepasado la capacidad de carga del planeta (Higueras, 2006) como resultado del
irracional y acelerado proceso de urbanización, además del desconocimiento o el descuido en
la planificación del diseño de aspectos esenciales como el clima, contribuyendo a la generación
de disfuncionalidades en el medio físico urbano-arquitectónico, incidiendo directa o
indirectamente en el deterioro del medio ambiente (Barrera, Barzallo, Bustos, & León, 1985).
Teniendo en cuenta lo anterior, vale la pena mencionar lo que bien dijeron Le Corbusier & José
Luis Sert en 1942 en la Carta de Atenas (documento final del Congreso Internacional de
Arquitectura Moderna - CIAM, 1933): “…los barrios de viviendas deben ocupar los mejores
emplazamientos en el espacio urbano, aprovechando la topografía, teniendo en cuenta el clima
y disponiendo de la insolación más favorable y de los espacios verdes oportunos”(p.10). Esta
anotación con el fin de mencionar cómo hace más de 80 años se habían propuesto unas
directrices de diseño que no se están evidenciando en la actualidad.
Uno de los efectos urbanos más conocidos del crecimiento de las ciudades es el calentamiento
urbano, y algunos autores afirman que globalmente, las ciudades son casi siempre más cálidas
que la zona rural (Oke, 1973). Para mitigar este calentamiento el hombre busca soluciones en
la naturaleza; actualmente organizaciones como la FAO aseguran que si “los bosques y los
árboles de los entornos urbanos y periurbanos, están gestionados adecuadamente, pueden
contribuir enormemente a la planificación, diseño y gestión de paisajes sostenibles y
resilientes.” (Salbitano, Borelli, Conigliaro, & Chen, 2017, p.9).
Así, las investigaciones recientes (Chen, Yu, Yang, & Mayer, 2016; Duarte, Shinzato, Gusson, &
Alves, 2015; Greenberg & Jeronimidis, 2013; Hagen et al., 2014; Johansson, 2017; Lindberg &
Grimmond, 2011; Lindberg, Thorsson, Rayner, & Lau, 2016; Perini & Magliocco, 2014; Sosa,
Correa, & Cantón, 2016; Stanganelli & Gerundo, 2017; R Stiles et al., 2014; Tong et al., 2017)
están abarcando la relación entre forma urbana, vegetación y clima urbano, elementos que
serán las bases fundamentales para abordar la pregunta de investigación que sustenta esta
tesis: ¿Qué alternativas de diseño urbano se pueden proponer a partir de la relación entre
morfología urbana y clima local considerando el potencial que tiene la infraestructura verde
para mitigar el calentamiento en los espacios exteriores?
Es fundamental considerar el diseño de una morfología urbana efectiva que modifique el clima
positivamente. Si bien es cierto que desde que Golany (1996) afirmó que había muy poca o
ninguna literatura sobre la escala de diseño urbano (vecindario y ciudad) en lo que se refería
al clima, las dos últimas décadas ha habido una cantidad considerable de publicaciones sobre
el tema del clima y el diseño urbano.
Verde, hace alusión a todo tipo de vegetación urbana, asimismo esta cobertura se entenderá como
superficie permeable. Siendo así, el concepto impermeable será todas las superficies y coberturas que
sean diferentes a -o no posean vegetación, igualmente alude a una infraestructura gris.
La presente investigación tiene como objetivo proponer alternativas de diseño urbano a partir
de la relación entre morfología urbana y clima local considerando el potencial que tiene la
infraestructura verde para mitigar el calentamiento en los espacios exteriores, con especial
referencia a Medellín, Colombia; asimismo se plantean como objetivos específicos los
siguientes: (1) reconocer las diferentes morfologías urbanas de la ciudad de Medellín junto con
las tipologías espaciales y compositivas de su infraestructura verde asociada como factor de
atenuación térmica; (2) estimar la respuesta térmica de la relación entre la infraestructura
verde y morfología urbana en una selección de espacios exteriores de la ciudad de Medellín;
(3) formular alternativas de diseño urbano para la mitigación del calentamiento en los
espacios exteriores a partir de la infraestructura verde en la ciudad de Medellín; y finalmente
(4) plantear las directrices y/o recomendaciones de diseño urbano con vegetación tendientes
a mejorar y a aportar elementos para las nuevas formas de crecimiento en la ciudad de
Medellín.
A continuación, se desarrollarán cinco capítulos, iniciando por el estado del arte: abordando
temas como el clima, la vegetación, la morfología urbana, la relación entre estas tres variables
y finalmente la descripción del software a utilizar, esto con el fin de ampliar el conocimiento
sobre los componentes que constituyen la pregunta de investigación. Seguidamente, se
desarrolla el capítulo de metodología, que consta de la investigación sobre y para el diseño
(reflexión, análisis y proceso): se describen los casos de estudio, se mencionan los insumos
necesarios para el modelado y finalmente se explica el procedimiento para estimar la relación
entre morfología urbana, vegetación y microclima con el software ENVI-met. Posteriormente,
se presentan los resultados, que siguen la acotación de investigación por medio del diseño
(generación de conocimiento a partir de directrices), para finalmente discutir, concluir y
realizar insinuaciones a futuras investigaciones.
Marco Teórico 20
Las particularidades del clima del territorio colombiano, así como de los fenómenos
atmosféricos que se observan en sus regiones, se deben a su localización en medio de la
distribución mundial de energía (calor, viento) y masa (humedad, nubosidad y precipitación),
es decir por las características físico-geográficas de la región donde se localiza.
La zona tropical (el área ubicada entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio o entre los 27.5°S
y 27.5°N) tiene la particularidad de disponer de la mayor cantidad de energía solar que recibe
el planeta. Dicha zona se caracteriza por presentar altas temperaturas medias; sin embargo, a
una misma altura, las diferencias térmicas horizontales son bajas.
Otra particularidad destacada de la zona tropical es la relacionada con el ciclo anual y diario de
temperatura del aire: en el ciclo anual la diferencia entre la temperatura media del mes más
cálido y la del más frío es pequeña (aproximadamente 2°C), mientras que en ciclo diario la
diferencia entre la mínima y la máxima es bastante amplia (puede alcanzar hasta 20°C).
Además de las características térmicas, la zona tropical presenta bajas presiones en la parte
ecuatorial y altas presiones en los subtrópicos; en esta región predomina la circulación de los
vientos alisios (vientos que soplan del Este, del Noreste o del Sureste) los cuales convergen en
la Zona de Confluencia Intertropical (ZCIT). Los sistemas térmicos, báricos y de circulación
enunciados se desplazan de norte a sur o de sur a norte dependiendo de la época del año, con
lo cual inducen la estacionalidad del clima en diferentes regiones de esta zona. El territorio de
Colombia está localizado entre los 4°S y los 13°N, por lo que gran parte se ubica en la zona
ecuatorial (delimitada entre los 7°S y 7°N, aproximadamente) y una parte en la zona subtropical
del hemisferio norte. Al estar localizado en la franja ecuatorial, el territorio colombiano está en
el área de influencia de la ZCIT. Esto es un factor determinante en la distribución espacio-
temporal de la precipitación, de la nubosidad y de otras variables climatológicas (Ruiz Murcia
& Pabón Caicedo, 2018, p.20 - 21).
21 Marco Teórico
Ragheb, El-Darwish, & Ahmed (2016), definen el clima como el comportamiento a largo plazo
del entorno en una región seleccionada, con características específicas como temperatura,
presión, viento, precipitación, cobertura de nubes y humedad. En el 2006, Higueras le da al
clima una caracterización espacial, determinada por factores astronómicos y geográficos, lo
que permite una clasificación de climas zonales, locales o microclimas; y una caracterización
temporal especificada en días, meses, estaciones, años, o décadas.
El clima urbano, hace referencia a las condiciones climáticas particulares de un área urbana y
estas se hacen evidentes al comparar el clima de una ciudad con el clima de sus suburbios
circundantes (Oke, 1987). Por tal razón, este clima local único se denomina clima urbano y se
caracteriza generalmente por una temperatura más alta del aire superficial, una velocidad
media más débil del viento, y una humedad relativa más baja comparada con las del campo
(Ren, 2015).
Se conciben diferentes definiciones de clima urbano, como la de Ruth & Baklanov (2012)
quienes afirman que el clima urbano más que la manifestación de procesos químicos y
biofísicos, es la huella que la sociedad deja en la tierra; estos autores contribuyen a la
comprensión de esa huella, sus causas y ramificaciones a largo plazo. Así, la ciencia del clima
urbano tendrá que desempeñar un papel fundamental en el avance del conocimiento sobre
numerosos problemas de contaminación ambiental urbana, impacto en la salud y comodidad
urbana (Ruth & Baklanov, 2012).
La ciudad crea su propio clima (Littlefair et al., 2000) y los microclimas que se están generando
necesitan ser analizados para abordar un correcto proceso de decisión de planificación y así
crear espacios públicos habitables y saludables (Lobaccaro & Acero, 2015). Es esta
preocupación por los espacios exteriores la que abrirá campo al estudio del microclima urbano
(Aliste, 2016), y para llegar a esta escala se debe asumir una visión de lo general a lo particular.
Así mismo, cuatro años atrás Ruth & Baklanov (2012), aseguraron que un microclima urbano
es el clima distintivo en una zona urbana de pequeña escala, y, que el diseño de una ciudad
junto con su planificación urbana establecen las condiciones para sus microclimas, cuyos
rasgos pueden verse influidos por factores del entorno próximo, por ejemplo la relación de los
espacios edificados y la vegetación (Higueras, 2006).
Varios estudios han modelado el microclima de los espacios abiertos. Uno de los pioneros y
quien introdujo el concepto de “Urban Boundary Layer” (UBL), fue Oke (1976); quien once
años más tarde publica Boundary Layer Climates (1987), un libro que ofrece una descripción
concisa de las capas atmosféricas (Figura 1), facilitando su comprensión principalmente para
el especialista no meteorológico en una variedad de disciplinas: geografía, agricultura,
silvicultura, ecología, ingeniería, medio ambiente y planificación.
Oke, identificó dos capas atmosféricas separadas. Una es la capa límite urbana (UBL), donde el
clima se ve afectado por la presencia de un área urbana en su límite inferior (Ng, Chen, Wang,
& Yuan, 2012); y la otra es la capa de dosel urbano (UCL), que es está gobernada por los
procesos en la microescala. El clima aquí está delimitado por la naturaleza de su entorno
inmediato, como la altura media de los edificios y su orientación, los árboles, el albedo, la
emisividad, las propiedades térmicas, la humedad, etc.
Figura 1. Representación esquemática de la atmósfera urbana que ilustra una clasificación de dos capas de modificación
urbana. Modificado a partir de T. R. Oke (1987)
23 Marco Teórico
Con sus investigaciones, Oke ha marcado un hito en los estudios sobre el clima, permitiendo el
trabajo desde diferentes escalas a los profesionales que tienen directa responsabilidad con la
planificación de la ciudad. Por esta razón, los “climas de la capa límite” son vistos como la única
forma en que cada superficie responde a funciones de fuerza externa tales como calentamiento
solar, precipitación y flujo del aire.
Las escalas del microclima se confieren por las dimensiones de las características
morfométricas que componen su paisaje urbano. Esto hace hincapié en la necesidad de
describir adecuadamente las propiedades de las zonas urbanas que afectan a la atmósfera. Las
características básicas más importantes son la estructura urbana (dimensiones de los
edificios y los espacios entre ellos, las anchuras de las calles y el espaciamiento de las mismas),
la cobertura urbana (pavimentada, vegetada, suelo desnudo, agua), el tejido urbano
(construcción y materiales naturales) y el metabolismo urbano (calor, agua y contaminantes
debidos a la actividad humana) (Oke, 2004).
A mediados de esta década se comienzan a realizar diferentes estudios que incluyen UCL y
diferentes variables para evaluar el microclima de los espacios abiertos. En el 2006, Oke
publica un artículo llamado Towards better scientific communication in urban climate; dicha
investigación se plantea el interrogante de cómo facilitar la interacción entre los participantes
dentro del campo del clima urbano, tanto aquellos que estudian sus mecanismos y efectos
como aquellos que aplican dichos conocimientos a la mejora de los asentamientos humanos.
Tres años más tarde Oke publica otro artículo llamado Classifying urban climate field sites by
Local Climate Zones: the case of Nagano, Japan, esta publicación genera un nuevo enfoque para
la clasificación de los sitios; convirtiéndose en un sistema que ofrece una interpretación más
útil del paisaje para los climatólogos urbanos, además puede mejorar la coherencia y la
precisión en los informes sobre el clima urbano, y se convierte en un punto de inflexión para
el análisis de la relación entre el clima, la morfología urbana y la vegetación.
Este sistema (LCZ – Tabla 1), se hace oficial en la Reunión Anual de la Asociación Americana
de Geógrafos el 2011, en donde I. D. Stewart & Oke exponen Local Climate Zones: Origins,
development, and application to urban heat islands y complementan su estudio un año después
con la publicación Local climate zones for urban temperature studies. Este nuevo concepto
detona una variedad de investigaciones evidenciando la aplicación y clasificación de LZC en
diferentes sitios (Cavan et al., 2014; Bourikas et al., 2015; Emmanuel & Loconsole, 2015; Lau
et al., 2015; Ng & Ren, 2015; Lamarca, Qüense, & Henríquez, 2016; Zheng et al., 2016; Pacifici,
Marins, Catto, Rama, & Lamour, 2017; Xu et al., 2017).
24 Marco Teórico
Tabla 1. Sistema de clasificación de las Zonas Climáticas Locales: Tipos de edificaciones y tipos de suelo.
Adaptado de Stewart y Oke (2012). Ilustraciones de J.A.Ruiz. Extraído de (Jiménez Mejía, 2016)).
25 Marco Teórico
El progreso en la ciencia del clima urbano está severamente restringido por la falta de
información útil que describa aspectos de la forma y función de las ciudades a una resolución
espacial detallada. Para superar esta deficiencia, el 2014 da paso a una iniciativa: World Urban
Database and Access Portal Tools (WUDAPT) para recopilar y difundir esta información de
manera consistente para las áreas urbanas de todo el mundo (Bechtel et al., 2015).
En este mismo año (2014), se destacó una investigación realizada por Stiles et al., llamada
Urban Fabric Types and Microclimate Response ‐ Assessment and Design Improvement, el
objetivo de este proyecto fue comprender mejor la forma en que la estructura a pequeña escala
del tejido urbano contribuye de carácter diferente al efecto de la isla de calor y otros
fenómenos climáticos urbanos; además estos “tipos de fábrica urbana” se utilizaron para
desarrollar estrategias específicas para mitigar estos efectos a nivel local. Para esto, fue
trascendental la caracterización de la morfología del paisaje urbano y la comprensión de la
interacción entre los diferentes tipos de tejido urbano y el microclima urbano.
