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La construcción social
de una ciudad sustentable
Santa M¢nica (29 de noviembre).pdf 4 06/12/11 10:53
Santa Mónica
La construcción social
de una ciudad sustentable
Guillermo Ibarra
Adriana Moreno
ISBN: 978-607-711-040-8
Impreso en México
Printed in Mexico
Para María Luisa Escobar,
por todo.
Introducción 11
Primera parte:
Espacio urbano y desarrollo sustentable
1. El espacio urbano 21
Las ciudades como motor de la civilización 27
Forma urbana y forma social 36
Planeación del espacio urbano 41
[7]
Segunda parte:
Desarrollo urbano sustentable en Santa Mónica
Apéndice
Referencias 227
Tablas
Ilustraciones
[9]
E
l propósito central de este libro es explicar los procesos
sociales que hicieron posible la institucionalización en
Santa Mónica, California, de una estrategia de desarro-
llo local en donde la sustentabilidad se convirtió en el eje prin-
cipal de su política urbana. Estudiamos este caso desde 1979,
cuando una coalición progresista asume el poder municipal,
hasta 2010, fecha de reinauguración del Santa Monica Place y
de entrada en vigor del plan denominado Land Use and Cir-
culation Element (LUCE), ambos de gran importancia para el
estudio actual y prospectivo de la sustentabilidad urbana en
ese lugar.
Santa Mónica, una ciudad de 90 750 habitantes (Departa-
mento de Finanzas de California, 2009), forma parte de la se-
gunda conurbación más grande de Estados Unidos, después
del área metropolitana de Nueva York. De acuerdo con la
clasificación de la Oficina del Censo de ese país, esta ciudad
pertenece a dos importantes aglomeraciones urbanas: el área
metropolitana de Los Ángeles y la región de Greater Los An-
geles, integrada por los condados de San Bernardino, Ventura,
Riverside, Orange y Los Ángeles. Si bien Santa Mónica es parte
de las más de 340 urbes que componen esta región, la ciudad
posee raíces propias.
Con un origen y una historia distintiva, Santa Mónica es un
ente geopolítico formal con tradiciones, carácter e instituciones
particulares que posibilitan estudiarla como una unidad
[11]
L
as características que nos definen como civilización se
encuentran básicamente en las ciudades. Es ahí donde el
avance de la ciencia, la tecnología, la cultura, las artes, la
política, las instituciones e ideas se incuban y despliegan con
toda su potencialidad. En cada unidad urbana existen parti-
cularidades que la distinguen como única: características de
su población, actividades productivas, fortalezas sociales, tra-
diciones y costumbres. Tanto el armazón sociocultural como
su sistema productivo tienen una geografía peculiar, una orde-
nación física y social que impacta las aspiraciones del diseño
futuro de la ciudad.
Jane Jacobs (1971) visualiza a la ciudad como órgano pri-
mario y madre del desarrollo económico pues la considera “el
ambiente natural de las innovaciones” y “cuna de los nuevos
descubrimientos”; sus innovaciones son de vital importancia
en la ampliación de la economía y de la división social del tra-
bajo. Louis Wirth (1938) por su parte, afirma que el espacio
urbano “no sólo es morada y taller del hombre moderno sino
que constituye también el centro de iniciación y de control de
la vida económica, política y cultural”; sugiere que en las ciu-
dades reside el potencial para moldear el carácter de la vida
social en su forma urbana. Sin embargo, el urbanismo no se
encuentra confinado a éstas sino que se patentiza con inten-
sidad variable donde quiera que se infiltra la influencia de la
ciudad.
[21]
1
“El ser humano (no vamos a decir el hombre), no puede habitar sino en poeta.
Si no se le concede, en calidad de ofrenda o don, una posibilidad de vivir
poéticamente o de intentar una poesía, la fabricará a su manera. Incluso la
más vulgar cotidianidad, conserva rasgos de grandeza y de poesía espon-
tánea, excepto quizá cuando es solamente la aplicación de la publicidad y
la encarnación del mundo de la mercancía, cuando el valor de cambio ha
abolido el valor de uso o lo ha hecho secundario” (Lefebvre, 1983: 89).
