Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
l Piaget, pág. 356; Dufrenne, págs. 25, 59-60; Kaufinann, págs. 70-71.
espacio .representativo%(según la terminología de Piaget) se abre a las
proyecciones de mi imaginario. Queda una duda: ¿todo tiene real-
mente sentido? ¿No hay lugares vacíos en los que sólo podría tener
significado la vacuidad? ¿No habrá un desfase permanente, un vacío,
entre la imagen producida y el sentido que entrega u o c ~ l t a ? ~
No hay más espacio ((real*que el que estoy recorriendo. La rela-
ción tan compleja que me vincula a mi entorno sigue siendo subjeti-
va. La extensión en cuyo seno me sitúo se convierte, sucesivamente o
al mismo tiempo, dependiendo de las horas y de mi condición inte-
rior, en densidad absoluta o vacío o llamada a la acción. Todo espa-
cio cercano oficia de matriz; más allá todo se abre al infinito -sin
discontinuidad pues he nacido. Por otra parte (a pesar de la solidari-
dad entre mundo y sujeto postulada por la fenomenología), múltiples
efectos de sentido inciden en la intrusión en mí de mi objeto.
No obstante, sin llegar a todos los malentendidos que implica
nuestra relación vital con este misterioso «espacio», permanece
- c o m o un valor integrado en nuestros sentimientos, en nuestra vo-
luntad misma- la memoria de una mirada primordial: evidencia y
conocimiento al mismo tiempo, dilatación de lo individual para ac-
ceder a la universalidad... pero también retractación, alienación, cho-
que con la dureza de los objetos, de mi cuerpo mismo. Si mi boca
me acerca a ellos, la mano pronto me aleja; las cosas que ésta aferra
me enseñan poco a poco que estoy separado de ellas. Y sin embargo,
lo que se imprime en mi retina no tiene, en sí, ninguna homogenei-
dad: los objetos y la extensión que los aísla no pertenecen al parecer
al mismo orden de realidad. No tardo en organizar este caos y me
quedo con algunos rasgos sobre los que centro mi percepción; la con-
diciono en función de mi necesidad de vivir, de la confianza que
debo tener en el mundo3. Ya estoy arraigado en mi .espacio de vida*,
este fiagmento de extensión existencia1 en el que me llega mi tiempo
y que es el único que me puede conferir (si alguna vez accedo a ella)
una plenitud. Cruelmente arrojado al mundo de los hombres,
expulsado de las cálidas seguridades, sin querer, sin prever, me he si-
tuado; y en esta situación, más que en ninguna otra, los poderes to-
davía latentes en mí tendrán posibilidad de realizarse.