El término isla de calor urbana (UHI) apareció por primera vez en la literatura meteorológica
en un estudio de Gordon Manley en 1958. Sin embargo, el primer descubrimiento de UHI puede
nombrarse por Luke Howard en 1820, cuando reconoció la existencia de una diferencia
térmica entre las noches y los días de Londres (Landsberg, 1981).
26 Marco Teórico
Existen amplios avances en la comprensión conceptual del efecto isla de calor; el más
significativo en la era moderna ha sido la clasificación de Oke (1976) del dosel urbano y las
islas de calor de la capa límite. El 2011, I. D. Stewart en su publicación Redefining the Urban
Heat Island explica que la isla de calor urbana es un complejo fenómeno que opera a escala
micro, local y meso de tiempo y espacio:
Implícito en este conjunto de escalas, existen tres capas de isla de calor: (1) en y directamente
debajo de la cobertura superficial de la ciudad; (2) inmediatamente arriba de la superficie
cubierta en el aire que rodea la ciudad, sus edificios y personas; y (3) en la capa límite urbana
arriba y abajo de la ciudad (p.2).
La isla de calor a la que hace mención esta tesis se centra exclusivamente en la capa (2): sobre
la superficie pero debajo de los tejados o en lo que Oke (1976) definió como la "capa del dosel".
Las UHI de la capa de dosel se mide tradicionalmente a 1-2 m sobre el nivel del suelo (Stewart,
2011). Este fenómeno se ha estudiado en una larga lista de ciudades y pueblos de todo el
mundo, incluidas casi todas las ciudades importantes de Europa, el este de Asia y América del
Norte. En conjunto, estos estudios constituyen una literatura de gran interés histórico y
geográfico, y de una contribución sin igual a la climatología urbana (Stewart, 2011). Para
realizar con éxito una evaluación del clima se debe tener un punto referencia o comparación
en el que se determine una definición del clima urbano “ideal”. Schiller, Evans, & Katzschner
(2001) en su investigación Isla de calor, microclima urbano y variables de diseño plantearon
unas condiciones deseables de clima urbano:
Para el hombre: enfatiza el impacto de las variables climáticas a nivel peatonal y alrededor de
los edificios. Variación temporal y espacial: no es posible lograr condiciones óptimas en toda
el área urbana y durante todo el tiempo; por eso se requiere variación espacial para evitar
condiciones desfavorables en toda la zona urbana. Distancias hasta 150 metros: la definición
propone la creación de algunos espacios con microclima favorable, accesible para peatones,
especialmente niños y personas mayores, y a distancias cortas en toda la zona urbana. Evitar
concentraciones de polución aérea: los vehículos y edificios emiten polución aérea en forma
distribuida en toda la zona urbana. Las ciudades deben incorporar canales de ventilación
urbana que permitan la dispersión y evacuación de la polución. Los requerimientos de confort
térmico y control de polución son contrapuestos en muchos casos. Por eso, se proponen
soluciones que ofrezcan canales de ventilación adecuados. Estrés térmico: la evaluación de
microclima requiere un índice de confort que contemple el impacto de temperatura, humedad
relativa del aire, radiación de onda larga y corta, y viento (p.2).
Desde la perspectiva del diseño urbano, la influencia del ambiente construido sobre los
microclimas y el bienestar físico, contribuye también a la salud y el confort (M. P. Esch, 2015),
por lo tanto, un conocimiento del carácter microclimático del sitio es valioso porque puede
ayudar a diseñadores y urbanistas a desarrollar una estrategia para mejorarlo y decidir en qué
medida las ganancias solares pueden ser explotadas (Littlefair et al., 2000).De la misma
manera el Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE, 2007) recomienda que
para conocer las condiciones del microclima urbano, es necesario que la documentación
incluya los parámetros que definen sus características: orientación solar, datos térmicos,
topografía, régimen de vientos, vegetación e hidrogeología. Cabe destacar que fueron las
regiones con clima estresante (caliente-seco, caliente-húmedo, frío-seco, frío-húmedo) las que
proporcionaron lecciones históricas. Los especialistas en clima proporcionan hoy muchos
datos sobre climatología urbana, pero son los profesionales del diseño urbano los que
necesitan aplicar y traducir estos datos en herramientas de diseño útiles para la construcción
de la ciudad (Golany, 1996).
27 Marco Teórico
Así, las ciudades se implantan en el territorio, evidenciando diferentes formas edilicias y usos
del suelo que definirán la morfología de la ciudad. Leal del Castillo (2004) expone que las
formas básicas de ocupación del territorio son: irregular, ortogonal, lineal, y radial.
El movimiento modernista tenía ideas claras sobre las responsabilidades de los arquitectos y
los diseñadores urbanos con respecto a la salud pública; En la Carta de Atenas (CIAM, 1933),
promovieron varios conceptos de diseño, como la separación del tráfico y las zonas
residenciales, la penetración del sol en cada vivienda y los grandes espacios verdes, todos por
razones médicas (Esch, 2015, p.34).
A partir de estos antecedentes las ciudades han ido creciendo y modificando su configuración,
dando paso al concepto de morfología urbana, que, en términos simples, es el estudio de las
formas de la ciudad, los asentamientos humanos y el proceso de su creación y transformación;
que a su vez implica el análisis espacial de las estructuras urbanas, el uso de la tierra, las calles,
los edificios y los espacios abiertos (Gauthier & Gilliland, 2006).
1. La forma urbana se define por tres elementos físicos fundamentales: edificios y sus espacios
abiertos relacionados, parcelas o lotes, y calles.
2. La forma urbana puede entenderse en diferentes niveles de resolución. Comúnmente, se
reconocen cuatro, correspondientes al edificio/lote, la calle/bloque, la ciudad y la región.
3. La forma urbana sólo puede ser entendida históricamente ya que los elementos de los que se
compone sufren transformación y reemplazo continuo (p.7).
Las sociedades a lo largo de la historia han urbanizado el suelo usando patrones particulares
de forma urbana a escala de barrio, ya sea intencionalmente o por conveniencia y tradición
(Wheeler, 2015). Desde el punto de vista del rendimiento térmico, Golany (1996) clasifica
algunas formas urbanas que pueden ser adecuadas para diferentes climas (Tabla 2).
PRINCIPALES
PROBLEMAS
REGIONES RESPUESTA DE DISEÑO URBANO
PRINCIPALES
CLIMÁTICAS
Forma dispersa con extremos abiertos para soportar la ventilación.
Caliente- Espacios abiertos anchos y sombreados.
Exceso de calor.
húmedo Calles ampliamente abiertas para soportar el movimiento del viento.
Alta humedad.
(zona Sombreamiento extenso, zonas de árboles planificadas.
ecuatorial) Dispersión de edificios de gran altura para soportar la ventilación.
Variación combinada de alturas de edificios.
Para la calefacción (pasiva y activa) se usa una mezcla de formas cerradas
Temperatura y abiertas.
Baja temperatura.
fría-húmeda Bordes protegidos en el lado de barlovento de invierno (con estructuras o
Alta precipitación en
(norte de EE. árboles).
invierno y verano.
UU. y sur de Alturas uniformes en los edificios.
Ventoso.
Canadá) Espacio abierto medio disperso.
Bandas de árboles circunferenciales e intersectantes.
Formas compactas.
Sombreado.
Refrigeración evaporativa.
Caliente y
Excesiva sequedad Riberas urbanas protegidas de vientos cálidos Ubicación de barlovento cerca
seco (Oriente
combinada con alta de un cuerpo de agua.
Medio y Norte
temperatura diurna. Carreteras y callejones estrechos y sinuosos Mezcla de altura de
de África)
Polvoriento y tormentoso. construcción para ensombrecer la ciudad.
Espacios abiertos públicos pequeños, dispersos y protegidos.
Zonas arbóreas circunferenciales e intersectadas.
Uso del concepto de ciudad Geoespacial 1.
Formas compactas y agrupadas.
Orillas urbanas protegidas.
Frío y seco Temperatura baja en
Carreteras y callejones estrechos y sinuosos. Alturas uniformes en los
(meseta exceso asociada con la
edificios.
interior) sequedad.
Espacios públicos abiertos pequeños, dispersos y protegidos.
Viento tenso.
Zonas arborícolas circunferenciales e intersectadas
Uso del concepto de ciudad Geoespacial.
En la región húmeda:
Forma moderadamente dispersa.
Bordes urbanos abiertos.
Calles anchas perpendiculares a la costa para recibir la brisa.
Edificios dispersos de gran altura para recibir ventilación.
Orillas del
Alta humedad. Variedad de alturas de edificios.
mar (costas
Ventoso. Amplio espacio abierto público.
desérticas)
Sombreamiento, zonas de árboles planificadas.
En la región seca:
Abierto hacia el mar, compacto y protegido hacia el interior. Edificios de
gran altura mezclados con poca altura. Espacios abiertos públicos pequeños
y protegidos dispersos. Sombreado de zonas de árboles planificadas.
Ventoso y aumento de la
Laderas de Forma semi-compacta mixta y agrupada.
circulación del aire
montaña Mezcla de esfuerzos horizontales compactos y dispersos y callejones para
Mayor humedad relativa
(baja media y mejorar la vista.
que las tierras bajas.
alta Edificios de poca altura Espacios abiertos públicos pequeños dispersos.
Proporcionar un clima
pendiente) Zonas de árboles protegidos no obstructivos.
saludable y moderado.
Uso del concepto de ciudad de Geo-space.
Mejorar una vista atractiva.
Tabla 2. Principales regiones climáticas, problemas principales, respuestas de diseño urbano básico y forma urbana preferida.
Modificado a partir de Golany (1996).
1 El objetivo del diseño de la ciudad geoespacial es abordar las necesidades y deficiencias de la ciudad existente y mejorar la calidad de la vida urbana
mediante las cinco principales áreas problemáticas: ubicación inferior, diseños deficientes, disturbios sociales, salud y degeneración ambiental. y la
carga financiera resultante de diseños inadecuados. Geospace también tiene el potencial de resolver dos grandes problemas físicos urbanos del
futuro: Primero, puede proporcionar una nueva dimensión para el desarrollo en ciudades donde el espacio sobre el suelo es limitado, especialmente
en el centro del área urbana. En segundo lugar, puede proporcionar alivio para las ciudades que se han dispersado geográficam ente de manera tal
que no pueden ser administradas de manera eficiente. En ambos casos, el geoespacio ofrece desarrollo muy cerca de todos los tipos de uso de la
tierra y puede formar un continuo con los usos sobre el suelo. Gideon S. Golany (1995). Ethics and Urban Design: Culture, Form, and ENVIronment.
29 Marco Teórico
La forma compacta se ve reflejada en una ciudad que está concentrada y consolidada por usos
del suelo que tienen una estrecha relación física entre sí. Sin embargo, la compacidad no
necesariamente debe asociarse con una alta densidad de población. Una de las lecciones
importantes que se pueden extraer de los asentamientos indígenas históricos es la
introducción de la forma de ciudad compacta. Además de su justificación histórica como el
ahorro de tierras adyacentes aptas para la agricultura y la defensa, la morfología de la ciudad
compacta respondió positivamente a los climas estresantes (Golany, 1996).
La forma urbana dispersa se caracteriza por una baja densidad de población, unidades
aisladas de viviendas individuales de poca altura, provisión de espacios generosos dentro de
la tierra urbana. el patrón disperso consume más recursos financieros para el diseño, la
construcción y el funcionamiento de la ciudad que las otras dos formas (Golany, 1996).
Por su parte, la estructura urbana también tiene unas características particulares, por ejemplo,
altitud media, pendiente media, índice de superficies no permeables, porcentaje de áreas
verdes, coeficiente de cobertura de la tierra, densidad de edificación, altura media de los
edificios, factor de vista al cielo, y el porcentaje de edificios históricos (Stanganelli & Gerundo,
2017).
De estas características, la altitud media sobre el nivel del mar y la pendiente media describen
la morfología del paisaje, característica esencial en el fenómeno de aumento de temperatura,
ya que influye principalmente en la exposición al viento; el porcentaje de áreas verdes y el índice
de superficie no permeable describen las características del uso de la tierra mientras tanto los
otros indicadores de verificación describen la morfología de los tejidos urbanos (Stanganelli
& Gerundo, 2017, p.52).
(1) la altura del edificio: el ancho de la calle (H: W) mide el cañón de la calle (un espacio
tridimensional delimitado por los planos de los edificios de la calle que lo lindan);
(2) el factor de vista del cielo (SVF), que significa la fracción del domo del cielo visible desde un
punto exterior dado; y (3) un “índice de compacidad” que se define como la relación entre el
área de la superficie del edificio (excluyendo el área del plano) y el área de un cubo que tiene el
mismo volumen que el edificio (p.242).
Para ilustrar y comprender la morfología urbana, dos conceptos han ganado importancia
desde la climatología urbana, específicamente en la microescala; la calle urbana que se
describe normalmente como una forma rectangular simple, comúnmente conocida como el
"cañón urbano (UC)" (Givoni, 1998; Oke, 1988). El UC es un modelo estructural básico para
entender los microclimas de la ciudad (Stewart, 2011); el factor de vista al cielo (SVF) es un
indicador de la cantidad de cielo visible en un punto dado (Taleghani, Kleerekoper, Tenpierik,
& Van Den Dobbelsteen, 2015), es decir, el cielo disponible para la dispersión de la energía
térmica. El valor de SVF varía de 0 (cero) a 1, con un valor de 1 que corresponde a un área sin
ningún obstáculo entre el punto elegido y el cielo (Krüger, Minella, & Rasia, 2011).
30 Marco Teórico
Es importante mencionar que existen divergencias entre los estudios que incluyen el SVF.
Krüger et al. (2011) explican que hay investigaciones que sugieren que efectivamente existe
una relación entre la geometría urbana definida por el SVF y la temperatura ambiente; pero
que también hay otros autores que demuestran que el SFV tiene impactos insignificantes en la
temperatura local. El procedimiento de cálculo para obtener dicho factor ha sido un desafío
para los climatólogos (Chapman & Thornes, 2004). Se han propuesto diferentes métodos:
métodos analíticos, métodos fotográficos que utilizan software específico, sistemas GIS,
sistemas basados en GPS y, más recientemente, el uso de imágenes térmicas (Krüger et al.,
2011), por lo anterior, el SVF no será un factor determinante en la presente investigación.