Irán e Iraq a lo largo del río Tigris y del este al oeste de Ana-
tolia, Cayonu, Asikli Huyuk, Catal Huyuk y Ancilar. La teoría
dominante no concibe a estos asentamientos humanos como
ciudades, pues convencionalmente la revolución urbana se pe-
riodiza entre los años 5 000 y 2 500 a. C., con el avance de la
agricultura de riego, la invención de la rueda, la escritura, la
formación de religiones y la estructuración de formas estatales
(Childe, 1936).
A partir de los resultados de las excavaciones de James Me-
llaart de 1961 a 1963 en Catal Huyuk, Jane Jacobs (1971) cues-
tiona que el desarrollo de la agricultura fuese primero que la
aparición de las ciudades, y postuló la tesis contraria de que
éstas posibilitaron el desarrollo de las actividades agrícolas.
Catal Huyuk estaba localizada en el valle de un volcán, tenía
un conjunto de casas unidas desordenadamente y sin calles,
como un pueblo apuñado. Algunas casas tenían dos niveles y
existía en la ciudad un área de mercado. Carecía de un templo
edificado, aunque había una religión regida por una deidad
femenina, pues se presume que el poder político hasta 4 000
a. C. estaba en manos de la mujer. Tenía a su alrededor una
agricultura variada, se sembraba trigo, lentejas, oleaginosas
y completaban la dieta con pistachos, almendras, manzanas,
entre otros. Los alimentos no sólo eran producidos localmen-
te sino que provenían del comercio exterior. La dieta de sus
pobladores también incluía carne de venado, jabalí, leopardo,
carnero y asnos salvajes, así como huevos y diferentes frutas.
Su población permaneció por milenios; los esqueletos desen-
terrados por Mellaart revelaron que sus habitantes eran altos
y bien nutridos, como si comieran mejor que los europeos me-
dievales, considera Jacobs (1971).
En la localidad se producía cerámica de notable calidad, se
fabricaban armas y ornamentos pulidos de piedra por la cer-
canía del volcán. Entre sus residentes había individuos con
habilidades complejas y artesanos profesionales: tejedores,
cesteros, carpinteros, ensambladores, fabricantes de instru-
mentos y armas de piedra, pulidores de obsidiana y pedernal,
trabajadores del hueso –que hacían cuchillos, cucharones y cu-
charas–, mercaderes, trabajadores del cobre, constructores de
por Soja como synekism– que ayuda a los que viven juntos a
resolver problemas de sobrevivencia, formar instituciones,
identidades sociales y creencias, y permitir la persistencia de
la sociedad. Jane Jacobs llama a este efecto de manera metafóri-
ca como la chispa que enciende la vida económica y considera
que las ciudades son la madre del desarrollo sin las cuales la
humanidad todavía estaría integrada por cazadores y recolec-
tores.
La revolución urbana que ocurrió entre los años 5000 y 2500
a. C. es una segunda revolución urbana (no la primera y úni-
ca), según la misma versión de Soja. Ésta provocó la expan-
sión de una masa productiva mayor, el entrelazamiento de los
asentamientos a través de redes de comercio, la construcción
de sistemas de irrigación agrícola, la formación de burocracias
y Estados, de instituciones religiosas y liderazgos políticos. Se
reconoce que tal revolución urbana empezó en Mesopotamia,
luego ocurrió en Egipto, Persia, India, China y posteriormen-
te en otras partes del mundo. En esta segunda revolución se
reforzó la formación de la ciudad Estado con grupos de po-
blación identificados: una burocracia civil institucionalizada,
empresarios y comerciantes, fuerzas militares y policía, y la
aparición de una capa más pobre de la población.
2
Como la campaña Concerned citizens (CCSCLA), que luchó en 1985 contra
la propuesta de ubicar una incineradora de basura sólida en el vecindario
Vernon Central de Los Ángeles; y el movimiento denominado Health the
Bay, fundado en ese mismo año para pugnar por la aplicación de la ley de
aguas limpias en la bahía de Santa Mónica.
E
l concepto ciudad sustentable vincula los conceptos de
desarrollo, ecología, comunidad y sistema urbano. Estas
nociones están sujetas a una miríada de interpretaciones
por lo que su caracterización está desprovista de un fundamento
teórico unívoco.
