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Valoras UC
Escuela de Psicología
Pontificia Universidad Católica de Chile
2012
Dirección
Isidora Mena E.
Colaboran
Clymene Soro
Ximena Benard
Ana María Valdés
Ximena Bugueño
Edición
Valoras UC
Pamela Yañez, Unidad de Transversalidad Educativa, MINEDUC
Diseño y diagramación
María Francisca Contreras; MINEDUC
Mariana Jahnke; MINEDUC
Imagen portada
Colegio Monte de Asís, Puente Alto, Santiago.
INTRODUCCIÓN 5
REFERENCIAS SUGERIDAS 75
INTRODUCCIÓN
A convivir se aprende, tanto en el hogar como en la escuela. La dimensión socioemocional y la dimensión formativa no son
fruto sólo de los primeros años en el ambiente familiar. Para la mayoría de los niños, la escuela es la primera experiencia social
con extraños, experiencia que transcurre durante doce años y ocupa muchas horas diarias, tiempo más que suficiente para
dejar una huella. En el caso de los estudiantes a cuyas familias, por una u otra razón, les es difícil entregar contextos positivos
de relación y convivencia, la experiencia social escolar es irremplazable.
Dentro de la escuela, las habilidades y actitudes para una convivencia respetuosa y colaborativa pueden adquirirse en los
diversos espacios formativos, formales e informales. Pero son especialmente relevantes los contextos de aula, es decir la convi-
vencia de curso: allí, entre sus integrantes, una convivencia que fomenta la estimulación socio-emocional aumenta incluso las
conexiones neurológicas responsables de estas habilidades1 y favorece, en paralelo, tanto el desarrollo de habilidades intelec-
tuales como la formación de la persona.
La sociedad humana no podría haber evolucionado desde sus formas más primitivas si sus integrantes no se hubieran carac-
terizado por ser criaturas sumamente cooperativas que compartían trabajos y alimentos (Leakey y Lewin, en Alcalay 2006).
Sin embargo, en nuestras actuales instituciones educativas, los cursos tienden a concebirse como un grupo de alumnos que
deben tratar de alcanzar individualmente ciertas metas académicas. Cada uno trabaja para su propio beneficio, desarrollán-
dose muy poco la noción de trabajo en equipo y la importancia del bienestar común para alcanzar esas metas de aprendizaje.
Cuando la cultura escolar deja de concebir los cursos como agrupaciones de individuos y procura que éstos se organicen como
comunidades de aprendizaje y buen trato, se potencian los procesos de enseñanza y de aprendizaje, así como los contenidos
disciplinarios y la convivencia. Un curso que funciona como comunidad de aprendizaje y buen trato provee un ambiente de
respeto que le facilita al docente compartir sus conocimientos y gatillar la participación efectiva de los estudiantes. A su vez,
una comunidad de aprendizaje permite que cursos de treinta o cuarenta estudiantes con diferentes estilos y ritmos de apren-
dizaje puedan integrarse más fácilmente y trabajar colaborativamente entre pares.
Las investigaciones muestran que el éxito en la formación socio-emocional en la escuela es mayor cuando existe:
1. Un fuerte énfasis en el aprendizaje (de todos los estudiantes).
2. Espacios destinados a la formación explícita de habilidades socio-emocionales.
3. Un contexto de curso que induce a practicar estos valores y habilidades2.
1 Amanda Céspedes, 2010 en Revista Calpe & Abyla, Revista de Neurociencias Aplicadas, Nº 1.
2 Isidora Mena E., Claudia Romagnoli E., Ana María Valdés M, 2008. ¿Cuánto y Dónde Impacta? Desarrollo de habilidades socio emocionales y éticas en la
escuela. VALORAS UC.
La metodología que aquí se presenta propone la construcción participativa de una COMUNIDAD DE APRENDIZAJE Y BUEN
TRATO al interior de los cursos, la que incluye metas de curso y los respectivos acuerdos de convivencia para lograrlas. Se des-
cribe cada paso del proceso y se entregan orientaciones y materiales para organizarse como una comunidad de aprendizaje y
buen trato capaz de reflexionar acerca de sus necesidades, de establecer acuerdos acerca de normas y sanciones formativas, y
de mantener estos acuerdos.
Aquí se presentan dos guías, cada una para etapas de desarrollo distintas. La primera guía está sugerida para los cursos de
Pre Kínder a 2º Básico. La segunda, para los cursos de 3º Básico a Enseñanza Media, estudiantes que ya tienen en su mayoría
la madurez para leer, dialogar, integrar sus impulsos y profundizar la convivencia con otros. Dentro de cada guía se hacen
sugerencias y se proveen materiales que ayudan a la adaptación específica de la metodología a los distintos cursos y edades.
Los efectos de esta metodología se perciben en la motivación de los estudiantes, en su desarrollo personal, aprendizaje y re-
sultados académicos, constituyendo también un valioso aporte al bienestar del docente, quien la puede adaptar a su realidad
siempre particular. La convicción del docente, tanto como el compromiso y respaldo institucional, son determinantes para el
éxito de las comunidades de curso, según comienza a evidenciarse en muchos colegios chilenos donde se ha estado imple-
mentando3.
3 Isidora Mena, Paulina Jáuregui e Isidora Cortese, 2008. Caso 4: Un proyecto para construir sociedad con todos. Colegio Monte de Asís. Chile, RM (Estudio
para UNESCO). www.valorasuc.cl
Objetivo: formar hábitos de convivencia comunitaria basados en explicaciones verbales, actividades de experiencias
concretas, técnicas de señalamiento de prácticas positivas y trabajo a través de las familias (cuando se puede).
Supuesto de desarrollo: a esta edad los estudiantes necesitan un adulto que los introduzca en las prácticas de una cul-
tura comunitaria para el aprendizaje. Requieren asimismo saber que existen explicaciones para estas prácticas, aunque
no entiendan el sentido más profundo. Ética y moralmente, necesitan reconocer que existen otros, con distintas nece-
sidades y derecho al respeto, descentrándose progresivamente de una perspectiva centrada en sí mismos. Además de
reconocer al otro, deben comprobar que a ellos mismos les es beneficioso que los demás se sientan a gusto y aprendan.
Supuesto de cambio: para transitar a una cultura de cursos comunitarios, se basa en la reflexión ética participativa con
los alumnos y en la acción colegiada de los docentes de la institución.
Novedad Metodológica: decidirse por hábitos que refieren a la convivencia comunitaria y dar muchas explicaciones,
unas verbales y otras experimentables, respecto del sentido y conveniencia de estos para constituirse como comunidad
de aprendizaje.
Síntesis metodológica:
Objetivo: aprender a participar en la conformación de una comunidad de aprendizaje y buen trato. El foco está en la
generación de acuerdos de convivencia para lograr la meta de aprendizaje y buen trato entre todos. Se incluyen acuer-
dos sobre sanciones formativas para las veces que se transgreden los acuerdos. Estos acuerdos se transforman en el sis-
tema normativo del curso, que necesariamente debe estar alineado con las normas de convivencia escolar establecidas
en el Reglamento Interno del establecimiento o Reglamento de Convivencia Escolar.
Supuesto de desarrollo: los estudiantes en esta edad necesitan participar progresivamente, con mayor autonomía, en
las decisiones sobre cómo comportarse y ser en la vida. Requieren reflexionar participativamente sobre las metas en la
escuela o liceo y sus sentidos, tanto sociales como para sí mismos; sobre los comportamientos que permiten lograr sus
metas, los propios y los necesarios para la relación con los otros; sobre sus proyectos de vida y la relevancia de aprender
y gustar del aprender. Desde el desarrollo moral, el desafío es ayudarles a reconocer progresivamente al otro y su diver-
sidad, la conveniencia de comunidades de derechos y responsabilidades para el propio proyecto vital, y el aprendizaje
de prácticas de organización y convivencia comunitaria.