Una vez mencionados los aspectos geométricos que afectan tanto el microclima como la
morfología urbana, vale la pena mencionar que el tiempo modifica las características del
paisaje construido, generando así diferentes tipologías. Algunas de ellas tienen raíces
centenarias y se extienden por todo el mundo a través de la colonización, la globalización
económica o la difusión de ideales de diseño desde los países más desarrollados a los menos
desarrollados (Wheeler, 2015).
Desde la primera recopilación de las Leyes de Indias (1680), se identificó un tejido y forma
urbana clara a través de las Américas; con las pautas del diseño urbano del Renacimiento se
fomentaron espacios cívicos formales en muchas ciudades; las tecnologías del siglo XX, como
el vehículo de motor, aceleraron el crecimiento y la dispersión del desarrollo. Nuevos tipos de
paisajes construidos proliferaron. La cultura posmoderna con sus diversos nichos sociales y
económicos también condujo a diferentes tipos de formas urbanas (Wheeler, 2015). El Imperio
Británico popularizó las nociones de los jardines en los suburbios, en parte originarias del ideal
de la "ciudad jardín" de Ebenezer Howard. Los paisajes de bloques de apartamentos se
extendieron en este siglo a raíz de la adopción del ascensor eléctrico y el concepto modernista
de construcción en forma de "losa” (Wheeler, 2015). Actualmente las áreas metropolitanas
tienen formas físicas muy variadas y confusas; el resultado de esto ha sido una "ciudad collage",
denominada así por Rowe y Koetter (1978).
Cinco elementos principales determinan los tipos de paisaje construido: patrones de calles y
bloques; patrones de parcelación y uso de la tierra; construcción de forma, escala y ubicación
en lotes; diseño de calles y estacionamientos; y relaciones típicas entre los componentes del
paisaje "verde" y "gris" (Wheeler 2015, p.167)
A nivel mundial, los planificadores urbanos se enfrentan a retos importantes para adaptarse a
una población urbana en rápido crecimiento. En los últimos 60 años, la población urbana
aumentó en 3.154 millones de personas y más del 50% de la población mundial ahora es
urbana; para el año 2050, se proyecta que esta proporción superará el 66% (ONU, 2014). Las
áreas urbanas son un foco de actividad humana, el consumo de energía y las emisiones de gases
de efecto invernadero y, en consecuencia, son los principales impulsores del cambio climático
global; pero también modifican profundamente el clima local, produciendo fenómenos
climáticos bien conocidos como la isla de calor urbana (UHI) (Alexander, Fealy, & Mills, 2016).
Los efectos secundarios climáticos de las actividades humanas son numerosos y variados; son
el resultado de la interferencia en el funcionamiento de sistemas naturales (Oke, 1987). Por lo
tanto, la morfología urbana influye en el microclima urbano y viceversa, reforzando la
importancia que tiene el diseño urbano y su consideración del clima local, convirtiéndose en
una tarea importante y urgente para las ciudades con altas densidades de construcción (Wei,
Song, Wong, & Martin, 2016).
31 Marco Teórico
Por esta razón, en las últimas décadas se ha realizado una búsqueda de métodos para vincular
la investigación del microclima con diseño urbano en diferentes climas. Como pioneros,
Stewart & Oke (2011) propusieron un esquema de Zonas Climáticas Locales (LCZ), en el que
se categorizan tipologías de paisajes en función un rango de variables, como la cobertura
impermeable fraccional, la altura media del edificio, los materiales de construcción, factor de
vista del cielo y generación de calor antropogénico; consta de 17 clases estándar, 10 de las
cuales son urbanas y 7 no urbanas (Tabla 2) pero también contiene clases mixtas. El esquema
se aplica correctamente a escala local o de vecindario (áreas de más de 1 km2). Las LCZ están
diseñadas para ser culturalmente neutrales (aplicables internacionalmente) e intuitivas
(fáciles de usar). Como tal, pueden aclarar la comunicación entre los científicos del clima y los
planificadores. Además, pueden facilitar la transferencia de conocimiento entre las ciudades
(Alexander et al., 2016).
estos estudios generalmente se refieren solo a uno o dos elementos climáticos. Para que los
estudios sean útiles para el diseño, sus resultados deben integrarse. Además, el enfoque y los
resultados de la mayoría de los estudios sobre la influencia de los parámetros espaciales en el
microclima urbano son difíciles de aplicar a los diseños y planes urbanos, ya que la mayoría de
estos estudios son teóricos y científicos, más que prácticos. El diseño urbano necesita poner en
perspectiva los elementos climáticos entre sí y en relación con la forma urbana (p.2)
En su investigación Towards a prescription for the greater use of climatic principles in settlement
planning, Oke (1984) argumenta que existe una necesidad de traducir la información
climatológica en términos fácilmente apreciables por los planificadores, por lo tanto, postula
los siguientes interrogantes:
32 Marco Teórico
Uno de los interrogantes más valiosos y tal vez al que más se le ha intentado dar respuesta es
saber si la investigación del clima urbano tiene pautas cuantitativas que ofrecer con respecto
a la geometría de la calle; al comenzar a considerar tal pregunta es fácil ser abrumado con la
gama extensa de posibilidades y de casos especiales, ya que cada caso está asociado con la
combinación casi infinita de diferentes contextos climáticos, geometrías urbanas, variables
climáticas y objetos de diseño (Oke, 1988).
Así mismo, Higueras (2006), hace una anotación en la que explica que no existe una tipología
que sea por sí misma la mejor frente al resto, y que si el objetivo de la ciudad sostenible es
conseguir un espacio urbano de calidad, se debe proyectar densidades medias con una correcta
adecuación de los edificios que permitan el uso del espacio público y así, favorecer los
recorridos peatonales para las diversas actividades relacionadas con la vida urbana; en otras
palabras, una adecuada relación entre una trama urbana con el medio natural.
Desde la década de los 50’s, los climatólogos han estudiado la estructura de las ciudades a
partir de su tamaño; comparando cómo la geometría, el diseño de la calle, y la disposición de
zonas verdes afecta a las condiciones microclimáticas locales (Landsberg, 1981; Givoni, 1998;
Mills et al., 2010). La falencia es que la comunicación entre los planificadores y los climatólogos
urbanos es limitada debido a sus diferentes vocabularios de trabajo (Eliasson, 2000; Ng, 2009;
Mills et al., 2010). Por lo tanto, es necesario comprender cómo la morfología urbana afecta el
clima urbano y traducir los descubrimientos científicos sobre los fenómenos climáticos
urbanos en la práctica del diseño (Xu et al., 2017).
33 Marco Teórico
En la época del Renacimiento (S. XV – S. XVI), los jardines ocupaban grandes extensiones de
terreno por fuera de los palacios, y adquirieron un papel protagónico y se convirtieron en
obras arquitectónicas. Su función era más estética que de regulación climática y es gracias a
esta época que se promueven las ciudades con vegetación en los espacios públicos; tanto en
bulevares, parques, plazas, como avenidas, se utilizaría el arbolado urbano.
Tiempo después, la vegetación adquiere el carácter de jardín. El jardín español, por ejemplo,
fue introducido en América durante la colonia y junto con la arquitectura vernácula local, que
ya hacía un uso racional de la vegetación como reguladora del clima, dio lugar a la Arquitectura
Colonial (Ochoa de la Torre, 1999).
La Revolución Industrial (S. XVIII – S. XIX) marca un hito en la historia de la humanidad, los
estrechos vínculos de los habitantes de la ciudad con los paisajes verdes comenzaron a
desaparecer (Hrdalo, Tomić, & Pereković, 2015). Surge el automóvil como necesidad de cubrir
grandes distancias en menor tiempo, modificando la estructura vial y exigiendo agrandar las
calles existentes (Leal del Castillo, 2004). Esto, sumado la expulsión de las industrias del centro
urbano, fueron un factor dinamizador de crecimiento y de pérdida de calidad de vida, además
de generador de enfermedades, residuos y contaminación a los recursos naturales. De esta
manera, “la creciente inhabitabilidad de los núcleos urbanos, despertó el sentimiento de
necesidad de espacios verdes y su eficiencia para resolver o al menos atenuar el deterioro
ambiental que se estaba dando en las ciudades.” (Ochoa de la Torre, 1999, p.1.12). En este siglo,
se modifica el planteamiento de las zonas verdes en cuanto a su composición y sus funciones,
se necesitaba reconexión en forma de parques públicos (Hrdalo et al., 2015).
Los antecedentes de lo que serían las zonas verdes en la ciudad contemporánea se dan a partir
de algunos planteamientos teóricos, entre los que destacan la Ciudad Funcional de Le
Corbusier y la ciudad jardín de Ebenezer Howard. La ciudad jardín (1850) surge como una
propuesta y “solución” a la problemática que vivían las ciudades, intentando materializar una
comunidad en equilibrio con la naturaleza. E. Howard es el más sobresaliente por ser el
precursor y eventualmente llevar el modelo de Ciudad Jardín de la teoría a la práctica
(Higueras, 2006).
Después de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) surgen infinidad de propuestas por
parte de Le Corbusier, soluciones de viviendas rodeadas de espacios verdes, entre las que
destacan Machine a Vivre (máquina para vivir) o La ciudad funcional – chandigarth (1947) que
es una ciudad en mosaico, promotora del concepto de supermanzanas.
conllevó a un embargo que a su vez demostró la gran dependencia que tenía el mundo
industrializado a este hidrocarburo, y más adelante la consecuente producción, por parte de
las ciudades, de gases de efecto invernadero y contaminantes del aire que causaron y siguen
causando problemas de salud para los seres humanos y el medio ambiente (Wu, 2014); lo
anterior, y la descontrolada quema de combustibles fósiles, provoca la aparición del
Calentamiento Global. Por tal razón, se emprendió una búsqueda de nuevas fuentes para
obtener energía, y a su vez de estudios para hallar métodos que permitieran ahorrar y reducir
el consumo energético, “lo que dio paso a investigaciones sobre la utilización de la vegetación
como un instrumento para modificar el microclima de los ambientes urbanos, y así obtener un
posible ahorro energético, aunado a la creación de espacios más confortables para el ser
humano en todos los ámbitos.” (Ochoa de la Torre, 1999).
La vegetación es el elemento vivo más completo para mantener el equilibrio del ecosistema
urbano y favorecer la composición atmosférica, la velocidad del aire o la humedad ambiental
(Higueras, 1998). Así, lo que se ha nombrado el verde urbano contribuye a mejorar las
condiciones ambientales mediante el aumento de la calidad del aire, la reducción del efecto
invernadero y la captura de carbono, tanto así que generan retornos económicos significativos
(ONU-Habitat, 2014). Los verdes urbanos, como el césped, los setos, las plantas trepadoras y
especialmente los árboles mitigan el calor a través de la evapotranspiración y más
sustancialmente a través del sombreado. Las hojas de las plantas reducen la radiación solar
que llega a las superficies duras, como calles pavimentadas y plazas o fachadas de edificios
(Altinisik, Klemm, Peretti, & Bruse, 2014).
La construcción de las nuevas urbes es una de las actividades que más ha contribuido a la
pérdida y destrucción progresiva de los bosques y la vegetación arbórea nativa, sobre todo.
Cada vez hay menos espacio en la ciudad para plantar árboles, éste se reduce a los separadores
de las avenidas, los jardines privados (en los casos en donde este espacio existe); los parques y
el andén que separa las edificaciones de la vía; por estas razones en las ciudades se presenta un
deterioro de las condiciones microclimáticas (Jiménez González, 2008, p.50).
El interés por investigar el fenómeno de las islas de calor urbano (UHI) ha crecido
considerablemente en las últimas décadas a medida que la expansión urbana sigue agregando
superficies selladas y reduciendo los suelos permeables de las ciudades (Bartesaghi Koc et al.,
2016).
Del concepto de isla de calor se desprende una necesidad: el confort. Una noción subjetiva,
pero en el sentido amplio de la palabra indica un estado de comodidad, tranquilidad y
bienestar; es un estado de satisfacción frente a las condiciones del entorno (Aliste, 2016). En
arquitectura y urbanismo esta variable es decisiva a la hora de diseñar los espacios, ya que
define la calidad tanto interior como exterior. Cabe aclarar que ni el concepto de isla de calor
urbana, ni el de confort térmico serán los protagonistas en esta investigación.
Los efectos secundarios climáticos de las actividades humanas son muchos y variados. Son el
resultado de la interferencia en el funcionamiento de sistemas naturales. Estos efectos tienen
un gran impacto climático, por esto es importante que con nuestro conocimiento podamos
desarrollar modelos que imiten el funcionamiento de los sistemas naturales. Sólo entonces será
posible predecir los efectos climáticos y la búsqueda de estrategias alternativas de manejo o
uso de la tierra y, por lo tanto, evitar modificaciones inadvertidas indeseables.
Por esta razón, la búsqueda para alcanzar un funcionamiento como el de los sistemas
naturales, ha creado esfuerzos plasmados en una amplia literatura sobre los beneficios,
soluciones, y funciones de la infraestructura verde.
Las áreas verdes son fundamentales para la vida, son las plantas las únicas capaces de inyectar
oxígeno a la atmósfera, elemento vital para la raza humana. Las plantas disminuyen el dióxido
de carbono (CO2), evitan la erosión, mejoran el clima y, aun así, el ritmo de desaparición de las
áreas verdes es rápido. Sea por que la sociedad no logra concientizarse, sea por que las
prioridades a corto plazo siempre son otras, el problema se profundiza y se agrava día a día
(CONAFOVI, 2005, p.13).
Una de las características más importantes de las áreas verdes, es que tienen diferentes
propiedades térmicas en comparación con las áreas urbanizadas y de superficie dura sin
plantar. Por ejemplo, las plantas tienen menor capacidad de calor y conductividad térmica que
los materiales de construcción y las superficies duras; el agua lluvia se absorbe y evapora con
mayor facilidad, lo que hace que la tasa de evaporación sea mucho más alta en las áreas verdes
que en las áreas duras; las plantas reducen la velocidad del viento y sus fluctuaciones cerca del
suelo; presentan menor capacidad calorífica específica, es decir, absorben menos calor;
reducen la cantidad de radiación solar que llega a las superficies urbanas por debajo de la capa
del dosel a partir de su sombreado (Littlefair et al., 2000; Targhi & Dessel, 2015).
Como resultado, los árboles y espacios verdes pueden enfriar significativamente el entorno
construido y ahorrar energía; el microclima dentro y cerca de estas áreas verdes difiere de las
áreas urbanizadas no plantadas. Su impacto depende de su tamaño y ubicación (Littlefair et al.,
2000). Los árboles individualmente pueden influir indirectamente en el clima local al afectar
el clima global (Müller et al., 2010).