El establecimiento de una política de desarrollo urbano ba-
sada en la sustentabilidad promueve transformaciones a favor
del medio ambiente. Es decir, en las ciudades sustentables se
establecen políticas encaminadas a gestionar el uso eficiente
de suelo, agua y energía, utilizar materiales y tecnologías ami-
gables con el ambiente natural en la construcción de edificios,
aumentar las áreas verdes y reducir en general la transporta-
ción motorizada.
La sustentabilidad se asocia con mantener la capacidad de
carga del planeta a través de modificaciones del comportamien-
to colectivo e individual para la conservación de los recursos
naturales, lo que implica alterar los valores humanos basados
en la lógica de la maximización de la ganancia (Portney, 2003).
Las iniciativas de política medioambiental, las prioridades en
el manejo éticamente responsable de los recursos naturales y
las definiciones operativas de sustentabilidad están determi-
nadas por factores sociales y políticos locales; es decir, “antes
que un problema ecológico y económico, [el desarrollo susten-
table] es una cuestión ideológica y política en torno a su sig-
nificado y formas de implementación” (O’Connor, 2002: 28).
[47]
D
ada la importancia que en los últimos años ha adqui-
rido la protección del medio natural en las ciudades,
al realizar la investigación para la publicación de
este libro entrevistamos en su oficina del Departamento de
Planeación Urbana de la Universidad de California en Los Án-
geles al geógrafo Edward William Soja, autor de Postmodern
Geographies (2003) y Thirdspace (2005) y le preguntamos si la
sustentabilidad podría ser uno de los discursos, abordados
en el capítulo uno, en los que él mismo ha compendiado las
nuevas realidades y la literatura sobre la ciudad de la globali-
zación. El académico expresó que los seis discursos que iden-
tificó en su libro Posmetrópolis son sobre los nuevos procesos
de urbanización y los rápidos cambios que han experimentado
las ciudades alrededor del mundo durante los últimos trein-
ta o cuarenta años, y al enfocarse en los cambios más recien-
tes señaló que “el discurso medioambiental se ha mantenido
básicamente igual […], no se reconoce un hecho en el que las
ciudades hayan cambiado drásticamente en su dinámica de
urbanización producto de algún grado de política y control
medioambiental” (Soja, 2010, información personal mayo 27).
En su opinión, el discurso medioambiental no es nuevo, es el
mismo viejo discurso que crece cada vez más. No obstante, de-
claró que sucesos recientes lo han hecho pensar en los asuntos
[61]
3
Planeación para un desarrollo urbano sustentable (Naess, 2001); planeación
sustentable (Naess, 2001; Wheeler, 2003); sustentabilidad urbana (Bunce,
2009; Bulkeley y Betsill, 2005; Bithas y Christofakis, 2006; Lieberherr-Gar-
diol, 2009); ciudad sustentable (Theaker, 2001; Whitehead, 2003; Portney,
2002); forma urbana sustentable (Bentivegna et al., 2002; Weeler: 2003); pro-
yecto urbano sustentable (Lieberherr -Gardiol, 2009); desarrollo sustentable
de los asentamientos humanos (Deb, 1998); desarrollo urbano sustentable
(Bentivegna et al., 2002) y urbanismo sustentable (Farr, 2008).
Elementos tangibles
4
La carga ecológica es diferente al concepto de huella ecológica que vimos
en el capítulo anterior y que se refiere a la proporción entre recursos utili-
zados y desechos.
Elementos intangibles
L
a prosperidad económica, financiera y fiscal es funda-
mental para materializar las aspiraciones sociales y
medioambientales vinculadas con las ciudades. Sin em-
bargo, en un lugar autodefinido como sustentable, indicadores
como el producto interno bruto, la tasa de desempleo y el in-
greso per capita resultan insuficientes para determinar el ni-
vel de bienestar de la población pues es necesario evaluar la
prosperidad económica de acuerdo con la visión del prototipo
de comunidad que se quiere edificar (Portney, 2003). En la li-
teratura académica los economistas han identificado diferen-
tes factores y mecanismos que interrelacionados permiten el
crecimiento económico en el territorio, el cual se define como
la capacidad de elevar en forma sostenida el producto por
habitante y su justa distribución. Entre esos factores están las
condiciones históricas previas, la acumulación de capital físico,
humano y financiero, así como su eficiente aplicación en un en-
torno competitivo; dotación natural de recursos, localización
geográfica, redes de transporte, creciente división del trabajo,
difusión tecnológica y, junto a ello, los elementos legales, cul-
turales e institucionales que permiten el aprovechamiento de
los primeros.
