Sunteți pe pagina 1din 6

Crisis del sistema político mexicano

Las crisis de los sistemas tienen muchas explicaciones, pero parece que hay una tendencia a eludir
la parte más importante de las rupturas de la estabilidad sistémica: la ingobernabilidad.

Estalla cuando las reformas institucionales tienen menos velocidad y profundidad que las
demandas de cambios exigidas por la sociedad y cuando las instituciones son incapaces de
procesar las relaciones sociales fuera de los cauces formales.

Tres engranes fundamentales del sistema político mexicano


Poder absoluto del presidente de la república
Viene desde las monarquías indígenas, se reforzó con el poder centralizado del virrey en Nueva
España, se consolidó con Benito Juárez al tener facultades extraordinarias entregadas por el
parlamento en las guerras civiles e intervencionistas, fue legitimado por Porfirio Díaz en más de
30 años de absolutismo presidencial y consolidado en un proceso de progresión acumulativo por
el PRI como partido nacido del Estado.

El papel dinamizador del PRI


El PRI nació desde el Estado y fue configurado por Lázaro Cárdenas como un partido con cuatro
pilares corporativos que dominaron la vida nacional, aún en sectores no priístas: el sector obrero,
el sector campesino, el sector popular y el sector militar. El gobierno decidía a través de estas
corporaciones y, con militancia real o no, estas corporaciones representaban a todos los sectores.

Estado de bienestar
El Estado de bienestar fue la base fundamental de legitimidad social del PRI y del
presidencialismo: México tuvo un promedio anual de producto interno bruto de 6% de 1940 a
1982, con tasas promedio anual de inflación de 2% hasta 1970. Educación, salud, empleo,
seguridad y alimentación fueron objetivo central de los gobiernos priístas, a través de políticas
económicas de bienestar social con estabilidad macroeconómica. De 1970 a 1982 el bienestar
social --por el rezago acumulado de marginación y pobreza y por la presión demográfica de 3%
anual-- provocó inflación, ésta disparó las devaluaciones y la respuesta oficial del periodo de
gobiernos tecnócratas y neoliberales --el mercado como eje económico, y ya no el bienestar
social-- fue estabilizar la inflación por el lado de la baja salarial, la disminución del gasto público
social y el final histórico de las políticas sociales.

Matanza de Tlatelolco
El movimiento estudiantil de 1968 fue un movimiento social, en el que además de estudiantes de
la UNAM y el IPN participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas
en la Ciudad de México, y que fue reprimido por el gobierno mexicano de Gustavo Díaz Ordaz
mediante la matanza de Tlatelolco ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres
Culturas. El genocidio se cometió en contra de una manifestación pacífica por el Ejército Mexicano
y el grupo paramilitar Batallón Olimpia fraguada por el gobierno mexicano en contra del Consejo
Nacional de Huelga, órgano directriz del movimiento.

En esta época habían llegado a nuestro país muchos periodistas de todo el mundo porque México
era la sede de los Juegos Olímpicos que iniciarían el 12 de octubre, por lo que al gobierno de
México le interesaba que la imagen de nuestro país fuera de paz y cordialidad, ya que todo el
sistema político mexicano llego a extremos asombrosos, controlando muy bien a todos los
medios informativos, porque el gobierno quería aparentar que no estaba sucediendo nada y
promovía con mucho más ahínco las Olimpiadas del 68, próximas a celebrarse en México y que se
inaugurarían el próximo 12 de octubre (día del descubrimiento de América, en México el día de la
raza).

Este suceso resume que lo que provocó la matanza de estudiantes del 2 de Octubre de 1968, fue la
intolerancia del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz ante las manifestaciones, que por lo general
eran llevadas a cabo por los estudiantes que estaban inconformes por la forma de gobierno que
estaba rigiendo a México en esos años, también, por la intolerancia hacia las peticiones de estos
movimientos, tales como: democracia verdadera, mejores condiciones de vida, justicia e
igualdad para todos, así como la libertad de expresión.

Crisis económica de 1976


Es a mediados de la década de los 70´s cuando México experimenta una crisis provocada por el
deterioro del modelo de sustitución de importaciones, que llegó a ser limitado para responder a
las circunstancias económicas internacionales.