36 Marco Teórico
En una de las investigaciones más destacadas de los últimos años realizada por Ng, Chen,
Wang, & Yuan, (2012) y titulada A study on the cooling effects of greening in a high-density city:
An experience from Hong Kong se puede decir que el efecto beneficioso microclimático de los
árboles se obtiene a través de varios procesos físicos:
(1) las ganancias de calor solar en ventanas, paredes, techos y superficies urbanas, incluidos los
cuerpos humanos, se bajan a través del sombreado; (2) los intercambios de onda larga de los
edificios se reducen a temperaturas superficiales más bajas a través del sombreado; (3) las
temperaturas de bulbo seco se reducen a través de procesos de evapotranspiración; y (4) el
enfriamiento latente se incrementa debido a la adición de humedad al aire a través de la
evapotranspiración (p.258).
Por otra parte, en una investigación más reciente Pastore, Corrao, & Heiselberg, (2017)
lograron demostrar beneficios térmicos a partir de la vegetación. Desde una escala urbana a
nivel macro teniendo en cuenta estudios de campo y simulaciones se demostró que con el
efecto combinado de la sombra y la evapotranspiración en grandes áreas verdes de las
ciudades, estas tienden a producir una disminución de la temperatura del aire durante el día
con reducciones de 1°C a 5°C, dependiendo del clima y las condiciones del suelo. También
afirman que, a pesar del impacto reducido de áreas verdes más pequeñas, su adopción
generalizada puede contribuir a reducciones de temperaturas extremas si se organizan
estratégicamente o se agrupan alrededor de edificios.
Algunos estudios han demostrado que “las plantas integradas en techos y paredes pueden
ayudar significativamente a disminuir la temperatura interior de los edificios durante los
períodos cálidos y, como consecuencia, a reducir la demanda de energía para el enfriamiento”
(Pastore et al., 2017, p.2). Así mismo, la infraestructura verde urbana se ha promovido cada
vez más como una medida clave para mitigar el estrés por calor en las ciudades causado por el
efecto isla de calor urbana y los impactos del cambio climático, incluida la variabilidad
climática (Zölcha et al., 2016).
Múltiples estudios han resaltado la importancia de los árboles urbanos para la adaptación
climática a través del sombreado y la evapotranspiración. Hall, Handley, & Ennos (2012) y
Skelhorn, Lindley, & Levermore (2014) mostraron una reducción en las temperaturas del aire
y de la superficie a partir de plantaciones adicionales de árboles, mientras que Fahmy,
Sharples, & Yahiya (2010) relacionaron la magnitud de los beneficios climáticos con la
dimensión del árbol y el área foliar. Otros estudios han demostrado que las fachadas verdes
pueden reducir las temperaturas radiantes medias y que los techos verdes contribuyen a
mejorar las condiciones de confort térmico aunque sus efectos sean menores que la vegetación
al nivel de la calle (Lobaccaro & Acero, 2015; Ng et al., 2012; Perini & Magliocco, 2014).
Unos aportes valiosos se destacan en la investigación realizada por Norton et al. (2015):
Planning for cooler cities: A framework to prioritise green infrastructure to mitigate high
temperatures in urban landscapes, en la que se clasifican los modos de enfriamiento provistos
por diferentes opciones de infraestructura verde urbana durante el verano y ubicaciones
prioritarias para optimizar esos beneficios de enfriamiento (Tabla 3).
Tabla 3. Modos de refrigeración proporcionados por diferentes opciones de infraestructura verde urbana (UGI) durante el
verano y ubicaciones prioritarias para optimizar esos beneficios de refrigeración. Modificado a partir de Norton et al. (2015).
ESPACIOS VERDES ENVERDECIMIENTO
UGI ÁRBOLES TECHOS VERDES
ABIERTOS VERTICAL
¿Sombrea las Sombrea el techo, no las
Sí, si es césped en
superficies del Sí superficies internas del Sí
lugar de concreto.
cañón? cañón
¿Sombrea a las No, solo techos verdes
Sí, si tiene árboles Sí No
personas? muy intensivos
¿Aumenta la Sí, cuando está Sí, si las plantas son
Sí Sí
reflectividad solar? cubierto de hierba saludables
Sí, con agua cuando está Sí, con agua cuando
¿Refrigeración Sí, con agua Sí (a menos que haya
caluroso está caluroso
evapotranspirativa? sequía severa)
No, sin agua No, sin agua No, sin agua
Tejados expuestos al
Calles anchas con Calles anchas con edificios Fachadas del cañón
sol.
edificios bajos, bajos, ambos lados. con luz solar directa.
Edificios aislados.
Ubicaciones ambos lados. Calles anchas con edificios Cañones estrechos o
Edificios bajos y
prioritarias Calles anchas con altos, lado soleado. anchos donde los
grandes.
edificios altos, lado En espacios verdes árboles son
Zonas densas con poco
soleado. abiertos inviables.
espacio disponible.
Óptimo con condición Muy óptimo No es óptimo
En la literatura también se han planteado interrogantes de gran importancia para el aumento
del conocimiento sobre la infraestructura verde. Por ejemplo, ¿Cuál es el potencial de la
infraestructura verde urbana para reducir el fenómeno de sobrecalentamiento local
considerando un aumento de los eventos extremos de calor y cómo se puede modelar a escala
micro? (Geyer et al., 2015), el siguiente año otros autores se cuestionaron ¿Cómo los diferentes
tipos y cantidades de UGI, es decir, árboles, techos verdes y fachadas verdes, afectan la
comodidad térmica de los peatones? (Zölcha et al., 2016) o un estudio más reciente se pregunta
¿Qué configuración y patrón de distribución de los espacios verdes podría efectivamente
mejorar el enfriamiento natural de los entornos urbanos? (Stanganelli & Gerundo, 2017).
Aunque es bien conocido el beneficio que las zonas verdes brindan al enfriamiento natural,
este tipo de estudios prácticamente no se han realizado, especialmente a escala urbana, donde
es crucial definir cantidades y densidad de áreas verdes para abordar el diseño de espacios
abiertos. Cabe resaltar que el siguiente es un aporte fundamental para la comprensión de la
Infraestructura Verde:
38 Marco Teórico
Figura 3. Identificación de las principales tipologías de IG como una combinación de diferentes capas de vegetación, superficies
de suelo y estructuras del edificio. Modificado a partir de Bartesaghi Koc et al. (2016).
Algunos autores han concluido en sus investigaciones que la planificación urbana es una
disciplina que inevitablemente tiene que hacer parte de la solución, por ejemplo vale la pena
citar a Crabtree (2014) quien asegura que:
Muchos profesionales del diseño urbano carecen de los conocimientos básicos que subyacen a
la ciencia y al arte de incorporar los árboles al tejido urbano. Además, muchos diseños urbanos,
códigos y normas de obras públicas muestran que se sabe poco sobre las necesidades básicas
de los árboles y los principios de la plantación de árboles. Esta falta de comprensión es un factor
importante que contribuye a que los árboles no sobrevivan (p.1).
Otros autores afirman que si bien políticamente, UGI ha ganado cada vez más apoyo y
reconocimiento como una opción de adaptación, su integración en las prácticas de
planificación urbana sigue siendo insuficientes (Bowler, Buyung-Ali, Knight, & Pullin, 2010). Y
así autores reafirman esta situación, por ejemplo en el estudio Colombiano de Jiménez
González (2008) se explica que “para la arquitectura y el urbanismo la vegetación es altamente
beneficiosa, dado que, en el sentido estricto de la palabra, se le puede considerar como
modificadora de las condiciones climáticas del medio, en tanto que tiene una incidencia directa
sobre la temperatura, humedad, y movimiento del aire” (p.51).
Una vez aclarado lo anterior, se describen las características de importancia meteorológica que
tienen los árboles y los edificios en el contexto de esta investigación:
Radiativamente, los edificios son relativamente simples en comparación con los árboles. Son
esencialmente opacas y monolíticas, impidiendo así la necesidad de considerar la transmisión
y los intercambios radiativos internos. La gama de valores de albedo y emisividad es mayor para
los edificios en comparación con la vegetación. La masa térmica de los edificios es ampliamente
mayor que el volumen equivalente de árboles, proporcionando así un depósito masivo para el
almacenamiento y liberación de calor. Además, debido a que el edificio carece del suministro
interno de agua y de la actividad estomática de los árboles, cuando está seco no posee la
moderación térmica impartida por evaporación.
Los árboles son responsables de distintos efectos meteorológicos y climáticos en todas las
escalas de la ciudad. El conocimiento de estos efectos puede y se está utilizando a escala micro
para contribuir en el diseño del edificio. Esto significa que el ambiente para un árbol en el dosel
urbano es muy diferente del que existe en un bosque convencional y que hay un potencial
considerable para que los árboles actúen como modificadores del clima urbano (Oke et al.,
1989).
Si bien está claro que el sombreado de los árboles puede disminuir significativamente la
energía para el enfriamiento (Littlefair et al., 2000), se necesitan estudios detallados sobre la
interacción de los climas locales y el desarrollo urbano para cada ciudad (Ng et al., 2012).
Los efectos de la vegetación en el clima urbano han sido investigados desde el siglo XX, y a
partir del aumento considerable en resultados positivos se puede afirmar que la vegetación ha
cumplido un papel armonizador entre la morfología urbana y el clima.
Por ejemplo, las estructuras verdes urbanas reducen la temperatura del aire por la entrada de
la energía a la evapotranspiración (Lindberg & Grimmond, 2011; Hagen et al., 2014; Perini &
Magliocco, 2014; Stiles et al., 2014; Perini & Magliocco, 2014; Tong et al., 2017), son cruciales
para mitigar el efecto de las olas de calor (Stanganelli & Gerundo, 2017) y su distribución
tridimensional en toda la ciudad crea relaciones morfológicas únicas entre edificios, bloques y
redes de transporte, además de fomentar ambientes, microclimas e interacciones emergentes
que las ciudades tradicionalmente planeadas pueden no proporcionar intrínsecamente
(Greenberg & Jeronimidis, 2013).
Otros autores ya venían realizando investigaciones similares, Dimoudi & Nikolopoulou (2003)
analizaron el impacto térmico de la vegetación en el entorno urbano, especialmente en lo que
se refiere a la reducción de la temperatura del aire demostrando que efectivamente la
vegetación puede mejorar enormemente el microclima urbano, así como mitigar el efecto isla
de calor. Ng (2009) generó ciertas pautas de planificación urbana basadas en la evaluación de
la ventilación del aire en Hong Kong.
Lindberg, Thorsson, Rayner, & Lau (2016) demostraron que la Temperatura Media Radiante
(TMR) está directamente influenciada por la geometría urbana y el material de superficie, y
esto hace que sea una buena medida para identificar puntos calientes urbanos. Del mismo
modo, Chen, Yu, Yang, & Mayer (2016), evaluaron áreas de estrés térmico en Shangai, se
identificaron y clasificaron en función de las variaciones espaciales de TMR, y obtuvieron
resultados que muestran que los lugares con poca vegetación tienen el estrés térmico más
severo, a causa de una larga exposición a la radiación directa de onda corta.
Para el caso latinoamericano, por ejemplo, Sosa, Correa, & Cantón, (2016) concluyeron que la
combinación entre morfología y forestación contribuye a aumentar o disminuir el grado de
habitabilidad del espacio exterior en verano. Así también, condiciona las posibilidades de
bioclimatizar las ciudades mediante técnicas de acondicionamiento pasivas para disminuir los
consumos de energía eléctrica de los edificios.
De esta manera, la relación entre vegetación, clima y tejido urbano está generando nuevas
hipótesis en los investigadores. Por ejemplo, Stanganelli & Gerundo (2017) aseguran que el
aire acondicionado introdujo la creencia de que la tecnología podría hacerlo mejor que la
naturaleza; el hombre reemplazó la refrigeración natural y el calentamiento con las
disposiciones tecnológicas, ignorando que la morfología urbana puede contribuir a facilitar el
flujo natural del aire y es un recurso esencial para el enfriamiento natural en áreas
conformadas por brisas naturales.
41 Marco Teórico
El modelado del microclima de los espacios abiertos ha sido un tema bastante reciente, dando
siempre especial importancia a la cobertura vegetal; en estas simulaciones del microclima se
examinan diferentes medidas de adaptación, y muestran una clara correlación entre los efectos
de enfriamiento y la distribución de los árboles, además del ancho y la orientación de los
espacios abiertos (R Stiles et al., 2014). La herramienta de simulación utilizada con más
frecuencia es ENVI-met, teniendo como función principal pronosticar los cambios
microclimáticos dentro del entorno urbano (Perini & Magliocco, 2014).
Los estudios que tienen como principal objetivo el análisis microclimático han demostrado que
el uso de técnicas avanzadas de mitigación y enfriamiento pasivo puede conducir a una mejora
significativa de los microclimas locales en las ciudades que sufren altas temperaturas
(Santamouris et al., 2012). Estos estudios se han complementado con otras técnicas, tales
como el análisis de Sistema de Información Geográfica - GIS (Crewe, Brazel, & Bruse, 2003;
Dur, Yigitcanlar, & Bunker, 2011; Wong, Jusuf, & Tan, 2011; Margaritis & Kang, 2016; Meerow
& Newell, 2017; Ozkeresteci; Tong et al., 2017) y la Teledetección (Ozkeresteci, Crewe, Brazel,
& Bruse, 2003; Vanderhaegen, 2006; Van de Voorde, Jacquet, & Canters, 2011; See et al., 2015;
Bechtel et al., 2015; Koc, 2017). La cantidad y calidad de la información espacial digital que
cubre las áreas urbanas ha aumentado significativamente durante las últimas dos décadas
(Lindberg, 2014).
Tan, Lau, & Ng (2017) en su investigación Planning strategies for roadside tree planting and
outdoor comfort enhancement in subtropical high-density urban areas explican los desafíos en
la planificación climática para zonas verdes urbanas en ciudades subtropicales de alta
densidad; es evidente que, en el último medio siglo, el rápido crecimiento de la población y la
extensa urbanización han tenido lugar en las regiones tropicales y subtropicales del mundo
(Gupta, 2002). Y los estudios de vegetación urbana que se han realizado en climas templados
pueden no ser totalmente aplicables a las áreas subtropicales (Tan et al., 2017), así que por
esta razón y con el fin de mejorar la calidad del medio ambiente, se han llevado a cabo estudios
sobre la cobertura mínima de zonas verdes en zonas urbanas y se han realizado sugerencias
de planificación (Ng et al., 2012; Ong, 2003).