Con la globalización, las oportunidades de expansión
económica se agrandan para países y regiones por la posibili-
dad de atraer capitales, capacidades de innovación y acceder
más rápido y en mayor volumen a mercados en crecimiento.
[81]
5
“Cada región tiene un específico ‘capital territorial’ que es distinto al de
otras áreas y genera una alta retroalimentación a específicos tipos de in-
versión diferente al de otras, cuando éstas son más adecuadas para el área,
usando sus activos y potencialidades más efectivamente. Las políticas de
desarrollo territorial (políticas con una propuesta territorial a desarrollar)
deberían primeramente y principalmente ayudar a desarrollar su capital
territorial” (Cagmani, 2005, en Capello y Nijkamp, 2009: 120).
P
ara lograr los objetivos de una ciudad sustentable se re-
quiere una base económica que permita un crecimiento
sostenido, el cual depende de la movilización de factores
internos y la atracción de elementos externos en un marco de
gobernanza multinivel cada vez más descentralizado donde la
incorporación a los mercados internacionales de bienes, ser-
vicios y capitales es central en cualesquier estrategia de largo
plazo. Esto provoca una “guerra de lugares” en donde las ciu-
dades compiten por su supervivencia económica. En la bús-
queda de mantener su competitividad, los gobiernos urbanos
actúan como corporaciones que diseñan, promocionan y ven-
den su espacio local; y por medio de alianzas, los empresarios
y el gobierno unen fuerzas para transformar la ciudad en un
producto que atraiga el mayor número de consumidores (Hall,
1997).
Para este fin han sido importantes tres estrategias: la crea-
ción o acentuación de una identidad local, la construcción de
una imagen de ciudad y la mercadotecnia del lugar. La identi-
dad se refiere al conjunto de rasgos propios que caracterizan a
un grupo de individuos, a una ciudad o un país de los demás.
Según Erickson y Roberts (1997), la identidad de una locali-
dad se encuentra estrechamente relacionada con la población
que la compone y se refiere a aquello que hace que sea única
y reconocida por sus características particulares. Su nacimien-
to es producto de la evolución histórico-natural basada en la
[97]
Park Slope, en los sesenta, fue uno de los barrios más degrada-
dos de Nueva York. Después de haber pasado por un proyecto de
revitalización, se convirtió en un lugar atractivo para residentes de
clase media y media alta. En el año 2010 fue seleccionado por la revis-
ta New York Magazine como el mejor vecindario para vivir de Nueva
York. (Tomada de http://nymag.com/realstate/neighborhoods/2010/65374)
E
n su historia, Santa Mónica ha atravesado por distintos
escenarios que en su mayoría son resultado del sello que
las élites en el poder le han impreso a la especulación
inmobiliaria y a las fuerzas del libre mercado. Su trayectoria
revela cómo por décadas la ciudad cimentó su desarrollo en
los valores de la empresa privada en detrimento del bienestar
de la población.
Hasta la década de 1970, los grupos dirigentes concibieron
la ciudad como una valiosa oportunidad para hacer negocios
sin restricciones legales que les recordaran sus “responsabili-
dades hacia la naturaleza y hacia la naturaleza humana” (Har-
vey, 2003: 245). La política urbana era negociada casi exclusiva-
mente entre inversionistas, empresarios y representantes de la
industria inmobiliaria en alianza con el gobierno local. Había
discrepancias entre estos grupos respecto al tipo de ciudad que
deseaban impulsar, pero todos coincidían en un aspecto: las
políticas debían estar orientadas por la libre empresa y el lucro
(Capek y Gilderbloom, 1992). No obstante, en 1979, con la lle-
gada al poder municipal de representantes de un movimiento
social progresista dirigido por la asociación Santa Monicans
for Renters’ Rights, el carácter de la localidad dio un giro que
resultó en una tradición de participación ciudadana primordial
en la institucionalización del proyecto de ciudad sustentable.
