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ESTRATEGIAS DIDÁCATICAS RELACIONADAS CON LA INVESTIGACION

FORMATIVA.

ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS: La estrategia didáctica es el conjunto de


procedimientos apoyadas en técnicas de enseñanza, que tiene por objeto llevar
un buen término la acción didáctica, es decir, alcanzar los objetivos de
aprendizaje. Toda estrategia didáctica debe cumplir una función básica,
alcanzar los objetivos de aprendizaje en concordancia con cada uno de los
componentes microcurriculares que demanda cada una de las actividades de
aprendizaje en el contexto del aula, caso contrario, debe ser revisada y
replanteado desde los cánones del rol que cumple la didáctica.
Las estrategias didácticas comprenden los procedimientos que emplean el
profesor en la enseñanza y el estudiante en el aprendizaje. No es posible
hablar de estrategias de enseñanza y estrategias de aprendizaje por separado,
pues, las actividades que se desarrollan en una sesión de clase requieren de la
confluencia de ambas.
Las estrategias didácticas son procedimientos que utilizan los docentes para
generar aprendizajes significativos y que se evidencia en la formación de los
estudiantes cuando alcanzan sus objetivos, metas o propósitos, especialmente,
aprendiendo de manera autónoma.

INVESTIGACIÓN FORMATIVA.
La investigación formativa exige al profesor universitario adoptar una postura
diferente frente al objeto de enseñanza y relacionado con los estudiantes; en la
primera resaltar el carácter complejo, dinámico y progresivo del conocimiento y
en la segunda, reconocer y aceptar las potencialidades de los estudiantes con
responsabilidad y como protagonista de su aprendizaje.
La investigación formativa y la formación para la investigación deben ser
desarrolladas en forma continua. La investigación formativa desarrolla en los
estudiantes las capacidades de interpretación, de análisis y de síntesis de la
información, y de búsqueda de problemas no resueltos, el pensamiento crítico y
otras capacidades como la observación, descripción y comparación; todas
directamente relacionadas también a la formación para la investigación.

ESTRATEGIAS DIDÁCATICAS RELACIONADAS CON LA INVESTIGACION


FORMATIVA.
Al mismo tiempo Appiah (2007) nos dice que un currículo que promueve el
aprendizaje autónomo, deberá incluir como eje transversal la investigación,
cuya importancia estratégica radica en tres puntos básicos:
En el nivel psicológico como una actividad que permite al estudiante el
aprendizaje significativo mediante la exploración y el descubrimiento.
En un segundo plano, en la educación superior, como la actividad cuyo
contenido básico tiene el objetivo del aprendizaje de las estrategias de
investigación propias en una disciplina.
En el nivel epistemológico, como el ejercicio intelectual fundamental que
permite demostrar la lógica de construcción del conocimiento, el cual
generalmente, se presenta como estático y fragmentado al estudiante en los
salones de clase.
De esta manera la investigación formativa debe ser incorporada en el contexto
del aula a fin de potenciar las habilidades de pensamiento de los estudiantes,
generar nuevos estilos de aprendizaje de manera que se pueda gestar no sólo
un estilo si no una concurrencia de otros, sirviéndole como herramienta para
gestionar el aprendizaje y la resolución de situaciones problemáticas
relacionadas con las actividades propuestas por el docente y aquellas que
serán necesarias durante su formación continua.
Además, la investigación formativa implementada en el aula como estrategia
promueve espacios de reflexión continua respecto al nivel de importancia y
profundidad de los saberes en forma individual y en equipo, sobre todo, cuando
el estudiante construye modelos a partir de la triangulación de la información
asignada con aquella recogida en la interacción con un objeto de estudio
concreto.