Supuesto de cambio: para transitar a una cultura de cursos comunitarios, se basa en la participación reflexionada de
los estudiantes, en la reflexión ética participativa con los alumnos frente a la trasgresión, y en la reflexión colegiada de
los docentes de la institución, tanto sobre esta manera de aproximarse, como sobre la práctica efectiva de esta metodo-
logía. Vivir los cursos como comunidad requiere creatividad y decisiones para hacer ajustes institucionales, y por tanto
el concurso de directivos y sostenedores.
Novedades metodológicas: que los cursos tengan normativas elaboradas participativamente; que se establezcan san-
ciones formativas donde también participen los estudiantes, y que la mantención de estos acuerdos sea de responsabi-
lidad compartida. También es novedad en la cultura escolar que las normas estén en función del aprendizaje y el buen
trato como meta.
Síntesis metodológica:
Liderados por el/la profesor/a jefe que está coordinado/a con los profesores de asignatura, se trabaja con el curso en los
4 pasos para lograr la conformación de las comunidades de curso:
Paso 1: Construcción de la meta de curso: ser comunidad de aprendizaje y buen trato.
Paso 2: Definición de necesidades para lograr la meta acordada.
Paso 3: Construcción de un sistema normativo para el aprendizaje y buen trato.
Paso 4: Seguimiento a los acuerdos de convivencia.
GUÍA 1
Comunidades de Curso
para el Aprendizaje y Buen Trato
4 Metodología desarrollada por ValorasUC, inicialmente desarrollada por Clymene Soro, Ximena Benard e Isidora Mena.
Naturalmente, para algunos estudiantes esto es más fácil de aprender porque es consistente con lo que se les ha venido ense-
ñando en la familia. Pero para otros, aquellos cuyas familias presentan dificultades en su propia convivencia familiar, puede ser
más difícil. Para estos últimos estudiantes, la experiencia de formación social de la escuela será más determinante, y en algunos
casos, será su última oportunidad.
En estos primeros años escolares los adultos juegan un rol muy importante en la sala de clases, estableciendo las formas en
que se convivirá allí y sus sentidos. En esta etapa se pueden formar hábitos y comportamientos convivenciales básicos para el
futuro escolar y social de los estudiantes. El “rayado de cancha” que haga el profesor será un mensaje determinante, eso si es
que lo explicita, explica su sentido, reflexiona con la participación de los estudiantes para que ellos efectivamente entiendan el
sentido, se mantiene alerta a que se cumplan siempre estas directrices, y modela un modo de comportarse ad hoc.
Si se trata de convivir en una comunidad de aprendizaje y buen trato de todos, podemos vislumbrar que se requiere generar
condiciones que permitan el aprendizaje de una convivencia pacífica y respetuosa, es decir, se requiere generar un clima es-
colar que favorezca la convivencia. Para generar estas condiciones básicas, podemos mencionar algunos comportamientos y
actitudes que todos deben aprender:
Decidir democráticamente
• Permitir que todos participen.
• Tomar la opinión de los demás para realizar acciones.
• Repartir el mando.
La invitación es a que cada institución, de acuerdo a su Proyecto Educativo y a los objetivos formativos de ciclo, defina un com-
portamiento para cada mes, y promueva su desarrollo en base al modelo que esta herramienta otorga.
4. Actividades de profundización
• A partir de 1º básico se sugiere aumentar los espacios de reflexión participativa con los estudiantes acerca del
sentido de los comportamientos que se van incorporando. Esto requiere que el profesor/a genere distintas instan-
cias de trabajo individual y grupal para que reflexionen y opinen sobre el sentido de los comportamientos, las
ventajas que estos tienen en su aprendizaje y bienestar. También puede agregarse la pregunta ¿cómo lograr aprender
esto, de verdad?
Ejemplo: Frente al comportamiento “ayudarse mutuamente en lo que es difícil” pedirles que en parejas piensen en
las ventajas que este comportamiento puede tener para cada uno y para su curso completo. Después piensen en las
dificultades para lograr esto, y finalmente, imaginen una forma aprenderlo. El profesor/a para terminar pregunta a los
grupos sus conclusiones, y aporta si es necesario, las suyas.
Al volver de un recreo los niños encuentran la sala muy desordenada (el educador debe in-
tencionar que esto ocurra).
Reflexión: ¿Qué habrá pasado en la sala? ¿Podemos trabajar así? ¿Cómo nos sentimos
en este desorden? ¿Por qué es importante para todos que la sala esté ordenada? ¿De
Actividad de enganche para la
quién depende que nuestra sala se mantenga ordenada? ¿Cómo puede aportar cada
construcción de sentido:
uno al orden de la sala? ¿Les parece que nos pongamos la meta de mantener nuestra
(Reflexión a partir de una
sala ordenada?
experiencia)
OTRAS ACTIVIDADES POSIBLES
• Trabajo en función de una lámina en la que los niños deban descubrir objetos que no están
en su sitio.
• Verificar si en el curso todos tienen claro el lugar de las cosas y materiales de trabajo. Los
niños se dividirán en dos grupos, uno de ellos moverá algunos objetos puntuales mientras
el otro grupo permanece con los ojos cerrados. Luego, deben descubrir los objetos que no
están en su lugar y ponerlos donde corresponde.
Actividades complementarias Reflexión: “Hay que ponerse de acuerdo dónde se guardará cada cosa para después
para otorgar sentido saber dónde encontrarla”.
• De manera lúdica se solicita a los niños/as que traigan rápido ciertas cosas de la sala para
verificar que los niños reconocen el lugar donde se guarda cada cosa.
Reflexión: “Saber dónde están las cosas ayuda a hacer las cosas rápido”
Reflexión: “Cuando las cosas están en su lugar, podemos encontrarlas con mayor
facilidad y rapidez”.
Alternativas:
• Descubre y luego pinta los objetos que no están en el lugar que corresponde. Comenta tus
respuestas con algún miembro de tu familia (Se entrega una lámina con ilustraciones que
muestran distintos recintos de una casa, en los cuales hay objetos “desordenados” que los
niños deben descubrir).
• Con la ayuda de un miembro de tu familia, comenta y dibuja el lugar de la casa en que van
ubicados determinados elementos (Se entrega una lámina que incluye ilustraciones de: ropa
sucia, útiles de escritorio, juguetes, fruta, mochila del colegio, etc.).
Actividades tutoriales • Junto a un miembro de tu familia, recorre las distintas dependencias de tu casa. Luego re-
(para trabajar con las familias) flexiona en relación al orden observado en cada uno de los espacios, escoge el más ordenado
y dibújalo.
• Junto a un miembro de tu familia, recorre las distintas dependencias de tu casa. Luego, re-
flexiona en relación las siguientes preguntas: ¿Qué lugar de la casa te gustó más?
Cuando hay algún lugar de la casa que está muy desordenado, ¿te sientes cómodo/a, por qué?
¿Qué podríamos hacer para colaborar con el orden de la casa?, ¿Qué podrías hacer tú para
colaborar con el orden?
Para poder ordenar, hay que saber donde se dejan las cosas. Por ello es fundamental que:
Que el niño(a) sea capaz de aprender y llevar a la practica el “hacer” silencio, para así escu-
char al otro, a sí mismo y así aprender.
Se sientan a los niños(as) en un círculo, dejando a dos de ellos fuera de este, frente a frente,
que denominaremos niño (a) A y niño(a) B. Los niños(as) que se encuentran en el círculo de-
berán cantar alguna canción conocida por ellos. El niño(a) A deberá pedirle al niño(a) B que
le traiga al menos tres objetos diferentes que se encuentren en la sala, mientras los niños
siguen cantando en voz alta.