En este capítulo realizaremos un recuento de la trayectoria
histórica de Santa Mónica desde su orígenes hasta la década
[117]
que prohibían los vuelos los fines de semana, los días festivos
y de 11 p.m. a 7 a.m. Dichas medidas nacieron directamente
de la intervención de este grupo de ciudadanos inconformes y
constituyeron uno de los precedentes de las transformaciones
que ya se gestaban en el tejido social urbano.
La Douglas Air Craft Company prosperó notablemente du-
rante las guerras mundiales, pero en la etapa posterior a la se-
gunda guerra entró en crisis. Con la disminución de la deman-
da de material bélico la empresa sufrió una profunda depresión
y sus trabajadores empezaron a ser despedidos. No obstante,
el mercado de la aviación comercial floreció rápidamente, lo
que permitió que la empresa conservara sus operaciones y
los trabajadores locales de la industria de la aviación mantu-
vieran su empleo por algunos años más. Aun con la eventual
crisis posbélica, la Douglas Air Craft Company siguió sien-
do el mayor empleador durante las décadas de los cuarenta
Vista actual del Santa Monica Pier, uno de los espacios más repre-
sentativos del lugar. (http://www.visitingdc.com/city/santa-monica-pier-
address .asp)
L
a experiencia de Santa Mónica en la institucionalización
del plan local de desarrollo urbano sustentable, provee
un valioso material para el estudio de los movimientos
sociales de corte ambiental en una sociedad capitalista. Brinda
también una panorámica general para comprender la impor-
tancia de los rasgos culturales e históricos de una comunidad
–reflejados en las tradiciones del lugar– en el éxito o fracaso de
las aspiraciones de bienestar ciudadano. Pero sobre todo, Santa
Mónica nos enseña que en un contexto de capitalismo neolibe-
ral, los objetivos de protección medioambiental y justicia social
pueden ser negociados con los de maximización de la ganancia
a través de la participación ciudadana. Tal negociación, como
es natural, no está exenta de conflictos pues como lo explican
Capek y Gilderbloom (1992), su tradición urbana actual, que
entreteje los valores de la empresa privada con los de la de-
mocracia, presenta tensiones inherentes entre los diversos seg-
mentos sociales que integran la ciudad.
Durante la década de 1970, Santa Mónica fue escenario de la
gestación de un movimiento ciudadano de base por la unión
de individuos que desafiaron la maquinaria de crecimiento a
favor de los intereses comunitarios. Su coalición logró en dos
ocasiones convertirse en “símbolo nacional del debate entre
la libre empresa contra la regulación” (Capek y Gilderbloom,
1992: 55): Primero, en 1979, cuando un grupo de ciudadanos or-
ganizados en la asociación Santa Monicans for Renters’ Rights
[147]
El liderazgo de la ciudad
D
iversos aspectos geográficos de Santa Mónica han mar-
cado su desarrollo: poseer tan sólo 21.7 km2 de territo-
rio, localizarse dentro del área de la región global de
Los Ángeles y estar asentada a lo largo del litoral. Tiene una
población estimada de 90 750 habitantes, 0.92 % de la pobla-
ción del condado de Los Ángeles (Departamento de Finanzas
de California (2009). El volumen de sus visitantes es exponen-
cialmente mayor al de sus residentes pues recibe 6.33 millones
de turistas al año, lo que representa 6 975 veces su población
(Santa Monica Convention and Visitors Bureau, 2010). Sus re-
sidentes tienen un perfil socioeconómico más homogéneo que
el resto del condado, pues 78.3 % son blancos de origen no his-
pano, 13.4 % de origen hispano y 7.3 % asiáticos. En contraste,
la población blanca no hispana del condado de Los Ángeles
es 29.2 %, la de origen hispano 47.3 % y la de origen asiático
13.1 % (U.S. Census Bureau, 2008).