ESTRATEGIAS DE PLANIFICACIÓN.
Las estrategias de planificación son actividades previas a la ejecución de una
determinada acción o tarea y que incluye el diseño de una heurística que
prevea el posible rumbo de las acciones y estrategias a seguir.
Esta actividad incluye evaluar la tarea, teniendo en cuenta el conocimiento
acerca de la misma, su dificultad y los recursos cognitivos que se poseen para
enfrentarla, de tal manera que posibilite realizar secuencias organizadas de
acción y contribuyan a comprender de una manera más fácil la nueva
información.
La estrategia de planificación se realizan prioritariamente antes del comienzo
de las actividades y ayudan al estudiante a determinar en qué dirección se
orienta su aprendizaje y qué uso debe hacer de las diferentes estrategias: el
establecimiento de metas y objetivos; la predicción; la subdivisión de la tarea; la
temporalización y fijación de una calendario de ejecución; la decisión de los
recursos necesarios para acometer su realización; la selección de estrategias
para llevarlas a cabo; el planteamiento de preguntas e hipótesis.
ESTRATEGIAS DE EJECUCIÓN O DESARROLLO.
ORGANIZADORES DE INFORMACIÓN: Estrategias para organizar la
información que se ha de aprender. Tales estrategias permiten dar mayor
contexto organizativo a la información nueva que se aprenderá al representarla
en forma gráfica o escrita. Proporcionar una adecuada organización a la
información que se ha de aprender, como ya hemos visto, mejora su
significatividad lógica y en consecuencia, hace más probable el aprendizaje
significativo de los alumnos.
El que aprende y organiza lo que aprende de manera gráfica, demuestra
doblemente estrategias que le ayudan a consolidar y demostrar sus
aprendizajes, fortalece su autoestima, auto valorando sus logros, permitiendo
motivarse al encuentro de otros aprendizajes.
Estas estrategias pueden emplearse en los distintos momentos de la
enseñanza. Podemos incluir en ellas a las de representación viso-espacial,
como mapas o redes semánticas y a las de representación lingüística, como
resúmenes o cuadros sinópticos. La sistematización gráfica de lo leído, permite
a la memoria el trabajo de ejemplificar y ponerlo en práctica frente a una
determinada situación del contexto donde se desenvuelve, permitiéndole
recrear otras estrategias que están en la memoria de largo plazo y que se
activan frente a una necesidad, problema o Interés del que aprende.

BASE DE DATOS.
Bases de datos documentales son herramientas que sistematizan información
documental seleccionado con un propósito definido y por ende abren la puerta
ampliamente a los contenidos de las publicaciones, es decir, a los títulos de
documentos, autores y temas; generalmente incluyen resúmenes y ofrecen el
acceso a los textos completos de las revistas, tesis o libros, ya sea que estén
publicados en forma digital o en formato impreso; permiten localizar
información relevante en forma exhaustiva o muy precisa. Sin estas
herramientas, el investigador tendría que pasar mucho tiempo haciendo
revisiones personales en los archivos y acervos documentales de numerosas
bibliotecas con la consiguiente pérdida de tiempo y recursos.
La base de datos está constituido por catálogos o índices bibliográficos cuyos
contenidos son reconocidos como literatura científico técnica, que hacen
referencia a todo tipo de documento: artículos de revistas, libros, tesis, trabajos
presentados en eventos científicos, informes técnicos y científicos, proyectos y
documentos no convencionales. La base de datos presenta información muy
rigurosa puesto que se sustentan en una literatura teórico científica, determina
hitos para futuras investigaciones con la finalidad de no recorrer por rutas ya
transitadas.
Las bases de datos se pueden clasificar en numéricos, factográficos,
directorios, así tenemos:
BASES DE DATOS NUMÉRICOS: incluyen diferentes fuentes de información
generadas en los sistemas de información de gestión de servicios de salud, en
los sistemas de estadísticas vitales, vigilancia epidemiológica, censos y
encuestas demográficas, etc.
Estas FI deberán progresivamente ser enriquecidas con enlaces a otros
recursos de la BVS, en particular la literatura científica y los productos y
servicios orientados a los procesos de toma de decisión.
BASES DE DATOS FACTOGRÁFICAS: operarán en la BVS registros de
sustancias químicas, instrumentos y tecnologías en salud, experiencias, casos
clínicos, los mismos que serán progresivamente enriquecidos con enlaces a los
registros bibliográficos, directorios, etc.
BASES DE DATOS DE DIRECTORIOS: incluyen la descripción de
instituciones, especialistas, cursos, proyectos, eventos (conferencias,
seminarios, etc.) y otros con el objetivo de tornar más eficiente las actividades
de localización, documentación, formación de redes y evaluación del conjunto
de actores, actividades y eventos en el área de salud.
El aprendizaje autónomo en el estudiante universitario se evidencia cuando
incorpora en sus diferentes procesos de formación a la investigación formativa
como estrategia didáctica y que se refleja en aquellas capacidades cuando
gestiona información utilizando diferente base de datos para testimoniar los
referentes teóricos, conceptuales y procedimentales utilizados en sus informes
académicos, que pueden ser proyectos formativos, monografías, ensayos,
reportes académicos.