El mismo ejercicio se realiza nuevamente, pero en esta ocasión, los niños(as) que están en el
círculo deberán guardar silencio. El niño(a) A vuelve a pedirle tres objetos al niño(a) B.
Reflexión: Se le pregunta a los niño(as) A y B, si les fue fácil el dar y recibir las instruc-
ciones con sus compañeros(as) haciendo ruido.
Si/No- Por qué?
A los niños(as) del círculo se les pregunta si escucharon cuáles eran los objetos pedidos.
Actividad de enganche para la
Se les vuelve a preguntar a los niños(as) A y B, si estando sus compañeros en silencio a A le
construcción de sentido:
fue más fácil pedir lo que necesitaba y a B entender lo que se le estaba pidiendo. ¿Por qué?
(Reflexión a partir de una
¿Cuándo se entiende mejor lo que alguien nos pide o dice?
experiencia)
¿Por qué?
¿Qué puedo hacer yo para escuchar y entender mejor?
OTRA ACTIVIDAD:
Se pone música y se juega al teléfono con los niños(as) dándoles una frase que deberán de-
círsela al oído, sólo una vez a su compañero(a) inmediato(a). El último niño(a) debe decir en
voz alta lo que escuchó o entendió y esto deberá compararse con la frase inicial.
¿Qué pasó? ¿Por qué no entiendo o no escucho bien lo que mi compañero(a) me está di-
ciendo?
Esto mismo se podrá repetir, pero en esta ocasión sin música, con la sala en silencio.
Comparar el resultado en ambos casos. Si hay mucho ruido, ¿puedo escuchar bien? Si es-
tamos en silencio, ¿podemos escuchar y entender mejor lo que alguien nos quiere decir?
Reflexión: Muchos pequeños ruidos hacen un gran ruido. Si yo, tu y los demás
guardamos silencio, podremos lograr que nuestro lugar de aprendizaje también
lo esté.
• Poner una grabación con sonidos cotidianos como un perro ladrando, una llave de
Actividades complementarias agua corriendo, un teléfono sonando etc.
para otorgar sentido Si no se cuenta con una grabación, se le puede pedir a los niños que cierren los ojos y se
pueden llevar objetos que hagan sonidos como una campana, abrir y cerrar una tijera,
arrugar un papel, etc.
• Poner a los niños(as) en un círculo, pasarles una pelota, indicándoles que quien tiene
la pelota, tiene la palabra.
El niño(a) que tiene la pelota puede hablar sobre algún tema antes propuesto, como lo
que hizo el fin de semana, sobre el animal que más le gusta, lo que quisiera ser cuando
grande, etc. Luego podrá darle la pelota a otro(a) niño(a), siempre que éste(a) haya per-
manecido en silencio mientras él(ella) hablaba.
• Sugerirle al niño que les pregunte a sus padres cómo es el “ruido” en sus lugares de trabajo.
Si fuera ruidoso, si esto les molesta, si les permite trabajar bien. ¿Cómo les gustaría que fuera
Sugerencias para la casa el ruido ambiental en su trabajo?
• Comentar el porqué uno debe guardar silencio en otros lugares como el Cine, Hospitales,
Bibliotecas etc.
Alternativas:
• Si tuvieras que leer o que te contaran un cuento, ¿qué lugar de tu casa elegirías para ello?
¿Por qué?
• Marca con una cruz todos los elementos que están produciendo ruido en la lámina, encierra
en un círculo aquellos que están en silencio (confeccionar un dibujo donde se vea una casa
partida por la mitad, con elementos que estén produciendo ruido dentro de la casa, como
televisor con imagen, radio, aspiradora, juguera, niños gritando. En la otra mitad se produce
Actividades tutoriales
el mismo dibujo pero con los elementos en silencio, televisor sin imagen, niños leyendo,
(para trabajar con las familias)
aspiradora desenchufada, etc.)
• ¿Cómo crees tú, que cada uno de los miembros de tu familia puede contribuir o hacer silen-
cio cuando alguno de ellos lo necesita?, por ejemplo cuando hay que hacer tareas, o alguien
habla por teléfono, cuando dos personas están conversando, etc. ¿Qué vas a hacer tú, si te
encuentras en cada una de las situaciones descritas?
Para que el SILENCIO sea provechoso, es necesario saber cuáles son los momentos y lugares
donde hay que ejercitarlo.
EL DESASTRE
Juego para imaginar lo que sucedería si todos realizan ciertas conductas que no aportan a ser una comunidad para
el aprendizaje y buen trato.
Su objetivo es reconocer la conducta positiva por contraste.
Permite además reírse.
Actividad
El docente pide a los alumnos que dramaticen situaciones. Posteriormente los invita a una reflexión.
Dramatizaciones posibles
• todos hablamos al mismo tiempo
• todo se deja desordenado
• no se traen los materiales necesarios para trabajar
• el profesor no da ninguna instrucción
• los alumnos no siguen las instrucciones para hacer un trabajo
• peleamos y nos tratamos mal
• todos van al baño al mismo tiempo
• no son puntuales al volver del recreo
• etc.
En este ejercicio deben incluirse situaciones referidas tanto al aprendizaje como al sentirse cómodo y acogido en el
curso.
Reflexiones posibles
¿Cómo se sintieron cuando… (Comportamiento)?
¿Por qué no ayudaba a aprender?
¿Por qué no ayudaba a sentirse bien tratado?
Al final de cada dramatización y su respectiva reflexión, escribir en un papelógrafo un acuerdo en relación a ese com-
portamiento.
Consigna
“Los escudos en la antigüedad eran un elemento que se usaba para distinguir a las distintas familias, clanes, regiones,
etc. Ellos incluían dibujos, colores y elementos que representaban o identificaban a estos grupos.
Los escudos a su vez, fueron utilizados como un elemento de defensa. Constituían una plancha metálica para cubrir-
se, resguardarse o protegerse de posibles agresiones.
Nosotros como curso también podemos crear un escudo que nos va a proteger. Va a cuidar nuestra convivencia
para que todos podamos aprender y sentirnos bien tratados en el curso.
Actividad
Divididos en grupos de cuatro, en una cartulina, cada grupo dibuja el hábito o comportamiento del mes en un escu-
do (alternativa: todos los del semestre).
El curso elige el escudo que mejor los representa y lo ubican en un lugar destacado de la sala.
(Se sugiere además, realizar una ceremonia institucional, en la que los alumnos del curso presenten su escudo al
resto de los cursos. El ideal es que en esta ceremonia puedan explicar por qué son protectores cada uno de los ele-
mentos del escudo).
Es importante incorporar a las familias colaborativamente en el trabajo en torno a la convivencia escolar, promoviendo su par-
ticipación e informando regularmente sobre las acciones emprendidas en el curso.
Será una gran ayuda que ustedes los comenten en un clima positivo.
Por favor, léanlos y escriban a sus hijos(as) sus ideas al respecto.
Les rogamos favorecer estas conductas en los momentos que sea pertinente en el hogar.
CARTA A MI HIJO/A
Querido/a
Creo que estos cinco acuerdos te ayudarán a :
1.
2.
3.
4.
Firma Apoderado(s)
El/la profesor/a comienza modelando la actividad: Dos o tres veces, pide a un estudiante que saque una carta y que lea la
situación de trasgresión. Posteriormente modera una reflexión siguiendo una secuencia de preguntas.
(Se sugiere graficar estos pasos en el pizarrón a la vista de todos los estudiantes).
Objetivo
Preguntas
(Cuando se hizo daño)
3. Reconozco lo que siente mi compañero hacia mí des- ¿Qué sentirá tu compañero hacia ti después de lo que le
pués de lo que hice. hiciste? ¿Cómo te sientes con eso?