Para afrontar esta situación, el presidente Luis Echeverría, aplicó reformas para afrontar los
estragos de la crisis. Con ellas se pretendió "la disminución del endeudamiento externo y la
promoción de las exportaciones, principalmente manufactureras" (Guillén, 2000 p. 40). Sin
embargo, estas iniciativas no menguaron el disgusto de los empresarios que ejercieron mayor
presión sobre el gobierno a medida que pasaba el tiempo, de esta manera comenzaron a sacar sus
capitales del país, generando con ello, que la intervención estatal se intensificará sobre la base de
préstamos obtenidos en el extranjero iniciando un gran endeudamiento con el exterior.

Tal situación motivó, entre otras cosas, que el salario no sufriera incrementos en los últimos
meses, generando declaraciones de huelga en las que se exigía principalmente el incremento
salarial. Frente a estos movimientos, la clase empresarial mexicana señalaba que la huelga, era
factor que contraía la producción y que promovía la violencia "provocada por grupos sindicales
que, llamándose independientes pretenden provocar un desquiciamiento económico general" (El
informador, sábado 14 de agosto 1976, año LIX, t. CCXXVIII, núm. 21,012 p. 1)

Pero lo peor no radicaba en el alza de los precios, sino en el creciente número de desempleados
que la crisis traía consigo, pues éstos aumentaron el índice del subempleo que alcanzaría sus
niveles más altos en la crisis de 1982.

Crisis económica de 1982


El 5 de febrero de 1982 el presidente Lopez Portillo salió en cadena nacional a declarar:
“Defenderé el peso como perro”.
Seguramente los lectores que nacieron después de ese año creerán que es broma. Pero la cita es
fácil de encontrar en internet.
Y lo más increíble del caso es que mucha gente decidió tomar sus precauciones, moviendo sus
ahorros a las cuentas en dólares que en aquellos años ofrecían los bancos mexicanos.
Porque resulta que otra curiosidad de aquellos tiempos es que podías entrar a una sucursal de
Banamex, Bancomer o cualquier otro de los bancos que existían en aquel entonces y pedir que te
abrieran una chequera o una cuenta de ahorros en dólares.
El 18 de febrero de ese año se repitió una vez más el patrón de 1976. El Banco de México se
quedó sin dólares para vender por lo que tuvo que salirse del mercado cambiario.
Ese día el peso pasó de 26.81 a 37.55 por dólar.
Como en un barco donde empieza un incendio todos corrieron a los botes salvavidas: Acumular
dólares.
Solo para encontrar que los botes (las cuentas de banco denominadas en dólares) eran una
trampa.
Para los primeros días de agosto el tipo de cambio era de 48.79 pesos por dólar. ¡Una devaluación
del 82%!
El 6 de agosto la trampa se cerró sobre aquellos que habían tenido confianza en el sistema
bancario nacional. Se crearon dos paridades. La más baja, fijada en 49.13 pesos por dólar, serviría
para la conversión a pesos de los depósitos bancarios en dólares, el pago de deudas y las
importaciones prioritarias.
Mientras tanto seguiría existiendo un tipo de cambio de mercado que sería determinado
libremente por la oferta y la demanda. El tipo de cambio libre quedó ese día en 75.33 pesos por
dólar. Mismo que además siguió subiendo hasta 104 pesos por dólar por la tarde del 31 de
agosto.
En un mes los ahorradores que habían dejado su dinero en México habían visto desaparecer el
50% de su patrimonio medido en dólares.
El desastre quedó completo al día siguiente: 1 de septiembre de 1982.
En su último informe de gobierno confiscó los bancos privados e impuso un control de cambios
(la prohibición legal para realizar operaciones en moneda extranjera).
El daño al patrimonio de la gente al concluir el sexenio de este presidente fue terrible.
El tipo de cambio se depreció 646% y la inflación durante el sexenio fue del 458%.
Además de la pérdida en el poder adquisitivo de los salarios y la destrucción de los ahorros la crisis
de 1982 destruyó a una buena parte del aparato productivo nacional.
El gobierno suspendió muchos de sus proyectos de un plumazo. Así que muchas empresas que
trabajaban para él se quedaron sin trabajo y tuvieron que cerrar.
Muchos otros negocios fueron atrapados con deudas en moneda extranjera y flujo

Fraude electoral 1988


Popularmente se conoce como la "caída del sistema" ese episodio de la historia mexicana en el
que el candidato presidencial del entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI),
Carlos Salinas de Gortari, se impuso al izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas, del Frente
Democrático Nacional, tras registrarse problemas técnicos en el recuento.
Manuel Bartlett, propuesto ahora por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador para dirigir la
Comisión Federal de Electricidad (CFE), fue el encargado de anunciar en plena noche electoral de
1988 que el Gobierno tenía "dificultades en la recepción de la información" de los resultados.

