Sunteți pe pagina 1din 4

Occidente es conocido por su fetichismo clasificatorio.

La tradición se remonta a Grecia


con Aristóteles y su lógica ordenadora, sigue las pisadas de los naturalistas hasta llegar a
Linneo, toma una bifurcación por el bosque de la ciencia hasta chocarse con Comte y su
clasificación positiva de las ciencias. Tal fenómeno ha extendido sus tentáculos por cuanta
disciplina y ciencia ha querido, ello incluyendo también a la estética. Gracias a ello, hoy día
clasificamos al arte, objeto de conocimiento definitivo de la estética, de diferentes formas:
por su origen geográfico, ahí tenemos al arte occidental y al oriental; por vanguardias, las
hay dadaístas, barrocas, cubistas, impresionistas, expresionistas etc…; por su origen en el
tiempo, si es arte primitivo o antiguo, medieval, moderno o contemporáneo. Es en esta
clasificación por tiempo donde surge una gran pregunta: ¿Cómo pensar al arte primitivo?

Hacer aquella misma pregunta por el arte comprendido entre la antigüedad y la


contemporaneidad posee un gran valor. Sin embargo, resulta más fructífero, amén de
interesante, hacerla en el contexto primitivo. Tenemos noticias de lo que se creía sobre el
arte comprendido entre la antigüedad y la contemporaneidad por medio de reflexiones y
tratados estéticos, más somos poco sabedores de lo que se pensaba en la era primitiva, pues
la escritura no se asomaba aun por el horizonte. La terea resulta en la misma medida
necesaria como interesante.

Partamos de un hecho: el ser humano siempre ha tenido ese gusto por el arte. Lo vemos
expresado en diferentes partes del mundo primitivo. Ya sea en la región española de
Altamira o en el Fezzan africano, en la cueva Chauvet en Francia o en la región Namibia de
Twyfelfontein. Las pinturas encontradas en estas regiones no habían sido tomadas en serio
sino hasta finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Fue la antropología
evolucionista la que redirige la luz de la razón para validar el estudio estético del arte
primitivo. Afirma Carlos Montes [CITATION Mon19 \n \t \l 3082 ] sobre la perspectiva de la
antropología evolucionista: “Las primeras aproximaciones al arte por parte de los
pensadores evolucionistas crearon una perspectiva etnocéntrica, tanto del arte primitivo,
como de los artistas indígenas… (P. 15). Este tipo de perspectiva, a la par de plantar las
raices del estudio serio del arte primitivo, tambien valida una interpretacion infantilizada
del mismo [CITATION Mon19 \p 15 \l 3082 ] . El arte primitivo es visto como un bastimento
estetico hecho por seres humanos con habilidades esteticas bastante inferiores, de ahí su
comparacion con el estado de niñez. Asimismo, este tipo de arte es visto como utilitario o
funcional; el arte primitivo posee una teleologia, un fin bien definido, sea religioso o social,
cultural o mecanico, que hace que el arte mismo no poseea funciones ni esteticas ni
ornamentales.

Aquella interpretacion del arte primitivo ya empezaba a ser criticada en la decada de 1950.
En efecto, se argumenta una separacion entre el arte primitivo con las categorias de utilidad
y funcionalidad. Al respecto [ CITATION Mon19 \l 9226 ] comenta: “Esta idea de un arte
autónomo desvinculado de la funcionalidad de otras prácticas obliga a un sentido nuevo
de interpretación por parte de los miembros del entorno en el que surge” (P. 16). En
definitiva, se empieza a pensar al arte primitivo en una doble via: el arte por el arte (arte
con sentido estetico propio) y el arte como sentido y signiticado para sus miembros
productores.

La nueva interpretacion del arte primitvivo carece de significado sino se entiende a la luz
de lo que el antropologo sueco Stolpe denomina convencionalizacion, una especie de
deconstruccion de la mimesis por parte de las culturas primitivas. Se empieza a reemplazar
poco a poco, y a lo largo de las generaciones, la representacion mimetica del entorno por
figuras cada vez mas abstractas (Montes Perez , 2019, P. 20). Una figura humana se
empieza a separar en sus partes mas fundamentales, luego en figuras geometricas y por
ultimo, inclusive, en modelos altamente complejos e intrincados que parecen no guardar
relacion con la figura humana original.