El uso del enverdecimiento del paisaje urbano ha cobrado importancia como un medio para
mejorar las condiciones ambientales y las demandas de energía en el desarrollo urbano (Wang
& Zacharias, 2015). Por esto, el efecto de enfriamiento de la vegetación, dependerá de la
cantidad de áreas verdes y tipo de vegetación (Perini & Magliocco, 2014). Si bien algunos
autores tenían claro que ubicar la vegetación estratégicamente en áreas expuestas al calor es
más efectiva que solo apuntar a un alto porcentaje de cobertura verde (Zölcha et al., 2016), en
la investigación Understanding the Role of Urban Morphology and Green Areas Configuration
During Heat Waves realizada por Stanganelli & Gerundo en el 2017, se verificó el papel crucial
que las áreas verdes tienen en mitigar el efecto peligroso de las olas de calor y destacaron
conceptos clave para la configuración y distribución de las áreas verdes.
Por ejemplo Guzmán E. (2018) en su investigación Análisis de la influencia del diseño urbano
en la meteorología del Valle de Aburrá afirmó que las zonas con temperaturas moderadas se
deben a una combinación entre un componente de silvicultura importante y patrones de
geometría urbana que generan un mayor nivel de sombra, siendo este el estudio más reciente
y aplicable para el contexto local de la presente investigación.
Para muchos edificios y espacios exteriores ubicados en los trópicos, tener suficiente sombra es
determinante para ofrecer condiciones de confort humano durante muchas horas al día. El
equilibrio entre la luz solar y la sombra es una parte fundamental en el diseño del edificio y en
proyectos a gran escala tales como planificación urbana, diseño de caminos, plazas y parques
debido a su fuerte efecto en la eficiencia energética y el confort térmico. En espacios al aire libre
y en cualquier proyecto de espacio público, el aspecto de la eficiencia energética es menos
importante ya que generalmente no hay aire acondicionado (p.139).
La búsqueda de un diseño urbano saludable (Figura 4), las decisiones sobre el emplazamiento
y el verde urbano en sinergia con la configuración urbana preexistente contribuirán a
estrategias de adaptación y de intervención más específicas en la planificación y el diseño
amigables a las actividades de entornos urbanos construidos y micro barrios (Sarkar et al.,
2015).
Figura 4. Beneficios de la Infraestructura Verde. Fuente: Biosolar Roofs: A Symbiosis between Biodiverse Green Roofs and
Renewable Energy. Catalano & Baumann (2017)
43 Marco Teórico
Figura 5. Fenómenos de intercambio de calor (absorción, reflexión y emisión de la radiación solar entrante) y fluidos
(movimiento turbulento entre aire y superficies) que se producen en el entorno urbano en el UCL. How Researchers Measure
Urban HeatIslands. Extraído de a partir de Tumini & Higueras Garcia (2014).
El clima urbano presenta una gran diversidad de factores, y genera otra variedad de
fenómenos en diferentes escalas. Cada caso es singular y se caracteriza de acuerdo al lugar
donde se asienta, dificultando definir estrategias de control microclimático eficaces para todas
las aplicaciones, por esta razón, “entender los procesos que se generan en el espacio construido
y cómo funcionan climáticamente las ciudades, es esencial para proponer un diseño acorde
con las condiciones concretas del lugar” (Tumini & Higueras Garcia, 2014, p1).
El comportamiento climático debe tener en cuenta los siguientes elementos: “la morfología
urbana, la complejidad de la geometría (que es determinante tanto para la obstrucción solar,
como para encauzar los vientos predominantes), la absorción y emisión de radiación, la
presencia de la vegetación y las emisiones de calor antropogénico” (Tumini & Higueras Garcia,
2014, p.4).
Las simulaciones han cobrado trascendencia ya que permiten aminorar la inversión monetaria
de las mediciones in situ, tanto por el personal especializado necesario como los equipos;
además, en campo se requiere una dedicación de tiempo más prolongada para obtener
resultados. Por otro lado, las modelaciones permiten escoger entre alternativas de diseño, que
aseguran mejores condiciones microclimáticas, promoviendo así la eficiencia energética y la
calidad del espacio abierto urbanizados (Tumini & Higueras Garcia, 2014).
La literatura muestra que ENVI-met es uno de los pocos modelos a microescala que cumple
con todos los criterios que se usan comúnmente para simular y cuantificar los efectos de las
islas de calor urbanas. Este software es el más utilizado por los arquitectos y planificadores
urbanos, como una herramienta de evaluación ambiental en los procesos de diseño de la
ciudad. La mayor ventaja de ENVI-met es que toma en cuenta la influencia de la vegetación en
la temperatura del aire exterior (Djukic, Vukmirovic, & Stankovic, 2016).
44 Marco Teórico
Figura 6. Modelo urbano usado por ENVI-met. Elaborado a partir de Bruse M. 2010. Extraído
de a partir de Tumini & Higueras Garcia (2014).
Tumini, Higueras Garcia, & Baereswyl Rada (2016, p.5) explican en detalle el funcionamiento
físico-matemático del software (para obtener más información, consulte los "documentos
científicos" en el sitio web oficial: http: //www.envi- met.com):
Una descripción detallada de ENVI-met con todas las ecuaciones se puede encontrar Bruse &
Fleer (1998); Huttner & Bruse (2009).
45 Marco Teórico
Eniolu & Fat, (2016), en su investigación Simulation study on the impact of tree-configuration,
planting pattern and wind condition on street-canyon's micro-climate and thermal confort,
hacen una aclaración sobre la caracterización de la vegetación en ENVI-met: las plantas no solo
están representadas como un medio poroso para el flujo de viento y la insolación solar, sino
que se tratan como cuerpos biológicos que interactúan con el ambiente circundante mediante
la evapotranspiración y la fotosíntesis. Sin embargo, el modelo tiene algunas limitaciones
relacionadas con el clima: en el límite, solo la temperatura del aire y la humedad relativa se
actualizan a lo largo de la simulación diurna mientras que la condición del viento (velocidad y
dirección) y la nubosidad permanecen sin cambios (p.264).
libre en cinco formas urbanas diferentes en los Países Bajos; Tan, Lau, & Ng (2016, 2017)
delinearon estrategias de diseño para zonas verdes urbanas para maximizar los beneficios
térmicos y mitigar el efecto UHI diurno y propusieron estrategias de planificación para la
plantación de árboles en ciudades de alta densidad; Tsilini, Papantoniou, Kolokotsa, & Maria
(2015) propusieron jardines urbanos como una solución a la pobreza energética y la isla de
calor urbano; Wang & Zacharias (2015) evaluaron la contribución del enverdecimiento urbano
en el rediseño de la infraestructura vial de Beijing, China; Y. Yang et al. (2017) simularon y
analizaron los efectos de la altura, la densidad, el diseño y la relación verde del edificio, en el
entorno térmico en áreas residenciales de Nanjing, China; Yuan, Emura, & Farnham (2017) se
preguntaron qué metodo era más efectivo para para mejorar del microclima urbano (el albedo
urbano o el verde urbano); Zölcha, Maderspacher, Wamsler, & Pauleit (2016) se cuestionaron
cómo los diferentes tipos y cantidades de infraestructura verde urbana (UGI) afectan la
comodidad térmica de los peatones.
El software presenta una buena capacidad predictiva; sin embargo es importante aclarar que
el modelo realiza la simulación con la hipótesis de un cielo completamente despejado (Salata
et al., 2016). Según la literatura se puede afirmar que ENVI-met es una buena herramienta para
climatólogos, planificadores urbanos, y arquitectos que desean simular los componentes
meteorológicos del entorno urbano. Adicionalmente, “las herramientas de simulación
permiten realizar una evaluación objetiva de las estrategias de diseño y por eso su uso debería
apoyar los proyectistas desde las primeras fases de toma de decisiones” (Tumini & Higueras
Garcia, 2013, p.727).
Una de las variables que ha tenido más trascendencia a la hora de evaluar el comportamiento
de la vegetación en los espacios exteriores ha sido la Temperatura Media Radiante (TMR). Esta
variable es la suma de todos los flujos de radiación de onda corta y larga (tanto directos como
reflejados) a los que está expuesto el cuerpo humano (Lindberg & Grimmond, 2011).
Así, la inclusión de árboles en el entorno urbano parece ser una medida efectiva para reducir
el TMR durante las condiciones de estrés por calor, hablando espacialmente se debe a las áreas
de sombra que crean y, por lo tanto, está relacionado con el tamaño de las unidades de
vegetación y el número de unidades de vegetación (Lindberg et al., 2016).
Metodología 47
2. Metodología
Para llevar a cabo el presente estudio, se toma como referente a Frayling (1993), quien
describió diferentes relaciones entre la investigación y el diseño, e hizo distinciones a través
del uso de preposiciones (sobre/para/por medio) para vincular estas actividades. Dicha
metodología ha sido usada constantemente por Sanda Lenzholzer (Lenzholzer, 2010, 2012;
Lenzholzer & Brown, 2016) en sus investigaciones sobre el diseño urbano microclimático:
Investigación sobre el diseño, muy típico para tal investigación es la reflexión o el análisis
de los productos de diseño, tales como estudios de caso; investigación para el diseño, esta
categoría incluye todos los tipos de investigación que apoyan la fabricación de un producto de
diseño o el propio proceso de diseño; investigación por medio del diseño, es un método de
investigación cuantitativo que se basa en el empleo activo del diseño en el proceso de
investigación, requiere la participación de expertos en diseño y se realiza a menudo en
cooperación con otras disciplinas. Este método es necesario para generar conocimiento que es
relevante para el diseño, tales como directrices de diseño o prototipos (Lenzholzer & Brown,
2016); la adaptación de esta metodología se ve reflejada en la Figura 7.
Aunque existe abundante conocimiento sobre los efectos del cambio climático global, el clima
urbano, y sobre cómo el paisaje crea microclimas, existe una brecha entre el conocimiento
científico y la aplicabilidad en el diseño (Eliasson, 2000; Lenzholzer, 2010). Es por esto que
una “investigación por medio del diseño” tiene el potencial de probar los diseños propuestos,
predecir los efectos y optimizar diseños antes de la construcción.
Figura 7. Fases que se tendrán en cuenta en la presente investigación. Modificado a partir de Sanda Lenzholzer (2010)
48 Metodología
Figura 8. Localización general del área de estudio. Colombia, Antioquia - Valle de Aburrá (10 municipios -línea punteada). A partir
de Google Imágenes y Modelo de Elevación Digital (DEM) - misión STRM Shuttle Radar Topography Mission. Recuperado de
https://vertex.daac.asf.alaska.edu/
49 Metodología
De acuerdo con la clasificación climática de Köppen-Geiger (Kottek, Grieser, Beck, Rudolf, &
Rubel, 2006), Medellín pertenece al grupo A - Climas tropicales (mega termales) - subdivisión
Am - Clima monzónico ecuatorial (Barrientos Gil, 2017). El promedio de lluvia entre los años
1908 – 2007 ha sido de 1.424 mm (Estación Miguel de Aguinaga).
El año cuenta con dos temporadas secas y dos temporadas lluviosas. La humedad relativa del
aire oscila durante el año entre 63 % y 73 %, siendo mayor en la época lluviosa del segundo
semestre. Los meses de enero y febrero son los más secos del año. Las temporadas de lluvia se
extienden desde finales de marzo hasta principios de junio y desde finales de septiembre hasta
principios de diciembre, lo que reduce la radiación solar directa y aumenta la humedad. En los
meses secos de principios de año, llueve alrededor de 9 días/mes; en los meses de mayores
lluvias puede llover de 22 a 24 días/mes (IDEAM, s. f.).
Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 16°C a 26°C y rara vez
baja a menos de 15°C o sube a más de 27°C (Figura 9).
Figura 9. Promedio mensual de temperatura máxima (línea roja) y temperatura mínima (línea azul). Fuente: MERRA-2 Modern-
Era Retrospective Analysis de NASA recuperado de https://es.weatherspark.com/y/22535/Clima-promedio-en-
Medell%C3%ADn-Colombia-durante-todo-el-a%
50 Metodología
• Geomorfología
El eje central del valle, en donde se encuentra
ubicada la ciudad de Medellín, está orientado en
sentido Sur – Norte, disponiendo a sus laderas en
sentido Este – Oeste. La pendiente media al interior
del valle es en su mayoría menor al 15%, y aumenta
hacia las laderas hasta llegar incluso a pendientes
superiores al 45% (Martínez Osorio, Ochoa, &
Jiménez, 2017).
Figura 12. Municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA). Comunas y corregimientos de la ciudad de Medellín.
Por su parte, el municipio de Medellín se fundó en 1675, sin embargo, el desarrollo urbano
comenzó después de 1830. A partir del siglo XX, el crecimiento demográfico se aceleró debido
a la migración desde las zonas rurales, generada por graves conflictos nacionales internos
(Barrientos Gil, 2017).
Hasta el día de hoy la ciudad se desarrolla en la parte más ancha del valle, cuenta con una
extensión de 37.639.35 Hectáreas, de las cuales 11.160.98 Hectáreas corresponden a su zona
urbana (Ramírez, 2016).
52 Metodología
Figura 13. Usos Generales del Suelo Urbano POT 2014 - 2027 Municipio de Medellín (Acuerdo 48 de 2014). Recuperado de
https://www.datos.gov.co/Ordenamiento-Territorial/Usos-Generales-del-Suelo-Urbano-POT-2014-2027-Muni/fzyj-2xtv/data
53 Metodología
De esta manera, los procesos de ocupación han comprendido distintas formas de crecimiento
Figuracoexistentes, definidas
41. Clasificación de asícrecimiento
las formas de (Área Metropolitana
compacto del Valledel Valle Fuente:
de Aburrá. de Aburrá, 2007): del Valle de Aburrá
Área Metropolitana
(2007).Figura 42. Mapificación de las formas de crecimiento del Valle de Aburrá.
Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá (2007).
Figura 43. Clasificación de las formas de crecimiento compacto del Valle de Aburrá. Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá
(2007).
Figura 44. Clasificación de las formas de crecimiento disperso del Valle de Aburrá. Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá
(2007).Figura 45. Clasificación de las formas de crecimiento compacto del Valle de Aburrá. Fuente: Área Metropolitana del Valle de
Aburrá (2007).Figura 46. Mapificación de las formas de crecimiento del Valle de Aburrá.
Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá (2007).
54 Metodología
Formas compactas
En la Figura 15 se puede apreciar la distribución y formas compactas que se localizan en el
Valle de Aburrá. Este concepto “compacto” se ve reflejado en una ciudad que está concentrada
y consolidada por usos del suelo que tienen una estrecha relación física entre sí (Golany, 1996).