4.Tomo conciencia que rompí un acuerdo de convivencia ¿Cómo ayuda u obstaculiza lo que hiciste al logro de la
del curso. meta que nos hemos puesto como curso?
6. Busco alternativas de reparación al daño causado. ¿Qué podrías hacer para aliviar lo que sintió tu compañero?
Autoevaluando
Actividad para realizar con los estudiantes y profesores del curso a fin de mes en un
principio, y luego, a fines de cada semestre.
El objetivo es evaluar si los comportamientos que se han trabajado, han logrado avanzar en su meta última: que todos
aprendan y se sientan bien tratados.
a. Estudiantes
Se sugiere hacer la evaluación en tres pasos sucesivos, para que todos puedan participar.
• Todos lo piensan, en silencio, individualmente
• Se reúnen en pequeños grupos para evaluar
• Comparten con todo el curso
Yo me siento acogido/a.
Se puede hacer la evaluación enviando la hoja a cada uno, o bien en reunión, con todos reunidos. En este último caso, se
sugieren tres pasos sucesivos, para poder tomar acuerdos de curso:
• Todos lo piensan, en silencio, individualmente
• Comparten experiencias
• Reflexionan los problemas y proponen soluciones de curso (la idea es que sea el curso el que resuelva los problemas, y no
se traten como casos individuales de “niños problema”)
Me siento respetado/a.
¿Qué nos falta todavía como curso para que todos nos sintamos “bien tratados”?
Hábito/Mes Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre
Pre-Kínder
Kínder
1º Básico
2º Básico
Sugerencias
Hábito pro-social:
Curso:
Mes:
Objetivo y su sentido
Consigna
Notas didácticas
GUÍA 2
Comunidades de Curso
para el Aprendizaje y Buen Trato
Metodología básica para estudiantes
desde Tercero Básico a Segundo Medio
En los primeros años de vida se va aprendiendo que los “otros” con que se convive son algo diferente de uno mismo, y pos-
teriormente, a través de toda la vida, se comprende la diversidad humana con mayor profundidad y con ello la capacidad de
tolerar y valorar el que seamos todos distintos. Así también se aprende a colaborar y a ser parte de un equipo, pareja, vecino(a),
amigo(a) y padres o madres, distinguiendo la propia individualidad y subjetividad de la del otro. Ser uno mismo y respetar el sí
mismo de los otros es una tarea del desarrollo, que necesita estimulación, enseñanza y experiencia.
Como preparación para la vida, la escuela, así como la familia, tiene responsabilidad en el desarrollo de la capacidad para con-
vivir con otros.
En esta segunda etapa, que para fines de esta metodología se estableció desde 3º básico en adelante, el gran desafío peda-
gógico es progresar en la capacidad de reflexionar sobre asuntos de convivencia. Ello implica que los niños y niñas adquieran
progresivamente mayor autonomía, y puedan elegir por sí mismos opciones morales. Esto significa, por ejemplo, que las con-
ductas de respeto al otro no las realice por obediencia, sino porque ha reconocido el valor de ello y ha decidido libremente
una acción de respeto al otro como igual. Ya no necesitará alguien que le enseñe ni vigile en ese aspecto. Esto se aprende. La
autonomía se empieza a formar con más fuerza a los 8-9 años, logra un salto cualitativo con la pubertad al fortalecerse las amis-
tades grupales, y otro salto a fines de la enseñanza media, cuando se reconoce la importancia de los acuerdos en la sociedad
más amplia. Este aprendizaje, naturalmente, se logra cuando hay estimulación. Igual que en las asignaturas, se requiere de
oportunidades de aprendizaje sistemáticamente diseñadas. Todos conocemos personas, incluso cercanas, que no han logrado
autonomía ni una convivencia adecuada, pese a ser ya mayores.
Para los estudiantes que en la primera etapa, que para fines de esta metodología se estableció hasta 2º básico, han logrado
construir buenos vínculos con los adultos y su grupo de pares, y han sido formados en la convivencia de curso, es más fácil
transitar hacia la autonomía moral. Para los que no han tenido esas oportunidades, la segunda etapa deberá tener más reforza-
miento de los vínculos afectivos y operar con un sistema más heterónomo, que quiere decir, un sistema más basado en la obe-
diencia a las indicaciones y explicaciones de alguien externo que paulatinamente vaya apuntando hacia uno más autónomo.
Para estos últimos estudiantes, la experiencia de formación social en la escuela y liceo será más determinante para su desarro-
llo socioemocional y para aprender a convivir con otros, y cada vez más riesgoso si no la tiene.
El desafío de esta etapa es entonces que el estudiante, progresivamente, vaya siendo más partícipe en la construcción de
acuerdos, en el “rayado de cancha” para convivir en una comunidad de aprendizaje y buen trato. El docente plantea el proble-
ma: necesitamos llegar a la meta de ser una comunidad de aprendizaje y buen trato, y los estudiantes reflexionan y construyen
consensuadamente las normas que les permitirán lograr la meta, y las consecuencias a las transgresiones; que conformarán su
sistema normativo de curso.
El docente se preocupa de que los pasos para lograr este sistema mantengan presente el sentido final, -la meta-, y entrega
pistas para que este sistema normativo sea eficiente y formativo.
Para abordar los 6 pasos de la metodología se han estimado entre 10 y 15 sesiones de 1 hora pedagógica. No obstante, con-
sideraciones como la cantidad de estudiantes en el curso, la experiencia para trabajar reflexivamente en grupo, la dinámica
propia de los cursos, la experiencia del docente, son claves para ajustar la cantidad de sesiones requeridas para cada paso y
para el proceso completo.
Al tratarse de pasos secuenciados se hace imprescindible abordar cada una de ellos y lograr su objetivo para pasar al siguiente.
2. Definición de necesidades
para lograr la meta acordada
Pasos a seguir:
1. Introducción
“Experiencias de curso vinculadas a la organización” (5- 10 minutos).
Para comenzar esta actividad se invita a los estudiantes a que compartan libremente en plenario: ¿Alguna vez te has organi-
zado con otros para lograr algo y les resultó muy bien; ya sea en tu curso, con tus amigos, familia, o barrio? ¿Cómo lo hicieron
para lograrlo?
Se sugiere ir dando la palabra de a uno a los estudiantes e ir registrando sus experiencias en el pizarrón o en un papelógrafo,
de acuerdo al siguiente esquema:
Concluir el ejercicio con la idea de que las personas cuando quieren lograr una meta, deben llevar a cabo varias acciones. A eso
se le llamará “organización”.
c. Medie la reflexión con preguntas de modo que no olviden características relevantes que permiten la organización de una
comunidad. A continuación se presentan algunas ideas fuerza:
d. Una vez confeccionada la lista, verifique que todos logren entender lo que significa cada concepto en términos concretos.
b. A medida que los estudiantes vayan dando sus respuestas, anótelas en el pizarrón o en un papelógrafo, intentando clasificar
las respuestas distinguiendo entre:
• las que guardan relación con el aprendizaje de las disciplinas (asignaturas); y
• las que se vinculan con el bienestar o buen trato dentro del curso.
c. A partir de esta clasificación de las ideas de los estudiantes, muestre cómo sus deseos se organizan en torno a dos dimensio-
nes, y proponga tener una meta colectiva: “que todos puedan aprender y todos se sientan bien tratados”.
d. Promover discusión: la discusión debiese llevar a lograr un acuerdo real de la mayoría de los estudiantes con la visión del
curso a la que todos aspiran. Dicha visión de curso es la meta construida (revisar sugerencias de manejo de la discusión).
4. Cierre
Muestre a los estudiantes cómo tras este trabajo realizado ya se tiene una meta compartida que sienta las bases para ser comu-
nidad; el desafío para la próxima sesión será organizarse para ver cómo lograrla.