Pero si se desea separar de raiz la infantilizacion como sinonimo del arte primitivo es
menester darle los creditos a Franz Boas. El antropologo norteamericano expone a lo largo
de su carrera una posicion radical para su epoca: todos los hombres, sin importartar su
cultura y costumbres, son poseedores de los mismos recursos mentales. La afirmacion
simplemente modifica la vision de la epoca sobre lo que se pensaba las culturas y el arte
primitivo. Al respecto [ CITATION Mon19 \l 9226 ] comenta sobre la afirmacion de Boas y su
influencia en el arte:

“Cada modelo artístico responde a una historia particular, y no hay posibilidad de


contemplar la diversidad estilística como producto de una sola línea evolutiva de conduce
inexorablemente al arte desde posiciones de inferioridad, las llamadas experiencias
estéticas infantiles a productos de mayor complejidad y, por lo tanto, superioridad” (P.
22).

La frontera entre entre el llamado arte superior o complejo y el primitivo o infantil se


empieza a desdivujar. Simplemente, cada cultura posee un conocimiento estetico unico e
irrepetible producto de su situacion social, geografica y ecologica. Solo teniendo en cuenta
estos aspectos es posible vislumbrar el verdadero sentido del arte para esa cultura. Los
modelos de clasificacion taxonomica del arte se tornan cada vez mas obsoletos.

Sabemos ya que una cultura cuando crea un producto artistico o estetico imprime en el su
identidad. Es por eso que resulta tan dificil y complicado que culturas externas a la misma
puedan llegar a comprender dicho producto estetico. Los occidentales, cuando se trata de
interpretar el arte oriental, son un buen ejemplo de ello. Entre uno y otro hay buenas
diferencias comenta [ CITATION Rue75 \l 9226 ] al respecto “Lo oriental, entre otros rasgos
fundamentales, se caracteriza, en contraste con lo occidental, por un mínimo de
conceptualismo y un máximo de vivencialidad emocional.” (P. 41-42). La emocion se
combierte en la piedra angular para comprender al arte oriental. Siendo este el caso, no es
de extrañar que en oriente no haya un concenso uniforme y bien formado sobre los ambitos
esteticos (Ruescas, 1975, P. 42). Los tratados esteticos, tan comunes en occidente, se ven
reemplazados en oriente por un cumulo de reflexiones subjetivas de unos cuantos poetas,
literatos y artistas en general.

Aquella vision subjetiva del arte posee gran influencia en la manera en la que se entiende la
relacion sujeto – objeto. Si en occidente estamos acostumbrados a que nuestros sentidos
develen al objeto, lo aprendan, en oriente la hisotria no podria ser mas diferente. Ruescas
[CITATION Rue75 \n \t \l 9226 ] lo comenta asi:” el artista trata de identificarse con su
objeto eliminando la distinción sujeto-objeto, y en cierto grado, capta y transmite algo de
tan característico modo de ser" (P. 51). Utilizando una categoria propia del taoismo, quizas
la mas importante de todas, el tao, el artista trata de hacerce uno con su objeto para captar
su verdadero ser. No se trata, como en occidente, de eleborar una copia exacta de la
realidad o, en el grado mas extremo de todos, un idealismo estetico que elimina los detalles
mas sucios de la realidad, sino captar al objeto en su seno mismo para poder luego imprimir
su ser, ya sea en un pliego de papel, las estrofas de una bella cancion, los versos de un
poema o las formas de una escultura.

Bibliografía
Montes Perez , C. (2019). Apuntes para una reflexion antropologica sobre la estetica primitiva.
Revista euroamericana de antropologia(8), 13-25.

Ruescas, J. (1975). Aproximacion a una estetica de las culturas extremo-orientales. Boletín de la


Asociación Española de Orientalistas(11), 41-61.

S-ar putea să vă placă și