Trazado regular
Trazado irregular
Unidad residencial
Formas dispersas
Por agrupación
Por racimo
Por un eje
Para el caso del Valle de Aburrá, se incluye en esta condición dispersa una categoría intermedia
que por su tamaño o forma se realza en el plano (Figura 17):
En síntesis, Medellín es una mezcla de morfologías urbanas (Dapena Rivera & Peláez Bedoya,
2009), y se enlista como el segundo municipio más denso del área metropolitana, con 62.8
habitantes/hectárea. Las comunas de Medellín que mayor densidad poblacional presentan son
la comuna 2 (Santa Cruz) con 550.76 habitantes/hectárea; la comuna 6 (Doce de Octubre) con
509.28 habitantes/hectárea; y la comuna 1 (Popular) con 426.08 habitantes/por hectárea. Los
barrios de estas comunas corresponden a niveles socioeconómicos bajos y están localizados
cerca de la periferia en las comunas del norte de Medellín (Ramírez, 2016).
Las comunas de más bajas densidades son la comuna 14 (El Poblado) con 91.71
habitantes/hectárea y la comuna 10 La Candelaria con 131.17 habitantes/hectárea, ubicadas
en el Centro y Sur de la ciudad, conformadas por barrios de niveles socioeconómicos 4, 5, y 6
(Ramírez, 2016).
57 Metodología
Por su parte, Jiménez Mejía (2016) realizó una descripción de la estructura urbana del
municipio de Medellín, en la que concluye lo siguiente:
• Vegetación urbana
La región metropolitana del Valle de Aburrá ha tenido un crecimiento poco previsivo de la
malla urbana, que ha reducido significativamente la conservación y el adecuado desarrollo de
los espacios verdes, además de su potencial ambiental, paisajístico y recreativo para el
beneficio de la población allí asentada (Restrepo, 2007).
Se puede afirmar que en las ciudades colombianas la consideración del verde urbano (su
localización, categorización, diseño y manejo) se ha enmarcado, fundamentalmente en criterios
urbanísticos y sociales, respondiendo por lo general, a la funcionalidad del espacio público que
lo contiene o del cual hace parte. En ese contexto, las áreas, zonas o espacios verdes han
quedado diluidos o percibidos solo como componentes complementarios de los parques, plazas,
plazoletas y del sistema vial respectivo. Denominaciones como parques metropolitanos,
urbanos, zonales, vecinales y de bolsillo, entre otros, responden en su definición, a un criterio
de escala y de funciones urbanas como espacios públicos. Sin embargo, una clasificación
ecológica o ecosistémica de los espacios verdes ha estado ausente, tradicionalmente, en la
planificación y gestión urbana (Vélez & Hoyos, 2015, p.23).
La incorporación de criterios
ecológicos en la clasificación y
manejo de espacios verdes en
Colombia empieza a ser planteada a
partir de conceptos como estructura
ecológica principal, infraestructura
verde y red ecológica, entre otros. La
definición final para un sistema de
espacio público verde urbano según
el Plan Maestro de Espacios Públicos
Verdes Urbanos de la Región
Metropolitana del Valle de Aburrá
(Restrepo, 2007) se puede apreciar
en la Figura 19.
Las zonas verdes se deben articular a través de la planificación para potenciar sus beneficios y
maximizar todas sus funciones, además, desde el punto de vista ecológico no se puede olvidar
tener una visión dinámica de la naturaleza en el diseño de espacios verdes.
En Medellín, existe una problemática latente con el verde urbano, el cual ha adoptado un
carácter residual y confinado, caracterizado por un “predominio de pequeños espacios lineales
(andenes, separadores viales, rondas hídricas) y pequeños fragmentos verdes intersticiales,
residuales en la malla urbana, o al interior de urbanizaciones; estas características espaciales
reducen sus potencialidades ecológicas y de uso social” (Vélez & Hoyos, 2015, p.18). Además
de esta problemática, se han urbanizado los lotes vacíos que tenían potencial para albergar
espacios públicos verdes y complementar la red ecológica de la ciudad, y como si fuera poco
existe una inequidad socio-espacial muy marcada en la distribución del verde; mientras
algunos lugares de la ciudad tienen parques y una arborización adecuada, o a veces hasta
sobredimensionada, otros carecen casi por completo de ella, siendo precisamente en estos
barrios, “por su condición de marginalidad y pobreza, donde más se requieren ambientes
amables que ayuden a disminuir la agresión, las sensaciones de apiñamiento y congestión que
dan las mismas edificaciones; es decir que contribuyan a mejorar la salud física y mental de
sus habitantes.” (Soto & Palacio, 2006, p.15).
Frente a estas problemáticas se han publicado varias investigaciones con el fin de proponer
soluciones a la conectividad de los espacios verdes, la naturalización de estos, la potenciación
del arbolado en términos de biodiversidad funcional, y criterios de manejo (Hoyos, 2013;
Moreno Hurtado & Hoyos Estrada, 2015; Rincon, Zea, & Zebala, 2011; Soto & Palacio, 2006).
Actualmente, Medellín cuenta con una carencia importante de espacio público (3,5 m2),
teniendo como referencia la recomendación por la OMS (Organización Mundial de la Salud) de
tener entre 10 m2 a 15 m2 de espacio público por habitante (Alcaldía de Medellín, 2016).
El investigador Vélez Restrepo (2014) realiza una descripción general de los espacios verdes
de Medellín, en el que concluye que en su mayoría son fragmentos pequeños, muchos
representados en parques de barrio o de bolsillo, o como remanentes de cesiones de
desarrollos inmobiliarios. Otros con formas de franjas lineales, discontinuas y estrechas,
pueden estar asociados a retiros de corrientes de agua o como elementos complementarios del
sistema vial, presentes en separadores, orejas de puentes, glorietas y andenes.
Para Vélez Restrepo (2014) la imagen de ciudad verde que se tiene de Medellín, se debe
principalmente a la arborización lineal que ha acompañado a calles y avenidas, y al
emplazamiento de la ciudad sobre un relieve que favorece que se marquen las laderas e
intersticios verdes. El rasgo característico de este paisaje urbano, es la ausencia de grandes
parques centrales urbanos, los únicos espacios de magnitud considerable corresponden a los
cerros tutelares, manteniendo una “condición de ciudad de pequeños parques” (Ramírez,
2016).
Para el transeúnte desprevenido, los municipios del Valle de Aburrá presentan una arborización
abundante y diversa, visualmente atractiva; sin embargo, cuando se analiza con detalle, se
observa que un alto porcentaje de los árboles y arbustos están mal establecidos, que no se ha
tenido suficiente criterio para su selección, que no tienen el espacio necesario para su desarrollo
y deben competir con líneas de energía, otros servicios públicos y construcciones (Soto &
Palacio, 2006, p.15).
60 Metodología
En el 2011 se contabilizó que 18.9% del total de las hectáreas del área urbana de Medellín eran
espacios públicos verdes. Es muy probable para hoy (2019) este panorama haya cambiado, y
que la cantidad sea aún menor. Para ese entonces, se reportaron 342.885 individuos vegetales.
Esto representaba 17 árboles por cada 100 habitantes. En total se tenían reportadas 369
especies diferentes y tan solo el 11% correspondía a especies nativas. El 50% de los individuos
está representado por tan solo 15 especies, todas foráneas a nuestra región (Tulipán africano,
Palma areca, Croto, San Joaquín, Eucalipto, Mango, Falso laurel, entre otros). El 66% de los
árboles están en el sistema vial y entremezclados con las redes de servicios públicos (Restrepo,
2011, p.3).
La Guía para el manejo del arbolado urbano en el Valle de Aburrá (Moreno Hurtado & Hoyos
Estrada, 2015) construyó un procedimiento metodológico para la selección de especies en las
áreas verdes urbanas (Tabla 4) además de las características deseables de las especies según
el tipo de espacio público verde en el Valle de Aburrá (p.161 – p.181), esta guía será usada
como principal insumo para la selección de la vegetación a usar en las simulaciones.
Tabla 16. Procedimiento metodológico para la selección de especies en las áreas verdes urbanas.
Fuente: Arroyave, Morales, & Moreno (2015, p.156).
61 Metodología
Martínez Osorio, Ochoa, & Jiménez (2017) realizan la clasificación de Zonas Climáticas Locales
en Medellín, acogiendo una propuesta metodológica de estándar internacional establecida por
I. Stewart & Oke (2011) que permite entender a grandes rasgos la distribución morfológica
urbana de Medellín y sus implicaciones climáticas (Figura 20).
Figura 131. Zonas Climáticas Locales de Medellín. A partir de Martínez Osorio, Ochoa, & Jiménez (2017)
62 Metodología
En términos generales, de acuerdo con las ZCL de Medellín, se puede concluir lo siguiente:
Contiene en su base edificios grandes de baja altura (LBA) predominantes desde el sur
hasta el centro de la ciudad. Corresponden en su mayoría a industrias y pocas zonas
comerciales.
Un área de edificios compactos de mediana altura (CMA) se encuentra el occidente de
la ciudad hacia el centro del valle (Laureles y sus alrededores).
Las laderas oriental y occidental en su parte norte y centro son compactas de baja
altura.
En la parte sur oriental hay una mixtura entre edificios abiertos de gran altura (AAA)
y zonas abiertas de baja y mediana altura (ABA - AMA). El uso del suelo es residencial
y hay presencia de vegetación.
Hay dos grandes áreas de árboles abundantes (AA) en la parte centro occidental del
valle (Cerros Volador y Nutibara), en el centro oriental (cuchillón de Santa Elena),
entre las zonas abiertas del sur-oriente y las compactas del centro-oriente.
Los edificios dispersos (ED) se hacen frecuentes principalmente en la periferia de la
ciudad (Martínez Osorio et al., 201, p.6 - p.7).
Es de trascendencia aclarar lo que además ya fue explicado por Jiménez Mejía (2016), y es que
el concepto de las ZCL se aplica sin mayores dificultades a terrenos planos, donde la geografía
permite identificar zonas relativamente homogéneas (Tabla 2).
Sin embargo, en palabras de Stewart y Oke (2012): "Cada ZCL tiene un régimen de
temperaturas característico, el cual es más evidente sobre superficies secas, en noches claras
y tranquilas, y en áreas de relieve simple". Y, puesto que “las ZCL deberían tener un diámetro
de cobertura del orden de los 400 – 1.000 m, es evidente que entre más escarpada sea la
topografía de un terreno menos probable es que se pueda construir un mapa consistente de
ZCL uniformes, cada una con suficiente área” (p.1884 y 1889).
63 Metodología
Por otra parte, Flórez et al. (2016) clasifican la cobertura terrestre de la ciudad, en términos
de: áreas urbanas y áreas con vegetación a partir de celdas de 1 km2. Donde la Fracción Urbana
es la proporción del área construida respecto al área total de la celda, así, obtienen cuatro tipos
de celda en la ciudad:
Fotografía 5. Panorámica de la configuración de la ciudad. Centro de la ciudad visto desde el cerro Nutibara.
Fuente: Flórez et al. (2016)
64 Metodología
Los casos de estudio seleccionados fueron: Comuna Belén (Fátima – Loma de los Bernal) y
Comuna Manrique (Santa Inés), los cuales serán descritos continuación:
• Belén
La comuna de Belén está localizada en la zona suroccidental de la ciudad (Figura 23). Ocupa
un área de 883.12 hectáreas, equivalentes al 9% del total de la zona urbana y al 2.7% del total
de Medellín. El terreno de esta comuna se caracteriza por presentar pendientes suaves a
moderadas en gran parte de su territorio, exceptuando la parte alta del mismo. Como principal
accidente geográfico y punto de referencia de toda la ciudad, se destaca el Cerro Nutibara. En
general, la comuna presenta una trama vial adecuada, excepto en los asentamientos ubicados
en la periferia, los cuales obedecen a desarrollos urbanos informales. El acelerado incremento
de urbanizaciones en los sectores de El Rincón y la Loma de Los Bernal, ha contribuido a
generar un aumento del flujo vehicular provocando situaciones críticas de movilidad en
algunas intersecciones de la comuna (Alcaldía de Medellín, 2012).
• Barrio Fátima
Fátima es un barrio de la comuna 16 – Belén (Figura 24), que consta de manzanas totalmente
planas y algunas perfectamente trazadas, además su configuración espacial cuenta con
arborización notoria en sus calles; donde los nuevos edificios han comenzado a reemplazar las
casas antiguas (Alcaldía de Medellín y Universo Centro, 2015), sin embargo, se puede describir
como una zona climática local compacta de baja altura (Martínez Osorio et al., 2017).
El barrio Fátima fue seleccionado para el presente estudio por las siguientes razones:
Figura 163. Localización del barrio Loma de los Bernal en la comuna Belén.
• Manrique
La comuna Manrique está localizada
en la zona nororiental de la ciudad
(Figura 27). Alberga un total de
147.270 habitantes y tiene una
extensión de 549.65 hectáreas que
corresponde al 34.79% del total de la
zona nororiental. Cuenta con una
densidad de más de 400 habitantes
por hectárea.
Santa Inés es un barrio de esta comuna (Figura 28), caracterizado por la adaptación de sus
construcciones a la pendiente (Figura 29); la modificación de la disposición de los antejardines,
unos deprimidos y otros elevados para contrarrestar la inclinación de la misma.
El barrio Santa Inés fue seleccionado para el presente estudio por las siguientes razones:
Pertenece a la Zona Climática Local más representativa de Medellín, igual que Fátima.
Cumple con una trama urbana ortogonal compacta, morfología comparable con
algunas ciudades a nivel nacional.
Es un escenario que podría representar la ladera oriental de la ciudad, además su
morfología se adapta a la pendiente.
Posee una pendiente considerable y su urbanización puede dar cuenta de muchos
casos similares en la ciudad.
Se desarrolla en un ambiente social de impacto dentro de la ciudad, y cuenta con
condiciones que pueden demostrar las situaciones precarias en las que se encuentra
urbanizado el sector.
69 Metodología
Para el análisis de la relación entre morfología urbana, clima local e infraestructura verde en
los casos de estudio ya indicados, se tuvieron en cuenta diferentes insumos que paso a paso
fueron dando forma a la totalidad de la investigación para finalmente obtener los resultados
expuestos más adelante. Primeramente, se realizó un derecho de petición a la Secretaría de
Medio Ambiente de Medellín, quienes amablemente otorgaron los archivos shape de la
morfología urbana y de las zonas verdes de la ciudad. Una vez se identificaron los barrios a
trabajar (Fátima, Loma de los Bernal y Santa Inés), se procedió a agendar una visita para
realizar el debido registro fotográfico, y la identificación de las especies y zonas arborizadas
para cada caso, además de, rectificar alturas de la morfología urbana para su correcto
levantamiento en el modelo.