• El desafío del conductor de la actividad es ayudar a los estudiantes a visibilizar cómo los deseos en relación al curso
se organizan en torno a dos principios más generales y centrales: cumplir con la meta de aprender y a la vez sen-
tirse bien. A la escuela se viene a aprender, pero se aprende mejor y motiva más acudir a ella, cuando es agradable
estar en el curso.
• Suele ocurrir que los estudiantes expresen deseos que pueden parecer alejados de las dimensiones del aprendi-
zaje y bienestar (por ejemplo: conformar un equipo de futbol; tener más paseos, entre otras). Frente a estas ideas, es
relevante que el conductor pueda reconocer el valor de ellas, su relación con las metas centrales y reorientar la
discusión ayudando a los estudiantes a jerarquizar la urgencia de las necesidades del curso, mostrando que si están
dadas las bases de una adecuada organización y clima de trabajo y relaciones, todo proyecto es también posible de
evaluar. El objetivo de esta actividad es definir las bases y organizar el trabajo de curso en torno a las metas centrales.
Con este énfasis, estas ideas pueden dejarse momentáneamente como pendientes (incluso pueden ser anotadas en
algún lugar de relevancia), para ser retomadas una vez que los objetivos centrales hayan sido trabajados.
• Puede ocurrir que haya algunos/as pocos/as que no estén de acuerdo con la o las metas definidas. En caso de
que sea un grupo reducido (no más de cuatro), se sugiere continuar el trabajo, en honor a las mayorías. Sin em-
bargo, es bueno dejar públicamente explicitado que al curso le falta aún terminar de pactar asuntos básicos y que la
conversación no está concluida.
• En estas discusiones, el contar con “disidentes” contribuye a la reflexión y apropiación de las metas. Estas perso-
nas pueden ser las que posteriormente entrarán en conflicto con las reglas; de modo que no deben desaprovecharse
las oportunidades para mantener viva la discusión de fondo y anticipar posibles dificultades que puedan ser preveni-
das. Cabe recordar que una persona que no está auténticamente comprometida con una meta, difícilmente se hará
responsable de un reglamento para conseguir esas metas. Central será encontrar vías para promover la motivación y
adhesión a las metas.
• El apoyo y participación de las familias en la conformación de las comunidades de cursos es de gran ayuda para
promover su buen desarrollo. Es por ello que se sugiere complementar esta actividad con acciones que permitan in-
troducir a las familias de los estudiantes en la lógica y relevancia de conformar comunidades de curso, todo con el fin
de reforzar el concepto e involucrar a la familia.
Criterios de evaluación
• Objetivos:
- Identificar las propias necesidades para aprender y sentirse bien tratado.
- Conocer las necesidades de todos los miembros del curso, profesores y compañeros para aprender/enseñar y sentirse cómo-
dos en la comunidad de curso.
- Reconocer que tenemos distintas necesidades, que si queremos ser comunidad hay que tenerlas todas en cuenta, porque
para convivir en armonía entre personas diferentes es necesario actuar con los otros con el mismo respeto que queremos para
nosotros.
• Recursos:
- Una copia de la “Pauta de entrevista al compañero/a” para cada estudiante; y una copia para el/la docente. (Pauta se adjunta
más adelante).
- Una copia de la “Pauta de entrevista al profesor” para quien forme pareja con el docente. (Pauta se adjunta más adelante).
- Una copia de guía de trabajo “Para aprender necesitamos… y para sentirnos bien tratados necesitamos…” para cada grupo
(grupos de 4-6 estudiantes). (Esta guía se adjunta más adelante).
• Tiempo requerido:
2 horas pedagógicas, idealmente continuas.
Pasos a seguir:
1. Motivación
Introducción a la actividad y definición de objetivos de trabajo (5 minutos). Se sugiere que el conductor inicie la actividad
señalando:
“¿Recuerdan la meta que definimos como curso? La meta era “que todos aprendan y se sientan bien tratados”. Pero ¿qué ne-
cesitamos para lograr esta meta? Primero reflexionaremos en parejas: qué necesita cada uno para aprender y qué necesita del
curso para sentirse bien tratado. Posteriormente lo compartiremos en pequeños grupos, y finalmente en el grupo curso. Yo,
como profesor/a, también contaré lo que necesito para enseñar y para sentirme bien tratado/a, y le preguntaremos a otros
profesores del curso.”
NOTA: se sugiere que el docente o algún voluntario encargado realice posteriormente esta entrevista a los profesores
de asignatura que trabajan con el curso.
Síntesis de propuestas
Al término de la sesión el profesor recoge las propuestas de cada grupo para luego hacer una síntesis del trabajo realizado en
todos los grupos. Si cuenta con el tiempo, puede realizar con los/as mismos/as estudiantes la síntesis, cuidando que las res-
puestas estén ordenadas jerárquicamente de acuerdo a la frecuencia en que son mencionadas (en ese caso, las necesidades
de los profesores de asignatura deberán ser integradas a la síntesis una vez realizadas dichas entrevistas). Si no hay tiempo,
la síntesis puede hacerse fuera de clases, ya sea por el/la profesor/a o el presidente de curso (esta síntesis se presentará para
iniciar la posterior reflexión acerca de los acuerdos del curso).
• Se recomienda que el/la docente guarde las guías “Para aprender necesitamos y para sentirnos bien tratados
necesitamos” trabajadas por cada grupo en esta sesión; ellas podrían ser requeridas para establecer posteriormente los
acuerdos de curso.
Criterios de evaluación
Al finalizar esta actividad se espera que cada miembro de la comunidad de curso haya desarrollado un listado jerar-
quizado de sus necesidades para aprender/enseñar y sentirse bien tratados de la comunidad de curso (incluidos los/as
docentes).
• Recursos:
- Una copia de la pauta “Necesidades para aprender y sentirse bien tratado (alumnos)” para cada estudiante (se anexa).
- Una copia de la pauta “Necesidades para enseñar y sentirse bien tratado (Profesor/a)” para cada profesor de asignatura (se
anexa).
- Una copia de la pauta adjunta “Necesidades para aprender y sentirnos bien tratados (Grupo)” para cada grupo de alumnos y
docentes (grupos de 4-6 estudiantes).
- Una copia del set anexo “Chekconvive (para estudiantes)” para cada grupo (tarjetas y tablero).
- Una copia del set anexo “Chekconvive (para docentes)” para el grupo docente o para cada docente según modalidad de apli-
cación (tarjetas y tablero).
- Papelógrafos.
- Plumones.
• Tiempo requerido:
- 1 o 2 horas pedagógicas seguidas para el trabajo individual y grupal.
- 1 hora pedagógica para los consensos de curso.
- 1 reunión de trabajo del profesor jefe con los otros docentes del curso (o para trabajo individual de cada docente en base a la
pauta de necesidades del profesor).
Pasos a seguir
1. Motivación
Introducción a la actividad y definición de objetivos de trabajo (5 minutos).
La meta de curso era “que todos aprendan y se sientan bien tratados”. ¿Qué necesitamos para lograr esta meta? Es el objetivo
de esta sesión y la siguiente: listar las necesidades que tenemos como curso para aprender y sentirnos bien tratados.
Primero individualmente, reflexionaremos en torno a qué necesita cada uno del curso para aprender y qué necesita para sen-
tirse bien tratado. Posteriormente lo compartiremos en pequeños grupos, y finalmente en el grupo curso. (Yo como profesor
también contaré lo que necesito para enseñar y para sentirme bien tratado/a, y les preguntaré a otros profesores del curso).
2. Trabajo individual
Se entrega a cada estudiante una copia de la pauta “Necesidades para aprender y sentirse bien tratado (alumnos)” (se anexa).
