DESCANSAR

Jesús nos invita: “Vengan a mí todos los que están cansados y

agobiados y yo les daré descanso...” (cf. Mt 11, 28-30).

EL DOMINGO
Los judíos tienen un día a la semana para tomarse ese descanso que todos
necesitamos: el shabbat. Y los cristianos tenemos otro día a la semana: el domingo, el
día del Señor, el día de la RESURRECCION y de la RE-CREACIÓN.

El descanso de Jesús es un descanso que “todo lo hace nuevo”: “Mirad que hago nuevas
todas las cosas”(Apocalipsis 21,5). No se trata de rellenar el tiempo ansiosamente porque
no soportamos la inactividad o el silencio. Se trata de volver sobre uno mismo y recuperar
nuestro ser, recuperar la paz interior que nos permita llevar paz también a nuestro
entorno (familia, amigos, vecinos).

Entrar en el descanso de Dios nos hace creativos, como creativo es Dios. Y la creatividad es
crear en vos una vida descansada, despierta, dichosa, divina. Este domingo te invitamos a
descansar, a hacer silencio para escucharte a vos mismo, para evaluar tu semana, para
pensar y también escuchar la voz de Dios que quiere decirte cuanto te ama.

El descanso puede ser una oportunidad para:

- La curación de las heridas físicas: recuperar un ambiente de vida sano, tranquilo, un
ritmo de vida más lento que nos permita recuperar el don de gracia que es el cuerpo;
aprender a escuchar al cuerpo al que solemos desatender y tratar tan mal; y hacer caso
de su necesidad de tregua y de descanso.
- La curación de heridas psicológicas y espirituales, a las cuales, cada uno de nosotros
sabrá poner nombre, y es conveniente que lo hagamos.