Otros insumos que jugaron un papel importante en el procedimiento fueron los datos
Meteorológicos de las estaciones del SIATA (17, 39, 54, 68, 197, 202), con las cuales finalmente,
se obtuvieron las variables que se agregarían al software ENVI-met. La Guía para el manejo del
arbolado urbano en el Valle de Aburrá (Moreno Hurtado & Hoyos Estrada, 2015) en sinergia
con el Diagrama de sombras diseñado por el docente Jorge Hernán Salazar Trujillo facilitaron
la selección de la vegetación para el diseño potencial de cada caso de estudio.
Todo lo anterior, posteriormente permitirá hacer un análisis del aporte de la vegetación, tanto
positivo como negativo, en términos de diferentes escenarios para cada caso de estudio. Las
siguientes son algunas condiciones y ajustes que se tuvieron en cuenta a la hora de construir y
analizar el modelo:
Se usó la licencia de prueba del software ENVI-met v.4, con la cual el tamaño máximo
del modelo en celdas [(b×a×h) = (100×100×40)].
El uso del análisis solar (sombras) solo es permitido una vez se adquiere una licencia
de tipo estudiantil, ciencia o negocio.
Para las condiciones de frontera de todos los escenarios simulados se conserva la
opción por defecto: “open” (abierto), puesto que es la condición que desde el límite del
modelo causa un efecto mínimo a las partes internas del mismo, y para la mayoría de
los casos, esta condición es la más recomendada2.
Variables de importancia:
2
Lateral Boundary Conditions http://www.envi-met.info/doku.php?id=kb:lbc
3 Derecho de petición realizado al Área Metropolitana del valle de Aburrá
4 Derecho de petición realizado al Área Metropolitana del valle de Aburrá
5 A partir de http://www.ideam.gov.co/solicitud-de-informacion
6 A partir de https://www.medellin.gov.co/MAPGISV5_WEB/mapa.jsp?aplicacion=0
71 Metodología
Por su parte, ENVI- met Monde es una aplicación que fue lanzada en julio del 2018. Este, es un
nuevo editor basado en vectores, que permite usar extensiones tipo CAD y SHAPE para la
creación del INX (archivo base para simular); la utilización de este editor ha facilitado la
creación y diseño de los modelos, ya que originalmente se realizarían en el editor Spaces, pero
se debía emplear una gran cantidad de tiempo en su levantamiento inicial. Por lo tanto, Monde
puede generar fácilmente áreas de modelo ENVI-met en cualquier resolución tan solo haciendo
clic con el mouse.
7
Para utilizar este editor se debe diligenciar un formulario de aplicación en el siguiente enlace:
https://www.envi-met.com/wp-content/uploads/2018/05/ENVI_MET_Betatesting_Application.pdf;
una vez enviada la aplicación, al día siguiente en un correo electrónico se le informará que ha sido
seleccionado como un “beta tester” y le otorgan una contraseña con la cual podrá ingresar al editor.
72 Metodología
Vía
Andén
Edificios
Árboles
Zona verde
60
m
Altura (pisos)
0
1
169m
2
3
4
5
6
132m
Figura 169. Insumos barrio Fátima (DWG Y Shape). Figura 168. Levantamiento Fátima en ENVI – met.
A partir del software AutoCAD y ArcGIS. A partir del ortofotomapa y el software ENVI - met
8 Donde b es la base, a es el ancho y h es la altura, todos los valores son expresados en celdas.
73 Metodología
72
m
Altura (pisos)
0
1
2
3
4
199m
20
22
24
200m
Figura 171. Insumos Conjunto Siembre Verde (DWG Y Shape).
Figura 170. Levantamiento Siempre Verde en ENVI –
met.
9
Donde b es la base, a es el ancho y h es la altura, todos los valores son expresados en celdas.
74 Metodología
Vía
Andén
Edificios
Árboles
Zona verde
60m
194m
Altura (pisos)
0
1
2
3
4
5 134m
Como se explicó anteriormente, el mes de enero hace parte de una temporada seca del año en
la ciudad de Medellín, adicionalmente, en las estaciones pluviométricas del SIATA10 I.E Juan
María Céspedes (54), I.E Pedro Octavio Amado (39), y I.E Ramón Munera Lopera (16)
correspondientes a los barrios Fátima, Loma de los Bernal y Santa Inés respectivamente,
también se encontró que el día 21 de enero del 2017 está precedido por eventos menores de
lluvia, o que este día tuvo registros de 0 (cero) precipitación. A continuación, se mencionan
las condiciones meteorológicas que se tuvieron en cuenta a la hora de realizar las
simulaciones:
10
Números en azul: Código SIATA
76 Metodología
Barrio Fátima
Se observa un ciclo
diurno suave de
temperatura, con valor
máximo a las 3:00 pm y
mínimo a las 6:00 am
para una variación entre
estos extremos de
11.1°C. RANGO MUY
GRANDE EN LOS
TROPICOS
La mínima humedad
relativa mínima coincide
con la temperatura
máxima y la máxima con
la temperatura entre las 4
am y 6 am. La variación
de la humedad relativa
entre las 3:00 pm a las
4:00 am es del 55.6%.
Figura 178. Registros de humedad relativa del 21 enero para el Barrio Fátima.
A partir de los datos del SIATA.
Dirección y velocidad del viento 21 enero 2017 - Estación 197 SIATA/U. de Medellín
Figura 183. Registros de temperatura del 21 enero para el Barrio Santa Inés.
A partir de los datos del SIATA.
Figura 184. Registros de humedad relativa del 21 enero para el Barrio Santa Inés.
A partir de los datos del SIATA.
En resumen, la dirección y la velocidad del viento seleccionada para cada caso de estudio
fueron las siguientes:
Tabla 24. Direcciones y velocidades del viento seleccionadas para cada caso de estudio
Los proyectos de renovación urbana están limitados a estrategias pasivas, dado que la
morfología, las dimensiones y la orientación de los edificios existentes no se pueden modificar,
este proyecto de investigación se limita a los espacios abiertos entre edificios, donde los
materiales de la superficie se pueden cambiar, se pueden crear áreas verdes y se pueden
establecer sistemas de sombreado (p.5).
Teniendo en cuenta esta anotación, en esta etapa del proceso se definen las características de
los escenarios a simular rigiéndose a partir del estado actual de la morfología urbana:
Escenario actual
Este es un escenario que permanecerá análogo a la situación actual de cada caso de
estudio.
Escenario impermeable
Para este caso se elimina cualquier cantidad de vegetación existente, en este
escenario no habrá áreas verdes permeables.
Escenario potencial
Se realiza una propuesta de diseño urbano a partir del análisis de los resultados
de los escenarios anteriores y se plantea una propuesta “potencial” para cada
estudio de caso.
Más adelante se realiza una descripción más específica para el diseño potencial de cada caso
de estudio, incluyendo determinantes de diseño y las variables que se modificarán o
conservarán dependiendo del caso.
81 Metodología
Una vez seleccionadas las especies a trabajar, se procede a fabricarlas a escala, así:
Palma Zancona Ébano Guayacán Azul
Syagrus sancona Caesalpinia ebano Guaiacum officinale
Los parámetros altura máxima, diámetro, y amplitud de copa fueron necesarios para la
construcción de las especies en Albero y finalmente para la modelación.
A partir de las especies a escala se procede a usar el Diagrama de Sombras para Medellín,
diseñado por el docente Jorge Hernán Salazar Trujillo, con el cual se calcula la Huella de
Sombra desde las 12:00 pm hasta las 4:00 pm para cada especie propuesta. La Huella de
Sombra es un concepto que el autor viene desarrollando desde hace varios años y que permite
estudiar la manera en cómo se distribuyen, tanto en el tiempo como en el espacio, el conjunto
de sombras que proyecta un objeto (Salazar Trujillo, 2009, p.3).
“La Huella de Sombra es una poderosa herramienta para el diseño urbano que ha sido probada
con éxito en la evaluación de volúmenes arquitectónicos y que se pudo adaptar con éxito para
extender su ámbito de aplicación al componente vegetal” (Salazar Trujillo, 2009, p.9). El
Diagrama de Sombras permitió determinar el emplazamiento, número y distribución
definitiva de todas las especies, asumiendo que estas se encuentran en su estado adulto.
83 Metodología
Figura 188. Diagrama de sombras diseñado por Jorge Hernán Salazar Trujillo.
Tabla 26. Implementación del Diagrama de sombras para extraer la huella de sombra por especie.
Diagrama de Sombras 12:00 pm hasta las 4:00 pm Huella de sombra
Palma Zancona - Syagrus sancona
Superposición de horas
1 hora
12 pm 4 pm
2 horas
3 horas
4 horas
5 horas
85 Metodología
En este punto es importante mencionar que los elementos del perfil vial que se consideran
susceptibles al cambio son los andenes y antejardines, ya que son los únicos que se podrían
alterar en la vida real, además, precisamente son estos los que generan la espacialidad por la
cual frecuenta el peatón y los que finalmente permiten la siembra o no de especies arbóreas.
Si bien, una modificación de este tipo puede suscitar resistencias al cambio por parte de los
vecinos, acostumbrados a tener al peatón más alejado, es una alternativa que debe
considerarse pues puede potencializar la calidad de vida tanto del árbol como del habitante.
• Barrio Fátima
En el barrio Fátima, el antejardín está dispuesto de manera residual y desordenada; por lo
tanto, se pretende que la infraestructura verde obtenga mayor importancia y calidad espacial
agregando más área a la zona verde (2 m en total) perteneciente a las especies arbóreas, y una
franja de antejardín más angosta (50 cm) para el paramento de la edificación; así, el perfil vial
planteado se ilustra en la siguiente figura:
Oeste
Este
Figura 191. Escenario potencial para el barrio Fátima. A partir del software ENVI – met.
Figura 194. Escenario potencial para el conjunto Siempre Verde. A partir del software ENVI – met.
Oeste
Figura 197. Escenario potencial para el barrio Santa Inés. A partir del software ENVI – met.
Actual
Impermeable
Potencial
Figura 205. Escenarios simulados con ENVI-met. A partir del software ENVI-met.
91 Resultados
Tabla 28. Ocupación verde y gris de cada escenario para cada caso de estudio.
Por otro lado, se exponen unos resultados adicionales que representarán el comportamiento
higrotérmico de cada escenario, y con el fin de visualizarlos más intuitivamente se efectúan
dos códigos con el software Matlab; con esta herramienta fue posible postprocesar los datos
exportados (LEONARDO) de cada celda en las 24 horas a diferentes alturas; cada una de las
celdas exportadas se promediaron horizontalmente sin tener en cuenta las celdas ocupadas
por edificios y así, finalmente lograr un análisis crítico del comportamiento de cada escenario
simulado.
El primer código permite representar la temperatura del aire y la humedad relativa en cada
hora a diferentes alturas de modelado como se mencionó previamente, y el otro código efectúa
una resta entre los resultados anteriores, permitiendo visualizar con aún más precisión la
anomalía entre las variables mencionadas, lo cual otorgará acercamientos a las posibles
conclusiones. Todos los valores corresponden al total de las 24 horas del 21 de enero del 2017.
Nota al lector: en los resultados del comportamiento higrotérmico realizados con los códigos
de Matlab, se apreciará la siguiente escala vertical (altura sobre el nivel del mar - m) en todas
las gráficas: 0.2; 1; 1.8; 3; 5; 7; 9; 11; 13; 15; 17; 19; 21; 23; esta está definida por defecto en la
aplicación LEONARDO y por lo tanto para todos los resultados exportados. Adicionalmente, el
lector debe ser cuidadoso con su criterio visual, ya que hay gráficas tanto para temperatura
atmosférica media y humedad relativa media, cada una con su escala de color respectiva.
92 Resultados
Escenario impermeable
Figura 206. Temperatura Media Radiante a los 1.8 m de altura a las 3:00 pm para todos los escenarios del Barrio Fátima.
Resultados 93
Escenario impermeable
Figura 207. Temperatura Media Radiante a los 1.8 m de altura a las 3:00 pm para todos los escenarios del
Conjunto Siempre Verde.
Resultados 94
Escenario impermeable
Para estos resultados es se debe tener en cuenta que para cada caso de estudio el dominio
adoptó dimensiones diferentes, el número de celdas con las que se determinó la temperatura
atmosférica y la humedad relativa variaron entre cada simulación aumentando la
incertidumbre a la hora de establecer comparaciones entre los casos de estudio.
Por otro lado, no se debe olvidar que el DEM agrega complejidad a la simulación, asimismo la
pendiente genera eventos atmosféricos que podrían generar oscilaciones en estas variables y
provocar lo que Ramírez Naranjo (2016) explicó como valores atípicos (también llamados
outliers) que igualmente pueden haber influenciado en los resultados finales. Otro aspecto no
menos importante es, como se mencionó anteriormente, el dominio del Conjunto residencial
Siempre Verde tiene un edificio que excede la relación de la altura recomendada por los
creadores del software lo podría haber provocado inconsistencias numéricas, así pues, los
escenarios de este dominio tardaron entre 100 a 105 horas de simulación lo que finalmente es
un gran costo computacional.
96 Resultados
• Barrio Fátima
Escenario actual
Escenario impermeable
Escenario potencial
Figura 209. Comportamiento higrotérmico -a cada hora a diferentes alturas de modelado-para todos los escenarios del
Barrio Fátima.
97 Resultados
Escenario impermeable
Escenario potencial
Figura 210. Comportamiento higrotérmico -a cada hora a diferentes alturas de modelado-para todos los escenarios del
Conjunto Siempre Verde.
98 Resultados
Escenario impermeable
Escenario potencial
Figura 211. Comportamiento higrotérmico -a cada hora a diferentes alturas de modelado-para todos los escenarios del
Barrio Santa Inés.
99 Resultados
Figura 213. Anomalía entre los escenarios del Conjunto Siempre Verde.
Para el caso del Conjunto residencial Siempre Verde ilustrado en la Figura 76, muestran que
las anomalías de temperatura atmosférica media y humedad relativa entre Actual vs
Impermeable fueron de alrededor de 0.5°C y 0.25% respectivamente. En esta anomalía se
pueden detectar algunos outliers que pueden ser resultados con algunas inconsistencias o que
simplemente no tuvieron variación alguna, sin embargo, si se puede concluir que el escenario
Impermeable es más caluroso y menos húmedo que el escenario Actual. En cuanto a las
anomalías entre Actual vs Potencial hasta la altura de 11 m aproximadamente hay una
variación entre 0.05°C a 3°C en la temperatura, y 0.2% a 2.5% en la humedad, lo que finalmente
permite concluir que el escenario Actual es más caluroso y menos húmedo que el escenario
Potencial, que es hasta a 0.3°C más frio en las horas de calor extremo. Por otro lado, en la
anomalía entre Actual vs Potencial, también se pudo identificar que a partir de los 11 m de
altura aproximadamente no hay variaciones significativas de temperatura atmosférica y
humedad relativa.