De igual modo, el nivel educativo de los habitantes de Santa
Mónica es superior al del condado. Del total de la población
mayor de 25 años, 91 % culminó su educación media superior
mientras que 54.8 % obtuvo nivel licenciatura o algún grado
más alto. En tanto que en el resto del condado, el promedio de
la población con nivel de licenciatura o posgrado es de 24 % y
con preparatoria 69.9 %. A pesar de su preparación profesional
y nivel de ingreso per cápita, que según la Oficina del Cen-
so de Estados Unidos es de 41 875 dólares, los residentes de
[165]
Santa Mónica no han podido obtener casa propia pues tan sólo
29.8 % de las viviendas son habitadas por sus dueños, el resto
es ocupada por arrendatarios (U. S. Census Bureau, 2008). Sin
embargo, su perfil educativo los ha empoderado para ser una
sociedad participativa e informada de los asuntos locales, ca-
racterística que ha sido clave para llevar a cabo el proyecto de
ciudad sustentable.
La administración pública está presidida por el Consejo de
Gobierno de la Ciudad compuesto por siete miembros que son
designados para un periodo de cuatro años con derecho a re-
elección. Cada dos años, después de las votaciones, el Conse-
jo elige a uno de sus siete miembros para que ocupe el cargo
de Alcalde (Santa Monica City Council, 2010). Existe también
un “Gerente de Ciudad”, titular de la oficina ejecutiva del go-
bierno municipal, que se encarga de la ejecución de las orde-
nanzas y políticas establecidas por el Consejo, la supervisión
de los catorce departamentos que componen el gobierno y del
desarrollo del presupuesto. Las cuatro divisiones de la oficina
del Gerente de la Ciudad son: Administración, Relaciones de
Gobierno y Comunidad (incluida la televisión de la Ciudad),
aeropuerto municipal, y Oficina de Sustentabilidad y Medio
Ambiente (City Manager’s Office, 2008).
Santa Mónica posee una amplia variedad de empresas que
generan empleo y vitalizan la economía local. De acuerdo con
la División de Desarrollo Económico, existen 6 464 empresas
que generan 74 237 empleos: los sectores que crearon el mayor
número de empleos en el año 2010 fueron: alojamiento y ser-
vicio de alimentos (11 278), servicios profesionales, científicos
y técnicos (10 546) y comercio al por menor (10 236) le siguen
los servicios de salud y asistencia social (8 351), industria de la
información (8 103) y los servicios proveídos por el gobierno
local (6 122). Aunque el salario anual del total de las perso-
nas dedicadas a la industria de servicios científicos profesio-
nales y técnicos suma 236.1 millones de dólares, sólo el total
de los empleos generados por actividades turísticas produce
anualmente una masa salarial mayor. Los puestos de trabajo
en Santa Mónica son ocupados en su mayoría por residentes
de ciudades vecinas, particularmente de Los Ángeles, y tan
con 5.4 % del promedio local (City of Santa Monica, 2006). Gru-
ber crítica que el Ayuntamiento, la burguesía y la ideología de
los Santa Monicans for Renters’ Rights (SMRR) no se han ocupa-
do seriamente de resolver los problemas básicos que afectan el
vecindario de Pico que son, en su opinión, “primordialmente
económicos”. Para él la desventaja de Pico se debe a que el voto
de estos ciudadanos no es crucial para los políticos en época de
elecciones locales. Edward Soja (2010) por su parte, interpreta
las circunstancias desfavorables de Pico y de ciertos grupos de
población, como un rasgo común de la metrópoli moderna que
crea mosaicos sociales polarizados y acentúan las disparidades
en sectores marginados y grupos étnicos específicos.
Además de la problemática antes señalada, Pico se enfrenta
a dificultades relacionadas con la salud pública. Las asociacio-
nes Pico Youth Family Center y Pico Neighborhood Associa-
tion denunciaron en 2010 que el bienestar de sus habitantes
está en riesgo por la conformación de un “triángulo tóxico”
compuesto por el Freeway 10, el centro de acopio de desechos
peligrosos de la ciudad y la posible localización en el área de
una unidad de mantenimiento de la línea Expo Light, que se
prevé sea inaugurada en 2015. Esto resulta contradictorio en
un lugar donde se supone que promover la justicia medioam-
biental es un ejercicio prioritario para el buen desenvolvimien-
to del proyecto de ciudad sustentable.