El experto recuerda que el flujo de recepción de los resultados se interrumpió esa noche cuando
Cárdenas iba a la cabeza con los primeros resultados que llegaban de las grandes ciudades,
mientras que cuando se retomó el recuento, Salinas ya lideraba la elección con una ventaja
considerable gracias al voto rural.

“Miguel de la Madrid ordenó declarar el triunfo de Salinas sin cifras, eso provocó que se nos
acusara de fraude electoral", se ha defendido Bartlett en más de una ocasión.

En el año 2009, el expresidente Miguel de la Madrid (en turno durante la elección) confesó al
periódico New York Times, y en una autobiografía que las elecciones presidenciales habían sido
manipuladas para que el Partido Revolucionario Institucional ganara, y que tres años después de
la elección, todas las boletas fueron quemadas para eliminar toda evidencia del fraude.

Además, acusa al conservador Partido Acción Nacional (PAN) de pactar con el PRI la quema de las
papeletas electorales, lo que incrementó todavía más las sospechas de fraude.

Efecto tequila (1994)


Esta crisis se veía venir desde 1992, cuando hubo un cambio en el peso (se quitaron tres ceros)
para hacer más fáciles las transacciones, según los comerciales. (engaño). Se estaba intentando
contener la inflación que en algún momento iba a estallar. (justo en el nuevo sexenio)

La crisis económica de México de 1994 fue una crisis iniciada en México provocada por la falta de
reservas internacionales, causando la devaluación del peso mexicano (decisión) durante los
primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo. A unas semanas del inicio del proceso de
devaluación de la moneda mexicana, el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton,
solicitó al Congreso de su país la autorización de una línea de crédito por $20 mil millones de
dólares para el gobierno mexicano, a efectos que le permitieran garantizar a sus acreedores el
cumplimiento cabal de sus compromisos financieros denominados en dólares.

En el contexto internacional, las consecuencias económicas de esta crisis se denominaron "Efecto


Tequila". En México, se le conoce como el "Error de Diciembre", una frase acuñada por el
expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari para atribuir la crisis a las presuntas malas
decisiones de la administración entrante de Ernesto Zedillo Ponce de León y no a la política
económica de su sexenio.

Los inversores internacionales huyeron de México y de Latinoamérica en general. Provocó fugas


de capital en otros países que invertían.

Los bancos no podían recuperar sus créditos y tuvieron que ser rescatados y después
privatizados. También hubo privatización de numerosas empresas paraestatales, cuya
desincorporación se realizó en condiciones de poca transparencia.

El gobierno de Ernesto Zedillo concluyó en noviembre de 2000. Aunque no fue responsable del
desequilibrio financiero heredado de su predecesor, su torpe manejo político, al advertir a un
poderoso grupo de inversionistas sobre su plan de devaluar, precipitó una de las crisis financieras
del siglo XX conocida como "efecto tequila".

¿El PRI sigue representando a la sociedad mexicana?


El PAN tuvo votaciones de 25% hasta que en el 2000 ganó la presidencia con el 45%, el Partido
Comunista-PRD tuvo promedios menores a 10% y se ha quedado en el 30%. Y el PRI llegó a ganar
la presidencia con el 100% de los votos, pero el PRI ganó como partido apenas el 28% de los votos
en el 2012 y subió a 39% con partidos aliados. En el 2017 la base electoral del PRI es de 25%. Ello
quiere decir que el PRI ya no representa a la sociedad mexicana.

Sin el liderazgo presidencial, con un PRI de apenas un cuarto de base electoral y con una crisis de
bienestar social que decidió votar sin restricciones, el PRI perdió la presidencia en el 2000 y en el
2006. La recuperó en el 2012 con la promesa de gobernar mejor que el PAN y el arrepentimiento
de sus vicios de corrupción, pero el sexenio de Peña Nieto es de deterioro social, aumento
escandaloso de la corrupción y fortalecimiento de la oposición.

El mismo Bartlett ha negado hasta el día de hoy que hubiera un fraude electoral y en diferentes
entrevistas ha sostenido que "la caída del sistema nunca existió" y que, a pesar de un problema de
comunicación de una hora, el recuento no se interrumpió durante los tres días que duró.