METACOGNICIÓN.
Flavell (1979), clasifica el conocimiento metacognitivo en: persona (abarcan
todo lo que uno podría creer y conocer acerca de uno mismo y de las demás
personas consideradas como seres cognitivos); tarea (información requerida y
disponible durante el proceso de resolución o búsqueda de un objetivo
determinado en función de la actividad propuesta) y estrategias (tipos de
procesamiento que el sujeto activa para alcanzar la meta). Cuando el aprendiz
tiene claro sus metas encara decididamente la tarea e implementa estrategias
para comprender como aprende y si lo que aprendió le da resultados al encarar
problemas del contexto, caso contrario se esforzará por implementar otros
caminos, otras técnicas o métodos que le permitirá alcanzar sus propósitos de
manera consciente.
Un aprendiente autónomo planifica, evalúa y regula sus propios aprendizajes a
través del uso de estrategias metacognitivas como la identificación de las
dificultades durante el aprendizaje, la autoevaluación de la comprensión de un
texto, la evaluación de las probables dificultades al responder las preguntas de
un examen, etc.
Las estrategias metacognitivas equivalen a lo que Weinstein y Mayer (1986)
denominan como estrategias de control de la comprensión. Según Monereo y
Clariana (1993), estas estrategias están formadas por procedimientos de
autorregulación que hacen posible el acceso consciente a las habilidades
cognitivas empleadas para procesar la información.
Concluyen, diciendo, un estudiante que emplea estrategias de control es un
estudiante metacognitivo, ya que es capaz de regular el propio pensamiento en
el proceso de aprendizaje.
Si hay una planificación estratégica antes, durante y después de la lectura, el
lector habrá comprendido cuál es la intención del acto de leer, mucho más si
este proceso tiene una rigurosidad de carácter científico, permitiéndole
establecer conceptos, parafrasearlos, ejemplificarlos, representarlos
gráficamente, relacionarlos con otros puntos de vista y asociarlos con su labor
(profesional o de estudiante).
Las capacidades reflexivas, cognitivas y procedimentales orientan al estudiante
universitario para adquirir la competencia del aprendizaje autónomo. La
reflexiva permite reconocer aquellas fortalezas y limitaciones que tiene como
sujeto que aprende en forma individual y cuando es empático al interactuar y
valorar los estilos de aprendizaje en el trabajo de equipo en el proceso de
enseñanza y aprendizaje.
Las cognitivas conducen a definir la naturaleza de la tarea e identificar el nivel
de complejidad y sobre el cual se puede determinar el cuándo y el porqué de la
estrategia.
Las procedimentales evidencian el hacer de todos los procesos implementados
teniendo en cuenta la planificación, evaluación y regulación de la estrategia y
además sobre la cual se tomará la decisión de la meta esperada o el diseño de
nuevas estrategias, siempre teniendo en cuenta antes, durante y después de la
tarea.
COGNITIVAS
Estas estrategias se refieren a los procesos y conductas que actúan sobre un
problema determinado con el objeto de facilitar su adquisición por el sistema
cognitivo, y están dirigidas a la comprensión, recuerdo y construcción y
elaboración del conocimiento.
Pintrich, Smith, García y Mckeachie (1991), Pintrich y García (1993) cuando se
refieren a las estrategias cognitivas, distinguen las de repaso, elaboración y
organización. Las estrategias de repaso incidirán sobre la atención y los
procesos de codificación, pero no ayudarían a construir conexiones internas o a
integrar la nueva información con el conocimiento previo, razón por la que solo
permitirían un procesamiento superficial de la información.
En cambio, las estrategias de elaboración y de organización posibilitarían
procesamientos más profundos de los materiales de estudio. El pensamiento
crítico es considerado también como una estrategia cognitiva, que alude al
intenso de los estudiantes de pensar de un modo más profundo, reflexivo y
crítico sobre el material de estudio (Pintrich y García, 1993).
El que orienta o promueve el logro de competencias, estará implementando
estrategias que promuevan el pensamiento divergente, el pensamiento crítico.
Donde los objetivos estén claros y las actividades respondan lo planificado, al
proceso y salida, en una situación significativa conectada con el contexto
donde habita y resuelve problemas el aprendiz.