Con el objetivo de elevar la atractividad de la ciudad fren-
te a los turistas e inversores, en repetidas ocasiones el gobier-
no local ha desatendido las peticiones no sólo del vecindario
de Pico, sino también del resto de los residentes de la locali-
dad. Los ingresos fiscales provenientes del turismo son muy
importantes para el Ayuntamiento por lo que ha apoyado a
la clase empresarial para fabricar un lugar más atractivo para
los turistas. Tales estrategias están vinculadas a la agenda de
sustentabilidad urbana.
Pareciera que la visión del gobierno y los empresarios es
que Santa Mónica, como ciudad turística, constituye en sí un
producto para vender al mayor número de clientes, y si son
de un alto poder adquisitivo, mejor. Para lograr tal objetivo se
ha fomentado la estrategia de promocionar el lugar como una
El turismo
ellos fue que gracias a las protestas ciudadanas se logró que los
oficiales de gobierno decidieran dar marcha atrás al plan de
remover un árbol conocido como Australian bunya con más de
treinta años de antigüedad del parque Douglas (Jarvey, 2009).
Sin embargo, en el 2008 veintitrés ficus no corrieron la misma
suerte al ser removidos como parte de un plan de mejoras al
paisaje urbano. Los Treesavers no olvidan este hecho y con mo-
tivo del segundo aniversario de la “muerte de estos árboles”
salieron a las calles en señal de protesta (Wise, 2010). De este
modo vemos que también el gobierno cuenta con los medios
para realizar sus proyectos aun cuando no obedecen a la idea
de la sustentabilidad o a las demandas ciudadanas.
Lo mismo que los Treesavers, los ciclistas han mantenido
comunicación constante con el gobierno a fin de trabajar con-
juntamente por sus intereses; sin una asociación formal han
tomado un papel activo en la búsqueda de mejoras para trans-
portarse en un ambiente agradable y seguro. Aun cuando en
el 2009 Santa Mónica recibió el premio Bike Friendly Award
que otorga la Liga de Ciclistas Americanos (League of Ame-
rican Bicyclists), los ciudadanos que se transportan en bicicle-
ta no apoyan del todo este galardón pues consideran que es
necesario mejorar los espacios públicos para transitar con este
medio alternativo de transporte (Cain, 2009). Los ciclistas, con
el apoyo de Sean Bonner como uno de sus principales líderes,
sostuvieron pláticas con representantes del gobierno local en
marzo de 2010, con la presencia de la asistente del gerente de
la ciudad, Jennifer Phillips, el jefe de policía, Phillip Sanchez,
y el director de planeación de la transportación urbana, Lucy
Dyke. Las peticiones de los ciclistas fueron mejorar los señala-
mientos y la conectividad de las ciclovías, el establecimiento
de boulevares para bicicletas y de lugares adecuados para es-
tacionarlas, pero sobre todo demandaron aumentar su seguri-
dad (Kavanagh, 2010).
Otra muestra de lo que pueden lograr los movimientos de
base se encuentra en un proyecto de jardínes comunitarios di-
rigido por una asociación no gubernamental, Ocean View Far-
ms Community Garden (http://www.oceanviewfarms.net), cuyos
miembros son residentes de Santa Mónica, Mar Vista y otras
L
a planeación de las ciudades tiene su base, como hemos
visto, en los conflictos políticos entre movimientos urba-
nos; las contradicciones en la formación de las identida-
des sociales de los grupos ciudadanos –que forjan tradiciones
y visiones sobre el espacio urbano que se anhela–; el concepto
de “buena ciudad” que se impone y la manera que gobierna.
El movimiento progresista que desafió la maquinaria del
crecimiento tradicional de Santa Mónica, al llegar al poder
municial, se involucró gradualmente en los imperativos de
competitividad, marketing e impulso al turismo. Lo anterior
generó nuevas movilizaciones ciudadanas en torno a una
sustentabilidad más justa que sobrepasara las cuestiones me-
ramente medioambientales. Esto se refleja en los elementos
tangibles del proceso formativo de ciudad sustentable, que es-
tán enmarcados en un sistema institucional que revisaremos
en este capítulo para discutir sus modificaciones a partir de las
correlaciones de fuerzas políticas creadas, y vislumbrar luego
el futuro que le depara al proyecto de ciudad sustentable.