En ella, cada estudiante tendrá que identificar qué necesidades tiene en relación a estas dimensiones.
El profesor/a jefe y los profesores/as de asignatura son parte de la comunidad de curso, por lo tanto se espera que también
participen de esta actividad. Se sugieren tres modalidades de trabajo para lograr esta integración (definir la más pertinente,
considerando la disponibilidad de tiempo y las características del grupo curso y docente):
• Alternativa A: se invita a todos los profesores/as de asignatura a estar presentes durante esta actividad. En este paso cada
docente trabaja individualmente la pauta adjunta “Necesidades para enseñar y sentirse bien tratado (Profesor/a)”; luego, se les
invita a formar parte de los grupos de discusión de estudiantes.
• Alternativa B: se gestiona una reunión del profesor/a jefe con los profesores/as de asignatura para realizar esta actividad
completa. El producto esperado de la reunión es la generación del listado jerarquizado de las necesidades del grupo de do-
centes que participan de la comunidad de curso. El ideal es que dicha reunión se realice antes que los estudiantes construyan
sus necesidades, de modo que al momento de generar el listado de necesidades del curso ya cuenten con la información de
los docentes.
• Alternativa C: se solicita a cada profesor/a de asignatura que trabaje de manera individual en torno a esta temática. Para ello
se le pide a cada uno/a que responda la pauta “Necesidades para enseñar y sentirse bien tratado (Profesor/a)”; que luego coteje
si su listado está completo revisando las tarjetas “Chekconvive (para docentes)” (ver paso 4 de esta actividad); y que finalmente
entregue al profesor/a jefe su listado jerarquizado de necesidades.
El profesor/a jefe, o él/ella en conjunto con la directiva del curso, serán los responsables de integrar las respuestas de los docen-
tes y comunicarlas al curso (se recomienda que esta tarea sea realizada antes que los estudiantes construyan sus necesidades,
de modo que al momento de generar el listado de necesidades del curso ya cuenten con la información de los docentes).
3. Trabajo grupal
Posteriormente, se divide el curso en grupos (4-6 estudiantes), para que cada alumno/a comparta sus respuestas con el resto
de los integrantes del grupo y pueda conocer las respuestas de algunos/as compañeros/as.
Para sintetizar los elementos principales que hayan surgido de la puesta en común, se entrega a cada grupo una copia de la
pauta “Necesidades para aprender y sentirnos bien tratados (Grupo)” (se anexa).
a. Se entrega a cada grupo una copia del Naipe de Necesidades (modelo de tarjetas y tablero adjunto). Cada integrante del
grupo saca una tarjeta, y en forma sucesiva, lee en voz alta la pregunta que allí está impresa, y responde si considera verdadera
o falsa la propuesta. Una vez discutida su respuesta, si el grupo logra consenso, el participante deberá ubicar la tarjeta en el
*NOTAS en relación a la integración de los docentes a la actividad (ver sugerencias paso 3 de esta actividad).
b. Al finalizar el juego, cada grupo toma las tarjetas acordadas como “verdaderas” y comprueba si estaban contempladas entre
las necesidades de la pauta “Necesidades para aprender y sentirnos bien tratados (Grupo)” (paso 3). De no ser así, el grupo dis-
cute si debiesen agregarse y en qué posición de importancia debiesen situarse en relación con las otras necesidades.
• Alternativa A: Se discuten, bajo la conducción del profesor/a, las propuestas creadas por los distintos grupos en la sesión
anterior. Conviene, en este caso, ir completando un registro común ya sea en la pizarra o un papelógrafo.
• Alternativa B: Las propuestas de cada grupo se cuelgan en papelógrafos. Se dejan ahí para que cada grupo haga la tarea
de construir una hoja, que contenga las ideas que consideran más repetidas, en orden jerárquico, según la importancia que
el grupo le asigna. (Esta alternativa contribuye a que los estudiantes desarrollaren la capacidad de consensuar y la habilidad
cognitiva de jerarquizar, por frecuencia y por importancia.)
• Alternativa C: Cada alumno/a se lleva una fotocopia de cada hoja de grupo, y realiza como tarea el trabajo de ordenar por
frecuencias e importancia. (Esto puede ser conducido por un profesor/a de método científico, que enseña a ordenar la infor-
mación por criterios, o por el profesor de matemática, que enseña a aplicar frecuencias, gráficos.)
*NOTA: cualquiera sea la modalidad elegida, resulta central que los estudiantes cuenten con el listado jerarquizado de
las necesidades del grupo de docentes que participan de esta comunidad de curso. Ello favorece su integración real de
ellos/as, y la visibilización de sus necesidades.
6. Cierre
Hoy logramos consensuar las necesidades que tenemos como curso. La próxima actividad será proponer y acordar normas
que nos representen, que permitan cuidar estas necesidades y lograr la meta de curso. Antes, debemos conocer el Reglamento
Interno de la escuela/liceo, para que nuestras normas no vayan en contra del reglamento general de la escuela.
• La real integración de las respuestas de los/as profesores de asignatura será central para que los
acuerdos construidos al interior del curso sean respetados en el contexto de cada sub sector. Ello
generará mayor sentido de comunidad, y un trabajo alineado y coherente dentro del cuerpo docente
en vistas de una misma meta. Junto con lo anterior, promoverá entre los estudiantes el reconocimiento de la persona del
docente como alguien que también tiene necesidades.
• El desarrollo de la síntesis de las necesidades de estudiantes y docentes con respecto al aprendizaje y bienestar en el
curso es central para poder transitar a los pasos siguientes. Se invita a los estudiantes a discutir en torno a la propuesta
de síntesis de necesidades con la mediación del profesor jefe. ¿Están todos de acuerdo con que éstas son las necesidades
de este curso para aprender (y para sentirse bien tratados)?, ¿Alguien siente que falta alguna? En el caso que un alumno
señale alguna necesidad que no esté incluida en el listado, es bueno pedirle que argumente por qué esa necesidad le
resulta importante y luego verificar con el resto del curso si es pertinente agregarla a la lista.
• Finalmente se debe contar con un listado consensuado y jerarquizado de las necesidades para aprender/enseñar y
sentirse bien tratados en la comunidad de curso (el producto debe ser expuesto en la sala de clases).
Criterios de evaluación
¿Qué necesitas del curso para poder enseñar y que todos los alumnos logren aprender?
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¿Qué necesitas del curso para sentirte bien cuando nos haces clases?
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Instrucciones:
• Definir un secretario y un moderador dentro del grupo.
• Compartir las respuestas obtenidas de la entrevista realizada.
• Registrar las respuestas que más se repiten.
• Completar la ficha escribiendo las respuestas, ordenándolas desde las que consideran más importante a las que les
resulta menos significativas.
Instrucciones:
• Definir un secretario y un moderador dentro del grupo.
• El moderador irá dando la palabra a cada uno de los integrantes del grupo y velará porque todos puedan expresarse y
escucharse en un clima de respeto.
• Una vez que todos hayan dado cuenta de sus respuestas harán un análisis de las necesidades que más se repiten y las
que consideran importantes aún cuando no se hayan repetido.
• Luego ordenarán jerárquicamente, desde la necesidad que consideran más importante a la que les resulta menos sig-
nificativa.
• Finalmente, el secretario completará la pauta de trabajo; ordenando las necesidades destacadas desde las que conside-
ren más importantes a las que les resulten menos significativas.
Para que todos podamos aprender Para que todos nos sintamos respetados y
en este curso necesitamos… acogidos en este curso necesitamos…
Para aprender necesito que mis Para aprender necesito que me expliquen
compañeros/as no se rían ni me encuentren bien, y me hagan ejercicios en que
‘latero/a’ si pregunto. deba aplicar la materia.