101 Resultados
Figura 214. Anomalía entre los escenarios del Barrio Santa Inés.
En el Barrio Santa Inés, ocurrieron aspectos similares a los del Conjunto residencial Siempre
Verde, es muy probable que también se deba a la complejidad agregada por el DEM, entre las
otras razones mencionadas anteriormente, lo que sí se puede destacar en este caso de estudio
es que los outliers en las anomalías Actual vs Impermeable ilustrado en la Figura 77
demuestran que en algunas horas del día para ciertas alturas, el escenario Impermeable es más
caluroso que el escenario Actual, sin embargo, visualmente se puede apreciar que las
anomalías son prácticamente 0°C; lo que si se aprecia en la humedad relativa es que el
escenario Actual es 0.5% más húmedo que Impermeable. Por otro lado, comparando el
escenario Actual vs Potencial, existen muchas más variaciones, por mencionar algunas, entre
las 10:00 am hasta la 1:00 am y nuevamente desde las 4:00 am hasta las 6:00 am, hasta una
altura de 19 m aproximadamente las temperaturas de Potencial es entre 0.1°C a 0.5°C menor
que Actual; sin embargo, en la comparación de estos escenarios también se hallaron outliers,
por ejemplo el escenario Actual fue más frío a las 2:00 am, 7:00 am y 9:00 am hasta los 19 m
aproximadamente.
Discusión 102
4. Discusión
La presente investigación fue concebida a partir la formulación del siguiente interrogante:
¿Qué alternativas de diseño urbano se pueden proponer a partir de la relación entre
morfología urbana y clima local considerando el potencial que tiene la infraestructura verde
para mitigar la temperatura en los espacios exteriores? Partiendo de esta cuestión, se logró
hallar en los resultados que efectivamente la infraestructura verde tiene un potencial para
modificar el microclima urbano y que además puede ser una fuente de diseño urbano que, en
sinergia con la morfología urbana existente y el clima local se convertirá en una herramienta
de diseño necesaria para cada profesional relacionado con la construcción de la ciudad.
Para llevar a cabo el análisis de resultados fue fundamental evaluar la Temperatura Media
Radiante (TMR), ya que esta supone una medida de la radiación percibida por el cuerpo
(Guzmán E., 2018) y que evidencia que no solo en la literatura sino también en la práctica, la
geometría urbana es crucial para la caracterización del microclima urbano (Ambrosini et al.,
2014). En las Figuras 69, 70 y 70 se pueden apreciar los gradientes de TMR que se establecen
a unos pocos metros dependiendo también de la vegetación, lo que nos lleva igualmente a
demostrar que, los cambios en la configuración de vegetación, césped, arbustos grandes y
árboles pequeños tienen una influencia en el microclima y pueden reducir significativamente
la TMR al aire libre a el nivel peatonal (Su, Cai, Chen, & Feng, 2017).
Específicamente, para el Barrio Fátima, se puede concluir que es el único barrio que podría
estar correctamente diseñado en la actualidad, ya que, en comparación con el potencial, obtuvo
2.5°C menos de TMR en las áreas con sombra y 0.3°C menos en las áreas expuestas al sol. Por
su parte, para los escenarios potenciales del Conjunto residencial Siempre Verde y el Barrio
Santa Inés los árboles tuvieron el mayor efecto de TMR; particularmente, las superficies verdes
fueron significativamente más frías que las Impermeables y las temperaturas del modelo por
encima de ellas fueron más bajas. Las superficies sombreadas (césped y pavimentos) fueron
también más frías que las superficies expuestas (Chatzidimitriou & Yannas, 2015, Shashua-bar
et al., 2006).
reduce la temperatura de hasta 0.3°C. En cuanto al Barrio Santa Inés, ocurrieron aspectos
similares a los del Conjunto residencial Siempre Verde en cuanto a los outliers; lo que
finalmente si se evidencia es que el escenario potencial pudo reducir (para la mayoría de
alturas y horas) incluso hasta 0.5°C de temperatura atmosférica.
Así como en los resultados de R Stiles et al. (2014), en esta investigación las condiciones del
microclima mostraron un alto nivel de variación entre los diferentes tipos de tejidos urbanos
y vegetación, asimismo dentro de distancias relativamente pequeñas; la explicación radica en
la disposición, altura y densidad de las edificaciones (Y. Yang et al., 2017), así como el
porcentaje de superficies grises y verdes con respecto al almacenamiento de calor, a las
condiciones de sombreado y al viento, y a las características de los espacios abiertos.
Igualmente, las simulaciones demostraron, que como dijeron R Stiles et al. (2014) la ubicación
correcta de siembra arbórea puede ser más importante que la extensión general de la siembra.
El comportamiento del viento también fue una variable de trascendencia en los resultados, y
se ve afectado por la configuración de las formas urbanas; se confirmó que el viento tenía el
efecto de eliminar las principales fluctuaciones de temperatura y, por lo tanto, reducir la
aparición de puntos calientes. Así pues la dirección del viento en concordancia con la
orientación de calles y carreras contribuyó a eliminar la temperatura (Taleb & Abu-hijleh,
2013; Tsilini et al., 2015).
Estos hallazgos iniciales pueden ser de utilidad para investigadores que deseen comprender
los efectos de enfriamiento de los árboles, asimismo pueden proporcionar a los planificadores
urbanos directrices prácticas para el diseño de áreas verdes con mayores efectos de
enfriamiento y así contrarrestar los impactos de las islas de calor (Buyadi et al., 2015; Flórez
et al., 2016).
Una vez mencionado lo anterior, si hubo algunas limitantes en el método usado; entre ellas, y
una que podría considerarse la más trascendental, fue la disponibilidad de información; por
ejemplo, los datos climáticos fueron tomados necesariamente de estaciones distantes a los
14 http://www.envi-hq.com/index.php
104 Discusión
casos de estudio, esto debido a que no se contaba con mediciones in situ. Por otro lado, la
información para el abastecimiento del modelo en cuanto al tema del arbolado urbano fue
insuficiente, ya que para los sectores de la ciudad estudiados no se ha hecho el reconocimiento
de las especies, por lo que se optó por realizar visitas a campo para el levantamiento
respectivo.
Otra limitante, en cuanto al uso de ENVI-met, es que como todo software que está en constante
actualización aún cuenta con algunos procesos poco prácticos para el usuario. Principalmente
debido a que el levantamiento de cada zona de estudio se realiza celda a celda, esto lo hace
tedioso y agotador, afortunadamente, unos meses más tarde, antes de culminar la
investigación fue lanzada una versión de prueba de MONDO, lo que complementaría el uso de
ENVI por medio de importaciones a través de ArcGIS. Asimismo, la topografía se debe crear
por medio de celdas, esta si se realizó en su totalidad con este método; la situación con esta
variable es bastante particular, puesto que al agregar la topografía se oculta la materialidad
asignada al suelo, que, según consultas en el Foro de Usuarios ENVI-met, no tenía importancia
debido a que era asignada “automáticamente” a la topografía, lo que en los resultados no se vio
correctamente reflejado.
Adicionalmente, para el caso de las especies arbóreas seleccionadas, estas fueron creadas
desde cero, ya que la base de datos de árboles de ENVI-met (Albero) no contenía especies
tropicales ni especies que tuvieran características similares a las elegidas. Otra limitación
considerable es el costo computacional requerido por las simulaciones (Ambrosini et al.,
2014), teniendo en cuenta que para esta investigación se simuló un día (una cantidad breve de
tiempo en la escala meteorológica) la duración del tiempo de cálculo para los diferentes casos
de estudio varió entre 40 a 105 horas; además de que inicialmente demandan de una elección
cuidadosa de la resolución del modelo apropiada para la etapa de diseño y los objetivos
específicos de la investigación (Pastore et al., 2017); lo anterior perfectamente podría generar
inconsistencias en el modelo y presentar incoherencias en los resultados. Por último, para el
análisis de los datos, LEONARDO tiene una forma de extracción poco eficiente para cuando se
quiere hacer un análisis multihorario y además de múltiples alturas.
Vale la pena mencionar que el obstáculo más grande en el presente estudio residió en la
"comprensibilidad" de algunos conocimientos sobre el microclima; gran parte de este
conocimiento posiblemente útil se expresa en términos o fórmulas muy abstractas de física
climática que no son discernibles para los diseñadores (Lenzholzer, 2010); Eliasson (2000) lo
identificó como un "vacío de traducción" o problema de que los diseñadores y climatólogos no
"hablan el mismo idioma".
Finalmente, se debe tener en cuenta que como lo dijo Bedoya (2015) “Cada obra o proyecto es
un pequeño universo” y no se puede pretender traer soluciones o directrices de otros lugares
del mundo a nuestro particular mundo tropical, debemos “(…) reivindicar el ejercicio de una
arquitectura correcta, que se vista del lugar o para el lugar” (p.48). Este trabajo demuestra que
el establecimiento de un diálogo continuo e interdisciplinar entre los actores e investigadores,
a partir de la interacción y la cooperación podría ser posible para desarrollar acciones de
adaptación y mitigación para mejorar la calidad y la habitabilidad de los espacios urbanos
(Lobaccaro & Acero, 2015).
Conclusiones 105
5. Conclusiones
Esta investigación se realizó teniendo en cuenta las condiciones reales de tres barrios de la
ciudad de Medellín (Fátima, Loma de los Bernal y Santa Inés); a partir de los resultados
obtenidos, primeramente, se confirmó que la temperatura atmosférica no representa
significativamente los cambios generados por la vegetación en los espacios exteriores, y que,
por el contrario, la temperatura media radiante demuestra cómo la sombra de los árboles
modifica efectivamente la espacialidad térmica en el exterior, sin olvidar que cada material
tendrá un comportamiento diferente. Analizando esta variable, también es posible concluir
que es más eficiente sombrear las áreas y superficies urbanas que se encuentran más
expuestas al sol a únicamente sombrear las circulaciones, ya que para la escala del peatón son
de gran tamaño o están más próximas a él, y son las que, finalmente, producirán más
intercambio de calor sobre todo cuando estas áreas están constituidas por materiales de alta
emisividad.
Uno de los aportes más valiosos de los árboles en el diseño urbano es que por medio de la
evapotranspiración se convierten en un aire acondicionado natural, ya que ellos a su vez están
por debajo de la temperatura media radiante, esto se evidencia, por ejemplo, para el caso del
barrio Fátima la vegetación se encuentra 32.7°C más fría que el entorno circundante; para el
Conjunto Siempre Verde 32.8°C y Santa Inés 33.8°C. Por otro lado, la orientación del cañón
urbano dispuesto con la misma dirección del flujo del viento ayuda a reducir temperatura
atmosférica, como se evidenció en los barrios Fátima y Santa Inés, que en sinergia con
vegetación traslucida pueden dar mejores resultados; sin embargo, la configuración urbana en
general sigue siendo el principal factor que afecta la variación de temperatura tanto
atmosférica como media radiante.
Específicamente, para el Barrio Fátima, se puede concluir que es el único barrio que podría
estar correctamente diseñado en la actualidad, ya que, en comparación con el potencial, obtuvo
2.5°C menos de TMR en las áreas con sombra y 0.3°C menos en las áreas expuestas al sol. Por
su parte, para los escenarios potenciales del Conjunto residencial Siempre Verde y el Barrio
Santa Inés los árboles tuvieron el mayor efecto de TMR; particularmente, las superficies verdes
fueron significativamente más frías que las impermeables y las temperaturas del modelo por
encima de ellas fueron más bajas. Las superficies sombreadas (césped y pavimentos) fueron
también más frías que las superficies expuestas. En cuanto a las especies seleccionadas, estas,
jugaron un papel determinante a la hora del diseño urbano potencial, aunque en este estudio
no se revisó a fondo el tipo de especie y sus comportamientos biológicos, si fue de
trascendencia su arquitectura, ya que a partir de esta se logró precisar la elección más viable
para cada caso de estudio.
Trabajo futuro 106
6. Trabajo futuro
Colombia, y otros países del trópico tienen grandes particularidades climáticas que merecen
atención, además de sus formas de crecimiento y disposición de la trama urbana. Ciudades
como Medellín con su topografía y dinámicas urbanas que la caracterizan deberían ser objeto
de más estudio a lo que el microclima urbano se refiere, esto teniendo en cuenta que es
inminente el fenómeno de la isla de calor y que, además, esta ciudad está expuesta a una
contingencia ambiental latente. Hasta este punto se puede afirmar que el concepto LCZ
combinado con ENVI-met ha sido una metodología de planificación eficaz a la hora de
identificar y comprender más a fondo el lugar a estudiar.
El trabajo futuro, deberá realizar más estudios sobre otros entornos urbanos, ciudades,
condiciones climáticas tropicales para obtener una comprensión más completa de la
implicación de la infraestructura verde en el diseño urbano. Los resultados de los casos de
estudio de esta investigación podrían reproducirse para barrios similares en Colombia como
un primer paso para mejorar la comprensión de las relaciones entre la morfología urbana, la
vegetación y el comportamiento del microclima. Al mismo tiempo, se debería comprender el
efecto de enfriamiento de diferentes configuraciones, tipos y especies de enverdecimiento
urbano, así como la variación diferentes formas urbanas, la relación entre la altura del edificio
y la anchura de la calle. Adicionalmente, se debe tener en cuenta que la disposición, el
espaciado y la ubicación de los árboles son variables inherentes a una refrigeración natural
óptima, por lo que ubicando la vegetación estratégicamente se disminuirá la necesidad de más
adelante preocuparse por emplear una cobertura verde adicional. Ahora bien, las siguientes
son recomendaciones que desde una perspectiva arquitectónica:
• Capacitar a los arquitectos y planificadores sobre los procesos del microclima, para
lograr desarrollar así las habilidades de diseño necesarias para disminuir el impacto
que entorno construido tiene en los ecosistemas, así pues, universidades deben
contemplar en sus currículos este tipo de asignaturas.
El trabajo en grupo se multiplica en efectividad.
Si bien una idea nace de manera individual,
el consenso la pule hasta hacerla verdaderamente significativa
Bedoya Montoya, 2011, p.119
Anexo A 108
Fátima
Conjunto
Siempre Verde
Santa Inés
Figura 215. Levantamiento en 3D en el software ArcGIS y obtención de sombras a partir del software Sketchup.
Anexo A 109
Fátima
Siempre Verde
Santa Inés Figura 216. Sombras de cada morfología urbana para cada caso de estudio.
• Fátima, Belén
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