El marco general
[181]
El Plan General
A
l inicio de este libro nos propusimos como objetivo cen-
tral analizar qué factores hicieron posible la institución
en Santa Mónica, California, de una estrategia de de-
sarrollo urbano sustentable. Asimismo, nos preguntamos: ¿En
qué sentido es Santa Mónica una ciudad sustentable? ¿Cuál es
la influencia de las políticas de revitalización y sustentabilidad
en su economía y competitividad, particularmente en su in-
dustria turística? ¿Qué factores intangibles la habilitaron para
formalizar una estrategia de sustentabilidad? ¿Cuáles han sido
los elementos tangibles, es decir las técnicas, tecnologías y po-
líticas de planeación y desarrollo que le permitieron ser consi-
derada entre las diez ciudades estadounidenses con mayores
avances en materia de sustentabilidad? ¿Qué contradicciones
existen entre la planeación orientada a la sustentabilidad y los
compromisos de hacer efectiva la justicia social y espacial que
la hicieron posible en sus inicios?
En el desarrollo de este trabajo mostramos que Santa Móni-
ca es una ciudad sustentable en términos de su reconocimiento
oficial y de los avances logrados a lo largo de dieciséis años de
vigencia del plan de sustentabilidad urbana, lo que le permite
ser identificada en los niveles nacional e internacional como
una comunidad amigable con el medio ambiente. No obstante,
en los resultados obtenidos hay un vacío en cuestiones de jus-
ticia espacial, término que se usa para darle a la justicia social
un espectro amplio y espacializado.
[201]
[219]
06/12/11 10:54
1979 Pico Neig- Pico 400 mil y 1 mi- Prevenir la violencia juvenil. Promover el arte comunitario y los
hborhood Neigh- llón de dólares eventos culturales. Control del precio de los arrendamientos.
Association borhood Fomentar empleo y la calidad de la educación. Supervisar la
(PNA) llegada a Santa Mónica de la Expo Light Train.
06/12/11 10:54
3. Organizaciones sin fines de lucro relacionadas con la sustentabilidad
224
2 Santa Monica Organización Restauración y protección de las bahías de 120 Broadway http://www.
Baykeeper sin fines de lu- Santa Mónica, San Pedro, y de los ríos y Suite 105, Santa smbaykeeper.
cro /Regional arroyos del condado de Los Ángeles. Monica, CA org/
90401
3 Santa Monica Organización Garantizar un gobierno local que favorezca 1223 Wilshire http://www.
Coalition sin fines de lu- la calidad de vida de los residentes. Blvd. Box 1002, smclc.net/
for a Livable cro /Local Santa Monica,
City CA 90403-5400
06/12/11 10:54
5 Bikerowave: Organización Capacitar a la población local para cons- 12255 Venice http://www.
Basic mainte- sin fines de lu- truir, reparar y dar mantenimiento a sus Blvd., Mar Vis- bikerowave.
nance clinic cro /Local bicicletas. Buscan empoderar a los ciclistas. ta, CA 90066 org/
6 Community Organización Promover vivienda asequible para familias 1423 2nd Street www.commu-
TCP Monica, CA
90401
9 Assistance Organización Apoya proyectos filantrópicos que nacen 1453 Fifteenth
League of sin fines de lu- de la comunidad y capacita a líderes volun- St, Santa Moni-
Santa Monica cro/Nacional tarios locales. ca, CA 90404
225
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10 Waves for Organización Proveer agua limpia a las personas que lo Santa Mónica, http://www.
226
12 Sustainable Organización Actúa como una red de profesionales y un Santa Mónica, http://www.
Business sin fines de lu- foro educativo para promover productos, CA sustainablebc.
Council cro/Regional servicios y procesos sustentables. org/index.
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Santa Mónica. La construcción social de una ciudad sustentable
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Referencias
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Otras fuentes
Entrevistas
1 000 ejemplares