Para aprender necesito que me expliquen Para aprender necesito que el curso valore
muy bien para qué sirve aprender aprender, y no encuentre que los que ponen
cada cosa, por qué es importante. atención y aprenden son gansos, mateos,
pernos, densos...
Para aprender necesito tener todo escrito Para aprender necesito que todos estén
en el cuaderno. en completo silencio.
Para sentirme en comunidad con mi curso Para sentirme en comunidad con mi curso
necesito que el profesor/a y mis necesito que no haya grupos enemigos,
compañeros/as sean respetuosos/as de burlones; o al menos, que ellos no sean
las opiniones distintas. los que dominan al curso y al profesor/a.
Para sentirme en comunidad con mi curso Para sentirme en comunidad con mi curso
necesito sentir que me conocen y que necesito que se den cuenta y se preocupen
conocen mis fortalezas. cuando estoy pesada/o, enferma/o,
no vengo a clases o ando triste.
Para sentirme a gusto y en comunidad Para enseñar a todos necesito que nadie
con el curso necesito que los alumnos se burle de los aportes o preguntas del otro.
no se burlen de lo que digo.
Para sentirme en comunidad con mi curso Para sentirme en comunidad con mi curso
necesito que podamos proponer ideas necesito que nos podamos divertir juntos,
para el curso y no que otros las impongan. reírnos, pasarlo bien, y no sólo estudiar.
Para enseñar a todos necesito que el curso Para enseñar a todos necesito que
trabaje siempre en grupo. me respeten como persona.
Para poder enseñar a todos necesito Para sentirme en comunidad con mi curso
que todos sigan mis instrucciones. necesito que hagamos cosas como curso.
Naipe de Necesidades
SI
NO
NO HAY
CONSENSO
• Objetivos:
- Reconocer el valor de las normas para la convivencia.
- Comprender las normas como acuerdos de grupo para conformar comunidad, idealmente escritos.
- Conocer el reglamento del colegio.
• Recursos:
- Ejemplos de acuerdos de convivencia definidos por distintos grupos, países, organizaciones, etc., para mostrar o proyectar en
el pizarrón (ej. “Carta fundamental de los Derechos Humanos”, la “Convención sobre los Derechos del Niño”, la “Constitución
Política de Chile”, Concilios de Iglesia; Mandamientos Religiosos; el Reglamento Interno ; las normativas de algún grupo de
scout; entre otros).
- Una copia de la guía de trabajo complementario para el hogar “Normas de mi familia” para cada estudiante (se anexa).
- El reglamento o sistema normativo de la institución
• Tiempo requerido:
1 hora pedagógica
Pasos a seguir:
En el nivel más amplio, todo país debe adherir al resguardo de los Derechos Humanos; ellos definen los derechos básicos de la
humanidad y por tanto suponen el deber de cada país de cuidarlos. A su vez, toda organización debe adherir a la constitución
de su país; la cual da marco a sus normativas particulares (ej. Prohibición de esclavitud). El reglamento del colegio no puede ir
en contra de la constitución de Chile…, tampoco nuestro reglamento de curso puede ir en contra del reglamento del colegio.
Por ejemplo, no puede prohibir que la opinión de las minorías también sea respetada si la institución promueve la participa-
ción, diálogo e integración de todos.
b. Leer el reglamento o normativa del colegio, reflexionar sobre las metas que de ahí se deducen. Detectar puntos en que hay
desacuerdo (a partir de esta discusión después se puede planear una propuesta de “modificación a la ley”, que se haga a la
dirección).
2. Cierre de la actividad
Se sugiere hacer una ronda de cierre preguntando a los estudiantes: ¿qué valor le asignan a la construcción de una normativa
de curso?
Con el propósito de involucrar a los padres y promover la reflexión al interior de la familia, se sugiere dar de tarea para
el trabajo en familia la guía anexa “Las normas en mi familia”. Con las respuestas de la familia, se invita a los niños/as a
comentar las normas de sus familias. El/la profesor/a puede comentar una norma que había en su familia para motivar
el diálogo.
Una vez compartidas las opiniones con respecto a la tarea, el docente puede reforzar el sentido de las normas definien-
do que ellas son acuerdos de un grupo de personas para convivir juntos y lograr sus metas. Estos pueden ser escritos,
idealmente, o ser implícitos, como suelen ser en la familia o entre los amigos.
• Objetivos:
- Transformar las necesidades de aprendizaje y buen trato dentro del curso en normas (acuerdos) de convivencia, que actúen
como orientaciones para una convivencia que permita el logro de las metas de curso (un reglamento de curso, o guía de con-
vivencia de curso).
- Generar y acordar consecuencias frente a la trasgresión de las normas.
• Tiempo requerido:
4 horas pedagógicas (son cuatro sesiones con distintas actividades cada una).
• Recursos:
- Papelógrafos y plumones.
Primera sesión:
• Una copia de la “Matriz generativa: principios para la convivencia” adjunta para cada estudiante o grupo de trabajo
(dependiendo de modalidad de trabajo por la cual se opte).
• Copia de las normas de convivencia de la escuela (contenidas en el Reglamento de Convivencia Escolar o en el Regla-
mento Interno) para leer o proyectar en pizarrón.
Segunda sesión:
• Papelógrafo previamente diseñado de acuerdo a estructura de la “Pauta de normas de consenso” (adjunto).
Tercera sesión:
• Papelógrafo previamente diseñado con principios de sanciones formativas (ver modelo propuesto en “tercera se-
sión”).
• “Matriz generativa: principios para la convivencia” de cada estudiante (trabajada desde la primera sesión).
Cuarta sesión:
• Una copia de la “Pauta de normas de consenso” ya completada para cada estudiante y para sus apoderados (con los
acuerdos y trasgresiones a las normas) (producto de segunda y tercera sesión).
Pasos a seguir:
Para la redacción de las “normas” o “acuerdos de convivencia”, se requieren 2 sesiones de una hora pedagógica:
1. Primera sesión
a. Introducir la actividad recordando el recorrido de pasos anteriores:
• tener metas de curso;
• detectar las necesidades para lograr esa meta.
“Y ¿ahora?: Necesitamos construir normas (acuerdos) para cuidar que se respeten esas necesidades y así resguardar las condi-
ciones básicas para que se logren las metas”.
b. A partir de la “matriz generativa: principios para la convivencia” (adjunta) se invita a los estudiantes a convertir las necesida-
des detectadas en normas, y establecer consecuencias para quien las transgreda. El llenado de la matriz se puede trabajar de
las siguientes formas:
c. Revisión de normas de curso en el contexto del Reglamento de Convivencia Escolar: una vez construidas las normas de curso
es necesario revisar si existe algún acuerdo normativo del curso que transgrede el Reglamento de Convivencia del estableci-
miento. En caso de que se considere que éste posee algún punto discutible, la Directiva de Curso (apoyada por su Profesor/a
Jefe) tiene la responsabilidad de proponer modificaciones que serán presentadas al equipo directivo, acordando cuándo y con
quién/es se plantearán las propuestas. Por el contrario, si la normativa de curso es la que trasgrede una norma del Reglamento
de Convivencia Escolar de la escuela que va acorde con los valores del establecimiento, es el curso quien deberá modificar el
acuerdo, de manera que responda a sus necesidades y no trasgreda el reglamento general. Mientras no se logre un acuerdo
con la comunidad más amplia, el curso no puede dictaminar sobre ese punto, pues estaría en contradicción con el resto de la
comunidad educativa.
2. Segunda sesión:
a. Una vez completada la matriz generativa, el o la profesor/a completa la “Pauta de normas de consenso”, las que una vez re-
dactadas coherentemente, deben ser sometidas a una segunda sesión de lectura, discusión y trabajo con los/las alumnos/as.
b. Logrado el consenso general respecto a las normativas, se sugiere copiarlas en un papelógrafo y pegarlo en la sala.