PORTAFOLIO.
El significado de la palabra portafolios dado por el DRAE es “cartera de mano
para llevar libros, papeles, etc.”. Más allá de este significado, el uso habitual de
la palabra portafolios en el ámbito educativo se relaciona con el término
anglosajón, Portfolio Assessment, cuya traducción es “carpeta de evaluación” o
Portfolio Process traducido como “carpeta de aprendizajes”.
Por último, el uso del portafolio fomenta las llamadas competencias blandas o
softskills, es decir, aquellas destrezas que no se aprenden normalmente en el
aula pero que son necesarias en la vida, como pueden ser tener iniciativa,
saber buscar recursos, desenvolverse en diferentes situaciones sociales,
relacionarse con los demás y en diferentes situaciones, entre otras.
Los portafolios pueden ser de carácter acreditativo (en tanto que sirven como
muestrario hacia el exterior para ser evaluado) y formativo (pues permiten tanto
al estudiante como al docente tomar conciencia del proceso de enseñanza y
aprendizaje y de los objetivos de formación que deben fijarse a partir de esa
conciencia),ayuda al alumno a desarrollar su capacidad de organizar su propio
proceso de aprendizaje; dicho de otro modo, es intencional, consciente,
explícito y analítico, lo hace responsable y propicia la toma decisiones
personales sobre su aprendizaje (Martín, 2008). Por ello es importante que los
portafolios no sean solo una recopilación de documentos, sino que vayan
siempre acompañados de reflexiones, del porqué de la elección de esas
muestras y no de otras.
El portafolio electrónico es una estrategia didáctica que promueve el
aprendizaje autónomo, es decir, permite evidenciar el rol que asume el
estudiante en la forma y modo de gestionar su aprendizaje a partir de procesos
metacognitivos, planificando actividades para potenciar su ser, hacer y
conocer, pudiendo ser demostrados mediante una serie de actividades
organizadas en carpetas. Además por su estructura flexible, ofrece al
estudiante la oportunidad de replantear las tareas, gestionar el tiempo, incluso
se puede observar el nivel de actitud que viene asumiendo a partir de sus
diferentes avances y presentaciones.
En cambio portafolio electrónico como estrategia didáctica en relación al
docente le da la posibilidad de interactuar, consensuar con los estudiantes
sobre las diferentes dimensiones o miradas que puede tener la tarea. Así
mismo, implica involucramiento a un nuevo paradigma de enseñanza, el
docente asume un rol dinámico, flexible, horizontal en relación al estudiante.

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