Caso Ayotzinapa
Las escuelas normalistas de Guerrero, en especial la Normal Isidro Burgos, están asociadas a las
luchas sociales, con las figuras icónicas de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez. Por tanto, la Normal
Isidro Burgos siempre ha sido marcada por tener una fuerte tendencia de izquierda y un conocido
historial de violencia callejera. Los alumnos de la normal de Ayotzinapa tenían un historial de
secuestro de autobuses para sus traslados, lo que ocasionaba enfrentamientos con la policía.

Los estudiantes viajaron del pueblo de Ayotzinapa, ubicado en el estado de Guerrero y sede de
una de las principales escuelas para formar a profesores rurales de México, a la ciudad de Iguala.
Tenían la intención de tomar autobuses para viajar a la capital del país y participar en la marcha
anual conmemorativa de la matanza estudiantil de 1968.

Pero terminaron siendo víctimas de otra matanza. En un episodio aún confuso, durante la noche
del 26 de septiembre de 2014 y la madrugada del 27, hubo fuego cruzado entre diversas fuerzas
policiales y presuntos integrantes de una célula de narcotráfico local contra los autobuses en los
que viajaban los estudiantes (e incluso otro más a bordo del cual iba un equipo de futbol).

Cinco jóvenes de Ayotzinapa murieron, una veintena de ellos resultaron heridos y 43 jóvenes,
cuyo último paradero conocido fueron los autos policiales a los que los subieron, están
desaparecidos desde entonces.

Elecciones federales de 2018


El gran desafío mexicano no radica en optar en el 2018 por una nueva alternancia hacia el PAN o
hacia la propuesta populista de López Obrador, debido a que la alternancia del 2000 no significó
un cambio de modelo de desarrollo ni de sistema político, sino que el PAN gobernó dos periodos
sexenales con el mismo sistema priísta. El gran reto de México representa en la transición del
sistema político priísta a un sistema político con nuevo modelo de desarrollo, más hegemonía
parlamentaria y nuevo pacto constitucional.
Y en este escenario se ve que México carece de alternativa: el PAN nació para abanderar al sector
más conservador de la Revolución Mexicana, el PRD surgió de las cenizas del Partido Comunista
Mexicano --entonces de corte marxista y no leninista-- pero para construirse sobre las bases del
modelo populista de Lázaro Cárdenas (1934-1940) y Morena de López Obrador ha ido
incorporando a sus filas a ex priístas para definir una propuesta… priísta-cardenista-asistencialista.

Pandemia de COVID-19
La doble crisis de salud y económica se presenta en una era de intensa globalización, pero sus
efectos, sean inmediatos o de mediano y largo plazos, en buena medida se definirán por las
decisiones que cada nación logre adoptar en los planos sanitario y económico. La responsabilidad
nacional es intransferible.

En México la combinación de ambas crisis es el mayor desafío que se haya presentado en décadas.
Pero ahora disponemos de un sistema político democrático del que carecíamos en otros
momentos graves, como cuando estalló la crisis de la deuda en 1982 o la del “efecto tequila” en
1994-95.

A diferencia de entonces, México no tiene más un régimen autoritario de partido hegemónico


sino un sistema plural de partidos; se acotó el omnímodo poder presidencial y se hizo realidad la
división de poderes. Desde el punto de vista político estamos viviendo la época más democrática
que haya tenido México desde su fundación como nación independiente.

Desde esa realidad democrática debería responderse a los desafíos colectivos que impone la
pandemia Covid-19. A diferencia de los regímenes autoritarios donde opera la simple mecánica de
mandar y obedecer, en democracia la deliberación abierta, plural e incluyente es condición para
la toma de decisiones.

Pero hoy, en México, lejos estamos de ello. Hay que reconocer que en plena crisis sanitaria y ante
la evidencia de una severa contracción económica, nuestra discusión pública deja mucho que
desear. La maniquea alineación de bandos a favor o en contra del gobierno —o peor aún, del
presidente—, la descalificación del que piensa distinto, la intolerancia rayana en el odio que
incendia las redes sociales contra toda opinión discordante desplaza lo que debería ser un amplio
diálogo constructivo que, con todo, la sociedad merece y la realidad reclama con urgencia.

S-ar putea să vă placă și