• Para generar consecuencias para las transgresiones se requieren 2 sesiones de una hora pedagógica.
3. Tercera sesión:
a. Introducción a la generación de consecuencias a la transgresión: “Ya hemos definido nuestra meta, las necesidades, y de-
sarrollado normas para lograr que en este curso se cumpla la meta: que todos aprendan y se sientan bien tratados. Ahora es
necesario conversar acerca de las consecuencias que tiene la trasgresión de los acuerdos. ¿Qué pasa si uno no respeta los
acuerdos?
Se trata de que aprendamos a seguir las normas; por ello las consecuencias a nuestras transgresiones deben ser formati-
vas. Las sanciones frente a las trasgresiones deben ofrecer una oportunidad de aprendizaje y, siempre que sea posible, la con-
secuencia de no cumplir debería implicar que tenemos que hacer algo para reparar el daño que provocamos, es decir, deben
considerar medidas reparatorias.
Por ejemplo, si nos burlamos y ofendemos a alguien, ¿qué podemos hacer para reparar lo mal que se siente el compañero o
compañera? (se sugiere pedir alternativas de resolución a los estudiantes). Si no nos callamos nunca a pesar que la norma pide
guardar silencio cuando nos den instrucciones, ¿cómo reparar el daño de que nadie escuchó a causa del ruido y tuvieron que
repetir perdiendo tiempo? (se sugiere pedir nuevamente alternativas de resolución a los estudiantes).
Ahora se trata de que pensemos y definamos buenas consecuencias para cuando alguien no respete las normas del curso.
b. Para preparar el trabajo en grupo de construcción de consecuencias a las transgresiones, se deben revisar con el curso los
principios que permiten que una sanción sea formativa. Se sugiere colgar estos principios en un cartel (papelógrafo) pre-
viamente diseñado de acuerdo al siguiente modelo:
c. Se forman grupos pequeños (4-6 estudiantes) y a cada uno se le asigna una o más normas para la/s que debe idear alterna-
tivas de consecuencia para cuando se transgreda la norma. Se sugiere trabajar estas propuestas sobre la tercera columna
de la “Matriz generativa: principios para la convivencia” trabajada en la primera sesión.
d. El/la profesor/a invita a cada grupo a exponer sus propuestas y conduce la reflexión y discusión del curso buscando
acuerdos en torno a la construcción de consecuencias a la trasgresión que resulten formativas.
Para ello:
• El curso, con la guía del profesor/a, debe chequear que la propuesta de consecuencia cumpla con los principios de una san-
ción formativa expuestos previamente (ver papelógrafo paso 2).
• El docente debe estar atento a que las sanciones propuestas respondan a los principios más específicos de la disciplina for-
mativa (revisar notas para el docente, adjuntas, en relación a sanciones formativas).
e. Es necesario ir reflexionando en torno a cada una de las sanciones propuestas. Cada sanción debe ser aprobada; una vez
sucedido ello, debe copiarse en el papelógrafo de acuerdos (construido en segunda sesión).
4. Cuarta sesión:
Rito de compromiso
Para que la normativa desarrollada se constituya en un documento oficial de curso, debe ser firmado por cada alumno/a en
una hoja que acompaña al documento.
Conviene darle un carácter ritual y solemne a través de la realización de una ceremonia de curso en que se inaugura la entrada
en vigor de esas normas de consenso, que son obra de todos.
Para ello, resulta central que cada estudiante y sus apoderados cuenten con una copia de la normativa construida (que incluya
tanto los acuerdos como las consecuencias a las trasgresiones). Tras recibirla debiese realizarse un rito de firma de compromiso
con esa normativa.
Es central que el docente tenga profundos conocimientos en torno al enfoque de la disciplina formativa y los linea-
mientos que entrega para la construcción de consecuencias a las transgresiones. Para revisar esta temática en mayor
profundidad: ver al final las referencias bibliográficas.
Criterios de evaluación
• Debe guardar alguna relación de sentido con la trasgresión, es decir, que permita al niño/a trasgresor tomar contac-
to con la necesidad o el valor que hay a la base de la norma trasgredida.
• Debe tener un costo de tiempo, esfuerzo pero no de deterioro de la autoestima. La consecuencia debe considerar
un esfuerzo (orientado a la reparación del daño causado) pero en ningún caso debe exponer al alumno/a al ridículo,
burla ni ninguna otra forma de degradación de la persona.
• Debe apuntar a una conducta reparatoria. Consiste en reponer lo dañado o perdido, o disminuir el sufrimiento oca-
sionado al otro a través de alguna acción del “trasgresor”. Tiene que ver con formar al niño/a en la responsabilidad de
los propios actos y asumir un rol activo cuando se ha dañado a otro/s.
• Debe contemplar estrategias de abordaje para su repetición. Anticiparse a la repetición de la trasgresión en un mis-
mo niño/a. Buscar con el curso o con el alumno en particular estrategias que ayuden a prevenir la conducta inadecuada
(Ej.: monitoreo individual, tutorías, etc).
NOTA: Para revisar estas notas en mayor profundidad, se sugiere leer la Ficha Valoras UC: “Consecuencias Naturales y
Lógicas: Una alternativa formativa frente a la transgresión de normas” (2008) y la cartilla “Orientaciones para la elabora-
ción y actualización del Reglamento de Convivencia Escolar”, Mineduc (2011)
Institución:
Declaro conocer el reglamento y estar de acuerdo con las metas y las orientaciones para la convivencia:
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Profesor Jefe
Pasos a seguir:
Criterios de evaluación
• Se considera logrado el primer objetivo si el curso, en conjunto con el profesor/a jefe, diseña un plan de seguimiento
que favorezca la mantención de los acuerdos de curso.
• Se considera logrado el segundo objetivo cuando las acciones de seguimiento y evaluación se realizan de acuerdo a lo
planificado y se hacen ajustes si los resultados de la evaluación lo ameritan.
a. Estudiantes
Se sugiere hacer la evaluación en tres pasos sucesivos, para que todos puedan participar.
• Todos lo piensan, en silencio, individualmente
• Se reúnen en pequeños grupos para evaluar
• Comparten con todo el curso
Yo me siento acogido/a.
Se puede hacer la evaluación enviando la hoja a cada uno, o bien en reunión, con todos reunidos. En este último caso, se
sugieren tres pasos sucesivos, para poder tomar acuerdos de curso:
• Todos lo piensan, en silencio, individualmente
• Comparten experiencias
• Reflexionan los problemas y proponen soluciones de curso (la idea es que sea el curso el que resuelva los problemas, y no
se traten como casos individuales de “niños problema”)
Me siento respetado/a.
¿Qué nos falta todavía como curso para que todos nos sintamos “bien tratados”?
Sin embargo, para que un curso se transforme en una comunidad de aprendizaje y buen trato, se re-
quiere complementar el sistema normativo con otras actividades:
En la página de Valoras UC, puede encontrar materiales para estos objetivos de la comunidad de curso.
www.valorasuc.cl
1. Documentos Conceptuales Valoras UC: a éstos podrán acceder a través de la página web www.valorasuc.cl, en
Centro de Documentación.
2. Documentos prácticos Valoras UC: a éstos podrán acceder a través de la página web www.valorasuc.cl, en Centro
de Documentación.
Guías de Convivencia.
• Construcción de acuerdos de convivencia preescolar. Herramienta. Valoras UC.
• Construcción de acuerdos de convivencia 1º a 2º básico. Herramienta. Valoras UC.
• Construcción de acuerdos de convivencia 3ª a 6ª básico. Herramienta. Valoras UC.
• Construcción de acuerdos de convivencia 7º a II Medio. Herramienta Valoras UC.